La rutina de baile es casi la misma, salvo por un cambio en la letra. En esta versión dicen que un “objetor” se encuentra en su camino.
Una docena de mujeres con pañuelos verdes exigieron el domingo la despenalización del aborto y la interrupción segura del embarazo en todo México durante una protesta frente a la Catedral Metropolitana en la capital.
El aborto está muy restringido en el país de 120 millones de habitantes, a excepción de la Ciudad de México y el estado sureño de Oaxaca, donde se autoriza hasta las 12 semanas de gestación.
Al ritmo del sonido de una cuchara de metal que golpeaba una sartén, las mujeres interpretaron una variante de “Un violador en tu camino”, una canción y coreografía que se hizo viral y es creación del colectivo feminista chileno LasTesis para protestar por la violencia contra las mujeres. La rutina de baile es casi la misma, salvo por un cambio en la letra. En esta versión dicen que un “objetor” se encuentra en su camino.
“El patriarcado es un juez que nos juzga por vivir, y nuestro castigo es obligarnos a parir”, coreaban las mujeres mientras golpeaban el suelo con sus tacones.
El grupo dijo llamarse Reinas Aborteras porque efectuó su espectáculo la víspera del Día de Reyes. En América Latina, en este día los niños reciben regalos supuestamente de los Reyes Magos que obsequiaron mirra, oro e incienso al Niño Jesús.
Una de las participantes, Perla Rosales, de 25 años, dijo haber abortado hace tres años por considerar que no estaba lista para ser madre.
“Me encantaría ser mamá, me encantan los niños, pero como yo quiero decidir cuándo, cómo, dónde, por qué voy a ser mamá, quiero que todas las demás mujeres lo hagan”, afirmó.
“Yo en este momento no quiero tener un hijo. No tengo las posibilidades económicas, ni el tiempo, ni las ganas de ser mamá”, agregó.
Las mujeres efectuaron su espectáculo en un espacio frente a la catedral, que está dedicada a la Asunción de la Santísima Virgen María a los Cielos y es sede de la Arquidiócesis Primada de México.
“Quisimos hacerlo allí para señalar a la Iglesia, la estructura como tal y la religión en general, como culpables de nuestra opresión”, dijo Fanny González, de 26 años, quien acompaña a mujeres a que aborten.
Según una consulta de la encuestadora Mitofsky, una pequeña mayoría de los mexicanos considera que todas las mujeres deben tener el derecho a abortar en el país. Algunos estados sólo permiten el aborto en casos de violación o si está en peligro la vida de la madre.
El Consejo Nacional de Población asegura que la mayoría de los abortos en México corresponden a mujeres menores de 25 años, muchas de las cuales aseguran que carecen de los recursos económicos para mantener a un bebé.
Mientras las mujeres realizaban su coreografía, contramanifestantes con rosarios formaron una fila frente al templo. Silvia Sánchez, de 76 años y madre de seis hombres, se acercó al grupo con un crucifijo y un rosario. Dijo que rezaba para que los demonios dejen a las feministas.
“La Virgen santísima nos puso el ejemplo. Ella tuvo su bebecito cuando era una niña de 16 años. Y ella nos puso el ejemplo que debemos de ser madres amorosas”, declaró Sánchez.
La actriz dijo que siempre quiso vivir a su estilo, aunque algunas veces fuera de manera caótica y otras precisa y calculada.
Michelle Williams, que ganó este domingo el Globo de Oro a la mejor actriz de una serie limitada o película para televisión por «Fosse/Verdon», instó a las mujeres estadounidenses a que voten pensando «en su propio interés».
Mujeres, cuando sea el tiempo de votar, por favor háganlo en su propio interés. Es lo que han hecho los hombres durante años y por eso el mundo se parece tanto a ellos», dijo la actriz en un apasionado discurso feminista.
«No olviden que somos el conjunto con derecho a voto más grande en este país. Hagamos que se parezca más a nosotras», añadió.
Williams no solo se refirió, implícitamente, a las elecciones presidenciales de Estados Unidos de noviembre, sino que también destacó la importancia de seguir luchando por la igualdad entre mujeres y hombres.
«Me siento agradecida de vivir en un momento en nuestra sociedad en el que las opciones existen. Como mujeres y como chicas, hay cosas que pueden suceder a nuestros cuerpos que no son nuestras opciones», reflexionó.
Ricky Gervais: "Most of you spent less time in school than Greta Thunberg. So, if you win, come up, accept your little award, thank your agent and your G-d and <bleep> off. OK?”
La actriz dijo que siempre quiso vivir a su estilo, aunque algunas veces fuera de manera caótica y otras precisa y calculada.
«No podría haber hecho esto sin haber usado el derecho a elegir de las mujeres. De elegir cuándo tener mis hijos y con quién», explicó.
“Como mujeres pueden pasar muchas cosas en nuestro cuerpo que no elegimos. Quiero ser una mujer que tenga el derecho de elegir cuándo quiero tener mis hijos y con quién. Los hombres lo llevan haciendo durante años”, dijo.
«Sé que mis decisiones quizá sean diferentes a las suyas, pero gracias a Dios, o a quien reces, que vivimos en un país fundado en el principio de que soy libre para vivir según mi fe y para que ustedes puedan vivir según la suya», añadió.
La 77 edición de los Globos de Oro, que cada año organiza la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA), se está celebrando hoy en el Hotel Beverly Hilton de Los Ángeles (EE.UU.) para, como es tradicional, descorchar la temporada anual de premios de cine en Hollywood.
No necesita presentación: Greta Thunberg es la personificación de la justicia climática. En octubre de 2018, la líder del movimiento #FridaysForFuture y candidata al Nobel de la Paz alzó su voz en Helsinki para, una vez más, dar un toque de atención a aquellos que hacen oídos sordos frente a las reivindicaciones de la generación Z, su generación. Este fue su grito de socorro.
Algunas personas dicen que deberíamos estar en el colegio. Otras que deberíamos estudiar para ser climatólogos y así poder «resolver la crisis climática». Pero esta crisis ya está resuelta. Ya tenemos los datos y las soluciones. Lo único que hay que hacer es despertar y cambiar.
¿Y por qué debería estar estudiando por un futuro que pronto podría dejar de existir cuando nadie está haciendo absolutamente nada por salvarlo? Además, ¿qué sentido tiene aprender datos dentro del sistema educativo cuando es evidente que los datos más importantes que nos proporciona la ciencia más erudita dentro de ese mismo sistema educativo no significan nada para nuestros políticos y para nuestra sociedad?
