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  • Desfiguradas, lisiadas, ciegas y solas: 10 mujeres atacadas con ácido esperan justicia en CdMx

    Desfiguradas, lisiadas, ciegas y solas: 10 mujeres atacadas con ácido esperan justicia en CdMx

    En el mundo ocurren cerca de mil 500 ataques con ácido, de los cuales el 80 por ciento es contra mujeres, por lo cual la organización Acid Survivors Trust International (ASTI) los considera violencia de género. Además estima que el 60 por ciento de los ataques no se denuncia, “a menudo, por miedo o vergüenza”. En el caso mexicano ni siquiera hay estadísticas, y aún no hay tipificación del delito hasta que se publique la ley, pero su alcance sólo será en la capital del país.

    En México, lesionar a mujeres con ácido no es delito a pesar de las graves secuelas que padecen, de por vida, las sobrevivientes. Tres meses después de que María Elena Ruiz Ortiz sufriera un ataque de este tipo en Huajuapan de León, Oaxaca, la joven saxofonista fue trasladada de urgencia –el pasado 12 de diciembre– al Hospital Nacional de Rehabilitación para Quemados (ubicado en la Ciudad de México).

    Sometida ya a varias cirugías, María Elena presenta graves heridas en todo su cuerpo. Éste es el caso más reciente del que se tiene noticia, pero no todos los atentados se vuelven mediáticos y, al no existir estadísticas oficiales, es difícil saber cuántas mujeres han sido víctimas en el país.

    En búsqueda de justicia, 10 sobrevivientes luchan porque estas agresiones se tipifiquen en la Ciudad de México, como un primer paso para enfrentar y castigar este tipo de violencia de género. La mayoría de ellas han decidido permanecer en el anonimato por miedo, pero han trabajado con la diputada local Alessandra Rojo de la Vega en una ley que sólo espera ser publicada para entrar en vigor.

    Músicos y mujeres de organizaciones feministasa realizaron una manifestación en la que tocaron piezas instrumentales para exigir justicia por el ataque a la saxofonista mixteca María Elena Ríos. Foto: Armando Monroy, Cuartoscuro

    Elena Ríos era egresada del Conservatorio de puebla y participante en el Primer Encuentro de Directores de Bandas de Oaxaca. Foto: Graciela López, Cuartoscuro

    LA GRAVEDAD DE LAS LESIONES

    Anabel Villanueva Martínez, cirujana plástica del hospital Ángeles Mocel, explica a Contralínea que, al sufrir un ataque por químicos –en este caso ácido–, las quemaduras se limitan al daño y la extensión donde cayó la sustancia; sin embargo, advierte que este tipo de heridas generan necrosis, es decir, se forma una especie de costra, se afectan las estructuras cutáneas y todo el tejido alcanzado por la sustancia muere.

    En el mundo ocurren cerca de mil 500 ataques con ácido, de los cuales el 80 por ciento es contra mujeres, por lo cual la organización Acid Survivors Trust International (ASTI) los considera violencia de género. Además estima que el 60 por ciento de los ataques no se denuncia, “a menudo, por miedo o vergüenza”. En el caso mexicano ni siquiera hay estadísticas, y aún no hay tipificación del delito hasta que se publique la ley, pero su alcance sólo será en la capital del país.

    Ante estos vacíos legales y la urgencia de visibilizar el tema, desde febrero de 2019 la diputada Rojo de la Vega mantiene contacto con las 10 víctimas. Muchas viven en el anonimato porque tienen miedo de alzar la voz, asegura en entrevista.

    La integrante del Partido Verde agrega que normalmente los agresores son exparejas o gente cercana y están incitados por el odio, pasión o incluso por celos del tipo “si no eres mía no serás de nadie”.

    Arrojar ácido nítrico –utilizado en la fabricación de fertilizantes, colorantes, perfumes y medicamentos–, ácido clorhídrico –componente activo de limpiadores de desagües domésticos– o ácido sulfúrico –limpiador de desagües y baterías de automóvil– es un acto premeditado que tiene la finalidad de desfigurar, lisiar o cegar a la víctima, señala el ASTI, con sede en Reino Unido. Aunque pocas veces, estos ataques también causan la muerte.

    “Hay tres patrones que puede seguir el daño: puede ser continuo, cuando el líquido o sustancia ácida abarca regiones que están en continuidad; un daño por goteo, cuando hay salpicaduras con un patrón en gotas; o una combinación de ambos, que son los casos más severos y comunes”, explica la doctora Villanueva Martínez.

    La especialista en microcirugía reconstructiva indica que es importante conocer el manejo de los ácidos, ya que el daño se limita a diferentes tiempos; sin embargo, en los casos de ataques a mujeres es complicado saber con exactitud cuál fue la sustancia utilizada.

    “Para identificarla necesitaríamos tener un poco de residuos o restos para hacer un análisis químico, o tomar el PH del tejido dañado, y aun así no se sabría específicamente de qué sustancia se trata. También se podría inferir con la exploración clínica, porque los diferentes tipos de ácido dañan las estructuras a mayor profundidad.”

    Por ejemplo, observa la doctora, “hay un ácido en específico que puede incluso erosionar o ir dañando el hueso, y cuando tenemos ese tipo de alteraciones inferimos que fue ese tipo de ácido el que lo causó; si hay un menor daño a las estructuras o es más superficial, se infiere que es otro tipo”.

    Los ácidos nítrico, clorhídrico y sulfúrico son fuertes oxidantes, agentes corrosivos y deshidratantes; por lo tanto son peligrosamente abrasivos para los ojos, la piel y las membranas mucosas. Además, los vapores que expiden al contacto con la piel o los objetos pueden causar corrosión del tracto respiratorio, irritación, edema y bronquitis crónica.

    Pese a los riesgos que implica su manejo y el aumento de los ataques contra mujeres, este tipo de productos se encuentran al alcance de toda la población con precios accesibles (aproximadamente 60 pesos el litro) y su venta no está regulada ni condicionada a la presentación de documentos o identificaciones que aseguren un uso legítimo para la sustancia, explica Alessandra Rojo de la Vega, quien además de ser legisladora es activista por los derechos de las mujeres.

    Ante esta situación, la también presidenta de MUI México lanzó la iniciativa de ley en marzo pasado, que en primera instancia buscaba que las lesiones fueran tipificadas en razón de género, como lo es el feminicidio distinguido del homicidio.

    Y es que, detalla, en los primeros ataques, las mujeres que se atrevían a denunciar se topaban con interpretaciones injustas: los médicos legistas les indicaba que las quemaduras eran menores a 15 días. Con esta clasificación no son perseguidas penalmente, cuando la realidad es que por años son atendidas clínicamente.

    En entrevista, Rojo de la Vega expone que a raíz de la presentación de la iniciativa, otros legisladores se sumaron a la discusión y propusieron colocar como agravantes el uso de ácido o materiales corrosivos y, en razón de género, sancionar con hasta 12 años de cárcel a quien ataca de esa manera a una mujer.

    María Elena Ríos, quién fue bañada en ácido por un posible empresario y ex diputado local. Foto: Graciela López, Cuartoscuro

    La protesta se llevó a cabo de manera pacífica en las Oficinas Representativas de Oaxaca. Foto: Graciela López, Cuartoscuro

    ATENCIÓN MÉDICA

    Además del ataque a la saxofonista María Elena Ruiz Ortiz, otras mujeres enfrentan las secuelas de esta expresión extrema de odio. Tales son los casos de María del Carmen Sánchez, atacada por su expareja en 2014 al negarse a regresar con él; de Verónica y su hija Esmeralda, a quienes un grupo de hombres les arrojaron ácido en 2018 al salir de su domicilio (ubicado en Cuautlancingo, Puebla); y de Ana Saldaña Aguilar, agredida el año pasado cuando bajaba de su automóvil a las afueras de su casa.

