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  • Anna Freixas, psicóloga: “Hay un pánico cultural a la menopausia que se transmite a las mujeres”

    Anna Freixas, psicóloga: “Hay un pánico cultural a la menopausia que se transmite a las mujeres”

    Hay vida más allá de la menopausia. Y “buena vida”, conviene la psicóloga feminista Anna Freixas (Barcelona, 77 años). La pensadora, catedrática de Psicología ya jubilada, acaba de actualizar, 17 años después de su publicación (en Paidós), el libro Nuestra Menopausia, una versión no oficial (Capitán Swing, 2024), donde fija su mirada crítica sobre la percepción sociocultural de esta etapa de la vida y desmonta mitos, estigmas y tabúes….

    https://elpais.com/salud-y-bienestar/2024-02-13/anna-freixas-psicologa-hay-un-panico-cultural-a-la-menopausia-que-se-transmite-a-las-mujeres.html
  • Las píldoras anticonceptivas disminuyen el deseo sexual en algunas mujeres

    Las píldoras anticonceptivas disminuyen el deseo sexual en algunas mujeres

    La relación entre las píldoras anticonceptivas y el deseo sexual ha sido complicada desde el principio.

    Se sabe que la píldora le abrió paso a una revolución sexual y, sin embargo, para algunas mujeres, el coctel de hormonas que evita el embarazo también disminuye la libido.

    “En una minoría de mujeres, las píldoras anticonceptivas orales pueden ocasionar disfunciones sexuales muy importantes”, afirmó Andrew Goldstein, ginecólogo y expresidente de la Sociedad Internacional para el Estudio de la Salud Sexual de la Mujer.

    Hace una década, los investigadores analizaron 36 estudios sobre los efectos secundarios de la píldora anticonceptiva hormonal combinada (que contiene estrógenos y progestina). Descubrieron que el 15 por ciento de las 13.700 mujeres que participaron en el estudio declararon que su libido había disminuido durante el tiempo que tomaron la píldora. En los años transcurridos desde entonces, solo unos pocos estudios han analizado las causas y no han llegado a un consenso, sobre todo en lo que se refiere a las distintas versiones de la píldora, que contienen dosis distintas de hormonas.

    Pero lo que está claro es que la píldora reduce los niveles de testosterona en circulación, lo que los investigadores consideran el vínculo fundamental con el deseo sexual.

    La disminución de la libido no se reconoce en los prospectos de seguridad de la píldora, y muchos médicos de atención primaria o ginecólogos tampoco son conscientes de que puede ser un problema, dijo Goldstein. Por eso, cuando las mujeres se lo mencionan a los profesionales de la salud estos a menudo les responden que “no puede ser por la píldora”.

    La pérdida de deseo sexual se manifiesta de diversas maneras, según Lauren Streicher, profesora clínica de obstetricia y ginecología de la Universidad Northwestern. De manera anecdótica, Streicher ha observado que algunas mujeres sienten cambios en su libido a las pocas semanas de empezar a tomar la píldora, mientras que los estudios han revelado que, para otras, el cambio tarda meses o años en producirse. Además, afirmó que, para algunas, comienza con la pérdida del deseo espontáneo de tener sexo y luego evoluciona hacia una falta de excitación en respuesta a estímulos.

    Un estudio de 2016 les asignó de manera aleatoria la píldora anticonceptiva o un placebo a 340 mujeres durante tres meses para medir cómo afectaba a la función sexual en general. Los investigadores midieron los niveles de ciertas hormonas en sangre y usaron una encuesta para determinar cuántos encuentros sexuales habían tenido las participantes, así como si habían cambiado factores como el deseo, la excitación, el orgasmo, el placer y la autoimagen. Aunque la píldora no afectó la función sexual general, que se midió sumando la puntuación de los resultados de la encuesta, el estudio reveló que sí afectaba de manera negativa el deseo, la excitación y el placer.

    La píldora también se ha relacionado con la reducción de la lubricación, lo que puede hacer que las relaciones sexuales sean dolorosas y afectar así la libido, según Goldstein.

    Además, algunas mujeres que toman la píldora desarrollan una afección denominada vulvodinia mediada por hormonas, en la que los tejidos de la abertura de la vagina se vuelven secos, dolorosos y “muy pálidos”, explicó Streicher. Un estudio de 2002 reveló que las mujeres que tomaban anticonceptivos orales tenían más probabilidades de desarrollar estos síntomas físicos que las que no tomaban la píldora, aunque el riesgo global sigue siendo bajo.

    “Si alguien tiene vulvodinia, va a perder la libido”, dijo Streicher, y añadió: “Si te duele demasiado la vagina, tu cerebro va a decir: ‘No quiero hacer esto’”.

    Según Goldstein, las píldoras anticonceptivas combinadas reducen la cantidad de testosterona en el torrente sanguíneo de dos maneras: suprimen la producción de testosterona y aumentan la producción de una proteína que se adhiere a la testosterona en el torrente sanguíneo y la inactiva. Se cree que un nivel bajo de testosterona libre es una de las causas de la poca libido, la falta de lubricación y la vulvodinia.

