Al menos 11 mujeres fueron asesinadas este domingo 8 de marzo, el mismo día que miles de ellas salieron a las calles de todo el país para alzar la voz y denunciar precisamente los distintos tipos de violencia que enfrentan todos los días.De acuerdo con elreporte diario de homicidios dolosos reportados por fuentes abiertas de todo el país por la «Mesa de Análisis de Medios», la cual publica el gobierno federal, en total se reportaron 62 asesinatos, 45 de hombres, 11 de mujeres y seis no fueron identificados.
Oficialmente, las fiscalías estatales y dependencias federales reportaron durante este domingo 93 homicidios dolosos, no obstante no se precisa cuántos de estos crímenes fueron cometidos contra mujeres.
Uno de los crímenes ocurridos durante el Día Internacional de la Mujer fue el de Nadia Verónica, una joven de 23 años estudiante de la Universidad Iberoamericana, campus León. De acuerdo con reportes de medios, ella fue atacada a balazos cuando regresaba a su casa luego de asistir a una fiesta.
La Universidad Iberoamericana Ciudad de México lamenta profundamente el asesinato de Nadia Rodríguez, alumna de la Ibero León, y se suma a la exigencia del esclarecimiento de tan terrible hecho, en aras de que prevalezca la justicia.#Comunicado de @IberoLeon: pic.twitter.com/UuUpgfRB7m
“Irónico que el día que las mujeres se unen en nuestro país para gritar NO MÁS VIOLENCIA, contra las mujeres, recibimos con dolor e indignación tan terrible noticia. Inmersos como sociedad en esta ola de violencia, no podemos permitirnos perder la capacidad de asombro y de indignación ante ningún hecho tan lamentablemente como este”, denunció la Universidad Iberoamericana en un posicionamiento.
En esa misma entidad, pero en el municipio de Silao de la Victoria, el cuerpo de una mujer sin vida, con marcas de violencia y abuso sexual, fue encontrado cerca de la Presa de San José de Los Romero.
En la Ciudad de México, una mujer fue hallada sin vida dentro de un vehículo durante las primeras horas del 8 de marzo, de acuerdo con reportes de prensa.
Otro asesinato contra una mujer fue perpetrado en una colonia cercana al Centro de Reinserción Social (Cereso), de Cancún, en Quintana Roo, reportó El Diario de Yucatán. El ataque se registró a las 2 de la tarde en la calle 14 de la Supermanzana 99.
En tanto, en el Municipio de José Sixto Verduzco, en Michoacán, fue hallado el cuerpo de una mujer con varios impactos de bala que fue abandonado en un camino rural, reportó el diario Reforma.
En México, ocho mujeres fueron asesinadas cada día durante el año pasado, pero solo un tercio se catalogó como feminicidio. En lo que va de 2020, el número de mujeres asesinadas cada día se elevó a una decena.
Estas ilustraciones muestran cómo fue el 9 de marzo, el día en que las mujeres pararon y como forma de protesta no estuvieron en escuelas, oficinas y negocios de la CDMX.
Las jóvenes feministas han sacudido al gobierno del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), al manifestarse con beligerancia contra el aumento de los feminicidios y asesinatos de mujeres —que promedian 10 casos por día—, las desapariciones, las violencias machistas, y por colocar el tema en la agenda de los medios de comunicación.
Ellas han escalado una rebelión de mujeres inédita y variopinta contra la violencia patriarcal en México. Son la expresión más radical de la lucha y han sacudido al país al recurrir a la “acción directa”: formas de acción fuera de la institucionalidad o legalidad, algunas violentas, usadas por movimientos emancipadores —como el de las sufragistas británicas— para confrontar el orden social.
Las acciones directas de las jóvenes mexicanas han consistido en protestas, performances, cristalazos y pintas de monumentos icónicos, la toma de planteles educativos para exigir la expulsión de acosadores sexuales, la destrucción o incendio de oficinas públicas (como el Tribunal de Justicia en Sonora), y la obstrucción de calles, entre otras, por las que han sido acusadas de vándalas o de infiltradas de la derecha por el mismo presidente.
Su accionar se suma al de un emergente movimiento de mujeres, con posiciones encontradas ante las acciones directas violentas, que al visibilizar la violencia de género en el mapa de la inseguridad nacional han minado la popularidad del presidente que ha tenido el mayor apoyo popular en la historia democrática del país.
