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  • Laura Quintana: “Las mujeres juegan un rol crítico en el futuro de la IA”

    Laura Quintana: “Las mujeres juegan un rol crítico en el futuro de la IA”

    A medida que los desarrollos en Inteligencia Artificial (IA) continúan avanzando a pasos agigantados, las mujeres juegan un rol crítico en el futuro de esta tecnología y la industria en general. Laura Quintana comprende la importancia de esto y se ha comprometido a promover el acceso y las oportunidades laborales para las mujeres en el campo tecnológico.

    “A medida que la IA sigue desarrollándose, necesitamos tener diversas perspectivas sobre la mesa. Y las mujeres desempeñan un papel fundamental para que podamos asegurarnos de descartar prejuicios, como los de género y los étnicos, a medida que esta tecnología sigue avanzando”, dice en entrevista.

    Desde su posición, ella intenta cerrar la brecha que separa a las mujeres del sector tecnológico. El programa ofrece cursos de acceso gratuito en temas como ciberseguridad, programación, Internet de las Cosas (IoT) y networking.

    Los retos no son menores. En ocasiones, dice, todavía existe el estereotipo, incluso entre las mujeres, de que no pueden tener éxito en este campo laboral. “Las mujeres son igual de capaces que los hombres para destacar en ingeniería, desarrollo de software y adquirir habilidades para asumir trabajos en tecnología. Y por eso necesitamos desmentir eso [el estereotipo]”, explica.

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    Laura Quintana, Vicepresidenta y directora general de Cisco Networking Academy. 23 de mayo 2023. Foto: © Karina Hernández

    Para la ejecutiva, el acceso a la educación y las oportunidades son aspectos clave para superar estos obstáculos. Es por eso que los cursos que ofrecen en áreas como ciberseguridad, redes, infraestructura programable y programación están disponibles de forma gratuita (tienen casi 12,000 academias en todo el mundo en 190 países). Además, han creado un ecosistema que conecta a sus estudiantes con más de 1,000 empleadores que ofrecen oportunidades laborales.

    Hoy, la academia ha llegado a 17.5 millones de personas, de las cuales 26% son mujeres. En México, el 34% de los estudiantes son mujeres, uno de los porcentajes más altos del mundo, dice. A largo plazo, el objetivo es llegar a otros 25 millones de personas en los próximos 10 años.

    “La tecnología está desempeñando un papel fundamental en la transformación de las empresas, las ciudades y los países, en términos de progreso económico; y, para ello, se necesita talento. América Latina cuenta con un rico conjunto de talentos para contribuir a ello”, asegura.

  • ONU asegura que los talibán «han borrado» a mujeres afganas de la vida pública

    ONU asegura que los talibán «han borrado» a mujeres afganas de la vida pública

    La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Nada al Nashif, aseguró lunes que los talibán «han borrado» a las mujeres y niñas afganas de la vida pública y que les han arrebatado sus «derechos y libertades fundamentales».

    La responsable afirmó durante su participación en el Diálogo Interactivo del Consejo de Derechos Humanos, según un comunicado: «Los derechos de las mujeres y las niñas han retrocedido a nivel mundial durante los últimos años, pero en ningún lugar este flagelo ha sido tan profundo y generalizado como en Afganistán a partir de la toma del poder por los talibán en agosto de 2021».

    A pesar de que los talibán aseguraron que las mujeres serían protegidas por la sharia (ley islámica), en los últimos 22 meses han sido restringidas en «todos los aspectos» de sus vidas.

    Según Al Nashif, Afganistán es el único país del mundo que prohíbe trabajar a las mujeres en organizaciones internacionales y emplearse fuera del hogar; las niñas ni siquiera pueden recibir más educación que la escuela primaria. «La comunidad internacional no puede permitir que se acepte y mucho menos que se normalice», añadió.

    La ONU detalló el «clima de miedo» en el que viven las mujeres afganas por las «excesivas restricciones e injustificables», como el de necesitar de un acompañante masculino no solo para viajar, sino para salir de sus casas para recibir atención médica. Tampoco existe un sistema judicial «sensible al género y accesible para ellas».

    El relator especial sobre la situación de los Derechos Humanos en Afganistán, Richard Bennett, ha reiterado que «la discriminación grave, sistemática e institucionalizada contra mujeres y niñas» es parte del «corazón de la ideología y el poder de los talibán».

    «Esto equivaldría a un apartheid de género, una grave violación de los Derechos Humanos que, aunque todavía no es un crimen internacional explícito, necesita ser investigado. Esperamos que toda la comunidad internacional se una a la lucha por los derechos de las mujeres afganas», ha subrayado.

    Deterioro de la salud mental

    Por su parte, la presidenta del Grupo de Trabajo de la ONU sobre Discriminación contra Mujeres y Niñas, Dorothy Estrada-Tanck, indicó que las mujeres afganas se enfrentan a una «presión extrema» debido a una situación de pobreza e incertidumbre.

    «El deterioro de la salud mental es una de las principales preocupaciones de todas las mujeres con las que hemos hablado y, según una encuesta, cerca del 50 por ciento de ellas conoce al menos a una mujer o niña que padece ansiedad o depresión desde agosto de 2021, y el 7.8 por ciento conoce a una mujer o niña que ha intentado suicidarse», ha detallado Estrada-Tanck.

    Advirtió que esta situación da lugar a más violencia doméstica, a los matrimonios forzados e infantiles, a la venta de niños, al trabajo infantil, a la trata de personas y a la migración peligrosa.

    Estrada-Tanck enfatizó los asesinatos relacionados con el género, que ocurren tanto en los hogares como en espacios públicos o en centros de detención y que se cometen «con impunidad».

  • ¿Qué nos hace felices? ‘Spoiler’: no es el dinero

    ¿Qué nos hace felices? ‘Spoiler’: no es el dinero

    Esta primavera se publica en España Una buena vida, que recoge el estudio científico más largo nunca realizado sobre la felicidad. Iniciado en 1939 por la Universidad de Harvard hasta hoy día, lo cual ha permitido englobar varias generaciones, se buscaba responder a la pregunta: ¿qué nos hace felices?

    En el libro que firman Robert Waldinger y Marc Schulz, que vio la luz en EE UU a principios de año, vemos las conclusiones de The Harvard Study of Adult Development [El estudio de Harvard sobre el desarrollo de los adultos], que siguió las vidas de sujetos de las mismas familias durante más de 80 años.

    Si nos vamos a tiempos recientes, dada la amplitud del estudio, en 2007 el 76% de los mileniales entrevistados sobre sus objetivos vitales pusieron en primer lugar “hacerse ricos” y la mitad incluyeron entre sus metas principales “volverse famosos”.

    Es interesante observar qué contestaron estas mismas personas 10 años más tarde, siendo ya adultos, al responder de nuevo a la pregunta. El deseo de fama había descendido ya en la lista, mientras que el dinero seguía siendo un tema importante con algunos matices. Además de aspirar a una carrera profesional de éxito, muchos entrevistados relacionaban la felicidad con “una vida sin deudas”. Llegar a ese deseo, tras haber ambicionado ser rico, refleja todo un baño de realidad.

