Aunque las protestas públicas están prohibidas por los nuevos gobernantes afganos, las autoridades dieron permiso para la marcha, que se celebró bajo una ola de frío tras la primera nevada de esta temporada en Kabul.
«Comida, carreras y libertad», coreaban los participantes, mientras otras sostenían carteles exigiendo que las mujeres obtuvieran puestos políticos.
Algunas manifestantes llevaban pancartas en las que se hacían eco de las quejas de los talibanes por la congelación de miles de millones de dólares en ayudas y activos por parte de la comunidad internacional.
Los talibanes prometieron un gobierno más suave, en comparación con su primera etapa en el poder en la década de 1990, pero las mujeres siguen estando excluidas del empleo gubernamental y de la educación secundaria.
A pesar de que se les permitió protestar, las participantes dijeron que seguían temiendo a los nuevos gobernantes del país. En una intersección, los combatientes talibanes levantaron sus armas se permitió que la marcha continuara.
«El miedo siempre está ahí, pero no podemos vivir con miedo. Tenemos que luchar contra nuestro miedo», dijo Shahera Kohistan, de 28 años.
Una encuesta del Inegi muestra que las mujeres presentan mayores síntomas de depresión que los hombres, lo que deriva de su entorno social.
En México, los niveles de bienestar y satisfacción entre las mujeres es hasta un punto porcentual menos que el que viven los hombres, cifras que se vuelven aún más evidentes en aspectos específicos como entorno familiar y libertad para decidir.
Así lo muestra la Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (Enbiare 2021), publicada este martes por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y en la que se muestra la desigualdad entre hombres y mujeres en el ámbito público y privado.
De acuerdo con la Enbiare, el promedio general de satisfacción de vida en la población mexicana es de 8.45 puntos, en una escala del 0 al 10. De ese total, los hombres muestran 8.53 puntos de satisfacción, mientras que para las mujeres es de 8.37 unidades.
Sin embargo, al revisar los aspectos específicos para medir el nivel de satisfacción se encontró que 7.7% de las mujeres declaró no tener libertad de decidir; pero en el caso de los hombres solo 4.4% reportó esta condición.
En tanto, en el aspecto de vida familiar, el nivel de satisfacción general entre hombres y mujeres es de 9.05 puntos. Pero la encuesta reporta que, mientras los hombres son agredidos en mayor porcentaje por personas que no conocen, las mujeres reciben las agresiones de personas cercanas, y que además pueden vivir en el mismo domicilio.
«No extraña cuando los hombres se sienten más libres que las mujeres; o también el tema de la violencia doméstica, que orillan a niveles más altos de ansiedad y de depresión (en mujeres)», dijo Enrique de Alba, vicepresidente del Inegi, en la presentación de la encuesta.
Respecto a la seguridad pública, es el rubro en el que las mujeres perciben el menor grado de satisfacción, con un valor de 6.6 puntos. Mientras que el nivel de percepción de los hombres está más cerca de los 7 puntos.
Salud, vida afectiva y país son los otros aspectos en los que las mujeres muestran un menor nivel de satisfacción que los hombres.
Sobre la confianza que tienen hacia distintos actores sociales, se tiene que las mujeres confían menos en el Ejército y la Marina (6.5 puntos) en comparación de los hombres (6.9 puntos). Esto podría estar relacionado con las acusaciones contra militares por violencia sexual contra las mujeres.
Incluso en el tema de cuidados, se reportó que 42.7% de las mujeres cumple con estas labores, frente al 36.6% de hombres. A esto se suma la brecha laboral, en la que el desempleo afecta más a las mujeres, igual que el hecho de que en el entorno laboral son menos tomadas en cuenta (75.2%) que los hombres (76.3%).
Todo lo anterior afecta el estado anímico de las mujeres, que reportan un nivel de satisfacción de 4.69 puntos, mientras que el de los hombres aumenta a 5.49 puntos.
En específico, en síntomas de depresión, el 19.5% de las mujeres reportó estar en esa situación; y solo el 10.7% de los hombres dijo tener síntomas depresivos.
Sudáfrica es el país más inseguro para las mujeres de acuerdo con SafetyDetectives
Un reporte elaborado por SafetyDetectives mostró los países más seguros e inseguros del mundo de acuerdo con el número de reportes de crimen registrado
Las mujeres sin importar su edad u origen se enfrentan constantemente a situaciones inseguras, ya sea cuando caminan solas a casa, viajan en taxis o simplemente viven en lugares públicos. SafetyDetectives realizó un reporte sobre seguridad de las mujeres a nivel mundial y mostró que Sudáfrica es el país más inseguro de acuerdo al número de reportes de crímenes registrados.
Según SafetyDetectives 75 países de 190 restringen los derechos de la mujer y55 no ha reconocido legalmente la contribución no monetaria a la familia. Además,39 naciones no otorgan a las mujeres los mismos derechos de herencia que a los hombres.
30% de las mujeres en el mundo han sufrido algún tipo de violencia psicológica o sexual.
73% de las mujeres han sufrido algún tipo de violencia en línea.
Menos del 40% de las mujeres víctimas de violencia piden ayuda y de ese 40%, únicamente el 10% va a la policía.