Su belicosidad es proporcional a la violencia a la que están expuestas, pues ellas han crecido en un país invadido por fotografías de rostros de mujeres desaparecidas que se difunden en los espacios públicos mediante anuncios de búsqueda, notas en los medios de comunicación y peticiones de ayuda en las redes sociales.
En México hay más de 15 mil casos de mujeres desaparecidas registrados de 2006 a la fecha. Cuatro de cada 10 casos tienen edades de entre 15 y 24 años, de acuerdo a las cifras oficiales.
A partir de mi reporteo, he constatado que muchas de las feministas radicales son menores de 25 años, provienen de clase media o popular, se mueven en transporte público y protestan en contingentes particularmente femeninos.
Pensé que ellas serían parte de una nueva generación de células anarquistas, como las insurreccionales que actuaron clandestinamente en los gobiernos de los expresidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, con una presencia masculina mayoritaria, y que documenté en mi libro Crónica de un país embozado 1994-2018.
Entre estas células mayoritariamente masculinas, la excepción fue el Comando Femenino Informal de Acción Antiautoritaria, el único integrado por mujeres, que, de 2014 a 2017, colocó bombas artesanales en instalaciones gubernamentales y eclesiásticas en contra de la pederastia sacerdotal.
Pero al entrevistar a “morras”, como se llama coloquialmente a las jóvenes en México y como se autodefinen estas feministas radicales, constaté que, si bien algunas de ellas practican concepciones anarquistas como la horizontalidad, la autogestión ajena a instituciones y partidos políticos, usan el símbolo clásico de la A encerrada en un círculo, o se visten y embozan el rostro de negro, la mayoría no asume su filosofía ni tienen alguna ideología.
Desde octubre de 2019, decenas de ellas, entre las que están adolescentes de escuelas de nivel medio básico, han tomado por la fuerza —en algunos casos apoyadas por sus compañeros— 13 planteles de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la universidad más grande de Latinoamérica, en demanda de más seguridad y sanciones contra acosadores sexuales.
En una charla colectiva que tuve con las morras que desde el 30 de enero tomaron, sin participación masculina, la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, corroboré que la mayoría rondaba los 20 años de edad y no había leído literatura anarquista ni feminista.
No son feministas teóricas sino vivenciales. Se apropiaron de un término históricamente estigmatizado y lo resignificaron y han hecho popular movidas por la rabia ante las violencias machistas, y por la sororidad (hermandad solidaria femenina) que a partir de la violencia han ido construyendo con las mujeres de su familia, su entorno y su país. Una pinta en un muro de la facultad revela la fuerza viva que las impulsa: “Nos quitaron tanto, que terminaron quitándonos el miedo”.
Su belicosidad comienza a trascender su terreno. Yesenia Zamudio, cuya hija, María de Jesús Jaime, es un caso de feminicidio impune, expresó tras las críticas a las encapuchadas por sus acciones directas violentas, que ella se asumía feminista: “¡Tengo todo el derecho a quemar y a romper! ¡No le voy a pedir permiso a nadie porque estoy rompiendo por mi hija! ¡Y la que quiera romper, que rompa! ¡Y la que quiera quemar, que queme! ¡Y la que no, que no nos estorbe!”.
La respuesta de AMLO ante el movimiento ha sido el desdén o las acusaciones de que fuerzas conservadoras están detrás, pero en su gobierno hay alarma.
Obtuve información de que Ricardo Peralta, subsecretario de Gobierno, entre otros funcionarios de primer nivel, ha tenido encuentros con directivos de empresas periodísticas para pedirles que disminuyan el número de notas sobre violencia hacia las mujeres, así como las críticas a la rifa del avión presidencial y a la construcción del Tren Maya en el sureste mexicano, bajo la promesa de que recibirán los contratos de publicidad oficial que fueron recortados en este gobierno por razones de austeridad.
Las protestas de las morras han ocupado diversos espacios informativos, especialmente cuando han realizado acciones directas contra el mandatario. Cuando AMLO dijo ante la prensa que no quería que el tema del feminicidio opacara haber recibido un cheque de la Fiscalía General que usará para pagar los premios de la rifa del avión presidencial, contingentes feministas le fueron a pintar, patear e intentaron incendiar la puerta de su casa: el Palacio Nacional.
En dicha mira feminista también está la prensa. Tras el feminicidio de Ingrid Escamilla, una joven de 25 años descuartizada y desollada por su pareja, las morras fueron a protestar por la publicación de las fotografías de su cadáver ante los periódicos Reforma y La Prensa, en donde incendiaron una camioneta.