    Conviene señalar que esta prolongada investigación se centró mayormente en la población masculina blanca de Boston, pero el valor del estudio es que los sujetos actualizaban datos de sus vidas de forma periódica. Esto ha permitido saber cómo las distintas circunstancias vitales, así como los hábitos personales, inciden en nuestro bienestar y felicidad.

    Al analizar los datos de ocho décadas, la conclusión a la que han llegado los investigadores es que lo que ha demostrado procurar felicidad duradera no es el dinero ni el éxito profesional. Tampoco el ejercicio o la dieta, aunque sin duda contribuyen en el bienestar.

    El factor número uno de la felicidad, según el estudio, es tener buenas relaciones. Las personas con una conexión más íntima con la familia, los amigos y la comunidad son más felices y, además, gozan de mejor salud.

    Para medir la calidad relacional, el cuestionario de Harvard de 1989 que recibieron los participantes fue este:

    Piensa en tus 10 mejores amigos (excluyendo familia y parientes cercanos). ¿Cuántos de ellos pondrías en las siguientes categorías?

    1. Íntimos. Compartimos la mayor parte de nuestras alegrías y tristezas.

    2. Compañeros. Interactuamos de forma frecuente a partir de intereses compartidos.

    3. Puntuales. No nos buscamos de forma expresa.

    Las personas que demostraron ser más felices a lo largo del tiempo fueron las que cultivaron la primera categoría de amigos.

    Es curioso observar que durante la adolescencia y primera juventud tendemos a cuidar mucho nuestra tribu de amistades íntimas. Esta puede ser una de las razones por las que contemplamos esa época con nostalgia. A medida que asumimos responsabilidades adultas, las amistades van quedando relegadas a un segundo o tercer plano. El trabajo y otros compromisos acaban adueñándose de todos los huecos, y entonces surge la excusa de que “no hay tiempo” para una actividad tan vital.

    Según los autores de Una buena vida, “los amigos nos pueden rescatar cuando estamos en horas bajas, nos proporcionan una importante conexión con nuestra propia historia y, quizás lo más importante de todo, nos hacen reír. A veces no hay nada tan beneficioso para la salud como pasarlo bien”.

    Nuestra necesidad de conexiones humanas de calidad ha sido fundamental en la evolución y supervivencia de nuestra especie, señalan Waldinger y Schulz. Desde que éramos cazadores recolectores, tener una tribu propia nos ha dado protección frente a los peligros de la vida. En los tiempos actuales, podríamos incluir entre esos peligros los trastornos del estado de ánimo que afectan a gran parte de la población.

    Nunca es tarde para la felicidad si empezamos a administrar vitamina R, de relaciones, a nuestra vida. Para ello, hay que darle prioridad sobre muchas otras obligaciones y compromisos. Esta será nuestra mejor inversión porque, como demuestra el estudio de Harvard, quien no tiene tiempo para los amigos, no tiene tiempo para ser feliz.

    El proyecto SUN

    También en España hay estudios sobre el bienestar humano. En 1999 empezó el Proyecto SUN (Seguimiento Universidad
    de Navarra), que actualmente cuenta con más de 22.500 participantes, a los que se suman 2.000 nuevos cada año.

    Cada dos años, los participantes reciben un nuevo cuestionario para ir midiendo la progresión. Esto permite a los investigadores estudiar las causas de la depresión, pero también las de la obesidad, las enfermedades cardiovasculares o la hipertensión, entre otras.

    Uno de los sujetos que se han prestado a este estudio es el doctor en Psicología Andrés Martín Asuero, quien, tras leer los resultados de la investigación de Harvard, opina que una forma práctica de mejorar nuestra vida es fomentando nuestras relaciones. “Si no entendemos lo que nos hace felices, podemos terminar eligiendo trabajos bien remunerados que nos alejan de nuestra familia o amistades”, insiste.

    ✍🏼 Francesc Miralles es escritor y periodista experto en psicología.

  • Leyes que protegen a las mujeres para combatir el hambre en el mundo

    Leyes que protegen a las mujeres para combatir el hambre en el mundo

    Mónica y sus compañeras se han vuelto a calzar el forro polar rojo esta mañana para despachar sus lechugas y cebollas en los puestos callejeros de la comarca chilena del Llay Llay, en el centro del país. Como ocurre todos los viernes desde hace seis años. Tal vez a primera vista no lo parece, pero el suyo es un acto de resistencia. Resisten a los precios disparados de los insumos del campo, a la pertinaz sequía, a la macroindustria que ha cubierto de aguacates sus campos y chupado su agua y a los bolsillos adelgazados de sus vecinos, golpeados por la inflación y abocados a comprar como dicen ellas “comida chatarra” más barata. Resisten porque es su modo de vida y porque ellas también tienen que comer.

    En esta comuna de Llay Llay, condenada a la sequía durante más de una década, donde antes corría el agua ahora hay cementerios de vacas. Aún aguantan las cabras y los cabreros, pero muchas otras familias ya no tienen empleo. Hubo hombres que emigraron en busca de ingresos y las mujeres se quedaron cultivando. En los cerros han cavado pozos profundos y plantado aguacates para la exportación. Cada vez hay menos terrenos agrícolas y gente que los cultive. La cosecha es menor e importan más. “Antes nosotras vendíamos rápidamente las cosas, pero ahora la gente no anda con mucho dinero por la inflación”, explica Margarita, una de las agricultoras, junto a sus impresionantes lechugas. Además del agua, el precio de los insumos también se ha disparado. Si hace dos años compraban nutrientes como el nitrógeno por 12.000 pesos el saco, ahora les cuesta 45.000. Como en otras comunas del país y como confirma el alcalde Eduardo González, la obesidad, la otra cara de la malnutrición, avanza. “Cuando uno los ve en el supermercado, los carros llevan pura comida chatarra”, explica Enríquez.

    El hambre es un problema técnico, pero es sobre todo un problema político que necesita leyes y políticas públicas”,

    Antón Leis, Agencia Española de Cooperación Internacional

    La placidez que se respira en el mercado agrícola de Llay Llay contrasta con el bullicio que durante dos días ha tomado el Congreso chileno en Valparaíso, a poco menos de 100 kilómetros. Allí, unos 200 diputados de 64 países remaron en una dirección similar a la de las agricultoras, pero con herramientas distintas. Celebraron a finales de la semana pasada la Segunda Cumbre Parlamentaria contra el Hambre y la Malnutrición, en la que los diputados se encerraron para coordinar nuevas leyes en sus respectivos parlamentos con las que combatir la tormenta perfecta que ha vuelto a disparar el hambre en el mundo. A la inflación y la emergencia climática, se suman la resaca de la pandemia y las consecuencias de una guerra en Ucrania que ha desbaratado el suministro global de cereales y fertilizantes. Las últimas cifras de Naciones Unidas indican que hay 828 millones de personas que pasan hambre, 150 millones más que antes de la pandemia. Los avances conquistados durante años han quedado pulverizados.

