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  • Parir o abortar en Tijuana: el derecho a decidir de las mujeres migrantes

    Parir o abortar en Tijuana: el derecho a decidir de las mujeres migrantes

    Ailyn sale con un listado en la mano y alzando la voz pregunta: “¿Julissa?”. Cerca de la puerta de la clínica hay decenas de mujeres y algunos niños esperando su turno. Al escuchar su nombre, Marlen Julissa emerge entre todos ellos. Su cabello tiene reflejos de color castaño en las puntas y lleva una tripa de embarazada de siete meses. Se levanta con la fuerza de alguien que va a ser madre dentro de poco y cruza la puerta detrás de Ailyn.

    —¿El café no te ha dado acidez?— pregunta la partera Ailyn.

    —De momento no— responde Julissa acariciándose la barriga.

    Julissa es hondureña y hace tres meses que llegó a Tijuana, una ciudad fronteriza en la esquina noroeste de México, que empieza —o termina— al otro lado de un largo muro, que probablemente es uno de los más fotografiados del mundo y que separa a México de Estados Unidos. Cuenta que se embarazó en el Estado de Chiapas, ubicado en la frontera con Guatemala.

    Ailyn continúa rellenando el formulario clínico con los datos de Julissa. Le pregunta qué come o si se le hinchan las extremidades.

    Junto a ambas se coloca otra de las parteras. Se llama Maritere y ahora atiende a una mujer con 28 semanas de gestación que ha llegado con un dolor en el pecho. Ylouseda, la mujer embarazada, es de Haití y habla criollo. Partera y paciente se comunican a través de una traductora. “Va a ser niño”, le dice Maritere, y le entrega una bolsa con hierbas de árnica para calmar el malestar y un pequeño papel cuadrado con la fecha de su próxima cita.

    En México, cada día, más de 1.000 adolescentes de entre 12 y 19 años se convierten en madres sin planearlo o desearlo

    En el piso de arriba del mismo edificio, justo encima de esa planta baja que ocupa la clínica donde se encuentran Aylin, Maritere, Ylouseda y Julissa, se extiende una tela con los colores del aborto legal y el feminismo: mitad verde y mitad morada. La está pintando la activista y “acompañanta” Crystal, que se prepara para la manifestación del 28 de septiembre, el Día de Acción Global por un aborto legal y seguro. Es una persona que acompaña, desde el cuidado, a las mujeres durante la interrupción del embarazo, con el objetivo de que este sea seguro, libre y cuenten con una red de apoyo. Las acompañantas y las parteras trabajan de forma complementaria. Las primeras atienden a las mujeres, la mayoría migrantes, y cuando alguna de ellas quiere abortar, derivan el caso a las segundas y ellas se encargan de continuar el proceso.

    Crystal, la activista de la agrupación Bloodys, pinta una pancarta por el Día de Acción Global por un aborto legal y seguro, en Tijuana, México.
    Crystal, la activista de la agrupación Bloodys, pinta una pancarta por el Día de Acción Global por un aborto legal y seguro, en Tijuana, México.MAHE ELIPE

    Crystal pertenece a las Bloodys, una agrupación de “acompañantas” de Tijuana, que se creó hace seis años y que se dedica a informar y ayudar —de manera presencial o virtual— a mujeres que quieren realizar un aborto médico, algo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define como un método seguro. Dentro de México y a veces en Estados Unidos, estas activistas también entregan o envían el medicamento que se necesita para interrumpir el embarazo.

    Las acompañantas ofrecen información sobre el aborto y el apoyo que pueden prestar, así como indicaciones sobre cómo acceder al misoprostol —el medicamento para abortar— y cómo utilizarlo. “Si queremos sociedades deseadas, necesitamos hijas e hijos deseados”, zanja Crystal. En México, cada día, más de mil adolescentes de entre 12 y 19 años se convierten en madres sin planearlo o desearlo, según una investigación de 2022 del Colegio de México. Al mes, las Bloodys atienden a entre 200 y 300 mujeres que quieren abortar.

    La primera zona de México que despenalizó el aborto hasta las 12 semanas de gestación fue la capital, Ciudad de México, en 2007. Los datos del Gobierno de la Ciudad de México dicen que desde aquel 2007, en la capital se han realizado un total de casi 253.000 Interrupciones Legales del Embarazo (ILE). Pero tuvieron que pasar 14 años hasta que la Corte Suprema del país fallase también a favor de la legalización, en 2021. Aun así, la legislación varía en cada Estado y todavía hay muchos lugares donde la interrupción del embarazo es muy restringida. Está permitido en todo el país si es producto de una violación, pero el aborto libre solo existe en Baja California —el Estado donde se sitúa Tijuana— y en cinco Estados más.

