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  • Gran OM diseña carteles en apoyo a la lucha feminista en México

    Gran OM diseña carteles en apoyo a la lucha feminista en México

    El estudio de artes visuales Gran OM diseñó cinco carteles para apoyar la lucha feminista en contra de la violencia de género y para invitar a las mujeres a unirse a los movimientos que buscan justicia y un cese a los feminicidios, las desapariciones, la criminalización del aborto y la desigualdad.

    «Es el tiempo de las mujeres», «Ya es hora de caminar juntas», «Ni miedosas ni obedientes ni sumisas», «Una mujer luchando el futuro de todas está cambiando» y «Les faltarán monumentos si nos cobramos por cada una de las mujeres violadas y asesinadas» son las consignas impresas en los carteles.

    El estudio compartió un link de descarga para que los diseños puedan ser replicados en otras partes del mundo.

  • “No nacimos feministas…”; Ana Tijoux, Julieta Venegas y 10 mujeres más levantan el puño en los Spotify Awards

    “No nacimos feministas…”; Ana Tijoux, Julieta Venegas y 10 mujeres más levantan el puño en los Spotify Awards

    “Las mujeres se están revelando, los hombres no saben qué hacer”, reza el coro del tema “Mujeres“, que Julieta Venegas y un grupo de mujeres talentosas interpretaron en los Spotify Awards, para levantar el puño y la voz en contra de la violencia de género.

    Antes de que Venegas y otras 10 cantantes salieran al escenario, Ana Tijoux tomó el micrófono llamando a la unidad de hombres y mujeres en nombre de “todas nuestras muertas, hermanas, amigas hijas, compañeras, madres y abuelas”.

    https://www.instagram.com/p/B9YMwNohEna/?utm_source=ig_web_copy_link

    “Chiquillas, chiquillos, no nacimos feministas, nos hicimos feministas como lucha ante la violencia histórica ejercida hacia nuestras cuerpas.

    “Hoy, en nombre de todas nuestras muertas, hermanas, amigas hijas, compañeras, madres y abuelas, nos toca la tarea imperante de organizarnos, unirnos, pensarnos en otro feminismo de clase y popular, que abra las grandes alamedas del pensar. Tejer nuestras voces en una sola voz álgida, que cruce todas las cordilleras, que cruce océanos, que crece pampas y selvas, para que nunca más se nos asesinen, se nos violen, para que ni una menos ¡Vivas nos queremos!”, expresó la cantante y activista.

  • Una mujer es asesinada cada dos horas en América Latina por el hecho de ser mujer

    Una mujer es asesinada cada dos horas en América Latina por el hecho de ser mujer

    En 2018, al menos 3.529 mujeres fueron asesinadas por razón de su género. De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal), Brasil y México presentan el mayor número de casos en una región en la que la ausencia de Justicia es el común denominador en un desangre que no para.

    «Hoy fue mi hija, mañana puede ser la de ustedes», fue la primera reacción que tuvo en medios locales María Magdalena Antón Fernández, cuando tuvo noticia de su hija Fátima, de siete años, cuyo cuerpo sin vida y con signos de tortura y agresión sexual apareció el 17 de febrero en una bolsa de basura al sur de Ciudad de México.

    Sus palabras no están lejos de la realidad en un país acostumbrado a ver la barbarie de cerca y en el que cada día se cometen, en promedio, tres feminicidios.

    En las últimas semanas, miles de mujeres han salido a las calles de Ciudad de México para condenar este fenómeno con no solo el feminicidio de Fátima de trasfondo, sino el de Ingrid Escamilla y de muchas otras, tantas, más.

    El 12 de febrero de 2020, una mujer rinde homenaje en Puebla, México, a la mujer de 25 años Ingrid Escamilla, asesinada por su pareja.
    El 12 de febrero de 2020, una mujer rinde homenaje en Puebla, México, a la mujer de 25 años Ingrid Escamilla, asesinada por su pareja. © Imelda Medina / Reuters

    Llamar y tipificar como feminicidios estos casos, y exigir Justicia por ellos, llegó en 2009 luego de un proceso que sentó un precedente regional: por primera vez el término ‘feminicidio’ en América Latina llegó a oídos de los tribunales internacionales. Y no sería la última.

    En 2001, ocho mujeres fueron secuestradas, violadas, asesinadas y abandonadas en un campo algodonero, en el estado de Ciudad Juárez. «Cuando las madres pusieron la denuncia de la desaparición de sus hijas en la policía les decían que estaban con el novio (…) Finalmente este caso llegó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos que dice: aquí hay una violencia basada en género», explica a France 24 María Fernanda Vargas, abogada de la Corporación Humanas Colombia.

    La diferencia entre el muy conocido caso del campo algodonero y los escalofriantes y constantes crímenes que azotan al país azteca en la coyuntura, es que en 2001 el feminicidio ni siquiera era delito a la luz del código penal de los países. En cambio, hoy, todas las naciones de la región –excepto Cuba y Haití- tienen aprobadas leyes que penalizan esta práctica, de acuerdo con la Organización de Naciones Unidas (ONU).

    México y Brasil son los países que registran más casos de feminicidio al año en la región, mientras que la tasa más alta por cada 100.000 habitantes la tiene el denominado Triángulo Norte de Centroamérica (El Salvador, Honduras y Guatemala), además de Bolivia.

    Un crimen de odio por el hecho de ser mujer

    Luz Estrada, coordinadora del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio de México, afirma a France 24 que «el odio, la discriminación y la violencia tienen su expresión por medio de las formas brutales en las que los cuerpos de las niñas, adolescentes y mujeres adultas son sometidos y de esta forma se evidencia el desprecio hacia ellas».

    Con una tasa de 1,6 por cada 100.000 habitantes, América Latina es la segunda región más letal para las mujeres después de África, según un informe publicado por Naciones Unidas en 2018. El mismo reporte revela que 137 mujeres son asesinadas cada día en el mundo por un miembro de su familia. Y que dos de cada tres asesinatos de mujeres son cometidos por las parejas o familiares.

    En resumen: el hogar es el sitio predilecto para los feminicidas.

    El feminicidio en el mundo y en América Latina.
    El feminicidio en el mundo y en América Latina. © Naciones Unidas – Semáforo Delictivo / France 24

    Los países en los que ser mujer es más peligroso

    Para hablar de feminicidio (algunos lo llaman femicidio) es clave entender que, una cosa es que asesinen a una mujer, y otra que lo hagan por el hecho de lo sea. Y que sus características dependen del país en el que nos ubiquemos. Algunos, por ejemplo, solo lo consideran así cuando es cometido por su pareja o expareja sentimental.

    La coordinadora del Observatorio Ciudadano Nacional de Feminicidio de México señala que este delito «puede ser cometido por familiares o desconocidos de manera indistinta, por lo que dejar de lado aquellos feminicidios cometidos por personas sin ningún vínculo sentimental con la víctima, excluye de tener acceso a la Justicia a un gran número de casos de mujeres asesinadas por razones de género».