En las últimas semanas he charlado con feministas académicas e institucionales y algunas de ellas rechazan que estas morras sean feministas genuinas o que aporten a la lucha de las mujeres.
Pero la realidad es que están resquebrajando la coraza institucional que ha protegido a los acosadores escolares y su lucha está teniendo, en estos días, una respuesta sin parangón. El rector de la UNAM, Enrique Graue, tuvo que crear la Coordinación de Igualdad de Género para atender los casos de violencia de género, entre otras medidas. Y recién separó de su cargo a un académico acusado de intento de violación.
Estas tomas escolares contra acosadores se extendieron también a cinco facultades de la Universidad Autónoma del Estado de México, lo que ya derivó en 10 suspensiones de profesores, una destitución, un despido y seis separaciones. En otras instituciones, como la Universidad Autónoma de Nuevo León, las jóvenes han recurrido al #MeToo en redes sociales logrando la creación de una Unidad de Género que acaba de expulsar a cuatro académicos y un estudiante.
Además, algunos medios de comunicación, de manera interna y discreta, están redefiniendo sus líneas editoriales y buscando asesoría para hacer un periodismo con perspectiva de género.
En una ponencia pública, la doctora en Antropología Marcela Lagarde, artífice del término feminicidio, dijo ante un auditorio femenino que el feminismo busca la igualdad incluyente entre mujeres y hombres, e instó a las participantes a escuchar y ponderar a estas morras. Les dijo: “Yo las convoco a que seamos voz, sustento, apoyo, certeza, para estas jóvenes que nos han arrebatado la estafeta”.
Habrá que ver si su convocatoria es atendida y hay reciprocidad. También si las feministas de la vieja y nueva guardia se nutren en común, y dan cauce al emergente y amplio movimiento de mujeres en el país. Habrá que ver si el presidente continúa menospreciando sus exigencias y atizando su rabia, y hasta dónde las morras siguen con la estafeta en su carrera abalanzada contra el orden patriarcal. “¡Se va a caer! ¡Lo vamos a tirar!”, advierte la consigna de lucha de la impetuosa cuarta ola feminista mexicana.
By Laura Castellanos
Laura Castellanos es reportera feminista mexicana, escribe sobre movimientos subversivos y es autora del libro ‘Crónica de un país embozado 1994-2018’
Las mujeres protestan en las principales ciudades de la región por la violencia de género, los feminicidios, la desigualdad y el derecho al aborto. 1.- En Bogotá la movilización comenzó desde las primeras horas de este domingo.MAURICIO DUEÑAS CASTAÑEDAEFE2.- Miles de mujeres marchan en Santiago de Chile este domingo durante la celebración del Día Internacional de la Mujer, y se registraron algunos incidentes por parte de la policía.ESTEBAN FÉLIXAP3.- Mujeres participan durante un ‘pañuelazo’ convocado por organizaciones sociales frente a la catedral de la ciudad de Buenos Aires, en Argentina.AITOR PEREIRAEFE
4.- Diversos colectivos de mujeres se concentraron este domingo en el Ministerio de Trabajo de Lima, Perú, bajo la consigna «trabajadoras sí, explotadas y violentadas no».JUAN PONCE VALENZUELAEFE5.- Las peruanas demandaron igualdad de derechos y se manifestaron contra la violencia machista en el país sudamericano.JUAN PONCE VALENZUELAEFE6.- Uno de los contingentes feministas en Bogotá.MAURICIO DUEÑAS CASTAÑEDAEFE
7.- Al mismo tiempo de la marcha del 8-M en Buenos Aires, grupos provida protestaron en contra del aborto.JAVIER MORENOEFE8.- Las mexicanas pintan sobre el suelo de la principal plaza de Ciudad de México los nombres de las más de 3.000 víctimas de feminicidios.REBECCA BLACKWELLAP9.- En Perú, las manifestantes realizaron la coreografía ‘Un violador en tu camino’ vestidas de rojo, en referencia al colectivo LasTesis de Chile.RODRIGO ABDAP
10.- Algunas de las manifestantes en Guatemalas hacen pintas en contra de los miembros de la Iglesia.MOISÉS CASTILLOAP11.- En San Salvador las mujeres escenificaron cadáveres falsos en bolsas para protestar en contra de los feminicidios en el país centroamericano.RODRIGO SURAEFE12.- Un grupo de mujeres protestan este domingo por las calles de Quito, Ecuador.JOSÉ JÁCOMEEFE
El movimiento feminista volvió a ocupar de forma multitudinaria las calles de más de 20 ciudades españolas para demandar políticas que amplíen los derechos de las mujeres, con reivindicaciones de una igualdad real y para frenar los intentos de la extrema derecha de limitar los derechos logrados.