    Algunas se enteran de que están gestando después de una violación o tenemos que darles la noticia de que tienen VIH positivo

    Ximena Rojas, partera

    Esa atención a mujeres migrantes empezó con Ximena Rojas en 2016, en Tijuana, durante un repunte de las cifras de personas que se acercaban a la frontera con el sueño de cruzar a Estados Unidos. “Yo lo único que pude hacer fue traer mi maleta de partera y con las que estaban embarazadas preguntarles si podíamos escuchar a su bebé y ahí mismo, en mi coche, hacía algunas consultas”, cuenta Rojas. Recuerda que luego las consultas pasaron a ser en los albergues para migrantes o incluso en las calles, en tiendas improvisadas, hasta que llegó un momento en que llegó a atender a más de 40 personas al día.

    Con el paso de los meses se fueron uniendo más personas con otros perfiles profesionales, hasta que fundaron Refugee Health Alliance, una organización sin ánimo de lucro que ofrece atención médica a las personas que llegan a esa frontera entre México y Estados Unidos. “Desafortunadamente, muchas de las usuarias que vienen a nuestros servicios han sido asaltadas sexualmente durante la migración. Incluso hay casos de trata. Cuando llegan con nosotras, les hacemos exámenes de laboratorio, ultrasonido, pruebas de embarazo. Algunas se enteran de que están gestando después de la violación sexual o tenemos que darles la noticia de que tienen VIH positivo”, lamenta la partera.

    Un grupo de activistas del grupo de acompañantas de Tijuana, las Bloodys, extienden una pancarta por el Día de Acción Global por un aborto legal y seguro, en Tijuana, México.
    Un grupo de activistas del grupo de acompañantas de Tijuana, las Bloodys, extienden una pancarta por el Día de Acción Global por un aborto legal y seguro, en Tijuana, México.MAHE ELIPE

    Llega el día de la manifestación por un aborto legal y seguro y Karen, una de las parteras, coge el micro: “Estamos acompañándonos mujeres a mujeres desde tiempos inmemorables. Es muy importante estar visibilizando que parir y abortar es parte de la vida de las mujeres y es necesario dejar de juzgarnos”. Son más de las cuatro de la tarde y en Tijuana hace un calor intenso. La manifestación se concentra en un trozo de césped, a pocos metros de donde los peatones hacen cola para cruzar por la garita a Estados Unidos.

    Muchas de las usuarias que vienen a nuestros servicios han sido asaltadas sexualmente durante la migración. Incluso hay casos de trata

    Ximena Rojas, partera

    Parteras y acompañantas ahora se unen para visibilizar la importancia del acceso a un sistema de educación sexual basado en las redes de cuidado y en el respeto a la autonomía de las mujeres. “Somos una ciudad donde parteras y acompañantas hemos estado supliendo los accesos a la sexualidad, a una vida de información, libre de violencia institucional y libre de violencia hacia las mujeres”, exclama Crystal durante la manifestación por el aborto legal y seguro.

    “En este lugar”, continúa Crystal, “estamos pensando en todas esas mujeres que han hecho camino antes que nosotras, décadas atrás, desde Baja California Sur hasta California. California es uno de los Estados más accesibles en temas de aborto. Baja California —el Estado donde se sitúa Tijuana— acaba de despenalizarlo el año pasado y Baja California Sur recientemente. Es algo histórico que nos está sucediendo en la región”.

  • 2022: el más violento para mujeres defensoras y periodistas en 10 años

    2022: el más violento para mujeres defensoras y periodistas en 10 años

    El 2022 ha sido el año más violento para defensoras de derechos humanos y mujeres periodistas en los últimos 10 años, advirtió la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México (RNDDHM).

    De acuerdo con la organización, durante los primeros seis meses del año se registraron el mayor número de casos de asesinatos contra este sector debido a la labor que realizan, con un registro de 14 feminicidios y 2 transfeminicidios. Asimismo, contabilizó que en este año se ha cuadriplicado este tipo de agresiones letales en comparación con 2021, al pasar de 4 a 16 casos.

    Desde 2020, se han reportado 29 feminicidios, de los cuales 4 fueron de periodistas y 25 de defensoras, siendo estas últimas las que reportan el mayor número de víctimas de violencia feminicida.

    “Todos nos quedamos más pobres cuando una defensora es atacada”, subrayó Ricardo Neves, de la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH).

    Solo en 2022 se tiene registro el feminicidio de cinco mujeres buscadoras. Los estados donde han ocurrido la mayor cantidad de este tipo de ataques letales son Guanajuato, Sonora, Veracruz y Sinaloa.

    Por su parte, las defensoras del derecho a la tierra sufren agresiones principalmente en Oaxaca, Puebla, Querétaro, Baja California, Nayarit y Jalisco.

    “Han sido asesinadas principalmente por defender el derecho a la verdad, justicia y reparación, el derecho a la diversidad sexual, seguido del derecho de las mujeres a una vida libre de violencia”, concluye la investigación.