Actualmente, utilizamos cien millones de barriles de petróleo al día. No hay políticas para cambiar eso. No hay leyes para que ese petróleo se quede bajo tierra. De modo que no podemos salvar el mundo acatando las reglas. Porque las reglas tienen que cambiar.
Todo tiene que cambiar. Y tiene que empezar a cambiar hoy.
«El futuro de las próximas generaciones recae en ustedes»
No hace falta desplazarse para protestar contra la crisis climática. Porque el cambio climático ya está por todas partes. Podéis quedaros de pie o sentados delante de un edificio gubernamental en cualquier lugar del mundo y será igual de útil. Podéis plantaros delante de cualquier compañía petrolera o energética, de cualquier tienda de comestibles o periódicos, aeropuerto, gasolinera, productor de carne o cadena de televisión del mundo.
No se está haciendo lo suficiente ni por asomo. Es necesario cambiarlo todo y que cambiemos todos. El secretario general de las Naciones Unidas declaró que tenemos hasta 2020 para cambiar el rumbo e invertir la curva de emisiones para cumplir con el objetivo definido en el Acuerdo de París, o el mundo se enfrentará a «una amenaza existencial directa».
Si la gente supiera que, según los científicos, tenemos un 5% de posibilidades de alcanzar el objetivo de París, y fuese consciente del escenario de pesadilla al que nos enfrentamos si no mantenemos el calentamiento global por debajo de los 2ºC, no me preguntaría por qué hago huelga estudiantil delante del Parlamento. Porque si todos supieran lo grave que es la situación y lo poco que se está haciendo realmente al respecto, vendrían y se sentarían a nuestro lado.
En Suecia vivimos como si tuviéramos los recursos de 4,2 planetas. En Finlandia necesitáis 3,7 planetas. Por desgracia, Suecia gana. Pero las huellas de carbono de ambos países están entre las más altas del mundo. Por ello pedimos a Suecia y Finlandia, y a todos los demás países, que las detengan y empiecen a vivir dentro de los límites del planeta.
«No se está haciendo lo suficiente ni por asomo. Es necesario cambiarlo todo y que cambiemos todos»
Este es un grito de socorro. A todos los periódicos que nunca han tratado esta crisis como una crisis. A todas las personas influyentes que luchan por todo menos por el clima y el medio ambiente. A todos aquellos partidos políticos que fingen tomarse en serio la cuestión climática. A todos aquellos de ustedes que prefieren mirar hacia otro lado todos los días porque parece que les asustan más los cambios que pueden impedir el cambio climático catastrófico que el cambio climático catastrófico en sí.
Su silencio es lo peor de todo.
El futuro de las próximas generaciones recae en ustedes. Mucha gente dice que Suecia y Finlandia no son más que dos países pequeños y que no importa lo que hagamos. Pero, si unos pocos niños y niñas podemos llegar a las portadas de los periódicos de todo el mundo solo por faltar al colegio unas pocas semanas, imagínese lo que podríamos conseguir todos juntos si quisiéramos.
Cada persona cuenta. Como cuenta cada emisión. Cada kilo.
Les pedimos, por tanto, que traten la crisis climática como la grave crisis que es y nos den un futuro.
La entrega de los Globos de Oro sólo ha reconocido a una cineasta en su historia; este año 80% de sus nominados son hombres.
En 76 años sólo una mujer ha ganado el Globo de oro por dirección: Barbra Streisand lució la estatuilla en 1984 con Yentl.
Era la primera película dirigida, producida, escrita y protagonizada por una mujer. Streisand se levantó orgullosa tras escuchar su nombre sobre el de realizadores como Ingmar Bergman y James L. Brooks.
Su discurso fue esperanzador: “Este premio es significativo para mí, estoy orgullosa porque representa, o eso espero, nuevas oportunidades para mujeres talentosas que intentan hacer sus sueños realidad, como yo”.
Esa petición es algo que no ha querido escuchar la prensa extranjera de Hollywood.
En la historia de esta premiación, dedicada a reconocer lo mejor del año en televisión y cine, sólo Straisand ha ganado como directora y cuatro más han sido postuladas en ese rubro.
Natalie Portman se quejó de eso: “Estos son los nominados: todos hombres”, remarcó en 2018 acentuando la ausencia femenina en la categoría.
Dos años después las cosas no han cambiado.
En la premiación de hoy en el Beverly Hilton, en California, la disputa a director es entre Bong Joon Ho (Parásitos), Sam Mendes (1917), Martin Scorsese (El irlandés) y Quentin Tarantino (Había una vez en Hollywood).
Afuera quedaron otras favoritas: Estafadoras de Wall Street, de Lorene Scafaria, Un buen día en el vecindario de Marielle Heller, Mujercitas de Greta Gerwik, The Farewell de Lulu Wang esta última nominada a Película en lengua extranjera.
También, Honey Boy de Alma Har’el, quien hizo público su disgusto en instagram, en diciembre pasado, cuando se dieron a conocer las nominaciones.
“Esta no es nuestra gente (los miembros que votan en los Globos de Oro) y no nos representan. No busquen justicia en el sistema de premios”, criticó.
La directora de Honey boy ha dicho que esto no cambiará hasta que haya nuevas categorías: mejor Director y Directora, apunta el especialista fílmico José Felipe Coria.
“Y tendría razón pero, aún así, no se está pensando que las nominaciones se basan en personajes que hacen ruido, sin contar la capacidad”, lamenta.
No sólo en la dirección se siente la ausencia femenina. Cerca del 80% de todas las nominaciones en cine están representadas por hombres.
En cifras, sólo una veintena de mujeres podrían ganar. En Película, Guión y Animación la mayoría de nombres pertenecen al sexo masculino.
Incluso las temáticas. De las que buscan coronarse como la mejor del año, sólo Historia de un matrimonio considera en su trama problemas de mujeres.
“Es difícil que los premios se adapten. No sabríamos cómo reestructurarlos pero no deberían basarse tanto en el prestigio de la firma, decir ‘es que siempre hemos nominado a Scorsese, a Tarantino’, no ver tanto la popularidad de la película sino el concepto. Y que estos conceptos cambien”, reitera Coria.
