Blog

  • No tenemos miedo: Las mujeres indígenas brasileñas plantan cara a la violencia de género

    No tenemos miedo: Las mujeres indígenas brasileñas plantan cara a la violencia de género

    En Parque das Tribos, un barrio indígena de Manaos, capital del estado brasileño de Amazonas, la violencia contra las mujeres es frecuente.

    “Como líder, he vivido muchas cosas”, dice Lutana Ribeiro, miembro de la etnia kokama y única jefa del Parque das Tribos, donde viven unas 4500 personas. “Las mujeres llaman a mi puerta pidiendo ayuda”.

    Escasamente poblado y relativamente aislado por tierra, mar y aire, el estado de Amazonas se enfrenta a retos particulares en el acesso a los servicios públicos, incluido el apoyo a la salud sexual y reproductiva y la respuesta a la violencia de género.

    Mujeres indígenas brasileñas debaten sobre la violencia de género en un taller del Fondo de Población..
    UNFPA/Isabela Martel
    Mujeres indígenas brasileñas debaten sobre la violencia de género en un taller del Fondo de Población..

    Enorme aumento de los feminicidios

    En 2021, al menos una persona llamó cada minutos al número de emergencias de la policía nacional en Brasil para denunciar violencia doméstica. De 2016 a 2021, la tasa de feminicidios (definidos como el asesinato intencionado de una mujer, motivado al menos en parte por su género) aumentó más del 44%, con una mujer muerta por feminicidio cada siete horas.

    En el estado de Amazonas, de todas las mujeres asesinadas intencionalmente, más de una de cada cinco fueron casos de feminicidio.

    Ribeiro, quien es muy conocida entre su comunidad como firme defensora de los derechos humanos, facilitó recientemente una serie de talleres para supervivientes de la violencia de género, a los que asistieron 50 mujeres de la zona. “El primer día, pocas hablaron. Hoy la mayoría lo han hecho”.

    Los talleres, organizados por el Fondo de Población (UNFPA), la agencia de la ONU para la salud sexual y reproductiva, exploraron distintos tipos de violencia y explicaron cómo acceder a las redes locales de apoyo social y a los mecanismos de protección legal disponible.

    Estos mecanismos incluyen la Ley Maria de Penha, que modificó el Código penal brasileño en 2006 para permitir no solo la detención de los agresores por un acto de violencia contra una mujer o una niña, sino también su encarcelamiento, si el riesgo de que cometieran dicho acto se consideraba una amenaza para la vida de una persona.

    Dibujos de los hijos de las mujeres indígenas brasileñas que participan en los talleres del Fondo de Población..
    UNFPA/Isabela Martel
    Dibujos de los hijos de las mujeres indígenas brasileñas que participan en los talleres del Fondo de Población..

    Un espacio seguro para las mujeres

    Ribeiro describió cómo, desde el segundo día del taller, las mujeres estaban deseosas de compartir sus experiencias tanto entre ellas como con el equipo del Fondo de Población.

    “Después de la primera conferencia, muchas mujeres se sintieron más fuertes. Al día siguiente, dijeron ‘basta’ a la violencia. Estos hombres ya no harán lo que quieran con ellas, porque ahora las mujeres están más empoderadas”.

    El objetivo de los talleres es formarlas a las mujeres de las comunidades indígenas para que ayuden a difundir información que puede salvar vidas entre amigas, familiares y compañeras.

    “La iniciativa es muy importante para hacernos cada vez más fuertes y tener este apoyo a través del diálogo y la experiencia”, dijo Ribeiro.

    Los niños también participaron en actividades recreativas para que sus madres pudieran asistir.

    “Los talleres crearon un espacio seguro para que las mujeres reflexionaran juntas sobre las diferentes formas de violencia que afectan a su vida cotidiana y sobre las estrategias para afrontarlo”, afirma Débora Rodrigues, responsable de la oficina del UNFPA en Manaos.

    Esas estrategias “incluyen la ampliación de la oferta al acceso de los servicios que garantizan la protección y los derechos de toda la comunidad del Parque das Tribos”.

    Con el apoyo financiero de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, el Fondo de Población ejecuta proyectos en los estados norteños  de Amazonas y Roraima para reforzar las capacidades locales de prevención y lucha contra la violencia de género.

    En 2022, más de 36.000 mujeres y niñas se beneficiaron de la iniciativa, con un mayor acceso a servicios como refugios y espacios seguros para supervivientes, así como talleres en los que también participaron hombres y niños.

    Ribeiro afirma que los participantes en el taller del Parque das Tribos se sintieron fortalecidos colectivamente: «Nosotros, como indígenas, no tenemos miedo».

  • Se registraron mil 904 homicidios contra mujeres en el primer semestre de 2022: Inegi

    Se registraron mil 904 homicidios contra mujeres en el primer semestre de 2022: Inegi

    Durante los primeros seis meses de 2022 se registraron mil 904 homicidios de mujeres en México, cifra 3.9% inferior a los mil 951 reportados en el mismo periodo del año anterior, de acuerdo con los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

    Las estadísticas revelan que los homicidios de mujeres representan el 12% del total registrado en el primer semestre del año pasado.

    Por su parte, los hombres sumaron 13 mil 495 homicidios, cifra 11.6% menor a los 15 mil 273 casos reportados un año antes y representaron el 86.7% del total. Cabe aclarar que hubo 191 casos donde no se especificó el sexo de la persona.

    En total, de enero a junio de 2022 se registraron 15 mil 561 homicidios, 10.9% menos que los 17 mil 462 casos reportados en el primer semestre de 2021.

    El dato representa una razón de 12 homicidios por cada 100 mil habitantes a nivel nacional, tasa menor a los 14 casos registrados para el mismo periodo de 2021.

    Defunciones accidentales y violentas

    Los homicidios forman parte de las defunciones accidentales y violentas, cuya clasificación se determina con base en las causas (afecciones y lesiones), la presunción del tipo de defunción y el motivo de la lesión, registrados por el médico certificante en el certificado de defunción.

    Las primeras dos son fundamentales para distinguir entre un presunto homicidio, un presunto accidente o un presunto suicidio, aunque, en algunos casos, el certificante carece de elementos suficientes para identificar la intencionalidad del hecho ocurrido.

    Cuáles son las principales causas de defunción

    Entre las principales causas de las defunciones por homicidio, destacan las agresiones con armas de fuego con 10 mil 594 casos, incluidas las agresiones con arma corta rifle, escopeta arma larga y corta.

    Le siguen en orden de importancia las agresiones con objeto cortantes que sumaron mil 505 decesos y las agresiones por ahorcamiento, estrangulamiento y sofocación que ascendieron a mil 95 muertes. Además, hubo 2 mil 8 casos por agresiones por medios no identificados.s en el primer semestre de 2022.

  • 7 de cada 10 mujeres se sienten inseguras en las calles :INEGI

    7 de cada 10 mujeres se sienten inseguras en las calles :INEGI

    En México 7 de cada 10 mujeres de zonas urbanas se sienten inseguras, tienen miedo, mientras que los hombres no llegan a 6 de cada 10 con esta percepción. De las mujeres 2 de cada 10 han sufrido ataques sexuales o acoso en los espacios públicos, según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) levantada entre octubre y diciembre de 2022 en casi 28 mil viviendas.

    En la Ciudad de México, hay demarcaciones como Iztapalapa o Xochimilco donde 9 de cada 10 vive temerosa de salir al mercado o al banco, de caminar por las calles o subirse al transporte público. También en la encuesta hablan de escuchar frecuentemente balaceras, escenificar robos y sufrir en su casa extorsiones o llamadas telefónicas amenazantes.

    De una muestra de 75 ciudades y capitales del país, las más peligrosas para las mujeres son la Ciudad de México, Cuernavaca en Morelos, Ciudad Obregón en Sonora, Oaxaca, Oaxaca, Cancún, Quintana Roo, Uruapan, Michoacán, Ecatepec y Toluca en el Estado de México.