    “El hambre es un problema técnico, pero es sobre todo un problema político que necesita leyes y políticas públicas”, recordó, al margen del encuentro, Anton Leis, el director de la Agencia Española de Cooperación Internacional, promotora de la cita chilena. Porque si en algo coincidieron los parlamentarios es en que hacen falta normas que den continuidad y en la necesidad de dejar instaladas políticas de Estado más allá del Gobierno de turno que conlleven un gasto presupuestario que pueda ser fiscalizado. En América Latina y El Caribe por ejemplo, los Parlamentos nacionales ya han adoptado 80 leyes de lucha contra el hambre. Hay ejemplos como el de Guatemala o el de Honduras, con leyes por las que alimentan a millones a los niños en las escuelas, o como la colombiana, que establece que el 30% de las compras de comida públicas que irán a parar a hospitales o al ejército procederán de pequeños agricultores. O la de Paraguay, que rescata los alimentos de las grandes superficies a punto de caducar. O la pionera chilena, con un etiquetado frontal para reducir la obesidad. Los parlamentarios acordaron en Valparaíso incluir el enfoque de género en sus iniciativas legislativas.

    María Eugenia Arancibia vende sus verduras en el mercado de Llay Llay, en el centro de Chile, en junio de 2023
    María Eugenia Arancibia vende sus verduras en el mercado de Llay Llay, en el centro de Chile, en junio de 2023ANA CARBAJOSA VICENTE

    El proceso no siempre es fácil. “Fue muy duro, pero lo logramos”, cuenta la diputada hondureña Teresa Calix. “Involucramos a maestros, universidades y llevamos a los niños al congreso a decir a los diputados: ‘tenemos hambre, queremos comer’. Los niños se dormían en las clases por debilidad”, recuerda la parlamentaria, que ahora trabaja en una ley de agricultura familiar. Calix achaca parte del problema a que muchos diputados no conocen su realidad. “Son solo de escritorio y eso es un gran problema”, resume.

    Los avances son, sin embargo, a todas luces insuficientes. La diputada chilena Carolina Marzán, presidenta del Frente Parlamentario contra el Hambre, tiene claro que “hay alimentos suficientes para alimentar a la población, pero todavía hay inseguridad alimentaria y las mujeres son las que más lo sufren”. Explica que “la realidad con la pandemia cambió. Tuvimos un retroceso tremendo. Las mujeres retrocedieron muchísimo en lo que se había avanzado”.

    Las cifras dejan claro que la inseguridad alimentaria afecta más a las mujeres que a los hombres. En América Latina y el Caribe, la disparidad alcanza los 11,3 puntos porcentuales, una brecha mayor que en resto del mundo, donde se cifra en 4,3, según los últimos datos de la FAO, la Agencia de Naciones Unidas para la Alimentación, publicados en abril. Eso supone un aumento de 1,7 puntos porcentuales respecto a 2019. “Durante la pandemia de la covid-19, la inseguridad alimentaria aumentó más rápido en el caso de las mujeres, y las pérdidas de empleo tanto en la producción agrícola primaria como en los segmentos no agrícolas de los sistemas agroalimentarios fueron mucho más acusadas en la población femenina que en la masculina. Las mujeres se vieron obligadas a agotar sus activos y ahorros, más limitados, antes que los hombres”, indica el informe de la FAO. El 22% de las mujeres perdieron su empleo en el sistema agroalimentario no agrícola en el primer año de la pandemia, en comparación con solo el 2% de los hombres. El informe calcula que si se cerrara la brecha de género en la productividad agrícola y se suprimiera la diferencia salarial en los sistemas agroalimentarios, el PIB mundial aumentaría un 1%. Con ello, la inseguridad alimentaria mundial se reduciría en alrededor de dos puntos porcentuales, y 45 millones de personas dejarían de pasar hambre.

    La inseguridad alimentaria afecta más a las mujeres que a los hombres. En América Latina y el Caribe, la disparidad alcanza los 11,3 puntos porcentuales, una brecha mayor que en resto del mundo, donde se cifra en 4,3%, según los últimos datos de la FAO.

    En los países en desarrollo, la mitad de los trabajadores del campo son mujeres y producen entre el 60% y el 80% de los alimentos. Sin embargo, son propietarias de menos de un quinto de las tierras en esos países. Las mujeres, además, ganan en promedio un 18,4% menos que los hombres en el empleo asalariado en la agricultura.

    Tres hijas para heredar

    Claudia Brito, experta en género y sistemas sociales de la FAO, constata que desde 2015 estamos en un proceso de retroceso paulatino. “Sabemos que la mayoría de ese aumento son mujeres”. Considera que un factor fundamental es que las políticas sociales están enfocadas en el mundo urbano y no llegan al campo de la misma manera que a la ciudad. También recuerda que los cuidados siguen imponiendo una carga desproporcionada a las mujeres y las penaliza a la hora de conseguir un empleo y explica además que uno de los problemas es la falta de acceso a la tierra de las mujeres. “Que la mujer tenga tierra es fundamental porque le da espacio para tener voz y voto en los espacios comunitarios”. Es lo que llama la “violencia patrimonial”. “Hay que cambiar las leyes de titularidad. Las mujeres no heredan la tierra. La tierra es clave porque te permite acceder a un crédito, abrir un negocio y te da seguridad”. Detalla que Colombia y Paraguay sí tienen leyes destinadas a las mujeres rurales, pero que hay que tener además fondos específicos para acceso a la tierra y cotitularidad como han hecho Uruguay y México. El porcentaje de hombres con derechos de propiedad sobre tierras agrícolas es el doble que el de las mujeres en casi medio centenar de países estudiados por la FAO.

    Es lo que cuenta María Eugenia Arrancibia, una de las agricultoras de Llay Llay. “Tenemos una herencia de papá y ahora estamos en proceso de subdivisión cada hermano con su propiedad. Pero nosotras somos tres hijas y si los maridos no quieren firmar a nosotras no nos entregan la tierra. Ellos son como administradores de nuestras tierras. Es una ley muy machista. Si es de nuestros padres, debe ser nuestra”. Arancibia ha cumplido ya los 65 y, pese a la guerra que le da la artrosis en la rodilla, sigue sacando lustrosas verduras de sus bancales.

    Coincide con ella Norma Don Juan Pérez, indígena y representante de la Alianza por la Soberanía alimentaria de América Latina y el Caribe, que acudió a la cita de Valparaíso para recordar a los parlamentarios lo que sucede fuera de los despachos. “Las mujeres no estamos representadas. No podemos tomar decisiones cuando se convocan las consultas, por ejemplo, sobre infraestructuras o financiación. La titularidad sigue siendo para el hombre. Para tu marido, para tu hijo, cuando en realidad muchas son titulares del facto porque los maridos han emigrado o trabajan fuera”, cita

    Escuchó también con atención los discursos de los políticos reunidos en Valparaíso Juana Labraña, una cabrera chilena de 55 años. Reconocía el diagnóstico que hacían los parlamentarios porque lo vive a diario en sus campos desecados, sin pasto para el ganado. En cuanto a las soluciones, se perdía un poco en los vericuetos legislativos, pero tenía muy claro cuáles son sus necesidades: “No tienen que darnos comida. Tienen que darnos créditos para hacer invernaderos y sistemas de riego”.