    El informe también detalla que solo en 2020 sucedieron mil 701 agresiones contra 392 mujeres periodistas y defensoras. En dicho año, ocurrieron 5 feminicidios y 4 transfeminicidios, así como 6 intentos de cometer estos crímenes. A estos se suman 89 casos de detenciones arbitrarias.

    A su vez, en 2021 ocurrieron mil 574 ataques contra 373 mujeres de estos grupos, de los cuales 3 fueron feminicidios, 1 fue transfeminicidio y hubieron 107 detenciones arbitrarias.

    En el primer semestre de este año se registraron mil 318 violencias contra 296 defensoras y periodistas. Al corte del 28 de noviembre, se habían contabilizado 14 feminicidios y 2 transfeminicidios y un intento de cada uno. Además, han habido 53 detenciones arbitrarias.

    Tanto en este año como en 2021, los principales agresores han sido autoridades federales, estatales o municipales. En 2022, el segundo lugar lo ocupan los policías de los tres niveles. En 2020, el 42% de las agresiones estaban representadas por el Estado, incluyendo autoridades públicas, policías y fuerzas armadas. Para 2021, la cifra equivalió al 34%.

    “Son las autoridades públicas de los distintos niveles de gobierno quienes encabezan a lista de los perpetradores, lo que representa un margen preocupante de impunidad ante la falta imparcialidad y complicidades institucionales en la investigación y sanción a los responsables”, advirtió Sandra Torres, miembro de la RNDDHM, durante la presentación del informe.

    La Red también señala que el 26% de las víctimas en 2021 contaban medidas de protección, mientras que en el 2020 el 17% las tenía.

    Ricardo Neves, de la ONU-DH, recalcó durante la presentación de los datos, que uno de cada cuatro mujeres atacadas estaban bajo un programa de protección.

    Aurora de la Riva, miembro de la RNDDHM, reiteró que el Estado no está brindando las herramientas de protección suficientes.

    Ante este este contexto, demandaron al Estado Mexicano que garantice las condiciones para el ejercicio del derecho a defender derechos humanos y que cesen las agresiones contra este grupo por su labor. Asimismo hicieron un llamado a organismos internacionales, organizaciones de la sociedad civil y movimientos sociales a que se sumen a la exigencia para detener dichas ataques.

  • Información sobre embarazos y anticonceptivos se enfoca a grupos vulnerables

    Información sobre embarazos y anticonceptivos se enfoca a grupos vulnerables

    Ante una alta tasa de embarazos en adolescentes que llevan a México a ocupar el primer lugar en América, la industria farmacéutica, en conjunto con el sector público de salud, busca revertir lo que es, pese a su gratuidad, la baja utilización de métodos anticonceptivos para mujeres, sobre todo en grupos vulnerables.

    Mercedes Álvarez, especialista del área de salud femenina de Bayer de México, expuso que anualmente a nivel mundial hay más de 193 millones de embarazos, pero se estima que más de 85 millones no son planeados.

    Destacó que en América, México ocupa el primer lugar en embarazos en adolescentes, mientras que sólo 11 de cada 100 mujeres tienen un anticonceptivo adecuado o están utilizando un método.

    Foto Bayer.

    “Muchos de estos embarazos no planeados, también son no deseados y esto incrementa tanto la carga emocional para la paciente que está cursando el embarazo que no planeó, como para el sistema de salud es un costo en el control prenatal. Si tienen un mal control prenatal tienden a complicarse más y suma el aumento de gasto”, dijo.

    Irma Garcidueñas, gerente de producto de anticoncepciones de larga duración en Bayer, comentó que a través de capacitación a médicos, enfermeras del sector público y parteras, difunde información y características de los métodos de anticoncepción que existen en el mercado mexicano —sin enfocarse en los elaborados por la firma—.

    Relató que el personal médico hace pláticas sobre salud sexual femenina y planeación que llaman consejería anticonceptiva, en la que el encargado junto con la paciente eligen el método más adecuado, pues se consideran su características físicas, de salud y estilo de vida.

    “Lo que queremos encontrar es un anticonceptivo adecuado para la mujer adecuada, si esto se logra entonces vamos a tener una mayor adopción y un descenso en los embarazos no planeados, impactando positivamente en la salud reproductiva de las mujeres”, dijo Álvarez.

    “Cuando tu haces esa consejería y das el abanico de métodos, la mujer se siente mucho más segura, mucho más informada y puede elegir, la empoderas y rompes este círculo de pobreza que empieza muchas veces en la adolescencia con el embarazo”, comentó Garcidueñas.

    Foto Bayer.

    En la tarea de Bayer de México por difundir los métodos, que no son coercitivos y son gratuitos en las clínicas del sector público y otras instituciones, Álvarez apuntó que el programa se enfoca a grupos vulnerables como las adolescentes, en particular de escasos recursos, así como mujeres indígenas.