El reporte se realizó utilizando datos oficiales de 78 países y se dividieron en cuatro categorías: asesinato de mujeres, violación, abuso sexual y violencia doméstica. Para cada una de las variables, se obtuvieron datos de estadísticas gubernamentales disponibles públicamente. Además de informes policiales oficiales y estudios de instituciones la Organización Mundial de la Salud, Naciones Unidas, Fundación Canadiense de Mujeres, entre otras. Los datos sobre delitos se basaron únicamente en casos notificados oficialmente, dado que este tipo de delitos a menudo no se denuncian. SafetyDetectives aclaró que al tener datos limitados sobre los crímenes reportados a la policía, no necesariamente se reflejó el país más inseguro o seguro para las mujeres.
Dentro del reporte se señaló que Japón es el país más seguro para las mujeres, seguido de Polonia y Bosnia y Herzegovina. Por su parte, los países más inseguros fueron Sudáfrica, Suecia y El Salvador. Generalmente Suecia se encuentra listado como uno de los países más seguros para las mujeres, sin embargo, es el país europeo con mayor número de violaciones reportadas a las autoridades. Dentro de los países más inseguros de acuerdo con el número de reportes de crímenes registrados se encuentran Australia, Nueva Zelanda y Noruega, se podría concluir que en los países mencionados es más común realizar denuncias.
También se analizaron los derechos de las mujeres en los 78 países, los cuales dividieron en las categorías de: derecho al aborto, violencia doméstica, violación en el matrimonio y acoso sexual en el trabajo. Así como, si existen leyes que obligan a la mujer a casarse con su violador, la edad legal para contraer matrimonio, derechos de herencia, discriminación por embarazo, entre otros. Se mostró en el reporte que 19 países tienen las leyes más favorables para la mujer, entre algunos de los países se encuentran Albania, Bélgica, Cambodia y Cuba. Por su parte, los países con leyes menos favorables fueron Yemen, Siria, Mauritania, Afghanistan y Arabia Saudita.
Asimismo, el ranking general que combinó la protección de los derechos de la mujer y el número de crímenes reportados mostró a Bosnia y Herzegovina como el país más seguro del mundo, seguido de Italia y Grecia. Sudáfrica fue listado como el país con mayor inseguridad para las mujeres, seguido de El Salvador y Honduras. México fue tomado en cuenta para la elaboración del reporte y en el listado general quedó en el séptimo lugar de país más inseguro para las mujeres.
Esta nota fue realizada por NOTIPRESS.
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En México hay más de 6 millones de personas con algún tipo de discapacidad, 4.9 % de la población total del país. Poco más de la mitad son mujeres.
La primera vez que discriminaron a Aranzazú Montalvo por tener una discapacidad fue en el colegio donde trabajó por 12 años y medio. Un día, después de que se recuperó de las operaciones que surgieron a raíz de un infarto cerebral, le dijeron que vivía muy lejos para seguir acudiendo a la escuela, pese a que ella aseguró que la movilidad no era un problema.
Para Montalvo el hecho de ser mujer también limita sus posibilidades pues, asegura, piensan que una mujer no es capaz de desarrollarse ampliamente en el campo laboral, menos con alguna discapacidad como es su caso, pues pese a contar con más de 15 años de experiencia y una maestría en Educación, fue complicado para ella encontrar un nuevo empleo.
«En la actualidad aún sufro esa discriminación cuando comento que tengo dos discapacidades, incluso dentro del mismo grupo de personas con discapacidad sufro esa exclusión, porque lo que yo tengo no se nota a simple vista», narra sobre la pérdida de la visión periférica y al diagnóstico de cuadriparesia (limitación motriz) con el que vive como consecuencia de un infarto cerebral que tuvo en 2015.
Carla Popeo, vocera de Inclúyeme, una organización que ayuda a corporaciones a trabajar en políticas de inclusión para personas con discapacidad, sostiene que todas las personas con discapacidad viven de diferente forma la discriminación, de acuerdo con su contexto y sus circunstancias particulares.
No obstante, en el caso de las mujeres, por ejemplo, pueden sufrir discriminación de género, generacional, y además por tener alguna discapacidad, y a esto se pueden sumar otros factores como el nivel educativo, el contexto geográfico en el que vive.
Salud de mujeres con discapacidad
Leslie Borja tiene discapacidad psicosocial y trató de internarse en el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente cuando tuvo una recaída que la incapacitó por completo. Pero no fue recibida. Le dijeron que su afección no era grave sin haber hecho un diagnóstico previo.
Tiene la percepción de que la negativa tiene relación directa con su género porque, afirma, a las mujeres se les castiga más por mostrarse vulnerables cuando están en crisis. “Las mujeres tenemos la desventaja de que la violencia está mas dirigida a nosotras, tener una discapacidad es un doble reto. Está bien que seamos luchadoras y busquemos opciones, pero deberían existir condiciones más amables”, sostiene.
Este tipo de respuestas no es el único problema que tienen algunas instituciones psiquiátricas en el país. La organización Disability Rights Internacional (DRI) documentó violaciones a Derechos Humanos de mujeres internadas en hospitales psiquiátricos en México como abuso sexual, violencia emocional, esterilización o abortos forzados a mujeres. Los resultados fueron publicados en el informe ‘Crímenes de lesa humanidad: Décadas de Violencia y Abuso en las Instituciones Mexicanas para Niñas, Niños, Adolescentes y Adultos con Discapacidad (2020)’ tras una investigación de cinco años.