  • Seis de cada 10 mujeres no usa dispositivos electrónicos: Inmujeres

    Seis de cada 10 mujeres no usa dispositivos electrónicos: Inmujeres

    Aunque los dispositivos electrónicos como las computadoras, laptos y tablets se han convertido en parte cotidiana de la vida de las personas, en México se estima que 6 de cada 10 mujeres no las utilizan (64.2 por ciento), y este número incrementa a 8 en las féminas que viven en zonas rurales, aseveró el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).

    En los hombres, el porcentaje de los que no usa estos dispositivos es 58.3 por ciento en las zonas urbanas, en tanto que en las rurales son 82 por ciento. Respecto al celular, indicó que 22.3 por ciento de las mujeres no lo utiliza, frente a 21 por ciento de los varones.

    Destacó que entre los obstáculos a considerar por los que se limita el acceso, uso y apropiación de estas tecnologías en las mujeres están la discriminación y la desigualdad por razones de género, lo que las deja fuera de áreas estratégicas de la educación, de la innovación tecnológica y de la inserción laboral.

    En un análisis de datos, basado con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), expuso que sólo dos de cada 10 mujeres (19.3 por ciento) que viven en las urbes no utilizan el internet, porcentaje que se duplica en las que viven en territorios rurales a 44 por ciento.

    Además, apuntó, el grupo de población que menos lo usa es el de las personas con mayor edad (55 años y más), mientras que, entre las de 12 y 24 años son las que más navegan en la red, asimismo, cerca de 90 por ciento de las mujeres y hombres que se conecta de manera diaria, y lo hacen en promedio por 4.8 horas al día.

    El Inmujeres detalló que los principales usos del internet entre las mujeres y los hombres son para comunicarse (93.8 por ciento), buscar información (89.9 por ciento), acceder a redes sociales (89.8 por ciento), y como apoyo para la educación o capacitación (83.1 por ciento). En contraste, solo 12.6 por ciento de las personas usuarias lo hacen confines de ventas.

  • Mujeres de las Américas promueven políticas públicas con perspectiva de género

    Mujeres de las Américas promueven políticas públicas con perspectiva de género

    Una docena de representantes de la sociedad civil y activistas latinoamericanas llegaron hasta la capital de Estados Unidos para celebrar el cuarto Foro de Organizaciones de Mujeres de las Américas para discutir los retos principales que aquejan a la región en equidad de género.

    “Es sumamente relevante escuchar las voces de las mujeres. Estamos viviendo la década de las mujeres. Se está poniendo como agenda regional darles espacio”, dijo a la Voz de América Nadia Ramos, portavoz de la Red Hemisférica Somos Lideresas.

    Durante el foro, realizado en la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Somos Lideresas presentó la Declaración de Washington, en la que organizaciones de la región demandan acción de los gobierno en 17 puntos claves con perspectiva de género.

    Entre las demandas impulsadas con la declaración se encuentra el fortalecimiento de la realización de diálogos nacionales, impulsar la igualdad de género como base para la sostenibilidad, fortalecer los presupuestos para combatir la desigualdad de género, entre otros.

    Representantes de organizaciones de las mujeres de América Latina se dieron cita en la Secretaría de la OEA en Washington para discutir temas de equidad de género el 19 de junio de 2023.
    Representantes de organizaciones de las mujeres de América Latina se dieron cita en la Secretaría de la OEA en Washington para discutir temas de equidad de género el 19 de junio de 2023.

    Ramos dijo que esta declaración ocurre después de diálogos nacionales convocados por Somos Lideresas en 15 países de América Latina con la representación de organismos internacionales, organizaciones de la sociedad civil, academia, periodistas y el sector privado.

    Somos Lideresas surgió en junio de 2022 durante la Cumbre de las Américas realizada en Los Ángeles como un movimiento regional de organizaciones de mujeres conformado por 24 organizaciones. Un año después, la red alberga sobre 42 grupos de defensa de las mujeres.

    “Esta sesión nos ha permitido apreciar la importancia de contar con las voces de organizaciones de mujeres”, dijo a la VOA María Celina Conte, directora de la Secretaría de Cumbres de las Américas de la OEA.

    La agenda del día se dividió en cuatro paneles conducidos por expertas de Colombia, Perú, México y Trinidad y Tobago, entre otros países.

    Por un lado se abordó el impacto de los mandatos de la Cumbre de las Américas en las mujeres y niñas. Estos mandatos son directrices que resultan de los encuentros entre autoridades de alto nivel de los diferentes países para definir el curso de acción en temas de democracia y gobernabilidad.

    Elvia Ramírez, activista mexicana y experta en políticas públicas, aseguró que las limitaciones de estos mandatos es “cómo los países pueden darle seguimiento y cumplimiento».

    «Políticamente se acuerdan, pero programáticamente no se les pone presupuesto, no hay cambios legislativos”, apuntó.

    Así acordó Gina Romero, cofundadora de la Red Latinoamericana y del Caribe por la Democracia, quien apuntó a datos del Observatorio Ciudadano de Corrupción que estima que solo un 30% de los países de la región cuentan con disposiciones para la promoción de la equidad e igualdad de género en políticas anticorrupción.

    El barómetro global de la corrupción del 2019, por otro lado, dice que las mujeres son más vulnerables a pagar sobornos para recibir servicios de salud y aquellas con menos recursos a pagar sobornos para acceder a servicios judiciales.

    “Se requiere férrea voluntad política para que identifiquen acciones anticorrupción y tengan en cuenta efectos diferenciados en las mujeres”, dijo Romero.

    La agenda incluyó paneles sobre violencia de género en Perú, así como una conversación sobre la desigualdad en los accesos a sistemas de salud para las mujeres en América Latina.

    También se discutió el rol de la mujer en las competencias frente a la igualdad de género y el cambio climático.

    Laura Rossi, miembro de Somos Lideresas, aseguró que hay “grandes desafíos” en la transición a energía verde y el desempeño de las mujeres en dicho cambio, iniciando por la alfabetización ambiental.

    “Hay que precisar que este cambio climático se produce de manera diferenciada entre hombres y mujeres en lo que respecta a sus causas y efectos”, agregó Melissa Huayhua, presidenta de Suyay de los Andes, una organización que promueve proyectos sostenibles en Perú.

    Según Huayhua, las mujeres de comunidades indígenas se afectan directamente por el cambio climático pues dependen de los ecosistemas que están sufriendo por el fenómeno ambiental.

    La agenda del foro también tuvo como eje el empoderamiento y liderazgo de la mujer en la toma de decisiones y en las políticas públicas con perspectiva de derechos humanos y género.

    El cuarto Foro de Organizaciones de las Mujeres de las Américas ocurre en el marco de la 53 Asamblea General de la OEA, que comenzará el próximo miércoles y se extenderá hasta el viernes.

    “Los temas que se han tratado en esta ocasión están todos relacionados a los temas que va a tocar la Asamblea, que son democracia, gobernabilidad democrática, el tema de derechos humanos y la igualdad”, agregó Conte.

  • El accidentado camino de las mujeres en la industria del futbol mundial

    El accidentado camino de las mujeres en la industria del futbol mundial

    ¿Sabías que el mejor desempeño de México en un Mundial de futbol fue cuando nuestra selección llegó a semifinales de la Copa Mundial Femenina en 1971? Lamentablemente, ese campeonato, llevado a cabo precisamente en México, junto con el de Italia 1970, no forma parte de los mundiales oficiales reconocidos por la FIFA. Fue en la década de los 90 cuando la Federación Internacional de Asociaciones de Futbol (FIFA) instituyó esta vertiente femenina. Ahora, estamos a unas cuantas semanas de la edición Australia-Nueva Zelanda 2023, que comienza el 20 de julio.