    En la Ciudad de México, las quemaduras con ácido resultado de este tipo de violencia de género pueden ser atendidas sólo en centros especializados, como el Hospital General Doctor Rubén Leñero, el Hospital General Balbuena o el Centro Nacional de Investigación y Atención de Quemados.

    La doctora Villanueva Martínez explica que no todos los hospitales pueden atender a pacientes atacadas con ácido porque se requieren características especiales: desde el tipo de camas e instalaciones hasta flujos de aire, “porque cuando se pierde la barrera de la piel estamos susceptibles a todas las infecciones, al medio ambiente, además de ser pacientes que presentan mucho dolor”.

    Asimismo, indica que los nosocomios que cuentan con un cirujano plástico también son ideales, ya que ellos son los especialistas capacitados en el manejo de las quemaduras.

    Para la especialista, el sistema de salud mexicano requiere de una restructuración para que se entienda la necesidad de contar con todo lo necesario para que las pacientes se traten de manera adecuada, no sólo en las secuelas sino desde la primera atención médica que reciben tras el ataque.

    Eso, indica, es “lo que va a hacer la diferencia en que la paciente tenga mayor o menor oportunidad de recuperarse, si bien no al ciento por ciento como todos quisiéramos, sí al mejor resultado posible. Si no tenemos todo el recurso no vamos a tener buenos resultados”.

    Al respecto, la diputada del Congreso de capital Alessandra Rojo de la Vega explica que el primer punto de acuerdo aprobado –y establecido en la “Iniciativa con proyecto de decreto para reformar el Código Penal del Distrito Federal e incluir en el título de Delitos contra la Vida, la Integridad Corporal, la Dignidad y el Acceso a una Vida Libre de Violencia, un capítulo denominado Lesiones Cometidas contra la Mujer en Razón de su Género– está dirigido al sector salud con la indicación de atender a las víctimas “como lo que son: víctimas por ataques con razón de género”.

    Asimismo, lo exhorta a proporcionar una atención integral a las sobrevivientes: física, psicológica y económica. “Es sumamente lamentable que ellas acudieran al sector salud por falta de recursos y que ese sector les dijera que su situación no era una prioridad, si no que era una cirugía estética. Lamentable, que encima de todo lo que han sufrido y han vivido tengan esa respuesta”.

    EL DIFÍCIL TRATAMIENTO

    En primera instancia, las víctimas de este tipo de ataques tienen que ser evaluadas para que los médicos determinen si las heridas son agudas o crónicas, explica la doctora Villanueva Martínez. En las agudas se neutraliza el ácido, para ello se tiene que irrigar abundantemente la zona con solución salina y, pasados 10 minutos, empieza la inactivación del ácido. “Hay áreas consideradas más graves y que requieren hospitalización, cuando es en cara, genitales, manos o se trata de niños”.

    El manejo del paciente quemado resulta complejo, ya que requiere muchas veces la intervención de especialistas. La especialista señala que lo principal es dar analgesia, hacer un desbridamiento en caso de una quemadura extensa –ingresar a quirófano para quitar todo el tejido dañado o muerto–, para poder determinar si el paciente va a necesitar injertos, colgajos o algún otro tipo de manejo reconstructivo.

    “Si nos referimos a los ataques de ácido en la cara, también está involucrado el ojo y puede haber quemaduras oculares. De éstas hay cuatro grados y dependen de la estructura que se dañó o que tan lesionadas están las estructuras oculares. Estas lesiones pueden provocar la pérdida de la visión. Lo más importante es el manejo de agudo en servicio de urgencias y, después de que ya se delimitó la extensión de la quemadura, se debe saber si va a haber manejo no sólo del cirujano plástico sino también del oftalmólogo u otro especialista”, detalla la doctora.

    Para la recuperación a largo plazo, la especialista explica que primero se tienen que identificar las secuelas para saber si son estéticas, funcionales o ambas, que suele ser lo más frecuente.

    “La secuela funcional es cuando, por ejemplo, hay quemaduras en el cuello y las pacientes no lo pueden extender o no lo pueden mover; cicatrices alrededor de los labios y boca que limitan la apertura oral, y eso hace que incluso la alimentación sea más complicada, o que se presente un daño en el pabellón auricular.”

    Por ello, recalca la importancia de analizar el déficit que se tiene para hacer un diagnóstico y saber si en algunos lados se necesitarán injertos o transferir colgajos, no sólo locales sino con microcirugía para poder reconstruir zonas más grandes, como cuando el cuello no se puede extender o en el caso de las manos, para devolverles función.

    Villanueva Martínez agrega que “el proceso reconstructivo es largo y va por etapas: en un solo procedimiento no se puede establecer toda la función, lo que lo vuelve bastante grave y complicado”.

    La doctora observa que las cirugías reconstructivas dependen del tipo de procedimiento de cada paciente: hay algunos que las requieren cada tercer día, como en el caso de los aseos quirúrgicos porque se necesita estar lavando la zona para retirar el tejido muerto. En algunos casos, por la gravedad, “hay que ingresar al paciente cada 48 horas considerando lo que su condición demanda”.

    Cuando se supera esa etapa, explica, ya se pueden realizar cirugías espaciadas: cada mes o cada 3 meses; pero eso va a depender de cada caso en particular y del diagnóstico que se haya hecho considerando la extensión, qué estructuras afectó, cuáles se perdieron y cuáles hay que reponer.

    Asimismo, en este tipo de ataques las víctimas quedan con traumas no sólo físicos, sino también psicológicos que las puede llevar al aislamiento social, estrés postraumático o depresión. Por ello, Villanueva Martínez indica que el apoyo del psiquiatra, psicólogo y trabajadora social a la paciente se vuelve fundamental para que entienda que hubo un cambio y que ahora tiene necesidades especiales en el sentido de rehabilitación, como el uso de férulas y prendas de compresión.

    “Debe entender que cambió la dinámica, pero que esto no representa que no se puede reintegrar a la sociedad, ya que al ser personas sociales necesitamos reintegrarnos a un medio (trabajo o familia). Al final, ésa es la idea de todo médico, que muchos pacientes se reintegren a lo que hacían o puedan ser nuevamente independientes.”

    La doctora Villanueva Martínez advierte que el apoyo no sólo debe ser para el paciente, sino también para los padres, hijos o parejas, para quien vaya a ser el soporte directo.

    PREVENIR LOS ATAQUES

    La organización ASTI indica en su página web que los gobiernos nacionales tienen la máxima responsabilidad de introducir y aplicar leyes y políticas sobre la violencia con ácidos hacia mujeres y niñas.

    Destaca también que los Estados deben prevenir la violencia hacia las mujeres y niñas. E indica que están obligados a proveer servicios integrales a las supervivientes de dicha violencia, según lo establecido en 1992 en el estándar de debida diligencia, por la Recomendación General No. 19 de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer.

    Asimismo, agrega que una de las razones del incremento de los ataques con ácidos es el bajo costo y fácil disponibilidad de las sustancias corrosivas; por ello, recalca la importancia de regular la compra y venta de los productos ácidos.

    Por ello, la diputada Alessandra Rojo de la Vega refiere la urgencia de que se regule la venta de ácido pero no sólo en la Ciudad de México, sino a nivel federal. Además, de que se provea compensación a las víctimas de manera económica y psicológica por parte del gobierno, con la finalidad de ayudarlas a reconstruir sus vidas y reincorporarlas a la sociedad.

    Otra iniciativa también se discute en el senado, promovida por el priísta Eruviel Ávila Villegas. Esta busca tipificar los ataques con ácido en el Código Penal Federal, al reformar los artículos 290, 291 y 292 con base en legislaciones de otros países.

    Algunas medidas que plantea esa iniciativa para erradicar el problema son:

    Determinar los trámites y condiciones de venta, compra, almacenamiento, transporte, embalaje, transporte y uso de ácidos fuertes de todo tipo.