Este es el tercer año que el feminismo muestra su fuerza al movilizarse este 8 de marzo, en un ambiente festivo y reivindicativo. En Barcelona, Madrid y Sevilla se vieron pancartas con el lema: “más miedo al patriarcado que al coronavirus”.
A las 17:00 horas locales, inició la marcha en Madrid desde Atocha bajo el lema “Con derechos, sin barreras. Feministas sin fronteras”, que terminara en la Plaza de España, donde la Comisión 8M leerá un manifiesto.
Foto: AP
España tuvo un mal despertar frente al extendido fenómeno de la violencia machista, el 17 de diciembre de 1997, con el brutal crimen de la granadina Ana Orantes, solo unos días después de que esta mujer relatara en la televisión de Andalucía los años de golpizas que vivió al lado de su victimario, su exesposo José Parejo, quien la asesinó quemándola.
Pero el movimiento feminista prendió y se extendió por las calles españolas al extender su grito de “yo sí te creo” en respaldo a la joven víctima de la Manada, un grupo de cinco jóvenes que perpetraron una violación multitudinaria el 7 de julio de 2016, durante las fiestas de San Fermín, en Pamplona.
Este caso emblemático, cuya cobertura periodística cruzó las fronteras españolas, despertó la indignación del movimiento feminista por el fallo de dos tribunales, la Audiencia Provincial y el Tribunal Superior de Navarra, de considerar el ataque como abuso sexual y no como una violación.
Foto: AP
Pero como el caso fue recurrido, llegó hasta el Tribunal Supremo que en julio pasado enmendó la sentencia inicial y concluyó que sí se trató de una violación de una joven, que los acusados “buscaron expresamente la situación, sin que la víctima tuviera conocimiento alguno” de lo que iba a suceder, que la víctima quedó “totalmente anulada”.
Que los procesados celebraron sus actos delictivos como “un triunfo”al que quisieron “dar proyección” al grabarlo en sus celulares, hechos de “enorme sordidez y crudeza” en la que “la víctima sufrió en todo momento”.
Ley de libertad sexual
Desde el año 2003 que España empezó a registrar los casos de violencia de género, se han registrado 1,046 asesinatos machistas. En 2019 se registraron 55 casos y en lo que va de este año se tiene registro de once homicidios, de acuerdo a los datos del Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer. El año 2008 fue el de mayor incidencia, con 76 casos.
Sin embargo, la legislación actual sólo contabiliza como feminicidios aquellos cometidos en el ámbito de la pareja o expareja, dejando fuera otros casos de violencia mortal del que han sido víctimas otras mujeres.
Con la llegada del nuevo gobierno de coalición (PSOE-Unidas Podemos) se impulsa un Anteproyecto de Ley de Libertad Sexual, recién aprobada en el Consejo de Ministros. El propósito es actualizar la ley contra la violencia de género del 2004 –impulsada por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero— con el Convenio de Estambul que contempla aplicar el estatus de víctima de violencia de género a aquellas mujeres que hayan sufrido violencia por parte de un hombre aunque no exista relación sentimental entre ellos.
Se busca ampliar y dar claridad a la legislación penal contra los distintos casos de violencia hacia la mujer y, en el ámbito jurídico, estos casos serían instruidos en un juzgado especializado de violencia sobre la mujer
En entrevista, la ministra de Igualdad, Irene Montero, desde cuyo departamento se impulsa esta iniciativa, destaca que con este anteproyecto y una serie de políticas del nuevo gobierno, se pretende hacer un esfuerzo transversal donde no solo se reforme el Código Penal, sino una serie de políticas para ayudar a la prevención y a la sensibilización de los distintos servicios de servidores públicos que atienden casos de violencia machista.
Foto: AP
Se buscarán poner en marcha políticas de redistribución e igualdad, centradas en el replanteamiento de las relaciones económicas y sociales en materia de trabajo, de usos de tiempo y de corresponsabilidad.
“El trabajo de este gobierno con el feminismo tiene una gran importancia, para nosotras es una prioridad pero también nos parece que a nivel internacional los pasos que demos en España pueden ayudar a mujeres de otros países a defender sus derechos. Cada avance de los derechos del feminismo en un país representa un avance para otros países, y en eso queremos volver a ser un país pionero en la defensa y en los derechos de las mujeres”, señaló.