    Para atender a esta última población y hacer comprensible la información, se han hecho traducciones de las consejerías al rarámuri para la Sierra Tarahumara en Chihuahua; totonaca para Puebla y Veracruz; náhuatl en Puebla y Veracruz; huichol para Jalisco, Nayarit y Michoacán; purépecha para Michoacán; mayo para Sonora y Sinaloa; otomí Guanajuato y estado de México; zapoteco para Oaxaca; tzeltal en Chiapas; maya en Yucatán; y tzotzil en Chiapas.

    Ambas comentaron que esta estrategia con mujeres indígenas ha tenido éxito, al romper con la barrera de lenguaje y cultural, pues la demanda de solicitud de métodos se ha incrementado.

    Álvarez destacó que existen anticonceptivos altamente efectivos que funcionan por cinco años, con menos efectos secundarios porque son de acción prolongada, como es el caso del implante subdérmico o el diu hormonal.

    Insistió en que las pacientes de 10 a los 19 años de edad pueden acceder a los métodos de manera gratuita en las clínicas de planificación familiar.

  • El ABC del género de Mariana Gabarrot para reconocer y aceptar las diferencias

    El ABC del género de Mariana Gabarrot para reconocer y aceptar las diferencias

    Para Mariana Gabarrot, antropóloga social, hablar de género es un diálogo en el que todas y todos tienen una opinión arraigada y cánones que determinan estándares de qué es lo masculino y femenino.

    Sin embargo, que al día de hoy se puedan discutir ha sido gracias a la lucha del feminismo, movimiento que ha permitido que estén en la palestra pública, pues son temas que han existido siempre, pero no se discutían.

    “Hay dos parteaguas en los temas de género y en cómo los abordamos, el primero la crisis de feminicidio, el cual hacen visible las compañeras feministas de Ciudad Juárez. También creo que después del #MeToo se abrió el debate”, precisa Gabarrot.

    En entrevista, la socióloga, quien presenta el libro El ABC del género (Lumen), indica que las feministas han trabajado desde hace muchos años para visibilizar estos temas tan importantes que permean en la vida cotidiana.

    La intención de escribir este texto es abordar, desde el diálogo, sobre el sexo y el género; el machismo y la cultura patriarcal, así como la diversidad, identidad y de los feminicidios.

    “No es que tengamos que estar todos de acuerdo, pero podemos establecer lenguajes comunes. No sólo es proponer, sino también de escuchar colectivas, convivencias con el movimiento feminista y las nuevas generaciones. Las que ya llevamos más años podemos ayudar en la militancia y reflexión, pues creo es muy importante cruzar esa brecha generacional”.

    “Las pioneras nos dieron el voto, el acceso a los anticonceptivos; pero ahora las jóvenes tienen otra agenda, contra la violencia y buscando a las desaparecidas”

    Mariana GabarrotSocióloga

     

    “Tenemos que buscar esos puntos de encuentro, por eso hice esfuerzo con el texto, no resuelve las preguntas, propone cómo plantearlas para que podamos discutir. No hablamos de naturaleza contra sociedad, sino de cómo se construyen los roles sociales, mostrar cómo la estructura patriarcal está en todas partes y eso hace que vivamos los roles de género”, aclara.

    Mariana Gabarrot y la construcción del género

    Para la también investigadora de la Escuela de Humanidades y Educación, del Tec de Monterrey, los estereotipos de lo femenino y masculino se han construido históricamente a lo largo de los años. Sobre todo, persiste la noción de una masculinidad hegemónica que continúa detentando la mayor parte del poder.

    “Lo peor es que seguimos reproduciendo e imponiendo esto a las nuevas generaciones; influye el cómo te vistas o de cómo se articulan las desigualdades de género en el ambiente laboral. La intención, es decir ‘esto es desigualdad’ y las vivimos todo el tiempo, en lo cotidiano, y tiene distintas manifestaciones”, expresa Gabarrot.

    Para ello, la socióloga retoma en uno de los capítulos el violentómetro que realizó la investigadora del IPN, Martha Alicia Tronco Rosas, pues, a decir de Mariana Gabarrot, es el mismo mecanismo de desigualdad que opera en la brecha salarial y que opera en el feminicidio.

    “En la medida que vayamos deconstruyendo estas casillas toda la sociedad irá cambiando. No se trata de decir que con esto vamos a terminar la violencia de género, pero sí, quizá, empezaremos a desmontarla y aminorarla desde muchos frentes”, comenta.

    Asimismo, dedica un apartado sobre cómo también las masculinidades son una forma de violencia de género, porque hay un mandato que viene históricamente de asignarle a los hombres el rol de la defensa de la nación.