    Autorizar, por parte de las autoridades administrativas, la ubicación de los vendedores y distribuidores de ácido, con el fin de controlar cabalmente el uso de éste.

    Determinar que los vendedores y distribuidores solo tienen permiso para vender y distribuir ácidos a los que proporcionen una documentación adecuada emitida por la autoridad competente.

    Los vendedores y distribuidores están obligados a registrar toda la información relacionada con compras y clientes, así como para empacar y almacenar correctamente el ácido en botellas o recipientes seguros con etiquetas de advertencia.

    Los compradores de ácido deben tener al menos 18 años de edad y deben proporcionar documentos suficientes que clarifiquen su ocupación profesional relevante para el uso de ácido y el propósito específico del ácido comprado.

    Los compradores deberán mantener una factura de inspección durante el transporte.

    Los almacenes utilizados para el resguardo de ácido deben estar ubicados lejos del centro de la ciudad, estar equipados con sistemas seguros de prevención y extinción de incendios, así como mantener registros de todo el ácido almacenado.

    Toda la información e imágenes son de SINEMBARGO.
    Link original: https://www.sinembargo.mx/16-12-2019/3697342?fbclid=IwAR2yemF5pfncc5iS7qJ5C562FGu2OmwezG3iLUpzVeYqcLVhIiQwvz3QQBU

  • Juguetes sin género

    Juguetes sin género

    Los juguetes sin género son aquellos que no reproducen roles sexuales y fomentan el desarrollo de capacidades en igual medida en niños y niñas, además inculcan valores de igualdad. El objetivo que las compañías tienen detrás de estas propuestas es que, a través de los juguetes y el juego, los menores tengan conocimiento y se eduquen en equidad desde temprana edad.

    En el pasado, los artículos de diversión estaban basados en una diferenciación muy marcada de roles y de estereotipos culturales; por ejemplo, las niñas jugaban con vajillas y servían el té, mientras los niños se dedicaban al futbol y los cochecitos.

    Para que los pequeños compartan sus momentos de juego, algunas marcas de la industria de la juguetería han lanzado distintas propuestas. Ejemplo de estas acciones se ha reflejado en Tiendeo.com.co , la plataforma de servicios drive-to-store para el sector retail, desde donde se dio a conocer que, en 2019, la mitad de los principales catálogos digitales de juguetes comenzaron a tener propuestas en las que el género no importa.

    Entre las firmas que ofrecen la opción de juguetes sin género se encuentra Mattel, que en septiembre pasado lanzó su propuesta Creatable World. Ésta es una colección de muñecos de género inclusivo que ofrecen la posibilidad de combinarlos a gusto de los niños, así que no hay etiquetas, sino que son una pieza con la que los pequeños pueden echar a volar su imaginación, dejando de lado los arquetipos de hombre y mujer. Otras empresas que se han sumado son Hasbro y Lego, las cuales han aprovechado algunos de sus productos emblemáticos para lanzar mensajes sociales y culturales.

    Por ejemplo,la compañía danesa Legolanzó una líneallamada Mujeres de la NASA, una colección de cuatro minifiguras que representan a la astrónoma y educadora Nancy Grace Roman; la científica informática y emprendedora Margaret Hamilton; la astronauta y médicaSally Ride, y la astronauta, médica e ingeniera Mae Jemison.

    Cuatro de las muchas mujeres que han marcado historia en la exploración y conocimiento del espacio. Cabe señalar que cuando los niños y niñas juegan con este tipo de juguetes, tienen una percepción distinta sobre lo que sucede a su alrededor.

    De acuerdo con el estudio Percepciones de preescolares de comerciales de juguetes de género, de la psicóloga del desarrollo y profesora de Psicología de la Universidad Shenandoah en Virginia, Laura Zimmermann, los niños están buscando constantemente pistas sobre qué significa la identidad de género, y los juguetes deberían darles más cabida para ello y no limitarlos.

    Toda la información e imágenes son de EL HERALDO DE MÉXICO.
    Link original: https://heraldodemexico.com.mx

  • El mapa de las violencias

    El mapa de las violencias

    No es solo un empujón o un puñetazo. No es solo un tirón de pelo o una bofetada. No es solo un arañazo ni solo tiene que ver con las heridas sobre la piel. La violencia de género, esa que se ejerce sobre las mujeres solo por ser mujeres en cualquier parte del mundo y a cualquier hora, tiene múltiples formas. Ni las cifras oficiales de los países que las recogen —lo hacen 106, según ONU Mujeres— ni las globales computan el total de estas violencias ni las desgranan. La mayoría de ellas están presentes en las cifras oficiales por maltrato, aunque no se desagreguen: no solo no son excluyentes sino que, en su mayoría, son inherentes unas a otras. Cuando se habla de violencia machista se tiende a pensar en la física, la sexual o la psicológica. Y algunas pasan casi desapercibidas, como la violencia económica, la patrimonial o la social. De otras no se habla con regularidad en los países desarrollados, donde apenas ocurren, como los matrimonios forzosos o la mutilación genital femenina; y de ellas solo hay datos aproximados de los estados donde esas prácticas siguen extendidas. Organizaciones internacionales, cuerpos de seguridad y expertas coinciden: es imposible saber el número exacto, de cualquier violencia. Solo se conoce lo que se denuncia. La OMS estima que una de cada tres mujeres (35%) en el mundo ha sufrido violencia machista, física o sexual. También se calcula que solo denuncia una de cada tres. Aquí, un repaso a las distintas violencias y sus cifras [cuando las hay] en España.

    Es la más fácil de reconocer, la más evidente y la que siempre recogen los datos. La produce cualquier acción que provoque daño en el cuerpo de la mujer —un empujón, un pellizco o un arañazo también son violencia física—. Su forma más extrema es el asesinato. Este año son 51 las mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas, 1.027 desde que se registran datos oficiales, en 2003. Además, en 2018 se interpusieron 166.620 denuncias por violencia de género; y el sistema Viogén, la herramienta de seguimiento de la policía para estos casos, registró hasta octubre de este año 513.308 víctimas y 570.387 casos (60.538 de ellos activos).

    El mapa de las violencias

    Tocamientos en bares y discotecas, roces sin permiso en el transporte público o una violación. Toda aquella intromisión no permitida en el cuerpo de una mujer, con o sin penetración, es violencia sexual. El pasado año, estos delitos fueron los que más crecieron: un 23,2%, según la Fiscalía. Los datos de Interior cifran en 1.702 los delitos de violación y en 12.109 las agresiones y abusos sin penetración en 2018. Y dos tendencias preocupantes para el Ministerio Fiscal: el aumento de las denuncias de violaciones grupales; y los datos de delitos contra la libertad sexual cometidos por menores, no por los números absolutos (648 casos) sino por el crecimiento, un 43% más que en 2017.

    El mapa de las violencias

    Amenazar, humillar, ridiculizar, aislar, hostigar… El maltrato psicológico puede llegar a ser tan sutil que no se perciba. Mina la confianza, destruye la autoestima, es repetitivo, tiende a intensificarse con el tiempo y se produce de dos maneras: activa (insultar o cuestionar de forma constante las acciones o sentimientos) o pasiva (ignorar a la pareja o imponer silencio, por ejemplo). Organizaciones internacionales describen multitud de consecuencias —tristeza, angustia, depresión, ansiedad, comportamientos de autolesión, consumo abusivo de drogas…— que pueden desembocar en el suicidio. Aunque no existen datos específicos de esta violencia [se engloban con los de violencia física], siempre acompañan, y casi siempre anteceden, a esa violencia.

    El mapa de las violencias

    La frase “te voy a quitar lo que más quieres” corresponde a esta violencia, la que ejercen los maltratadores contra terceras personas para hacer el mayor daño posible a su pareja o expareja. Pueden ser hijos e hijas, madres o padres, hermanas o hermanos. En España solo se contabilizan como víctimas de violencia machista, y desde 2013, los menores asesinados. Son 34 desde entonces, tres en lo que va de 2019.