Montero consideró que en España existe un mayor número de denuncias por los distintos tipos de violencia hacia la mujer, pero eso no significa que haya un incremento en la incidencia de casos, como lo dejaba sentir la alerta que en febrero emitió la embajada de Estados Unidos en España, al aconsejar a sus ciudadanos tener precaución incluso contar con un abogado para afrontar un proceso en caso de ser víctimas de un delito sexual.
“Más denuncias no significan más casos, sino más seguridad. El incremento de denuncias tiene que ver con el acompañamiento de las víctimas, no con el aumento de las agresiones”, decía Montero repitiendo el argumento que emitió Igualdad tras la alerta estadounidense.
Recordó que hace unos años en España esa violencia se comparaba con temas pasionales, incluso a la fecha algunos titulares de la prensa hablan de “una mujer muerta”, cuando “se trata de un asesinato”.
El concepto de “violencia intrafamiliar”, explicó, es lo que la nueva oleada política de la extrema derecha está pretendiendo implantar, como si ese tipo de violencia fuera un asunto familiar. “La extrema derecha, y no solo en España, impulsa la idea de que se maneje como violencia doméstica o intrafamiliar, pero no lo es, es una violencia de género”, apuntó.
“La violencia machista no es solo una cosa española, se produce en muchos otros países”, añadió.
Recordó que la extrema derecha pretende imponer en algunas comunidades autónomas la “censura parental” –pin parental, le denominó Vox, el partido de extrema derecha— que es una autorización previa de los padres para la asistencia de sus hijos a actividades en los centros educativos, como los talleres con contenido sobre diversidad afectivo-sexual, sobre feminismo o cuestiones sobre identidad de género o la comunidad LGTBIQ.
Vox ha impuesto la introducción de la censura parental a cambio de aprobar presupuestos en varias comunidades autónomas, con una idea engañosa sobre estos cursos, como la expresada por el líder Santiago Abascal, quien asegura que “la enseñanza de juegos eróticos a niños de 0 a 6 años está cerca de la corrupción de menores”, lo cual es falso. El dirigente se refiere a Skolae, el programa educativo sobre igualdad de Navarra, que ha sido premiado por la Unesco, pero que la ultraderecha critica.
Al respecto, Montero señala que la extrema derecha pone en duda la labor de los profesionales de la educación y con ello pone en duda uno de los pilares del sistema democrático, como es la educación, y considera que es la reacción que pretende frenar los avances del movimiento feminista.
Otro de los avances en la materia, que ya cuentan con registros en España son los casos de menores asesinados en el marco de la violencia machistas, que se conoce como “violencia vicaria” –conocida así porque el agresor utiliza a los menores para infligir daño a la madre—. Desde 2013, que inició el registro, se han registrado 34 menores muertos a manos de su padre o pareja de su madre, solo 3 en 2019, de acuerdo al Ministerio de Igualdad.
La ministra comentó que trabajan en tres líneas políticas, la relacionada con la lucha contra las violencias machistas, otra contra la trata de personas con fines de explotación sexual, y una más sobre al distribución de la riqueza entre hombres y mujeres y la de igualdad en el trabajo, igualdad en permisos de paternidad y maternidad.
“Uno de los ejes que trabajamos con otros ministerios es el relacionado con la redistribución de la riqueza entre hombres y mujeres”, señaló.
Sobre el Anteproyecto de Ley de Libertad Sexual explicó que no solo se refiere a las modificaciones al código penal, sino se tiene una visión más integral, más transversal, que incluya el acompañamiento, prevención, sensibilización y formación en el ámbito educativo, entre personal sanitario, policial, militares, para la capacitación para saber cómo actuar en casos de violencia de género.
Explicó que es necesario eliminar las diferencias actual de la ley sobre abuso y agresión sexual, porque dará mayores garantías a la víctima y en aplicar sanciones a los agresores, pero consideró que es evidente que la reforma legal no va a evitar por sí misma la violencia.
“Nosotros coincidimos con las reivindicaciones del movimiento feminista, que es erradicar la violencia con prevención, sensibilización y facilidades a las mujeres que son víctimas pero también en concienciar a los hombres qué es una agresión o que es abuso, porque muchos se sienten legitimados de cometer estos actos”, dijo.
Consideró que el caso de la Manada muestra de forma clara que en las declaraciones de los hombres que cometieron la violación no valoran que hayan cometido una agresión sexual, inculpando a la víctima como que ella quería estar con ellos, lo cual demuestra un enorme trabajo por hacer en materia de educación.
