
Imagen tomada durante su trabajo conjunto en el laboratorio

La beata María Teresa Ledóchowska
Imagen tomada durante su trabajo conjunto en el laboratorio
La beata María Teresa Ledóchowska
Los escaparates de ropa femenina de Kabul reflejarán, de forma aún más evidente, la tremenda represión que sufren las mujeres en Afganistán. A partir de ahora, las tiendas que tengan maniquíes femeninos tendrán que exponerlos sin cabeza o, en el mejor de los casos, con la cara cubierta. Los comerciantes podrán utilizar velos, papel de aluminio, telas o bolsas de plástico. Cualquier elemento es válido para cumplir con la última orden del régimen talibán. Los dueños de los comercios no han tenido otro remedio que acatar la ordenanza para poder seguir con sus establecimientos abiertos.
El Ministerio de Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio, así se llama la institución que ha interpuesto la ordenanza, continúa con su plan de minimizar la presencia femenina en las calles del país. Además del simbolismo de los maniquíes, se han impuesto otras normas que recortan gravemente los derechos de la mujer en el país. El veto anterior fue la norma interpuesta por el Gobierno afgano para privar de educación a todas las mujeres mayores de 12 años, que también tienen cerradas las puertas de los institutos de secundaria y las universidades.
En los primeros meses tras la toma de Kabul, los talibanes trataron de ofrecer una imagen moderada a la comunidad internacional. El fin era que el mundo olvidara las violaciones de derechos humanos que se cometieron bajo su anterior periodo en el poder. Desde entonces, esa supuesta moderación está cada vez más en entredicho debido a que el régimen fundamentalista ha ido privando de forma progresiva a las afganas de los pocos derechos de los que aún disfrutaban. Lo que empezó con la clausura del Ministerio de la Mujer y el uso del burka obligatorio ha terminado coartando las libertades femeninas más básicas, como su libertad de movimiento. Las mujeres no pueden acceder a los parques o gimnasios y, salvo contadas ocasiones, deben ir acompañadas por un hombre para poder salir a la calle.
El régimen talibán asegura que defiende los derechos de las mujeres “definidos por el islam”. Es decir, que prohíben todo lo que no se permita de forma explícita según su interpretación rigorista de la sharia, la ley islámica.
A expensas de lo que suceda con Dani Alves, jugador de los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que fue denunciado por abuso sexual en España, uno de los casos que ha llamado la atención a los seguidores del balompié mexicano, es el nulo interés por generar un protocolo en contra de la violencia de género en México.
El silencio de la Liga MX y del cuadro auriazul en el caso del brasileño, ha abierto un debate entre usuarios sobre la inexistente reacción por parte del máximo ente regulador del fútbol mexicano en casos de esta índole.
Es por ello que Claudia Pedraza, experta en temas de género, compartió con el Diario de los Deportistas que esta es una oportunidad para que el organismo encabezado por Mikel Arriola asenté bases para futuros casos de violencia que se puedan presentar en fútbol nacional.
“De verdad es lamentable que sigan ocurriendo este tipo de cosas, ahorita estamos hablando de Dani Alves, pero no es el único, tenemos varios ejemplos de jugadores que en distintos grados han sido acusados de algún tipo de violencia sexual o de género”, evocó.
La especialista mexicana hizo especial hincapié en que el caso del astro brasileño es “una llamada de atención” para la Liga MX, pues este tipo de casos no pueden quedar en el aire y deben de darle continuidad al jugador señalado y a sus compañeros para no repetir casos de violencia.
“Es una alerta para que puedan existir protocolos en común para todos los que integran la Liga sepan qué hacer cuando se presente un caso de este tipo, se va a separar al jugador, tendremos un pronunciamiento público para decir las razones y se reitera el compromiso contra la violencia de género y más allá de que se encuentre o no culpable”, dijo.
“La institución se tendría que comprometer a que se le va a dar un seguimiento a ese jugador y al resto de los futbolistas acerca del tema de acoso, agresión sexual, de violencia de géneros, para que se vea que hay un compromiso por atender esto”, puntualizó.