La falta de reconocimiento a mujeres en puntos clave es ahora un debate global. En California, donde se realizará la ceremonia, se promulgó hace un año la ley SB 826, que obliga a que todas las compañías cotizadas en algún mercado de Estados Unidos con sede en esa ciudad tengan al menos una mujer en su consejo de administración; una norma pionera en ese país.
Las series, con mejor perspectiva
En lo que respecta a este rubro, la tendencia muestra más balance entre historias protagonizadas lo mismo por hombres que por mujeres.
Sin embargo, en las tres categorías principales —Serie Dramática, Comedia y Limitada o Película para TV— sólo cuatro de las 15 producciones nominadas tienen a una mujer al frente (creadoras del proyecto), se trata de Killing Eve, Fleabag, Inconcebible y La maravillosa señora Maisel.
En medio de un país en el que asesinan a 10 mujeres al día, es preciso escuchar las voces de 12 mexicanas que luchan a diario por cambiar el rumbo de México.
¿Cuáles son tus propósitos de Año Nuevo? En este 2020, las mujeres mexicanas tienen distintas metas, diferentes deseos que concluyen en algo esencial: mejorar el entorno en el que se desenvuelven.
Con diferentes profesiones, oficios y labores que desempeñan día con día, se esfuerzan para cambiar a positivo la realidad que viven en México.
En medio de un país en el que hay 10 mujeres asesinadas al día, es preciso escuchar las voces de 12 mujeres que conforman en conjunto 12 deseos para este 2020.
Mujeres transformando vivencias
Algunas mujeres que han vivido momentos difíciles y dolorosos de procesar, han decidido limpiar el camino no sólo para ellas, sino para otrasque están pasando por el mismo proceso o para quienes salieron de ello.
Jaqueline, sobreviviente de cáncer de mama
Jacqueline Ángeles Bautista fue diagnosticada con cáncer de mama el 11 de diciembre de 2018. Apenas tenía 26 años.
La noticia la dejó atónita. Luego de una lucha interna decidió realizarse una mastectomía en su seno derecho -cirugía de extirpación del tejido mamario y pezón-, después se enfrentó a las quimioterapias, perdió su larga cabellera rizada, sus cejas, pestañas y todo el vello de su cuerpo.
El padecer cáncer de mama es impactante, absorbente y desgastante. Sin embargo, Jacqueline Ángeles se ha mostrado solidaria con otras mujeres que pasan por este proceso, pues ocupó su vivencia para transformar el dolor en activismo. Creó una red de mujeres.
Abrió una página de Facebook que nombró como: Senos Guerreros.
“Al compartir mi historia en las redes sociales me han contactado personas que también están pasando por lo mismo. Uno de mis objetivos para el Año Nuevo es poder dar acompañamiento a otras mujeres que iniciarán su tratamiento», refirió.
Antes y después del tratamiento contra el cáncer, Jacqueline se ha enfrentado a un sistema de salud que no está preparado para atender a pacientes con esta enfermedad.
Desde su experiencia hay poca empatía por las personas que padecen esto, incluso ha escuchado historias de otras mujeres que no encontraron medicina de forma gratuita.
«Deseo que las autoridades del sistema de salud vean las necesidades y propuestas de las pacientes con cáncer, quiero que sean tratadas dignamente”, explicó.
¿Qué sigue después de sobrevivir a un intento de feminicidio? Tal es el caso de Victoria, quien a sus 20 años comenzó a relacionarse sentimentalmente con un compañero de la universidad, sin saber que éste sería parteaguas en su vida.
Los dos estudiaban la carrera de Sociología en la FCPyS de la UNAM. Con el paso del tiempo, su relación se llenó de tintes de violencia, celos, manipulación, agresión emocional y psicológica, hasta que después de cuatro meses Antonio “N” le dio la primer golpiza.
Llegó el año de relación y Victoria seguía sin poder librarse de ella. Sentía –según cuenta- que sólo saldría de ese noviazgo muerta. Acudía A terapias y se alejaba. Sin embargo, la manipulación y las amenazas ganaban.
La violencia escaló hasta el día en el que Antonio “N” la arrastró por todo el departamento, la golpeó contra la pared, la pateó, la asfixió y ella quedó inconsciente. Cuando despertó sintió sangre en el rostro, no sabía qué había pasado, el sujeto tenía un arma blanca con la que jugaba.
Victoria logró distraerlo y salió corriendo. Acudió a denunciarlo, pero la revictimización salió rápidamente: «¿pues qué le hizo?». Decidió salir. Se fue a casa y lo hizo público en Facebook.
Dos años después comenzó a dar acompañamiento a mujeres que viven violencia en la pareja.
Como deseo de Año Nuevo, Victoria quiere que más mujeres se alejen de relaciones tóxicas, que las mujeres «se prioricen y que se olviden de ser para, por y desde los otros».
Actualmente tiene un grupo secreto de mujeres en donde más de mil usuarias comparten su experiencia, se apoyan y trascienden el dolor por un poder que ya nadie les puede quitar: romper el silencio.
Mujeres en lo laboral
Sabina y las mujeres en el Metro
En el Metro se guardan muchas historias de violencia contra mujeres, específicamnte acoso sexual, ¿pero qué hay de las mujeres que trabajan dentro de estas instalaciones, ¿a ellas cómo se les trata? ¿cuál es su deseo para el nuevo año?
Con 20 años de experiencia como inspectora de jefa de estación, Sabina Carreño Terrazas, como quiso nombrarse para la entrevista por cuestiones de seguridad, pues tienen prohibido hablar del organismo interno, tiene como deseo de Año Nuevo que las denuncias de las mujeres se escuchen.
«Mi deseo para las mujeres que viajan en el STC-Metro, es que por fin las respeten y sean tomadas en serio. Me consta que si pasa algún conflicto entre una mujer y un hombre, el oficial o el conductor o quien llegue siempre salen con que ellas son las locas, las histéricas o las que originaron el problema.
Si llegan a jalar la palanca se escucha: ‘Accionaron una palanca porque una señora venía peleando. Nosotros apoyamos en tren tal por una femina que venía causando disturbios’», compartió Sabina.
Asimismo explicó que uno de sus deseos profesionales – en lo personal y en lo colectivo- es que «todas tengan las mismas oportunidades de trabajo», pues aún se encuentran con el techo de cristal.