    Las diferencias genéticas hacen que algunas mujeres necesiten más testosterona libre que otras para activar sus receptores hormonales, por lo que un descenso de la testosterona tiene un impacto notable en ellas.

    “La píldora tiene efectos en algunas personas y en otras no”, aseveró Caroline Moreau, profesora adjunta del Departamento de Población, Familia y Salud Reproductiva de la Facultad de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins. “Entender quién es más sensible y quiénes podrían desarrollar efectos secundarios adversos es algo que no se ha hecho hasta el momento”. Moreau añadió que es difícil relacionar directamente los marcadores biológicos, como los niveles de testosterona, con la función sexual, que puede verse afectada por el estrés, la dinámica de las relaciones u otras circunstancias.

    Para el subconjunto de mujeres que tiene estas experiencias negativas con la píldora, los efectos son reversibles, señaló Streicher. Aunque las personas necesitan variedad, con frecuencia, el primer paso es explorar otras opciones de anticonceptivos, sobre todo los que no son hormonales, como el dispositivo intrauterino de cobre.

    Las mujeres que presentan una disminución de la libido podrían recuperar el deseo sexual casi de inmediato una vez que cambien de anticonceptivo, dijo Streicher. “Cuando las mujeres dejan de tomar la píldora, en cuestión de semanas dicen: ‘Ya estoy mucho mejor’”.

    Con el tiempo, también vuelven a lubricar, aseveró Goldstein.

    Y en el caso de las mujeres con vulvodinia, las cremas de testosterona y estrógenos les ayudan a renovar el tejido de la zona vaginal, dijo Streicher.

    “Es muy poco común que un médico que atiende pacientes complejos diga: ‘Te voy a curar’”, agregó Streicher, pero cuando se trata de los efectos de la píldora anticonceptiva en el deseo sexual, “podemos ayudar”.

    Alisha Haridasani Gupta

  • Las brechas en salud de la mujer: ¿Cómo impactan y qué hacer?

    Las brechas en salud de la mujer: ¿Cómo impactan y qué hacer?

    La equidad en salud es un imperativo ético y social que, lamentablemente, no siempre se refleja en la realidad, especialmente cuando se trata de la salud de la mujer. A lo largo de los años, se ha identificado una serie de brechas preocupantes que persisten en el ámbito de la salud de la mujer, teniendo consecuencias profundas no sólo en los niveles de bienestar, sino también en el desarrollo económico de las sociedades. Factores socioeconómicos, culturales, entre otros, contribuyen a esta disparidad. Comprender las causas de estas brechas, sus impactos y trabajar en soluciones integrales es fundamental para construir un futuro más equitativo, saludable y de mayor bienestar.

    Un reciente estudio de enero de 2024 del World Economic Forum (“WEF”) en colaboración con McKinsey Health Institute titulado “Closing the Women’s Health Gap: A $1 Trillion Opportunity to Improve Lives and Economies” (Cerrar la brecha sanitaria de las mujeres: una oportunidad de un billón de dólares para mejorar vidas y economías), advierte que las mujeres enfrentan un 25% más del tiempo con “mala salud” que los hombres (técnicamente denominados AVAD en español, es decir, años de vida ajustados por discapacidad, o DALYs en inglés). Concluye que invertir en cerrar las brechas en salud de la mujer, no sólo puede sumar años de vida a ellas, sino que sean más sanos, pudiendo adicionar potencialmente a la economía mundial, 1 billón de dólares anuales de aquí a 2040.

    Ese mismo estudio entiende que la salud de la mujer abarca tanto las afecciones específicas de cada sexo (por ejemplo, endometriosis y menopausia) y enfermedades generales que pueden afectar a las mujeres de forma diferente (mayor carga de morbilidad) o desproporcionadamente (mayor prevalencia), como la migraña (2 a 3 veces más) o problemas de salud mental, como depresión (casi el doble). Otros estudios han concluido que existen diferencias significativas también en problemas de la visión, movilidad, dolor y sueño, así como en relación a la angina de pecho y la artritis.

    Por otro lado, el referido estudio del WEF atribuye las indicadas brechas en salud entre hombres y mujeres, a que (a) la ciencia, en general, y los estudios clínicos, en particular, se ha centrado más en el organismo masculino, subrepresentando al femenino (existen opiniones divergentes al respecto), lo que dificulta la comprensión de las diferencias biológicas basadas en el sexo, y lleva a que existan menos tratamientos disponibles y/o que sean menos eficaces para las mujeres; (b) la carga de enfermedades de las mujeres es sistemáticamente subestimada, ya que se utilizan datos que la excluyen o infravaloran enfermedades importantes; (c) las mujeres tienen más probabilidades de retrasos en la atención sanitaria, diagnóstico y/o tratamientos; y (d) se ha invertido menos en problemas de la salud de la mujer, en relación con su prevalencia. Dicho estudio propone finalmente medidas para ir cerrando las indicadas brechas y así poder generar más salud y beneficio económico para la sociedad en su conjunto.