    Llama la atención el aumento de percepción de inseguridad en Campeche, en el sureste, donde gobierna una mujer muy agresiva y se puede señalar que los estados donde pertenecen la mayoría de las ciudades más inseguras, hasta para ir al trabajo o a visitar a su familia son gobernados por el partido oficial.

    La encuesta que hace sistemáticamente el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), dice que en general, es decir la población de hombres y mujeres que dijo sentir temor o miedo llega a 64 por ciento, y se trata, en todos los casos, de personas mayores de 18 años. No obstante, se anota que, durante diciembre de 2022, el 69.9 % de las mujeres y 57.4 % de los hombres consideraron que es inseguro vivir en su ciudad.

    A pesar de todo ello, en algunas ciudades hasta 6 de cada 10 mujeres, reconocen que han “oído” de programas para prevenir la violencia o la delincuencia, pero al ser interrogadas sobre de qué se trata, no saben. En la Ciudad de México esta percepción no llega más que a 5 de cada 10 mujeres, y en algunas demarcaciones como Gustavo A. Madero o Milpa Alta, de ello no se han enterado más que 3 de cada 10 mujeres.

    INEGI destaca en el resumen enviado a medios, que las ciudades con mayor porcentaje de población que se siente inseguras fueron: Fresnillo, Zacatecas, Irapuato, Naucalpan de Juárez, Ecatepec de Morelos y Ciudad Obregón, con 97.7, 93.3, 92.6, 89.7, 89.6 y 89.2 por ciento, respectivamente.

    Para las mujeres, 8 de cada 10 se sienten inseguras en 8 de las 16 demarcaciones de la capital de la República, con un promedio de 60 por ciento, y solamente se vive como más segura la alcaldía de Benito Juárez; la mayoría de altos porcentajes de miedo, son gobernadas por el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador.

    Tener miedo es angustiante, dice la psicóloga, maestra Gabriela Delgado, que el miedo es un mecanismo de adaptación, cuando se vive en la soledad y es silenciado. El miedo puede convertirse en pánico. De ahí que las mujeres deben comunicarse para encontrar soluciones a sus temores que no son solo de una, son de muchas.

    Entre todas las ciudades donde se aplicó la encuesta entre octubre y diciembre, fue Mérida, Yucatán, la ciudad donde sólo 3 de cada 10 mujeres, dijeron tener menos miedo, sentirse más inseguras.

    Un dato interesante es que la encuesta también mide la conflictividad social, en la vida cotidiana, donde la gente vive. Y descubrió que ha crecido, día a día, el enfrentamiento vecinal, con ofensas, gritos, actitudes groseras hasta en el 74 por ciento de las y los encuestados dijeron que eso sucede, con un porcentaje, todavía mínimo, de acciones físicas, como golpes o cachetadas. La escuela es identificada como uno de los lugares más pacíficos donde trascurre la vida de personas mayores de 18 años.

    Ataques sexuales

    La encuesta analiza que, en el último trimestre de 2022, tanto hombres como mujeres, hasta el 65 por ciento, salen al espacio público para trabajar, ellas el 64 por ciento, ellos el 68, que usan el transporte público. Pero los datos indican que ellas, las mujeres, escenifican situaciones de acoso personal y violencia sexual, hasta 3 de cada 10, en las ciudades de Puerto Vallarta, Jalisco, alcaldía Contreras en la Ciudad de México, Nogales en Sonora, Tapachula en Chiapas y Los Mochis, Sinaloa.

    También la encuesta preguntó en ¿quién confían? Hasta el 84 por ciento en La Marina, el Ejército y la Guardia Nacional, pero sólo el 52 por ciento en la policía local. No obstante, confían en que las policías municipales, hasta en el 90 por ciento, realizan labores de prevención, sobre la inseguridad en general. Desde extorsiones, hasta robos en la calle.

    Esta encuesta, se aplicó entre el 28 de noviembre al 15 de diciembre de 2022, cuyo objetivo general es realizar estimaciones en torno a la percepción de la gente sobre la seguridad pública en su ciudad. La encuesta tiene representatividad nacional y se enfoca en el ámbito urbano. Además, genera información para la toma de decisiones de política pública en materia de seguridad.

    Lo que detecta es la sensación de inseguridad, las expectativas sobre la tendencia del delito, la atestiguación de conductas delictivas o antisociales, el cambio de rutinas por temor a ser víctima del delito, la percepción del desempeño de las autoridades de seguridad pública, los conflictos y conductas antisociales, el desempeño gubernamental, la frecuencia de movilidad, los hogares víctima o con algún integrante víctima de robo y/ o extorsión, víctimas de corrupción y las víctimas de acoso o violencia sexual.

    INEGI, afirma que en 19 ciudades y demarcaciones tuvieron cambios estadísticamente significativos frente a septiembre de 2022: 13 presentaron reducciones y seis, incrementos.

    En la estadística histórica, los cambios en estos últimos 4 años, son mínimos, según se lee.

    Las mujeres han mantenido las tasas más altas de inseguridad y miedo y la persistencia del acoso y los ataques sexuales en la vía pública.

  • ¿Lo reconoces? Con este gesto las mujeres en situación de peligro piden ayuda

    ¿Lo reconoces? Con este gesto las mujeres en situación de peligro piden ayuda

    La violencia de género ha propiciado la creación de protocolos específicos para atender a mujeres alrededor del mundo.

    Tal es el caso de “Signal For Help”, un gesto creado en Canadá y que se viralizó hace unos meses en internet, con la cual las mujeres advierten que están en un entorno violento.

    Lo mismo ocurre con “No Callem”, un protocolo creado por el ayuntamiento de Barcelona, España, con el cual se pretenden identificar y atender agresiones sexuales en bares, antros y espacios de ocio nocturno privado.

    Éste último se dio a conocer tras salir a la luz pública el testimonio de una mujer que acusa al futbolista Dani Alves de agredirla sexualmente en una discoteca de Barcelona, razón por la cual éste se encuentra detenido.

    Si bien estos protocolos son creados para atender violencia en distintas esferas de la vida de una persona, es vital reconocerlas para poner brindar apoyo a la víctima.

    signal-for-help.jpg Foto: Captura de video.

    ¿Cómo reconocer los gestos con los que mujeres piden auxilio?

    En 2021 se dio a conocer “Signal for Help”, un gesto con la mano con el cual una mujer puede solicitar ayuda sin que su agresor se percate. Éste cosiste en doblar el pulgar para colocarlo frente a la mano y posteriormente cerrar los dedos en forma de puño.

    La seña fue diseñada por Canadian Women’s Foundation con el objetivo de visibilizar los casos de violencia de género.

    El gesto se hace en tres tiempos y pretende ser una llamada de auxilio que no ponga en riesgo a la víctima.

    1. La víctima alza la mano a la altura del pecho con la palma hacia afuera.

    2. Dobla el pulgar hacia el centro de la mano

    3. Cierra los dedos sobre el pulgar

    Si bien este tipo de protocolos se han difundido en redes sociales y pretenden quedar en el bagaje colectivo, también vale la pena conocer su significado, así como las medidas aplicables para brindar auxilio a una persona en condición de violencia.

    ¿Cuáles son las medidas que contempla el protocolo “No Callem”?

    El protocolo diseñado en Barcelona intenta prevenir y atender situaciones de riesgo dentro de espacios de ocio provados como antros y bares y contempla las siguientes medidas preventivas:

    – No utilizar criterios de acceso a la sala discriminatorios o sexistas.

    – Dejar claro que se limitará el acceso a quien acose o agreda sexualmente, así como a aquellas personas que hayan mostrado indicios de comportamientos acosadores e irrespetuosos.

