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  • Los papeles de incultas y sirvientas no nos representan: mujeres cineastas indígenas en el FICM 2019

    Los papeles de incultas y sirvientas no nos representan: mujeres cineastas indígenas en el FICM 2019

    Mujeres cineastas indígenas consideraron que actualmente, el cine que se produce tanto en México como en América Latina, no ofrece una imagen certera de las mujeres indígenas y por lo tanto, no las representa.

    Durante el Conversatorio Foro Cineastas Indígenas Mexicanas, en el marco del 17° Festival Internacional de Cine de Morelia, las cineastas participantes fueron cuestionadas sobre la representación de la mujer indígena en el cine nacional y latinoamericano.

    Al respecto, la actriz y realizadora originaria de Oaxaca, Ángeles Cruz, consideró que en la actuación, la representación de las indígenas se ha limitado a la de “una mujer inculta que no sabe nada y que se puede dedicar sólo a ciertos tipos de trabajo, eso a nivel de pantalla, olvídate de que existamos como realizadoras”.

    Ángeles Cruz agregó que la imagen que aborda el cine mexicano sobre la mujer indígena, ha sido una representación “bastante racista”, y más aún, en un país que cuenta “con una gran diversidad de pueblos indígenas y de grandes visiones y cosmovisiones”, dijo.

    La cineasta hizo énfasis en que pasar de la actuación de papeles limitados a la realización de cine, ha sido para ellas, el arma de resistencia contra esa representación racista que se expone de la mujer indígena.

    “Justo en este sentido tomamos las cámaras y tomamos nuestras historias para representarnos a nosotras mismas y dejar de recibir esa representación que se nos ha dado”, enfatizó.

    En ese mismo sentido, se expresó la cineasta michoacana Magda Cacari, quien dijo tajante, que el cine “no nos representa, en lo más mínimo”.

    La directora de cine consideró que en la televisión y las películas “se ha jugado mucho con estereotipos tontos poniéndonos a los indígenas en papeles donde nos humillan, donde las mujeres, no voy a mencionar nombres de películas, pero creo que ha sido (una cinta) vanagloriada diciendo que las indígenas estamos llegando lejos, sí muchas lo estamos haciendo por méritos propios, pero no nada más por un papel en una película como sirvienta”, manifestó Magda Cacari.

    La joven cineasta dijo que en general, la comunidad indígenas dentro de la industria cinematográfica, anhela llegar más lejos.

    “No hemos visto realmente indígenas como maestros, como cineastas, tomando otros papeles, creo que podemos llegar más allá y nos merecemos más respeto”, precisó.

    En el Conversatorio Foro Cineastas Indígenas Mexicanas participaron también las creadoras Amalia Córdova, María Candelaria Palma, Dinazar Urbina Mata y Dolores Santiz.

    Toda la información e imágenes son de REVOLUCIÓN NEWS.
    Link original: https://revolucion.news/los-papeles-incultas-sirvientas-no-nos-representan-mujeres-cineastas-indigenas-ficm-2019/?fbclid=IwAR1EGKbO8ahDwqJzrlmSy3QTPsj1Ox_qcdgSvRRm4xFQFKTm0BLiFNTD_1E

  • Las mujeres siguen cuidando

    Las mujeres siguen cuidando

    Isabel y Mercedes comparten el rasgo por excelencia del los que cuidan: son mujeres, como más del 85% de las personas que se ocupan de otras en España.

    Lo que quiero decir es que dejas de tener vida», resume Isabel, una mujer de 60 años, sentada en el sofá de su casa al norte de Madrid. Hace referencia a los últimos 10 años de su vida, un periodo en el que se dedicó a cuidar de su madre, fallecida hace dos años. «Se te olvidan tus necesidades, solo piensas en las suyas. Pasé yo a ser su madre», explica. Por otro lado, Mercedes, madrileña de 45 años, atiende a domicilio a personas dependientes. Se formó para ello y ahora es su trabajo. No se lo han impuesto las circunstancias. «Mi madre ha cuidado a mi abuela y mi abuelo toda la vida. Siempre lo hacía la hija que estaba en esa casa. Ahora existe la posibilidad de que lo hagan personas como yo», afirma. Y, aunque le gusta lo que hace, advierte: «Eso sí, nosotras no tenemos un gen especial para cuidar».