Sociabilización
Alejandra Prieto de la Rosa, maestra en Políticas Públicas Comparadas en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) México, señala que a pesar de que mujeres y hombres sufren discriminación, hacia ellas se da en dos dimensiones: género y discapacidad.
En el estudio ‘Discriminación múltiple: mujeres con discapacidad en México’ señala que además de no recibir atención médica, en un nivel anterior, las mujeres han sido relegadas históricamente por los estudios sobre discapacidad y por los análisis feministas, pues no se consideraban relevantes factores como el género y otras dimensiones sociales como la raza, la clase social, identidad étnica y la orientación o preferencia sexual en la elaboración de protocolos clínicos o de investigación.
Asimismo, explica que también sufren episodios de discriminación como consecuencia de la expectativa que tiene la sociedad sobre cómo debe lucir el cuerpo de una mujer. Detalla que cuando la imagen no cumple con el estándar de belleza a raíz de alguna discapacidad física, ellas se enfrentan a actitudes que las hacen susceptibles de sufrir maltrato de cualquier tipo en las relaciones interpersonales que establezcan.
Y los problemas de sociabilización se pueden producir desde pequeñas. Belén Ameijenda, la primera piloto discapacitada que busca colarse en el automovilismo profesional, hace un llamado a considerar que las niñas y las adolescentes también sufren discapacidad. «Más que nada en etapa escolar, en los recreos sufría constantemente discriminación, no s´olo con palabras sino también con actos, por ejemplo, me dejaban sola en recreos o nadie quería hacer conmigo grupos», recuerda.
El problema de la visibilización
El Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto de Estadísticas y Geografía (Inegi) mostró que en México existen 6,179,890 personas con algún tipo de discapacidad (4.9 % de la población total del país), de las que 53% son mujeres. El grupo poblacional que más presenta alguna discapacidad es el de 60 años y más con 20.4% del total.
Maryangel García Ramos, fundadora de la organización Mujeres Mexicanas con Discapacidad, recuerda que en México 22.7% de personas con discapacidad son analfabetas y que sólo 39.1% pueden trabajar, lo hacen según cifras de Conapred.
La abogada Yasmín Rosales, del Instituto Federal de Defensoría Pública (IFDP), afirma en entrevista con Expansión Mujeres que, aunque existen cifras sobre las personas que sufren discapacidad, en México no cuentan con instrumentos, como cuestionarios específicos, con perspectiva de género.
“Aunque es el máximo organismo en México, Inegi tiene delimitada su estadística, porque no considera variantes de género o de raza, y cómo influyen en el acceso a atención médica o cuánta discriminación sufren por tener alguna discapacidad”, dice.
En este caso, advierte, deriva en que las mujeres tengan menos acceso a educación formal, a la educación sexual, a trabajos e, incluso, a la atención médica que requieren como parte de sus tratamientos.
¿Qué herramientas tienen las mujeres a su favor?
“Si las mujeres no tienen dinero para pagar un médico que quiera atenderlas o a un patrón que no quiera contratarlas, menos a un abogado que quiera defenderlas. Por eso es importante cerrar filas desde lo público”, apunta Rosales.
Es así que el Instituto Federal de Defensoría Pública (IFDP) cuenta con 32 asesoras y asesores jurídicos especializados en la atención de mujeres con discapacidad para que tengan acceso a una defensa de calidad y gratuita en todo el país en linea con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible a favor de la inclusión.
Por este medio se han logrando sentencias favorables para acceder a servicios médicos, entrega de medicamentos de alto costo, acompañamiento para obtener pensiones gubernamentales y educación inclusiva.
“Las y los abogados de la defensoría pública tienen que identificar el tipo de discapacidad que tiene el usuario para, en su caso, brindar las ayudas técnicas necesarias con las que se cuenten y solicitar la intervención de peritos especializados en las diversas discapacidades”, explica Rosales.
Las ayudas técnicas tienen que ver con el acceso a dispositivos tecnológicos y materiales que permiten habilitar, rehabilitar o compensar una o más limitaciones funcionales, motrices, sensoriales o intelectuales de las personas con discapacidad. Según Rosales, con ello se elimina paulatinamente la visión paternalista que existe sobre las discapacidades.
Ameijenda, por su parte, opina que todas las personas pueden aprender de la inclusión y de su importancia en distintos ámbitos mediante procesos orales, como se aprender tantas cosas durante la infancia.
«La escucha de las diferentes vivencias de las personas con discapacidad hace que otras personas puedan verla realmente como es y no como una forma de infantilizar permanentemente a quienes las tienen», dice.
También aboga por la difusión de lo que es una discapacidad para quitar cualquier estigma y, por el contrario, se pueda generar interés y por lo tanto, aprendizaje.
Por último, Popeo de Inclúyeme exhorta acudir a instituciones como Conapred, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) o al Consejo Nacional para el Desarrollo y la inclusión de las personas con discapacidad (CONADIS), para denunciar la discriminación.
«Sin embargo, creemos que más allá de eso, lo que se necesita es un cambio de cultura en nuestra sociedad. Dentro de las empresas, también existen diferentes canales en donde se puede denunciar cualquier tipo de discriminación ya sea de género, de identificación sexual, abuso de poder, generacional», dijo.
