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  • Mueren dos mujeres más en Durango, por meningtis; suman 25 casos

    Mueren dos mujeres más en Durango, por meningtis; suman 25 casos

    Dos mujeres más fallecieron por meningitis micótica, luego de una semana sin decesos por la enfermedad; en total suman 25 muertes por dicho padecimiento.

    El primer deceso por meningitis de origen fúngico documentado ayer fue el de Virginia Reyes, de 62 años de edad, quien ingresó al Hospital General 450 el pasado 21 de noviembre, luego de adquirir la afección en una cirugía de ortopedia.

    Más tarde se dio a conocer la muerte de Rubí, de 24 años vecina de la ciudad de Durango. Tenía ya casi tres semanas hospitalizada en el mismo nosocomio.

    Con estos dos fenecimientos sumaron 25 las muertes por meningitis causada por hongos –24 de féminas y una de un hombre–, además que los casos positivos subieron a 73, 70 mujeres y tres varones. Con la última actualización, la mortalidad por la dolencia aumentó a 34.2 por ciento.

    También, nueve pacientes dejaron la clínica 450 para continuar sus tratamientos en sus casas, por haber presentado mejoría, y deberán acudir al nosocomio semanalmente para monitorear su salud.

    Además, se han trasladado a tres pacientes al Instituto Nacional de Neurología de la Ciudad de México, y tres más a la Clínica 71 del Instituto Mexicano del Seguro Social en Torreón, Coahuila. Igualmente, se llevó a un menor a un sanatorio de Texas, en Estados Unidos.

    En tanto, autoridades estatales dieron a conocer que contrataron a 251 trabajadores médicos para atender la emergencia, entre médicos especialistas, cirujanos, enfermeras, nutricionistas y camilleros. Incluso, se destinó el cuarto piso del Hospital General 450 para atender exclusivamente a pacientes con meningitis fúngica.

    David Payán, coordinador estatal de Atención Especial a Víctimas de Meningitis y sus familiares del gobierno estatal, señaló que esta área ha otorgado 310 intervenciones sicológicas a pacientes y a sus parientes que las han solicitado.

    Por su parte el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) informó que tiene registro de 43 huérfanos de madre y dos de padre a consecuencia de los decesos por meningitis micótica, sin contabilizar las defunciones del mismo jueves.

    Sólo en dos casos de mujeres muertas por la enfermedad no se tiene registro de apoyo a menores, una de ellas no tenía hijos y el otro caso correspondió a una mujer de Santiago Papasquiaro, de donde nadie se ha acercado al DIF para solicitar apoyo.

  • Mujeres migrantes, potencial sin fronteras

    Mujeres migrantes, potencial sin fronteras

    Solo quienes dejan atrás a su país, a sus raíces y a sus familias, al migrar, en busca de una oportunidad o de mejores condiciones de vida; saben lo difícil que es tener que comenzar de nuevo.

    Como afirma la poeta canadiense Rupi Kaur “no tienen idea de lo que es perder el hogar, con el riesgo de no volver a encontrarlo nunca más; tener la vida entera dividida entre dos tierras y convertirse en el puente entre dos países”.

    Por más dura que pueda ser la decisión de marcharse a otro lugar, de acuerdo con la Organización Internacional de las Migraciones, en su Informe 2022 sobre este fenómeno, en 2020, se calculaban, 281 millones de migrantes internacionales, el equivalente al 3.6% de la población mundial.

    En el Anuario de Migración y Remesas México 2022, de la Fundación BBVA México y el Consejo Nacional de Población, se reportaba que, durante 2020, salieron de nuestro país 11.2 millones de personas, de las cuales el 46.8% eran mujeres.

    Ellas han comenzado a desplazarse con mayor frecuencia, ya no solo acompañando a sus familias o parejas, sino por su propia cuenta, en búsqueda de trabajo como una de las principales motivaciones para dejar su tierra.

    En 2019, según estimaciones mundiales de la Organización Internacional del Trabajo, la población migrante ocupada era de 169 millones, de las cuales el 41.5% (70 millones) eran mujeres. Su actividad económica se concentraba en el sector de servicios (79.9%), en la industria (14.2%), y en la agricultura (5.9%).

    Las brechas de género marcan la experiencia migratoria de las trabajadoras, y agudizan las vulnerabilidades que enfrentan, pues su presencia es mayor en ocupaciones temporales, informales, mal pagadas y subcalificadas.

    A pesar de las adversidades, su inserción laboral desencadena beneficios a la economía de los países donde residen. De acuerdo con el Latino GDP Report 2022 de la organización Latino Donor Collaborative, la población latinoamericana trabajadora que radica en Estados Unidos generó 2.8 billones de dólares en 2020, cuya aportación equivaldría al 5º PIB a nivel mundial.

    Según el reporte “La economía de los hispanos en Estados Unidos” del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA), a junio del 2022, las remuneraciones de las hispanas residentes en ese país representaban el 37.9% de la masa salarial aportada por dicho grupo poblacional.

    Las migrantes también generan importantes flujos de recursos para sus países de origen. De acuerdo con CEMLA, BID-Lab y Banorte, en su estudio de 2021 sobre género y remesas, se calculaba que del total de 9.4 millones de remisiones de dinero a México en 2017, el 30.6% fue hecho por mujeres, con envíos promedio de 380 dólares.

    A propósito del Día Internacional del Migrante, 18 de diciembre, sin importar nuestro origen o destino, para nosotras, las mujeres, ninguna frontera ha sido obstáculo para luchar por nuestras familias y comunidades; por el contrario, existe un enorme potencial de desarrollo si se aprovecha nuestra movilidad siempre que se considere nuestra participación con inclusión.