    Entre ellas, están invertir en programas educativos que aborden los estigmas relacionados con la salud de la mujer y que proporcionen información precisa sobre la salud reproductiva y otras cuestiones específicas de género, lo que tiende a generar conciencia pública y a romper barreras culturales y sociales. También, se propone garantizar un acceso equitativo a servicios de salud, y así la expandir la atención prenatal, servicios de planificación familiar, exámenes de detección y tratamientos especializados para abordar las necesidades específicas de las mujeres. Finalmente, se recalca la importancia de promover la inclusión de mujeres, en la proporción adecuada (representan el 30% de los participantes en estudios de enfermedades cardíacas), en estudios clínicos y de investigación para garantizar que los tratamientos sean efectivos y seguros para ambos géneros, además de centrarse no sólo en patología con alta mortalidad, sino que también en aquellas que generan discapacidad. Esto conducirá, según el referido estudio, a avances médicos más equitativos y personalizados.

     

    Otro ángulo importante identificado por otros estudios, y que también es causante de las brechas en salud de las mujeres, es la participación desigual de ellas en el mercado laboral y las diferencias salariales, en comparación con los hombres. Menores ingresos, en tanto determinante sociales de la salud, tienen un impacto directo en su capacidad para acceder a servicios de salud. Las mujeres con bajos ingresos, a menudo postergan la búsqueda de atención médica debido a barreras financieras, lo que puede resultar en diagnósticos tardíos y tratamientos menos efectivos.

    Cerrar las brechas en salud de la mujer, no solo es, por tanto, un imperativo ético, sino también una inversión en el bienestar y en desarrollo económico para la sociedad en su conjunto. Todavía nos falta mucho por entender e investigar sobre sus causas, consecuencias y posibles soluciones, pero al menos ya existen importantes voces que han puesto esta discusión sobre la mesa. Ahora es responsabilidad de los gobiernos, la academia y de la sociedad civil, seguir profundizando esta discusión y tomar las acciones adecuadas, a fin de intentar prevenir los problemas de salud de la mujer y, sino es posible, diagnosticarlos y tratarlos oportunamente.

    La presente columna ha sido elaborada en colaboración con el Dr. Guillermo Maligne, médico psiquiatra, farmacólogo y experto en investigación clínica.

    *El autor es experto en políticas públicas en salud, Director de la Asociación Chilena de Derecho de la Salud, ha sido académico en diversas universidades chilenas sobre temas relacionados con sistemas de salud.

  • Las mujeres en la ciencia escasean, pese a avances

    Las mujeres en la ciencia escasean, pese a avances

    Con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, a celebrarse el 11 de febrero, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, a pesar de que los campos STEM señala que en el mundo hay 33.3% de investigadoras y solo 35% de los estudiantes de carreras relacionadas con esas áreas, son mujeres.

    Y para conmemorar esta fecha, el Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, llevó a cabo  —por quinto año consecutivo— una serie de actividades previas que incluyeron charlas con científicas, quienes compartieron su quehacer en la investigación, además de talleres, conferencias y visitas a laboratorios, actividad dirigida, principalmente, a niñas y jóvenes de bachillerato.

    Además, se llevó a cabo la premiación del concurso Cuéntanos sobre tu científica favorita 2023, donde los menores, mediante un video, historieta, infografía o cualquier otro medio,
    expusieron acerca de las mujeres de ciencia que son sus referentes.

    Mientras tanto la directora del ICN, María del Pilar Carreón Castro, mencionó que la ciencia carece de género y no hay razón alguna para dejar fuera a las mujeres. En ese campo, en tecnología, ingeniería y matemáticas no hay actividades que sean propias de hombres o de ellas, sino problemas que pueden ser resueltos por los seres humanos, afirmó.

    Por ello, cada vez que se impide a una niña o joven dedicarse a estos ámbitos, se pierden manos y cerebros que podrían trabajar de manera coordinada con los varones, se desaprovechan talentos y aportaciones al desarrollo y al avance del conocimiento, puntualizó Carreón Castro.

    Según la Organización de las Naciones Unidas, las mujeres suelen recibir becas de investigación más modestas que sus colegas masculinos y representan únicamente 12 por ciento de los miembros de las academias científicas nacionales. En ámbitos de vanguardia como la inteligencia artificial, sólo uno de cada cinco profesionales (22%) es mujer.

    Sin embargo, las mujeres han resultado brillantes en este campo, ya que, hasta ahora, 24 han sido galardonadas con un premio Nobel en una disciplina científica: física, química o fisiología y medicina.

    Carreón Castro explicó que para incrementar su presencia en STEM hay que comenzar por el concepto que tienen las niñas y las adolescentes de sí mismas.

    La persona a la que debemos convencer primero es a la que está frente al espejo. Tienes que verte y decirte que eres capaz, que tú puedes”, puntualizó.

    Aunque reiteró que eso no es suficiente, “ya que es necesario trabajar en un trinomio que incluye a los profesores y padres de familia, ya que con frecuencia son quienes piensan que sus hijas no pueden dedicarse a esa actividad”.

    La directora enfatizó que la brecha todavía es bastante amplia, y aún persisten ciertos estereotipos y prejuicios que se deben eliminar.

  • Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia en números: cuál es la situación de las científicas en la actualidad

    Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia en números: cuál es la situación de las científicas en la actualidad

    A pesar de que los ámbitos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) se consideran fundamentales para las economías nacionales y que las mujeres son clave para la comunidad científica y tecnológica, la mayoría de los países, independientemente de su nivel de desarrollo, no han alcanzado la igualdad de género en este sector.

    La información proviene de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que también advierte que a nivel mundial solo 1 de cada 3 investigadores son mujeres.

    Para reconocer su rol clave en la comunidad científica y tecnológica y promover su acceso a la educación, la capacitación y la investigación, el organismo internacional instituyó el 11 de febrero como el Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia.

    En general, las mujeres en los campos STEM publican menos, reciben menores salarios por su investigación y no progresan tan lejos como los hombres en sus carreras, reconoce el Instituto de Estadística de la Unesco (UIS, por sus siglas en inglés).

    En ocasión del Día Internacional, accede a las estadísticas que demuestran esta situación.

    Las mujeres corren el riesgo de perderse los empleos del futuro

    “El mundo está experimentando una transformación fundamental que está cambiando nuestra forma de vivir, trabajar y pensar”, reconoce un informe sobre la ciencia publicado en 2021 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés).

    Las implicancias de esa transformación tienen gran alcance e impactan en diferentes áreas: desde los efectos del cambio climático que obligan a replantearse el enfoque de desarrollo actual hasta la irrupción de la inteligencia artificial (IA) en diversos campos.

    Por lo tanto, se sabe que, a medida que se vayan automatizando los empleos poco cualificados, el mercado de trabajo exigirá cada vez más un mayor nivel de formación y competencias. Las mujeres enfrentan un escenario complicado en este sentido y corren un serio riesgo de perderse los trabajos del futuro.

    Según un estudio colaborativo de 29 programas de las Naciones Unidas, la mitad de los empleos actuales habrán desaparecido en 2050 y las mujeres serán las más perjudicadas por el cambio: se estima que perderán 5 empleos por cada 1 ganado gracias a la Industria 4.0, frente a la pérdida de 3 empleos por cada 1 ganado por parte de los hombres.

    Para 2018 se había logrado la paridad numérica en ciencias de la vida en muchos países, ...

    Para 2018 se había logrado la paridad numérica en ciencias de la vida en muchos países, pero la proporción de doctoras en ingeniería no superaba el 30 %. En la fotografía, una estudiante de la Tecnicatura en Laboratorio utiliza un microscopio en un centro de salud de Mogadiscio, la capital de Somalia.

    FOTOGRAFÍA DE RICE UN PHOTO

    Las mujeres tienden a ser una minoría en el mercado laboral digital

    Datos de 2018 compartidos por la Unesco demuestran que, para ese año, las mujeres solo representaban un tercio (33 %) de los investigadores del mundo. Si bien para ese entonces habían logrado la paridad numérica en ciencias de la vida en muchos países, su proporción entre los doctores en ingeniería y en informática solamente ascendía a un 28 % y un 40 %, respectivamente.

    Un sector crítico es el de la IA, que está creciendo a niveles acelerados, explica el informe. Tal es así, que en dos años (entre 2015 y 2017) el número de trabajadores en todo el mundo con habilidades en la temática aumentó en un 190 %, según el Foro Económico Mundial.

    No obstante, la presencia femenina es minoritaria en esta disciplina. Según la misma información de la agencia de la ONU, para 2018 las mujeres solamente representaban un 22% de los profesionales que trabajaban en inteligencia artificial, a nivel mundial.

    “Esta brecha es visible en los 20 países con mayor concentración de empleados de IA y es particularmente evidente en Argentina, Brasil, Alemania, México y Polonia”.

    Sumado a lo anterior, el organismo refleja que las mujeres siguen siendo minoritarias en los puestos técnicos y directivos de las empresas tecnológicas. Además, tienen más probabilidades que los hombres de abandonar el campo tecnológico. Las razones más comunes esgrimidas tienen que ver con las condiciones laborales, la falta de acceso a roles creativos clave y una sensación de “sentirse estancadas en sus carreras”, menciona el reporte de 2021.

    Si bien las principales empresas multinacionales de tecnología están logrando avances, todavía están lejos de cerrar la brecha de género en los roles técnicos y de liderazgo. Un ejemplo concreto es que, en el mundo empresarial, solo 1 de cada 4 investigadores es mujer.

    A eso se suma que, cuando las mujeres crean sus propias empresas, tienen serios problemas para obtener financiación. “En 2019, solamente un 2 % del capital de riesgo iba a parar directamente a empresas fundadas por mujeres”.

    Cuáles son los países con mayor cantidad de científicas

    América Latina y el Caribe es una de las dos regiones (junto con Asia central) que han alcanzado la paridad en la proporción de hombres y mujeres investigadores. Aquí, el 45 % del total de los investigadores son mujeres, mientras que el promedio mundial arroja que representan menos del 30 % a nivel global, según datos del UIS.

    Pese a ello, las mujeres aún se encuentran subrepresentadas en los niveles más altos de las carreras profesionales y continúan siendo una minoría en muchos campos de las STEM en casi todos los países de la región, advierte un artículo informativo de ONU-Mujeres de 2022.