    Si de número de casos se trata, Brasil y México llevan la delantera regional, de acuerdo con estadísticas de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal). No obstante, El Salvador, Honduras, Bolivia y Guatemala se llevan los deshonrosos primeros puestos en el ranking de las tasas más altas por cada 100.000 habitantes.

    El feminicidio en América Latina (2018)
    El feminicidio en América Latina (2018) © France 24

    De acuerdo con el Observatorio de Igualdad de Género de esa organización, en 2018 fueron asesinadas más de 3.500 mujeres en la región bajo la modalidad de feminicidio. Un promedio simple arroja que este fenómeno ocurre diez veces al día, es decir, uno cada poco más de dos horas.

    Un delito «nuevo» que cada vez deja más y más víctimas

    Del feminicidio se habla desde el siglo XIX, pero fue apenas hasta el siglo XXI que el término comenzó a acuñarse en los sistemas penales de la región, más aún cuando la saña y la crueldad se convirtieron en el común denominador de esta clase de casos.

    «Tenemos por ejemplo el ‘over kill’, es decir, que lo que busca es generar el mayor daño posible antes, durante y después de la muerte. La existencia de la sevicia por lo general nos permite identificar si estamos al frente de un feminicidio o no», afirma la vocera de Humanas Colombia.

    Para la ley, si cometer un homicidio es delito, hacerlo contra una mujer es más grave. Y lo es más aún si es perpetrado por razón de género. En ese caso, las concesiones de la Justicia son casi nulas para el victimario.

    Así como las condiciones para determinar que un homicidio es feminicidio, o no (según el país), también determina la pena para el perpetrador. Argentina y Chile, por ejemplo, contemplan la cadena perpetua, mientras que en las otras naciones se establecen penas que van entre 10 y 60 años. Según la ONU, 13 países de la región han aprobado leyes integrales y 18 más han penalizado el feminicidio entre 2006 y 2018.

    Para Santiago Roel, director de Semáforo Delictivo de México, «es muy difícil a veces para las autoridades determinar si un crimen es un feminicidio o un homicidio en el que la víctima es mujer. En un país como México, muchos de estos homicidios podrían confundirse con feminicidio y no lo son, tienen otras causas, por ejemplo, la mujer estaba vendiendo drogas para un grupo rival».

    Un manifestante sostiene una pancarta que dice "Ingrid Escamilla. El amor romántico mata", en una protesta contra la violencia de género en el centro de la Ciudad de México, México, 14 de febrero de 2020.
    Un manifestante sostiene una pancarta que dice «Ingrid Escamilla. El amor romántico mata», en una protesta contra la violencia de género en el centro de la Ciudad de México, México, 14 de febrero de 2020. © Andres Martinez Casares / Reuters

    Pero más allá de penalizarlo o no, uno de los grandes problemas es la impunidad. En su más reciente informe sobre violencia y discriminación contra mujeres, niñas y adolescentes, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos advierte que esta clase de asesinatos por lo general ocurre en un contexto de limitado acceso a la Justicia.

    El Estado, uno de los principales responsables por no proteger a las mujeres

    Santiago Roel considera que el feminicidio se puede prevenir con alertas tempranas sobre abuso sexual o violencia intrafamiliar. Uno de los principales factores de riesgo es el exceso de confianza, pues la mayor parte de las violaciones se comete en casa y los principales violadores son parientes o desconocidos.

    Según la iniciativa Spotlight, un programa conjunto de la ONU y la Unión Europea orientado a eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas, una de cada tres mujeres mayores de 15 años ha sufrido violencia física o sexual en algún momento de su vida.

    «La víctima seguramente sufrió violencia emocional, física, patrimonial o económica o sexual y si no se resolvió eso de alguna manera por la vía del entendimiento de la terapia oportuna o de un divorcio oportuno, o la mujer no buscó refugio o el Estado no se lo prestó, todo eso puede terminar en un feminicidio», dijo Roel a France 24.

    En efecto, el Estado es considerado como uno de los principales responsables de este fenómeno que golpea a la región. «Los lugares donde hay pobreza son lugares que han sido abandonados por el Estado y ese abandono institucional pone a las mujeres en mayor riesgo», concluye la corporación Humanas Colombia.

    Como lo resume la Organización de Estados Americanos (OEA): «Los altos índices de violencia contra ellas, su limitado o nulo acceso a la Justicia, la impunidad y la persistencia de patrones socioculturales discriminatorios, entre otras causas, inciden en el aumento del número de muertes».

    Pero las estadísticas se quedan cortas. Muchos casos no son denunciados o son confundidos con homicidios tradicionales. Y el desangre no para.

    Texto por:Daniela Blandón RamírezSeguir

    Toda la información e imágenes son de FRANCE 24.
    Link original: https://www.france24.com/es/20200303-dia-de-la-mujer-feminicidios-latinoamericano-violencia-genero?fbclid=IwAR2SibOdicqNvX9Ww9AdWsYClJQaEaf8cKiDQyGOMPTNAVO-KWhdblGrd_k

  • El machismo que no vemos en México pero que siempre ha estado ahí

    El machismo que no vemos en México pero que siempre ha estado ahí

    Hace 30 años, el psicoterapueta argentino Luis Bonin acuñó por primera vez el término micromachismos. El concepto habla de comportamientos masculinos que menosprecian a las mujeres y las violentan de un modo pasivo. Los define como “pequeñas tiranías o violencias de baja intensidad realizadas por varones, a través de las cuales buscan dominar a su pareja”. Pero estos comportamientos machistas no son pequeños, ni pasivos y tampoco se reducen al ámbito de la pareja.

    “En México hemos asumido el machismo y se ve como si fuera algo normal”, dice a Verne Eréndira Derbez (Ciudad de México, 1991), ilustradora y autora junto con Claudia de la Garza (1980) del libroNo son micro. Machismos cotidianos (Grijalbo, 2020). “Fue un trabajo de introspección de las dos. De analizar el día al día y darnos cuenta de que eso que nos dio tanta ansiedad y tanto estrés se trata de violencia y que no debemos normalizar”, comenta en entrevista.

    Se trata de una serie de comportamientos que pueden ser vistos con naturalidad, aunque en realidad son agresiones. Por ejemplo, que se piense que una mujer deba pedir siempre ensalada y no un plato de carne en un restaurante, «porque las mujeres siempre están a dieta». O pensar que la forma en que se viste una mujer justifica un acoso. “Aunque estemos muriendo de calor, nos ponemos un suéter. De repente te puedes dar cuenta de que lo estás haciendo para evitar violencia hacia tu persona aunque nosotras no seamos las responsables, ya lo tenemos naturalizado”, comenta Derbez, quien cree que una de las formas más aceptadas de machismo es el acoso en el espacio público, en especial el verbal.