  • Así es la brecha de género en el mundo STEM

    Así es la brecha de género en el mundo STEM

    Esa desconexión se traduce en datos significativos: menos del 33% de los investigadores en todo el mundo son mujeres, según el último informe de la Unesco sobre ciencia. La clave está en la formación. Según el estudio Mujeres e Innovación 2022, del Ministerio de Ciencia e Innovación, las mujeres en estudios de máster en Ingeniería y Arquitectura representan el 32%, cifra que desciende a un 20% en doctorados de Informática e Ingeniería, lo que confirma la baja representación de las mujeres en ámbitos STEM.

    Desde edades muy tempranas, las niñas experimentan un sesgo hacia las asignaturas STEM percibiéndolas como difíciles y pensando que sus capacidades para estas asignaturas son inferiores a las de sus compañeros, a pesar de que objetivamente las calificaciones obtenidas son superiores a las de los niños.

    La consecuencia es que apenas un 25% de quienes eligen grados STEAM son mujeres (y en grados como el de Informática su presencia ni siquiera alcanza el 13 %), según el informe Radiografía de la brecha de género en la formación STEAM del Ministerio de Educación. Estos datos apuntan a que la brecha puede ampliarse en el futuro porque las estudiantes no se están formando para las industrias que más puestos de trabajo van a generar.

    En la universidad, por ejemplo, 24 de cada 100 estudiantes escogen una rama STEM y de esas dos docenas, solo ocho son chicas, según un estudio de la Universidad de Comillas. El mismo documento apunta que de todos los estudiantes de Formación Profesional Inicial STEM (288.000) del curso 2019-20 en España, un 89,7% fueron hombres y el 10,3% alumnas, Es decir: solo hubo una joven de cada 10 matriculados.

    Así es la brecha de género en el mundo STEM

    Para paliar esta brecha, desde el Ministerio de Ciencia e Innovación se ha apostado por medidas que ofrecen seguridad jurídica a la igualdad de género en el Sistema de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, y que están contempladas en la reforma de la Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación para avanzar hacia una participación plena e igualitaria de las mujeres en el ámbito de la I+D+I. Entre otras medidas, se contará anualmente con un plan de igualdad de género y protocolos frente al acoso sexual y por razón de género u orientación sexual.

    Yolanda González Arechavala, directora de la Cátedra para la promoción de la mujer en vocaciones STEM en la formación profesional para la movilidad sostenible de la Universidad Pontificia Comillas, apunta a la imagen social que sufren las disciplinas de ciencias: “Los estudios y las profesiones STEM están ligadas a hombres ‘frikis’ con pocas habilidades sociales. Faltan referentes: la mayoría de científicos, médicos o ingenieros son varones, de clase media, blancos… Además, las mujeres sufren un grave problema de sensación de autoeficacia, que no está ligada con su capacidad real”, opina.

    La falta de mujeres también provoca sesgos de género en el sector tecnológico, ya que muchos problemas se analizan únicamente desde el punto de vista masculino. ¿Cuáles son las soluciones? “Actividades como campus tecnológicos, talleres en los institutos, formación de docentes… Hay que promover campañas y actividades para hacer crecer el capital científico de las familias y los alumnos”, opina González Arechavala.

    Así es la brecha de género en el mundo STEM

    BBVA y su apuesta por la diversidad

    En este sentido, BBVA ha incluido la diversidad dentro de su plan estratégico, situándola como un elemento clave y prioritario. Entre otras acciones, el banco ha creado el programa BBVA Tech Women, una ventana para visibilizar el talento femenino tecnológico y desmontar los paradigmas sociales de género que rodean al mundo STEM a través de las 170 embajadoras.

    Pedro Méndez, responsable de Talento y Cultura para Ingeniería en BBVA, señala que existe una alta demanda de perfiles STEM y, debido a la escasez de talento tecnológico femenino en el mercado y la gran competencia entre empresas que buscan este tipo de perfiles, “no es fácil acceder a él”. Para el directivo, “el sector tecnológico tiene gran disparidad de género debido a la baja presencia de mujeres en los ámbitos STEM. Es fundamental aumentar la vocación de ellas por estas carreras desde que son pequeñas”.

    Aun así, las mujeres en los puestos de tecnología e ingeniería en BBVA suponen el 31,5% y el porcentaje de las promociones femeninas en puestos de responsabilidad en todo BBVA ascendió en 2021 hasta el 42,35%. Para seguir potenciando la diversidad de género, la entidad colabora con diferentes iniciativas que fomentan la visibilidad y los referentes entre las jóvenes, como Inspiring Girls, o programas que fomentan la cultura científica desde edades muy tempranas, como Technovation.

    Precisamente, la misión de Technovation Girls es inspirar a niñas y adolescentes para que se conviertan en líderes e innovadoras, resolviendo problemas de su comunidad mediante el uso de la tecnología y el emprendimiento.

    “La brecha aparece muy temprano debido a un sesgo de la percepción que las chicas tienen sobre sus propias capacidades y sobre lo que es femenino o masculino. El enfoque de este taller resuena mucho más en las niñas que simplemente ponerse a programar o estudiar matemáticas. Nuestro objetivo es que las niñas, desde muy jóvenes, entren en contacto con la tecnología como ‘makers’ y no solo como consumidoras. Que entiendan el papel fundamental de la tecnología en todas las profesiones y todas las industrias. Que la tecnología no es para superdotadas y que todas pueden llegar a donde se propongan”, explica Alicia Mancheño, presidenta de la Asociación Power to Code, entidad Embajadora de Technovation en Madrid.

    El papel de las familias y del entorno de las niñas es fundamental para cambiar la percepción. Mancheño sugiere a las familias a exponer a las niñas a experiencias, juegos, juguetes y actividades en las que puedan entrar en contacto con estas disciplinas y satisfacer su curiosidad de aprender sin sesgos previos. “Igualmente, aconsejamos que las ayuden a buscar referentes femeninos en los que puedan verse reflejadas, ya sea en el entorno cercano, en personajes históricos o actuales reales, o en el cine y la literatura”, apunta.