    De hecho, agrega la Unesco, en el mundo académico las investigadoras suelen tener carreras más cortas y peor remuneradas y sus trabajos están infrarrepresentados en las revistas de alto nivel. Al respecto, un análisis de casi 3 millones de artículos sobre informática publicados en Estados Unidos entre 1970 y 2018 concluyó que la paridad de género no se alcanzaría en este campo hasta el año 2100.

    De acuerdo con una hoja informativa del UIS que presenta los datos más recientes sobre investigación y desarrollo experimental disponibles a junio de 2019, los países de la región con mayor cantidad de investigadoras son: Venezuela (con un 61.4 %), Guatemala (53 %) y Argentina (52 %), seguido de Panamá (51.8 %), Trinidad y Tobago (49.8 %), Cuba (49 %), Paraguay (48.9 %), y Uruguay (48.3 %).

    Una científica utiliza tinte para revelar impurezas químicas en diversos materiales. Las mujeres han realizado (y ...

    Una científica utiliza tinte para revelar impurezas químicas en diversos materiales. Las mujeres han realizado (y continúan haciendo) importantes aportes a la ciencia. Sin embargo, la mayoría de los países no han alcanzado la igualdad de género en este sector.

    FOTOGRAFÍA DE WILLARD CULVER

    En Latinoamérica hay más investigadoras, pero publican menos

    En todo el mundo, las mujeres científicas publican menos que sus homólogos masculinos y la situación es similar en Latinoamérica y el Caribe (LAC), aunque en toda la región su participación en la producción científica es heterogénea, indica el documento Una ecuación desequilibrada: aumentar la participación de las mujeres en STEM en LAC publicado en 2022 por la Unesco con el apoyo del Consejo Británico.

    Específicamente, la proporción de artículos científicos que incluyen la participación de al menos una autora va desde el 43 % en El Salvador hasta el 72 % en Brasil. Seguido de Brasil, los países que encabezan la lista son Argentina (67 %) y Guatemala (66 %), mientras que los países en los que la proporción está por debajo del 51 % son Nicaragua, Chile, Bolivia, Ecuador, Costa Rica, República Dominicana y Honduras.

    A eso se le suma que las mujeres tienen menos probabilidades que los hombres de ser primeras o últimas autoras (los puestos de autoría más prestigiosos), las publicaciones con firma femenina reciben menos citas, y el porcentaje de mujeres que figuran como primeras y últimas autoras se asocia negativamente con el factor de impacto de una revista. “En otras palabras, a mayor factor de impacto, menor presencia femenina”, explica el documento antes mencionado.

    Latinoamérica tiene mucho por hacer para incluir a las mujeres en la ciencia

    Ese reporte de 2022 concluye que Latinoamérica y el Caribe ha experimentado mejoras significativas en cuanto a la inclusión de las mujeres en STEM y reconoce que gran parte de los países de la región ha emprendido políticas para mejorar el escenario, como leyes y planes de igualdad e iniciativas STEM a nivel universitario, entre otras.

    A pesar de estos avances, la región sigue presentando un contexto muy variado en cuanto a la adopción de las STEM por parte de las mujeres y las niñas, y siguen existiendo brechas y barreras en las distintas etapas del ciclo vital como consecuencia de diferentes variables

    Algunas de esas variables son los estereotipos y las ideas erróneas que se propagan en las familias y a través de los profesores; la falta de pedagogías, herramientas e infraestructuras de STEM con perspectiva de género; y la pobreza, que afecta más a las mujeres y a las niñas que a la población general.

    Por lo tanto, los autores del documento recomiendan trabajar sobre esos factores para poder potenciar la presencia de las niñas y las mujeres en la ciencia y contar con sus invaluables aportes.

  • Naciones Unidas, la UNAM y el Politécnico festejarán a mujeres y niñas en la ciencia

    Naciones Unidas, la UNAM y el Politécnico festejarán a mujeres y niñas en la ciencia

    La participación de las mujeres en la ciencia y la tecnología es más frecuente en la actualidad, pero para la Organización de Naciones Unidas (ONU) es necesario que sean más las que trabajen en esos ámbitos, se lee en su página de Internet.

    En 2015 la Asamblea de Naciones Unidas declaró el 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia con el fin de difundir su trabajo y promover la igualdad de género en el sector.

    Para conmemorar ese día, la ONU presentará la edición nueve de la Asamblea del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia el 8 y 9 de febrero en su sede de Nueva York. Científicas, responsables gubernamentales, representantes de organizaciones internacionales y del sector privado debatirán sobre el liderazgo de las mujeres para alcanzar los tres pilares del desarrollo sostenible: prosperidad económica, justicia social e integridad medioambiental.

    En México se tienen preparadas diversas actividades. La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ofrecerá este jueves talleres, conferencias y visitas a laboratorios en el Instituto de Ciencias Nucleares, ubicado en el circuito exterior de Ciudad Universitaria. Estarán abiertas a todo público.