    Isabel, de 60 años, cuidó de su madre durante más de una década.
    Isabel, de 60 años, cuidó de su madre durante más de una década. VÍCTOR SAINZ

    Isabel y Mercedes comparten lo esencial: son mujeres que dedican o han dedicado su tiempo a ocuparse de otros. En más del 90% de los casos en España, los cuidados, profesionales o no, son femeninos, estiman varios expertos. En el mundo, son 607 millones de mujeres en edad laboral las que atienden a sus familiares sin remuneración por 41 millones de hombres, refiere la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En esta foto no hay hombres. Tampoco aparecerán a corto plazo.

    «La causa primaria y fundamental de esta desigualdad es la asignación tradicional de roles a mujeres y a hombres en las sociedades patriarcales en las que hemos vivido y todavía vivimos», explica Rocío Rodríguez, directora del Instituto de la Mujer. «Esta división se basa en atribuir a las mujeres la capacidad y la tarea de cuidar, y considerar que los hombres estaban infradotados para ello o que tenían destinos más importantes».

    Vida hipotecada

    Tal arraigo de los estereotipos tiene consecuencias. Las ha vivido Isabel, madre de dos hijos, empleada en los servicios sociales de la capital y fiel reflejo del perfil predominante del cuidador en España: familiar del dependiente, mujer en el 85% de los casos, casada y con una edad media de 52 años, según traza el Imserso. Pese a tener a hombres a su alrededor, en su caso se dio por hecho que la china le tocaba a ella. Isabel se ocupó de su madre durante más de 10 años. Desgrana el periplo en la penumbra de su salón, con un perrillo custodiando la escena. Cómo le sobrevino la culpa tras llevarla a su progenitora a una residencia, hace tres años y medio. «¿Qué he hecho?, pensaba para mis adentros», rememora. «Tienes una culpabilidad porque sientes ese deber como tuyo. Si no lo haces no estás haciendo lo que tienes que hacer». También habla de la soledad del que nunca desconecta. Y de cómo, al final, llegó un extraño (y todavía culposo) alivio. Otra vida.

    La madrilaña Mercedes Hidalgo, de 45 años, es cuidadora profesional y asiste a domicilio a personas dependendientes.ampliar foto
    La madrilaña Mercedes Hidalgo, de 45 años, es cuidadora profesional y asiste a domicilio a personas dependendientes. VÍCTOR SAINZ

    «Es cierto que en las nuevas generaciones se van detectando cambios significativos en cuanto al cuidado de las hijas e hijos, y cada vez más padres son corresponsables en este sentido», tercia Rodríguez. «Pero no se ve el mismo avance en las otras responsabilidades del hogar, en las que las mujeres siguen asumiendo la gestión, ni en el cuidado de otras personas dependientes».

    Isabel se acogió en varias ocasiones a bajas temporales u horarios reducidos para cuidar. Como ella, el 95,2% de las personas que optaron por una jornada reducida por este mismo motivo fueron mujeres: en concreto, 326.000 por 16.000 hombres, según datos de 2018 del Instituto de la Mujer. En 2017, 9.398 se cogieron una excedencia por 1.836 hombres. Además de la cultural, la brecha tiene una raíz económica. «Se debe a una cosa sencilla: a la hora de coger un trabajo mal pagado, lo coge una mujer», apunta Aurelia Jerez, presidenta de la Coordinadora Estatal de Plataformas por la Dependencia. «Con lo cual, a la hora de cuidar dejan de trabajar las personas que cobran menos. Y en general suelen ser las mujeres».

    ¿HAY PREFERENCIA DE CUIDADOS FEMENINOS?

    Las mujeres siguen cuidando
    ISTOCK

    «Cuando son altas nuevas, muchas veces los usuarios tienden a pedir mujeres. Piensan que asear, alimentar, hacer la comida o planchar son funciones que solo hacen ellas», explica el boliviano Roly Edson Villarroel, cuidador profesional que desde 2012 asiste a domicilio a personas dependientes en Valladolid. «Me suele pasar con personas mayores. Si es mujer, son más reticentes a que las bañe un hombre, por ejemplo. A la hora de moverlas, en cambio, piden más hombres».