Para finalizar, Claudia Pedraza puso en entredicho la transparencia de la Liga MX, pues cuando pasan este tipo de casos como lo ha sido con el ex Club América, Renato Ibarra; el ex Pumas, Marco García y ahora, Dania Alves, la cuestión pasa a segundo plano y queda en la opacidad por su poder mediático.
“Disculpar la actuación y ocultar información, eso no abona a esto que se busca en tener en cuanto a que se transparente y también como aficionados tenemos una voz ahí, que por mucho que nos guste como jueguen o los tengamos en lo máximo por lo hecho en el futbol, veamos que esto no es normal, reconocer que no está bien que los ídolos deportivos tengan esta impunidad y que además exista todo un aparato que los proteja como el club y los medios que van a tratar de generar otros discursos para minimizar el impacto”, remató.
Fue desde el 2021 cuando el dirigente de la Liga MX anunció que se estaría implementando un protocolo en contra de la violencia, el cual también se aplicaría para la Liga MX Femenil, particularmente en casos de violencia o acoso como incluso algunas jugadoras han denunciado públicamente.
“Seguir insistiendo en que seguiremos siendo cero tolerantes y estos actos serán reportados a la Comisión Disciplinaria y en el caso del grito aplicar siempre el protocolo y esperar que se vaya reduciendo lo antes posible. Cero tolerancia a los insultos, a la violencia en general”, indicó en su momento.
La otrora respetada policía metropolitana de Londres fue blanco el viernes de una protesta con mil 071 manzanas podridas frente a la sede de New Scotland Yard, para simbolizar el número de sus agentes acusados de delitos sexuales y violencia de género.
Un policía británico de una unidad especial destinada a proteger a parlamentarios y diplomáticos extranjeros, David Carrick, reconoció el lunes ante la justicia 24 cargos de violación y decenas de delitos sexuales entre 2003 y 2020.
Esto ocurría menos de dos años después de que otro agente, Wayne Couzens, secuestrara, violara y asesinara a la ejecutiva Sarah Everard, de 33 años, conmocionando al país.
A raíz del nuevo escándalo, en el que la policía londinense volvió a ser acusada de haber ignorado señales de advertencia sobre su comportamiento, el cuerpo anunció esta semana que mil 071 de sus miembros han sido o están siendo investigados por presuntos delitos sexuales y violencia de género.
Foto: AFP
«Nos han dicho una y otra vez que era solo una manzana podrida aquí y otra allá pero este es, de hecho, un problema fundamental en toda la policía», afirmó Ruth Davison, responsable de la oenegé Refuge, que ayuda a las víctimas de violencia de género y que organizó la protesta.
«Hay vidas de mujeres en peligro», declaró a la AFP, exigiendo que se suspenda de sus puestos a todos los sospechosos mientras son investigados.
«Ahora mismo, como mujeres y niñas, cómo podemos, si sufrimos un delito, sentirnos seguras al acudir a la policía sabiendo que la persona con la que hablamos puede ser un depredador», agregó.
Esta protesta tiene lugar después de que Fionnuala Kennedy, directora de la destacada escuela londinense Wimbledon High School, pidiese a sus profesores advertir a las alumnas que «no permitan a un policía solo acercarse en ningún momento».
La ministra británica del Interior, Suella Braverman, instó esta semana a las fuerzas del orden a depurar sus filas y erradicar a los «agentes corruptos».
Una mujer es dueña de una de cada tres Mipymes en nuestro país, en establecimientos de hasta 100 personas ocupadas en manufacturas, comercio y servicios, notificó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) mediante el #LasMujeresFacturan.
De acuerdo a las últimas cifras del INEGI, la tasa de participación económica de las mujeres creció 15.7 puntos porcentuales en los últimos 10 años (de 33.3 en 2010 a 49.0 en 2020).
Asimismo, se notificó que nueve de cada diez mujeres mayores de edad están en desacuerdo con el prejuicio de que las mujeres tienen menos capacidad que los hombres en cargos directivos.
Del total de la población ocupada de 25 años y más que se desempeña en puestos directivos de los sectores público, privado y social, 39.0% son mujeres. La menor brecha de género ocurre en el grupo de edad de 25 a 44 años, en el que las mujeres que se desempeñaron como funcionarias o directivas representan el 43.4 por ciento.