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    Ejercer, de una u otra forma, control sobre el dinero para conseguir un menoscabo psicológico y mermar la independencia de la mujer es violencia económica. Según los últimos datos disponibles, en la Macroencuesta de violencia contra la mujer del Ministerio de Sanidad, de 2015, el 7,2% de las mujeres que han tenido pareja alguna vez han sufrido que él se negara a darle dinero para gastos del hogar; el 7,5% que se le impidiera tomar decisiones sobre la economía familiar o hacer compras libremente; y el 5,1% afirman que no las dejaban trabajar o estudiar fuera de casa. En España, este tipo de violencia se recoge en la ley de 2007, de medidas de prevención y protección integral contra la violencia de género, en la adhesión de España al Convenio de Estambul y en el Pacto de Estado contra la violencia de género y, aunque es común, no está aún muy reconocida socialmente y no existen datos actualizados.

    El mapa de las violencias

    Romper objetos de valor de la pareja, ocultarlos, impedir el acceso a documentos o a estancias de la casa, esconder el correo o documentación personal son algunos ejemplos de violencia patrimonial, una forma de violencia económica. En la ley de 2007, de medidas de prevención y protección integral contra la violencia de género, se recoge este tipo, en el artículo tres: «… que incluye la privación intencionada y no justificada legalmente de recursos, incluidos los patrimoniales, para el bienestar físico o psicológico de la víctima, de sus hijos o hijas o de las personas de ella dependientes, o la discriminación en la disposición de los recursos que le correspondan legalmente o el imposibilitar el acceso de la mujer al mercado laboral con el fin de generar dependencia económica».

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    En España, la brecha de género tiene una cifra oficial, del INE: la diferencia entre el sueldo de hombres y mujeres es del 22,34%. Pero no todo tiene que ver con el sueldo, los cargos que se ostentan o a los que se te tiene acceso también general desigualdad; por ejemplo, el último informe Científicas en cifras, del Ministerio de Ciencia e Innovación, cifró en un 21% los puestos de mayor responsabilidad científica que ocupan las mujeres. Y no sucede solo en la vida laboral, también en las pensiones existe desigualdad: la pensión promedio de una mujer el pasado año fue de 740,2 euros, para ellos fue de 1.162,3 euros.

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    No es un término reciente aunque solo ha empezado a tener atención social y mediática en los últimos años. Ya en 1993, la Declaración sobre la Eliminación de la violencia contra la mujer de la Asamblea General de la ONU la recogió; describió esa violencia como «la violencia física, sexual y psicológica perpetrada o tolerada por el Estado, dondequiera que ocurra». Y en su artículo cuatro añadía: «Los Estados deben condenar la violencia contra la mujer y no invocar ninguna costumbre, tradición o consideración religiosa para eludir su obligación de procurar eliminarla. Los Estados deben aplicar por todos los medios apropiados y sin demora una política encaminada a eliminar la violencia contra la mujer». Así, el daño institucional es toda aquella acción de organismos públicos que desprotege o daña a las mujeres: desde los recortes de presupuesto destinado a este fin a la falta de educación en perspectiva de género para los operadores jurídicos o la ausencia de credibilidad de las víctimas.

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    La trata y la prostitución están estrechamente relacionadas, como apunta la Oficina de las Naciones Unidas sobre la Droga y el Delito y la UE: “Las mujeres y niñas representan el 71% de las víctimas detectadas en todo el mundo y el 80% de las identificadas en Europa occidental. El 95% de ellas acaban explotadas por la prostitución, lo que pone de manifiesto la muy estrecha relación que hay entre la trata y la prostitución y un claro componente de género”. En España, —donde la prostitución es alegal a la espera de una nueva legislación de la que ya se hizo un borrador el pasado año y que prevé el Pacto de Estado—, se estima que la explotación sexual de mujeres mueve 3.700 millones de euros anuales. Interior registró, en 2017, 14.000 prostitutas en España, aunque cree que esa cifra puede ser el triple; y la policía estima que el 80% de ellas son víctimas forzadas, aunque no existen cifras oficiales.

    El mapa de las violencias

    El ciberacoso contempla múltiples formas que, además, van ampliándose según van cambiando las tecnologías. Puede ir desde el control de las redes sociales hasta la amenaza con publicar imágenes, vídeos o información personal sexual de la pareja. Ya ha sido recogido en varios documentos y estudios de diversos organismos, como la Delegación del Gobierno contra la violencia de género, que la define como una forma de violencia de género que limita la libertad, genera dominación y relaciones desiguales entre hombres y mujeres que tienen o han tenido una relación. «Supone una dominación sobre la víctima mediante estrategias humillantes que afectan a la privacidad e intimidad, además del daño que supone a su imagen pública», apuntó el organismo hace casi una década en uno de sus informes sobre esta cuestión. Y ya adelantaba que las mujeres eran víctimas de esta violencia con mayor asiduidad que los hombres. Sobre todo, en los últimos años, niñas y adolescentes. Según el último informe de Save the Children sobre la violencia en línea Violencia viral, de todas las denuncias en las que la víctima era menor de edad, 2.286 —con datos del Ministerio de Interior— el 65,44% eran niñas.

    El mapa de las violencias

    Aunque en España el aborto es legal durante las primeras 14 semanas de gestación, según la ley de plazos de 2010, nunca ha parado la presión sobre las mujeres que toman la decisión de interrumpir su embarazo por parte de distintos colectivos. El pasado septiembre, 62 organizaciones feministas, sindicales y civiles agrupadas en la Plataforma Pro-Derechos, denunciaron un hostigamiento creciente a las puertas de las clínicas que practican abortos y pidieron la creación de un nuevo tipo penal para actuar contra “los grupos antiderechos y antielección” que lo perpetran. Según sus datos, alrededor de 8.000 mujeres lo han sufrido desde que entró en vigor la ley de plazos.

    El mapa de las violencias

    La violencia social y simbólica es aquella ejercida por la sociedad, en su conjunto o desde distintas organizaciones, contra las mujeres. El machismo, construido socialmente, también se refuerza socialmente. Así, se considera violencia social acciones como la cosificación que se hace de ciertas mujeres, frases que minusvaloran, estereotipos sexistas, insultos, la culpabilización mediática o el vilipendio que en ocasiones se hace de las víctimas, sobre todo de violencia sexual, o el silencio ante abusos o agresiones de mayor o menor gravedad.

    El mapa de las violencias

    Las cifras globales son muy elevadas para algo que la Organización Internacional del Trabajo ya considera una forma de esclavitud moderna. Según datos de Unicef, alrededor de 650 millones de mujeres se han casado siendo niñas y, cada año lo hacen aproximadamente 12 millones más, aunque también apunta que la tendencia es a la baja. En España, los matrimonios forzosos apenas han tenido relevancia en la agenda pública y mediática porque apenas ocurrían —y los datos de matrimonios infantiles que registra el INE suponen alrededor de un 0,03% de todos los enlaces—, sin embargo, los movimientos migratorios, crecientes en los últimos años, han hecho que esta práctica aparezca en Europa. El pasado año, la Fundación de Mujeres Progresistas realizó un estudio con el objetivo de aproximarse a esta forma de violencia en España a través de reuniones y entrevistas con organizaciones y personal del tercer sector que trabajan con personas migrantes; pero no existen cifras oficiales.