    «Es lo que ocurría cuando las mujeres empezaron a ejercer la medicina o la abogacía: muchas personas preferían recurrir a un varón porque los consideraban más cualificados y más fiables», analiza Rocio Rodríguez. «Ahora esa percepción ha cambiado radicalmente. En los cuidados ocurrirá lo mismo: cuantos más hombres ejerzan, tanto profesionales como no profesionales, antes se demostrará su capacidad y llegará su aceptación, y la ausencia de preferencias de sexo. Lo importante en el cuidado es la calidad de la atención».

    Para corregir esta situación no hay que hablar solo de conciliación, sino de «conciliación y corresponsabilidad», señala Rocío Rodríguez. «Una corresponsabilidad efectiva, y no selectiva», amplia. «Con esto quiero decir que muchos varones han asumido responsabilidades del hogar y familiares pero, por ejemplo, vinculadas a ciertas tareas concretas y siempre subordinadas al resto de actividades, incluso lúdicas, que atienden. Al revés no ocurre: las mujeres priorizan su función de cuidadora familiar por encima de todas las demás, renunciando a llevar a cabo otro tipo de actividades profesionales y no profesionales o reduciendo considerablemente el tiempo que les dedican».

    Es más, si culturalmente hay tareas consideradas más propias de mujeres, sus sueldos son más bajos y sus trabajos se valoran como menos relevantes, entiende la directora del Instituto de la Mujer. La consecuencia es que haya más mujeres que acaben abandonando sus puestos de trabajo o se acogen a permisos y regímenes parciales. «Esto también perjudica a su contratación y promoción, y termina afectando igualmente a su acceso a las prestaciones sociales», remata.

    El cuidado como salida laboral

    A diferencia de Isabel, Mercedes Hidalgo no vive el cuidado como una obligación. Para ella, profesional de un sector que emplea a unas 540.000 personas, según datos de CC OO, es un empleo más. Con lo bueno y lo malo. Atiende al prójimo, pero la ausencia de lazos familiares e imposición hace de su tarea algo a veces gratificante, a veces duro, a veces exigente; pero nunca alienante. Hidalgo trabajó 22 años en una tienda hasta que la despidieron en plena crisis. Enlazó varios trabajos cuidando a personas mayores de su entorno, le cogió el gusto y decidió pagarse un curso de seis meses de ayuda a domicilio. Desde hace dos años, asiste a dependientes en la zona de Moratalaz (Madrid). «Mi día a día es levantarles, ducharles, hacer el baño, las camas. Hablar con ellos, obligarles a andar, sacarlos a pasear», describe. ¿Habilidades? Va en el carácter de cada uno. Empatía, pero la gente habla de esa palabra sin saber qué significa. Y paciencia y ganas», describe. Habla con cariño de sus chicos, señores de más de 90 años: «La relación es muy cercana. Un señor me dijo que tiene más confianza conmigo que con sus hijos y se me cayó el alma a los pies».

    La directora del Instituto de la Mujer incide en la importancia de la profesionalización de los cuidados: «La tendencia tiene que ir a que los cuidados estén cada vez más profesionalizados a través de buenos y asequibles servicios públicos en lugar de a través de la dedicación casi exclusiva y desinteresada de las mujeres de la familia».

    Por el contrario, Isabel, como la mayoría de las españolas, no eligió. Si salía el domingo a comer con su marido, tenía que estar de vuelta por la tarde. Si planeaban pasar el fin de semana al pueblo, ella se quedaba. «Siempre he estado yo. No hacía falta que llamaran. Se daba por hecho», afirma, y enseña la habitación-casa en la que reconvirtieron el garaje para que viviera su madre con ellos. Al nivel del suelo, para que entrase y saliese con su silla de ruedas. «La hicimos en 2004. Con su baño, sus cosas, que si no se enfadaba», dice divertida. Y desliza: «Ya hemos cambiado la decoración».