    Las numerosas iniciativas tanto públicas como privadas puestas en marcha para reducir la brecha de género en el ámbito STEM empiezan a tener impacto positivo. Estamos en la buena dirección, aunque aún nos queda recorrido para alcanzar el ritmo óptimo y el objetivo deseado.

  • Cuba, desmontando los estereotipos de género

    Cuba, desmontando los estereotipos de género

    Ania Terrero es periodista y mamá de Ainoa, una niña de tres años. Escribe con frecuencia una columna editorial sobre temas de género y reconoce en ese ejercicio una herramienta para hacerse más consciente, y concienciar a las demás personas. sobre los prejuicios y desafíos que persisten al respecto en Cuba.

    Como otras cubanas y cubanos, Ania los ha sufrido en carne propia a lo largo de su vida, pero de modo especial recientemente, cuando comprobó la sobrevivencia de marcados roles de género en torno a la maternidad.

    Varios de los estereotipos identificados en la Encuesta Nacional de Igualdad de Género están, precisamente, vinculados a este tema. Casi el 60% de la población suscribe, por ejemplo, que los bebés necesitan más cercanía de la madre que del padre, y una cifra similar estima que las mujeres son más cariñosas que los hombres al cuidar a niñas y niños.

    Pero esos tabúes no son los únicos. La misma encuesta determinó que la cantidad de personas entre 15 y 74 años reproductoras de ideas o estereotipos de género en el país supera el 95%.

    El Informe Nacional de Cuba a la Cumbre Beijing +25 identifica los estereotipos de género como el primer obstáculo al propósito de avanzar con mayor celeridad hacia la igualdad entre hombres y mujeres.

    Ania Terrero es una de las activistas de la campaña "Generación Igualdad. Únete desde Cuba", cuyo principal objetivo ha sido desmontar los estereotipos de género.
    Armando Franco
    Ania Terrero es una de las activistas de la campaña «Generación Igualdad. Únete desde Cuba», cuyo principal objetivo ha sido desmontar los estereotipos de género.

    Apoyo de la ONU

    Tomando como referencia ese contexto, las Naciones Unidas en Cuba dedicaron este año los 16 días de activismo contra la violencia de género* a desmontar estereotipos, y capitalizó la experiencia de periodistas y comunicadores como Ania, especialistas en género y activistas nacionales, para implementar la iniciativa Generación Igualdad – Únete desde Cuba, en conexión con la campaña global lanzada hace varios años por ONU Mujeres.

    Construida participativamente, de conjunto con la Federación de Mujeres Cubanas, y los grupos de Género y Comunicación de distintas agencias de la ONU, la propuesta incluyó audiovisuales, productos para redes sociales y un autodiagnóstico de estereotipos, como herramientas para promover el debate fundamentalmente entre el público joven.

    La campaña parte de reconocer el impacto negativo de los estereotipos de género en la vida de mujeres y hombres, y los identifica como elementos catalizadores de discriminaciones y violencias.

    Aunque “Generación Igualdad-Únete desde Cuba” ha irrumpido con nuevos productos en estas jornadas de activismo, en realidad la lucha contra los estereotipos de género es una meta permanente de las Naciones Unidas en Cuba.

    Para Consuelo Vidal, quien fungiera hasta hace poco como Coordinadora Residente, la máxima representante de la ONU en un país, este tipo de prejuicios “naturalizan brechas de género y limitan el acceso de las mujeres a la participación, al trabajo remunerado y a sus fuentes de sustento”.

    Esta opinión es compartida por su sustituto, Francisco Pichón, quien ha ratificado el compromiso de la Organización con las prioridades de género contenidas en el Marco de Cooperación, como la lucha contra los estigmas y las discriminaciones, el empoderamiento económico de las mujeres, el apoyo a servicios como los de salud sexual y reproductiva, y el acompañamiento a la formulación e implementación de políticas con enfoque de género.

    Por lo pronto, la campaña Únete desde Cuba ya potencia nuevas alianzas y prevé, más allá del 10 de diciembre, sumar activistas de universidades, centros de investigación y organizaciones de la sociedad civil. “

    Cada vez somos más -confiesa el joven Claudio Peláez, autor de varios de los audiovisuales producidos-. Es una pelea cultural que hay que dar y la estamos dando. Basta ya de camisas de fuerza que no ayudan en nada, nos impiden disfrutar de la vida e imponen posiciones rígidas a las relaciones humanas”.

    Cartel de la campaña #Generación Igualdad - Únete desde Cuba.
    ONU Cuba
    Cartel de la campaña #Generación Igualdad – Únete desde Cuba.

    Principales de datos de la encuesta sobre estereotipos

    • El 59,9% de las mujeres y 63,9% de los hombres están “de acuerdo” o “de acuerdo en parte” con que “las mujeres no deben participar en actividades que impliquen esfuerzo físico”.
    • Más del 60% de las personas consideran que los oficios de electricista, albañil, mecánica, carpintera y plomera “no son adecuados” para mujeres
    • Como oficios “no adecuados” para hombres aparecen auxiliar de limpieza (45,3 %), secretario (31,3 %), el cuidado de otras personas (26 %), maestro de niños en edad preescolar (15,5 %) y enfermería (12,5 %)
    • El 53,6 % de los hombres sigue pensando que “ellos son mejores para negociar que las mujeres” y el 45 % piensa también que “son mejores para tomar decisiones”
    • El 48 % de los hombres está de acuerdo con que “las mujeres deben siempre complacer sexualmente a su pareja” y el 38 % de las mujeres comparte el criterio de que «el hombre siempre debe ser complacido»
  • Violencia de género y educación: Hacia una escuela que protege y transforma

    Violencia de género y educación: Hacia una escuela que protege y transforma

    La educación suele verse como un catalizador del cambio social y de transformación de situaciones de inequidad y violencia. Desde su rol social, la educación es un espacio para revisar, modificar y recrear la sociedad para las nuevas generaciones. Desde su rol institucional, la escuela es un espacio de protección que identifica riesgos y atiende situaciones de violencia que vulneran a niñas, niños y adolescentes. Por ello, su potencial transformador y protector respecto de la violencia de género es reconocido como clave desde hace más de tres décadas.

