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  • Terna de Mujeres para la Suprema Corte de Justicia

    Terna de Mujeres para la Suprema Corte de Justicia

    Una ministra deberá ser quien ocupe a partir del 12 de diciembre la banca que dejará libre Fernando Franco González, en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), sostienen cerca de 150 organizaciones feministas, sociales, indígenas, profesionales de la abogacía y defensoras de derechos humanos, quienes llaman a que la nueva ministra sea íntegra y conocedora de la justicia con perspectiva de género.

    Retan al presidente Andrés Manuel López Obrador a presentar la terna con propuestas equivalentes entre sí, sólo de mujeres, para que se ajuste a la Constitución de la República y que el proceso sea deliberativo.

    La demanda es para “fortalecer” a la SCJN, haciendo de la jornada electiva un proceso transparente, deliberativo, que no deje dudas respecto del perfil de las propuestas, de la terna que mandará el Presidente de la República.

    La terna deberá aprobarse por el Senado, aunque siempre existe la posibilidad de rechazarla y pedirle al Presidente de la República que la cambie.

    Información desde el Senado confirmó que López Obrador enviaría la propuesta el fin de semana, con las candidaturas adecuadas para ocupar la vacante de que deja el ministro Fernando Franco González Salas, cuyo período concluye el próximo 11 de diciembre, toda vez que el 3 de noviembre se notificó oficialmente al ejecutivo federal, según memorándum enviado por el presidente de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar.

    Preocupadas por el proceso, 146 organizaciones y 174 abogadas, feministas y especialistas de al menos 15 entidades del país, de colectivas feministas y organizaciones de distintas clases sociales e instituciones de educación e investigación en comunicado público demandaron que se garantice la nominación de tres personas independientes e idóneas, y se cumpla con el mandato constitucional de paridad, lo que implica que la terna deberá estar formada sólo por mujeres.

    Además, hicieron notar que es fundamental que el Ejecutivo Federal, propicie un proceso deliberativo alrededor de los perfiles que conformarán la terna [1] (que no se hizo) y que el proceso sea transparente, participativo e incluyente.

    La carta y declaración pública, promovida por la organización México Evalúa, sostiene que esa terna garantice la nominación de tres perfiles con trayectorias intachables y equivalentes entre sí.

    Considerando la actual composición de la SCJN y el principio constitucional de paridad de género, “es además necesario que se nomine a candidatas mujeres, para lograr una representación paritaria en el máximo tribunal del país”, lo que significa que la terna esté conformada exclusivamente por mujeres.

    Hoy, la SCJN está integrada por tres ministras (que representan el 27 % del total) y ocho ministros (el 73 %), que hace imperiosa la necesidad de reducir la brecha en el acceso de las mujeres a este espacio de decisión pública.

    Por todo ello, se informa en comunicación oficial, que organizaciones de la sociedad civil, integrantes de la academia y personas defensoras de derechos humanos están convencidas que los procesos de designación son una vía potente para fortalecer a la SCJN.

    Contexto

    El 12 de diciembre de este año culmina el período del ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), José Fernando Franco González Salas. Por ello, el Presidente de la República deberá someter al Senado una terna de posibles candidaturas, y este deberá elegir entre ellas al nuevo ministro o ministra, con el voto de las dos terceras partes de las y los senadores presentes en la asamblea.

    El comunicado señala que la elección de ministras y ministros de la SCJN es uno de los procesos más relevantes de nuestra democracia, pues se trata del máximo órgano de justicia del país y tiene como mandato verificar que ninguna norma u acto de gobierno vulnere la Constitución y los tratados internacionales, así como resolver los conflictos que surgen entre los diferentes Poderes y órdenes de gobierno.

    Para garantizar que se nomine a tres personas independientes e idóneas, es fundamental que el Ejecutivo Federal genere un proceso deliberativo alrededor de los perfiles que conformarán la terna [1] y se promueva un proceso transparente, participativo e incluyente que garantice la nominación de tres perfiles con trayectorias intachables y equivalentes entre sí.

    Sostiene que para cumplir con el mandato constitucional de paridad total, y reducir la brecha en el acceso de las mujeres a este espacio de decisión pública, es “fundamental que la terna esté conformada exclusivamente por mujeres con trayectorias que destaquen por su reconocida integridad, su conocimiento y experiencia en materia de derechos humanos, su capacidad para evaluar las controversias jurídicas desde una perspectiva de género, y su ausencia de vínculos que pongan en riesgo la independencia de nuestro máximo tribunal.”[2]

    Aboga, además, porque este proceso permita fortalecer a la SCJN, considerando que en la medida en que se conduzcan bajo los más altos estándares de transparencia y máxima publicidad, de participación ciudadana y de rendición de cuentas, se podrá dotar de confianza y legitimidad a las decisiones públicas.

    Agrega que la designación de una ministra es fundamental para fortalecer al Poder Judicial de la Federación, en un contexto de violaciones sistemáticas de derechos humanos, de un ciclo de impunidad estructural, de casos graves de corrupción sin alguna consecuencia y de diversas formas de violencia que son ejercidas contra las mujeres y grupos históricamente vulnerados. “Por ello, es imprescindible que exista un sistema judicial autónomo, sólido, imparcial y efectivo en sus actuaciones. Una ministra para la Suprema Corte”.

    Se informó desde la SCJN que el pasado 3 de noviembre se envió la comunicación oficial al presidente Andrés Manuel López Obrador, con objeto de que el titular del Poder Ejecutivo Federal, conforme al artículo 89, fracción XVIII, de la Constitución, elabore una terna de candidaturas y la presente al Senado, para que sus integrantes elijan al nuevo ministro.

    El aviso se emitió en cumplimiento de la fracción X del artículo 14 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, que señala la obligación del ministro presidente de “comunicar al Presidente de la República las ausencias definitivas de los o las ministras de la corte”.