    “La sociedad machista les exige que ejerzan violencia, hace que sean carne de cañón de las guerras. No se trata de un concurso macabro de haber quién muere más, sino de entender cómo la violencia se articula de diferente manera dependiendo del género y cómo vivimos esas violencias”, concluye.

  • Annie Ernaux laureada con el prestigioso Premio de Literatura: El Nobel es una institución «para los hombres»

    Annie Ernaux laureada con el prestigioso Premio de Literatura: El Nobel es una institución «para los hombres»

    El Nobel es una institución «para los hombres», dijo la laureada francesa del prestigioso premio de literatura, Annie Ernaux, en entrevista.

    «Eso se ve en el gusto por una tradición, la de los trajes. Me parece que el apego a las tradiciones es tal vez más masculino, en el fondo se transmite el poder de esa forma», dijo la escritora de 82 años que recibe el sábado su premio en Estocolmo.

    Coronada por «el valor y la agudeza clínica» de su obra en gran parte autobiográfica, Annie Ernaux, es la decimoséptima mujer que gana un Nobel en esta categoría desde la fundación de los famosos premios en 1901.

    «La palabra ha estado monopolizada casi siempre por hombres y noté que las mujeres son menos prolijas en sus discursos que los hombres, cuando se sabe bien que ellas son más prácticas», señaló.

    Según la octogenaria, «es duro decirlo, pero pienso que sí», los premios Nobel deben cambiar.

    Para desempolvar la institución «¿se podría imaginar que haya menos menos fastuosidad, menos faldas largas y fracs?», sugirió Ernaux sonriendo, en referencia a la fastuosa ceremonia de entrega del premio seguida por un banquete de gala.

    Desde que llegó a Estocolmo, se ha visto confrontada a «la solemnidad, la fastuosidad del premio», y se ha dado cuenta de «la magnitud y el papel» que implica, cuando asegura que «verdaderamente no tiene ningún deseo de distinción».

    Sin embargo, esta figura del feminismo comprometido a izquierda quiere dedicar su premio «a todos los que sufren (…) y a todos los que luchan y no son reconocidos».

    La recompensa reforzó su deseo de escribir. Pero espera «seguir escribiendo y al mismo tiempo disfrutar de su vejez».

    «Pienso que es una edad donde se puede reflexionar sobre muchas cosas y para mi eso quiere decir escribir también», concluyó.

  • Existe un largo trecho hacia la igualdad salarial; hay más varones en el campo laboral

    Existe un largo trecho hacia la igualdad salarial; hay más varones en el campo laboral

    Cada 18 de septiembre se conmemora el Día Internacional por la Igualdad Salarial, con el propósito de lograr que en el ámbito laboral se dé una remuneración igual entre mujeres y hombres. De acuerdo con la Coalición Internacional para la Igualdad Salarial, a nivel mundial la brecha de ingresos entre mujeres y hombres es de 20% mayor para ellos.

    ELLAS PARTICIPAN MENOS EN EL MERCADO LABORAL

    La primera gran diferencia que es importante hacer notar en el contexto mexicano, es que las mujeres participan en mucho menor medida del mercado laboral en nuestro país. En efecto, de acuerdo con los tabulados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, en el segundo trimestre de 2022 había 46.63 millones de hombres mayores de 15 años, y de ellos, 35.67 millones formaban parte de la Población Económicamente Activa (PEA), es decir, el 76.49% del total; por el contrario, en el mismo periodo había 52.42 millones de mujeres mayores de 15 años, entre quienes 23.65 millones formaban parte de la PEA, es decir, únicamente el 45.11% del total señalado.

    DIFERENCIAS EN LAS POSICIONES LABORALES

    Al comparar los porcentajes de población ocupada, de acuerdo con la posición en la ocupación lo que se encuentra en primer término es que el 68.6% de los hombres y el 67.8% de las mujeres son trabajadores subordinados y remunerados. Asimismo, destaca que el 4.1% de los hombres tiene percepciones no salariales, mientras que entre las mujeres es el 1.8 por ciento.

    Otra diferencia notable se encuentra en los porcentajes de empleadores, pues el 6.7% de ellos se ubican en esa categoría, mientras que entre las mujeres el porcentaje es de únicamente 2.9%. En el rubro de “trabajadores por cuenta propia”, el porcentaje de las mujeres es ligeramente superior, con 23.3%, mientras que entre ellos es de 22.1 por ciento.

    Por último, el otro indicador que debe destacarse es que, entre los hombres que son trabajadores sin remuneración el porcentaje es de 2.6%, entre las mujeres es de 6% del total de quienes están en la PEA.

    EL TRABAJO INFORMAL

    De acuerdo con los indicadores de género de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, en el segundo trimestre de 2022 la tasa de ocupación en el sector informal fue de 28.22% para los hombres y de 29.37% para las mujeres. Sin embargo, estos porcentajes varían, de acuerdo con el grupo de edad de que se trata, registrándose la tasa más alta en el grupo de 60 años y más, pues mientras que en los hombres la tasa señalada se ubicó en 32.1%, entre las mujeres llega a 50.15 por ciento.