    Sin embargo, cuando revisamos ambas demandas en el Perú, vemos con preocupación que aún tenemos mucho por actuar, para que las escuelas sean más habilitadoras de protección y trayectorias equitativas, en particular en aquellos lugares donde la familia, la comunidad o los entornos son más bien espacios de reproducción de violencias contra las niñas y adolescentes.

    Por ejemplo, en las ruralidades peruanas, la violencia ejercida hacia las niñas y adolescentes del Perú se encuentra directamente relacionada con la falta de acceso de oportunidades y a la dependencia económica: 46% de las mujeres peruanas en áreas rurales entre los 14 y 29 años no tienen ingresos propios y dependen económicamente de un hombre (INEI, 2017). Asimismo, dada la falta de acceso a educación sexual integral, 22,7% de las adolescentes mujeres de áreas rurales (15 a 19 años) ya son madres, de acuerdo a lo reportado por la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar 2018 (INEI, 2018). Asimismo, las trayectorias educativas interrumpidas están vinculadas a micromachismos, violencia real y simbólica y son, en sí, una forma de violencia. Tan solo el 6,2% de mujeres rurales logra acceder y terminar la educación superior (ENDES, 2018). Cambiar esta realidad implica poder realmente asegurar una educación con enfoque de género, que atiende con igualdad a todas y todos los estudiantes.

    Además de fortalecer el rol social de la educación, en nuestro país debemos asegurar que las escuelas sean espacios de protección y libres de violencia. De acuerdo al portal SISEVE del Ministerio de Educación, al menos el 46% de los casos de violencia sexual reportando agresión contra niñas y adolescentes mujeres es ejercida por el personal de las escuelas (MINEDU, 2018). Esta situación es inaceptable y debilita la capacidad institucional de la escuela de ejercer un rol de protección, vulnerando el derecho a la educación y al bienestar físico y mental de las niñas y las adolescentes.

    Desde 2018, la UNESCO en Perú está implementando Horizontes, programa de educación secundaria rural, que tiene como objetivo transformar las secundarias rurales para garantizar que ofrezcan una oferta educativa relevante que proporcione a las y los adolescentes doble certificación y habilidades socioemocionales para desarrollar sus proyectos de vida en el contexto de una escuela y comunidad protectora.

    El programa fortalece una educación con equidad de género, da soporte a la educación sexual integral de las adolescentes rurales y sensibiliza y restituye el rol protector de la escuela para garantizar la atención de las brechas de género y prevenir la violencia en las escuelas, promoviendo el establecimiento de espacios seguros, así como el bienestar y la protección.

    Nuestra apuesta se desarrolla con una estrategia de tres niveles en las escuelas: prevenir- atender- reparar. Prevenir desde la sensibilización de actores educativos, familias y autoridades locales para generar acuerdos sobre la protección y no violencia, a la vez que se fortalecen las habilidades socioemocionales de las y los adolescentes y se les proveen herramientas técnico productivas que permiten mayor capacidad para desarrollar sus proyectos de vida; atender, a través de protocolos claros, alianzas interinstitucionales y soporte legal y psicológico ante casos de violencia; y, reparar, vinculando con capacidad de atención pertinente y generando resiliencia en la comunidad para acompañar el proceso de reinserción educativa de las adolescentes violentadas o en situación de embarazo precoz.

    En Ayacucho, el 93% de los docentes han desarrollado sesiones preventivas mediante la revisión de conceptos, casos, actividades y orientaciones sobre cómo actuar frente a los factores de riesgo. En las once escuelas del Programa se ha sensibilizado a 1,211 estudiantes en temas de protección contra todo tipo de violencia, en coordinación con el Centro de Emergencia de la Mujer (CEM) de Cangallo y Fajardo. También se han desarrollado herramientas de protección ante situaciones vulnerables y se han identificado redes de apoyo, personas o entidades que son claves para la protección.

    En Amazonas se han realizado talleres con directivos y docentes promoviendo la importancia de involucrar a todos los actores de la comunidad educativa en la protección. También se informa de la iniciativa «Sácale Tarjeta Roja a la Violencia» y del «teatro ambulante». Además, en Amazonas se ha venido coordinando con la Escuela de Convivencia Escolar de la UGEL Condorcanqui para fortalecer el tema de protocolos de atención a la violencia escolar y hay coordinación con el CEM para contribuir a los talleres de violencia escolar.

    En Piura se promueve y capacita una red de 83 tutores de las escuelas Horizontes para la protección del adolescente. La capacitación incluye 4 módulos sobre factores de riesgo, marco regulatorio para la protección, riesgo en redes sociales, acciones y estrategias para actuar en situaciones de violencia. Además, existe un especialista para atender casos graves a través de visitas domiciliarias y coordinación con instituciones vinculadas al tema (centros de salud, centros comunitarios, DEMUNA, policía, centro de emergencia mujer) para solicitar información o hacer referencias.

    En Cusco se ha brindado orientación y capacitación a tutores, ya que se observaron prejuicios, conceptos estereotipados, sesgos de género entre otros. Ocho escuelas han incorporado los protocolos de atención en situaciones de violencia y riesgo en los planes de tutoría, luego de una revisión y capacitación del personal involucrado.

    Con estas acciones queremos mostrar que es posible tener una escuela secundaria rural que transforma y protege con equidad de género con compromiso, sensibilización y acción. Nuestro reto es que cada escuela en el Perú logre también sumarse a este cambio.

  • A medida que más hombres abandonan el mercado laboral, las mujeres llenan esos puestos

    A medida que más hombres abandonan el mercado laboral, las mujeres llenan esos puestos

    Una mañana normal en casa de los Schnitzler empieza con David y Allison dando de comer a Winston, de 17 meses. Allison, de 33 años, y David, de 32, juegan con el bebé mientras ambos se preparan para ir a trabajar.