Más de uno de cada cuatro pesos de valor que se generan en el país, y que no se pagan, provienen de las actividades domésticas y de cuidados en el hogar.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), dio a conocer los resultados de la estimación de la cuenta satélite relativa al trabajo no remunerado en los hogares, cuyo valor económico en el 2020 se estimó en 6.4 billones de pesos en el país, monto que equivale a 27.6% del PIB nacional. Es decir, poco más de uno de cada cuatro pesos de valor que se generan en el país —y que debe subrayarse, no se pagan—, provienen de las actividades domésticas y de cuidados en el hogar.
Destaca, sobre todo, que del monto señalado, las mujeres aportaron 73.3% del valor económico atribuido a las actividades no remuneradas de los hogares, mientras que los hombres aportaron el 26.7%. Esta diferencia implica que las mujeres aportaron 2.7 veces más valor económico en estas actividades, que los varones.
Las principales actividades
De acuerdo con el Inegi, las actividades que en mayor medida contribuyen a generar valor económico en los hogares son los servicios de cuidado y apoyo, con 27.9% del total. La segunda actividad que genera mayor valor es la de preparar y proporcionar alimentos, la cual genera 21.8% del total; mientras que las actividades de mantenimiento y limpieza de la vivienda concentraron 20.7% del valor total que aportan a la economía los hogares del país.
Un dato importante que destaca el Inegi es que en 2020 se incrementó el número de horas de trabajo no remunerado en los hogares y aunque el instituto no lo señala de esa manera, esto sin duda está relacionado con el confinamiento obligado que se ha vivido en la pandemia.
Desde esa perspectiva es importante subrayar que las actividades que registraron un mayor incremento fueron cuidados de salud dentro del hogar, en 9.4%; limpieza y mantenimiento de la vivienda, 7.5%; las actividades de apoyo a otros hogares crecieron en 7.3%; así como las tareas de alimentación, las cuales se incrementaron en 4.8 por ciento.
En contraste, en 2020 se registraron importantes decrementos en varias de las actividades no remuneradas generadoras de valor económico en los hogares: el trabajo voluntario, el cual cayó en 13.8%; los cuidados generales, la ayuda escolar (incluidos traslados y acompañamiento), cayeron 6.2%; así como las compras y administración del hogar, en la cual hubo una reducción de 3.6 por ciento.
La traducción monetaria
Las estimaciones del Inegi indican un incremento en el valor económico neto per cápita del trabajo no remunerado en los hogares, equivalente a 11.1%, respecto de lo estimado para 2019. En términos absolutos, esto implica que, en 2020, cada persona en el país aportó 49 mil 437 pesos de valor económico mediante el trabajo no remunerado.
Las diferencias por sexo son muy significativas en este rubro pues ellas aportaron trabajo equivalente a 69 mil 128 pesos anuales en 2020, mientras que los hombres aportaron trabajo no remunerado equivalente a 27 mil 175 pesos de manera anualizada.
La aportación de niñas y niños
Un dato sumamente interesante que proporciona el Inegi es el relativo a la aportación que hacen niñas y niños de 5 a 11 años de edad al trabajo no remunerado de los hogares. En efecto, los estudios del instituto muestran que su aportación equivale a 0.5% del PIB nacional. De ese monto, 51.4% fue aportado por niñas y 48.6% por niños. Las niñas aportaron 5.5 horas semanales, mientras que los niños aportaron 5.1 horas a la semana.
Dado que no se sienten libres, sufren de violencia en su mismo domicilio, tienen más altos niveles de ansiedad y depresión, las mujeres en México tienen un disfrute de la vida menor que la que tienen los hombres, evidenció la Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (Enbiare) 2021.
La Enbiare, que presentó este martes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), mostró que el promedio de satisfacción de vida en la población mexicana es de 8.45 puntos, en un recorrido de cero, totalmente insatisfecho, a 10, totalmente satisfecho; para los hombres es de 8.53 puntos, mientras que para las mujeres en el país es de 8.37 unidades.
En cuanto a su balance anímico (humor, energía, vitalidad, mal humor), el promedio entre hombres y mujeres mayores de 18 años fue de 5.07 puntos, 5.49 unidades para los hombres y 4.69 puntos para las mujeres.
De acuerdo con el ejercicio estadístico diseñado por el Inegi, que muestra que los niveles de satisfacción de los mexicanos, la vida familiar, la libertad para decidir, la vivienda son los aspectos específicos más importantes de satisfacción entre los mexicanos.
La proporción de población con síntomas de depresión asciende a 15.4 por ciento de la población adulta, pero entre las mujeres alcanza 19.5 por ciento.
La Enbiare 2021 captó que 19.3 por ciento de la población adulta tiene síntomas de ansiedad severa, mientras otro 31.3 por ciento revela síntomas de ansiedad mínima o en algún grado.
Haberse quedado sin trabajo afecta más que la expectativa de no poder cubrir los gastos del mes; sin embargo, y sobre todo anímicamente, incide más el hecho de haber pedido prestado para sufragar gastos en algún momento de los últimos 12 meses.
Cabe destacar que la población de Nuevo León, con 8.79 puntos, es la que reporta mayor satisfacción con la vida, mientras que los habitantes de la Ciudad de México, con un nivel de 8.15 puntos, son los que expresan el menor bienestar subjetivo de entre todas las entidades del país.