Es decir, aún se enfrentan contra algunas barreras que aunque parecen invisibles, les impide acceder a altos puestos, independientemente de sus logros o de que sean altamente calificadas.
«Quiero que se comience a dar la oportunidad a las mujeres en los puestos de toma de decisiones, de las áreas técnicas operativas, ahí donde todo es territorio de hombres «, comentó.
Entre los puestos que encabezan más hombres, según Sabina, se encuentran:
Jefes de reguladores, coordinadores de transportación, gerentes y subgerentes de transportación, director de transportación…
“Al parecer en estos lugares no hay ninguna mujer y al parecer jamás nos darán la oportunidad. Son todos hombres y eso les da más poder”, concluyó.
El Metro y las mujeres De acuerdo con datos oficiales del STC Metro, dentro de su plantilla laboral, hay un registro de cinco mil 600 mujeres.
El 80 por ciento se desempeñan en las taquillas; 10 por ciento en el área de transportación en la conducción de trenes y el resto en actividades de mantenimiento.
Layla y la educación con equidad de género
Para cambiar el entorno de las mujeres es como necesidad la educación. Ante esto, la profesora Layla Sánchez Kuri, quien lleva casi 20 años impartienndo clases en la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, desea trabajar para que las y los estudiantes se empapen más de los temas de equidad de género.
“Mi propósito de cada año es dar clases novedosas. Quiero que los temas y actividades les incentive a ser mejores profesionistas y mejores personas.
Como profesora quiero involucrarme más con el movimiento violeta que se está dando en la Facultad», comentó.
Desde hace años, la profesora junto a otras de sus colegas han tratado de que la materia de Comunicación y Género se impartan en la Máxima Casa de Estudios. Sin embargo, por una u otra razón se han encontrado con obstáculos y negativas.
Layla Sánchez Kuri desea que haya «nuevas forma de educar a comunicólogos y comunicólogas».
«Quiero que se pongan los lentes violetas para que puedan transmitir información de otra manera, sin reproducir violencia, roles y estereotipos de género”, concluyó.
Mujeres en la justicia
En México la exigencia de justicia no es sin las mujeres. Son ellas quienes en 2019 llenaron las calles para exigir que las autoridades realicen de manera pronta y real su trabajo.
María de Jesús y los años buscando a su hermano
María de Jesús Salinas Arriaga desde hace diez años tiene el mismo deseo de año nuevo: encontrar a su hermano.
Un 19 de febrero del 2009 en Bucerias, Nayarit, desapareció José Manuel Salinas Arriaga de 40 años, albañil de oficio, junto a dos de sus conocidos Oscar Gálvez López y Luis Alberto González Cortes.
Todo ocurrió de un momento a otro. Estaban los tres en la casa de la madre de José Manuel Salinas, cuando a uno –Oscar Gálvez- le entró una llamada telefónica; era un cliente que requería de sus labores como mecánico. Como no tenía forma rápida de transportarse al lugar, José Manuel se ofreció a llevarlo.
Salieron en la camioneta y jamás regresaron. La búsqueda de la familia de José Manuel Salinas Arriaga inició en el Hospital Regional, en las cárceles locales y en todas las carreteras posibles, sin embargo, ni él ni sus acompañantes aparecieron.
María de Jesús al igual que su madre, quien quedó ciega un año antes de que desapareciera José Manuel, se siente ignorada y burlada por las autoridades.
“Desde hace diez años no se ha fabricado ningún expediente por desaparición”, asegura María de Jesús.
Ayuda de los Derechos Humanos Para levantar la denuncia los familiares de José Manuel recibieron ayuda de usuarios de las redes sociales, quienes les orientaron para levantar un acta ante la Comisión de Derechos Humanos (Nº H-418-18).
Hasta la fecha, los únicos documentos que contiene el expediente de búsqueda de José Manuel son su acta del nacimiento, el acta de nacimiento de su madre y el perfil genético de ésta.
Por ello, una vez más, María de Jesús tiene como deseo de Año Nuevo encontrar a su hermano.
“Ni siquiera encuentro las palabras adecuadas, siento un nudo en mi garganta de sólo pensar que será otra Navidad y año nuevo sin él. Mi propósito es que este año nuevo pueda abrazarlo, sentarme a brindar con un vaso de agua. Vivir una fiesta decembrina en compañía de mi familia… quiero abrazarlo y entregárselo a mis padres. Sería lo más hermoso, el anhelo más grande y lo más deseado para nosotros”, aseguró María de Jesús.
Desaparecidos en Nayarit
De acuerdo con la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas del periodo 2006 al 2018 en Nayarit se reportaron sólo mil 440 desaparecidos, 121 son de Tepic y 5 de Xalisco.
Sandra Soto y ‘Los Machos Nos matan en México’
“Después de ser víctima colateral del feminicidio, es difícil desear como antes lo hacías”, asegura Sandra Soto, quien encabeza el colectivo Los Machos Nos Matan en México.
Inició en este camino luego de que su hermana Serymar Soto Azúa, de 21 años, fuera asesinada el 28 enero de 2017 por su prometido Jorge Alejandro “N”, en Coahuila. Perdió la vida atropellada –intencionalmente- por quien decía amarla.
Tras enfrentarse a la corrupción y a la impunidad, Sandra Soto primero tuvo que desear que su hermana tuviera justicia. Luchó hasta que detuvieran al feminicida -10 de agosto de 2017- y que finalmente lo sentenciaran -23 de noviembre de 2018- a 46 años en prisión.
A pesar del notable logro, es difícil volver a desear. Sin embargo, Sandra Soto lo vuelve hacer porque según cuenta “tiene que hacerlo”.
“El feminicidio de mi hermanita impactó y paralizó nuestras vidas, mi vida, la de mis hijos, está de más aclarar que también la de mi sobrino Romeo -hijo de Serymar-, la de mis padres, hermanos y demás familia y amigos que rodeaban su entorno.
A pesar de ese evento tan violento, en donde sientes morirte de dolor… no te mueres. Estás reprimiéndote para no ser criticada por exigir justicia. Es un choque con la realidad; sin embargo debes seguir.
Afortunadamente quien la violentó y le arrancó la vida ya fue condenado a pagar su crimen. Por eso debo dar un nuevo paso, en este nuevo año debo trabajar en recordarla sin sufrir, en volver a creer en las personas y regresar a mi familia al plano de retomar nuestro proyecto de vida y disfrutarlo.