    – Colocar carteles específicos donde se comunique el protocolo a los asistentes.

    – Vigilancia específica en zonas especialmente oscuras de la Sala.

    – Escuchar la voz de las personas usuarias a través de correos electrónicos donde sea posible denunciar agresiones sexuales.

    – No se pueden desarrollar actividades o colocar imágenes que fomenten la desigualdad de género.

    protocolo-no-callem.jpg Foto: Ayuntamiento de Barcelona

  • Colima, violencia al máximo: La poesía, en defensa de las mujeres

    Colima, violencia al máximo: La poesía, en defensa de las mujeres

    En los últimos días de 2022, el año más letal contra las mujeres desde que se tiene registro en esta entidad, apareció publicado el poemario Flores salvajes. Por ellas, por nosotras, en el que un grupo de estudiantes de trabajo social aborda la temática de los feminicidios y otras manifestaciones de la violencia de género. Colima ocupa los primeros lugares en feminicidios y homicidios dolosos de mujeres en el país, con tasas de 4.19 y 19.46 casos por cada 100 mil, muy encima de las tasas promedio nacionales de 1.29 y 3.90 casos, respectivamente.

    Coordinado por la escritora Verónica Zamora Barrios y la maestra Jahel Cisneros Olivera, el libro de compilación de poemas Flores salvajes. Por ellas, por nosotras, salió a la luz bajo el sello de Puertabierta editores y fue presentado en el marco de los festejos por el 60 aniversario de la Escuela de Trabajo Social “Vasco de Quiroga”, con sede en el municipio de Comala.

    Clementina Nava Pérez, integrante del Centro de Apoyo a la Mujer (CAM) “Griselda Álvarez” AC, considera que en el contexto de “exacerbación de la violencia feminicida”, la publicación constituye “una necesaria respuesta de las jóvenes para ser escuchadas, desde el dolor que genera el darse cuenta de la violencia contra las mujeres, hasta el amor por la vida y la esperanza de que las cosas cambien”.

    En entrevista con Proceso, Nava comenta que las jóvenes ahora “están viviendo la violencia que generaciones anteriores les hemos heredado”, y que “oponerse a dicha violencia es vital, ellas lo hacen a manera de denuncia a través de la literatura, y esto es algo que dimensionamos como extraordinario y bueno para la sociedad y un ejemplo para las y los jóvenes”.

    El volumen, de 122 páginas, contiene 83 poemas de nueve alumnas y un alumno de la institución educativa: Danna Noilani Córdova Rodríguez, Shaira Dalaí Figueroa Rodríguez, Angélica Guadalupe Gómez Claustro, Rosa Ximena Magaña Pérez y Vania Jaqueline Manjarrez Gutiérrez, Édgar Misael Nava Magaña, Carolina Navarro Flores, Nathaly Abigail Orozco Ortega, Jaqueline Ramírez Rosales y Alexandra Villa Rodríguez,

    *   *   *

    “No, en silencio no eres más linda,/ tú eres bonita siempre./ Cuando luchas, cuando gritas,/ cuando abres la boca y todos te escuchan./ Calladita no estás más bonita./ Calladita estás muerta./ Grita, habla, escucha,/ así sabré que estás viva” (“Calladita no”, de Shaira Figueroa, 18 años).

    *   *   *

    Jahel Cisneros, la joven maestra que desde el aula motivó a sus estudiantes a escribir, dice que “la forma de visibilizar la violencia contra las mujeres es hablando de ella, haciendo notar que nos están matando, nos están violando y acosando”.

    Por ello, añade, este grupo de jóvenes “decidió alzar la voz por aquellas mujeres que murieron en el intento, por las otras que viven bajo la sombra de su silencio”, y este libro “es un tributo a quienes han padecido la violencia, pero también es una forma de generar conciencia y sororidad”.

    A través de cada uno de los poemas, refiere Cisneros Olivera, el alumnado hace un llamado a la sociedad, a las autoridades y al propio Estado a erradicar los feminicidios y otras agresiones, con el propósito de lograr una vida libre de violencia para las mujeres y las niñas.

    Verónica Zamora Barrios, autora de poemarios como El libro de los conjuros y Alexandrías, quien coordinó un taller literario con las autoras y el autor para la reescritura final de los textos, resaltó durante la presentación del libro que “cuando alguien escribe con tanta libertad y sueños, con ese ímpetu juvenil, resulta difícil corregir para no podar ilusiones, rebeldías y propuestas”.

    Sobre su trabajo realizado, comentó:

    “Lo que sí removimos fue cualquier indicio de debilidad o victimismo que nos desviara de la idea de que no estamos indefensas ante la violencia o la injusticia como mujeres si permanecemos sororales y unidas.”

    Zamora calificó Las flores salvajes… como “una muestra de lo que la inocencia literaria logra expresar sobre el tema de los feminicidios o el acoso que viven día a día las muchachas que desde sus lugares de origen se transportan a la escuela para seguir su búsqueda de saber y futuro”.

    *   *   *

    “Soy estudiante, soy mujer,/ soy esa mujer con risa escandalosa y grandes metas,/ y no quiero que me encuentren en camionetas,/ soy una mujer hermosa,/ y no quiero que me encuentren en una fosa,/ soy esa mujer que lucha y grita/ soy esa mujer, con dulce baile y cálido abrazo,/ y no quiero que encuentren mi cuerpo descuartizado,/ soy una mujer, como todas las que ya no están y las que siguen estando,/ soy una mujer que quiere emprender,/ y no por tu ayuda me voy a vender,/ me quiero viva, me quiero bien” (“Mi valor”, de Vania Manjarrez, 18 años).

    *   *   *

    Para el profesor Balvanero Balderrama García, impulsor de la edición, se empleó la poesía como una creación liberadora para manifestar y denunciar lo difícil que es ser mujer en un país machista y feminicida.

    En la fase de consolidación del proyecto, dijo, la decena de poetas jóvenes “compartieron experiencias, sentimientos y emociones que desconocían entre sí, por medio de la poesía, que fue un cohesionante grupal”.

    Durante la presentación, el presidente de la Fundación Cultural Puertabierta, Salvador Silva Padilla, manifestó que el poemario “da voz a quienes jamás se les había reconocido arrancándoselas de raíz; este tiempo de zozobra nos empuja a romper el silencio”.

    Esto, refirió, “no es sólo un acto reivindicatorio personal, que de por sí ello debería bastar, es sobre todo un acto colectivo, grupal que se hace no sólo por cada una de las mujeres que han sido violentadas: se hace por ellas, por nosotras y también, ¿por qué no decirlo?, por nosotros”.

    Según datos oficiales, un mes antes de que concluyera 2022 ya se había rebasado la cifra de un centenar de asesinatos de mujeres en Colima, lo que representa un récord anual histórico desde que se tiene registro en esta pequeña entidad que ocupa, además, los primeros lugares nacionales en delitos derivados de la violencia contra las mujeres.

    En el periodo del 1 de enero al 30 de noviembre del año recién concluido, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública ubicó a Colima en los primeros lugares en feminicidios y homicidios dolosos de mujeres en el país, con tasas de 4.19 y 19.46 casos por cada 100 mil mujeres, por encima de las respectivas tasas promedio nacionales de 1.29 y 3.90 casos.

    Violencia familiar es otro de los delitos en los que Colima también ocupa la primera posición, con una tasa de 501.2 casos por cada 100 mil habitantes, seguido por la Ciudad de México, con 382.1; Nuevo León, con 364.9, y Coahuila, con 357.2, y Baja California, con, 330 mientras que la tasa promedio nacional es de 193 casos por cada 100 mil habitantes.