    Ilustración de Eréndira Derbez. Cortesía de Penguin Random House.

    Y no se trata de micromachismos, como se les ha acuñado por tres décadas. De acuerdo con el INEGI, el 66% de las mujeres ha sufrido algún tipo de agresión, que va desde un piropo en la calle, hasta una violación. “También es muy común que en las mesas de expertos de los medios de comunicación solo hay hombres”, refiere Derbez. “O que a las universitarias que quieren opinar algo se les interrumpa o que a las madres solteras se les critique y ridiculice”, comenta la también historiadora del arte.

    La publicación de este ejemplar coincide con que 2019 fue el año más violento para las mujeres y poco antes del paro convocado para este 9 de marzo, un día después del Día Internacional de la mujer. “Si algunas empresas se unen al paro, es bueno que vayan revisando las condiciones laborales o de otro modo no servirá para nada”, dice la ilustradora.

    Ilustración de Eréndira Derbez. Cortesía de Penguin Random House.

    Aunque fue un libro pensado y dirigido a mujeres adultas, Derbez cree que los hombres también pueden encontrar utilidad en la lectura de estos comportamientos machistas. “Muchos creen que si nunca le han pegado a una mujer no son machistas», quien considera que deben de dejarse de lado estos comportamientos aprendidos.“Quien lo lea, puede verse reflejado en la violencia que perpetua o que ejerce y que sin duda lastiman”, concluye.

    Toda la información e imágenes son de VERNE EL PAÍS.
    Link original: https://verne.elpais.com/verne/2020/03/0

  • Gasman: «No hay Cuarta Transformación sin mujeres»

    Gasman: «No hay Cuarta Transformación sin mujeres»

    La titular del Inmujeres, Nadine Gasman, asegura que en el gobierno de AMLO una de las demandas de las mexicanas es vivir seguras.

    Nadine Gasman asegura que el gobierno federal sí es feminista, aunque reconoce que al interior del mismo hay resistencias “mayores o menores” al proyecto de empoderar a las mujeres y a la implementación de políticas públicas que persiguen la equidad de género.

    La titular del Instituto de las Mujeres (Inmujeres) dice que la actual administración federal día a día lucha por erradicar el patriarcado, combatir la violencia y por la transformación de la cultura machista.

    «El gobierno tiene toda la intencionalidad de cerrar las brechas y de cambiar esta cultura machista que hay en el país y de realmente pensar cómo podemos transformar esta sociedad desde la base que son las relaciones entre mujeres y hombres”, expresa Gasman en entrevista con Expansión Política.

    La doctora en salud publica asegura que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador está poniendo en el centro de las políticas públicas a las mujeres, porque tiene claro que sin ellas no habrá «Cuarta Transformación».

    ¿Cuáles son las principales problemáticas que enfrentan las mujeres?

    Hemos hecho un diagnóstico detallado; hablamos con más de 5,000 mujeres de los 32 estados para hacer el Programa Nacional de Igualdad entre mujeres y hombres que está por publicarse y que es el programa nacional que sale del Plan Nacional de Desarrollo. Tuvimos la oportunidad de hablar con mujeres indígenas, con amas de casa, con mujeres profesionistas y adultas mayores y vimos que hay tres preocupaciones esenciales de las mujeres.

    La primera es que las mujeres quieren salir a trabajar, quieren tener un salario igual que los hombres por un trabajo igual, quieren tener seguridad social. Quieren entrar al mercado formal de trabajo, y para eso, su preocupación es con quién dejan a sus hijos, a las personas enfermas, a los adultos mayores, a las personas con discapacidad.

    El segundo tema para las mujeres es tener un sistema integral de cuidados y el tercero es vivir seguras y en paz, es el tema de la seguridad en las calles, la seguridad en sus casas, vivir sin violencia, o sea vivir en paz.

    El «ProIgualdad» está siendo revisada junto con todos los otros programas sectoriales y especiales y esperamos que en estas semanas la Secretaría de Hacienda pueda publicarlo ya.

    ¿Cómo está respondiendo el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ante estos desafíos? Ha habido críticas en el sentido de quitarles las guarderías…

    El gobierno, realmente, está poniendo en el centro de su quehacer de políticas públicas el tema de las mujeres, por eso decimos que no hay «Cuarta Transformación» sin mujeres.

    Algunos ejemplos: todos los programas prioritarios tienen un énfasis de las mujeres, desde que el más del 60% de los Jóvenes Construyendo el Futuro son mujeres, más del 90% de los apoyos a las madres trabajadoras son para mujeres, Sembrando Vida 30% son sembradoras, pero 50% son técnicas y becarias, y así nos podemos ir a todos los programas prioritarios que realmente le están dando apoyos objetivos a las mujeres hasta este trabajo que estamos haciendo de «ProIgualdad».

    A través de esta escucha que hicimos con las mujeres, trabajar con todas las instancias del gobierno para ver qué es lo que hace su programa de trabajo que va a disminuir las brechas entre mujeres y hombres y entre mujeres, porque hay un énfasis muy importante que cuando decimos no dejar nadie atrás y nadie afuera, estamos hablando de mujeres indígenas, afromexicanas, de mujeres rurales, urbanas marginadas.

    Todo lo que hagamos para no dejar a nadie afuera y nadie atrás tiene rostro y tiene inversión para las mujeres.

    ¿Hay un gobierno feminista?

    Sí, hay un gobierno feminista porque hay una intencionalidad de cerrar estas brechas, de cambiar esta cultura machista, de realmente pensar cómo podemos transformar esta sociedad desde la base que son las relaciones entre mujeres y hombres.

    Las acciones

    ¿Cuándo será momento de ver los resultados? Mucha de la violencia que vemos fue sembrada años atrás, pero lo que ustedes están haciendo para mejorar la calidad de vida de las mujeres y la seguridad…

    Estos son resultados que se ven en el mediano y largo plazos, son transformaciones importantes de la sociedad; esperamos que algunas cosas se vean en los próximos años, pero realmente lo que estamos haciendo es una transformación muy importante de cómo vemos la sociedad el tema del machismo, del patriarcado; lo que determina que tengamos estos niveles de violencia, es muy importante.

    Las políticas públicas son muy importantes, tener medidas de prevención, de atención y sanción son esenciales para erradicar la violencia contra las mujeres, pero tenemos que entrar a las familias, a las escuelas, a los medios de comunicación para desnaturalizar esta relación que vemos entre mujeres y hombres donde los hombres piensan que son superiores y que tiene derechos sobre las mujeres, y esta es una gran transformación que tiene que haber empezado ayer, que se tiene que hacer rápido y que si todas y todas no aceptamos estas conductas, no aceptamos esta forma de tratarnos, de usar la violencia para resolver nuestros problemas vamos a entrar a una fase de paz mucho más rápido.

    El 9M

    ¿Qué opina del paro del 9 de marzo y el movimiento feminista, parece que es el momento para que las mujeres sean escuchadas?