La página de ‘Los Machos Nos Matan en México’ la administra Sandra, especialistas, feministas y víctimas colaterales de esta pandemia.
De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en 2017 a nivel federal se registraron 29 mil 168 homicidios dolosos, de estos 671 fueron considerados como feminicidios.
María Salguero contabiliza los feminicidios en el país
¿Cuál será el deseo de año nuevo de la mujer que contabiliza los feminicidios en todo el país? María Salguero es la mujer que desde 2016 inició el conteo de muertes violentas de mujeres por razones de género.
El objetivo de la geofísica, creadora del mapa de feminicidios, se dio luego de que descubriera que no todos los casos se retomaban en los medios de comunicación y otros tantos no se contabilizaban en las dependencias oficiales. ¿Qué es lo que estaba pasando?
Con el tiempo y con una labor diaria, el mapa de México se fue llenando, entidad por entidad, de cruces que simbolizan más allá de una cifra. María Salguero hizo visible el asesinato de mujeres por día, por mes y por año.
El mapa de feminicidios de María Salguero es de las herramientas más valiosas que tenemos actualmente para dimensionar la crisis de feminicidios que se vive en el país. Gracias por tu increíble trabajo✨ https://t.co/7O9cot9mq8
Por ello, aunque parece casi predecible, su deseo de Año Nuevo lo comparte desde la aturdida energía de registrar el asesinato de mujeres, pues cada una es un mensaje para la sociedad mexicana.
«Me gustaría que baje el número de mujeres asesinadas. Veo mucha saña, mucha impunidad. Tan sólo en el primer año de gobierno de López Obrador se registraron 3 mil 835 asesinatos de mujeres», indicó María Salguero.
Al contabilizar y colocar cada cruz en el mapa, María siente que esto parece no tener fin. Por ello, la exigencia para este nuevo año es la misma. «Quiero que las autoridades dejen de simular que están trabajando, pues las cifras siguen subiendo».
«Quiero que depuren a los servidores, no es posible que no hagan bien la investigación, no es posible que cuando una mujer denuncia le nieguen el acceso de justicia», agregó.
Para María Salguero como especialista del tema, el panorama no es alentador, pues cada año se supera la cifra de mujeres asesinadas.
El número de feminicidios en México era preocupante cuando se hablaba de siete mujeres asesinadas al día, después creció a nueve, hasta que finalmente en este año María Salguero comenzó a comunicar que la cifra había aumentado: en 2019 hay entre 10 y 11 mujeres asesinadas al día.
Las mujeres tienen el derecho a decidir sobre su propio cuerpo, pueden decidir si quieren o no tener hijos. Algunas combinan sus carreras con la maternidad y hay otras mujeres que sólo desean alcanzar sus metas profesionales sin que haya intervención de una crianza.
Ana está embarazada y está a favor del aborto
Ana Mandarina es una mujer que está a favor del aborto y no por ello decidió abortar. Con 39 semanas de embarazo, desea que todas las mujeres tengan el derecho a una maternidad deseada y no impuesta.
«Tener un hijo está íntimamente relacionado con tener el poder de decir “no”. Mi deseo y lo que quiero para este 2020 es que cada mujer viva con el derecho de elegir su «no» y que si es sí, quiero que sea una decisión y no una consecuencia», refiere Ana Mandarina.
Su postura ante el tema del aborto no es difícil, pues considera que quien sólo puede decidir sobre tener o no un hijo son las mujeres.
Ella refiere que #EsCosadeUteros.
Margarita y una educación diferente
Margarita Mantilla Chávez, socióloga, maestra en estudios de la mujer por la UAM-X, activista, feminista y madre de una niña que ella describe como inteligente, audaz e intrépida desea que las madres vivan en total tranquilidad sin tener que enfrentar la tortuosa violencia.
En lo personal y desde su posición política ella desea que su crianza sea a través de herramientas que le ayuden a su hija a fortalecer el amor propio, la empatía, la autodeterminación, valentía, corresponsabilidad, pensamiento crítico y autocrítica.
«Este propósito es vital para mí, pues en una sociedad machista desde tierna edad a las niñas se les educa desde la sumisión y la inseguridad, colocándolas en un rol pasivo. Quiero que este nuevo año haya menos estereotipos de género.
Deseo que haya más mmadres y padres que críen sin prejuicios, a través de la comunicación y escucha activa, de dinámicas horizontales libres de adultocentrismo».
La doctora Gladys Pérez Santiago, comunicóloga y periodista freelancer es una mujer que decidió ser como ella misma se autonombra «una DINK», es decir Double Income No Kids (Sueldo doble sin hijos).
Para ella es importante que las mujeres que no desean ser madres cumplan sus demás objetivos, dentro de estos que logren la equidad e igualdad de oportunidades.
Tiene como consejos tres ejes principales para que en lo colectivo se cumpla.
1. Oportunidad: Muchas mujeres solo están a la espera de una oportunidad, una que cambie el rumbo de sus vidas, que brinde un poco de paz, quizá se han preparado toda su vida pero no han podido encontrar ese ‘empujón’ que las cruce del otro lado, ahí donde sus sueños y sus anhelos se hacen realidad.
2. Buenas decisiones. A veces, nuestras circunstancias son producto de algunas malas decisiones, por eso este año 2020 deseo que el camino de las mujeres esté lleno de aciertos y decisiones tomadas con el corazón y con la cabeza.
3. Determinación. Lo único que te separa de lo que quieres es una acción, ir por ello. ¿Qué te detiene?, explicó.
La discriminación contra las mujeres
Los roles y estereotipos de género siguen marcados en algunos espacios, en donde la opresión, discriminación o cualquier tipo de violencia se presenta disfrazada de «costumbres» o de «naturalidad».
Mónica quiere romper costumbres
Ante este panorama, Mónica Concepción González de 22 años,mujer indígena de la comunidad de Santa María Papalo, en Cuicatlán, Oaxaca, hablante de cuicateco quiere un cambio para su comunidad.
«Lo que quiero para este nuevo año, principalmente para todas las mujeres de mi comunidad es que, para empezar, las niñas pierdan el miedo a expresarse, que sepan que pueden opinar en todos los temas, que los trabajos como lavar ropa, lavar trastes o barrer no sólo es trabajo de niñas.