    Allison sale por la puerta a su consulta médica familiar y David, vendedor de seguros, empieza su día… como padre en casa.

    «Cuidar de Winston, atender la casa, jugar con él, todo eso es lo primero», explica a CNN.

    El año pasado, los Schnitzler decidieron que David dejaría su trabajo bien pagado para quedarse en casa y cuidar de Winston mientras Allison seguía con su carrera. El temor a que Winston no estuviera vacunado en la guardería y el hecho de que los dos padres trabajaran muchas horas los llevaron a tomar esa decisión. Ambos dicen sentirse afortunados de poder vivir con el sueldo de Allison.

    «Estaba en una especie de punto de inflexión en mi carrera, lo que hizo que la decisión fuera mucho más difícil en ese momento. ¿Voy a tirarlo todo por la borda para cuidar de un bebé? ¿Me va a gustar cuidar de un bebé?», dice David.

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    David Schnitzler con su hijo de 17 meses, Winston. Crédito: CNN

    Resulta que sí le gusta, y dice que los papeles que tienen ahora funcionan. Y eso refleja las nuevas tendencias que se desarrollan tanto para los hombres como para las mujeres en la población activa.

    En los últimos meses, más hombres de entre 30 y 44 años han abandonado la población activa, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales. La tasa de actividad de los hombres de ese grupo de edad es ahora más baja que antes de la pandemia. Por ejemplo, en la franja de edad de David, de 30 a 34 años, los datos del Departamento de Trabajo muestran que el 90,2% de los hombres estaban empleados o buscaban trabajo en febrero de 2020, justo antes de la pandemia. El mes pasado, esa cifra era del 89,8%.

    Aunque hay más hombres que abandonan la población activa para cuidar de sus hijos tras la pandemia, la cifra sigue siendo de un solo dígito, según el economista Richard V. Reeves.

    «Hemos observado un aumento del número de hombres que asumen esas funciones, pero no es ni mucho menos suficiente para explicar este retroceso», afirma Reeves, investigador principal de la Brookings Institution. «Para los economistas es un misterio qué ocurre exactamente con estos hombres. Algunas de las principales teorías son que se están retirando por problemas de discapacidad en muchos casos, problemas de salud mental».

    David Schnitzler dice que a la gente de su comunidad aún le cuesta entender que él sea el cuidador principal de su hijo.

    «No importa si es hombre, mujer, lo que sea, cada uno tiene su sitio. [Allison] tiene una gran capacidad y pasión por su trabajo, y eso es maravilloso. Yo puedo, a mi manera, ayudarla a ser, me gustaría decir, mejor médico», dice Schnitzler.

    ¿Cuál recesión femenina?

    En el punto más alto de la pandemia se perdieron 22 millones de empleos. La cifra total se inclinaba más hacia las mujeres que hacia los hombres, ya que muchas mujeres asumieron funciones de cuidadoras en el hogar cuando las guarderías y las escuelas cerraron durante los confinamientos. Desde entonces, hombres y mujeres han recuperado todos los empleos perdidos.

    Y de los 263.000 puestos de trabajo añadidos a la economía estadounidense el mes pasado, el 61,6% son ocupados por mujeres, según el National Women’s Law Center. En los últimos meses se han incorporado al mercado laboral más mujeres de entre 30 y 44 años, y en mayor porcentaje que antes de la pandemia.

    «Los temores de una ‘recesión femenina’ resultaron en gran medida infundados», dijo Reeves sobre la idea de que la mayoría de las mujeres se verían afectadas negativamente por las pérdidas de empleo relacionadas con la pandemia.

    «Las mujeres vuelven al mercado laboral, y de hecho hemos visto un aumento bastante grande de la proporción de mujeres en puestos directivos y de alta dirección».

    Las mujeres también están ocupando puestos en sectores más comunmente dominados por los hombres, como la construcción. Ava Sedaghat se incorporó al sector de la construcción hace unos dos años como ingeniera de proyectos en Nueva York.

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    Ava Sedaghat, ingeniera de proyectos en Gilbane Building Company. Crédito: CNN

    «Creo que fue muy intimidante porque lo único que sabía del sector de la construcción era que era bastante pesado y dominado por los hombres. Pero cuanto más empecé a trabajar en el sector y conocí más gente, creo que enseguida me di cuenta de que en la construcción hay sitio para todos», afirma Sedaghat.

    Aunque las mujeres solo representan el 14,1% del sector de la construcción, es la cifra más alta registrada, según datos del Departamento de Trabajo.

    Sedaghat trabaja actualmente en la renovación de la Biblioteca de Port Richmond, en Staten Island. Dice que trabaja con mujeres en su oficina de Gilbane Building Company, pero que es la única mujer del proyecto sobre el terreno.

    Vuelta al «trabajo»

    La pandemia cambió la forma en que los estadounidenses quieren trabajar y lo que están dispuestos a hacer por trabajo.

    El trabajo desde casa o los empleos virtuales son ahora más frecuentes que nunca y ya no están asociados a ningún estigma negativo. Y los roles de género en el lugar de trabajo cambian lentamente: ahora se necesitan más hombres en sectores en los que predominan las mujeres, como la enfermería y la enseñanza.

    «Vamos a tener escasez en esos sectores», afirma Reeves. «Así que también necesitamos más gente trabajando en esos sectores. Y no hay suficientes mujeres para resolver los retos del mercado laboral en todas las ocupaciones», añadió Reeves.

    A principios del año que viene, los Schnitzler darán la bienvenida a un nuevo bebé, otro varón. La pareja tiene previsto mantener los roles familiares actuales, pero David no se da por definitivamente retirado del mercado laboral.

    «No voy a decir que estoy fuera de la fuerza de trabajo, 100%, ya sabes, retirado», afirmó. «Pero de momento, queremos darle a nuestro segundo hijo lo mismo que le dimos al primero, y eso es un padre capaz de darles el 100%».