    Desde el INM y yo personalmente como su titular celebro que el feminismo y los temas del feminismo estén en el centro de la agenda pública y nos parece importantísimo que tengamos un día donde las mujeres salgamos de escena para que todo el mundo se dé cuenta de cuánto trabajo remunerado y no remunerado hacemos y cómo hacemos que este país y este mundo porque es un movimiento internacional, cuánto contribuimos.

    Nos parece que esa discusión, esa plática que se está dando desde los hogares, hasta los medios, en la política, en el sector privado es muy saludable porque por primera vez en mucho tiempo todo mundo se está preguntando cómo va a ser un día sin mujeres, y va a ser un día difícil porque producimos, cuidamos, consumimos mucho y somos un gran aporte para la sociedad, y hacernos para atrás un día va a mostrarlo objetivamente.

    ¿Coincide o difiere del presidente de que detrás de la convocatoria «del 9 nadie se mueve», están los conservadores?

    Lo que el presidente ha dicho es que los conservadores se han subido a este movimiento y objetivamente partidos, personas que nunca habían estado, ahora son parte del movimiento, esperamos que esto sea un cambio importante hacia realmente promover todos los derechos de las mujeres y que estén con las mujeres con toda la agenda de todos los derechos de las mujeres.

    ¿A partir de las movilizaciones que han surgido de parte de mujeres, en el Inmujeres han tomado medidas especiales para sumarse, para apoyar, para difundir?, ¿cómo ha sido?.

    Nosotras hemos hablando con todo el personal del instituto como han hecho tantas secretarías e instituciones del sector público diciendo que respetamos la decisión de cada una de sumarse al paro de la manera en que ellas quieran. Todo mundo sabe que hay el paro, todo mundo sabe que ese posicionamiento del Instituto y que no van a haber represalias.

    ¿Para empoderar a las mujeres nota resistencias al interior de gobierno, no necesariamente de las cabezas?

    Siempre hay en las instituciones resistencias mayores o menores, lo que es interesante es lo que estamos haciendo como políticas públicas.

    Dos ejemplos sustantivos: una es que se ha promovido y es parte del compromiso que tenemos como gobierno de tener pronunciamientos y acciones para tener una cero tolerancia al acoso y hostigamiento sexual, y hemos revisado el protocolo que ya existía, lo revisamos entre 60 instituciones de la administración pública federal liderado por la Secretaría de la función pública y nosotras y se está cada una de las instituciones lo está promoviendo, capacitando, entonces ahí hay digamos una acción muy clara y contundente para el empoderamiento de las mujeres y para terminar con la violencia dentro de la institución.

    Segundo es que tenemos, por primera vez en la historia, un concurso para el Servicio Profesional de Carrera donde el concurso donde más o menos de 320 plazas será exclusivo para las mujeres, es una forma de tener acciones afirmativas para asegurar que las mujeres pueden progresar, pueden ocupar los espacios en la administración pública.

    Así estamos en cada una de las instituciones a través del «ProIgualdad» trabajando en qué es la institución tiene que hacer para promover la igualdad y no discriminación.

    En general hay una apertura, hay una claridad de la importancia del empoderamiento de las mujeres tanto dentro de las instituciones como en las políticas públicas, muy importante dentro de esta administración.

    Toda la información e imágenes son de EXPANSIÓN.
    Link original: https://politica.expansion.mx/mexico/2020/03/05/gasman-no-hay-cuarta-transformacion-sin-mujeres

  • En México, 7 de cada 10 mujeres policías sufren violencia de género

    En México, 7 de cada 10 mujeres policías sufren violencia de género

    Siete de cada 10 mujeres policías en México sufren violencia de género al interior de sus corporaciones, pero ante el miedo de represalias sólo el 17 por ciento denuncia a sus compañeros o superiores que las agrede y un 30 por ciento de los casos son sancionados.

    La organización Causa Común presentó los resultados del estudio “Ser mujer policía en México” realizado a la policía del Estado de México y a  la del municipio mexiquense Nezahualcóyotl cuestionarios de perspectiva y violencia de género, así como en todas las corporaciones estatales del país con excepción de Michoacán, Nayarit, Puebla y Tabasco que no permitieron las evaluaciones.

    Pilar Déziga, investigadora de Causa Común, detalló que actualmente el 20 por ciento del estado de fuerza en las áreas de seguridad a nivel nacional es ocupado por mujeres, quienes dijeron que han padecido discriminación desde que cursan la academia.

    Asimismo les cuesta buscar un ascenso y restan tiempo a su vida familiar o permanecen estancadas además ser víctimas de acoso, hostigamiento, y revictimización al momento de denunciar.

    En las corporaciones de Nezahualcóyotl y el Estado de México, el 68 por ciento dijo que ha soportado al menos piropos ofensivos pero otras que han sido incluso víctimas de violación no denunciaron.

    Algunas de ellas comentaron que no denunciaron porque consideran que se no se sancionará al agresor, mientras que otras no lo hicieron por miedo a represalias, o bien, porque no sabían cómo y dónde denunciar, en tanto unas más consideran normal que sean tratadas así en un ambiente predominado por hombres.

    En la aplicación de encuestas en 28 entidades federativas se demostró que las conductas agresivas contra las policías son generalizadas y normalizadas, y van desde insultos, amenazas, mensajes o fotografías con insinuaciones sexuales, tocamientos, violencia física y violación.

    Cinco de cada 10 mujeres no participan en concursos de asensos; tres de cada 10 porque los consideran inequitativos y dos de cada 10 nunca han tenido un ascenso.

    María Elena Pizaña Ibarra, comandante en Nezahualcóyotl, dijo que urge que los hombres se sensibilicen en temas de género pero también las mujeres a quienes les hicieron creer que no lo merecen o no deben ni pueden aspirar a ascender.

    “En el mundo en el que no es fácil ser mujer, menos lo es ser policía. Es un mundo de fuerza y destrezas consideradas solo para los hombres. Todas las que llegamos sabemos lo que implica. Muchos hombres tuvieron que aceptar que una mujer los iba a conducir y aún hay hoy quienes no lo aceptan. Con disciplina, determinación y sacrificios se llega a ganar el respeto, pero a veces no”, expresó.

    La ministra consejera de la Embajada de Canadá en México, Chantal Chastenay, quien apoyó con fondos para este estudio, dijo que las mujeres policías son clave para lograr acabar con la violencia de género pero también requieren ellas mismas vivir en un ambiente más seguro.

    Toda la información e imágenes son de MILENIO.
    Link original: https://www.milenio.com/policia/mexico

  • Emiten 63 mil órdenes de protección a mujeres, pero el Estado falla en darles seguridad

    Emiten 63 mil órdenes de protección a mujeres, pero el Estado falla en darles seguridad

    Cuando mujeres acuden con una autoridad, para pedir ayuda ante la violencia, son muchas las fallas que impiden activar los mecanismos de protección necesarios.