    *   *   *

    “De nuevo esos pasos detrás de mí,/ no sé quién sea,/ pero escucho lo que me dice,/ todas esas palabras obscenas./ Acelero mis pasos,/ saco mis llaves a dos cuadras de mi casa,/ lo único que pasa por mi mente es:/ que no me haga nada./ Mis ojos empiezan a sentirse cristalinos,/ mi corazón palpita demasiado rápido,/ sé que soy fuerte,/ pero no lo suficiente para poder hacerle frente. /Planeo mi llegada,/ llegar y abrir, entrar y cerrar rápidamente,/ adentro de mi casa regulo mi respiración,/ no sé cuánto tiempo pueda durar con esta rutina,/ supongo que hasta el día que no regrese” (“Una llegada normal”, de Danna Córdova, 19 años).

    *   *   *

    La activista Clementina Nava indica que “también está la otra violencia, la que se comete dentro de los hogares: mujeres golpeadas por su pareja, amenazadas, con violencia psicológica y sexual”.

    Ante estas circunstancias, “nosotras decimos que las muertes de mujeres no deben perderse entre toda esta violencia que se da, que no se minimicen, aunque las causas pueden ser muy distintas a las que ocurren en hombres”.

    Entre los motivos del aumento de asesinatos de mujeres, acepta que algunas muy probablemente han sido vinculadas a actividades delincuenciales de su pareja, o son tomadas como instrumento de venganza, pero lo fundamental es que hay impunidad en todo el país y eso determina que se sigan cometiendo los delitos sin que haya castigo para los criminales.

    Por otra parte, estima que la respuesta social es casi nula y a veces “da la impresión de que la población en Colima tiene el síndrome de la mujer maltratada, que no responde por miedo y piensa que si denuncia, se opone o rechaza la violencia, la cosa se va a poner peor. Y al contrario, ante este vacío de respuesta, la delincuencia sigue ganando terreno”.

    Pese a que desde junio de 2017 se emitió la Alerta de Violencia de Género en cinco de los 10 municipios, Nava Pérez considera que hay muchos pendientes de las medidas establecidas:

    “También se necesita dar prioridad y acelerar las recomendaciones en educación, en las cuales vemos una alternativa para erradicar la violencia, pero no se empieza a trabajar en ello de manera más decidida.”

    Señala además que el gobierno estatal debe realizar la búsqueda de mujeres desaparecidas, porque ahora son las madres quienes están haciendo “esta dolorosa búsqueda”.

    Y expone:

    “Que ninguna violencia sea legitimada, que ninguna violencia sea callada, esa debiera ser la consigna para cada mujer. Confiamos en la cuarta ola del feminismo, en las jóvenes que hoy se oponen y luchan contra la violencia hacia las mujeres. Felicitamos a las jóvenes autoras de ese poemario y a quienes facilitaron la escritura de esta obra que debe ser leída por todas y todos.”

    *   *   *

    “En la ciudad oscura/ reina la soledad./ Caminas y comienza a surgir el miedo/y le pides al cielo no morir ese día./ Las miradas pesadas/se sostienen en la espalda/ y bajas tu vestido,/ pero por más que llegue a la rodilla,/ el largo parece no ser nunca suficiente,/ es cuando te das cuenta de que tu vestido no es la causa./ En la calle te cazan cual cierva,/ la cabeza en un momento explota,/ el vacío se apodera de tu conciencia/ y te quedas desplomada./ Te encuentras a la mañana siguiente/en un sitio desolado errante,/ tu cuerpo desgarrado se siente,/ cuando comprendes/que lo que se rompe es tu alma./ Casi muerta en ese momento te das cuenta/ que los abusadores no merecen la libertad,/ pero todo esto algún día formará parte del pasado,/ hoy por eso quiero ir a protestar” (“Andar sola”, de Alexandra Villa, 18 años).

  • De Cuzco a Canadá: las científicas latinas que triunfan (juntas) fuera de casa

    De Cuzco a Canadá: las científicas latinas que triunfan (juntas) fuera de casa

    En 1993, cuando Yanet Valdez Tejeira decidió que quería ser inmunóloga, en su país, Perú, ni siquiera existía esa carrera. Así que eligió migrar. Primero, se fue un tiempo corto a Estados Unidos y, más adelante, a Vancouver, Canadá, donde hizo su doctorado en Microbiología e Inmunología en la Universidad de Columbia Británica. “Yo tenía una inquietud muy grande por entender qué pasa con nuestro cuerpo, cómo nos defendemos de las enfermedades infecciosas”, cuenta hoy, 26 años después de migrar. Aunque su país le podía dar algunas herramientas para resolver esta pregunta, ella tenía claro que iba a lograr más estando en Canadá, donde hay más recursos para la investigación.

    Lo que no sospechaba entonces era que la ciencia puede ser un mundo hostil para las mujeres. Aún hoy, Unicef ha señalado que las áreas catalogadas como STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés), siguen teniendo una alta disparidad en género. Solo el 35% de las matriculadas en educación superior en estos campos son mujeres, mientras que el 72% de los investigadores del mundo son hombres.

    A la hora de publicar artículos científicos, una de las estrategias para ganar más prestigio y visibilidad, el panorama no cambia. En junio del año pasado, la prestigiosa revista Nature publicó un estudio titulado Las mujeres obtienen menos créditos científicos que los hombres, encontrando que ellas tienen muchas menos posibilidades de figurar en un artículo o patente que sus pares masculinos y que “las contribuciones científicas de las mujeres tienen sistemáticamente menos probabilidades de ser reconocidas”.

    IDALIA CANDELAS

    “El camino se transita diferente cuando eres mujer”, asegura la doctora Valdez. “Más aún cuando eres latina. Yo acá, en Canadá, no conozco otra inmunóloga que se vea como yo, de cabello oscuro y piel trigueña. No tienes una imagen de alguien que haga lo que haces y se parezca a ti”. Y es que a ser mujer se suman los retos de ser latina. En el 2008, la revista Plos One publicó un estudio que demostraba que los artículos científicos firmados por autores latinoamericanos recibían menos citas que los que tenían como primer autor a una persona europea.

    Cuando era más joven, para sobrevivir, Valdez decidió ignorar esos problemas. “La igualdad era un tema del que no se hablaba y recomendaban no ponerle atención, no hacer ruido”. Pero después de ver el documental Picture a Scientist, en el que se muestra el acoso a mujeres científicas, pudo ver su vida de nuevo: la desigualdad, el doble esfuerzo, las microagresiones. “Regresé a ver mi historia y me di cuenta de cada aspecto”, comenta.

    De su experiencia, quedó con una certeza: que parte de su trabajo debía ser luchar para eliminar esas barreras. Hace cuatro años fundó el Comité de Equidad, Diversidad e Inclusión en la Sociedad Canadiense de Inmunología, del que es actualmente presidenta. Con esto, en 2021 consiguió que uno de los paneles centrales del congreso anual que hace la Sociedad fuera sobre género, racismo y diversidad. “Se hizo al principio de toda la conferencia y antes de la plenaria principal, y el ambiente cambió. Como habíamos demostrado, con experiencias y datos, que estos sesgos son inconscientes, durante el evento hubo otra actitud hacía las científicas. Por ejemplo, los hombres ya no estaban interrumpiendo a las mujeres durante las charlas”, recuerda.

    Además, la doctora Valdez es parte de la red Immigrant and International Women in Science (IWS) de Canadá, creada por varias científicas, incluyendo la colombiana Edna Patricia Matta, doctora en bioquímica de la Universidad de McGill, y quien hoy vive en Ottawa. Matta recuerda con detalle cómo fue migrar para hacer ciencia. Trabajó en laboratorios sin saber inglés, aprendió a cristalizar las proteínas con herramientas que en su país jamás había visto, le insinuaron que no tenía las capacidades para ser científica, y el investigador que la tenía a cargo le dijo que estaba enamorado de ella. Al rechazarlo, intentó boicotearla. “En el 2018 notamos que éramos muchas científicas migrantes, así que creamos la IWS para apoyarnos, ayudarnos”, cuenta Matta. “Uno cree que tiene una desventaja, pero con la red entiende que no es una cosa de inteligencia o de conocimiento, sino es simplemente un tema de recursos y tener a alguien que lo ayude a navegar”.