Para las adolescentes, les deseo que tomen más interés por estudiar, que hay más cosas que sólo ser mamás, que lo que dicen los papás de que las mujeres sólo servimos para eso, no es cierto.
Que tal vez es muy difícil salir de esa situación, pero que hoy en día las mujeres podemos ser más de lo que nos dicen que seamos, que se interesen en temas de la comunidad ya que podrían hacer cambios más adelante en cómo se rige la comunidad.
Las mujeres debemos sentirnos orgullosas de nuestras raíces, nuestro color y nuestra cultura, sigamos trabajando con amor y pasión por nuestra identidad. Tengo el honor de participar en el Encuentro con Mujeres Indígenas en el municipio de Santa Inés Yatzeche, #Oaxaca. pic.twitter.com/NLWb0wbJWO
Para las amas de casa, deseo que pierdan ese miedo a dar su opinión en temas de política. En general deseo que se respeten sus derechos porque no por ser mujeres son menos inteligentes.
Deseo que se sientan libres, que pierdan ese miedo a participar en un cargo en la presidencia, que apoyen a sus hijas cuando ellas estén dispuestas a hacer una cambio», concluyó.
Mujeres lesbianas como postura política
Las mujeres lesbianas muchas veces son invisibilizadas cuando se habla de quienes rompen con la heterosexualidad. Si son agredidas o discriminadas se les engloba en el termino homofobia, en pocos lugares se habla de lesbofobia, por ejemplo.
Por ello, es importante escuchar la voz de Ale C.V -como pidió aparecer-. Para ella es importante que este año se siga visivilizando como lesbiana y visibilizar lo que implica ser lesbiana desde el lesbofeminismo.
Para ella, existe una diferencia entre ser lesbiana y ser lesbofeminista, pues a diferencia de la primera esto no implica una orientación sexual, es decir, no solo implica el relacionarse sexoafectivamente con mujeres, sino el hecho de cuestionarse y repensarse la heterosexualidad.
Desde lo colectivo espera y desea que más mujeres lesbianas le den un sentido político a lo que son.
“A partir de mi propia visibilidad deseo que otras puedan sentirse interesadas en cuestionar su propia heterosexualidad y las que ya se la cuestionan como orientación sexual puedan ahora darle un sentido político.
Deseo que este año no haya más asesinatos a mujeres lesbianas y que los que ya hay obtengan la justicia para estos crímenes de odio», finalizó.
En el movimiento de mujeres hay un punto de inflexión claro y es uno conformado por las madres de las mujeres víctimas de feminicidio, violencia o de desaparición. Varias de ellas, no todas ni muchas, fueron hasta Chiapas al Encuentro de Mujeres que Luchan organizado por las zapatistas y ahí fueron el rostro de quien busca afrontar la muerte para empezar a buscar justicia.
Del Centro Histórico de la Ciudad de México partió uno de los camiones en los que viajaron familias de mujeres víctimas de feminicidio y desaparición rumbo al Segundo Encuentro Internacional de Mujeres que Luchan, que tuvo como sede el semillero zapatista “Huellas del caminar de la Comandanta Ramona”.
Fue un viaje de 24 horas en camiones sin baño, con poco espacio entre unos y otros, sin aire acondicionado. Sin ningún tipo de comodidad.
Muchas de esas mujeres, madres, llevan ya años en mítines y marchas cargando un solo mensaje: el de la exigencia de justicia para sus hijas. ¿Por qué venir hasta este punto del país? La respuesta a esa pregunta que nadie hizo en el Encuentro la obtuvimos cerca de 50 mujeres que asistimos a la proyección de dos videos sobre Dianey, que lleva dos años desparecida, y de Diana Velázquez Florencia, víctima de feminicidio (ambos casos ocurridos en el Estado de México).
“Venimos a este punto para buscar consuelo y al mismo tiempo fuerza. En un país en donde cada fiscalía de justicia es un martirio. Yo le digo a mi hija, aquí, ‘no fue tu culpa’. Y les digo a ustedes que sé que gané muchas hijas, pero yo a cada mujer que veo ruego por ver en ella el rostro de mi hija, una vez más”. Esas fueron las palabras de la señora Lidia Florencio, mamá de Diana, que se consuela con ya saber dónde está su hija.
Muchas de esas mujeres, madres, llevan ya años en mítines y marchas cargando un solo mensaje: el de la exigencia de justicia para sus hijas. Foto: Daniela Barragán, SinEmbargo.
El Encuentro ocurrió en Chiapas. Foto: Daniela Barragán, SinEmbargo.
¿Por qué venir hasta este punto del país? Foto: Daniela Barragán, SinEmbargo.
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Durante los tres días de Encuentro, es ya fácil advertir que las madres de las mujeres que ahora no están, son uno de los referentes de amor y fuerza para cualquiera que las rodee. La mamá de Lesvy, Araceli; la mamá de Mariana, Irinea; la mamá de Estefanía, Laura; la mamá de Dianey, Lourdes; la mamá de Diana, Lidia. Ellas representan a miles de madres, hijas, abuelas que hoy tienen en sus ojos una lágrima permanente y un gramo de esperanza que, dicen, les han dado las mujeres que las abrazan y reconocen a la menor oportunidad.
Ellas ven hijas, las otras ven a sus madres. Esta relación provocada por los altos y crecientes índices de violencia contra las mujeres la resume la frase que una joven dijo: “si algo me pasa no dejen sola a mi mamá”.
ELLAS TOMAN EL MICRÓFONO
En la dinámica para contar los dolores que se instauró desde el día de la inauguración del Encuentro, las madres estuvieron ahí. Entonces quien habló y quien escuchó compartieron lágrimas.
Sacristana, habitante de Ecatepec, Estado de México, fue la primera que habló. Ella es la mamá de Karen y Erick.
Contó el caso: como ella era la única responsable del hogar, tenía que trabajar todo el día; sus dos hijos se quedaban solos. Los encontró muertos el 4 de agosto.
“Ya no los pude ver despiertos, regresé y estaban muertos. No pude volver a escucharlos, a decir ‘mamá, te quiero’. Pero siguen vivos porque cuento su historia y ustedes escuchan”.
El asesino de Karen y Erick fue su primo que entonces tenía 16 años. Sacristana contó que él ultrajó el cuerpo de Karen durante todo un día, mató a Erick y al final le dieron 5 años de prisión.