    Abril Pérez Sagaón fue asesinada el 25 de noviembre de 2019, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Cuando ocurrió el crimen, ella ya había interpuesto una denuncia e iniciado un proceso judicial contra su pareja, quien presuntamente trató de asesinarla en enero de 2019. El hombre la habría golpeado con un bat mientras ella dormía.

    Abril incluso tenía medidas cautelares, pero días antes del homicidio el hombre fue liberado de prisión por decisión de dos jueces y un magistrado, quienes consideraron que lo sucedido no fue intento de feminicidio, sino “lesiones y violencia familiar”. Días después, dos sujetos dispararon contra ella y la asesinaron.

    En ese, como en la mayoría de los casos de violencia, dice Fátima Gamboa, coordinadora del área legal de la organización Equis Justicia para la Mujeres, el Estado falla, “porque no solo tiene la obligación de detener la violencia feminicida, tiene la obligación de detener cualquier posible situación de riesgo para una mujer, no se debe esperar a que su vida esté comprometida”.

    De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, con corte al 31 de enero de 2020, se tienen registradas 197 mil 693 llamadas de emergencia relacionadas con incidentes de violencia contra la mujer.

    Mientras que según cifras del Banco Nacional de Datos e Información sobre Casos de Violencia contra las Mujeres (Banavim), se han emitido 63 mil 464 órdenes de protección, aunque no se precisa en qué periodo.

    Animal Político contactó al Banavim para conocer el periodo en que se emitieron las órdenes. La persona que contestó dijo que el Banco no cuenta con área de comunicación y que desconocía el dato solicitado, pero después señaló que las 63 mil 464 órdenes de protección se han emitido desde el inicio de Banavim, que fue en 2010.

    Más allá de las cifras, el problema no es si se otorgan o no las órdenes de protección, “sino que sea de la forma adecuada y que se les dé seguimiento”, subraya María de La Luz Estrada, coordinadora del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF).

    Sobre el desconocimiento de datos, Estrada lamenta que el Banavim haya invertido recursos en una plataforma que no funciona como debería, y que es el reflejo del poco interés que hay en las órdenes de protección.

    Gamboa también señala un dato: “hemos tenido talleres con jueces y uno de ellos nos decía que de 100 órdenes de protección que emite solo le llega el informe sobre cumplimiento y seguimiento de cinco de estas”.

    Sin denuncia

    De acuerdo con la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, una orden de protección se emite justo para proteger, y deben otorgarse por una autoridad competente —ministerio público o juez—, en cuanto se conozcan hechos probablemente constitutivos de infracciones o delitos que impliquen violencia contra las mujeres.

    Para emitir estas órdenes, contrario a lo que se les hace creer a las mujeres, solo basta con su palabra, no se necesita una denuncia previa ni tener evidencia como llegar golpeada.

    “Basta con el dicho de la mujer para que las autoridades otorguen la orden de protección, ya después pueden investigar, pero primero deben protegerla”, asegura Rodolfo Domínguez, coordinador general de la organización Justicia, Derechos Humanos y Género AC.

    Esto porque, además, señala Estrada, ir a denunciar pone en mayor riesgo a las mujeres. “El agresor se va a enterar, porque lo van a notificar, y los hombres cuando sienten que la mujer los acusa se vuelven más agresivos”.

    Tampoco es necesario, dice la abogada de Equis Justicia, que la mujer tenga golpes visibles o que esté en el hospital: ante su solo dicho, el Estado debe activar los mecanismos necesarios para protegerlas.

    “No lo hacen porque por estereotipo o prejuicio no les creen. Hay siempre una sospecha de que mienten, de que quieren abusar de la ley para vengarse del agresor. Pero es deber de los jueces y ministerios públicos aplicar el principio de buena fe, creerles, ponerlas a salvo y después hacer las averiguaciones correspondientes”.

    El problema es que están más preocupados por no violar el principio de presunción de inocencia del agresor, cuando ni siquiera tienen que llegar al punto de encarcelarlo, sino solo asegurar la integridad de la mujer y hacer su trabajo de investigar, asegura Gamboa.

    No es un favor, está obligado

    El Estado tiene el deber de prevenir, proteger, sancionar y reparar ante hechos de violencia contra la mujer. A eso está doblemente comprometido, primero por la firma del tratado Interamericano de Belém do Pará.

    Los Estados parte, como México, convinieron en adoptar, por todos los medios apropiados y sin dilaciones, políticas orientadas a prevenir, sancionar, y erradicar todas las formas de violencia contra la mujer.

    De la firma de ese tratado surge en México la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

    Su objetivo es establecer la coordinación entre la Federación, las entidades federativas, la Ciudad de México y los municipios para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, así como los principios y modalidades para garantizar su acceso a una vida libre de violencia que favorezca su desarrollo y bienestar.

    Pero hay grandes deficiencias en todo el sistema para llevar eso a la práctica, dice Gamboa. Primero, esta ley nacional es muy ambigua. Pero también que cada entidad tiene su propia ley y hay discrepancias entre una y otra.

    “Hay 32 legislaciones locales de acceso a una vida libre de violencia y son heterogéneas. En Tlaxcala, por ejemplo, la orden de protección se debe dictar al momento. En Oaxaca se establece que es un lapso de 8 horas. En otros estados el rango de tiempo es hasta de 24 horas”, explica Gamboa.

    Respecto a la función de las autoridades, la abogada dice que en la ley general, los jueces municipales, de paz y los jueces cívicos no tienen competencia para dictar las órdenes de protección, cuando son las autoridades que están más cerca de donde viven muchas mujeres, sobre todo en zonas marginadas e indígenas.

    No hay además protocolos de actuación para dictar las órdenes de protección. “A los policías les dicen, ‘canaliza a la mujer al ministerio público’, pero no hay un protocolo de todas las acciones que se deben realizar para esto y eso genera vacíos y arbitrariedad por parte de las autoridades”.

    Otro problema es que instancias de primera atención, como las del sector salud, clínicas y hospitales, o el DIF adonde llegan las mujeres cuando son agredidas, tampoco les dan el acompañamiento adecuado ni alertan a las autoridades para que se activen los mecanismos de protección.

    La NOM046 establece que las instituciones de salud están obligadas a notificar al ministerio público cuando una mujer llega con signos de violencia, dice Luz Estrada, pero no lo hacen o tardan en hacerlo.

    Además, en el caso de que la orden sí se emita, en realidad las medidas que se incluyen son insuficientes.

    “Lo que ordenan son rondines de la policía o que se aperciba al agresor a no acercarse, pero no hacen un análisis del riesgo real en el que está la víctima, no hay una valoración de la violencia que vive ni de quien la ejerce, para dar una protección integral”, dice la coordinadora del OCNF.