    En el Colegio de Ciencias y Humanidades Naucalpan se proyectarán películas con temática de mujeres científicas; además, habrá una sesión de cuentacuentos, que incluirá los libros Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes, de Elena Favilli y Francesca Cavallo. Asimismo, alumnas del plantel impartirán el Taller de experimentos científicos sencillos. Las actividades se realizarán el domingo de las 9 a las 16 horas, en la Sala de Cine Audiovisual y en los auditorios Antonio Lazcano y José Sarukhán.

    El domingo también se presentará la Jornada por el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia 2024: Pregúntale a una bióloga. Se realizará un conversatorio entre académicas del Instituto de la Biodiversidad de la UNAM sobre vertebrados, invertebrados, plantas y hongos, entre otros temas. Tendrá lugar en la Sala Multimedia del Pabellón Nacional de la Biodiversidad. Alumnas de estas investigadoras impartirán talleres de divulgación.

    El Instituto Politécnico Nacional llevará a cabo el Festival de la Mujer y la Niña en la Ciencia en el Planetario Luis Enrique Erro. Se realizarán talleres y se proyectarán películas relacionadas con el tema. Destaca la charla Misión Artemisa presentada por la divulgadora científica por redes sociales Danna Ximena Astro, quien platicará acerca de la participación de la mujer en las exploraciones espaciales. Se realizará el domingo a las 14 horas en ese recinto.

    En el Centro Cultural España se realizarán actividades este 10 y 11 de febrero; el sábado destaca la charla Comunicar ciencia con lentes violetas, en la que se abordará el tema del riesgo que tienen las mujeres al divulgar la ciencia.

    En el conversatorio las ponentes brindarán recomendaciones desde su experiencia. Participarán la bióloga de la Facultad de Ciencias de la UNAM Aketzalli González Santiago; la gerente de proyectos en el British Council y directora general voluntaria en Girls in Tech México, Mónica Angulo Miñarro; la coordinadora de la maestría en periodismo ambiental y editora de la revista Noósfera, del Centro de Investigación Atmosférica y Ecológica, Cecilia Montero; la investigadora Liliana Quintanar Vera, miembro de la Academia Mexicana de Ciencias y la de América Latina.

    El domingo se impartirá el taller Mujeres en la Tierra y en el espacio, que explorará la vida de las que han conquistado el cosmos y de las que, a través del arte, se han dedicado a comprender procesos biológicos, como la metamorfosis.

  • 6 de cada 10 mujeres que acuden a refugios reportan violencia física o psicológica

    6 de cada 10 mujeres que acuden a refugios reportan violencia física o psicológica

    La violencia de género en México es una de las problemáticas más persistentes: 7 de cada 10 mujeres han enfrentado algún tipo de agresión por razón de género, desde manipulación, insultos, violencia económica, golpes, abuso sexual, hasta intentos de feminicidio.

    Como parte de las estrategias de política pública para frenar la violencia de género se crearon en 2010 los Centros de Justicia para las Mujeres, a cargo de la Conavim (Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres). Al corte del 2022 se registraron 65 unidades repartidas en todo el país.

    La violencia física y la violencia psicológica son las más reportadas por las mujeres que acuden a estas unidades a pedir ayuda: 6 de cada 10 (57.7%) mujeres atendidas llegaron por dichas agresiones, de acuerdo con cifras del Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía).

    Un 4.6% de las mujeres que acuden a estos centros reportaron violencia sexual, 4.4% violencia económica y 2.4% violencia patrimonial. Resalta que el 31% restante son mujeres que no especificaron el tipo de violencia que enfrentan.

    En línea con otras estadísticas oficiales sobre violencia de género, se observa que en la mayoría de los casos el agresor es alguien cercano a las mujeres, particularmente las parejas.

    Del total de casos que atienden estos refugios, al menos, en el 28% la pareja (cónyuge, concubino, novio o ex pareja) es quien perpetra la violencia. Otros de los agresores que mencionan las mujeres son los padres, abuelos, vecinos, parientes segundos, colegas o jefes del trabajo e incluso servidores públicos.

    En los reportes de agresores también destaca que, por motivos individuales, las mujeres que van a estas unidades a pedir ayuda prefieren omitir el parentesco o relación que tienen con sus agresores. Estos reportes no especificados concentran el 44.3% del total.

    ¿Qué son los Centros de Justicia para las Mujeres?

    Los Centros de Justicia para las Mujeres son una especie de refugio para las mujeres y sus hijos e hijas que han sobrevivido a algún tipo de violencia de género. Brindan atención psicológica y médica, guía jurídica, alimentos, productos de higiene, ludotec, albergue temporal y otros servicios.

    También ofrecen talleres de empoderamiento social y económico para ayudar a las mujeres a salir de círculos y dinámicas violentas.

    No existen requisitos para recibir la ayuda de estos centros, no tienen costo y están abiertos los 365 días del año, las 24 horas.

    ¿A quiénes atienden?

    Entre 2012 y 2022, estos centros atendieron a 967,920 mujeres y casi 96% de ese total fueron mujeres que acudieron directamente a las unidades a buscar ayuda. El restante fueron mujeres canalizadas por otras instituciones o encontradas en situaciones de violencia por otras autoridades.