    LAS BRECHAS DE INGRESOS

    De acuerdo con el Inegi, el promedio de ingresos por hora trabajada en el país es de 49.04 pesos por persona. Para los hombres es de 49.34 y para las mujeres, de 48.57. Sin embargo, las diferencias fluctúan de manera muy relevante dependiendo del área donde trabajan. Por ejemplo, entre profesionistas, técnicos y trabajadores del arte, el ingreso es de 93.8 para los hombres y de 81.6 para las mujeres. En él área de educación 98.3 para ellos y 91.4 para ellas; entre funcionarios y directivos del sector público, privado y social, 124.39 para ellos y 117.97 para ellas; mientras que entre oficinistas la diferencia es de 56.2 pesos por hora para ellos y de 52.69 para ellas.

    ENORMES DESVENTAJAS

    Los datos sobre el empleo y las posibilidades de participación económica siguen siendo más favorables para los hombres frente a las posibilidades que tienen las mujeres. Sólo en el rubro de las personas asalariadas y en el de los trabajadores por cuenta propia, hay mayor porcentaje de mujeres ocupadas, respecto de la PEA, que entre los hombres. Sin embargo, en el rubro de empleadores y trabajadores no remunerados, se observan las diferencias existentes entre ambos sexos.

    Fuente: Elaboración propia con base en los tabulados de género de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, II trimestre de 2022, www.inegi.org.mx

    EN TODOS LOS RUBROS

    Los datos disponibles al segundo trimestre de 2022 muestran que en prácticamente todos los sectores de la ocupación laboral en México las mujeres perciben menos ingresos. Sólo en el ámbito de las y los trabajadores en servicios personales y en el de conductores, ayudantes de conductores y maquinaria móvil y de transportes obtienen ingresos ligeramente mayores a los de sus contrapartes masculinas. Lo mismo ocurre en el ámbito rural, donde tanto hombres como mujeres obtienen la menor cantidad de dinero por hora trabajada, con sólo 31.2 pesos.

    Fuente: Elaboración propia con base en los tabulados de género de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, II trimestre de 2022, www.inegi.org.mx

     

  • Mujeres, protagonistas frente al crecimiento empresarial sostenible

    Mujeres, protagonistas frente al crecimiento empresarial sostenible

    Actualmente en México somos más de 64 millones de mujeres, que tras años de reinvención, transformación, esfuerzo, lucha y perseverancia, hemos logrado formar más del 40% de la fuerza laboral activa en el país; contamos con el derecho al voto, a la educación y la libertad de nuestros cuerpos, y poco a poco, de nuestra voz. Y si bien hemos logrado mucho, aún no estamos ni cerca de haber terminado nuestro objetivo.

    Sabemos que en el mundo existen diversas causas que necesitan atención y trabajo para lograr panoramas justos y equitativos y, sin duda, uno de los que más ha cobrado fuerza, debido a la importancia del tema, es la sostenibilidad empresarial.

    Tras más de una década viendo cómo las necesidades ambientales habían sido ignoradas hasta llegar a un punto de quiebre, el día de hoy podemos decir que han tomado el lugar que les corresponde como EL PILAR ESTRUCTURAL, donde yace el futuro como sociedad.

    Finalmente estamos atravesando una época de revolución y cambio donde academia, gobierno y empresas han comenzado a reconocer y crear conciencia de que la sostenibilidad, la equidad de género y sobre todo el cambio de mentalidad es indispensable para impulsar negocios que perduren con el tiempo.

    Para entender cuál es nuestro papel como mujeres en esta reestructuración, debemos saber que el sistema económico que conocemos fue diseñado bajo tres principios: el poder, la competencia y el crecimiento sin desarrollo ni planeación. Hoy en día sabemos que lo que se había planteado no funcionó, y por ello nos hemos visto en la necesidad de crear nuevas propuestas y acciones.

    La sostenibilidad no solo es un tema de conciencia ambiental, también implica equidad de género y participación equitativa dentro de las organizaciones. Los datos no mienten, las empresas con más mujeres en sus mesas directivas tienen hasta un 15% mayor rentabilidad, además, tenemos tendencia a crear cambios desde la empatía, la colaboración y el desarrollo, y esto lo sabemos bien debido a que así es como hemos logrado toda una historia de cambios estructurales en la sociedad.

    Mujeres como Rachel Carson, Malala Yousafzai, Berta Cáceres y Jane Goodall, se han encargado de levantar la batuta mediática y crear una nueva realidad para todo su entorno, pues la sostenibilidad no es un capricho, es una necesidad que debe atenderse a la brevedad para lograr un crecimiento sostenible en un sistema económico que nos impulsa a cambiar toda una estructura social, laboral, económica, cultural y académica.