Colima, Sonora y Quintana Roo son las entidades con mejores balances anímicos de su población adulta mientras que en Oaxaca, Puebla y Tabasco presentan menores valoraciones en este indicador.
Un documental cuenta la historia de las visionarias que fueron parte fundamental de los inicios de esta corriente, al diseñar nuevos dispositivos, técnicas y estilos que definieron su sonido.
El documental Sisters with transistors narra la historia nunca antes contada de las pioneras de la música electrónica, compositoras que adoptaron las máquinas y sus tecnologías liberadoras para transformar por completo la forma en que producimos y escuchamos música actualmente.
La cinta, que actualmente se exhibe en varias salas de la Ciudad de México, traza una nueva historia de la música electrónica a través de las mujeres visionarias cuyas experimentaciones radicales con las máquinas redefinieron los límites de la música.
Con un contexto social, político y cultural del siglo XX como telón de fondo, la cinta revela una lucha por la emancipación, restaurando el papel central de la mujer en la historia de la música y la sociedad en general.
Con Laurie Anderson como narradora, Sisters… nos lleva por un viaje fascinante a través de la evolución de la música electrónica, donde se muestra cómo la música electrónica no solo cambió los modos de producción, sino que en su amplia gama de efectos también transformó los términos mismos del pensamiento musical.
Más que la historia de un género musical, la película dirigida por Lisa Rovner es la historia de cómo escuchamos y el papel crítico pero poco conocido que juegan las mujeres pioneras en esa historia.
ALGUNAS DE LAS PIONERAS:
Clara Rockmore (1911-1998)
La virtuosa lituana de formación clásica actuó como solista con su theremin -uno de los primeros instrumentos electrónicos- con la Filarmónica de Nueva York y la Orquesta de Filadelfia, por lo que parte de su contribución fue llevar la música electrónica a las salas de conciertos. Además de dominar dicho instrumento, participó en su diseño, ayudando a su inventor a afinar modelos anteriores para mejorar su alcance y precisión. “Tuve que hacer y luego cumplir mis propios estándares… Y convencer al público de que el theremin es un medio artístico real”, decía.
Daphne Oram (1925)
Esta compositora e inventora británica tenía 18 años cuando comenzó a trabajar en la BBC como ingeniera de sonido. Con muchos de los hombres de su país sirviendo en la Segunda Guerra Mundial, comenzó su carrera en la radiodifusión a principios de los años 40. Se dedicó a explorar nuevas formas de hacer sonidos con la electrónica y fue una de las fundadoras del Taller Radiofónico de la BBC, además de una de las primeras compositoras británicas en producir sonidos electrónicos y componer a partir de grabaciones de campo.
Bebe Barron (1925-2008)
El trabajo que esta compositora estadounidense realizó junto con su esposo Louis, define uno de los movimientos musicales de cinta más idiosincrásicos de la historia. En 1956, este dúo creó la primera banda sonora de película electrónica del mundo para Forbidden Planet, hecha completamente a partir de «bleeps, borrones, zumbidos, gemidos, latidos, zumbidos y chillidos» generados por sus propios circuitos electrónicos caseros.
Pauline Oliveros (1932-2016)
La compositora y acordeonista exploró técnicas de cinta y música electrónica a finales de los cincuentas. Fue miembro fundador y figura central del influyente San Francisco Tape Music Center y sus composiciones introdujeron prácticas meditativas y ritualistas, además de que abordó con tenacidad el tema de la desigualdad de género.
Delia Derbyshire (1937-2001)
La compositora y matemática británica trabajó en el BBC Radiophonic Workshop y alcanzó el estatus de heroína de culto con su arreglo electrónico del tema de Dr Who en 1963, una de las primeras piezas de música totalmente electrónica utilizadas en la televisión.
Laurie Spiegel (1945)
En 1973, la compositora estadounidense comenzó a trabajar en Bell Labs, aprendiendo a programar las computadoras gigantes de la época. Una de sus composiciones es el corte de apertura del llamado “Disco de Oro” que acompañó a las dos sondas Voyager en su viaje a través del sistema solar en 1977. En 1985 desarrolla su propio programa informático llamado Music Mouse, con el que convierte una computadora Mac en un instrumento musical.
“A las mujeres nos atraía especialmente la música electrónica cuando la posibilidad de que una mujer compusiera era en sí controvertida. La electrónica nos permite hacer música que otros puedan escuchar sin tener que ser tomados en serio por el establishment dominado por los hombres «, dijo alguna vez.
Eliane Radigue (1932)
Desarrolló un interés particular en la técnica de retroalimentación de cintas. Utilizando retroalimentación, bucles de cinta y, a partir de los años 70, el sintetizador modular ARP 2500, sus inquietantes composiciones de larga duración fueron expresiones de sus profundas reflexiones sobre el sonido y la escucha.
Suzanne Ciani (1946)
La compositora nominada a cinco premios Grammy, fue pionera en las presentaciones electrónicas en vivo con sonido cuadrófico. Fue responsable de varios anuncios de televisión y de crear fragmentos de sonido icónicos para algunas de las corporaciones más grandes a lo largo de los años setenta y ochenta. El efecto de sonido de una botella de Coca-Cola que se abre y se vierte es uno de sus logros más famosos, además de que fue la primera mujer en componer la banda sonora de una película importante de Hollywood (The Incredible Shrinking Woman, de Lily Tomlin).