    [1] Un mecanismo que permita a la Presidencia de la República allegarse de información y propuestas de organizaciones, instituciones académicas, colegios y especialistas en general, sobre posibles candidaturas, su desempeño previo o respecto a la identificación de un posible conflicto de interés. Es decir, un mecanismo de preselección que proporcione elementos para formular la terna, reformular o reafirmar su decisión en aras de dotar de confianza la decisión y contar con una gama de perfiles que garanticen su independencia, autonomía e imparcialidad dentro de la SCJN. Para tal efecto, sugerimos que el titular de la Presidencia de la República emita una declaración dando inicio al procedimiento de formulación de la terna y establezca un plazo razonable para recibir sugerencias de posibles perfiles por parte de la sociedad civil. Una vez establecida y hecha pública la terna, sería recomendable que se establezca un plazo para recibir información sobre las personas que la integran, y en caso de reafirmar su decisión; posteriormente trasladar dicha información al Senado de la República, acompañada de la propuesta de terna.

    [2] De acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), los procedimientos para seleccionar a las altas autoridades de los sistemas de justicia “deben estar abiertos al escrutinio público de los sectores sociales”; así como garantizar que sus procesos de designación aseguren que jueces/juezas y magistrados/magistradas gocen de independencia e imparcialidad para ejercer de manera libre sus labores dentro de las entidades de justicia, eliminando la posibilidad de situaciones de subordinación o dependencia a otros poderes o instituciones ajenos al Poder Judicial.

    Toda la información e imágenes son de ROTATIVO.
    Link original: https://rotativo.com.mx/

  • ¿Mataron a más mujeres durante la pandemia? En 2020 la culpa también la tuvieron las armas de fuego

    ¿Mataron a más mujeres durante la pandemia? En 2020 la culpa también la tuvieron las armas de fuego

    A pesar de que el total de mujeres asesinadas bajó en el país, por primera vez el número de mujeres asesinadas con arma de fuego al interior de su vivienda alcanzó al número de mujeres asesinadas de otras formas.

    En marzo de 2020, Línea Mujer, el servicio de llamadas de emergencia de la Ciudad de México, recibió 1,920 llamadas relacionadas con violencia familiar, el número más alto desde que tenemos registro. Por varios meses después de ese histórico pico, el número de llamadas mensuales rondó los 1,700; muy por encima de las 1,000 que solía haber cada mes. Por tanto,  2020 fue un año con índices de llamadas por violencia familiar inusualmente altos. Todo esto, aunado a los testimonios de colectivas y organizaciones feministas que trabajan violencia de género, nos llevó a algunas a sospechar que el aumento de la violencia familiar se traduciría inevitablemente en un aumento en los asesinatos de mujeres que ocurren al interior de las viviendas.

    Desde hace 15 años, las mujeres en México mueren más en la vía pública que en el ámbito privado, pero siguen muriendo en casa desproporcionadamente más que los hombres. No obstante, contrario a lo que algunas anticipábamos, en 2020 no vimos un aumento importante de los asesinatos de mujeres en vivienda, pero sí algunos otros cambios.

    ¿Aumentó realmente?

    Una buena noticia es que en 2020 en general vimos un estancamiento en el número de homicidios del país. Mientras en 2019 hubo en México 36,065 asesinatos, en 2020 hubo 35,644. En el caso de las mujeres, la reducción es especialmente notoria en la vía pública donde el número total de mujeres asesinadas disminuyó en 10%. En la vivienda más que una reducción significativa vemos un estancamiento; el número de asesinatos de mujeres en 2020 fue prácticamente igual al de 2019. Idealmente esta reducción se mantendría en los siguientes años y sería consecuencia de las políticas de seguridad, no de la pandemia. No obstante, hasta este año podremos resolver esa interrogante.

    No obstante, las cosas se ven un poco distintas cuando vemos cómo cambiaron los homicidios de mujeres según su modo de ocurrencia. Tanto los homicidios de mujeres con armas de fuego como por otros modos disminuyeron en la vía pública, pero no sucedió lo mismo en la vivienda. Mientras en las viviendas disminuyeron los homicidios de mujeres que se perpetuaron por ahogamiento, envenenamiento, arma blanca o fuerza corporal, aumentaron los homicidios que se cometieron con arma de fuego. Esto es especialmente notorio porque es la única de las cuatro categorías que aumentó. A pesar de que el total de mujeres asesinadas bajó en el país, por primera vez el número de mujeres asesinadas con arma de fuego al interior de su vivienda alcanzó al número de mujeres asesinadas de otras formas.

    Las armas de fuego en el hogar

    El aumento de la violencia armada al interior de la vivienda no es algo nuevo.  Como puede apreciarse en la gráfica, en los últimos 20 años, los asesinatos con arma de fuego pasaron de representar alrededor del 30% de los asesinatos que se cometen en vivienda, a representar cerca del 45%. Este año la mitad de las mujeres asesinadas en su casa fueron asesinadas con arma de fuego. A la par disminuyeron los asesinatos al interior del hogar que se cometieron con arma blanca, ahogamiento o envenenamiento.

    Los estados donde sí hubo más homicidios de mujeres en casa

    Si bien en todo el país, el número de asesinatos de mujeres en vivienda cometidos con arma de fuego fue prácticamente el mismo de los cometidos de otro modo, esto cambia bastante en cada estado del país.  Por ejemplo, en estados como Guanajuato y Zacatecas, 8 de cada 10 homicidios de mujeres que ocurrieron en viviendas en 2020 se perpetraron con armas de fuego. En Sinaloa y Colima 7 de cada 10, mientras en Veracruz, Chihuahua, Nuevo León, Tabasco y Tamaulipas fueron 6 de cada 10. Cabe mencionar que los estados con más mujeres asesinadas en vivienda con armas son también estados con problemas fuertes de violencia homicida en general.