    Diásporas que se van organizando

    Patricia Castillo, bióloga marina y doctora en biomedicina de la Universidad de Murcia, España, sabe muy bien lo que es migrar para hacer ciencia. En Ecuador, donde nació y creció, se mudó a varias ciudades para poder investigar, incluso pasando por la icónica y darwiniana isla de Galápagos. Hizo su doctorado en España, instancias de investigación en Reino Unido y Francia, y, antes de volver a Ecuador en 2014, trabajó durante tres años y medio en la Universidad de Aix-Marsella, también en Francia. “Hablamos mucho de la ciencia, pero no sobre cómo nos cambia la vida hacerla”, cuenta mientras recuerda cómo su carrera profesional le ha llevado también a conocer otras culturas, gastronomías y costumbres.

    Volvió a su país atraída por el Proyecto Prometeo, que tenía como objetivo abrir plazas a científicos ecuatorianos y del mundo para lograr una transferencia de conocimiento, pero se chocó de frente con la realidad al descubrir que el programa sólo duró un año. La crisis en el precio del petróleo agotó los recursos que se le habían asignado a la ciencia. Después, pasó meses ofreciendo su investigación a varias universidades, hasta que logró vincularse a una. Castillo es también cofundadora de la Red Ecuatoriana de Mujeres Científicas, un “espacio seguro” para poner sobre la mesa las situaciones de desigualdad. “Hablar de cómo, dentro o fuera del país, vivimos cosas en común, pero darnos cuenta que no es un problema nuestro, sino que el sistema falla”, dice.

    IDALIA CANDELAS

    Las redes son importantes para cualquier científico, pero aún más útiles para las mujeres y las latinas que están en la diáspora. “Son clave porque ayudan a compartir recursos, encontrar personas que se vean como uno, con las mismas necesidades, y a hacer proyectos en conjunto”, asegura desde Barranquilla, Colombia, Luisa Echeverría, experta en diplomacia científica y miembro de la Organización para las Mujeres en Ciencia para el Mundo en Desarrollo (OWSD), de la que también hacen parte Castillo y Matta. En un artículo que publicó en la revista Frontiers sobre las diásporas científicas de América Latina y el Caribe, explica cómo estas pueden pasar de ser una fuga de cerebros, a una oportunidad para los países: un intercambio de conocimiento o de cerebros.

    Son también, como lo señala otra investigación sobre la diáspora mexicana, esta vez en la revista Plos One, una oportunidad para que los científicos del sur se visibilicen. Tras comparar la producción de científicos que permanecían en México y los que migraron al norte global, encontraron que los segundos tenían mayor impacto tanto en su producción como en las colaboraciones.

    Pero como lo cuenta Echeverría, “definitivamente Latinoamérica está quedada [atrasada] en el mapeo de su diáspora científica”. No sabemos cuántos hay y qué están haciendo, tampoco sabemos si se han organizado. En la investigación liderada por ella, sólo encontraron 27 iniciativas en la región. “Dentro de los resultados vimos que los países del sur de Sudamérica son los más activos, pero también porque tienen apoyo estatal, como Argentina, que tiene el programa Raíces”, asegura. El problema es que, entre los sesgos de género y la falta de organización para superarlos, la más perjudicada es la ciencia misma, que pierde la oportunidad de ser en sí más diversa.

    MARÍA MÓNICA MONSALVE S.

  • Mujeres en Bolivia combaten la pobreza con huertos domésticos orgánicos

    Mujeres en Bolivia combaten la pobreza con huertos domésticos orgánicos

    A unos 4.000 metros de altura, en la populosa ciudad de El Alto, en los Andes de Bolivia, huertos ecológicos urbanos favorecen la seguridad alimentaria y el medio ambiente y están empoderando a mujeres pobres.

    En esta urbe de 1,1 millones de habitantes y fuerte migración aimara, cientos de mujeres cultivan hortalizas, frutas, plantas aromáticas y medicinales en los patios de sus casas. Todo es orgánico y para consumo familiar.

    Adentro de un invernadero de apenas 3,5 por 6 metros está Martha Ticollano, un ama de casa de 48 años, de pequeña estatura pero gigante a la hora de explicar a la AFP lo que siembra y cosecha.

    «Aquí tengo apio, acelga, huacataya [hierba aromática], repollo, beterraga, rábano. Aquí hay zapallitos, hay también pepino… hasta zanahoria», cuenta con una sonrisa que le ilumina el rostro.

    Ticollano, que usa la falda típica de las mujeres aimara y cubre su cabeza con un gorro de lana, arranca unas hojas de apio y acelga que utilizará para el almuerzo del mediodía para sus cinco hijos, mientras aprovecha para limpiar la hierba del lugar.

    Bajo el potente sol del altiplano andino, se emociona hasta las lágrimas al agradecer a la Fundación Comunidad y Axión, que la ha ayudado a construir su huerto.

    Esta oenegé, que promueve desde hace más de 15 años el desarrollo social de El Alto, asegura haber puesto en marcha unas 500 huertas ecológicas urbanas desde 2008, de las cuales 400 siguen funcionando.

    Afirma que cada una produce, en promedio, 25 variedades de hortalizas, dos árboles frutales y 12 tipos de plantas ornamentales y medicinales. Y no sólo aportan nuevas áreas verdes a la ciudad, sino que activaron la biodiversidad con insectos y aves.

    Vecina de Ticollano, Ana Muñoz siembra, además de hortalizas y legumbres, hierbas medicinales.

    Esta ama de casa de 68 años usa hojas de romero para lavarse la cabeza. «Me estaba quedando sin mucho cabello», dice sobre esta planta que tendría efectos contra la alopecia.

    Para «el dolor de estómago, [usamos] manzanilla» y «cuando tenemos resfrío, hacemos [infusiones] de manzanilla y romero», explica.

    En el mismo barrio Mariscal Santa Cruz, Primitiva Limachi, de 47 años, ha logrado incluso producir frutos propios de climas más templados o tropicales. «Tengo manzanas, higos, manzanas, higo, mora, frutilla, también tengo plátano, uva», ennumera.

    – «Independencia económica» –

    Oscar Rea, director de la Fundación Comunidad y Axión, que canaliza la ayuda a las familias con fondos de ayuntamientos y municipios de España, dice a la AFP que hasta la fecha los huertos familiares abarcan unos 10.000 metros cuadrados de superficie cultivada.

    Señala que la condición de dar asistencia es que sean familias pobres y de al menos cinco personas, y destaca que los cultivos domésticos son «orgánicos», pues no se usan fertilizantes químicos: las familias suelen utilizar como abono los residuos de café molido y cáscaras de huevo.

    El proyecto en El Alto está dirigido al autoconsumo, a mejorar la calidad de la alimentación, enfatiza Rea.

    Ticollano, Muñoz y Limachi coinciden que sus hábitos han variado y ahora priorizan el consumo de lo que sale de sus huertos, en detrimento de la carne vacuna o de tubérculos, como la papa, el «chuño» (papa deshidratada) y la oca.

    «Yo no conocía la ensalada», dice Ticollano, que antes comía «huevo con papa, con chuño» y carne, pero «ya no».

    Muñoz indica que consumir lo que produce es mejor que comer carne, porque además «está muy cara». Por ejemplo, un kilogramo de carne vacuna cuesta 45 pesos bolivianos, unos 6,4 dólares, en un país donde el salario mínimo es de unos 320 dólares, pero existe un alto porcentaje de economía informal.

    Rea resalta otros beneficios de esta iniciativa.