El documental Sisters with transistors se proyecta esta semana, hasta el 16 de diciembre en la Cineteca Nacional, La Casa del CineMx, el Cine Tonalá y el Film Club Café.
Judith Butler (n. 24 de febrero de 1956, Cleveland, Estados Unidos) es una filósofa post-estructuralista que ha realizado importantes aportes en el campo del feminismo, la Teoría Queer, la filosofía política y la ética.
En la Universidad Nacional Tres de Febrero – 09 de abril de 2019. Ph Twitter
Autora de El Género en disputa. Feminismo y la subversión de la identidad (1990) y Cuerpos que importan. El límite discursivo del sexo (1993),y traducida a 20 lenguas, ambos libros describen lo que hoy se conoce como Teoría Queer.
Otros libros de Butler tratan con problemas que son relevantes para diversas disciplinas académicas, tales como filosofía, derecho, sociología, ciencias políticas, estudios de cine y de literatura(*).
A continuación podrán descargar las principales obras de esta destacada autora:
• El género en disputa – Descargar aquí
• Deshacer el género – Descargar aquí
• Cuerpos que importan – descargar aquí
• Mecanismos psíquicos del poder – descargar aquí
• El grito de Antígona – descargar aquí
• Lenguaje, poder e identidad – descargar aquí
Aportes teóricos de Butler
En su primer libro, Sujetos de deseo: Reflexiones Hegelianas en la Francia del siglo XX (1987),13 examinó el impacto que tuvo el trabajo de Hegel en los filósofos franceses. Sus siguientes libros contenían material teórico proveniente del psicoanálisis, del feminismo y de las teorías post-estructuralistas.14
Una de las contribuciones más destacadas de Butler es su teoría performativa del sexo y la sexualidad. Tradicionalmente, el construccionismo social ya nos hablaba de la construcción del género, es decir, que las categoríasfemenino y masculino, o lo que es lo mismo, los roles de género son construcciones sociales y no roles naturales. Pero Butler sobrepasa el género y afirma que el sexo y la sexualidad lejos de ser algo natural son, como el género, algo construido. Butler llega a esta conclusión basándose en las teorías de Foucault, Freud y sobre todo de Lacan. De este último parte al hablarnos de lo «forcluido«, es decir, de aquellas posiciones sexuales que suponen un trauma el ocuparlas. Y ante el miedo a ocupar alguna de éstas, el individuo se posiciona en una heterosexualidadfalocéntrica, es decir, una heterosexualidad regida por la normativa del imperialismo heterosexual masculinoen la que asumir la sexualidad hetero implica asumir un sexo determinado.
La obra de Judith Butler se caracteriza por llevar a cabo revisiones críticas de los posicionamientos teóricos de los feminismos esencialistas para pasar a hablar de identidades nómadas frente a aquellas fijas, así como para plantear nuevas formas de habitabilidad de los cuerpos en la paradoja que se crea entre lo que es la capacidad de acción del individuo y su formación y dependencia con respecto al poder. Lo que Butler se propone, en definitiva, es la desnaturalización de conceptos como sexo, género y deseo, en tanto que son construcciones culturales de normas que violentan a aquellos sujetos que no participan de las mismas. Para subvertir los conceptos que oprimen al individuo, se propone, como opción, la creación de actos performativos en torno a la identidad, es decir, una serie de prácticas paródicas con base en su teoría performativa que acaban creando nuevos significados y se reproducen más allá de cualquier sistema binario.
Si has ido a una revisión ginecológica, sabrás que la peor parte es cuando el médico utiliza el espéculo o “pato” para revisar a fondo. Este artefacto suele ser rígido, doloroso, frío e incómodo para el cuerpo, pero ayuda a saber si todo está bien o mal “por ahí”.
Este instrumento médico fue diseñado por J. Marion Sims, conocido como el padre de la ginecología, y aunque ha sido funcional durante décadas, es momento de que se renueve. Por ello cuatro chicas originarias de San Francisco están elaborando un rediseño del famoso espéculo, cuyo fin es ser más amigable con la anatomía femenina.
¿Qué es y para qué sirve un espéculo vaginal?
Es un instrumento médico utilizado para abrir la cavidad o conducto vaginal con la intensión de que el ginecólogo pueda realizar un examen de la vagina y/o cuello del útero. Además, se suele utilizar para:
Frotis
Toma de muestras
Legrado
Colposcopia
Poner o retirar un dispositivo intrauterino (DIU)
Ablación de pólipos
Recuperar ovocitos
Exámenes de fertilidad
Tipos de espéculos
Según su forma, encontramos tres tipos de espéculos vaginales:
Cusco (1) y Collin (2): Son los más utilizados durante una consulta ginecológica y suelen tener diferentes tamaños. Los pequeños son usados en mujeres que no han tenido relaciones sexuales, con la finalidad de disminuir las probabilidades de perforar el himen de forma irremediable.
Kogan (3): Este tipo de espéculo suele ser usado en las colposcopias y para poner o retirar un dispositivo intrauterino.
Ahora tiene un nuevo diseño
El espéculo vaginal fue diseñado por J. Marion Sims, conocido como el padre de la ginecología. Pero recientemente las diseñadoras Sahana Kumar, Hailey Stewart, Rachel Hobart y Fran Wang trabajan en conjunto para darle un nuevo aspecto a dicho artefacto luego de experimentar dolor, lesiones y ansiedad durante sus revisiones ginecológicas.