     

    Además, así como no en todos los estados la proporción de mujeres asesinadas en vivienda fue la misma, no en todos los estados los homicidios de mujeres en vivienda se mantuvieron; en algunos subieron. Algunos de los casos más notorios son Chiapas, Chihuahua, Colima, Ciudad de México y Michoacán. Mientras en los primeros cuatro estados, el número de mujeres asesinadas en sus casas aumentó entre el 30% y el 50%, en Michoacán el aumento fue del 72% en 2020 con respecto a 2019.  Si ponemos atención a esos cinco estados, veremos que, en cuatro de cinco, el aumento tuvo que ver con violencia armada. En Chihuahua, Colima, Ciudad de México y Michoacán no aumentó el número de asesinatos de mujeres con otros métodos, pero sí el número de mujeres que fueron asesinadas en casa con arma de fuego. En Chihuahua, la Ciudad de México y Michoacán el número total prácticamente se duplicó. Chiapas es el único estado donde el aumento parece estar más relacionado con mujeres asesinadas por medio de asfixia o armas blancas.

    Lo que nos falta entender de la violencia feminicida

    En 2020 disminuyeron los asesinatos de mujeres en la vía pública y en la vivienda. Esto a pesar de que aumentaron las llamadas de auxilio por violencia familiar y probablemente la violencia contra las mujeres. Por un lado, esto nos habla de lo complejo que es este tipo de violencia y de lo complicado que es asumir que porque una mujer sufre violencia también será asesinada. Aún tenemos mucho qué entender sobre cómo opera la violencia de género, cuándo escala y por qué, si es que lo hace.

    Por otro lado, la tasa de mujeres asesinadas en vivienda con arma de fuego sí subió, lo que no sucedió con otro tipo de métodos. Esto nos habla de algo cada vez es más evidente; las armas de fuego son hoy en día el principal enemigo de las mujeres mexicanas. La violencia armada se ha metido gradual, pero rápidamente también en las casas de las mujeres. Aún tenemos mucho que entender sobre como las armas transforman el espacio privado, lo único claro es que en México no puede existir una agenda que busque reducir las muertes de mujeres y a la vez ignore la violencia armada, y el contexto de militarización que la precede.

    Nota metodológica

    Todos los scripts y datos para replicar este análisis pueden encontrarse en esta carpeta.

  • La democracia es una promesa incumplida para las mujeres indígenas en América

    La democracia es una promesa incumplida para las mujeres indígenas en América

    Tarcila Rivera Zea es presidenta del Foro Internacional de Mujeres Indígenas.

    En América Latina y el Caribe vivimos aproximadamente 55 millones de mujeres y hombres indígenas. Representamos 11.5% de los 476 millones de personas indígenas a nivel mundial, pero para nuestra población la democracia es una promesa incumplida.

    Los 28 millones de mujeres indígenas de la región constatamos a diario que eso acarrea muerte, invisibilidad, subrepresentación política y social, y ver postergados los sueños por falta de oportunidades. De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, los pueblos indígenas constituimos 8.5% de la población en la región, pero 30% de las personas en pobreza extrema. La tasa de trabajo informal también es alta: 82.6%, cuando para el resto de la población es 51.1%. Estas diferencias acentuadas nos llevan a preguntarnos: ¿Qué mecanismos se deben operar a nivel social, político y económico para superarlas, y qué papel podemos desempeñar las organizaciones indígenas para ese cambio?

    La diversidad cultural y social han ingresado muy recientemente en los discursos oficiales y las agendas políticas de la región. Esta situación no difiere de la de Estados Unidos, en donde la participación política indígena inició a finales de la década de 1940. O la de Canadá, que fue hasta 1960.

    Sin embargo, en este último país, 50 años después, Mary Simon, indígena Inuit, fue designada por el primer ministro Justin Trudeau como gobernadora general de Canadá. Es la primera indígena en este cargo. Su designación se inscribe dentro de una larga polémica sobre la situación de las primeras naciones en ese país, con demandas históricas sobre desplazamientos territoriales, la invisibilización de violencia y feminicidio, las condiciones de desnutrición de la población nativa y los tratos inhumanos que vivieron niños indígenas en internados, desde 1863 hasta 1998, en los cuales habrían muerto hasta 6,000 menores.

    En Estados Unidos la diputada Deb Haaland, del pueblo Laguna de Nuevo México, fue designada por el presidente Joe Biden como secretaria del Interior. Es un hito importante pues es la encargada del relacionamiento entre el Estado y los nativos estadounidenses, además de ser una activista reconocida en contra de la explotación de los combustibles fósiles.

    Ambas designaciones se inscriben dentro de procesos de transformación de las relaciones entre el Estado y los pueblos indígenas, y configuran un nuevo escenario para el fortalecimiento de la democracia con una mayor inclusión de mujeres que, hasta hace muy poco, estuvieron excluidas de la representación. Esto debería también afectar a las formas de hacer política en otras partes del continente.

    Gran parte de los países latinoamericanos nos encontramos recuperándonos de conflictos internos que incluyeron el uso del terrorismo por parte de grupos armados y los Estados para polarizar y someter a la población —como en el Perú con Sendero Luminoso, en Colombia con las guerrillas, las dictaduras o las guerras civiles en la región—, con especial ensañamiento contra los pueblos indígenas y afrodescendientes, y con procesos inconclusos de reparación y sanación colectiva. Por eso es necesario abrir vías políticas por medio de las cuales ejercer representación y poder colocar los planteamientos y problemas de las mujeres indígenas en la discusión social.

    Las recientes elecciones en el Perú son una muestra de las limitaciones de la democracia para con nosotras, en la medida en que no se ha construido una noción de ciudadanía que abarque a la diversidad cultural y social. En los comicios hubo discursos abiertamente racistas en contra de los pueblos indígenas, pues se los identificaba con el candidato Pedro Castillo. Pero una vez que este fue declarado ganador, no ha quedado claro cuál es el espacio político de nuestras organizaciones y representantes dentro de los espacios de decisión. Por una parte, ha habido constantes cambios de ministros en su gabinete, sin que haya una representación amplia de nuestros pueblos; por otra, puestos claves en el relacionamiento entre el Estado y los pueblos indígenas, como es el Viceministerio de Interculturalidad, recién tuvo una titular hasta el 5 de noviembre, cuando lo tomó Rocilda Nunta Guimaraes, educadora del pueblo Shipibo-Konibo.