    La huerta ha permitido «la unificación familiar», porque todos se involucran en los cultivos, explica.

    Además, muchas de las mujeres que dirigen estos huertos «sienten independencia económica» respecto de sus parejas, de quienes ya no dependen para la alimentación de su entorno.

    Cerca del 70 a 80% de los huertos ecológicos urbanos están a cargo del ama de casa, señala Rea y son ellas quienes, al saber qué alimentos necesita la familia, deciden qué se debe sembrar y cosechar.

    «Aquí hay un empoderamiento de la mujer, la mujer se empodera, porque ya tiene la capacidad de sostenerse», dice Victoria Mamani, una de las pioneras del proyecto que ahora trabaja en la Fundación.

    Y agrega: «Ya son capaces de generar sus propios ingresos, porque, como se ve, la alimentación es lo primero para una madre de familia».

    jac/pb/ad

  • Ley 3 de 3: ¡ningún agresor más al frente de nuestras instituciones!

    Ley 3 de 3: ¡ningún agresor más al frente de nuestras instituciones!

    Al grito de “ningún agresor al poder”, las mujeres se rebelan desde sus trincheras para limitar la participación en cargos públicos de estos individuos que se convierten en una plaga que extiende sus raíces en nuestras universidades, hospitales, fiscalías, instituciones y organizaciones.

    El hastío de vivir en una sociedad atravesada por el dolor del feminicidio, del acoso, del abuso sexual y del abandono de infancias, orilla a la ciudadanía a impulsar una ley que es refugio y escudo para las mujeres mexicanas. Esta iniciativa no nace desde un órgano intermediario, ni se cuelga la placa de algún partido político, sino que nace desde el feminismo y de las mujeres que resisten allá afuera a las violencias sistémicas.

    Ley 3 de 3 contra los agresores y deudores

    La participación ciudadana y de organizaciones civiles hizo posible que la iniciativa Ley 3 de 3, fuera la primera ley ciudadana sometida a consideración del Congreso. Estos son los pilares sobre los que se sostiene esta ley.

    • La obligación de presentar las declaraciones patrimoniales, de intereses y fiscales para todo funcionario, de forma periódica y pública.
    • Directrices para la conducta ética esperada de los servidores públicos.
    • Un marco de responsabilidades único para todo el país y los servidores públicos en los tres órdenes de gobierno y órganos autónomos.
    • Medidas preventivas basadas en las mejores prácticas internacionales y sanciones para evitar que el sector privado participe de actos de corrupción.
    • Una clasificación de los 10 actos de corrupción grave: soborno, desvío de fondos públicos, tráfico de influencias, abuso de funciones, enriquecimiento oculto, obstrucción de justicia, colusión, uso ilegal de información falsa o confidencial, nepotismo y conspiración para cometer actos de corrupción.
    • Dotar de los recursos y herramientas necesarias para la investigación efectiva de actos de corrupción a las autoridades responsables. Creación de una plataforma digital que centralice información de cualquier órgano de gobierno necesaria para la investigación.
    • Mecanismos para que los ciudadanos puedan denunciar actos de corrupción de manera segura y anónima.
    • Mayor coordinación entre las autoridades responsables de investigar y sancionar actos de corrupción.
    • Sanciones severas para servidores públicos que cometan actos de corrupción y una lista negra de consulta obligatoria.

    Ley 3 de 3 contra los agresores y funcionarios públicos

    Una Constitución Mexicana que no se cumple

    En un país donde la violencia se vive de manera preponderante, podría parecer impensable que estos funcionarios públicos estén a la cabeza de nuestras instituciones: deudores morosos, alimentarios, golpeadores, violentadores y acosadores. Todos ellos están en la fila de la política.

    La Constitución Política de los Estados Mexicanos “prevé” esta clase de comportamientos dentro del artículo primero, en el capítulo “De los derechos humanos y sus garantías”, textualmente, nuestro máximo código determina lo siguiente:

    Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la ley.

    Dentro de este mismo apartado, se nos habla de la priorización para el estado mexicano de velar por las garantías de las infancias: “Los niños y las niñas tienen derecho a la satisfacción de sus necesidades de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento para su desarrollo”.

    Es así que se puede hablar de que, efectivamente, las leyes existen, sin embargo no se acatan.

    Ley 3 de 3 contra los agresores

    No se acatan cuando una mujer vive violencia vicaria, vive un proceso revictimizante, doloroso, de idas y vueltas a juzgados, de un profundo gasto económico y emocional, sólo para que, después de unos meses, encuentre el nombre del deudor alimenticio y agresor en una boleta para candidato. La impunidad, la rabia, el saber que los agresores tienen la facultad de continuar ejerciendo labores públicas donde, supuestamente, deben velar por los derechos de las personas, priorizando a las infancias y mujeres, es sin más, una acción que oscila lo denigrante y burlesco.

    En conferencia, la politóloga feminista, defensora de los derechos humanos, enfocada a la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres, Yndira Sandoval cuestiona precisamente estas prácticas.

    ¿De qué democracia pueden hablar en un país donde nos violan, torturan, explotan, comercian?, ¿de qué democracia se atreven a hablar? Llegar con esta propuesta desde el feminismo ratifica la vocación de este movimiento revolucionario y participativo; el feminismo coloca las causas más justas al frente.

    Un pacto patriarcal de acero

    La doctora y maestra en derechos humanos, Patricia Olamendí; la diputada de Yucatán y licenciada en derecho, fomentadora de la 3 por 3 en Yucatán, Carmen González Martí; la impulsora de la Ley Sabina, Diana Luz; y la defensora de derechos humanos, Yndira Sandoval, fueron protagonistas del foro “3de3VSlaviolencia” en donde se discutió sobre esta ley, la importancia de extenderla a todo el país y sobre todo, la urgente necesidad de romper el pacto patriarcal preponderante de todo espacio público – político.

    Las aversiones que surgieron en torno a esta ley, no son más que un pacto patriarcal que se traduce en impunidad en la vida de las infancias y de las mujeres. Una de las pruebas más fehacientes de este fenómeno es que el 98% de los delitos cometidos en contra de las mujeres, no cuentan con sentencia, juicio o un seguimiento, denuncia Yndira Sandoval.

    Impunidad en las fiscalías de México Ley 3 de 3

    Paralelamente, la maestra Patricia Olamendi señaló que, nuestros servidores públicos no son personas que velan por los derechos humanos como lo dicta nuestra constitución, sino todo lo contrario, son personas que tienen denuncias muy serias en su comportamiento y que hoy tienen la valentía de levantar la voz en contra de la 3 de 3 por considerarla una violación a su derechos.

    “Es momento de que inicie una era de decencia en nuestro país, aunque yo sé que esta es una palabra muy difícil de entender en la política, pero es necesaria para anular la violencia que es cotidiana para los niños, niñas y mujeres. Eliminemos de nuestras representaciones a todos estos personajes” (Patricia Olamendi)

    Ley 3 de 3 contra los agresores y funcionarios públicos

    Y es que, durante la discusión, las especialistas convergieron en la “vergonzosa” postura que tomó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), pues estos agresores (retractores), se ampararon en este órgano y se les concedió la razón al considerar anticonstitucional la 3 de 3, por violar las garantías individuales de cada persona, ¿por qué se habrían de defender los derechos de personas que violentan?

    “Lo único a lo que le temen estos señores es pisar la cárcel, mientras que las mujeres resistimos, nos desgastamos, pagamos abogados y nos enfrentamos al sistema. Recordemos por ejemplo al ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena que intentó quitar la punibilidad de los deudores alimentarios”, comentó la activista en favor de los derechos de las infancias, Diana Luz.