“Somos un grito global”
Al término de la manifestación en la madrileña Plaza de España, las organizadoras leyeron un manifiesto en el que resaltan: “Nos queremos vivas, libres y diversas todos los días del año”.
“Somos un grito global de distintos pensamientos, unidas contra el patriarcado y dispuestas a dar la batalla para construir vidas mejores”, dijeron, y exigieron que todas las violencias machistas sean consideradas una cuestión de Estado, y pidieron una definición contra la “justicia patriarcal”.
La movilización, en vísperas de un inédito paro nacional en México, clama contra la violencia machista y exige igualdad de oportunidades.
Un grito, “¡ya basta!”, ha retumbado este domingo en México con más fuerza que nunca. Miles de mujeres han salido a las calles a protestar contra la violencia machista y para exigir igualdad de oportunidades frente a los hombres. La protesta de Ciudad de México con motivo del Día Internacional de la Mujer ha sido una de las más multitudinarias que se recuerda en los últimos años en todo el país, en un día en que se han sucedido marchas en las principales ciudades latinoamericanas. El aumento de los feminicidios, la violencia sexual, el persistente acoso hacia las mujeres y la pobreza que crece, principalmente, entre la población femenina son algunos de los motivos que han hecho que las mujeres desborden las principales calles de la capital mexicana, en vísperas de un paro nacional histórico convocado para este lunes.
“Este es nuestro año, ¿no?”, celebraba la ilustradora Julia Reyes, que acudía por primera vez a una manifestación del 8 de marzo. “Lo hago por la cantidad de mujeres que ya no están con nosotras, porque el Estado no está haciendo nada, porque solo juntas nos vamos a salvar”, comentaba durante la marcha, que arrancó desde el Monumento a la Revolución. “Vale la pena hacernos ver, conocer a otras mujeres y compartir la lucha entre todas juntas: y sobre todo visibilizarnos. Que nos oigan, que nos volteen a ver, que sepan que esto va empezando, que esta lucha es difícil y va a seguir”, aseguraba cerca de ella Jimena Betanzos, de 27 años, redactora de una agencia.
En Ciudad de México, los principales monumentos del centro fueron blindados por el Gobierno local ante el temor de que fuesen vandalizados. “Estamos todas en paz y juntas, con energía. Sin mayor problema”, insistía Reyes. Pese a algunos incidentes puntuales, la manifestación se desarrolló con normalidad, en un tono reivindicativo. “Mujer escucha, esta es tu lucha”, “con falda o pantalón, respétame cabron” o “El Estado no me cuida, me cuidan mis amigas”, han sido algunos de los lemas coreados. Los momentos de mayor tensión se vivieron en el Zócalo. Ante las cargas policiales, una mujer de una desaparecida clamaba desde el templete: «Esos policías que están agrediendo mujeres, deberían de estar ayudándonos a buscar a nuestras hijas desaparecidas. De Juárez a Chiapas, ni una asesinada más”.
Frente al Palacio de Bellas Artes, se instaló un micrófono abierto en el que las mujeres contaban sus experiencias de acoso y violencia machista: “Mi expareja me pegó, humilló, y le dije a los ojos: ‘No me voy a dejar matar, no nos vamos a dejar matar”. La red del metro de la ciudad anunció por la mañana que cerraría las estaciones cercanas a la ruta de la manifestación, sin embargo, tras las presiones en redes sociales la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, ordenó su reapertura para facilitar el traslado de las mujeres que han asistido a las concentraciones.
“Es la marcha más plural que he visto en mi vida”, aseguraba la joven Karla en medio de la multitud. “Todas las clases sociales están aquí”, añadía, con una crítica hacia el actual Gobierno. “Se supone que es de izquierza, ya sabemos que no lo es. En este país hay mujeres encarceladas por abortar, hay mujeres por abortos espontáneos. Tenemos mayoría en las Cámaras, y no han impulsado una reforma federal para la despenalización del aborto”, criticaba.