Por otro lado, de acuerdo a información de la Asociación Mexicana de Mujeres Jefas de Empresas (AMMJE), las empresas que constituyen las emprendedoras mexicanas están mayormente enfocadas al consumo y, en promedio, contratan menos empleados que los hombres.
Asimismo, se destacó que a pesar de que las empresas lideradas por mujeres suelen ser menos tecnológicas e industriales, 17.8% de ellas ofrecen productos o servicios únicos en el mercado, algo que las hace las más “innovadoras”.
En el tema de ganancias, el Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección, informó que las empresarias destinan más del 70% a su comunidad y familia, mientras que los hombres sólo inyectan a ese rubro entre 30 y 40% de sus recursos.
Aparte, destaca que las mujeres cuentan con planes de negocio más sólidos y buscan más canales de financiamiento cuando los necesitan, así lo reveló el Women’s Entrepreneurship Report 2019, precisando que de cada 100 mujeres que solicitan un préstamo para invertir en su empresa, 99% salda su deuda por completo.
La inclusión de las mujeres en la tecnología permite «soluciones más creativas y tiene un mayor potencial para innovaciones» a favor de la igualdad de género, indicó este jueves ONU Mujeres al subrayar que la escasa participación femenina en el campo digital implica «un costo enorme» para los países.
El tema del Día Internacional de la Mujer, que se conmemora el próximo 8 de marzo, será precisamente “Por un mundo digital inclusivo: Innovación y tecnología para la igualdad de género”, con el fin de reconocer a las mujeres, niñas y organizaciones que promueven el avance de una «tecnología transformadora y el acceso a la educación digital», señaló esta agencia de la ONU en un comunicado.
Según el informe Gender Snapshot 2022 de ONU Mujeres, «la exclusión de las mujeres del mundo digital ha recortado un billón de dólares del producto bruto interno de los países de ingresos bajos y medios en la última década, una pérdida que aumentará a 1,5 billones de dólares en 2025 si no se toman medidas».
El organismo defiende que «incorporar a las mujeres, así como a aquellos grupos tradicionalmente marginalizados, a la tecnología permite soluciones más creativas y tiene un mayor potencial para innovaciones que satisfagan las necesidades de las mujeres y promuevan la igualdad de género».
Desigualdad y violencia de género en línea
Por ello, para el Día Internacional de la Mujer de 2023 se plantea analizar la brecha digital de género y su impacto en el crecimiento de las desigualdades sociales y económicas.
«Lamentablemente, las oportunidades que abre la revolución digital también plantean el riesgo de perpetuar las dinámicas actuales de la desigualdad de género. Las crecientes desigualdades son cada vez más evidentes en el contexto de las habilidades digitales y el acceso a las tecnologías, una brecha digital que deja atrás a las mujeres», sostiene el comunicado.
Asimismo, ONU Mujeres, entidad para la igualdad de género y el empoderamiento femenino, insta a proteger los derechos de las mujeres y las niñas en los espacios digitales, así como a abordar la violencia de género en línea.
Según esta agencia, es crucial abordar el problema de la violencia en línea, que, según un estudio realizado en 51 países, «ha sufrido personalmente el 38 % de las mujeres».
La celebración de la ONU del Día Internacional de la Mujer incluirá un evento de alto nivel que tendrá lugar el 8 de marzo y reunirá a especialistas en tecnología e innovación, representantes de Gobiernos, del movimiento feminista y activistas por la igualdad de género, así como del sector privado.
«Incorporar de forma transformadora la perspectiva de género en la innovación, la tecnología y la educación digital ayudaría a que las mujeres y las niñas tomen mayor conocimiento sobre sus derechos y a potenciar el ejercicio de estos y su activismo», puntualizó la ONU.
Edición: Laura Espejo
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) contribuye para lograr la igualdad sustantiva y el ejercicio de los derechos de las mujeres, expuso Nadine Gasman, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).
Con motivo de los 80 años del IMSS, la funcionaria señaló, por medio de un video-mensaje, que para lograr la igualdad es esencial el trabajo del IMSS, tanto en la universalización de los servicios de salud como para la construcción de un sistema nacional de cuidados.