    No sólo se trata de abrir un registro público donde se tenga acceso a una información transparente y actualizada de todos los hombres que ocupan funciones en las instituciones, sino también, es necesario hacer un ejercicio de reflexión que nos oriente a preguntarnos el porqué, a sabiendas que los candidatos son, por ejemplo, deudores o violadores, se les brinda la total oportunidad de lanzar sus campañas, ¿en qué momento el Estado permite con total injusticia que estas personas tomen las decisiones?

    La 3 de 3 rompe el techo de cristal en un país patriarcal y de la mano de las colectivas, de las compañeras mujeres, de las feministas y de las aliadas que resisten en las Cámaras de Diputados, se intenta que esta ley llegue a todos los rincones de México, que pase por las rectorías, las fiscalías, los hospitales, las universidades y los partidos políticos; las mujeres no pueden continuar viviendo bajo el yugo de la violencia pública.

    “Ni un manipulador más en algún puesto gubernamental, es momento de que las mujeres podamos exigir lo que nos corresponde y más aún, en una sociedad tan descompuesta y patriarcal”, sentenció la diputada Carmen González Martín.

    Vera Carrizal, exdiputado del PRI acusado por el atentado con ácido contra saxofonista Elena Ríos

    Esta ley se convierte en paraguas para todas las personas, una defensa por los derechos humanos y también, es un llamado para acuerparnos a esta lucha que nos compete a todas y que nos libra de vivir los dolores, el acoso, la amenazas y el hostigamiento que durante décadas, las mexicanas han resistido en silencio.

    La ley 3 de 3: por la justicia y una vida sin violencias

    Es 2016 y María de Jesús Jaimes, estudiante del Instituto Politécnico Nacional, acudió en compañía de sus amigos y un profesor de la universidad a un karaoke en la Ciudad de México y posteriormente, planearon dirigirse al departamento de un compañero para continuar una celebración.

    La tarde pasó como cualquier otra en la capital, hasta que entrada la noche, Yesenia Zamudio, madre de “Marichuy”, como le gustaba llamarla, recibió una llamada: su hija había tenido un accidente y se encontraba grave. Después se sabría que  la joven de 19 años había perdido la vida.

    Justicia Marichuy

    ¿Qué había pasado?, ¿por qué un docente se encontraba en el lugar?, peor aún, el hombre argumentó que la joven había perdido la cabeza y había decidido lanzarse por la ventana del departamento.

    En aquel momento, la fiscalía creyó en la versión de los dos feminicidas, el docente Julio Iván Ruiz Guerrero y su compañero Gabriel Eduardo Galván Figueroa.

    Ante un sistema revictimizante y donde la misoginia es infaltable en los pasillos de nuestras fiscalías, se cuestionó el motivo por el que María de Jesus Jaimes se encontraba bebiendo en compañía de varones: “ella se lo había buscado”.

    El paradero del feminicida Julio Iván Ruiz es desconocido, quizás anda en algún rincón de nuestra República con total impunidad dando clases, mientras que, Yesenia Zamudio encabeza las marchas feministas destruyendo con rabia todo a su paso, exigiendo justicia por su hija.

    La comunidad politécnica daría a conocer en redes sociales que el docente era en realidad un acosador directo de Marichuy y otras estudiantes.

    Que hombres machistas, acosadores y abusadores sean colocados en posiciones de poder, que ejerzan labores públicas en nuestras instituciones, organizaciones, hospitales, órganos gubernamentales y que además, tengan la facultad de tomar decisiones en nuestro país, vulnera a las mujeres, a las estudiantes, a las trabajadoras y en general, a todos los grupos vulnerables de la nación.

    La Ley 3 de 3 lleva el nombre de millones de mujeres que han sido violentadas, de las infancias que fueron desprotegidas por padres ausentes, de las estudiantes que encaran al docente acosador y al rector misógino, de las mujeres en la política que son ninguneadas por sus superiores, de las mujeres que denuncian en redes los golpes y amenazas de gobernadores, de las mujeres que lloran la pérdida de sus hijas que fueron desaparecidas por algún político estatal.

    La sangre de las mujeres se siente destilar cuando las noticias se tapizan de historias que nos hablan de un estado corrupto y donde el pacto patriarcal acoge a estos individuos en total impunidad.  La Ley 3 de 3 no es solamente una lucha por nuestra democracia, es también una lucha por la justicia y la libertad. Las mujeres y las infancias no pueden continuar viviendo a las sombras del hombre agresor y que además, es cargado de poder.

    Las mujeres continuamos aquí, las mujeres ahora también somos guardianas para que se extienda la 3 de 3. No habrá ningún rincón en el país sin vigilar. ¡Por una vida sin violencia para las mujeres e infantes de nuestro país!

  • 10 mexicanas científicas que con sus conocimientos han puesto el nombre del país por todo lo alto

    10 mexicanas científicas que con sus conocimientos han puesto el nombre del país por todo lo alto

    Los Gobiernos echan mano de la ciencia para hablar de proyectos y de futuro, nunca accionan en el presente y la mayoría de las veces dejan ir a sus científicos a otro país, donde son mejor atendidos y más apoyados.

    En México, la carrera científica se ha disparado en un 11 por ciento entre las mujeres y lo que es llamativo es que el colectivo no supera el 30 por ciento entre la adquisición de becas o membresías del Sistema Nacional de Investigadores (SIN).

    El ingenio, la tenacidad, la lucha de género y todas las dificultades que ocasiona pertenecer a la ciencia, demuestra que son muchas las mujeres que han destacado en esta área.

    SILVIA TORRES-PEIMBERT (1940)

    Silvia Torres-Peimbert. Foto: Unión Astronómica Internacional

    Astrónoma egresada de la Facultad de Ciencias de la UNAM y doctorada por la Universidad de California, Berkley en Estados Unidos. Este año ha terminado la presidencia de la Unión Astronómica Internacional (IAU). Creada en 1919, la IAU tiene como objetivo promover y coordinar la cooperación internacional en astronomía y la elaboración de las reglas de nomenclatura de los diferentes cuerpos celestes.

    La investigación de Torres-Peimbert se ha centrado en la determinación de la composición química de las regiones de formación estelar y de los gases arrojados por las estrellas de masa intermedia en la Vía Láctea y otras galaxias, así como la determinación de la abundancia primordial de helio.

    ISAURA MEZA (1942)

    Isaura Meza. Foto: Cinvestav

    La bióloga y Doctora forma parte del Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, en donde investiga la estructura y caracterización de los genes de proteínas del citoesqueleto en modelos eucariontes.

    “En la actualidad estudiamos la organización del citoesqueleto en organismos patógenos como la amiba Entamoeba histolytica, muy conocida en nuestro país como el parásito causante de la Amibiasis y en células que interaccionan con las amibas como son las células del colon humano que son dañadas por las amibas. Recientemente, estamos estudiando como el citoesqueleto modula el cambio de la forma de células cancerosas no invasoras y cuáles son los mecanismos que inducen su modificación morfológica y funcional para convertirse en células metastasicas. Como se organiza el citoesqueleto en neuronas de pacientes psiquiatricos y las vías de señalización que están involucradas en ello, es otro de los temas con el que estamos trabajando”, dice la científica.

    VICTORIA CHAGOYA (1933)

    Victoria Chagoya. Foto: UNAM

    Es una química farmacéutica bióloga nacida en Oaxaca, perteneciente a la primera generación del doctorado en Bioquímica de la UNAM en 1971.

    Victoria fue una de las primeras mujeres afortunadas en obtener una de las becas que se ofrecían para estudiar en el extranjero, gracias al apoyo de la American Association of Universitary Women, en dónde comenzó una investigación sobre la adenosina, que es un activo desinflamatorio.

    Sus líneas de investigación fueron la Caracterización y Función del Ciclo Circádico de la Adenosina, Hepatoxicidad Aguda y Crónica con Etanol y Tetracloruro de Carbono, Cirrosis y Cáncer Hepatocelular y Cardiotoxicidad durante el Infarto de Miocardio Experimental y la Insuficiencia Cardiaca. Con base a sus investigaciones, Victoria creó un fármaco que combate la cirrosis y disminuye el crecimiento de los tumores, previniendo el cáncer.