Una parte de las movilizaciones del 8M comenzaron en Ciudad Nezahualcóyotl, en el Estado de México, uno de los cinco Estados con más feminicidios en México y con una doble alerta de violencia de género. Ciudad Nezahualcóyotl, Chimalhuacán y Ecatepec son los municipios en los que ocurren la mayor cantidad de feminicidios y desapariciones: allí en el espacio de la violencia, donde los feminicidas tiran los cuerpos de las mujeres y niñas, las asambleas y colectivas de Neza y Chimalhuacán convocaron alrededor de 1.000 personas, la marcha más grande en contra de la violencia de género en esa región a la fecha. Tres jóvenes subieron a la escultura de Nezahualcóyotl —el emperador azteca— a ponerle un pañuelo verde y otro morado. En la marcha las consignas estuvieron adaptadas a la periferia y a los feminicidios infantiles, así como a vocear qué hacer en caso de la desaparición de una mujer, allí donde ocurren diariamente.
El hartazgo ante la ola de feminicidios ha sido el principal motor de las mexicanas para salir a la calle. Al día, en promedio, 10 mujeres son asesinadas en razón de su género. Las historias sobre las víctimas de feminicidios llenan las páginas de los diarios y abundan en las redes sociales. En febrero, los casos de Ingrid Escamilla y Fátima ––la primera, muerta a manos de su pareja y la segunda, una niña de 7 años–– desataron la indignación nacional y sacudieron al movimiento feminista en México. El reclamo no solo se ha concentrado en pedir al Estado que estos crímenes disminuyan, sino que se ha extendido a la exigencia de justicia en un país donde la impunidad alcanza niveles altísimos en los casos juzgados.
El Gobierno mexicano se pronunció a favor de las movilizaciones de las mujeres convocadas para el 8 y 9 de marzo. Las secretarias de Estado salieron a reconocer como legítimos los reclamos de las mujeres en México y que el tiempo para que el Estado atienda las demandas se ha agotado. A pesar del pronunciamiento de las mujeres en el Gobierno, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, se ha negado reiteradamente a admitir la gravedad respecto a la violencia contra las mujeres. El mandatario ––el primero de izquierda en México–– ha minimizado las movilizaciones de las mujeres y ha evadido cualquier cuestionamiento sobre su posición política respecto al movimiento feminista.
Después de la protesta seguirá el silencio. El lunes está convocado un paro nacional de mujeres: un 57% de las mexicanas detendrán sus actividades para visibilizar las desigualdades con el género fememino, según una encuesta del diario El Financiero. Es la primera convocatoria de este tipo en México, donde las mujeres representan un 40% de la fuerza laboral y donde, a pesar de ello, existe en promedio una brecha salarial entre hombres y mujeres de un 34%, según datos del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
Mujeres de México, y todo el mundo, son víctimas de machismos cotidianos pequeñas expresiones y comportamientos ‘permitidos’ a su género.
Basta despertar, abrir alguna red social para encontrarlos, o salir a la calle para encontrarlos en nuestro camino, se trata de los machismos cotidianos que viven las mujeres en México y que permiten que una cultura que denosta a la mujer crezca y se mantenga.
Como son mujeres quienes viven este tipo de violencia a veces invisible pero certera a la hora de mantener el status quo, sólo ellas podrían escribir al respecto.
Claudia de la Garza y Eréndira Derbez son dos historiadoras del arte que plasmaron en el libro, ‘No son micro: Machismos Cotidianos’, todas las expresiones y actitudes a las que están expuestas las mujeres.
Con la voz de la periodista y activista Lydia Cacho en la contraportada, este trabajo ofrece un retrato fiel de las limitantes y expectativas, a veces contradictorias, a las que las mujeres se ven expuestas en una sociedad regida por un sistema en el que siempre se encuentran en desventaja.
LA VIDA DIARIA PUEDE SER LA INSPIRACIÓN
A través de 98 tópicos, entre los que se encuentran ‘azul y rosa’, ‘las mujeres no dicen groserías’, ‘manxplicar’, ‘el hombre proveedor y jefe del hogar’, de la Garza y Derbez llevan al lector de la mano para entender el fondo primario de una problemática que termina, como su consecuencia más grave, en feminicidio.
En entrevista con Reporte índigo, Eréndira Derbez, comentó de dónde provino la inspiración para este libro, fundamental en el contexto actual de los feminismos.
“Me interesa mucho la historia, los derechos humanos, los feminismos y sobretodo me interesa estudiar a mujeres que han tenido un rol importantísimo en México y que no han sido del todo estudiadas”, menciona.
Derbez cuenta que su acercamiento al feminismo es desde siempre pues desde pequeña libró muchas peleas cuando era víctima de algún machismo cotidiano.
“Nací con un bichito, desde pequeña tuve muchas discusiones y peleas ‘de niña’ (y decía) ‘¿por qué no puedo hacer esto? y eso siempre me causaba mucho conflicto”, relata.