Lo primero que hicieron fue investigar si más mujeres sentían molestia durante sus revisiones ginecológicas. El resultado de sus encuestas apuntó a que la mayoría sentía miedo, dolor y ansiedad. Posteriormente, las cuatro crearon Yona, un nuevo espéculo igual de eficaz que el ya conocido, pero con un rediseño cubierto de silicona quirúrgica y tres hojas que se abren suavemente sin provocar sonidos ni dolor.
Yona aún está en fase prototipo, pero ya recibió buenas críticas de ginecólogos de San Francisco, quienes aseguran que con este rediseño también se evitaran lesiones como pellizcos y rasguños en labios vaginales. Esperemos que pronto sea aprobada y llegue a cada consultoría del mundo.
La mujer de 22 años sobrevivió a una violación e intento de feminicidio pero su voz apenas es escuchada por las autoridades desde una cárcel del Estado de México.
Desde el penal Bordo de Xochiaca, en el Estado de México, donde lleva siete meses presa, Roxana Ruiz reconoce que no encontró otra salida cuando el hombre que la estaba violando amenazó con matarla. Su caso tomó un rumbo distinto a los miles de feminicidios que ocurren al año en México. La joven de 22 años, originaria del sur del Estado de Oaxaca, se defendió y causó la muerte de su agresor. Siete meses después, la Fiscalía la acusa de homicidio simple con exceso de legítima defensa. Para salir de este limbo, Roxana tiene dos opciones: aceptar la acusación del Ministerio Público o ir a juicio contra el mismo sistema que la mantiene en prisión.
De una u otra forma, el costo es muy alto. Declararse culpable implica cumplir una pena de seis meses a siete años de cárcel, además de pagar una reparación del daño de 450.000 pesos (unos 21.500 dólares) a la familia de su agresor. Si rechaza el procedimiento abreviado cortesía del nuevo sistema de justicia penal, se enfrenta a un destino incierto. Al menos tendría la oportunidad de demostrar su versión de los hechos en un juicio, pero el camino se asoma largo y complicado. Además de que solventar sus gastos y los de su familia se está volviendo insostenible.
Aun así, la joven trata de mantenerse positiva. “Gracias a Dios no estoy muerta”, dice al otro lado del teléfono en el reclusorio ubicado en el municipio de Nezahualcóyotl, en el Estado de México, la entidad más peligrosa del país para las mujeres. “Mi mamá me dice: ‘no estés triste que al menos yo te vengo a ver, sino ya desde cuando te hubiera velado”, comenta. México registró en 2020 un promedio de 46 violaciones y 11 feminicidios al día, según cifras del Gobierno, es decir, cada dos horas y media una mujer es asesinada en el país. Se calcula que la impunidad en estos delitos es mayor al 90%.
Roxana nació en una comunidad indígena mixteca en Oaxaca y a los 15 años migró al Estado de México en busca de una mejor calidad de vida. Tiene un hijo que va a cumplir cuatro años y llevaba unos meses de haber conseguido un empleo como vendedora de papas fritas, cuando la noche del 8 de mayo, al finalizar su turno, su vida cambió de forma abrupta. Una amiga la invitó a beber unas cervezas con sus compañeros de trabajo. Entre ellos, había un joven que la esperó hasta que decidió irse a casa y se ofreció a acompañarla. Al llegar a la puerta, la comprometió a dejarlo quedarse a dormir porque vivía muy lejos y la zona es insegura. Ella aceptó y le acomodó una colchoneta en el piso, cuenta.
A medianoche, la joven despertó cuando el hombre la atacaba física y sexualmente en su propia casa. Roxana dice que logró sobrevivir al atacarlo de muerte, pero la Fiscalía alega que la forma en la que se defendió fue desmesurada. Al acusarla de homicidio con exceso de legítima defensa, el Ministerio Público argumenta que los medios empleados por la joven para salvaguardar su vida no son equiparables con la agresión de la que fue víctima.
“Yo sé que lo hice, pero no fue por quererlo hacer”, relata Roxana. “En ese momento no encontré otra salida. No sé de donde me salieron fuerzas”, recuerda. Todo pasó muy rápido: forcejearon, ella lo empujó y logró quitárselo de encima, corrió e intentó escapar, pero no pudo hacer más que tomar una prenda de ropa y convertirla en arma de defensa. “Le puse la playera en el cuello, empezamos otra vez a forcejear, él queriéndome quitar de atrás de él, y fue cuando nos caímos y yo no solté la playera por el miedo que tuve”, narra.
Una mujer sostiene un celular con la imagen de Roxana Ruiz.QUETZALLI NICTE HA
De venganza a exceso de legítima defensa: la injusta justificación de la condena
Cuando Roxana fue detenida, los policías inspeccionaron su casa y reportaron que había ocurrido un homicidio cuyo móvil era la venganza. No se le realizaron exámenes para comprobar la agresión sexual que estaba denunciando ni se aplicó el protocolo de género correspondiente. “Les dije qué me había pasado y que sí lo había hecho, pero por qué lo había hecho y no me hicieron caso”, recuerda la joven. Tampoco se le proporcionó un traductor indígena ni pudo hacer una llamada. Su madre se enteró hasta el 11 de mayo que su hija estaba en prisión.