    Como pioneras en sostenibilidad, luchadoras, emprendedoras y embajadoras del cambio, tenemos la capacidad de crear nuevas realidades, construir nuevas posibilidades e incluso lograr lo que parece imposible. Pero antes, debemos seguir haciendo un trabajo profundo como sociedad, seguir reconociendo aquellos espacios y sistemas que limitan las oportunidades de desarrollo de las mujeres, aquellos prejuicios y paradigmas que nos mantienen ciegos y ciegas ante el potencial del cambio. No hay que tener miedo, ni hombres, ni mujeres, hay que tener humildad y coraje para actuar diferente.

    Seamos claras, hay estudios que indican que al paso que vamos para llegar a un ámbito de igualdad nos faltan por lo menos 35 años, y un ejemplo de ello es que nuestra representación en posiciones directivas y de toma de decisiones en México apenas llega al 13%. El camino por recorrer requiere grandes saltos que pueden lograrse mediante:

    – Mayor promoción del talento femenino
    – Más oportunidades de acceso a lugares directivos donde las ideas puedan evolucionar el sistema
    – Educación y sensibilización desde la familia
    – Generación de empresas bien estructuradas y basadas en una cultura de igualdad, diversidad e inclusión
    – Reconocimiento de que el talento no tiene género

    Si de algo debemos estar seguras es que nosotras creamos el cambio mediante preparación, fortaleza y esfuerzo, y lo haremos hasta lograr que las sillas en juntas directivas sean del mismo color para todas y todos.

    Reconocer nuestra valía y abrazar aquellas emociones que no suelen ser reconocidas como “alfa”, son lo que nos ha permitido crear un nuevo liderazgo más consciente, responsable y adaptado para un mundo que se está reconstruyendo y necesita de talento, curiosidad, pasión e inteligencia para lograr sobrevivir ante la crisis climática y social que tenemos.

    Nota del editor: Adriana Pulido es especialista en sostenibilidad y CEO de Ilunka y de In All We Trust. Síguela en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

  • Irán podría bloquear las cuentas bancarias de mujeres que no usen el velo

    Irán podría bloquear las cuentas bancarias de mujeres que no usen el velo

    El Gobierno iraní podría bloquear las cuentas bancarias de mujeres que no se cubran con el velo islámico, una medida que formaría parte de una nueva normativa acerca de los códigos de vestimenta en el país persa, reveló este martes un diputado y clérigo.

    El diputado del Parlamento nacional Hosein Yalalí ha dado algunas pistas acerca de los planes de las autoridades tras el anuncio de la disolución de la Policía de la moral, que no parece que vayan a relajar las políticas de vestimenta, tal y como muchos esperaban, especialmente los manifestantes que protestan al grito de «mujer, vida, libertad» desde hace casi tres meses.

    «Es posible notificar a las personas que no usan el hiyab a través de mensajes de texto y urgirles a que respeten las leyes», explicó el diputado y clérigo al diario Shargh acerca de la nueva normativa.

    Si tras esa notificación la mujer sigue sin usar el velo se pasará a la «etapa de la advertencia», que no explicó en qué consiste, y finalmente a la del castigo.

    «Es posible que la cuenta bancaria de la persona sin velo sea bloqueada», indicó Yalalí, que forma parte de la Comisión de Cultura del Parlamento.

    De hecho, el diputado afirmó que «elevaremos el castigo del mal hiyab» tras la revisión de la normativa.

    Las palabras del clérigo llegan después de que en los últimos días se haya confirmado la disolución de la Policía de la moral o Patrullas de Orientación (Gasht-e Ershad en persa).

    «La misión de las patrullas de la Policía de la Moral ha terminado», declaró el portavoz del Centro de la Promoción de la Virtud y Prohibición del Vicio, Ali Janmohamadí, confirmando el anuncio del fiscal general, Mohamad Yafar Montazerí, de días antes.

    Pero Janmohamadí afirmó que su organismo, que vigila la moral y las costumbres en el país persa, busca maneras más «modernas» y con «nuevas tecnologías» para aplicar las leyes de la castidad y el hiyab.

    Irán vive protestas desde la muerte de Mahsa Amini tras ser detenida por la Policía de la Moral por no llevar bien puesto el velo islámico, y desde entonces esa fuerza ha desaparecido de las calles del país.

    En los casi tres meses de protestas han muerto más de 400 personas y al menos 2.000 han sido acusadas de diversos delitos por su participación en las movilizaciones, de las que 11 personas han sido condenadas a muerte.