    En los casos de Estados Unidos y Canadá, la participación de mujeres indígenas en altos cargos es el resultado de la toma de conciencia política respecto a la necesidad de ampliar su representación, abordar la problemática de los nativos que ha sido invisibilizada y postergada por años, y con ello reconfigurar la democracia. Lo contrario sucede en el Perú. También en otros casos, como Ecuador o Bolivia, en donde sus Constituciones los establece como Estados plurinacionales pero cuya participación real de mujeres indígenas dentro de los altos mandos de gobierno es casi inexistente.

    En México, un país con larga tradición organizativa y de movilización indígena, la participación política también es casi inexistente. Esto contrasta con lo que sucede en Chile, en donde la mapuche Elisa Loncón Antileo fue electa como presidenta de la Convención Constitucional que está formulando la nueva Constitución chilena.

    Esto nos obliga a las mujeres indígenas articuladas alrededor del mundo a ser vigilantes de los avances logrados, a compartir y analizar las prioridades comunes y la agenda pendiente, como lo hicimos en la reciente Segunda Conferencia Global de Mujeres Indígenas, donde participamos alrededor de 500 mujeres indígenas de siete regiones geoculturales, con una representación intergeneracional. Como resultado, construimos el Posicionamiento político de las mujeres indígenas del mundo, un documento que busca incidir en que los Estados y los políticos respeten los principios de igualdad, nuestros derechos y consideren prioritaria la participación de las diversidades.

    La participación política y la representación de mujeres indígenas en el escenario político es una necesidad para fortalecer la democracia. Limitarlas abre la puerta a la posibilidad de ejercer un poder único y unilateral por parte de los gobiernos. Por eso, lo que se ha avanzado ya en la construcción de instrumentos de derechos, políticas y recomendaciones en este tema por parte de organismos internacionales, no puede ser eludido por los Estados. La democracia implica el compromiso por la participación de todas las diversidades y en el esfuerzo por construir esos escenarios nos encontramos las mujeres indígenas.

    Toda la información e imágenes son de THE WASHINGTON POST.
    Link original: https://www.washingtonpost.com/es/post-opinion/2021/11/08/mujeres-indigenas-democracia-america-latina-tarcila-rivera/

  • El pequeño comercio: uno de los sectores que más mujeres emplea

    El pequeño comercio: uno de los sectores que más mujeres emplea

    Durante la pandemia, las mujeres no se han dado por vecinas y han hecho todo a su alcance para mantener sus empresas o su trabajo.

    En México, una de cada cuatro mujeres trabajadoras tiene su fuente de empleo o ingresos en el comercio. Ya sea administrando o atendiendo pequeñas tienditas, o cocinando y brindando servicio en pequeños restaurantes; entre otras labores, las mujeres encuentran en este sector de la economía una forma de salir adelante.

    De acuerdo con un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad, en marzo de 2021, en México las emprendedoras representaban el 26% de las mujeres ocupadas en el país y aunque la mayoría se ubica en el sector informal, el documento advierte que incorporarse al sector formal les abre las puertas a beneficios como el financiamiento y la capacitación para consolidar sus emprendimientos y autonomía económica.

    El estudio indica que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) los ingresos promedio de las emprendedoras formales son 2.5 veces que aquellas que se encuentran en la informalidad.

    “Una emprendedora mexicana promedio tiene entre 25 y 44 años, está casada, tiene uno o dos hijos, su nivel de escolaridad es de secundaria, y opera en la informalidad debido a tres principales razones: el alto costo de trámites administrativos (en tiempo y dinero), la falta de acceso al financiamiento y la falta de capacitación sobre finanzas, contabilidad o desarrollo de negocios”, se lee en el estudio.

    De acuerdo con cifras del INEGI, las mujeres han sido el sector más afectado en cuanto a pérdida de empleo durante la pandemia por COVID pues en el primer trimestre de 2021, 1.6 millones de personas salieron de la fuerza laboral, de las cuales, el 84% son mujeres.

    Entre marzo de 2020 y marzo de 2021 el INEGI reportó que México pasó de 57 millones de personas en la Población Económicamente Activa (PEA), en el mismo periodo de 2020, a 55.4 millones de personas, lo que significa que un millón 629 mil personas perdieron su empleo y de ese total, un millón 363,287 son mujeres, mientras que 266 mil 547 son hombres.

    No obstante, ya comienza a vislumbrarse signos de recuperación pues en octubre de este año, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que los empleos asociados a las mujeres ya recuperaron los niveles registrados previo a la pandemia, debido a que al 30 de septiembre se tuvo un registro ante el IMSS de 7 millones 896,757 trabajadoras, lo que significa 114 mil 866 empleos más que los comparados en febrero de 2020.

    El Seguro Social reportó que 8 de las 9 actividades económicas han recuperado completamente el número de puestos vinculados a las mujeres: agricultura, comercio, construcción, transportes y comunicaciones, electricidad, transformación, servicios sociales y extractivas.

    En conjunto, estos sectores representan el 76% del empleo de trabajadoras a nivel nacional. Solo el sector de servicios para empresas no ha recuperado el empleo registrado en el IMSS asociado a mujeres, y actualmente registra un 8% menos del nivel observado en febrero de 2020.

    Lo que sí ha quedado claro es que antes y durante la pandemia, las mujeres no se han dado por vecinas y han hecho todo a su alcance para mantener sus empresas o su trabajo.

    EMPODERAMIENTO

    Mantener una tiendita o una fondita abierta durante la pandemia del COVID-19 no fue una tarea sencilla. Más para las mujeres que actualmente son ellas quienes atienden 6 de cada 10 establecimientos de este tipo.