    Si bien en Estados Unidos el futbol es considerado un deporte para mujeres, en la mayoría de los países de América Latina ocurre al revés: es un deporte masculino que incluso forma parte de la identidad de nuestros países, México entre ellos. Es por ello que, aunque las féminas lo juegan desde hace mucho, la profesionalización y su inclusión en la lógica de este negocio en la industria comercial ha llegado de manera tardía.

    A propósito del encuentro que se aproxima, el Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de nuestra IBERO Ciudad de México organizó el panel de miradas mediáticas, económicas y políticas La Previa a la Copa Mundial Femenina Australia-Nueva Zelanda 2023, moderado por el Dr. Roger Magazine y el Maestro Jorge Negroe.

    La lucha por el reconocimiento

    En Argentina, la tierra de Diego Armando Maradona y Leo Messi, el futbol es el deporte, con mayúsculas, dijo la Dra. Verónica Moreira, del Instituto de Investigaciones Gino Germani, de la Universidad de Buenos Aires y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet). El futbol “ha servido para construir los sentidos de la argentinidad, pero esta construcción ha tenido una condición de género. Los varones han sido los protagonistas de estos relatos de la patria”.

    En un breve recorrido histórico por la prensa, la Dra. Moreira mostró cómo a mediados del siglo pasado las mujeres aparecían como las novias, esposas, hijas, madres de los jugadores de futbol, mientras que las deportistas aparecían sexualizadas y se les dedicaba muy poco de los espacios deportivos en los medios de comunicación.

    Cartón sobre el Mundial de México 1971.

    Y es que “lo que no se dice no existe”, advirtió, “y lo que no se muestra no puede generar ningún tipo de referencia ni modelo; las niñas no pueden pensarse como futuras jugadoras, árbitras, dirigentes o entrenadoras si esto no se muestra en los medios masivos”.

    La situación en Argentina fue cambiando paulatinamente. Las jugadoras hicieron paros en 2017 y 2018, y en marzo de 2019 la Asociación del Futbol Argentino (AFA) reconoció la vertiente femenina de esta disciplina. No obstante estos logros, aun falta camino por recorrer. Hace falta regularizar contratos y mejorar sus salarios, los cuales no les permiten dedicarse vivir del futbol (llegan a ganar unos 5 mil pesos mexicanos al mes). Por esto, la investigadora destacó que no se puede hablar de la profesionalización, sino de una semi-profesionalización.

    ¿Cómo debe ser una “buena futbolista”?

    La Dra. Mónica de la Vega, de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, destacó que “la mejor participación de México ha sido con las mujeres, que fueron subcampeonas del 71”, en uno de los dos mundiales femeninos que la FIFA no tiene registrados como tales.

    La investigadora ha seguido la evolución en los medios de comunicación de la figura de la “buena futbolista” en México. A mediados del siglo pasado, sin importar su nivel de juego, a las mujeres se les asociaba con el hogar. Así ocurrió con la “Peque” Rubio. En algunas notas periodísticas decían que su juego recordaba al de Pelé, mientras que en otras decían que de todas formas era “mujercita de hogar”.

    En las décadas recientes esta visión ha cambiado, y la Dra. De la Vega afirma que actualmente la idea de la buena jugadora va mezclada, “sí con esta idea de seguir un poco con esta cuestión de enseñar esos buenos cuerpos o cierta feminidad, pero las jugadoras han fortalecido muchísimo el tipo de juego que están presentando, muestran sus habilidades y una manera de juego muy específica”, se tiene la convicción de jugar mejor, dijo.

    Cuando la FIFA se dio cuenta de que el futbol femenil también puede ser negocio, empezó a obligar a las ligas y a los equipos varoniles a tener sus equipos femeniles, contó la especialista. Y agregó que hay equipos en México a los que les ha interesado muchísimo fortalecer y desarrollar su plantilla femenil, “el claro ejemplo es Tigres, que ha ganado la mayoría de las ligas profesionales en México y juegan bien”.

    El futbol femenino también vende

    El costo por la venta de los derechos mediáticos y de transmisión televisiva de los partidos del Mundial femenino ha sido entre 20 y 100 veces inferior a los de su contraparte masculina, explicó la Mtra. Daniela Hinojosa Arago, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Azcapotzalco. El discurso de los medios de comunicación masiva ha sido que el futbol femenino “no vende”.

    Tan solo para el Mundial de este año, las ofertas de las cadenas televisivas europeas por los derechos de la transmisión de los partidos fueron tan bajas, que Gianni Infantino, presidente de la FIFA, se quejó: “Es una bofetada para todas las grandes jugadoras del mundo y para todas las mujeres del mundo”. Finalmente, se llegó a un acuerdo y se transmitirán 25 partidos de 64, aunque no se publicó de cuánto fue la inversión.

    Pero el futbol femenino sí es rentable, afirmó la investigadora. En 2022, la final de la Eurocopa entre alemanas e inglesas fue vista por unas 17.9 millones de personas; además, ya se vendieron casi un millón de entradas para el Mundial de este año. Esto, a pesar de que “la industria fue entrenada para pagar mucho dinero por el Mundial masculino y a tratar al equivalente femenino como algo sin valor”, de acuerdo con lo dicho por Moya Dodd, ex miembro del Consejo de la FIFA, a quien mencionó la Mtra. Daniela.

    La Copa Mundial Femenina de la FIFA de este 2023 es la novena.

    Lo que ocurre, señaló, es una paradoja comercial: “Sin difusión no hay consumo, porque no sabemos qué consumir, no sabemos cuándo pasan los partidos, quiénes participan, cómo se llaman las jugadoras, cómo es la técnica. Sin consumo no hay dinero para invertir en el desarrollo del futbol femenil a nivel mundial como se espera que lo haga la FIFA”.

    Mecanismos de dominación sobre animadoras y futbolistas

    La Mtra. Joana Saldívar, de la Universidad de Guanajuato, desde su perspectiva de historiadora, mencionó el ejemplo de la incursión en el futbol de las mujeres de Irapuato, Guanajuato, primero como porristas y luego como jugadoras, inspiradas por el Mundial de México 1970.

    En su investigación, la Mtra. identificó dos mecanismos de dominación masculina sobre las animadoras y futbolistas. Por un lado, la construcción arquitectónica del estadio, desde la perspectiva masculina. “En los estadios se distribuyen las actividades y legitiman qué se puede hacer y qué no, dependiendo de si eres hombre o mujer, y en qué lugar te tienes que situar si quieres ser animadora, por ejemplo”.

    Además, señaló una cuestión que asocia el sexo-rol y las expectativas sociales que se tenían de ellas, ya que a pesar de que las autoridades deportivas aceptaron su participación, había gente que no, sobre todo sus rivales masculinos, los porristas y jugadores de llano. “Decían que ellas estaban asociadas a la vida doméstica, tenían que cuidar a la familia y reproducirse. Si una jugadora se caía y se rompía la matriz, ya no podía cumplir con su capacidad reproductiva”.