Doña Irinea Buendía es ya un ícono dentro del movimiento de mujeres, desafortunadamente por la lucha que ha emprendido para obligar que las autoridades investiguen la muerte de su hija Mariana como feminicidio.
A Mariana la asesinó su marido –Julio César Hernández Ballinas, un policía judicial mexiquense–, que dijo que ella se había ahorcado. De acuerdo con doña Irinea, él la violentó “de toda forma posible durante 18 meses” e incluso le tatuó su apellido en la espalda.
Al final dijo que Mariana se había ahorcado con un cordón; doña Irinea camina con uno con las mismas características que aquel hombre dice que ocupó Mariana. Es imposible, dice ella.
El 24 de marzo de 201, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) otorgó un amparo para reabrir el caso, una sentencia que ha sido reconocida a nivel Latinoamérica como referente para exigir que las muertes violentas de mujeres se investiguen como feminicidio bajo una perspectiva de género.
Doña Irinea pidió a las asistentes dar difusión de la sentencia de la Corte, porque aunque se trata de un caso de su hija, es ya una herramienta para todas las mujeres.
Luego, la señora Areceli, mamá de Lesvy habló. No ahondó mucho en la narrativa del asesinato de su hija, sino de que no se siente sola, ni ella ni las otras madres.
“Decir que no les creemos a las autoridades, fue lo que permitió que el caso de mi hija no fuera un suicidio. Estos [el Encuentro] son espacios reparadores; estamos seguras y nos abrazamos. De aquí nos llevamos compromiso y luz”, dijo.
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“Y, como mujeres zapatistas, queremos mandar un abrazo especial a las familias y amistades de las mujeres desaparecidas y asesinadas. Un abrazo que les haga saber que no están solas, que, con nuestro modo y en nuestro lugar, acompañamos su demanda de verdad y justicia. Porque para eso nos reunimos, hermana y compañera, para gritar nuestro dolor y nuestra rabia, para acompañarnos y animarnos, para abrazarnos, para sabernos que no estamos solas, para buscar caminos de apoyo y ayuda”.
Esas palabras fueron el abrazo zapatista para ellas, aunque durante tres días, y durante cualquier evento, en cualquier lugar de México, reciben hoy ya abrazos de todas sus nuevas hijas.
Madres con hijas desaparecidas y asesinadas buscan consuelo con miles de mujeres y acusan abusos. Foto: Daniela Barragán, SinEmbargo.
Pese a la negación de productores y consumidores del sexo masculino un estudio realizado por Profeco comprobó que mujeres pagan ‘impuesto rosa’ por productos iguales o similares.
al es el caso de la ropa, los servicios y productos financieros, y artículos de higiene personal en donde solo cambia el color de la etiqueta o el personaje de la marca.
Este “impuesto rosa” o “pink tax” no es una práctica generalizada, pero se puede encontrar en algunos productos y servicios. Se trata de un sobreprecio final para las consumidoras y no un impuesto como tal, lo cual causa desventaja frente a los hombres.
Por su parte, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros, (CONDUSEF) dio a conocer que también existe un sobre precio, en el ámbito de los servicios y productos financieros, específicamente en los seguros.
Ante esta situación, el Senado de la República solicitó a la Profeco poner en marcha acciones que promuevan y protejan los derechos de las consumidoras ante las variaciones de los precios de productos dirigidos a mujeres y niñas.
Señaló que se debe propiciar la equidad y seguridad jurídica en las relaciones entre proveedores y consumidores, a través del fortalecimiento del consumo inteligente, ya que el margen de acción de la Procuradora aun es limitado debido a que la Profeco no tiene facultades para sancionar el aumento de precios o el sobreprecio de productos y servicios por razón de género.
En el acuerdo, la Cámara Alta señala que esta práctica no existe solamente en México, pues en países como Canadá, Estados Unidos y Colombia la diferencia entre los productos de mujeres con relación a la de los hombres, puede llegar a ser hasta de un 43 por ciento.
En Canadá, la CBC News refirió que en 2016 y de acuerdo con un informe de la empresa Parse Hub las mujeres pagaron 43 por ciento más que los hombres por productos de cuidado personal, mientras el Departamento de Asuntos del Consumidor de Nueva York, Estados Unidos, un estudio realizado en 2015 reveló que los precios de los productos vendidos a consumidores femeninos y masculinos, y encontró una diferencia de 13 por ciento más para productos de cuidado personal; y ocho por ciento más para ropa para adultos.
En los últimos días, estamos asistiendo de nuevo a un debate que creíamos superado en nuestro país hace más de una década: el de si la violencia que se ejerce contra las mujeres se debería denominar “violencia de género” o “violencia doméstica”. Aunque podría parecer una simple cuestión de lenguaje, elegir una u otra palabra no es una cosa banal, puesto que, en este caso, las palabras sirven para respaldar también posiciones ideológicas.
Por mucho que ambos términos quieran referirse al mismo problema, no son sinónimos, básicamente porque ponen el foco del problema en diferentes aspectos. Mientras que la violencia de género es un término que se centra en la violencia que sufrimos las mujeres por el hecho de serlo (de ahí que se califique como “de género”, aunque hay quienes consideran más correcto que llamarla “violencia machista” o “violencia contra las mujeres“, para no entrar en el espinoso asunto del género), la “violencia doméstica” o “intrafamiliar” alude a aquella que se ejerce dentro del seno de la familia y no engloba únicamente a las mujeres, sino también a los hijos e hijas, abuelos y abuelas, etc. La violencia doméstica no requiere de una ley específica, puesto que ya está contemplada en el artículo 173.2 del Código Penal.
El término violencia de género reconoce que existe una violencia estructural que se ejerce contra las mujeres y que, por tanto, constituye una herramienta fundamental para seguir perpetuando la desigualdad y la discriminación, mientras que la violencia doméstica pone al mismo nivel la violencia contra las mujeres y la que se ejerce contra cualquier otro miembro de la familia. El Convenio de Estambul, que entró en vigor en 2014 y está dedicado a la lucha y a la prevención de la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica, diferencia estos términos de la siguiente manera:
por “violencia contra las mujeres” se deberá entender una violación de los derechos humanos y una forma de discriminación contra las mujeres, y designará todos los actos de violencia basados en el género que implican o pueden implicar para las mujeres daños o sufrimientos de naturaleza física, sexual, psicológica o económica, incluidas las amenazas de realizar dichos actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, en la vida pública o privada;
por “violencia doméstica” se entenderán todos los actos de violencia física, sexual, psicológica o económica que se producen en la familia o en el hogar o entre cónyuges o parejas de hecho antiguos o actuales, independientemente de que el autor del delito comparta o haya compartido el mismo domicilio que la víctima;
por “violencia contra las mujeres por razones de género” se entenderá toda violencia contra una mujer porque es una mujer o que afecte a las mujeres de manera desproporcionada.