    Incluso así hay historias de éxito que contar, como el caso de Valentina Teresa Estrada Montenegro, quien hace cinco años puso su primera tiendita en Cuautla, Morelos, con un inventario de una caja de refrescos; ahora tiene 10 tienditas en las que emplea a 40 personas, y este crecimiento se logró gracias a la capacitación y apoyos recibidos para arrancar sus negocios.

    “Para mí el empuje más grande ha sido Coca-Cola porque me ha enseñado a manejar la administración de mis negocios con capacitaciones de cursos, y así es como he abierto 10 tienditas. Para tener éxito en la vida tienes que enamorarte de las cosas que haces, toda mi familia depende de este negocio, así que les puedo asegurar a todas las mujeres que quieren emprender algo que se avienten, es importante luchar por esos sueños y por esas metas que nosotros tenemos”, señaló Valentina.

    En más de año y medio de pandemia, los pequeños comercios como tienditas y fonditas han requerido apoyos de varias vías, uno de ellos es la capacitación para administrar mejor sus negocios, otro el financiamiento para hacer frente a las bajas ventas o bien para “financiar” a sus clientes, y también en materiales de protección para poder operar y reducir los riesgos de contagio.

    En este tiempo, la Industria Mexicana de Coca-Cola (IMCC) apoyó de manera integral a las mujeres capacitándolas, pero también dotándolas de herramientas y equipos para sus negocios, así como créditos para que vendan más.

    A través de la Fundación Coca-Cola México y en colaboración con sus embotelladores, la Industria Mexicana de Coca-Cola capacitó a más de 180,000 mujeres mexicanas con el programa de Empoderamiento de Mujeres y Pequeños Negociosentre las que se encuentran mujeres dueñas de tienditas y pequeños negocios en el ámbito urbano y rural, y artesanas, además de que se espera que al cierre del año se sumen 25,000 mujeres más.

    “Hemos encontrado que las mujeres son grandes tenderas, tienden a ser muy disciplinadas, a ser absolutamente profesionales en sus manejos y la verdad terminan siendo jefas no sólo de manera directa sino empleando a familiares indirectos (…) hemos encontrado que invertir en las mujeres resulta muy redituable”, explicó Patricio Caso, director de Asuntos Públicos de Coca-Cola México.

    Además de la capacitación, a lo largo de la pandemia la IMCC realizó una inversión de 5,000 millones de pesos para el mantenimiento y mejora de las tienditas y otorgó más de 190,000 créditos a dueños de estos lugares para reactivar su economía.

    En materia de protección para evitar contagios, entregó casi medio millón de materiales entre mamparas, gel antibacterial y cubrebocas, por mencionar algunos.

    Cabe destacar que este tipo de acciones se llevaban a cabo de manera cotidiana antes de la pandemia, aunque no en la dimensión de los últimos meses pues desde hace una década Coca-Cola puso en marcha su iniciativa global 5by20, la cual tenía como propósito fundamental empoderar a cinco millones de mujeres emprendedoras de la cadena de valor del Sistema Coca-Cola para 2020. Ésa meta se alcanzó y superó los seis millones de mujeres alrededor del mundo.

    En México, desde 2012, IMCC y Fundación Coca-Cola trabajan de la mano con diversas organizaciones y universidades para promover iniciativas que impulsen el empoderamiento económico de las mujeres en la cadena de valor, reconociendo el rol que juegan en el desarrollo integral de sus comunidades.

    Foto: Especial

    VISIBILIZACIÓN

    En nuestro país existen alrededor de 1.2 millones de pequeños comercios, de acuerdo con la Asociación Nacional de Pequeños Comercios. Las tienditas generan el 1% de nuestro PIB, que equivale a más de 300,000 millones de pesos anuales, y abastecen el 52% de la demanda nacional, además de generar dos millones de autoempleos.

    IMCC busca acompañar e impulsar a todas las tienditas y pequeños comercios en México desde hace 95 años para que fortalezcan sus operaciones y la calidad de vida de miles de familias, por lo que este esfuerzo se redobló durante la pandemia.

    Y aunque Patricio Caso estimó que desde el inicio de la crisis del COVID-19 cerraron entre 15 y 20% de estos lugares, la participación de todos es fundamental para apoyar a los que han sobrevivido.

    “Aquí se vuelve claro, las mujeres son fundamentales para el funcionamiento del comercio; los restaurantes (tanto grandes como pequeños) no funcionan sin las mujeres que trabajan ahí”, agregó Ana Bertha Gutiérrez, coordinadora de Comercio Exterior y Mercado Laboral en el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

    Toda la información e imágenes son de ANIMAL POLÍTICO.
    Link original: https://www.animalpolitico.com/

  • Combatir la brecha salarial por género a través de compensaciones

    Combatir la brecha salarial por género a través de compensaciones

    Por cada 100 pesos mensuales que recibió un hombre en 2020, una mujer obtuvo sólo 87 por realizar el mismo empleo.

    La brecha salarial es un tópico con el cual algunas empresas no se sienten cómodas hablando, puesto que la mayoría de ellas incurre en prácticas que designan salarios mayores a hombres que mujeres por ejecutar exactamente las mismas funciones y porque son las mismas que no saben cómo justificar la diferencia en dicha remuneración.

    “Cuando yo entré como interna a un despacho de abogados estaba en quinto semestre. Se supone que en ese lugar te tabulan (el sueldo) de acuerdo con semestre en el que estás, todos los pasantes de quinto ganan lo mismo, luego del sexto y así, conforme avanzas de semestre te incrementan. Un año después le dije a un amigo que si le le interesaba trabajar en el despacho, entró estando él en quinto semestre y yo séptimo. Con el tiempo le pregunté cuánto ganaba y me enteré que percibía 7,000 pesos más que ello sin tener ninguna experiencia adicional o realizar tareas distintas”, narró Mariana de Lucio, abogada experta en Derechos Humanos.

    Así como Mariana, otras mujeres en México padecen la brecha salarial por género, pues según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) ésta fue de 13% en 2020. O sea, que por cada 100 pesos mensuales que recibió un hombre una mujer obtuvo sólo 87 por realizar el mismo empleo.