    Actualmente el equipo de Irapuato ya no existe, pues su franquicia fue vendida, pero el registro de la inclusión femenina en este entorno es un gran ejemplo de las raíces de donde provienen toda una serie de prejuicios que aún hoy en día continúan. ¿Y tú, ya tienes a tu selección favorita para el Mundial?

    Texto: Yazmín Mendoza

  • Las mujeres con discapacidad de República Dominicana reivindican su sexualidad y sus derechos reproductivos

    Las mujeres con discapacidad de República Dominicana reivindican su sexualidad y sus derechos reproductivos

    Una bala perdida en un tiroteo en su barrio en Santo Domingo impactó en la columna vertebral de Cristina Francisco cuando tenía nueve años. Sus piernas se paralizaron y, durante un tiempo, su vida también. “Me quedé en una cama y pensaba cuándo iba a poder volver a la escuela. Al año pude sentarme y me sentí feliz”, dice esta mujer de 60 años. Su familia, “pobre”, no tenía vehículo ni una silla de ruedas y el acceso al centro educativo era imposible. Todo eran barreras. Dos años después de su “accidente”, pudo por fin volver a las aulas. “Crecí sin complejos y con apoyo de la familia”, afirma en una entrevista en el centro colonial de la capital de República Dominicana, adonde no le ha resultado fácil llegar desde su barrio, uno de los más humildes y peligrosos de la capital. Ese apoyo no quiere decir que su camino hasta licenciarse en Arte y Publicidad y Administración de Recursos Humanos, fundar una ONG y formar una familia haya estado exento de obstáculos. Cristina Francisco ha avanzado, pero las leyes y la sociedad dominicana, no tanto, sobre todo en las cuestiones relativas a la salud y vida sexual de las mujeres con discapacidad.

    “Me enamoré y me casé”, resume su historia de amor. Pero decidir formar una familia con su marido trajo nuevos quebraderos de cabeza. “Encontrar una clínica accesible era una lucha titánica”, comienza. Cuando consiguió salvar las barreras físicas, se enfrentó a las sociales. Al primer ginecólogo que la atendió le pidió un estudio para comprobar si estaba efectivamente embarazada y conocer cuál era su estado de salud. “Su respuesta fue: ‘Te lo vamos a sacar’. Me sorprendí de que él pensase que yo iba a abortar. Finalmente, me mandó las pruebas, pero me incomodó el trato”, recuerda.

    La interrupción del embarazo es ilegal en cualquier circunstancia en República Dominicana, lo que le convierte en uno de los países con una de las leyes más restrictivas del planeta, junto con El Salvador y Honduras. Pero las organizaciones de mujeres con discapacidad denuncian que a ellas se lo proponen e incluso practican clandestinamente y en contra de sus deseos, debido a los prejuicios de los doctores o de sus propias familias, que creen que han sufrido abusos ―les parece inconcebible que quieran formar una familia― o que no van a poder hacerse cargo adecuadamente de su descendencia.

    En República Dominicana, un 23% de las mujeres no son libres de tomar decisiones sobre su propio cuerpo en lo relativo a las relaciones sexuales o el uso de anticonceptivos, a los que el 46% no tiene acceso

    De acuerdo con los últimos datos disponibles (2018) del Sistema Único de Beneficiarios de República Dominicana, el 7,3% de la población mayor de cinco años tiene alguna discapacidad. Dentro de ese porcentaje, un 42,2% son hombres y el 57,8%, mujeres. Para enfrentar esta y otras formas de violencia obstétrica, así como múltiples discriminaciones por su condición y género, Cristina Francisco fundó en 1998 el Círculo de Mujeres con Discapacidad (Cimudis) de República Dominicana. Las más de 450 socias se han dado cuenta, al compartir sus experiencias, de que ninguna es un caso aislado. A otra de ellas, E. S., en silla de ruedas desde que contrajo poliomielitis de pequeña, la doctora le sugirió que interrumpiese su embarazo. “¿Tienes 30 pesos (unos 50 céntimos de euro) para comprarte una inyección?”, recuerda que le preguntó. “Me dijo que, como estaba de pocos meses, con una inyección, bastaba”, agrega. Finalmente tuvo a su niña, hoy de 27 años, pero se quedó tan entristecida por el trato que ya no quiso tener más.

    Cimidus y otras entidades denuncian que todo el sistema sanitario, y específicamente los servicios de salud sexual y reproductiva, no solo no tiene en cuenta sus necesidades concretas, sino que además las infantiliza como si fueran menores de edad que no tienen capacidad para tomar sus propias decisiones, como la de ser madres o decidir no serlo, y cuidar de su cuerpo.

    “Me gustaría ver que en los protocolos de atención se contempla la discapacidad. Tiene que haber clínicas adecuadas, por ejemplo con una camilla adaptada, para que no tengan que venir a cargarnos o nos digan que debemos esperar al final de la consulta porque no se puede cerrar la puerta [al meter la silla] y no vamos a tener privacidad”, pide Francisco. “Tenemos derecho a ser tratadas con dignidad”, insiste.

    “Mala persona”

    Cimudis forma parte de La Red Dominicana, que aglutina a diversas organizaciones de personas con discapacidad y cuenta con apoyo de la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo (Aecid). En testimonios recogidos recientemente en vídeo, queda claro que la mala experiencia de Francisco es muy común todavía. “La doctora me hacía sentir mala persona por haberme embarazado y traer un niño al mundo que según ella yo no podía cuidar e iba a pasar dificultades”, recuerda Vicky Quezada, consultora de la Organización Panamericana de Salud (OPS). A veces “los mismos familiares dicen a las mujeres que no tengan hijos por ‘si salen como ellas”, agrega. Incluso, apunta Francisco, en casos como el suyo, en el que la discapacidad es sobrevenida.

    Lillian Fondeur, ginecóloga, ha trabajado en el sistema de salud público y en el privado. Según ella, en ambos se detecta la discriminación que denuncian las organizaciones. “Para el primero son una carga, para el otro, un problema”, asegura. “En todo el país no hay una sola camilla adaptada para personas con discapacidad motriz”, confirma. En su consulta ha visto de todo: madres que llevan a sus hijas para que las esterilicen, mujeres que creen que tienen un problema de infertilidad y que no saben que les ligaron las trompas, una paciente con cuadriplejía embarazada que, “claramente, ha sido abusada”, pero a la que obligan a llevar el embarazo a término “para dar ejemplo de que la ley se cumple”. “Al final, las que no deciden son ellas. Bien decide el sistema, bien el personal de turno. Son consideradas personas de segunda, no seres humanos con derechos”, lamenta.

    “Que los médicos te atiendan bien es excepcional. La mujer con discapacidad se ve como un ser asexuado. Cuando llegas con una barriga, te dicen ¿quién ha abusado de ti?”, explica Francisco. “Experimentar ese rechazo es una violación de tus derechos. Eso nos hizo tratar de cambiar esa actitud. Damos charlas a profesionales del sistema sanitario y estudiantes de Medicina para que tengan otra mirada. Ha habido algunos cambios, pero estamos excluidas de muchas cosas”, sigue la fundadora de Cimudis. Fondeur cree que ese es el camino: “Humanizar el sistema de salud desde abajo, desde la escuela, las facultades, en el ámbito hospitalario, que es muy agresivo”. Este periódico ha tratado en vano de ponerse en contacto con el Ministerio de Salud por diferentes vías para conocer su perspectiva sobre estas cuestiones.