    Un trabajo por reconocer

    Según la socióloga María Ángeles Durán, Premio Nacional de Sociología y Ciencia Política 2018 y una de las principales estudiosas del cuidado en España, el tiempo dedicado por los hogares a la atención no remunerada es un 30% mayor a todo el trabajo remunerado, reglado o no. La experta estima que este cúmulo de horas equivaldría a 28 millones de empleos directos.

    «Hay que dotar de mucho más valor a trabajos hasta ahora feminizados. Se tienen que retribuir de forma más justa con respecto a los sectores masculinizados», incide Rocío Rodríguez, que reivindica la equiparación de los permisos de paternidad y maternidad para limar las diferencias en el mercado laboral y reducir «los prejuicios a la hora de contratar mujeres por el temor a los efectos de la maternidad».

    Tampoco la conciliación es un asunto exclusivo de las mujeres, aduce. «Es un problema de la sociedad. Se tienen que implicar las familias, y concretamente los hombres desde la corresponsabilidad. Las instituciones, estableciendo los permisos necesarios, protegiendo el derecho a disfrutarlos y creando servicios públicos que faciliten los cuidados. Y las empresas, reconociendo esos derechos y no obstaculizándolos, como ocurre en ocasiones, y favoreciendo un clima de atención a la vida personal de la plantilla».

    Isabel no olvida que su madre le agradeció no haberla dejado nunca sola. Tardó un tiempo volver a la normalidad. «Cada vez que daban las seis, miraba inconscientemente el reloj. Y la oía. Ahora vivo más plenamente», reflexiona. Mercedes tiene muchos días buenos y otros complicados. Se siente útil y le gusta ver cómo «se les ilumina la cara» a las personas que atiende. Ambas comparten la brecha de género de los cuidados. De no tomar medidas, estima la OIT, tardará más de 200 años en cerrarse.

    MÁS CONCILIACIÓN, MÁS NATALIDAD

    Según el INE, los nacimientos han caído un 30% en la última década en España. Cada mujer tiene una media de 1,25 hijos. La conciliación, apunta Rocío Rodríguez, es una vía para elevar la tasa de natalidad, en mínimos históricos. «El hecho de que las mujeres están renunciando a sus aspiraciones de maternidad por las dificultades de conciliarlas con sus expectativas profesionales ha llevado a la natalidad a un nivel crítico», explica. «Vamos hacia sociedades envejecidas y con menos miembros en la familia que puedan asumir los cuidados de forma compartida. Esto debe enfocarse no como un problema interno en cada familia, sino como una cuestión relevante en las políticas públicas de bienestar social y de atención a la población dependiente».

    Toda la información e imágenes son de EL PAÍS.
    Link original: https://elpais.com/sociedad/2019/10/23/actualidad/1571810389_516619.html

  • Una niña preguntó por qué no había soldados de plástico que fueran mujeres (y ahora habrá)

    Una niña preguntó por qué no había soldados de plástico que fueran mujeres (y ahora habrá)

    La carta de Vivian Lord, de seis años, atrajo la atención de los medios y motivó a que un fabricante lance, por primera vez, el juguete clásico en versión femenina.

    Desde su debut en los años treinta, los soldados de juguete prácticamente no han cambiado. Miden unos 5 o 7 centímetros de alto, son de plástico, portan armas letales y, casi sin excepción, siempre han sido hombres.

    Pero eso está a punto de cambiar, gracias, en parte, a una niña indignada de 6 años de Little Rock, Arkansas, llamada Vivian Lord.

    El próximo año, por primera vez, una compañía de juguetes lanzará soldaditos que retraten a mujeres del ejército de Estados Unidos en posiciones de combate, luego de que, en los últimos meses, las quejas de Vivian detonaron una amplia cobertura mediática.

    “Hay mujeres en el ejército, pero no hicieron ninguna mujer soldado de juguete. Así que me pregunté por qué”, comentó Vivian en una entrevista.

    Vivian hizo su descubrimiento en julio cuando, tras una visita especialmente productiva a una sala de juegos mientras estaba de vacaciones en Alabama, cambió los boletos que con tanto esfuerzo había ganado por un lote de soldaditos.

    Estaba acostumbrada a jugar con los soldados de su hermano mayor, pero estos ya iban a ser suyos. Al alinearlos sobre la mesa de la sala, enfrentando a los buenos con los malos, se dio cuenta de que todos ellos eran, de hecho, hombres.