  • Disney reduce las barreras que enfrentan las mujeres en tecnología

    Disney reduce las barreras que enfrentan las mujeres en tecnología

    Si bien hay barreras para las mujeres en distintas disciplinas profesionales, aquellas que se forman en disciplinas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática, por sus siglas en inglés) se enfrentan con muchas cuestiones que las alejan de estudiar y de seguir recorridos en tecnología; es decir, barreras que experimentan no solo antes de elegir una carrera, sino también durante su realización y, posteriormente, en su inserción en el mercado laboral.

    Estas se encuentran descritas en “Un potencial con barreras: la participación de las mujeres en el área de ciencia y tecnología en Argentina”, informe de Chicas en Tecnología, una organización sin fines de lucro cuyo propósito es reducir la brecha de género en tecnología en América Latina. Por eso, advertir cuáles son es un primer paso para comenzar a generar oportunidades que incluyan a todas las personas por igual, sin distinciones. “9 de cada 10 niñas (entre 6 y 8 años) asocian a la ingeniería con afinidades y destrezas masculinas, aunque tanto niños como niñas opinan que las cuatro disciplinas STEM pueden ser desempeñadas tanto por varones como por mujeres”. Este dato se desprende de una investigación realizada en 2017 por la Cátedra Regional UNESCO Mujer Ciencia y Tecnología en América Latina (FLACSO Argentina) con la Asociación Civil Chicos.net y el apoyo de Disney en Latinoamérica.

    Entonces, ¿cuáles son las barreras que impiden su acceso y permanencia? En su informe, Chicas en Tecnología las identifica tanto en la elección y realización de una carrera académica como en el ámbito laboral.

    BARRERAS DE ELECCIÓN Que motivan el desinterés

    Los estereotipos sociales y culturales juegan un rol clave, ya que retratan a los científicos, ingenieros e innovadores como hombres. A su vez, la influencia de la tradición familiar sobre las carreras heredadas y que se consideran convencionales también condiciona las decisiones finales a la hora de elegir.

    Por otro lado, existen factores de socialización, comunicacionales y pedagógicos que contribuyen a que las mujeres subestimen sus propias habilidades para las disciplinas STEM. Y, por último, la escasez de referentes femeninas con roles científicos visibles e influyentes, es decir, la ausencia de modelos a seguir, termina de empañar un panorama que se muestra hostil para las mujeres. “Faltan referentes locales que puedan ser cercanas a las realidades y a los contextos en donde viven las chicas. No porque no existan, sino porque no están visibilizadas, o no tienen los lugares para mostrarse como tienen los hombres con esas características. Es muy importante visibilizarlas porque eso es lo que habilita a que cada vez más jóvenes puedan inspirarse con sus historias y seguir ese tipo de recorridos”, explicó Paula Coto, directora ejecutiva de Chicas en Tecnología.

    BARRERAS EN EL ÁMBITO ACADÉMICO De acceso y finalización

    La cantidad de mujeres inscriptas en carreras STEM es considerablemente menor que la cantidad de hombres. La ausencia de acompañamiento por parte de las redes de pertenencia, que asocian estas disciplinas con lo masculino, es una de las razones de la escasez de alumnas y docentes. En los ámbitos académicos faltan mentoras, además de estrategias institucionales y tutorías que acompañen y retengan a las estudiantes a lo largo de su formación universitaria.

    Para el abordaje cualitativo del informe se realizaron sesiones de grupos focales (focus groups) y entrevistas en profundidad individuales con mujeres referentes en STEM divididas en grupos de edad (mayores y de menores de 35 años). En general, de los testimonios de las mujeres entrevistadas surge que al ser pocas, las estudiantes son fácilmente identificables y, en ocasiones, pueden personalizarse ciertos tratos intimidatorios, reforzando la discriminación y los estereotipos frente al alumnado. Esto podría traducirse en una menor autoconfianza en sus habilidades y logros, a pesar de desempeñarse en los mismos niveles que sus pares del sexo opuesto.

    “En 2020, en América Latina, se necesitaron un millón de profesionales y solo se formaron unos 100.000 en estas áreas. Para 2030, se necesitarán diez millones de profesionales. Pese a la falta, las mujeres y otras diversidades quedan relegadas. Es fundamental incluirlas en este recorrido, y que generen la tecnología en la que construimos nuestro presente y futuro”, expresó Coto.

    BARRERAS EN EL MERCADO LABORAL En el acceso y el progreso profesional

    Si bien están presentes en distintas disciplinas profesionales para el género femenino, estas barreras resultan notorias para las mujeres en los ámbitos de trabajo STEM, en donde su escasa presencia en puestos jerárquicos y roles de liderazgo, el ambiente de trabajo masculinizado, las estructuras sin equilibrio entre la vida personal y profesional, la ausencia de paridad salarial y el doble esfuerzo para ser escuchadas y hacer valer sus intervenciones son solo algunos de los obstáculos más visibles. Además, los juicios de valor sobre el aspecto físico, la desconfianza de los jefes en las capacidades técnicas y las asignaciones no equitativas de las responsabilidades se suman a las barreras que alejan a las mujeres de los puestos laborales en ciencia y tecnología y las llevan a dedicarse a tareas que nada tienen que ver con esas disciplinas.

    POR QUÉ ES IMPORTANTE

    La pluralidad de voces es fundamental en todos los ámbitos y resulta clave en lugares donde se crean y diseñan las soluciones tecnológicas que se utilizan a diario. Limitar las visiones en este campo no permite identificar la totalidad de necesidades presentes en la sociedad. “La importancia de las disciplinas STEM crece a pasos agigantados, el mundo en el que estamos nos pide una intervención urgente”, agregó Carla Arias, líder de Formación y Desarrollo de Chicas en Tecnología.