    Y para rematar, no existe una evaluación de la eficacia de estas órdenes, señala la abogada de Equis Justicia. “No hay un reporte de cómo están funcionado, no se hacen grupos focales, y se deberían hacer, para que las mismas mujeres digan si les ayudan o no, nada de eso existe”.

    La falta de información impide conocer con exactitud la efectividad de las órdenes, pero también tener un diagnóstico sobre las mejoras necesarias. Lo cierto es que mientras las autoridades insisten en poner trabas, más mujeres son víctimas de violencia sin que tengan la opción de tener protección efectiva del Estado.

    Toda la información e imágenes son de ANIMAL POLÍTICO.
    Link original: https://www.animalpolitico.com/2020/03/mujeres-amenazas-violencia-medidas-proteccion/

  • Cómo afecta la violencia de género la salud mental de las mujeres

    Cómo afecta la violencia de género la salud mental de las mujeres

    La salud mental de las mujeres es un tema tabú del que poco se habla, pero mucho se abusa. Menos aún se habla sobre la relación que existe entre la violencia de género y la salud mental de las mujeres. Este 8M luchemos por nuestra salud mental y una mejor calidad de vida para todas las mujeres.

    Existe una relación innegable entre el género y la salud mental, tanto mujeres como hombres enfrentan problemas económicos, sexuales y de salud relacionados con la violencia de género y la cultura del machismo y la misoginia.

    Sin embargo, no en todos los países se habla con tanta claridad acerca de la relación entre el género y la salud mental. En este sentido, las mujeres suelen verse más más afectadas de manera física y mental debido al sistema desigual y las condiciones de vida en las que sobreviven. Es decir, existen ciertos factores de vulnerabilidad que se relacionan con la buena o mala calidad de la salud mental de las mujeres.

    ¿Cómo se habla de la salud mental de las mujeres en México? (Imagen: Pixabay)

    “La violencia de género es un factor de riesgo para sufrir trastornos mentales serios. Desde luego las mujeres son las principales víctimas de violencia y quienes la han sufrido presentan mayor incidencia de depresión, toxicomanía, actos autodestructivos e intentos de suicidio. Estos síntomas se agravan cuando las mujeres se ven impedidas de revelar sus situación. No pocas veces al dudarse de su credibilidad se desatienden sus necesidades propias de seguridad personal, y para colmo deben enfrentar solas al agresor”.

    Factores como la etnia, apariencia física, condición económica, académica, profesional, estado civil y de salud física se relacionan, en mayor o menor medida, con la salud emocional y psicológica de las mujeres, lo cual podría influir en su desarrollo, crecimiento personal, la forma como se relacionan con otras personas y sus métodos de crianza.

    Desafortunadamente, hay pocos países en los que se estudia y combate la relación entre la violencia de género y la salud mental de las mujeres. Uno de estos países es España. Desde hace unos años se ha dedicado a censar la relación entre los casos de violencia sexual, emocional física, intentos de suicidio con la salud mental femenina.

    La Confederación de Salud Mental de España se ha tomado la relación entre la violencia de género y la salud mental de las mujeres como un tema de salud pública que es prioritario resolver, pues existen varios padecimientos mentales relacionados o derivados de algún tipo de violencia ya sea física, sexual, mental, psicológica, económica; etc.

    • Depresión posparto
    • Depresión
    • Ansiedad
    • Tendencias suicidas
    • Discapacidad psicosocial

    Aunque congresistas y especialistas han reconocido que aún falta mucho por visibilizar y abarcar en cuanto a la salud mental y la violencia de género en las mujeres, su esfuerzo constituye el primer bloque de una cadena de posibles políticas públicas y diferentes maneras de combatir la violencia psicológica contra las mujeres. En México se cuenta con estudios y encuesta acerca de la salud mental y la violencia de género, pero también se cuenta con la terapia psicológica con perspectiva de género o feminista. Ésta terapia parte del conocimiento de la violencia tanto estructural como simbólica que enfrentan las mujeres, por tanto, le otorga herramientas para su autocuidado y sanación.

    La psicóloga y especialista en depresión posparto Eva Ixchel Villareal,  quien radica en Ciudad Juárez y administra el grupo Psico RadFem, nos explicó qué es la terapia psicológica con perspectiva de género o feminista y cómo ésta otorga herramientas de sanación y autocuidado para las mujeres.

    “En primera instancia nos explicó la relación entre la salud mental de las mujeres y la violencia de género: Mira, para empezar, la salud mental de las mujeres tiene que ver con todas la áreas de vida que enfrenta, es decir, su contexto cultural, económico, social, su crianza incluso su genética, todos estos factores afectan la salud mental de la mujer y al verse, desde que nació o antes instaurada en un sistema patriarcal que la violenta, su calidad de vida se ve mermada en las distintas esferas o ámbitos en los que se desenvuelve”.

    Atender diversos problemas de salud pública mediante una perspectiva de género debería ser una prioridad, sin embargo a menudo parece que aún no queda claro por qué, al respecto Eva nos comenta lo siguiente:

    “Es importante porque en la psicología tradicional, la mayoría de los autores que nosotros como psicólogos o psicólogas que vemos en la carrera son hombres y la perspectiva de las mujeres siempre es retratada desde la enfermedad o desde la patología, necesitamos que los procesos naturales de las mujeres dejen de ser considerados desde la patología.

    “Por ejemplo en la medicina el embarazo se ve como una enfermedad, podemos apreciarlo en frases como: ¿cuándo te vas a aliviar? En los procesos emocionales es lo mismo, siempre vemos a la mujer en desorden cuando no es así, muchos de nuestros procesos son totalmente naturales, por tanto, el abordaje desde la psicología tradicional es machista, tenemos psicólogos y psicólogas sin perspectiva de género que creen que es normal que los hombres violenten a las mujeres, normalizan los celos o creen que está bien pegarle a los niños.

    “Estos sucede porque no están actualizados ni leen las nuevas teorías o comprobaciones científicas del comportamiento y de los procesos naturales de los seres humanos, entonces, necesitamos perspectiva de género en todas las carreras para poder darle a la mujer el lugar de ciudadana que le corresponde”.

    La violencia de género y la salud mental de las mujeres (Imagen: Pixabay)

    La falta de cuidado emocional y psicológico en las mujeres afecta en primera instancia en su autoestima, amor propio y la forma en la que se relaciona con otras mujeres.

    “Afecta desde que no están metiendo los estereotipos de género todo el tiempo acerca de cómo deben ser las mujeres, de los estereotipos de belleza, ser delgadas, tener ciertas medidas o ciertos aspectos físicos para cumplir, pero sobre todo para gustarles a los hombres, lo cual genera una competencia entre mujeres”.