    Vivian Lord
    CreditHouston Cofield para The New York Times
    Los soldaditos de juguete de Vivian
    CreditHouston Cofield para The New York Times

    Eso le molestó a Vivian. Así que lo comentó con sus padres. Su madre, Brittany Lord, le sugirió a su hija que escribiera una carta para quejarse directamente con las compañías de juguetes que hacen y venden los soldados. Y eso fue lo que hizo Vivian.

    “¿Por qué no hacen militares que sean mujeres, ¡la amiga de mi mamá está en el ejército!”, escribió Vivian en una carta que Brittany le envió a tres compañías de juguetes. “¡¡¡¡¡Por qué no las hacen también!!!!!”

    Vivian escribió que había visto paquetes de soldados varones pintados de rosa, seguramente con el fin de hacerlos atractivos para las niñas, pero que era evidente que eran hombres. Dijo que quería “mujeres que parezcan mujeres”.

    Brittany Lord no esperaba una respuesta a la misiva de Vivian. Pero una copia de esta le llegó a Jeff Imel, dueño de BMC Toys en Scranton, Pensilvania.

    Imel comercia con la nostalgia, con lo que él llama “productos perennes de la cultura pop”. Vende unos ochenta productos de soldaditos, como bolsas y paquetes, aun cuando la mayoría de los otros fabricantes estadounidenses han cerrado con el paso de las décadas, debido a que las operaciones se han transferido al extranjero y los juguetes de guerra han perdido popularidad.

    Resultó que Imel ya había escuchado quejas como las de Vivian.

    La carta que Vivian envió
    CreditHouston Cofield para The New York Times

    En junio pasado, una de esas quejas provino de una marine retirada de alto mando de Estados Unidos que creía que los soldados de juguete de sexo femenino podrían ayudar a las mujeres en las fuerzas armadas a ser consideradas iguales que los hombres.

    “Yo crecí jugando con los soldados verdes de plástico de mi hermano”, le escribió a Imel en un correo electrónico JoAnn Ortloff, una oficial naval retirada que pasó 33 años en la Marina. “Mis tres nietas son pequeñas. Quiero que también jueguen con los soldaditos, pero no hay soldaditos de juguete que sean mujeres”.

    Ortloff, de 56 años, quien todavía es miembro del Comité Consultivo sobre las Mujeres en las Fuerzas Armadas del Departamento de Defensa, dijo que con frecuencia participa como voluntaria en eventos que celebran a las mujeres en el servicio militar, donde a veces usa como decoración soldados de juguete rosas.

    “Los hombres que los tomaban, y también las mujeres, decían que eran lindas versiones femeninas de hombres. Me percaté de que este era un mensaje totalmente errado que las mujeres en las fuerzas armadas no querían enviar”.

    Imel estuvo de acuerdo con esta idea. En sus investigaciones, había encontrado algunos ejemplos, como una colección novedosa de figuras femeninas de Japón, con tacones altos, y enfermeras militares de plástico de los años cincuenta.

    Le prometió a Ortloff que analizaría la idea, pero le dijo que hacer nuevos productos era costoso. Un año más tarde, su respuesta a la carta de Vivian fue prácticamente la misma.

    “Tal vez algún día las haremos”, recuerda haberle dicho a Lord.

    Luego llegaron los medios de comunicación.

    El alboroto comenzó en canales de noticias locales de Little Rock, luego de que un reportero vio una copia de la carta de Vivian que Brittany había publicado en Facebook. En un reportaje, Lord habló de lo que Imel les había dicho.

    CNN y una publicación de veteranos del ejército sacaron reportajes en línea. Al poco tiempo, Imel estaba recibiendo llamadas para hacer entrevistas en canales de televisión a nivel nacional en Estados Unidos, como CBS.

    Imel dijo que en ese momento se dio cuenta de que “había cometido un gran error” al no considerar más apremiante dar una solución a quejas como las de Vivian y Ortloff.

    “Se desató un pandemonio en los medios, y desde entonces no he podido tener un respiro”, comentó.