    La mujer con discapacidad se ve como un ser asexuado. Cuando llegas con una barriga, te dicen ¿quién ha abusado de ti?

    Cristina Francisco, fundadora de Cimudis

    “Ya tengo nietos de dos hijas maravillosas”, sonríe Francisco, mientras muestra sus fotografías. A la primera la tuvo con 26. La segunda no se hizo esperar y nació un año después. “Mi esposo y yo no queríamos tan pronto”, comenta. “No podía tomar hormonas por estar sentada, me podía causar trombos”, explica. “Usé el DIU, pero no me funcionó. Seguí el método del ritmo y no sabemos en qué momento, el ritmo se perdió”, ríe.

    Tras el nacimiento de su segunda hija, Francisco optó por ligarse las trompas. El acceso a anticonceptivos adecuados es otro de los reclamos de Cimudis. “Muchas veces las propias mujeres se cohíben a la hora de pedirlos”, detalla Francisco. Esto se debe a una mezcla de desconocimiento de las mujeres con discapacidad y a que las que son dependientes no se atreven a preguntar o manifestar su deseo de usarlos a sus cuidadores. “Constantemente tienes que reiterar tus derechos. Falta información y sobran los tabúes”, recalca.

    Esterilizadas sin consentimiento

    Al contrario que Francisco, que tomó la decisión informada de ligarse las trompas libremente, en ocasiones sucede que las mujeres con discapacidad son esterilizadas contra su voluntad, forzadas por los sanitarios o sus propias familias, denuncia la fundadora de Cimudis. A punto estuvo Quezada, de la OPS, de ser una de ellas. “Cuando fui a dar a luz a mi primer hijo, la doctora esperó a que yo estuviera sedada para preguntar a mi madre y mi esposo si me hacía la ligadura”, relata enojada en el vídeo de La Red Dominicana. Ambos le hicieron saber que era Quezada quien debía tomar esa decisión.

    En República Dominicana, un 23% de las mujeres no son libres de tomar decisiones sobre su propio cuerpo en lo relativo a las relaciones sexuales o el uso de anticonceptivos, a los que el 46% no tiene acceso. Según el informe anual del Fondo de Población de Naciones Unidas de 2022, la esterilización fue el método más usado en el país —el 30,5% de las mujeres en edad reproductiva, casadas o unidas—, pero no siempre por una elección informada: el 25% de ellas fueron esterilizadas sin saber que se trataba de una intervención irreversible. Un porcentaje solo por detrás de Lesoto (28%), según el organismo. Se desconoce qué porcentaje corresponde a las que tienen alguna discapacidad. La falta de datos sobre esta y las demás cuestiones —violencia de género, utilización de contraceptivos, acceso a servicios sanitarios— es uno de los principales reclamos de las organizaciones. “Son necesarios para luego elaborar políticas públicas”, expone Francisco.

    El propio informe del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) sobre violencias de género en el país (de marzo de 2022) alerta sobre esta carencia. Y en el estudio alternativo que elaboraron las entidades de personas con discapacidad, estas ahondan que “la información estadística existente es escasa y se encuentra dispersa entre diferentes entes estatales”, lo que, según su criterio, “limita enormemente la capacidad del Estado para elaborar políticas públicas de inclusión social, económica y política de las personas con discapacidad”. Y como consecuencia las invisibiliza, especialmente a las mujeres.

    En su respuesta al informe CEDAW, el Ministerio de la Mujer aseguraba que “se han realizado avances en la mejora” de los datos en la elaboración del décimo Censo de Población y Vivienda, que estaba previsto que se divulgara a finales de 2022, pero aún está pendiente de publicación. Esos progresos, anota la ministra Mayra Jiménez en su declaración, consisten en la incorporación del lenguaje inclusivo al cuestionario y “la captura de información” sobre condiciones de discapacidad en la población.

  • Mujeres entre el pasado y el presente: ¿desde cuándo existen las ‘influencers’?

    Mujeres entre el pasado y el presente: ¿desde cuándo existen las ‘influencers’?

    El movimiento influencer está a la orden del día. ¿Quién no ha ido a comprar un conjunto que le ha visto a Dulceida o a María Pombo? ¿O se ha inspirado en el maquillaje que Rosalía usó en su concierto? El poder de las imágenes está más presente que nunca, pero tal vez esto no sea una novedad.

    Desde siglos atrás la imagen femenina ha sido construida en función a un ideal impuesto por la sociedad, que elige a unas mujeres concretas para difundirlo a través de su ejemplo.

    El poder de las imágenes
    Las sociedades han necesitado desde tiempos inmemoriales la imagen como soporte visual para comprender y construir el mundo. Esto se encuentra especialmente relacionado con las mujeres, pues los poderes patriarcales han utilizado durante siglos la imagen para legitimar y difundir los diferentes ideales de mujer que se establecían en cada momento.

    Los personajes femeninos relevantes para la sociedad –como la Virgen María, Venus o Isabel I de Inglaterra– eran usados para ilustrar a las mujeres sobre cómo debían comportarse, vestir o gesticular. Tenían un gran poder sobre otras mujeres, ya que se trataba de personas muy conocidas e influyentes. Y aquí está la clave.

    El término influencer es usado en la actualidad para referirse a personas, en su mayoría mujeres, que, gracias al desarrollo de las tecnologías y las redes sociales, son capaces de llegar al gran público y predisponerle a hacer algo.

    Estas mujeres no se diferencian mucho de los personajes femeninos anteriormente nombrados. La sociedad actual continúa necesitando del apoyo de la imagen para experimentar el mundo. Las influencers llevan a cabo la misma tarea que Eva o Pandora: son legitimadoras y difusoras de los ideales femeninos que la sociedad establece como correctos.

    Influencers de otra época: María, Venus y compañía
    El poder religioso y político del Renacimiento estableció un nuevo ideal de mujer para intentar acabar con la cierta libertad que las mujeres habían conseguido a finales de la Edad Media. Necesitaban que las mujeres formaran y cuidaran a las familias que se convertirían en el motor del nuevo Estado moderno. Su rol se debía basar en ser una buena madre y perfecta esposa, que cuida del hogar y no abandona el ámbito privado de la vida.

    Para ello, supieron usar el tirón que las imágenes tenían sobre la sociedad de la época y la influencia que estos sagrados o mitológicos personajes ejercían sobre las mujeres. Consiguieron que la Virgen María, Santa Ana o María Magdalena representaran diferentes modelos de comportamiento femenino: la perfección como esposa, la madre cuidadora o el arrepentimiento tras el pecado.

    Por ejemplo, si María había dado de mamar a su hijo, ¿cómo no lo iban a hacer las madres mundanas? Para que las mujeres fueran conscientes de ello, durante el siglo XVI aumenta el uso de la iconografía de la Virgen de la Leche, donde se ve a María llevar a cabo esta tarea de una forma tan cotidiana y humana que cualquier mujer podría verse reflejada en ella.