    La falta de autoestima y amor propio crean barreras en el desarrollo profesional y académico de las mujeres, quienes comienzan a cuestionar sus habilidades, Eva explicó que:

    “Una mujer piensa que no es capaz de conseguir un buen trabajo o mantenerlo dentro de un contexto en el que el trabajo de las mujeres no es pagado justamente. Una mujer muy bien preparada, puede no ganar lo mismo que un hombre que tal vez no tiene las mismas habilidades que ella, entonces ¿a qué aspiras si no importa cuánto te prepares si un hombre va a ganar más que tú?

    “En las cuestiones legales podemos pensar en las mujeres que están embarazadas o tienen hijos, pueden no ser contratadas para ciertos puestos”.

    La sanidad mental de una mujer también suele ser tomada como una excusa para retirarle ciertas responsabilidades o minimizar su trabajo ante ciertas tareas. Una de las prácticas violentas más comunes es es relacionar la sanidad mental con el ciclo menstrual. Por ejemplo: asegurar que éste las descontrola o incapacita para realizar ciertas tareas o simplemente cualquier queja o denuncia por parte de una mujer es silenciado mediante un: “seguramente es porque estás en tus días”., negando así el contexto de violencia que enfrentan las mujeres.

    “Todo lo justifican con nuestro ciclo menstrual y no es así porque las mujeres en nuestro ciclo menstrual fluctuamos en semanas nuestro estado de ánimo; sin embargo, los hombres a nivel hormonal fluctúan su estado de ánimo en horas al día, por tanto, sus fundamentos son absurdos. Esto también nos merma porque no nos da opciones o educación para conocer esta situación y creemos que la menstruación nos “vuelve locas” cuando no es así, son las violencias sociales que vivimos día a día”.

    Aunque explicado de esta manera nos sea más clara la relación entre la violencia de género, la salud mental y la importancia del autocuidado, existe un estigma y tabú cuando se habla de la salud mental de las mujeres, como si hablar de la vulnerabilidad o inteligencia emocional estuviera prohibido. Si no se habla abiertamente del tema, ¿cómo se espera que las mujeres tengan herramientas para gestionar su salud mental?

    “La forma es hablando de ello y exponiendo cómo nos sentimos, entre más hablemos de esto y lo hagamos un tema natural, será mejor, pues lo estaremos visibilizando como cualquier otra problemática social. Hay muchas chavas de mi generación que lo presumen y promocionan la terapia, que realmente están haciendo algo para mejorar su calidad de vida, no obstante, esto se da en ciertos círculos sociales”.

    Tomar terapia con perspectiva de género no sólo pone en justa medida las violencias que sufren las mujeres, sino que le permite resolver sus problemas de manera adecuada bajo el contexto que vive. Asimismo, les ayuda a tener inteligencia emocional para responder a las diversas situaciones que deba enfrentar en situaciones posteriores:

    “Te permite sanar heridas de la infancia, sanar heridas con su imagen corporal, sus expectativas, la inteligencia emocional, la comunicación asertiva, sanar las relaciones con todas las personas que la rodean incluidas su madre, su familia, su pareja y, sobre todo, establecer límites sobre lo que quiere y lo que no quiere y hasta dónde permite que las personas se involucren en su vida”.

    Las mujeres no sólo somos responsables de nosotras mismas, en general, todas realizamos diversas tareas de cuidado con familiares, amigos y conocidos, por lo que, se espera de nosotras tanto inteligencia emocional como empatía, pero, ¿cómo tenerla con otros si no la tenemos con nosotras?

    “Son las mujeres las que cargan con el cuidado de las personas, las mujeres cargamos con el cuidado emocional de toda la sociedad y hacemos el trabajo que no es remunerado o es invisible, tenemos esta triple jornada laboral, entonces si las mujeres no estamos bien emocionalmente no podemos desempeñar un buen trabajo y de allí se genera tanta depresión, el maltrato en los niños. Imagínate una sociedad en la que todas la personas estuviéramos bien emocionalmente, pues seriamos más eficientes hasta en nuestros trabajos”.

    Esta falta de autocuidado no sólo afecta a nuestro círculo cercano, también nuestro desarrollo personal, académico y laboral:

    “Sin embargo, esto afecta en todo porque, no dormimos bien, estamos estresadas, frustradas, eso nos lleva a afectar todas nuestras áreas de la vida. Entonces el autocuidado es aprender a cuidarnos, pero no solamente en este sentido de “voy al gimnasio”, “como bien”, sino en este sentido de de hacer cosas que disfrutemos, no es simplemente ir al cine, ir a caminar, el autocuidado lo tenemos mucho como cliché, el autocuidado también es ir a terapia, es poner límites, es tener responsabilidad afectiva, es hablar claramente de lo que quiero, cómo lo quiero y qué espero de la relaciones”.

    Finalmente, Eva nos explicó que la terapia psicológica con perspectiva de género o feminista a penas comienza en nuestro país, en ciudad Juárez hay tres psicólogas mujeres que han tenido que capacitarse de manera autodidacta mediante cursos, libros o en línea, pues en la práctica, la teoría y la academia persiste el machismo. Actualmente ella da terapia psicológica a distancia y constantemente comparte información en la cuenta de Instagram @psico_radfem

    Este ocho de marzo es pertinente hablar de la salud mental de las mujeres y de la salud mental de las mujeres que son madres. Si no volteamos a ver la salud mental de las mujeres que criarán a la próxima generación de niñas y niños, no visibilizamos la violencia a la que están sujetas, la violencia de género, el feminicidio, el machismo y la violencia podrían no terminar.

    Con información de: EFESalud, La salud mental en México ¿un problema de género?

  • Mujeres zapatistas se unen al paro nacional del 9 de marzo

    Mujeres zapatistas se unen al paro nacional del 9 de marzo

    Mujeres del EZLN se unirán al paro nacional de mujeres y en la madrugada de ese día, encenderán luces, «para que la luz de las mujeres brille».

    «Sin pedir permiso a ningún hombre, sea malo o bueno». Así anunciaron las mujeres indígenas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) que se sumarán al paro nacional al que han convocado colectivos feministas para este 9 de marzo.

    Las mujeres zapatistas informaron a través de un comunicado que durante la madrugada de ese día encenderán miles de luces, pues «en los caracoles y en los pueblos zapatistas la luz de las mujeres brillará».

    El próximo 9 de marzo se realizará en México el paro #UnDíaSinNosotras, que ha crecido a nivel nacional a partir de la convocatoria de un colectivo feminista de Veracruz llamado Brujas del Mar. A la iniciativa se han sumado instituciones públicas, de gobierno e incluso privadas.

    La manifestación invita a las mujeres a no asistir al trabajo, comercios, escuelas, no realizar trabajo del hogar ni salir a la calle para visibilizar la importancia de quienes representan el 51% de la población, así como exigir se detenga la violencia y discriminación en su contra.

    «Lo pensamos y lo platicamos y salió que las compañeras de las diferentes zonas zapatistas estuvimos de acuerdo de sumarnos al paro del día 9 de marzo del 2020», se lee en el comunicado del EZLN.