    El mapa de las violencias

    Como ocurre con los matrimonios forzosos, la mutilación genital femenina no es una práctica habitual en España, por lo que no tiene cifras, aunque sí está recogida como delito en el Código Penal, desde 2003. En el mundo, los datos también tienden a la baja pero siguen siendo elevados: según las organizaciones internacionales, más de 200 millones de mujeres han sido sometidas a la mutilación genital, de ellas, al menos medio millón en Europa. Y se estima que tres millones de niñas están en situación de riesgo cada año en países, sobre todo, de Asia, África subsahariana y Oriente Próximo. Distintas asociaciones y entidades en España intentan contabilizar cuántas mujeres migrantes provenientes de culturas donde esta práctica sigue arraigada viven en España o cuántas niñas pertenecen a núcleos familiares que mantienen esa tradición, para valorar el riesgo. Una de ellas es la Fundación Wassu UAB, según sus datos, son alrededor de 70.000, un 5,2% más que en 2012.

    El mapa de las violencias

    Al igual que las dos violencias anteriores, los crímenes de honor no se recogen en España. Esa violencia, arraigada en algunos países de Asia y Oriente Medio, se traduce en el asesinato de una persona, normalmente una mujer, a manos de su familia. Dentro de esta violencia también se recogen los ataques con ácido, las mutilaciones o las privaciones de libertad. Creen que el desprestigio que ha causado a la familia por algo que ha hecho (tener relaciones sexuales con alguien que no acepta) o a lo que se ha negado (como a un matrimonio acordado) les da derecho a matarla, torturarla o aislarla. Los expertos apuntan a la dificultad de hacer un cálculo, global o por países, porque muchos de esos asesinatos no se denuncian como tales, a veces se reportan como suicidios o accidentes. La estimación del Fondo de Población de Naciones Unidas es de 5.000 mujeres asesinadas cada año.

    Toda la información e imágenes son de EL PAÍS.
    Link original: https://elpais.com/sociedad/

  • Avanza amnistía para mujeres por homicidio en razón de parentesco

    Avanza amnistía para mujeres por homicidio en razón de parentesco

    Aunque el gobierno federal y la Cámara de Diputados no aceptan despenalizar el aborto, avalaron la posibilidad de perdonar a quienes están en reclusión por este delito y al personal médico o de partería acusado de ayudarlas.

    El 11 de diciembre la Cámara de Diputados aprobó la Ley de Amnistía propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, un mecanismo para liberar a personas que hayan cometido delitos contra la salud, robo simple o sedición; a indígenas con irregularidades en sus procesos y a mujeres encarceladas por el delito de aborto y personal médico o de partería acusado de ayudarlas a interrumpir un embarazo.

    Las y los legisladores agregaron que la amnistía también beneficiará a personas encarceladas por el delito de homicidio en razón de parentesco, un tema que no estaba previsto en la propuesta original de López Obrador.

    En septiembre, cuando el Presidente propuso otorgar el perdón y liberar a las mujeres encarceladas por tener un aborto, voluntario o espontáneo, por medio de la amnistía, defensoras de los derechos de las mujeres insistieron en que la mejor forma de hacer justicia era acabar con la persecución y despenalizar este delito.

    Organizaciones que participaron en los tres foros organizados por la Cámara de Diputados para analizar esta propuesta, como Las Libres, el Grupo de Acción por los Derechos Humanos y la Justicia Social, el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) y AsiLEGAL, señalaron las deficiencias de la iniciativa, por ejemplo, que se trata de una ley que solo aplica a casos del fuero federal.

    Como muestra, de acuerdo con el Legislativo, no hay una sola mujer recluida en cárceles federales por el delito de aborto. Por otro lado, hasta octubre, se registraban 552 carpetas de investigación por este delito, casos que son procesados a nivel estatal, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

    Las agrupaciones alertaron que, aunque muchas mujeres tuvieron un parto fortuito, fueron encarceladas por homicidio en razón de parentesco, homicidio calificado, infanticidio u omisión de cuidados, delitos que no se contemplaron en la Ley de Amnistía, por ello consideraron que la mejor solución era despenalizar el aborto a nivel local. En respuesta a estas observaciones, la Cámara de Diputados agregó a la ley que también se beneficiará a las acusadas de cometer el delito de homicidio en razón de parentesco.

    Sin embargo, hay un grupo de legisladores convencidos de que no es necesario despenalizar el aborto. Incluso en la sesión del miércoles 11 de diciembre, la diputada del Partido Encuentro Social (PES) Adriana Paulina Teissier Zavala propuso eliminar la posibilidad de dar amnistía por aborto. “Cómo podemos ser la Legislatura de la paridad y ser la que más ha legislado en materia de protección a la mujer y ahora damos un giro de 360 grados, por cierto, nada congruente, y hoy perdonamos a quienes no la valoran. Para mí algo es claro: quien no valora la vida no valora nada”, dijo. La propuesta de la diputada no prosperó. En la sesión, la legisladora de Morena Lorena Villavicencio Ayala consideró que con esta ley no se agota el tema de justicia para las mexicanas, por ello exhortó a la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados a dictaminar las iniciativas que ya existen para despenalizar el aborto en el Código Penal Federal.

    Si bien para algunas diputadas esta norma es un instrumento de justicia y pacificación, al ser un modelo que puede replicarse en las entidades federativas, en el debate la diputada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) Guadalupe Almaguer Pardo dijo que esta afirmación era una mentira porque no se otorgará la libertad a mujeres víctimas del delito de aborto. “Falso de toda falsedad.

    Hoy se pone a consideración esta amnistía, un proyecto de ley que en primera instancia pudiera verse como un avance en los procesos de justicia restaurativa. No podemos aceptar tal demagogia.

    Debemos señalar que el Congreso únicamente puede otorgar amnistía por delitos del fuero federal”, afirmó. Para la diputada, si el Presidente de la República tuviera la intención de beneficiar a las mujeres, injustamente procesadas, promovería que los Congresos locales, con mayoría de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), aprobaran las reformas legales para que ninguna esté en la cárcel sentenciada por decidir sobre su maternidad.

    Si esta ley es avalada por el Senado, los jueces ordenarán a la Fiscalía General de la República el desistimiento de la acción penal en casos de aborto a nivel federal, de los cuales no hay registro; o bien, las personas interesadas o sus representantes legales podrán solicitar este beneficio a una comisión que el Ejecutivo federal deberá crear.

    Toda la información e imágenes son de MILENIO.
    Link original: https://www.milenio.com/politica/avanza-amnistia-mujeres-homicidio-razon-parentesco

  • Cubrirán plancha del Zócalo con manta contra la violencia de género

    Cubrirán plancha del Zócalo con manta contra la violencia de género

    Ante el incremento de la violencia de género tanto en México como en el mundo, diversas mujeres decidieron resignificar el arte para expresar el dolor que sienten ante casos de desapariciones y feminicidio, pero también para mostrar la fuerza que tienen para organizarse y construir.

    Con una manta que tiene como propósito cubrir toda la plancha del Zócalo de la Ciudad de México, exigieron un alto a las agresiones en contra de las mujeres de todas partes del mundo, a través de pintura, bordado, fotografía, poesía y cualquier técnica que exprese los sentimientos de niñas, mujeres y adultas mayores ante la violencia de género.

    CIMACFOTO: Lucía Moguel

    El proyecto, que será exhibido el 26 de enero de 2020 a la 10:00 hrs, reunirá cientos de retazos de tela de 70 x 70 centímetros, que serán unidos el día del evento para conformar la megamanta que ha servido a un proceso alternativo de sanación para muchas mujeres. Después del Zócalo se van a Tijuana en abril, en semana santa, para trabajar con casas de migrantes; después visitarán Quintana Roo.

    La curadora de la obra, Marietta Bernstoff, aseguró en entrevista con Cimacnoticias, que esta forma de expresión y sanación se debe a que cuando haces arte “creas, sacas muchas cosas y sentimientos, pero en vez de golpear o ser violento, lo sacas a través de tus manos, y eso es lo que hacemos, expresar todo ese dolor que las mujeres sienten”.