    Entendiendo la importancia de esta problemática, y en el marco del estreno de PANTERA NEGRA: WAKANDA POR SIEMPRE, Chicas En Tecnología lanzó Potencia tu Futuro con el apoyo de Disney, un programa de 70 becas en programación Full-Stack. Podrán postularse jóvenes que se identifiquen con el género femenino de 16 a 21 años y que vivan en países hispanohablantes de América Latina.

    El programa busca reducir la brecha de género en tecnología en la región y ampliar las oportunidades de las adolescentes para que puedan formar parte del ámbito laboral tecnológico. Las interesadas pueden inscribirse en este link. (https://chicasentecnologia.org/) Aquellas que resulten seleccionadas realizarán una certificación online de 11 meses para formarse en habilidades digitales que les permitirán realizar el desarrollo integral de sitios web. Las capacitaciones incluyen módulos de frontend y backend, y de herramientas y lenguajes como HTML, CSS, Boostrap, Javascript, React.js, JPA y Thymeleaf, entre otros.

  • Paridad de género en el poder judicial garantizaría el derecho de acceso a la justicia

    Paridad de género en el poder judicial garantizaría el derecho de acceso a la justicia

    La paridad de género en el Poder Judicial es cada vez más importante porque este es el garante último de un derecho que involucra a otros que es el de acceso a la justicia; si no tenemos el principio de igualdad aterrizado en la misma composición de dicho poder, no podemos tampoco garantizar el acceso a la justicia, no sólo para las mujeres sino para grupos históricamente discriminados.

    Así lo planteó, Mónica González Contró, directora del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ), quien agregó que se vuelve vital pensar de manera conjunta en cuáles son las mejores fórmulas para lograr la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres, que es finalmente el objetivo último de las acciones de estas políticas.

    Hay que idear, agregó: “una agenda regional, con acciones conjuntas que permitan caminar para tener mayores puestos y poder garantizar y enriquecer la perspectiva de acceso a la justicia. Es una agenda necesaria, enriquecer con la mirada de las mujeres el acceso a la justicia en todos los países de América Latina”.

    Al intervenir en la Mesa de análisis “Paridad de Género en el Poder Judicial: hacia una agenda regional”, moderada por María Elisa Franco Martín del Campo, investigadora del IIJ, González Contró, señaló que aun cuando se ha visto que las cuotas son la única herramienta que ha funcionado realmente para que haya una igualdad en el acceso a los puestos de decisión pública, “tenemos que seguir cambiando todas las estructuras sociales”.

    “Modificar las percepciones culturales que impiden que esto se dé de una manera espontánea, sin que haya la necesidad de seguir estableciendo cuotas para alcanzar esa paridad”, destacó.

    Feminizar lo público

    Alejandra Mora Mora, secretaria ejecutiva de la Comisión Interamericana de Mujeres de la Organización de los Estados Americanos (OEA), indicó que América Latina es la región con más mujeres parlamentarias de todo el mundo: sin embargo, nos obliga a mirar qué es lo que ocurre en los puestos de designación, no sólo de representación.

    “Hay que feminizar el mundo de lo público. Si las mujeres somos la mitad de la población, tenemos que estar representadas, ya no es un tema de cuota, sino de distribución y de justicia distributiva. Una composición diversa otorga a las decisiones un carácter de integralidad, que es imposible de manejar cuando hay sólo una mirada. Es un tema estructural de la sociedad, no exclusivo de las mujeres”, explicó.

    Informó que según cifras de la instancia que preside, Europa tiene una media de participación de 54 por ciento de mujeres en los poderes judiciales, América cuenta con 51 por ciento en las judicaturas, no obstante, la media en los espacios de decisión de los poderes judiciales en la región es de 27.5 por ciento.

    “Los países que están por debajo de este promedio son Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Panamá, República Dominicana, Perú; pero hay otros que se encuentran entre 30 y 40 por ciento como Chile, Salvador, Honduras y México; y entre 40 y 50 por ciento están Guatemala y Uruguay, Ecuador está sobre la paridad, y naciones como Surinam, Jamaica y Barbados alcanzan más de 68 por ciento”, detalló.

    En su oportunidad, Diego García-Sayán, relator especial sobre la Independencia de Magistrados y Abogados de Naciones Unidas expuso algunos de los puntos que se han formulado al interior de dicho organismo global para alcanzar la paridad en al ámbito judicial.

    Algunas recomendaciones consisten en implementar el sistema de cuotas de género, pero como un mecanismo transitorio, que permita acelerar dicho proceso, fijarse además el año 2030 para que al menos 50 % de las altas cortes de justicia estén integradas por mujeres.

  • No, no eres una mujer «tóxica»; eres merecedora de plenitud y amor

    No, no eres una mujer «tóxica»; eres merecedora de plenitud y amor

    En redes nos encontramos con centenares de imágenes que señalan a la mujer con el adjetivo “tóxica”; “mujeres tóxicas” que son objeto de burlas e incluso, como un término que excusa para violentar emocionalmente; ¿de verdad vas a empezar de tóxica?, sí, porque una mujer que traza límites y demanda un trato con responsabilidad afectiva no debe ser motivo de recriminación.

    De acuerdo a la red de psicólogas en relaciones y autoestima Encarni Romero, estos son cinco puntos que te recordarán que no eres una mujer tóxica, sino funcional.

    No eres tóxica cuando…

    Pides reciprocidad

    Cuando pensamos en la reciprocidad en nuestras relaciones, podemos definirlo como la solidaridad, el cuidado, la empatía, la correspondencia, el respeto y la atención. De acuerdo a la psicóloga Maria José González, la reciprocidad se expresa cuando una pareja decide construir un proyecto en común que fomente la correspondencia y el respeto, sin embargo, cuando entregamos más de lo que recibimos, se origina el desequilibro

    Expresas y antepones tus necesidades

    Cuando comunicas tus anhelos, deseos y expectativas y la otra persona no responde con empatía y respeto, son señales que nos habla de una situación de violencia emocional, aunque para la psicoterapeuta Carla Morales, más que una señal, hay que aprender a entenderlo como actos a consciencia que hace nuestra pareja porque él así lo desea.