“Hemos avanzado en el fortalecimiento de servicios como las guarderías, la afiliación de las trabajadoras del hogar, en los centros de atención a la población adulta mayor”, y muchas otras acciones “para mejorar las condiciones de vida de todas las mujeres”.
Remarcó la aportación del seguro en la aplicación de la NOM-046, norma relativa a la violencia familiar, sexual y contra las mujeres, y que establece que en casos de embarazo por violación éste pueda ser interrumpido y que las instituciones de salud proporcionen anticoncepción de emergencia en las primeras horas después de la agresión.
Por todo lo anterior deseó “larga vida al IMSS, que se siga fortaleciendo y continúe trabajando a favor de la salud y el bienestar de la población mexicana”.
Felicitó “a todos los trabajadores del IMSS por estos 80 años, y por ser una institución con la que trabajamos para construir la igualdad sustantiva”.
Dijo que Zoé Robledo (director de la institución), trabaja no solo “por construir un sistema nacional de salud, sino también por la protección social y para lograr que sea más justo, equitativo, de calidad, sostenible y oportuno.
Agradeció al director, por ser “un gran aliado del Inmujeres y apoyar la igualdad de género y promoción de los derechos humanos de las mujeres y que ambas instituciones estamos comprometidas y convencidas que la Cuarta Transformación debe ser con y para las mujeres”.
Gasman participa en la IV Conferencia Iberoamericana de Género, en Santo Domingo, República Dominicana, en donde México resalta la importancia de las mujeres como agentes relevantes en la prevención de conflictos y construcción de paz.
Fawzia tiene 17 años y desde hace casi un mes vive semioculta en un cuchitril de su barrio de Kabul. La vida de esta adolescente, que se esconde también bajo un nombre falso, se torció el 20 de diciembre, cuando los talibanes prohibieron a las afganas estudiar en la universidad. Ese día, explica en una videollamada desde la capital afgana, la facultad en la que cursaba el primer año —Medicina—, la convocó para un examen sorpresa. La cita pronto se reveló una encerrona cuando la joven se percató de que en la clase “solo había chicas”. Chicas y talibanes. Después de notificar a las alumnas que se les prohibía seguir estudiando, los fundamentalistas “empezaron a elegir a las estudiantes que les gustaban, entre ellas yo, y nos dijeron que teníamos que casarnos con ellos”, rememora la universitaria. La adolescente logró escabullirse y volver a casa, pero, horas después, el talibán que se había encaprichado de ella irrumpió con otros hombres en la vivienda y les exigió a sus padres que “sacrificaran a su hija”.
La joven cree que ese talibán sabía su dirección por la información que ella misma dio al inscribirse en la universidad. Luego cuenta que otras universitarias de su clase han huido o “están desaparecidas”. Khadija Amin, una periodista afgana exiliada en España, que también participa en la videollamada, lo corrobora y afirma que “los talibanes están utilizando las listas de universitarias, que incluyen sus datos personales, para ir a buscarlas a sus casas”. Amin apoya su afirmación en los relatos de otras afganas, que describe como similares al de Fawzia.
“Los talibanes incluso han dado a las familias afganas un formulario en el que deben precisar cuántas hijas tienen y de qué edades, pero es que los registros de las universidades les proporcionan los nombres, las edades y la dirección de muchas jóvenes, sin necesidad de preguntar nada”, explica esta periodista, antes una conocida presentadora de la televisión afgana. Amin tuvo que huir de su país en 2021, dejando a sus tres hijos atrás, pues su exesposo le impidió llevárselos con ella en el último momento.
Aquella primera vez que los talibanes trataron de sacar a Fawzia a rastras de su casa, no lo lograron. Su padre se interpuso y evitó que se la llevaran, a costa de recibir una paliza. En el forcejeo, a la chica le lesionaron una pierna. A los pocos días, los milicianos volvieron. Al verlos llegar, su progenitor logró sacarla a toda prisa de la casa y esconderla antes de que los hombres consiguieran entrar. Después, los talibanes le interrogaron y cuando se negó a revelar el paradero de su hija, se lo llevaron con ellos. Una semana después, tiraron su cuerpo roto, en coma, junto a la puerta trasera de la propiedad. “Como a un animal”, describe la adolescente.