    ¿Hay algo que las empresas puedan hacer? De acuerdo con Laila Chartuni, presidenta de Top Companies, sí y se llama equipos de compensaciones.

    “En la mayoría de las empresas, el papel de Recursos Humanos deber ser fundamental para estructurar un sistema que permita reconocer, motivar y por supuesto, compensar, a los colaboradores por su desempeño y compromiso. Para ello deben crearse sistemas, que incorporen de manera integral, la retribución económica, así como el proceso de desarrollo y crecimiento de los colaboradores, que esté enfocado a incrementar la productividad para alcanzar las metas planteadas por la organización”, dijo.

    Chartuni explicó que este proceso requiere un análisis en el cual la organización realice una revisión anual del tabulador salarial a nivel interno por género y puesto, así como una revisión anual del esquema salarial vs. el mercado, por puestos y regiones, para identificar su crecimiento interno y cómo se ubica en comparación con la competencia.

    ¿Es factible? Francisco Fernández, director general de Mars Pet Nutrition en México y sponsor de la iniciativa afirma que esa área de compensaciones en una realidad ya en la empresa que representa.

    “Puedo asegurarte que en 2020 alcanzamos la equidad en pagos en Mars después de implementar un sistema que nos tomó años mejorar. Revisamos salarios cada 6 meses y ahora tienen el mismo nivel de pago entre hombres y mujeres”, aseveró.

    Explica que en Mars existe un equipo de Compensación, que se encarga exclusivamente de monitorear la nómina y así vigilar que los tabuladores sean correctos para las personas de nuevo ingreso, pero también para aquellos que se desarrollen dentro de la compañía. Realizan una comparación de salarios y luego de un ejercicio matemático avisan a Dirección de Finanzas y a la Dirección de Recursos Humanos cuáles son las personas que están desfasadas respecto a su puesto y también cuánto dinero se necesita para arreglar esa situación.

    Ése es tan sólo un escenario en el que la empresa, sin presión de los mismos colaboradores, realiza un ajuste para reducir o eliminar la brecha salarial por género. Pero también está el caso del despacho en que trabajó Mariana de Lucio, quien -cuando se enteró de la discrepancia entre el sueldo de su colaborador y el suyo- solicitó un remedio a la solución.

    “La diferencia era de por lo menos de 7,000 pesos, él nunca había trabajado, estaba dos semestres abajo y aun así tenía mejor sueldo que yo. Cuando le pregunté directamente a él si sabía por qué ganaba más, en broma, respondió que por ser hombre. Eso me motivó a ir con mis superiores para entender la situación, a lo que ellos no tuvieron una razón que justificara la diferencia y por ello decidieron aumentarme el sueldo para estar iguales”, contó de Lucio.

    Al respecto, Laila sostiene que siempre es mejor que una empresa dé el primer paso, pues le brinda un mayor margen de acción para corregir los errores en la asignación de salario, los cuales en su mayoría, surgen de los sesgos sexistas que puedan tener las personas que fijan las tarifas en primer lugar.

    “Existen diversas metodologías para realizar un cálculo, así como indicadores y datos oficiales para identificar la brecha salarial y cómo impacta en nuestra organización, porque siempre impactará. Lo esencial es que las empresas, continuemos poniendo en marcha aquellas iniciativas que nos ayuden a reducir la brecha salarial entre hombres y mujeres, pero también entre generaciones, apostando siempre a conservar y desarrollar al mejor talento, que no sean cuotas por cumplir, sino, colaboradores a quienes incentivar, acompañándolos en su proceso de aprendizaje y brindándoles las herramientas necesarias para apuntalar su desempeño”, apuntó.

    Para ello, las organizaciones deben hacer un análisis salarial interno para identificar hallazgos por género, por puesto, por generación, escolaridad, entre otros. Estas revisiones, deseablemente, serán periódicas. Asimismo, recomienda que contemplen no sólo esquemas salariales, sino de beneficios como permisos, licencias, así como los planes de carrera y programas de capacitación, ya que son parte integral de un sistema de compensaciones.

    Toda la información e imágenes son de EXPANSIÓN.
    Link original: https://mujeres.expansion.mx/

  • Reforma de paridad: periodismo con perspectiva de género

    Reforma de paridad: periodismo con perspectiva de género

    «El debate legislativo que desde hace siete años se sostiene al respecto en el Congreso llevó a periódicos y noticieros el tema del acceso al poder en condiciones de equidad entre mujeres y hombres».

    El proceso de reformas y leyes de paridad iniciado en 2014 en el Congreso de México metió de lleno a los medios de comunicación y a los periodistas a la cobertura de la perspectiva de género.

    Toca ahora acelerar que esta tarea se realice con perspectiva de género.

    Pero el haber llevado a la cotidianeidad de las tareas del reporteo la agenda de la igualdad sustantiva en el acceso a la representación política ha representado un cambio radical en la conversación pública que la prensa, la radio, la televisión, los portales y las agencias de noticias registran.

    Por supuesto que no es el único tópico que aceleró en los últimos años la atención mediática a los temas relacionados con la agenda de la igualdad.

    También el movimiento “me too” y las protestas del feminismo juvenil en contra de la normalización de la violencia contribuyeron en el aceleramiento que en los últimos años ha tenido en México la cobertura de las reivindicaciones de género como un asunto noticioso e importante.

    Particularmente el verano de la diamantina rosa en 2019 y las manifestaciones del M8 y M9 en 2020, con los performances del denominado Bloque Negro incluidos, fueron coyunturas que profundizaron la atención y el involucramiento de los informadores en la tarea de visibilizar las desigualdades, los rezagos y la impunidad que afrontan las mujeres.

    Sin embargo, la cobertura de esos episodios que alcanzaron interés global careció generalmente de una perspectiva de género y, por el contrario, hubo en el registro de esos hechos enfoques de descalificación hacia las jóvenes que impulsaron las movilizaciones, etiquetándolas como anarquistas, infiltradas, vándalas y hasta instrumentos de estrategias de desestabilización política ajenas al feminismo.