    Las zapatistas también hicieron un llamado para que el 8 de marzo las mujeres se manifiesten y marchen «cada quien según su modo, su lugar y su tiempo».

    Que la demanda principal de esas manifestaciones sea detener la violencia contra las mujeres».

    Mujeres del EZLN.

    Además exhortaron a que ese día se porte una señal de color negro en la ropa, «para recordarles a los malos gobiernos y a las mujeres desaparecidas y asesinadas que nos faltan».

    Para el 8 de marzo, cuando se conmemora el Día internacional de la Mujer, miles de zapatistas se reunirán en los caracoles y hablarán «de los dolores y las rabias» que se han expresado en dos encuentros de mujeres que han organizado con este fin.

    «También hablaremos de luchas, de las nuestras y de las de ustedes, compañeras y hermanas… y llevaremos una señal de color negro en nuestras ropas».

    En ese sentido, también hicieron un llamado a la integrantes del Congreso Nacional Indígena, del Concejo Indígena de Gobierno, de la Sexta Nacional e Internacional, y de las Redes en Resistencia y Rebeldía, a que analicen y discutan si está bien o mal sumarse al paro de mujeres.

    «Si piensan que está bien, pues que le entren y sin pedir permiso. Y si piensan que está mal y que más mejor otra cosa, que sea otra iniciativa, pues a darle pues, y tampoco pedir permiso».

  • Libros que nos acercan y nos ayudan a entender por qué la lucha feminista es necesaria

    Libros que nos acercan y nos ayudan a entender por qué la lucha feminista es necesaria

    La ola de feminicidios, la violencia, las denuncias de acoso sexual en universidades, los movimientos internacionales como el #MeToo o el pañuelazo verde, así como la indolencia, el machismo y la impunidad que impera en México han ocasionado que el movimiento feminista tome las calles.

    A lo largo de la historia mujeres han registrado en historias, ensayos y novelas lo que las motiva a sumarse a la lucha feminista y por qué es necesaria. Actualmente han cambiado las voces, pero el objetivo es el mismo: defender los derechos de las mujeres.

    Estos libros te ayudarán a acercarte al feminismo, entenderlo y ponerlo en práctica.

    El cuaderno dorado (1962)

    La escritora británica Doris Lessing, ganadora del Premio Nobel de Literatura en 2007, cuenta la historia de Anna Wulf una escritora y militante comunista que escribe en cuatro cuadernos diferentes.

    En el cuaderno rojo escribe de política; en el negro, narra su experiencia en la Segunda Guerra Mundial; en el amarillo, su (dolorosa) historia de amor y el cuaderno azul es su diario personal.

    Al final trata de unir los cabos sueltos en un gran cuaderno dorado.

    “… el libro fue inmediatamente despreciado por críticos tanto amistosos como hostiles, cual si tratara de la guerra de los sexos. Las mujeres, por su parte, lo consideraron arma utilizable en dicha guerra”, dice Doris Lessing en el prefacio que te da la bienvenida a  El cuaderno dorado.

    Feminismo para torpes (2019)

    “El feminismo no es inofensivo. Va a ser la palanca que lo transforme todo. El feminismo nos ha cambiado tanto a nosotras que nosotras vamos a cambiar el mundo”.

    Nerea Pérez de las Heras, periodista, feminista y humorista española, plasma en este monólogo críticas al patriarcado y algunas cosas que parecen, pero no son feministas.

    Conceptos clave de los estudios de género Vol. 1 (2016) y Vol. 2 (2018)

    Un libro más académico, pero sin duda necesario para entender las palabras que usamos cuando hablamos de género. Ideal para los lectores no son especializados en los estudios de género.

    Con un lenguaje accesible explica las palabras más escuchadas como género, feminismos, división homosexualidad, familia, masculinidades, pero sin ser solo un gran diccionario. Explora su uso , y su importancia en la discusión.

    El Volumen 1 se hizo con la coordinación de Hortensia Moreno y Eva Alcántara del Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la UNAM.

    El Volumen 2 llegó en 2018 con plumas de Marta Lamas, Amneris Chaparro, Estefanía Vela y más. En el que “Los estudios de género producen conexiones múltiples en torno a los problemas que se intenta analizar; por ello los ensayos que presentamos muestran un complejo entramado multidimensional en lugar de definiciones cerradas, unívocas y atemporales”.

    Fuente: https://newsweekespanol.com/2020/03/libros-entender-lucha-feminista-feminismo/
    Publicado por: Mariana Blancas Gutiérrez / @by_marr

    Tsunami (2018)

    Es un antología realizada por Gabriela Jauregui que reúne a doce mujeres de diferentes mundos y generaciones que en sus ensayos hablan del Me Too, la violación, la violencia y El Segundo Sexo de Simone de Beauvoir y  los temas que a todas nos interesan.

    “…cada voz en esta antología explora distintas facetas del ser mujer (y todo lo que esto puede significar corporal, material e ideológicamente) de forma singular”.

    Mamá desobediente: Una mirada feminista a la maternidad. 

    “Parece que tenemos que escoger entre una maternidad neoliberal supeditada al mercado o una maternidad patriarcal sacrificada. Pero ¿dónde queda nuestro derecho a vivir sin imposiciones la experiencia materna?”.

    La periodista Esther Vivas escribe de la maternidad, de las implicaciones de ser madre, parir y amamantar.y la importancia de “reconocer su papel fundamental en la reproducción social”.

    Mujer que sabe latín… (1973)

    “Se ha acusado a las mujeres de hipócritas, y la acusación no es infundada. Pero la hipocresía es la respuesta que a sus opresores da el oprimido, que a los fuertes contestan los débiles, que los subordinados devuelven al amo. La hipocresía es una situación, es un reflejo condicionado de defensa -como el cambio de color en el camaleón- cuando los peligros son muchos y las opciones son pocas”.

    Basado en el dicho “Mujer que sabe latín  no tiene buen fin”, Rosario Castellanos cuestiona la maternidad y revela que no es el camino de la santidad; apunta a opresión de los hombres hacia las mujeres, la violencia y la violación de su derechos, nadie se preocupa de que las mujeres reciban educación porque  es vista solo como el objeto procreador. Un libro que tiene vigencia a pesar de los años.

    El Club de la Lucha Feminista: Manual de la Supervivencia en el Trabajo Para Mujeres

    El ensayo para combatir la discriminación por género en los lugares de trabajo, escrito por la periodista estadounidense Jessica Bennett, primera editora de género del periódico The New York Times.

    Bennett asegura que en cada mujer hay una guerrera. Es un libro para “para esas mujeres, o esos hombres, que quieren hablar alto y claro cada vez que son testigos de una injusticia pero que temen sufrir represalias si lo hacen”.

    Toda la información e imágenes son de NEWSWEEK.
    Link original: https://newsweekespanol.com/2020/03/libros-entender-lucha-feminista-feminismo/