La estudiante envía por WhatsApp una foto de su padre, un maestro de 37 años. En la imagen se ve a un hombre joven en una habitación de hospital, conectado a un respirador artificial que le proporciona oxígeno a través de una traqueotomía. La parte superior del tórax y el esternón parecen estar hundidos y tiene el cráneo vendado. Los médicos han dicho a la familia que probablemente no sobrevivirá. Tampoco ha vivido para contarlo el hijo que esperaba la madre de la adolescente, embarazada de ocho meses. La mujer también recibió una paliza de los talibanes.
La familia de Fawzia ha grabado en vídeo desde una ventana a los milicianos que rodean la casa y que apalearon a su madre. En las imágenes, hombres barbudos y desgreñados, con el aspecto y el atavío corriente de los talibanes, aparecen apostados frente a la vivienda junto a un todoterreno blanco. Hace unos días, esos hombres forzaron de nuevo la entrada de la casa e interrogaron a la familia, explica la madre de la adolescente, en la misma videollamada. Esta afgana relata que les reiteró que su hija no estaba en la casa y que entonces los talibanes la golpearon en el vientre provocándole una hemorragia que mató al feto, explica sin parar de llorar. Al estar tan avanzada la gestación, tuvo que dar a luz a su hijo muerto. Este diario ha accedido a una fotografía de su cadáver, que aparece amortajado sobre una alfombra roja, la misma que cubre el suelo de una de las estancias de la casa de la familia de Fawzia.
La joven, su madre y sus tres hermanos varones, de 16, 11 y 6 años, ya se han resignado a huir dejando al padre en coma atrás, pero lo tienen muy difícil. Los talibanes rodean su casa, pero, incluso si logran zafarse de su vigilancia, para viajar necesitan la compañía de un guardián masculino, el mahram, que debe ser un pariente varón adulto muy cercano. Además, la madre aún no se tiene en pie.
Escapar parece, sin embargo, su única opción para salvar a Fawzia, no solo de los talibanes, sino también del frío. El escondrijo donde se refugia la adolescente está parcialmente a la intemperie, en Kabul está nevando y las temperaturas de estos días han caído hasta los -20 grados. La estudiante tiene además ideas suicidas porque se culpa por el destino que han corrido su padre y su hermano nonato. Esta adolescente de rasgos infantiles suplica que “alguien” ayude a su familia.
En agosto, una joven afgana que se identificaba como Elaha Dilwaziri denunció en varios vídeos en Twitter haber sido violada y obligada a casarse con Qari Saeed Khosty, exportavoz del Ministerio de Interior de los talibanes, cuyo titular es Sirajuddin Haqqani, líder de la Red Haqqani, una milicia que goza de autonomía en el seno de los talibanes y a la que Estados Unidos ha designado como organización terrorista.
Unas semanas después de que el 15 de agosto de 2021 los talibanes recuperaran el poder en Afganistán, los fundamentalistas difundieron una directriz en la que ordenaban a las mujeres mayores de 20 años y las viudas menores de 35 años que contrajeran matrimonio con sus milicianos “para fortalecer la moral islámica”. En esa carta, se instaba a los afganos a casarse con las estudiantes mayores de 18 años “antes del comienzo de las universidades y escuelas” para así garantizar ese supuesto decoro islámico.
Según Khadija Amin, los talibanes no se limitan a las mujeres mayores de 18 años. “Están obligando a casarse con ellos a niñas de 15, 14 y hasta 12 años”, sostiene. A partir precisamente de esa edad, 12 años, las afganas tienen cerradas las puertas de los centros educativos. Nada más llegar al poder, los fundamentalistas habían cerrado los institutos de secundaria para niñas, muchos meses antes de vetar la universidad para las estudiantes, el 20 de diciembre, y de prohibir a todas las mujeres que trabajen en las ONG, cuatro días después.
La educación es un derecho humano universal, un bien público y una responsabilidad colectiva; sin embargo, las autoridades de facto de Afganistán, en el poder desde agosto de 2021, prohibieron en septiembre de ese mismo año que las niñas asistieran a la escuela secundaria, dejando a 1,1 millones de chicas mayores de doce años sin acceso a la educación formal.