    MAYRA DE LA TORRE (1951)

    Mayra de la Torre Martínez. Foto: CIAD

    Recibió el Premio Nacional en Ciencias y Artes en el área de Tecnología, Diseño e Innovación en 1988. Es Ingeniera Bioquímica por el Instituto Politécnico Nacional (IPN), de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas en 1977, así mismo realizó sus estudios de Maestría y Doctorado en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del IPN en 1981, sus estudios Postdoctorales los realizó en el Instituto de Biotecnología del Instituto Suizo Federal de Tecnología (ETH por sus siglas en Alemán). Ha publicado 43 artículos originales de investigación en revistas indizadas así como 4 libros y 12 capítulos de libros por invitación, además, ha dirigido 56 tesis, de las cuales 15 han sido de licenciatura, 25 de maestría y 16 de doctorado.

    ALEJANDRA BRAVO (1961)

    Alejandra Bravo de la Parra. Foto: Dgcs UNAM

    En 1984 terminó la licenciatura en Investigación Biomédica Básica, en el Instituto de Investigaciones Biomédicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM y en 1989 se recibió de doctorado en Investigación Biomédica Básica en el Centro Fijación de Nitrógeno de la UNAM. En 1989 se incorporó al Centro de Investigación sobre Ingeniería Genética y Biotecnología de la UNAM como Investigador Asociado B.

    Trabaja en la UNAM desde hace 23 años donde es investigadora titular del Instituto de Biotecnología. Realizó dos estancias posdoctorales, una en la Compañía Plant Genetic Systems en 1991, en Gante, Bélgica y otra en Instituto Pasteur en 1995, en Paris Francia.

    MARÍA ESTHER OROZCO (1945)

    María Esther Orozco. Foto: Twitter vía @Estherorozco

    Es una química, bacterióloga, parasitóloga​ e investigadora mexicana; fue rectora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.

    En 2012 se le otorgó el grado de emérita en el CINVESTAV del IPN y el de emérita del Sistema Nacional de Investigadores del Conacyt.

    En 2007, fundó el Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal, y forma parte, desde 1981, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN.

    ANA MARÍA LÓPEZ COLOMÉ (1944)

    Ana María López Colomé. Foto: UNAM

    Bióloga con doctorado en bioquímica egresada de la UNAM. Sus estudios sobre la retina y sus características, la han llevado a obtener galardones como el Premio Mujeres en la Ciencia de L´Oréal-Unesco, en 2002.

    La Trombina como agente inductor de padecimientos proliferativos de la retina. : Un factor común en la inducción de patologías proliferativas de la retina es la exposición a factores sanguíneos, particularmente la trombina, por la alteración de la barrera hematorretiniana. En esta línea se investiga la participación de la Trombina en el desarrollo de la vitreorretinopatía proliferativa a través de la activación de los Receptores Activados por Proteasas (PARs) y las vías de señalamientop intracelular acopladas a los mismos.

    ANA SOFÍA VARELA (1978)

    Ana Sofía Varela. Foto: UNAM

    Estudió química y con un año como investigadora en el Instituto de Química de la UNAM, la Dra. Varela Gasque trabaja a diario tratando de entender a nivel molecular cómo aprovechar mejor la energía eléctrica para obtener reacciones químicas, que eventualmente permitan hacer más eficientes y rentables dispositivos como las celdas solares, y contribuir en la captura de CO2 que producen empresas cementeras o las refinerías, por citar un par de ejemplos.

    Su investigación está enfocada en la activación de CO2 y procesos de electrocatálisis por medio de sistemas nanoestructurados. Experimenta con catalizadores a base de carbono y observa las condiciones de la reacción de reducción electroquímica de C02, con el propósito de convertir este gas en un producto de utilidad práctica, como etileno y metano.

    EDNA LETICIA GONZÁLEZ (1978)

    Edna Leticia González Bernal Foto: Conacyt

    Frente a decenas de sapos de la caña (Rhinella marina) que permanecían expectantes alrededor de tapetes bicolores y de diferentes texturas, colocados adrede por la investigadora Edna Leticia González Bernal como parte de su trabajo “Factores humanos que fomentan la invasión biológica”, la científica se preguntó: “¿Los sapos tienen personalidad?”.

    La observación permanente del medio natural y su estudio condujeron a la integrante nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) a la agencia La Esperanza, perteneciente a Santiago Comaltepec, donde halló junto con su equipo de trabajo, en octubre de 2016, una nueva especie de rana que nombraron como el lugar en donde fue hallada.

    La localidad, apunta, fue decretada por los pobladores como un área destinada voluntariamente a la conservación, lo que significa que toman medidas diarias para preservar el bosque mesófilo de montaña, del que solo queda uno por ciento en todo el territorio nacional. (CONACYT)

    LUZ MARÍA ALONSO (1980)

    Luz María Alonso. Foto: Especial

    Tinnitus es el nombre de una sensación auditiva que implica escuchar un zumbido constante que no proviene de una fuente externa. Ésta se trata con terapias acústicas que no siempre son efectivas. Luz María trabaja para crear una solución y corregir este mal usando un electroencefalógrafo que registra las actividades eléctricas del cerebro. Ella es una experta en robótica del Instituto Tecnológico de Monterrey.

    Mónica Maristain

  • Las mujeres no facturan tanto en México

    Las mujeres no facturan tanto en México

    En el país “las mujeres no están facturando tanto” debido a una serie de barreras relacionadas con el acceso a los trabajos, la permanencia y su crecimiento profesional en éstos, señaló Ana Carolina Maldonado, directora de igualdad para mujeres y hombres en la vida económica del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).

    En el pódcast ¿Y sí facturan las mujeres? Las mexicanas en el mercado laboral –en alusión a la canción de Shakira y Bizarrap–, agregó que lo anterior está ligado a la “conciliación entre la vida laboral, familiar y personal de las mujeres”.

    Lamentó que prevalezcan “normas sociales” que afectan al género. “En ciertos lugares de México, todavía hay maridos que no permiten que las mujeres trabajen o que tengan alguna iniciativa económica, y hay prácticas de discriminación, que aunque son ilegales, se siguen danto en los centros de trabajo”.

    Entre ellas que pidan una prueba de embarazo para contratarte o te hagan preguntas sobre tu vida personal: si deseas tener hijos, o que las decisiones de una carrera profesional se lleven a cabo en espacios que no laborables, es decir, cuando los hombres salen a tomar una cerveza después del trabajo, y que se decida por motivos que ver más con esas relaciones y menos con el desempeño.

    La maestra en género y desarrollo expuso que debido a esas y otras situaciones, el sector femenino “todavía está en una situación complicada laboral y económicamente”. En el país poco más de 48 por ciento de las mujeres entre 15 y 64 años trabajan de manera remunerada, en comparación con 78 por ciento de los hombres y ellas tienen menos ingreso, incluso por igual trabajo, brecha acentuada entre funcionarias y directivas.

    Las diferencias en sueldo en diversos rubros oscilan entre 12 y 14 por ciento menos para ellas.

    La investigadora indicó que, pese a los avances en igualdad, “para los hombres nunca es un obstáculo laboral” su vida personal. “En un trabajo a ellos no les preguntan si tener hijos va a interrumpir su carre-ra o cómo van a hacer para conciliar el cuidado de los hijos y estar en la oficina, mientras para las mujeres es una de las principales barreras”.

    Es indispensable incrementar el acceso de las mujeres al mercado de trabajo, lo cual se afectó con la pandemia, y que ello sea en condiciones equitativas, así como garantizar salarios justos para el sector, a fin de que la autonomía económica de las mujeres sea una realidad.

    Carolina Gómez Mena