    También nos llama la atención cómo las santas son representadas en la pintura renacentista llevando los ropajes de moda en la época. Esto es debido a la necesidad de mostrarlas como mujeres reales, para que las demás féminas pudieran sentirse identificadas con ellas y seguirlas como modelo.

    Las mujeres de la mitología estaban más dirigidas hacia el disfrute de los hombres, que encontraron en su representación un enorme placer visual… Así, mujeres como Diana, Minerva o Venus están retratadas siguiendo el ideal de belleza renacentista.

    Este es el caso de la archiconocida Venus de El Nacimiento de Venus de Botticelli, cuya imagen se ha convertido en el ejemplo por antonomasia para ilustrar la belleza ideal renacentista. Obra con la que, por cierto, la “influencer” Chiara Ferragni se hizo una foto estableciendo una comparación precisamente con su belleza y la belleza renacentista de Venus.

    Estas mujeres siempre poseen una larga melena clara, los ojos almendrados, un cuerpo sinuoso, una boca pequeña y sonrosada, o una piel tan delicada y blanca que la luz se refleja en ella. Aunque estas pinturas estaban enfocadas al disfrute masculino, las mujeres aprendían de ellas los cánones estéticos del momento.

    ¿No les suena nada de esto? Seguro que sí, porque actualmente la sociedad también ha construido estos ejemplos para nosotras.

    Casos actuales

    ¿Podrían señalar parecidos entre una foto del Instagram de María Pombo y una pintura en la que se representa a la Virgen María?

    Los gestos son muy parecidos. En ambos casos aparecen con una cierta sensualidad tímida mostrando una imagen amable y serena. Ambas nos muestran el ideal de las “buenas mujeres”.

    También comparten la belleza ideal: la suave melena en tonos rubios, los ojos expresivos y almendrados, los dulces pómulos o los labios sonrosados.

    La influencer, además, es un ejemplo de buena madre y esposa, al igual que María, algo que conocemos gracias a las imágenes que sube a sus redes sociales junto a su hijo y su marido, que nos llegan a recordar directamente a las felices imágenes de las Sagradas Familias renacentistas.

    En el otro extremo encontramos a Lola Índigo. La cantante utiliza en el videoclip de su canción Maldición la imagen de Eva, quien perpetúa el Pecado Original y transmite a todas sus herederas cualidades como la seducción o la maldad.

    Aparece en un entorno paradisíaco, lleno de árboles y manzanas, con una postura sensual que muestra sus curvas y una melena larga y rubia que tapa sus partes íntimas, tal y como es representada Eva en la pintura de todos los periodos artísticos. En este caso lo interesante es cómo Lola Índigo usa esta imagen de “mala mujer” para luchar contra estos estereotipos asociados a las mujeres durante siglos.

    En definitiva, las sociedades siempre han construido el mundo a través de la imagen, y no parece que eso vaya a cambiar.

    Patricia María Castiñeyra Fernández, Profesora de Historia del Arte. Especialista en la representación de la imagen femenina., Universidad de Murcia

    Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

     

  • Las mujeres sufren de forma desproporcionada los estragos de la sequía y la desertificación

    Las mujeres sufren de forma desproporcionada los estragos de la sequía y la desertificación

    Los derechos de las mujeres a la tierra centran la atención del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, que se celebra el 17 de junio. Los diversos actos que se celebrarán en todo el mundo, desde Kenia hasta Vietnam, incluyeron un evento de alto nivel celebrado este viernes en la sede de la ONU en Nueva York.

    «La igualdad en materia de derechos sobre la tierra protege las tierras y permite impulsar la igualdad de género.», afirmó el Secretario General de la ONU, António Guterres, en un mensaje de vídeo en el que insta a todos los gobiernos a eliminar las barreras legales que impiden a las mujeres poseer tierras y a implicarlas en la elaboración de políticas.

    «Dependemos de la tierra para sobrevivir y, sin embargo, la tratamos como si fuera un lodazal», añadió el máximo responsable de la ONU, haciendo hincapié en la necesidad de actuar.

    Las mujeres representan casi la mitad de la mano de obra agrícola mundial, pero las prácticas discriminatorias relacionadas con la tenencia de la tierra, el acceso al crédito, la igualdad salarial y la toma de decisiones impiden a menudo su participación en el cuidado de la tierra.

    Un hecho que corrobora los números de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), que indica que menos de uno de cada cinco propietarios de tierras en el mundo son mujeres.

    La región somalí de Etiopía sufre una prolongada sequía.
    PMA//Michael Tewelde

    Las amenazas a la biodiversidad y la crisis climática perjudican sobre todo a las mujeres

    «Las prácticas agrícolas insostenibles están erosionando los suelos 100 veces más rápido de lo que la naturaleza puede restaurarlos. Hasta el 40 % de las tierras de nuestro planeta están ya degradadas, lo que: pone en peligro la producción de alimentos; amenaza la biodiversidad; y agrava la crisis climática”, afirmó el máximo responsable de la ONU

    Una situación que afecta sobre todo a las mujeres y las niñas afirmó el titular de la ONU.

    «Sufren de forma desproporcionada la falta de alimentos, la escasez de agua y la migración forzosa que provoca el maltrato de la tierra. A pesar de ello, son las que menos control tienen sobre la situación», alertó.

    Guterres solicitó ayuda para que las mujeres y las niñas desempeñen su papel en la protección de «nuestro recurso más preciado», para acabar con “la degradación de la tierra para 2030″.

    Es necesario empoderar a las mujeres

    En vísperas del día internacional, la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación lanzó la campaña #HerLand para concienciar a la opinión pública que las mujeres ya están marcando la diferencia y de los futuros retos a los que se enfrentarán.

    Según los datos de la Convención, si se les da igualdad de acceso, las mujeres y las niñas pueden aumentar la productividad agrícola, restaurar la tierra y aumentar la resiliencia ante la sequía.

    Durante el evento de alto nivel celebrado hoy en la sede de la ONu en Nueva York, la cantante maliense y Embajadora de Buena Voluntad de la Convención, Inna Modja, estrenó en primicia mundial la canción Her Land (Su Tierra) para conmemorar el día.

    «Como mujer, artista y activista por el clima y la justicia social, creo que es vital empoderar a las mujeres y a los jóvenes y promover la igualdad de género en la lucha contra la desertificación y la degradación de la tierra», declaró. «Juntos podemos crear un futuro más brillante y sostenible».

    Conferenciantes de alto nivel, destacadas líderes, científicos de renombre, activistas en defensa de la tierra y representantes de la juventud coincidieron en que se ha hecho mucho, pero que se necesitan más esfuerzos para nivelar el terreno de juego de la tenencia de la tierra.

    La ex presidenta de Finlandia y Embajadora de la Tierra ante la Convención, Tarja Halonen, afirmó que es necesario actuar de inmediato.

    » Solucionar las desigualdades de género no es sólo lo correcto», afirmó. «Si garantizamos que las mujeres son plenamente capaces de utilizar sus capacidades, conocimientos, talentos y potencial de liderazgo, nuestras sociedades serán mejores».