Más tarde, en diciembre de 2022, los talibanes suspendieron la educación universitaria para mujeres, afectando a más de 100.000 jóvenes que asistían a instituciones de educación superior gubernamentales y privadas. El atropello significó también un enorme paso atrás para el país, donde el número de mujeres en educación superior había aumentado casi 20 veces entre 2001 y 2018. Antes de la suspensión, una de cada tres jóvenes estaba matriculada en universidades.
En la actualidad, el 80% de las niñas y mujeres jóvenes afganas en edad escolar (2,5 millones) no van a la escuela y casi el 30% de las niñas nunca ha ingresado a la educación primaria.
Ante este abuso flagrante de una garantía fundamental, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) dedicará este año el Día Internacional de la Educación– celebrado cada 24 de enero- a las niñas y mujeres afganas.
La conmemoración de la jornada tendrá lugar en la sede de la ONU en Nueva York con un evento en el que participarán el Secretario General António Guterres, y la directora general de la UNESCO Audrey Azoulay, quien ha reiterado incansablemente que la educación es un derecho humano universal que debe respetarse.
“Ningún país del mundo debe impedir que las mujeres y las niñas reciban educación”, ha dicho Azoulay, llamando al mundo a actuar: “La comunidad internacional tiene la responsabilidad de velar por que se restablezcan sin demora los derechos de las niñas y mujeres afganas. La guerra contra las mujeres debe terminar.
Para apoyar a las niñas y jóvenes afganas a la educación, desde la toma del poder por los talibanes la UNESCO adaptó sus intervenciones con el fin de dar continuidad a la educación de ese colectivo en tan difíciles circunstancias.
En primer lugar, la agencia de la ONU emprendió una campaña que llegó a más de 20 millones de afganos, aumentando la conciencia pública sobre el derecho a la educación de jóvenes y adultos, especialmente niñas adolescentes y mujeres.
Además, la UNESCO se asoció con las ONG en el terreno, aportando contenidos y financiación para desplegar una tarea de alfabetización dirigida a 25.000 jóvenes y adultos de zonas rurales, entre los que se contaban sobre todo adolescentes mayores de 15 años y mujeres.
Para llegar al mayor número posible de niñas y mujeres, la Organización trabaja, asimismo, para impartir educación a distancia a través de los medios de comunicación afganos, especialmente las emisoras de radio. La radio es accesible a más de dos tercios de la población y tiene la ventaja de estar disponible directamente en los hogares.
La UNESCO respalda a las emisoras en la producción de contenidos de interés público sensibles al conflicto, abarcando temas humanitarios, sanitarios y educativos, con el objetivo de llegar a un mínimo de seis millones de afganos, con especial hincapié en las mujeres y las niñas. Esto incluye el apoyo directo a una emisora dirigida por mujeres que producirá más de 200 horas al mes de contenidos educativos dedicados a las niñas y las mujeres, y que se transmitirán en al menos ocho provincias del país a lo largo de este año.
No obstante estas acciones, las aulas son insustituibles puesto que constituyen un lugar de integración social, donde se aprende a convivir, y se participa en un proceso pedagógico. Por ello, la UNESCO y sus Estados Miembros seguirán abogando por que el derecho a la educación de las niñas y mujeres afganas ocupe un lugar prioritario en la agenda internacional.
La Organización insistió en que las decisiones de las autoridades de facto de Afganistán amenazan con echar por tierra los avances en materia de desarrollo logrados por el país en los últimos 20 años, recordando que entre 2001 y 2021, Afganistán multiplicó por diez el número de matriculaciones en todos los niveles educativos, pasando de un millón de estudiantes a diez millones, con el apoyo de la comunidad internacional, incluida la UNESCO.
Durante ese periodo, el número de niñas escolarizadas en primaria pasó de casi cero a 2,5 millones. La participación de las mujeres en la enseñanza superior afgana también se multiplicó casi por 20, pasando de 5000 estudiantes a más de 100.000. Las tasas de alfabetización de las mujeres casi se duplicaron, pasando del 17% de mujeres que sabían leer y escribir en 2001 a casi el 30% para todos los grupos de edad combinados en 2021.