    Bernstoff, quien es originaria de Oaxaca, tiene una perspectiva muy clara de la relación que existe entre el cuerpo y el territorio, por lo que es importante cuidar no sólo a la Madre Tierra, sino a las niñas y mujeres de la violencia. “Estas mantas vienen de muchas partes como Veracruz, Quintana Roo, Chiapas y Oaxaca; pero también de otros países como Estado Unidos, Canadá, Francia, Alemania, España y Escocia porque no sólo México sufre; hay 53 afroamericanas desaparecidas, 20 nativo-americanas perdidas en Estado Unidos, y en España, los feminicidios están incrementando considerablemente”.

    CIMACFOTO: Lucía Moguel

    La manta de sanación convoca a cualquier mujer o niña que desee expresar, a través del arte, su sentir con respecto a tres temas: violencia contra las mujeres, violencia contra niñas y niños y violencia contra la Madre Tierra. Se puede utilizar cualquier técnica como pintura, bordado, fotografía, acuarela, etc; con la finalidad de mostrar que “si eres mujer no eres débil, porque cuando estamos juntas, nos protegemos unas a otras, cuando hablamos de problemas y estructuramos cosas concretas, se quedan en la memoria de la sociedad siempre, y eso es lo importante de este proyecto”, comenta Bernstoff.

    “Agarrar hilo y aguja es como meditar”

    Ivonne Ortiz estudió artes plásticas y es parte esencial de este proyecto. Colabora como maestra de aquellas mujeres que se han acercado a las instalaciones de “La Casa del Tiempo” de la Universidad Autónoma Metropolitana para aportar desde sus experiencias a la obra, pero también para sanar.

    “El arte debe ser parte esencial de nuestra vida, creo que es algo que nos tiene que acompañar desde pequeños porque a veces no podemos decir con palabras lo que sentimos, ya sea positivo o negativo, y el arte, la música o la danza, son una herramienta para canalizarlos, es una manera de sanar muchas cosas”.

    Guadalupe decidió replicar en su manta un dibujo que su hija le hizo. Habla del corazón de la naturaleza y del daño que le estamos haciendo día a día. “El dibujo es significativo porque es el corazón de la Madre Tierra que nos da todo pero no lo aprovechamos, no valoramos lo que da. A la manta le añadí la frase: “Desde la tierra hasta el cielo, somos uno”, porque yo perdí a un hijo y todo lo que le quiero decir, se lo digo con esta frase, le llega hasta el cielo”.

    Ivonne señala que anteriormente a las mujeres se les enseñaba la técnica del bordado para “mantenernos ocupadas, tranquilas, lejos de los libros y atentas a crear nuestro ajuar de bodas como único propósito”, pero hoy resignifican el bordado y lo utilizan para protestar y exigir un alto a la violencia de género, a las desapariciones forzadas de sus hijos e hijas y para sanar, porque “ es una especie de meditación, es pensar lo que haces y eso es refrescante para el espíritu, por eso resulta sanador”.

    Magali decidió bordar un rostro que represente la dualidad de la mujer. Por un lado, muestra la censura, el silencio y violencia a la que las mujeres y niñas se enfrentan, pero por el otro, decidió colocar un ojo y una boca abierta, gritando y rompiendo el silencio para expresar que “es muy importante que las mujeres digan lo que sienten y lo que les pasa. Me siento muy orgullosa de ser vocera y de ser un ejemplo para mi hija que también está haciendo su manta. Sientes un compromiso de género, pero también con la humanidad de decir que se puede levantar la voz de forma pacífica y creativa”:

    Por su parte, Virginia expresó su solidaridad con el movimiento de mujeres. Su manta tiene la leyenda “camino a casa quiero ser libre, no valiente” porque aseguró, “no podemos ser libres, no podemos salir a las calles tranquilas. Yo tengo amigas, hijas, nietas y no sé si cuando me dicen que van a salir, van a regresar. Yo misma no sé si voy a tener la oportunidad de regresar a casa”.

    CIMACFoto: Lucía Moguel

    Las historias son muchas y varían de acuerdo al contexto de cada mujer que decide tomar el arte para expresar su sentir, pero también como proceso para poder sanar heridas y dejar esa manta como un cachito de memoria para que mujeres de otras generaciones no olviden lo que está pasando y puedan evitar que siga sucediendo.

    Toda la información e imágenes son de CIMACNOTICIAS.
    Link original: https://cimacnoticias.com.mx/

  • Los mejores libros de 2019 han sido escritos por mujeres

    Los mejores libros de 2019 han sido escritos por mujeres

    Por demasiado tiempo, obras extraordinarias escritas por mujeres habían pasado desapercibidas. Este año, esa omisión sería imposible: la mejor producción literaria ha sido escrita por ellas.

    Este año termina con el regreso a nuestras librerías de dos referentes de la literatura contemporánea. La editorial Adriana Hidalgo reivindica a la argentina Hebe Uhart con las más de mil páginas que suman Novelas completas y Cuentos completos. Y Alfaguara rescata la mejor novela de la mexicana Elena Garro, Los recuerdos del porvenir, incluyendo en el volumen textos de Gabriela Cabezón Cámara, Isabel Mellado, Lara Moreno, Guadalupe Nettel y Carolina Sanín, a modo de manifiesto colectivo hispanoamericano.

    Si durante estos doce meses se ha acelerado exponencialmente la reconsideración de la importancia de las grandes creadoras del siglo XX ha sido, en buena parte, gracias a la visibilidad y el reconocimiento que han obtenido obras extraordinarias escritas por mujeres. Finalmente, han empezado a ocupar el lugar protagónico que merecen. La mayoría de los mejores libros publicados durante 2019 en nuestra lengua son de autoría femenina. Aunque pertenezcan a países, tendencias o géneros distintos, comparten un lenguaje de alta intensidad, con carga tanto poética como política, y el interés por las relaciones corporales y familiares, casi siempre atravesadas por la violencia.

    Se trata de ficciones que denuncian la violencia de género o la desigualdad en las sociedades humanas y —explícita o implícitamente— en la esfera editorial y en la historia de la literatura. La cuarta ola feminista y el sentido común han empezado a coincidir. Gracias a la insistencia de los grupos activistas y a la conciencia de la academia y del resto de instituciones —políticas y mediáticas—, la reivindicación se ha vuelto tanto conciencia como tendencia. La industria de la edición ha tomado buena nota de ello. Y las escritoras emergentes se están beneficiando, con ambición, de la confianza que el nuevo ecosistema está depositando en ellas.

    El libro más fascinante que he leído este año es La compañía, de Verónica Gerber Bicecci, un brillante ejercicio de apropiación y remix que, a partir de los fantasmas de una familia, se adentra en las ruinas de la minería en México. Está en sintonía con el último ensayo traducido de Donna J. Haraway, Seguir con el problema, porque tanto la escritora y artista mexicana como la pensadora estadounidense recurren a la hibridación de lenguajes, a la síntesis entre campos distintos del saber y a estrategias de la ficción especulativa para llegar al núcleo más creativo de nuestra época, el que ignora todas las fronteras.

    Muy probablemente sean Nuestra parte de noche, de Mariana Enríquez, y Desierto sonoro, de Valeria Luiselli, las dos novelas extensas en español más importantes del año. Coinciden en la voluntad de recuperar, mediante relatos de viaje, la ambición formal y estructural de las grandes novelas latinoamericanas de la década de los sesenta. Pero difieren en sus estrategias: mientras que en el volumen de la argentina Enriquez, de género fantástico, predominan el narrador omnisciente y los diálogos clásicos; en el de la mexicana Luiselli, de corte realista, encontramos un sofisticado artefacto narrativo, con múltiples voces y planos. Comparten el foco en las complejas relaciones entre padres e hijos y la obsesión por los desaparecidos.