Su detención fue el inicio de una serie de violaciones por parte del Estado que han sido documentadas por su defensa legal, que lleva el caso desde finales de julio, casi tres meses después de que fue encarcelada. Antes, la joven y su madre apenas consiguieron una defensora de oficio que abandonó el caso porque se enfermó de coronavirus. La abogada Abigail Escalante, a cargo del caso desde entonces, explica que este es solo uno de los vacíos del sistema que no ha dejado de violentar a la joven y a su familia. “Es por eso es que en nosotros decimos que hay elementos para su absolución y que el juez podría determinar que no actuó con exceso de legítima defensa, fue únicamente la legítima defensa”, asegura.
La encrucijada legal
Sin embargo, Escalante considera que la mejor opción para la joven y su familia es que se declare culpable. “La intención es demostrar la inocencia de Roxana, pero tampoco que eso derive en una situación de mayor miseria para su familia”, lamenta. La defensora señala que la duración mínima de un juicio es de seis a ocho meses, aunque lo más probable es que finalmente sea absuelta. “Es una posibilidad que se extiende mucho en el tiempo para que Roxana pueda salir”, valora. “Y al final de cuentas la prioridad es que ella pueda recuperar prontamente la libertad”.
“Roxana tendría que declararse culpable para no continuar violentando más sus derechos porque el sistema jurídico mexicano está pensado de esta manera”, admite. Al hacer un balance, la abogada estima que sí se puede demostrar la inocencia de la joven, pero el precio a pagar es quizás más alto que el casi medio millón de pesos que la Fiscalía demanda como reparación del daño. “Necesitaría grandes recursos económicos para que su familia no se preocupe por las visitas que le realiza, por los traslados desde Pinotepa, por la manutención de su hijo, porque en todo este tiempo su mamá no ha podido trabajar de manera constante como lo hacía antes de que ella fuera detenida”, expone.
Las otras víctimas
Cada semana, Ana Ruiz, madre de Roxana, trata de viajar desde Santiago Pinotepa Nacional, Oaxaca, hasta el Estado de México para visitar a su hija. Sube a un camión de carga con su otro hijo de ocho años y su nieto de cuatro, hijo de Roxana. “Ahorita estoy llegando a un cuarto que me rentan unas personas donde trabajaba mi hija antes”, cuenta. Tarda aproximadamente 40 minutos en llegar al penal y pasa a visitar a su hija con su nieto Evan.
Con esta misma rutina en un Estado que no termina de conocer, durante tres meses, la mujer de 53 años estuvo lidiando en silencio contra el sistema. El caso dio un giro y se hizo público cuando una tarde de julio, Ana Ruiz se encontró con Lidia Florencio, madre de Diana Velázquez, víctima de feminicidio en 2017, en el Estado de México, y un grupo de activistas del colectivo Vivas Nos Queremos Neza que la acompañaban en una protesta durante una audiencia en las afueras del penal. “Yo me acerqué y les hablé del caso de mi hija. La abogada de oficio había dicho que Roxana se culpara, que le daban 10 años de cárcel y que se le iba a reducir a cinco años”, recuerda. “Pero, ¿cómo se iba a culpar si ella solamente se defendió?”.
Pintas en favor de la liberación de Roxana en el penal Bordo de Xochiaca, en Nezahualcóyotl (Estado de México).QUETZALLI NICTE HA
La activista Elsa Arista, del colectivo Vivas Nos Queremos Neza, que ha acompañado a Roxana y a su madre desde entonces, reflexiona que de no haber sido por ese encuentro, quizás el caso hubiera quedado invisibilizado. “Seguro muchos casos están sin verse, en donde la mujer queda en medio de todo, y es tan fácil culparla, señalarla y castigarla porque para el sistema si te violan no te tienes que defender, tienes que permitir ser un objeto de consumo de tu cuerpo”, expone.
“Hay quienes sobreviven, hay quienes las violaron y nunca dicen nada ni se defienden, y hay quienes como Roxana que pues lograron defenderse, pero son castigadas por una estructura machista, patriarcal y de clase”, continúa. La activista señala que la acusación a Roxana está sustentada bajo parámetros estereotipados, sin perspectiva de género. “Eso nos da un mensaje de que la Fiscalía está castigando a Roxana por ser mujer y haberse defendido”, advierte. “Entonces, todo lo que tiene que ver con las alertas, la perspectiva del género es letra muerta porque también mandan un mensaje a la población donde se reafirma este pacto patriarcal”, dice.
Detrás de un cristal en una sala de audiencias del penal, la voz de Roxana apenas se escucha. Pero ella se sigue defendiendo. Frente a ella, un juez y un público dividido en dos. Como en una pesadilla en la que el mundo está al revés, sus abogados están al frente de la parte acusada. Pero no es un sueño. La joven se truena los dedos mientras escucha la resolución de un recurso que sus abogados presentaron para que pudiera continuar con su proceso en libertad. Roxana no podrá pasar la Navidad con su familia. La próxima audiencia será el 17 de enero y la defensa debe notificar si deciden ir a juicio o si aceptan la acusación de la Fiscalía.
Esta nota fue realizada por EL PAÍS / MARÍA JULIA CASTAÑEDA.
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