    De acuerdo con la información recolectada y procesada por el Inegi se observó que la mayoría de las mujeres que son atendidas en estas unidades son adolescentes y adultas jóvenes. El 57.2% del total tienen entre 15 y 44 años.

    Muchas mujeres no especifican toda la información social, económica y demográfica en sus reportes, no están obligadas a hacerlo. Pero entre las mujeres que brindan esta información se observa que la mayoría están casadas o en unión libre, y cuentan con estudios hasta secundaria y bachillerato.

    Aunque se ha visto un crecimiento importante de la capacidad de estas unidades, es importante mencionar que muchas mujeres no tienen la posibilidad de pedir ayuda (por cuestiones de violencia, dinero o ubicación). Es fundamental extender los servicios de prevención y atención, principalmente en zonas marginadas y entre poblaciones vulnerables.

  • Al menos 21 mujeres fueron víctimas de feminicidio en enero de 2024 en Colombia

    Al menos 21 mujeres fueron víctimas de feminicidio en enero de 2024 en Colombia

    Al menos 21 mujeres fueron víctimas de feminicidio en Colombia en enero de este año, informó este miércoles la Procuraduría General (Ministerio Público), que calificó el comienzo de año en el país para las mujeres como «violento» y pidió acciones ante esta lacra.

    Dos de las víctimas eran menores de edad y 11 de ellas fueron asesinadas por su pareja o expareja sentimental. Los datos de la Procuraduría indican que la mayoría de los crímenes fueron cometidos con arma blanca o punzante.

    En lo que va de 2024 el Ministerio Público ha emitido 84 alertas derivadas de valoraciones por Medicina Legal por violencia intrafamiliar o de pareja, mientras que en todo 2023 emitió 848 alertas.

    En este contexto, el ente de control le pidió al Ministerio de Igualdad y Equidad «referir cuáles han sido las gestiones de la cartera ministerial para garantizar los derechos de las niñas y mujeres a una vida libre de violencias y en riesgo de feminicidio, compromiso que demanda acciones inmediatas frente al alarmante inicio de año en materia de violencia contra la mujer en el país».

    Por eso, urgió a la ministra de Igualdad y Equidad, la también vicepresidenta colombiana, Francia Márquez, a «informar a la Procuraduría las acciones y el avance de los cumplimientos adquiridos para la prevención y el abordaje de la atención oportuna a las víctimas de feminicidios y la eliminación de todas las formas de violencias contra las niñas, adolescentes y mujeres».

    En situaciones de emergencia para víctimas de violencia machista o para reportar un caso, está disponible en Colombia la línea 155, que funciona las 24 horas bajo reserva y de forma gratuita, donde personal especializado pueda dar información sobre cómo actuar en estos casos, orientación psicosocial y jurídica y dirigir posibles denuncias a la Policía Nacional. EFE

  • “Una niña sin circuncidar no tendrá marido y sufrirá burlas”: las mujeres de Malí que tratan de acabar con la mutilación genital femenina

    “Una niña sin circuncidar no tendrá marido y sufrirá burlas”: las mujeres de Malí que tratan de acabar con la mutilación genital femenina

    “Una niña sin circuncidar tendrá un deseo excesivo y corre el riesgo de perder su virginidad muy pronto. Las niñas que no están circuncidadas son consideradas ‘sucias’, no son limpias según la religión. No tendrán marido, sufrirán burlas, serán una deshonra para su familia”. Así relata Koura Diallo, agricultora de la comuna de Sansankidé (al oeste de Malí), la presión social que existe para someter a las niñas a la mutilación genital femenina (MGF).

    Lo que se esconde tras esta práctica patriarcal son consecuencias nefastas para su salud: dolor, hemorragias, infecciones, fístulas, partos complicados y traumas psicológicos.

    Actualmente no existe ninguna ley en Malí que criminalice específicamente la mutilación genital femenina. La falta de legislación y la presión social hacen que sea muy difícil terminar con esta práctica en este país de 22,5 millones de habitantes, donde casi ocho millones de niñas y mujeres han sido sometidas a este procedimiento. Pero, aun con el riesgo del estigma social, hay mujeres que desafían la tradición.

    La MGF es solo una de las violencias machistas que sufren las mujeres en Malí, y que tienen graves consecuencias para sus vidas, su educación y su autonomía. Dolo Oum Jomele dirige Iamaneh Malí, una asociación que promueve el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos, y también la autonomía económica de las mujeres, desafiando las tradiciones y normas sociales. “Hacemos un trabajo de sensibilización a todos los niveles para acabar con las llamadas ‘prácticas tradicionales nefastas’, que son aquellas costumbres que violan los derechos humanos, especialmente de las mujeres y las niñas. Hablamos de la mutilación genital femenina, pero también del matrimonio infantil, el matrimonio forzado o la violencia doméstica”, cuenta la directora. Iamaneh, con el apoyo de Farmamundi, capacita al personal sanitario de la región de Kayes y mejora las instalaciones de los centros de salud para prevenir y atender las complicaciones de salud derivadas de la mutilación.