    Sobre los mismos temas versan las tres breves primeras novelas que más han destacado este año en América Latina. A la madre de la protagonista de Cometierra, de la argentina Dolores Reyes, la ha matado su padre. En Nuestra piel muerta, de la ecuatoriana Natalia García Freire, Lucas dice: “Su cuerpo, padre, que ahora encogido se debe parecer más al mío de lo que los dos podemos imaginar. Como un espejo esta tierra. Yo de un lado. Usted del otro”. Y en Casas vacías, de la mexicana Brenda Navarro, leemos: “¿Qué es un desaparecido? Es un fantasma que te persigue como si fuera parte de una esquizofrenia”. Los supervivientes narran heridas profundas, en los tres casos, en primera persona. La desaparición y la muerte son, para ellos, las otras dos dimensiones de la vida.

    El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes, de Tatiana Ţîbuleac, es otra novela poderosa que aborda el difícil diálogo familiar. El narrador acompaña durante sus últimos meses a su madre, enferma terminal, mientras construye un discurso inestable que oscila entre el odio y el lirismo. Que la narradora moldava haya logrado su reconocimiento internacional con ese libro —ganador del Premio de Literatura de la Unión Europa— señala que la maternidad, observada desde todos los puntos de vista posibles, es un viejo argumento universal que vive su mejor momento.

    Los contrastes de las relaciones de pareja también son explorados en la literatura de nuestros tiempos algorítmicos. En los relatos de Mi marido es de otra especie, Yukiko Motoya —la escritora más premiada de la literatura japonesa actual— reactualiza la tradición kafkiana para diseccionar con distancia y muchísimo humor la institución del matrimonio. Y la canadiense Anne Carson, que ha pensado en serio la pasión desde la Antigüedad hasta hoy, firma una obra maestra, La belleza del marido. Pocas veces el amor, los celos, la infidelidad o la separación han llevado tan lejos el lenguaje poético: “Y de las verdaderas mentiras de la poesía / se filtró una pregunta. / ¿Qué une realmente a las palabras con las cosas? / No mucho, decidió mi marido / y procedió a usar el lenguaje / del modo en que según Homero suelen los dioses”.

    Si en América Latina y otros países del mundo han brillado las ficciones escritas por autoras, en España han sido dos libros de ensayo los más comentados. Se trata de El infinito en un junco, de Irene Vallejo, un viaje muy libre y muy sabio y muy digresivo por el mundo del libro desde la creación de la Biblioteca de Alejandría hasta la caída del Imperio romano; y de El enemigo conoce el sistema, de Marta Peirano, una exploración incisiva y amena de las tácticas que usan los gigantes de internet para espiarnos, cuantificarnos y traficar con nuestros datos.

    Son, a simple vista, dos obras antitéticas; pero yo las veo complementarias. En nuestras vidas negocian y conviven el papel y el código, las pieles y los píxeles. Las relaciones tóxicas y el machismo existen tanto en los hogares o los ámbitos laborales como en las redes sociales o la televisión. En la mayoría de los libros más influyentes de 2019 han predominado los cuerpos, la familia y los territorios físicos; pero es muy probable que ya estén escritos los que el próximo año abordarán también la otra mitad de lo real, la de los algoritmos y las pantallas.

    Jorge Carrión (@jorgecarrion21) es escritor y crítico cultural. Su libro más reciente es Contra Amazon.

    Toda la información e imágenes son de NYTIMES
    Link original: https://www.nytimes.com/es/2019/12/15/espanol/opinion/mejores-libros-2019.html

  • Las mujeres en el jazz: otra manera de alzar la voz contra la desigualdad

    Las mujeres en el jazz: otra manera de alzar la voz contra la desigualdad

    El Jazz es un género musical que hoy en día se vincula con “el buen gusto” pero sus orígenes se dieron dentro de una comunidad discriminada. A pesar del racismo, éste género logró surgir como una nueva propuesta creativa de la mano de las mujeres del Jazz.

    las mujeres del jazz
    Foto: Splashi ‘micro’ vía Pixabay

    Las cualidades vocales e interpretativas de los exponentes de este género eran impresionantes y novedosas tales como las de las mujeres del jazz. Ellas son mujeres negras que nacieron dentro de una familia pobre pero ningún rasgo de nacimiento pudo restar valor a su talento.

    Ella Fizgerald

    Una de las mujeres del Jazz más reconocidas es Ella Fitzgerald, ella creció en un orfanato y no dentro de una familia tradicional su voz, que abarca tres octavas por lo que tiene un espectro muy amplio entre su tono más grave y su tono más agudo, logró convertirla en ‘La primera dama de la canción’.

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    Su primer triunfo fue en un concurso de talentos amateur, en el que por temor a bailar decidió cantar para el público. desde allí su vida la llevó a ser un ícono de la comunidad negra por ser la primera en ganar un Grammy en 1958, según su página oficial.

    Nina Simone

    Nina Simone utilizó su notable talento para crear un legado de liberación y empoderamiento la apodaron ‘Alta Sacerdotisa del alma’ porque con su canto hipnotizaba al oyente. Aprendió a tocar el piano a los tres años y pasó toda su infancia enamorándose de la música.

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    Su talento era tal que cuando se graduó de la preparatoria su comunidad reunió fondos para que ella pudiera estudiar en Julliard pero no fue aceptada, en algún momento ella dijo que fue rechazada por cuestiones racistas, según su biografía oficial.

    Billie Holliday

    Billie Holliday, nació cuando su madre tenía sólo trece años, y su vida estuvo marcada por la desgracia. A los 10 años fue violada y explotada en un burdel donde hacía encargos y limpieza por cinco centavos o gratis si le dejaban escuchar a Louis Armstrong, según información de su biografía oficial.

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    Cuando inició su carrera musical sufrió rechazo por racismo y se refugió en las drogas pero salió adelante. Grabó cerca de 200 canciones y logró cantar junto a su ídolo Louis Armstrong. Su tema “Strange Fruit” fue considerado la mejor canción del siglo XX por la revista “Time” en 1999.

    Ellas fueron grandes exponentes de la música y ayudaron a que el jazz se popularizara cruzando barreras territoriales y encantando a múltiples generaciones de la misma forma en que las mujeres del jazz rompieron múltiples barreras de desigualdad.

    Toda la información e imágenes son de DEMEMORIA.
    Link original: https://www.dememoria.mx/

  • Pega Alexa Moreno un brinco al oro en la Copa de Gimnasia de Japón (Video)

    Pega Alexa Moreno un brinco al oro en la Copa de Gimnasia de Japón (Video)

    Alexa Moreno se quedó con el primer lugar en la Copa de Gimnasia de Japón en el salto de caballo y con ello cerró la actual temporada con broche dorado para encaminarse a los Juegos Panamericanos Lima 2019.

    La gimnasta originaria de Baja California, sumó 14.466 unidades, luego de sus dos ejecuciones en una dura confrontación con la rusa Liliia Akhaimova, quien acumuló 14.199 y de la local Hitomi Hatakeda con 13.883.

    Al final de la competición, la mexicana se mostró satisfecha con el resultado, ya que con ello cierra de manera positiva su temporada para seguir con la preparación en su camino a los Juegos Panamericanos Lima 2019, segunda estación rumbo a los Juegos Olímpicos Tokio 2020.

    La bajacaliforniana se ha convertido en una rival a vencer, ya que en noviembre pasado hizo historia al convertirse en la primera gimnasta mexicana en ascender al podio en un Campeonato del Mundo, celebrado en Doha, Qatar, donde consiguió la medalla de bronce.

    Ahora, la gimnasta regresará a México para continuar con la preparación, ya que a partir de enero inicia su programa para los Juegos Olímpicos Tokio 2020.