    Las expresiones de re victimización que se dieron en los medios en contra de las protestas feministas evidenciaron que el periodismo mexicano arrastra los déficits que en la comprensión de los derechos humanos de las mujeres también se presentan en las élites económicas, políticas y empresariales en el país.

    Es frente a este panorama que el proceso parlamentario que ha derivado en instrumentos que garantizan constitucionalmente el principio de la paridad se ha convertido en una oportunidad de asimilar la perspectiva de género de manera cotidiana para las y los periodistas mexicanos.

    El debate legislativo que desde hace siete años se sostiene al respecto en el Congreso llevó a los periódicos y noticieros el tema del acceso al poder en condiciones de equidad entre mujeres y hombres.

    Y con el incremento de la presencia de diputadas y senadoras en el Poder Legislativo, la paridad profundizó y aceleró la presentación de iniciativas de ley y de reformas en contra de las violencias de género y las brechas salariales, entre otros temas.

    Si bien muchas de estas propuestas siguen pendientes y aún no se materializan en estrategias de Estado, la formulación del concepto de violencia política por condición de género fue marco de las elecciones federales de este año, colocando la lupa de los medios en candidatos que habrían ejercido dicha violencia, así como acoso sexual.

    Más allá del eslogan que entre 2018 y 2021 promovió a los integrantes del Congreso como “la legislatura de la paridad de género”, ésta construyó regulaciones que dieron paso a una competencia inédita de mujeres por las gubernaturas, protagonistas en el ejercicio del poder que, en los próximos seis años, obligarán a los medios de comunicación a contar nuevas historias.

    Nota del editor: Ivonne Melgar es periodista, feminista, cronista parlamentaria, relatora política. Síguela en Twitter y/o en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

    Toda la información e imágenes son de EXPANSIÓN.
    Link original: https://mujeres.expansion.mx/

  • Acuerdos con enfoque de DH y equidad de género, pide México en COP26

    Acuerdos con enfoque de DH y equidad de género, pide México en COP26

    En el marco de la 26 Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP26), la delegación de México llamó a “mantener una perspectiva de derechos humanos, igualdad de género y de equidad intergeneracional” en los documentos y acuerdos que se negocian en ese foro, que se celebra en Glasgow, Escocia.

    México lamentó que durante los trabajos de revisión de los principios guías del programa de trabajo de Doha del artículo 6 de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático estos conceptos no se vieron reflejados, lo cual compromete el plan de acción que se implementará en los próximos diez años.

    La delegación mexicana encabezada por la subsecretaría de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) señaló que no sólo se trata de una cuestión de coherencia entre los diversos textos de la Convención, sino que es un asunto de principios.

    Añadió que los ciudadanos que se han manifestado en Glasgow en el marco de la COP26 “observan el trabajo de los funcionarios de los distintos países, en espera de que estén a la altura de las circunstancias”.

    A través de un comunicado, se aseguró que el gobierno mexicano mantiene “una política exterior en derechos humanos y feminista, mismas que comprometen la inclusión de una perspectiva de las garantías fundamentales y de igualdad de género en las actividades de foros internacionales”.

    De acuerdo con la SRE, por esta política, durante las negociaciones de la COP26, la representación mexicana “impulsa la inclusión de estas referencias para garantizar que la gobernanza de materia climática, y las actividades y obligaciones de los países derivadas de estas, atiendan a las garantías y derechos humanos, principalmente de las mujeres y niñas, pueblos indígenas y otros grupos vulnerables”.

    La COP26 inició el pasado 31 de octubre y concluirá el 12 de noviembre. El objetivo es que los representantes de los Estados parte discutan la gobernanza internacional en cambio climático, así como las acciones globales en favor de la conservación del medio ambiente.

    Toda la información e imágenes son de LA JORNADA.
    Link original: https://www.jornada.com.mx/notas/2021/11/07/politica/acuerdos-con-enfoque-de-dh-y-equidad-de-genero-pide-mexico-en-cop26/

  • La brecha de atracción: a los hombres les gusta el 60% de las mujeres; a las mujeres, el 4,5% de los hombres

    La brecha de atracción: a los hombres les gusta el 60% de las mujeres; a las mujeres, el 4,5% de los hombres

    Tinder y el resto de aplicaciones para ligar no sólo han revolucionado el modo en el que buscamos y encontramos pareja, también han cambiado nuestra forma de estudiar las relaciones románticas. Hoy tenemos más datos para saber cómo se comportan los hombres y las mujeres frente al sexo, y hasta qué punto su forma de interpretar las relaciones difiere. Dado que durante los últimos años se ha convertido en un asunto candente, para bien y para mal, conviene echar un vistazo a algunos datos.

    La selecciónEste estudio publicado hace dos años y centrado en 3.600 perfiles de Tinder distintos ofrece algunas lecturas interesantes. La principal: existe una brecha de atracción sexual entre hombres y mujeres. Una bastante pronunciada. Mientras ellos encontraron atractivas al 60% mujeres sugeridos por la plataforma, ellas sólo dieron «like» al 4,5% de los hombres que se toparon en su camino. A la mayoría de los hombres le gustaron la mayoría de las mujeres. A la mayoría de las mujeres sólo le gustó una minoría muy reducida de hombres.

    Explicaciones. La psicología lleva años discutiendo la mayor «selectividad» de ellas en materia sexual. Una teoría habla de la seguridad. Para las mujeres el sexo es una actividad más arriesgada (tanto a nivel físico como en términos de inversión vital, léase embarazo). Esto les conduce a mayores cautelas a la hora de elegir pareja. Hay motivos evolutivos pero, como ilustra este otro trabajo enfocado en Tinder, también hay una lógica económica: las mujeres pueden ser más selectivas porque saben que casi cualquier «like» o «superlike» que entreguen resultará en un «match».