La violencia de género ha sido y sigue siendo una de las manifestaciones más claras de la desigualdad, subordinación y de las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres. Este tipo de violencia se basa y se ejerce por la diferencia subjetiva entre los sexos. En pocas palabras, las mujeres sufren violencia por el mero hecho de ser mujeres, y las víctimas son mujeres de cualquier estrato social, nivel educativo, cultural o económico.
La violencia de género es aquella que se ejerce sobre las mujeres por parte de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones de afectividad (parejas o ex-parejas). El objetivo del agresor es producir daño y conseguir el control sobre la mujer, por lo que se produce de manera continuada en el tiempo y sistemática en la forma, como parte de una misma estrategia.
Desde que en 2004 entró en vigor en España la Ley de Violencia de Género, existía una especie de consenso general acerca de la forma a la que había que referirse a este tipo de violencia. De hecho, conseguir que esta ley se llamara así, fue uno de los logros de las asociaciones de mujeres, que pelearon porque el termino “género” estuviera presente, de manera que se reconociera la opresión histórica que han experimentado las mujeres por el hecho de serlo. La batalla actual está centrada más bien en que esta ley sirva para amparar la violencia machista en general, más allá de los límites de la pareja.
Todas las violencias son malas, pero no todas las violencias son iguales ni se pueden combatir de la misma manera, porque sus causas son diferentes. No se trata de decir que un tipo de violencia sea más grave que otro, pero decir que todas las violencias son iguales, evita tener que profundizar en las motivaciones y en las consecuencias de cada una de ellas, así como en las medidas concretas que se deben tomar para combatirlas de forma específica.
Poner fin a la violencia hacia las mujeres es una de las muchas exigencias alrededor del mundo. El 2019 se caracterizó por las movilizaciones feministas. Protestas como la de “un violador en tu camino”, interpretada en distintos rincones del planeta, mostraron que es una exigencia globalizada.
Las mujeres que luchan piden justicia para este 2020, como es el caso de las madres de víctimas de feminicidio o de mujeres desaparecidas. Piden seguridad, más organización, educación y autonomía. Todos los deseos encaminados a un mismo fin: que las mujeres puedan vivir libres. Que las próximas generaciones no se enfrenten a las violencias que hoy le rompen el corazón a miles de mujeres que se ven obligadas a salir a las calles a exigir sus derechos.
Esta es una recopilación de 12 deseos para el 2020 de mujeres que desde distintas latitudes, y distintas trincheras, se movilizan por la misma lucha.
Lourdes, Chimalhuacán
“Que no haya desaparecidas ni más feminicidios. Que las autoridades trabajen y no se hagan tontos”.
Patricia, Italia
“Todo. Que no seamos más asesinadas en ningún lugar del mundo. Que seamos libres de estereotipos, verdaderas hermanas, que nos amemos y la posibilidad de vivir dignamente con nuestros propios recursos. Que las niñas y niños vivan en una sociedad diferente. Que lo logremos”.
Yoli, Cauca
“Que la lucha de las mujeres nos una más y que no haya más muertes de lideresas en Colombia y el mundo entero”.
Irinea, Nezahualcóyotl
“Voluntad política para crear políticas públicas que terminen con la violencia feminicida. No queremos a ninguna mujer asesinada. Es lo que exijo, pido y deseo”.
Mónica, Caracol 4 Morelia / Chiapas
“Que el siguiente año la lucha feminista y la lucha que hacen las mujeres podamos decir: nos ha costado pero ahí vamos. Es un sueño pero sí se puede”.
María de la Luz, Querétaro
“Ver a mis mujeres caminar libres. Que nos aceptemos como somos, nos veamos hermosas como somos. Ver florecer a las mujeres con cada paso que dan”.
Sayuri, Ciudad de México
“Que cuando cualquier mujer denuncie siempre cuente con sus amigas, que la apoyen y estén ahí. Que conozcamos la justicia porque no conocemos la justicia. No se trata de personas privadas de la libertad, se trata de mucho más”.
Corali, Tijuana/LA
“Recuperar el placer. Autonomía y sanación”.
Alexandra, Chile
“Un ministerio de la mujer que realmente acompañe a las mujeres en su lucha. Que tome su mando una mujer realmente feminista, que realmente haga algo por las mujeres chilenas. Que junto con esto se sancione y no haya más impunidad ante todas las violaciones que han sucedido durante la llamada democracia que no existe”.
Araceli, Ciudad de México
“Mayor autogestión. Que sea autosostenible el movimiento de las mujeres”.
Edna, Colombia
“Que pudiéramos dejar de luchar. Dejar de gastar mi vida luchando, peleando, enfrentando. Levantarme, ver el sol y saber que tengo el alimento, la vivienda, el agua, una comunidad que me cuida y que puedo usar todo eso, toda mi fuerza, para crecer y llegar a un nivel exponencial como ser humano”.
Colleen, Filipinas/Oakland
“Que los movimientos sociales logren resultados y progreso en sus comunidades. Quiero que se sepa que en Filipinas los activistas y las organizaciones están muy bien organizadas pero se enfrentan a violencias letales”.
Durante tres días, alrededor de 4 mil mujeres de distintas nacionalidades denunciaron prácticas y conductas violentas machistas y compartieron ideas para combatirlas.
Del 27 al 30 de diciembre, en Altamirano, Chiapas, se realizó el Segundo Encuentro Internacional de Mujeres que Luchan, organizado por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), en el cual más de 4 mil mujeres de diferentes nacionalidades llamaron a otras mujeres a luchar por sus derechos y a no dejarse violentar por ningún ser humano.
Durante el primer día del encuentro las mujeres denunciaron prácticas y conductas violentas machistas de las que han sido víctimas, para el segundo se compartieron ideas, experiencias y soluciones a la violencia contra las mujeres y el tercero se dedicó a actividades artísticas.
A continuación las imágenes de las mujeres que participaron en este encuentro internacional.