La joven egresada de la Universidad Iberoamericana, en donde ahora se encuentra becada para estudiar una maestría, vive a diario los machismos.
“(Vivo los machismos) cansada, muy cansada me despierto y desde la mañana es afrontarlo, es muy evidente en los salones de clase, en las relaciones laborales”, afirma.
La escritora, e ilustradora del libro, menciona que en la vida académica y deportiva también encuentra rechazo, pues se consideran ámbitos principalmente de hombres.
“El acoso callejero, que me quieran pagar menos por el mismo trabajo que a un hombre, desde que prendes la televisión y hay puros hombres hablando de aborto ahí ya hay un mensaje muy claro de ’tu voz no importa’, asegura.
#COMOHOMBRE O CÓMO LAS MUJERES BUSCAN EXPLICAR MACHISMOS COTIDIANOS A LA INVERSA
Los 98 tópicos machistas expuestos en ‘No son micro: Machismos Cotidianos’ se quedan cortos junto a la cantidad de frases que una mujer tolera sobre el comportamiento que debe tener, lo que si puede hacer y lo que no debe permitir.
Por ello, mujeres se dieron a la tarea de explicar invirtiendo los papeles de mujer por los de hombre en dichas frases, para tratar de explicar la fuerza que estas condicionantes tienen.
Con la etiqueta #ComoHombres mujeres de México y otras partes del mundo compartieron este ejercicio.
“Hola amigo ¿por qué tan solito?”, “qué mal humorado, a ver una sonrisita”, “legalicen a los de quince”, “¿con quién lo vas a dejar, José, si tu te vas a trabajar?”, entre otras frases destacan en estos posts.
Los machismos diarios vertidos en esta etiqueta hacen referencia a temas familiares, laborales, económicos, académicos, sexuales entre otros, en los que el papel de la mujer.
"Es guapo, seguro está bien tonto".
”Lo sacas a bailar y le agarras la nalga así como que distraído".
"Cuando lo vayas a dejar a su casa, lo acorralas y le das un beso. Si se hace el difícil, se lo das a fuerza".
"Si te aceptó la cena, seguro quiere coger" #ComoHombre
El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer y es por ello que muchas salimos a las calles para unirnos a las diferentes movilizaciones y concentraciones que se llevan a cabo en las diferentes ciudades del mundo.
El domingo 8 de marzo de 2020, las principales avenidas y plazas de los diferentes estados de México se vestirán de morado (y con pañuelos verdes también) para pedir una cosa: que pare la violencia en contra de las mujeres.
Si cada año vas a la marcha o si esta es la primera vez que unirás te dejamos las diferentes movilizaciones que las colectivas feministas están organizando en CDMX y en otras ciudades de México como Guadalajara, Monterrey y Querétaro, entre otras.
MARCHA FEMINISTA 8 DE MARZO 2020
8 DE MARZO 2020: AGUASCALIENTES
Punto de reunión: Exedra
¿A qué hora? 22:00 horas del sábado 7 de marzo.
Las actividades en este estado comienza la noche del día anterior.
Una colectiva de mujeres se organizó este domingo para pintar en la plancha del Zócalo capitalino los nombres de mujeres víctimas de feminicidio y desaparición, con el objetivo de que no se olvide por qué marchan este 8 de marzo.
La agrupación busca dejar plasmados más de 3,200 nombres de mujeres asesinadas y desaparecidas desde 2016 hasta la fecha.
#8M | Una colectiva de mujeres pinta en el suelo los nombres de quienes han sido víctimas de feminicidio.
"Queremos que el Zócalo reciba a la marcha con los nombres de las mujeres asesinadas para recordarles por qué marchamos", señalan.
“Queremos que se puedan ver sus nombres en el Zócalo, que quede esto como un recordatorio de todas las mujeres que nos han arrebatado, que quede esto como un recordatorio de lo que está sucediendo en el país”, dice Sandra, una de las participantes.
Para dejar este testimonio de la violencia en el país, “nos estamos organizando en cuadrantes, por año, con los nombres de las mujeres asesinadas desde 2016, tenemos más de 3,200 nombres, y trataremos de pintar los más posibles”, dice la activista Ixchel Cisneros.
Entre quienes pintan hay madres con sus hijas, como una pequeña de cuatro años, que rellena las letras con ayuda de su madre. Ella le explicó que hay niñas a las que han lastimado y que no han regresado a su casa, y que están aquí para decir que eso está mal, que no nos gusta y que debe parar.