    Toda la información e imágenes son de ARISTEGUI.
    Link original: https://aristeguinoticias.com/0812/kiosko/pega-alexa-moreno-un-brinco-al-oro-en-la-copa-de-gimnasia-de-japon-video/

  • En fotos: las mujeres en Irak reivindican sus derechos pintando en los muros de Bagdad

    En fotos: las mujeres en Irak reivindican sus derechos pintando en los muros de Bagdad

    Desde octubre, una oleada de protestas antigubernamentales se han extendido por todo Irak. Los grupos manifestantes representan una variada muestra de la sociedad pero, inusualmente para un país tan tradicionalmente tan patriarcal, las mujeres han tomado un rol de liderato.

    Su protagonismo está siendo celebrado en un sinnúmero de murales por toda la capital, Bagdad.

    Mural en BagdadDerechos de autor de la imagenAFP
    Mural en BagdadDerechos de autor de la imagenAFP

    La plaza Tahrir de Bagdad, el epicentro de las protestas, se ha transformado en un foco de desafiante creatividad.

    Mural en BagdadDerechos de autor de la imagenAFP
    Image captionEl texto de este mural lee: «Merecemos vida».

    Los murales que le rinden homenaje al espíritu y fortaleza de las mujeres iraquíes se han convertido en una representación visual icónica de las protestas.

    Mural in BaghdadDerechos de autor de la imagenAFP

    Frecuentemente pintados por mujeres, el arte de los murales resaltan su creciente papel activo en su lucha por moldear su propio futuro.

  • Manual feminista para incomodar las reuniones familiares decembrinas

    Manual feminista para incomodar las reuniones familiares decembrinas

    Amigas, hermanas; recuerden: es nuestro deber arruinar las cenas familiares con nuestras opiniones. Buena suerte​.

    24 de diciembre en la noche.

    La sucesión de eventos parece un cuadro repetido en la casa de mi abuela. Mientras algunos terminan de empacar los últimos regalos, los ‘hombres de la casa’ se toman un güisqui en la sala mientras escuchan música. Atrás, en la cocina, mi mamá y mi abuela terminan la cena navideña que duraron preparando durante horas. Desde hace días compraron entre ambas los ingredientes, luego de decidir lo que iban a servir este año y si era mejor acompañarlo con una tabla de quesos o con una ensalada.

    Ambas nos llaman a la cocina a mi hermana y a mí, para que les ayudemos a servir y pasar los platos. Los hombres pasan a la mesa a comer. Luego de la cena, antes de entregar los regalos, mi abuela recoge los platos y se pone a arreglar la cocina. Mi mamá va y la ayuda, mientras los hombres vuelven a la sala.

    La navidad, al menos la colombiana, entre la muchas cosas que encierra, significa ver a la familia. O verla mucho más seguido, si ya una tiene una dinámica familiar activa, como me pasa a mí. Y ese vínculo familiar fortalecido, a su vez, significa para muchas feministas un tedio gigante, porque debemos enfrentarnos durante todo un mes y con mucha más frecuencia de lo normal con patrones machistas que tienen casi todas (por no decir todas) las familias tradicionales colombianas.

    Las mujeres sirviendo la comida, las mujeres lavando los platos, los hombres sentados en la sala esperando a que les sirvan la natilla y los buñuelos, el tío de los chistes machistas, la tía homofóbica, el otro tío que se pone manilargo cuando está borracho, la tía progre que está más que feliz porque Martha Lucía Ramírez quedó de vicepresidenta y eso hace que “las mujeres estemos bien representadas en el Gobierno”… en fin. Podría dar cientos de ejemplos más, todos para apuntar a lo mismo: diciembre es la fecha en la que las feministas tenemos que enfrentarnos a las manifestaciones machistas de nuestras propias familias, ese mismo ambiente dentro del cual fuimos criadas y que tanto trabajo nos ha costado desmontar de nuestras maneras de vivir la vida.

    Y este es el machismo, pienso yo, que más nos cuesta enfrentar y parar, porque es el de los nuestros, el del núcleo, el que corre por nuestra sangre. Se vuelve una prueba dura, entonces: ¿Si durante todo el año luchamos a diario contra el machismo en todas sus formas y manifestaciones, por qué durante fin de año tendríamos que amilanarnos con los nuestros? Quizá hasta el proceso debería ser el contrario, empezar combatiendo el machismo desde nuestras casas, para luego salir a aplicar lo mismo con el resto de la sociedad. Pero siempre pasa que con lo que más nos cuesta lidiar es con lo propio.

    Por eso, la invitación de esta columna es a que incomodemos con nuestro feminismo las reuniones familiares, hasta donde más podamos. Incomodar está bien, porque quiere decir que estamos poniendo a los nuestros a enfrentarse a realidades que no quieren ver, o de las que no se han percatado. Y el feminismo siempre será incómodo, porque está cuestionando constantemente el orden establecido de las cosas. Este año, un año tan importante para las mujeres, vale la pena que no nos quedemos calladas e incómodas en las novenas, en vez de eso, politicemos y planteemos discusiones que cuestionen a nuestra sangre.

    Por eso, a modo de ayuda, quise hacer esta pequeña guía para indisponer las reuniones familiares a punta de feminismo:

    Salir del ‘clóset’ del feminismo: para muchas familias, la mención de la palabra feminista es sinónimo de terror. Lo asocian con mujeres amargadas e infelices que no tienen un hombre a su lado, con lesbianismo (como si esto tuviera algo de malo), o con mujeres ‘feminazis’, como nos llaman tantas veces. Pocas veces nuestros familiares entienden que el feminismo se trata de la lucha por la equidad entre hombres y mujeres y por la defensa de nuestros derechos. Sin miedo, identifiquémonos con el término, explicando de paso en qué consiste el feminismo, para que nuestras familias empiecen a entender un poco de qué se trata todo esto y por qué es tan necesario.

    No nos riamos del humor machista: nunca falta el tío o el papá que hace chistes de corte machista y misógino. Mientras la familia entera se ríe, muchas optamos por quedarnos calladas sin decir mucho, solo sintiéndonos incómodas pero sin ser capaces de reaccionar. En vez de adoptar esta posición pasiva, este año cuestionemos a ese familiar, haciéndoole entender que ese chiste inocente hace parte del sistema que legitima la violencia machista que los hombres ejercen contra nosotras, y que por eso no debería dar risa.

    Acusemos al primo o tío manilargo: si a un familiar pasado de tragos se le está bajando mucho la mano mientras bailan, no dudemos en hacerlo quedar mal frente a toda la familia para que no repita estas gracias. No hay razón por la que tengamos que soportar este tipo de abusos, así sean familia y así sea fechas festivas. Si no quiero no me tocas, punto. No es difícil de entender.

    Hablen de política: muchas familias nos advierten que no toquemos temas políticos durante estas reuniones, pero deberíamos hacer todo lo contrario. Es importante saber qué posturas políticas están teniendo los nuestros frente a las coyunturas nacionales. ¿Que a una tía le parece buenísimo la gestión de Martha Lucía? Hagámosle saber a esa tía por qué el hecho de que una mujer esté en la vicepresidencia no quiere decir que sea un triunfo para las mujeres colombianas.

    Exijamos un cambio de roles: ¿Sus abuelas, como la mía, recogen todos los platos y los lavan luego de cocinar durante horas la cena de navidad mientras los ‘hombres de la casa’ la miran desde el sofá? Pidámosle a nuestro papá o nuestro tío que ayuden lavando la loza, que el primo que nunca hace nada ayude sirviendo los platos, y que las mujeres de la casa se den un descanso mientras los hombres ayudan cocinando la cena. Hagámosles entender, tanto a hombres como mujeres de la familia, que las labores de la casa no son exclusivas de nosotras las mujeres, y que es necesario replantearse estas dinámicas en el hogar.

    Como dicen varios memes que llevan días circulando en las páginas feministas: «Amigas, hermanas; recuerden, es nuestro deber arruinar las cenas familiares con nuestras opiniones. Buena suerte».

    Toda la información e imágenes son de VICE.
    Link original: https://www.vice.com/es_latam