  • 77 % de las muertes maternas en el país se producen entre mujeres indígenas de Chiapas

    77 % de las muertes maternas en el país se producen entre mujeres indígenas de Chiapas

    Brindar acceso a los servicios de salud para las poblaciones vulnerables es una prioridad en el plan de cobertura sanitaria universal (CSU); dieron a conocer las investigadoras Clara Juárez Ramírez, Alma Sauceda Valenzuela, Aremis Villalobos, y el investigador Gustavo Nigenda.

    En México, enfatizaron que el 77 por ciento de las muertes maternas se producen entre mujeres indígenas de Chiapas. Pues, existen diversos factores: barreras culturales, que dificultan el acceso de las poblaciones indígenas a los servicios de atención de salud.

    Para su investigación, seleccionaron dos estados mexicanos como centros de intervención para dos modelos diferentes de atención obstétrica. Es decir, comunidades rurales e indígenas en Oaxaca para el modelo estándar (gobierno) de atención y se implementó un modelo de atención de una Organización No Gubernamental (ONG) en Chiapas.

    Así pues, explicaron que el modelo estándar de atención, presta servicios de atención primaria de salud a través de los centros de salud comunitarios. La cantidad y el tipo de profesionales dependen de la población de cada localidad.

    Dicho modelo, también incluye dispensarios de salud, un centro médico dirigido por agentes de salud comunitarios y unidades médicas móviles. En la comunidad, trabajadoras y trabajadores sanitarios, parteras y brigadas especiales del proyecto identifican a las embarazadas para que asistan a las consultas prenatales.

    Mientras tanto, el modelo de la ONG implementado por Compañeros en Salud, es una iniciativa público-privada que brinda servicios en unidades públicas, en los cuales se incluye voluntarias de la comunidad que acompañan a las madres para apoyarlas y un comité de salud materna responde ante emergencias obstétricas.

    Así mismo, brinda servicios ambulatorios, medicamentos y personal capacitado para supervisar los aspectos técnicos de la atención. En ambos modelos, las mujeres deben pagar para viajar unos 30 a 70 kilómetros, con el fin de acceder a un nivel de atención secundario (hospitales). En casos de emergencias obstétricas, los hospitales proporcionan ambulancias si hay disponibles.

    En ese sentido, el modelo estándar, 15 por ciento de las mujeres no comienzan la atención prenatal durante el primer trimestre del embarazo y el 28 por ciento registra complicaciones durante el embarazo.

    Las mujeres no buscaron atención a tiempo debido a las barreras económicas, lingüísticas y culturales, y no lograron tomar decisiones por su cuenta, agregaron las y el investigador.

    En el modelo de la ONG, el 98 por ciento de las mujeres empezó la atención prenatal durante el primer trimestre y el 29 por ciento tuvo partos gestionados en el hogar junto a parteras, acompañantes de salud y enfermeras obstétricas.

    La principal diferencia entre los dos modelos, es que el de la ONG adopta un enfoque centrado en los derechos, que resalta la libertad de elección y permite que las mujeres elijan la posición durante el trabajo y lugar del parto.

    Las mujeres valoraron la libertad de elegir, sintieron que contaban con información adecuada y podían tomar decisiones informadas sobre otros servicios de salud sexual y reproductiva (SSR), como la planificación familiar, subrayaron Juárez Ramírez, Sauceda Valenzuela, Villalobos y Nigenda.

    Aunado a ello, señalaron que el personal de salud informó la falta de equipos tanto en el modelo de la ONG como en el del gobierno, y las mujeres en general percibieron que el primer modelo era mejor.

    El tiempo de viaje a un nivel secundario de atención era similar en ambos modelos. Sin embargo, en el modelo de la ONG, hubo acompañantes que apoyaron el proceso.

    Por otro lado, el porcentaje de maltrato informado fue superior en el modelo estándar (28 %) que en el de la ONG (15 %). Ambos brindan un lugar en el que las mujeres y familias pueden esperar durante el parto.

    Al igual, en el modelo de la ONG, se ofrece alojamiento a las y los acompañantes, mientras que en el estándar solo ofrecen a las mujeres de comunidades remotas y no es suficiente.

    Ante lo expuesto, él y las investigadoras resaltaron los logros de ambos modelos, el de la ONG ofrece a las mujeres la libertad de elegir el tipo de proveedor, centro y parto que prefieren, lo cual se traduce en mejores desenlaces de salud sexual y reproductiva, entre ellas las decisiones de planificación familiar.

    En este modelo, los acompañantes de salud apoyan a las mujeres mediante el asesoramiento y la asistencia con las derivaciones, y las mujeres lo perciben como una mejor experiencia.

    El modelo respetuoso de parto permite que las mujeres tomen decisiones durante todo el proceso del embarazo, parto y posparto, y promueve prácticas alternativas al modelo tradicional de atención, en función de la evidencia científica, expusieron Juárez Ramírez, Sauceda Valenzuela, Villalobos y Nigenda.

    Yessica Morales- semméxico