    Cuando una mujer decide anteponer sus necesidades emocionales y romper un vínculo que no cumple con las expectativas, surgen diferentes adjetivos que intentan señalarla como una mala mujer, aquella que es chantajista y que se vuelve tóxica por expresar lo que desea y espera de su relación.

    De acuerdo al artículo, “La construcción de la feminidad: la mujer como sujeto de la historia y de deseo”, la mujer desde siempre, se ha convertido en un listado estereotipado para complacer y satisfacer al hombre, sin embargo, cuando ésta decide cambiar este concepto que dicta su comportamiento será objeto de recriminaciones.

    No eres “tóxica” cuando te priorizas; eres una mujer que ha aprendido a vivirse y que es merecedora de plenitud y amor.

    Pones límites

    Las mujeres que deciden poner límites y decir “no” ante la pareja, es una situación que rompe con el estereotipo de la mujer complaciente, por lo que es común que sea considerada una pésima, manipuladora y “tóxica” mujer, sin embargo, poner el acto de decir lo que no deseamos es una acción de amor propio y auto cuidado.

    Para la especialista en sexualidad y reencuentro, Carla Morales cuando la pareja desvaloriza tus emociones y no respeta tu individualidad, lo mejor es acompañarse de una red de apoyo y soltar este vinculo.

    Asimismo, la especialista señala que los límites con nuestra pareja se convierte en una parte beneficiosa sobre cómo nos relacionamos con nuestra pareja y evitará situaciones de violencia emocional; “esto que haces no me agrada, ¿podemos llegar a un acuerdo?”

    “El amor, bajo ninguna circunstancia debe ser un acto de sacrificio y si vamos a ceder, es porque nosotros lo decidimos y no porque sea demandado. Priorizar nuestras emociones y establecer limites es reconocer nuestras necesidades”, indica  la psicoterapeuta feminista Carla Morales.

    Pides explicaciones cuando esa persona es incongruente en sus acciones  y te lastima

    Tratar a una mujer de “tóxica” y de “loca” es algo inculcado en todas las culturas, remueve el poder de las mujeres y facilita que el abusador esté en una posición jerárquica superior, indica Constanza del Rosario para la Tercera.

    Pedir explicaciones y respeto cuando tu pareja es ambivalente puede ser un acto que, socialmente, siempre hace quedar mal a la mujer; la “mujer histérica pierde la noción de la realidad”, comenta Constanza, sin embargo, recuerda que la comunicación con tu pareja es importante y si esa persona desvaloriza tus emociones, lo mejor es planearse romper con el vínculo.

    Recuerda que hablar con tu pareja y señalar las cosas que te desagradan es parte del proceso de validarse, reconocerse y aceptarse.

    Hablas de lo que te hace daño

    Cuando comunicas a tu pareja alguna situación o acción que te lastima, y éste considera que estás exagerando e incluso, en un intento de gas light intenta hacerte ver que no es para tanto y que tu comportamiento es propio de una mujer “tóxica”.

    “¿De nuevo imaginando cosas?, ya te expliqué”

    Con esa frase que todxs hemos escuchado, Ariel Leve nos habla sobre esa violencia que nos hace creer que hemos perdido la razón; “sentir que están negando lo que has visto con tus propios ojos y que te nieguen una experiencia que has tenido es horrible”, comenta Ariel.

    El patriarcado nos ha marcado a las mujeres como personas emocionales y fuera de toda irracionalidad; nos dejamos llevar, somos un mar de sentimientos, mientras que los hombres, siempre son individuos racionales, indica la especialista Constanza del Rosario para el medio La Tercera.

    Al igual que este término que intenta generar gaslight en las relaciones de millones de mujeres, también surgen decenas de otros adjetivos en redes que estigmatizan y ridiculizan; “mamá luchona”, “las morras básicas”, “la morra castrosa”, “la tóxica”, “la AW” (attention wh*re)”, “la morra feminazi”, “la morra sin papá”, todas, formas de violencia que como menciona Judith Butler en «Le pouvoir des mots», cuando el lenguaje nace con la intención de denominar a alguien, designarlo y asociarle una categoría para estigmatizarle / agredir, es perpetuar un lenguaje violento que tarde o temprano, se volverá acción.

  • La Barra Feminista que sueña con un fútbol equitativo en México

    La Barra Feminista que sueña con un fútbol equitativo en México

    “Que las vengan a ver, que las vengan a ver, estas son las mujeres que hacen el fútbol que yo soñé”. El cántico, que para muchos suena fuera de lugar en un estadio, es una de las consignas que corean a todo pulmón las integrantes de la Barra Feminista MX. Este grupo de fanáticas busca apoyar al deporte femenil, dentro y fuera de la cancha, creando espacios seguros para festejar.

    La barra surgió en 2019, con el Mundial Femenil de Francia, cuando varias chicas comenzaron a conectarse para intercambiar estampas del álbum conmemorativo de la Copa. Las integrantes se comunican a través de redes sociales, organizan partidos y participan en protestas.

    La primera vez que se reunieron para apoyar a un equipo fue cuando a la selección femenil de Pumas se le permitió jugar en el estadio Universitario, como parte de la celebración del Día de la Mujer. La Barra Feminista busca denunciar este tipo de demeritación sistemática que existe en el fútbol femenil. A las jugadoras, señalan, se les obliga a jugar en estadios secundarios, sin las condiciones adecuadas, con una paga menor e incluso una marcada diferenciación en el precio de las entradas a los partidos importantes, que puede ser desde 13 pesos comparados con 300 o 500 pesos de un boleto de la semifinal masculina.

    Actualmente hay alrededor de 350 miembros activos en el núcleo principal del grupo y casi 3.000 personas que las siguen en varias cédulas del país. Lejos de la percepción de violencia que rodea a las barras, las integrantes de la Barra Feminista buscan imaginar un futuro más equitativo en el deporte que por excelencia se considera “para hombres”.