    Es decir, saben que la mayoría de hombres estarán interesados, que tendrán menos dificultades para encontrar pareja.

    Más factoresComo vimos en su momento, esto se manifiesta en otras áreas. Las mujeres tienden a buscar a hombres con su mismo nivel de estudios. Esto genera comportamientos desiguales, dado que cada vez hay menos hombres universitarios. También se interesan más por hombres con igual o superior volumen de ingresos. Diversos trabajos evidencian cómo el porcentaje de varones solteros es muy alto entre las rentas más bajas (de hasta el 45%) y muy bajo entre las rentas más altas (en torno al 20%). Sucede en España y en países muy equitativos como Noruega.

    Es atracción. ¿Las preferencias dispares se explican por la cultura o por lógica evolutiva? Quizá sea un término medio. Los hombres están más abiertos a más relaciones sexuales. También en Noruega un estudio preguntó cuántos amantes desearían tener los encuestados durante los próximos treinta años: las mujeres respondieron que cinco; los hombres, veinticinco. En general, las mujeres son más reflexivas sobre sus relaciones. Son más selectivas antes y después, mostrando un mayor arrepentimiento que los hombres en sus encuentros sexuales pasados.

    Influye todo. Pensemos, por ejemplo, en la fertilidad de unos y otras. Los hombres invierten menos en cada relación sexual y también pueden aplazar más la paternidad (hasta diez años), y por tanto la pareja estable (la promiscuidad les penaliza menos). También son importantes los cambios sociales: el acceso al mercado laboral y a los trabajos cualificados de las mujeres ha hecho que los hombres tengan menos probabilidades de salir de la soltería gracias a su renta/estudios. Lo que, quizá, haya aumentado su necesidad de dar más «superlikes» (y viceversa).

    Imagen: Cottonbro

    Toda la información e imágenes son de MAGNET.
    Link original: https://magnet.xataka.com

  • SCJN determina que una mujer trabaje no es razón para quitar custodia de hijos

    SCJN determina que una mujer trabaje no es razón para quitar custodia de hijos

    Esto luego que una madre trabajadora le quitaron la custodia de su hija menor de edad por tener una actividad profesional que le demandaba tiempo y esfuerzo, ya que se argumentó que su trabajo le impedía que atendiera a su hija de manera directa y personal.

    Al respecto, la Primera Sala de la SCJN declaró que esta acción vulnera el derecho a la igualdad y no discriminación de la implicada.

    Resulta fundamental que las autoridades jurisdiccionales juzguen estos casos con perspectiva de género y tomen en cuenta que la corresponsabilidad social en el trabajo de cuidados contribuye a incrementar la participación femenina en actividades económicas y a mejorar las condiciones laborales de las mujeres que trabajan para el mercado

    Suprema Corte de Justicia de la Nación

    También se determinó que la quitarle la custodia de su hija implica que no continúe con su desarrollo profesional o a que busque un trabajo que sea menos demandante con la consecuente disminución de salario; cuestión que no resulta legítima y que, por el contrario perpetua la desigualdad.

    “Así, se ha invisibilizado o desconocido la necesidad de las mujeres de redistribuir la carga del cuidado entre los demás actores de la sociedad (Estado, mercado y varones), y se las sigue cargando con la responsabilidad casi exclusiva de las labores de cuidado por considerar que por “naturaleza” les corresponde hacerlas, lo que tiene consecuencias en su acceso al empleo, los ascensos y en la remuneración”, aseguró el Tribunal.

    El criterio se publicó el pasado 29 de octubre en dos tesis jurisprudenciales y fue emitido en un amparo resuelto por la Primera Sala y presentado por la ministra Margarita Ríos.

    Cabe señalar que diversos organismos nacionales e internacionales han advertido que las responsabilidades relacionadas con el cuidado de la familia y las exigencias del trabajo remunerado es una enorme fuente de desventaja para las mujeres en el mercado de trabajo.

    Toda la información e imágenes son de REPORTE ÍNDIGO.
    Link original: https://www.reporteindigo.com/

  • Más de 131 mil niñas y niños en México quedan huérfanos por COVID

    Más de 131 mil niñas y niños en México quedan huérfanos por COVID

    En acuerdo con una investigación del Instituto Belisario Domínguez, en México son por lo menos 131 mil trescientos niños y niñas que han quedado huérfanos de padre o madre a causa del COVID, lo que coloca a nuestro país como el que más ha resentido este problema en todo el continente americano, siendo México el segundo lugar del mundo en esta triste contabilidad, superado solamente por La India. 

    El estudio “La Orfandad ocasionada por la pandemia” estuvo a cargo de la investigadora Carla Angélica Gómez, quien toma los 21 países más afectados por el COVID para realizar su trabajo. Vale la pena decir que este no es un problema específico de México, sino que distintos países han implementado programas y políticas públicas para proteger a las niñas y niños que han quedado en la orfandad. 

    En nuestro país se otorga la beca “Benito Juárez”, que consiste en 800 pesos mensuales para apoyar a estos menores, lo que es claramente insuficiente ante el problema. 

    A un costado del Museo Nacional de Arte (MUNA) fue instalado un altar y memoria para las víctimas de Covid-19. Decenas de personas han acudido a colocar las fotos de sus seres queridos que han dejado este mundo, así como veladoras, flores y elementos que, según la tradición de Día de Muertos, guía a las almas hacía las ofrendas. Las fotos presentan mensajes de amor, deseos de un buen viaje y enseñanzas que las personas dejaron a sus seres queridos. En México la pandemia por Covid-19 ha cobrado la vida de más de 288 mil personas. Los altares son las representaciones emblemáticas del Día de Muertos en México. Según la tradición, los difuntos regresan los días 1 y 2 de noviembre para visitar a quienes continúan en vida y poder disfrutar las ofrendas que se les deja con sus alimentos preferidos. FOTO: GALO CAÑAS/CUARTOSCURO.COM

    Toda la información e imágenes son de TERCERA VÍA.
    Link original: https://terceravia.mx