    Dolo Oum Jomele, en el centro, directora de la asociación de derechos reproductivos Iamaneh Malí.
    Dolo Oum Jomele, en el centro, directora de la asociación de derechos reproductivos Iamaneh Malí.IAMANEH MALÍ

    Hinda Keita es matrona del Centro de Salud Comunitario de Diema, donde ve cada día los riesgos de parir con MGF, tanto para la madre como para el bebé. Por eso, Keita está muy implicada con la sensibilización a la comunidad. “La gente cree que la mutilación es una obligación prescrita en el Corán, pero no existe ninguna mención. Tratamos de convencer a las mujeres y sus maridos para que no sometan a sus hijas a esta práctica, y evitar muchas muertes innecesarias”, cuenta la matrona.

    El uso de métodos anticonceptivos es otro de los puntos clave de la sensibilización, ya que la falta de planificación familiar también afecta a los derechos de las mujeres: altas tasas de fecundidad, alto riesgo de mortalidad materna y una baja esperanza de vida. Mariame Soucko, del grupo de mujeres de Sansankidé, explica las dificultades que tienen para acceder a la planificación, y que tienen que ver —una vez más— con los roles de género y el machismo. “Muchas mujeres del pueblo tienen a sus maridos en el extranjero. Si su marido no está presente, a la mujer le dará vergüenza pedir información sobre planificación familiar. Y si intentan hablarlo con él, inmediatamente pensará que quieren engañarlo”, explica.

    El resultado de estas acciones empiezan a reflejar un cambio en las mujeres, sobre todo en la libertad a la hora de denunciar las violaciones de derechos de las mujeres, algo que antes era tabú. Existen comités comunitarios contra las “prácticas tradicionales nefastas” y se realizan campañas y talleres en las que participan mujeres y hombres de todas las edades, incluyendo a los líderes locales.

    Las organizaciones que defienden los derechos de las mujeres en Malí inciden en la necesidad de contar con una ley que prohíba la MGF, ya que el cambio legal ayudaría al cambio social. Malí ha ratificado varios pactos internacionales que le compromete a tomar medidas para erradicar la mutilación genital femenina, como el Comité de Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) o el Protocolo de Maputo. Sin embargo, todos los intentos de la sociedad civil por aprobar una ley no han prosperado.

  • Continúa la violencia física y sicológica contra las mujeres: Inegi

    Continúa la violencia física y sicológica contra las mujeres: Inegi

    Entre 2021 y 2022 en México se atendió a 967 mil 920 mujeres por situación de violencia, en donde la mayor cantidad de mujeres se concentró en el grupo de 15 a 44 años, reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

    El organismo autónomo presentó este miércoles los resultados del programa estadístico Centros de Justicia para las Mujeres (CJM) 2023. Este programa ofrece datos de los 65 Centros que había en operación al 30 de junio de 2023 en 31 entidades federativas.

    El reporte estimó que los CJM atendieron un millón 361 mil 653 incidentes de violencia, dentro de los más reportados fueron los casos de violencia física, con un tercio de los casos atendidos. Siguieron los incidentes de violencia sicológica (24.9 por ciento). La violencia sexual reportó un ligero repunte de 4.6 por ciento de los incidentes.

    Asimismo, el principal ámbito de ocurrencia fue con la pareja (28.2 por ciento) y el comunitario (15.6 por ciento).

    Las principales personas agresoras de las mujeres atendidas por situación de violencia fueron sus parejas, cónyuge y concubino, seguidas de personas desconocidas.

    En Inegi aclaró que las cifras presentan un nivel alto de dato no especificado. Por este motivo, los datos absolutos, porcentajes y análisis corresponden a la información que especificaron los CJM.

    El área de atención jurídica fue la más reportada por los CJM, con 96.9 por ciento. Siguieron las áreas de atención sicológica, con 95.4 por ciento, y de trabajo social, con 93.8 por ciento.

    La apertura e inicio de operaciones de los CJM en el país ha sido un proceso continuo entre 2011 y 2023. En 2011, los primeros CJM iniciaron operaciones en Campeche, Chiapas y Chihuahua. Los de operación más reciente iniciaron en 2023 y se localizan en Ciudad de México, Quintana Roo, Sinaloa y Sonora. Por la dinámica anterior, las unidades de observación y de análisis son distintas en cada ejercicio de recopilación dirigido a los CJM. No obstante, en todos se ha alcanzado una cobertura completa a nivel nacional y por entidad federativa.

    En cuanto a recursos humanos, al 31 de diciembre de 2022, 98.5 por ciento de las personas titulares de los CJM era mujer; 43.1 por ciento se encontró en el rango de edad de entre 40 y 49 años; seis de cada 10 contó con estudios de maestría o posgrado y las principales áreas de conocimiento fueron violencia contra las mujeres (92.3 por ciento) y género (89.2 por ciento).

    Asimismo, se tiene que 4 mil 52 personas laboraron en los CJM que estaban en operación al 31 de diciembre de 2022. De estas personas, 58.5 por ciento estaba adscrito a los CJM; 27.8 por ciento, asignado/comisionado de parte de instituciones representadas en los CJM, y 13.6 por ciento se catalogó como otro tipo (servicio social o prácticas profesionales). Del personal adscrito y asignado, 80.5 por ciento correspondió a mujeres y 19.5 por ciento a hombres.