    Mandó a hacer bocetos y fabricó un modelo preliminar (o estatuilla) de resina; después lo mostró en una exhibición de juguetes en Chicago en septiembre. Ahora, tres figurillas más se están desarrollando.

    Imel dijo que era probable que el primer grupo de soldados de sexo femenino tuviera 24 figuras en cinco posiciones: una soldado de pie sosteniendo una pistola y binoculares; una de pie que dispara un rifle; una de rodillas disparando un rifle; una acostada en el suelo con un rifle, y una de rodillas que dispara una bazuca.

     

    Bocetos de las soldaditas de juguete
    CreditJeff Imel/BMC Toys
    CreditJeff Imel/BMC Toys
    CreditJeff Imel/BMC Toys

    Tiene pensado comenzar una campaña de financiación colaborativa el próximo mes, a través de la cual la gente podrá ordenar por anticipado las soldados. Para octubre próximo, ya se podrán adquirir paquetes de mujeres soldado, dijo.

    Recibió otra nota de Vivian.

    “Vivian me mandó una carta de agradecimiento muy amable, hecha con papel para manualidades. Sabes que un asunto es importante para un niño cuando te escribe en papel de colores”, opinó Imel.

    Vivian dijo que se puso a brincar de emoción cuando supo que Imel haría soldados mujeres.

    “Cuando crezca, quizá yo también se las compre a mis hijos”, dijo.

    En cuanto a Ortloff, dijo que el proyecto “es muy importante para mí y para muchas mujeres, para que todos nuestros hijos tengan las mismas oportunidades al jugar”.

    Añadió: “No somos lindas versiones femeninas de soldados hombres”.

    Mihir Zaveri cubre noticias de Nueva York. Antes de unirse al Times en 2018, fue reportero de The Houston Chronicle.

    Mihir Zaveri covers breaking news from New York. Before joining The Times in 2018 he was a reporter for The Houston Chronicle.

    Toda la información e imágenes son de NYTIMES.
    Link original: https://www.nytimes.com/es/2019/10/21/espanol/negocios/mujeres-soldado-juguetes.html

  • Un 23% de las mujeres con discapacidad sufre violencia machista

    Un 23% de las mujeres con discapacidad sufre violencia machista

    Las mujeres con discapacidad tienen un 8% más de probabilidades de sufrir violencia machista (física, sexual o psicológica) que el resto del colectivo. Más en concreto, un 23,30% de las mujeres con discapacidad (es decir, una de cada cuatro) denuncian haber sufrido violencia machista, frente al 15,10% de las mujeres sin discapacidad. Son cifras extraídas del monográfico ‘Dona amb discapacitat. Doble discriminació’, publicado por el Observatori de Discapacitat Física (ODF) de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE).

    El documento pretende denunciar que en la sociedad existe un espacio de invisibilidad en torno a las mujeres con discapacidad reconocida (física u orgánica), las cuales padecen una doble discriminación: por género y por el hecho de tener una discapacidad. La discapacidad orgánica es aquella que no se ve: la padecen personas que tienen algunos de sus órganos dañados o alguna dolencia genética.

    Según Ana Peláez, miembro del Comité por la Eliminación de la Discriminación contra las Mujeres de la ONU (CEDAW), «el 20% de las mujeres víctimas mortales de violencia machista han sido mujeres con discapacidad, bien porque ya tenían la discapacidad o bien porque la han desarrollado por los actos de violencia». «Y, aun así, muchas de estas mujeres no tienen un certificado de discapacidad, ya que esta [discapacidad] habría sido resultado de la violencia», sentencia.

    También Montserrat Pallarès, presidenta de COCEMFE Barcelona, asegura que la violencia machista produce «enfermedades invisibles» como «la fibromialgia o el lupus». Además, lamenta que en los medios de comunicación se suele omitir la discapacidad cuando una mujer es víctima de maltratos. «Por ejemplo, en el caso de la mujer de Viladecans [cuya pareja la dejó morir mientras sufría una hipoglucemia], no se dijo que tenía una discapacidad. Una persona con diabetes no está al 100%, tiene una discapacidad». Por eso Pallarès pide «muchísima sensibilización» y «mucho cuidado» a la hora de atender a estas mujeres.

    «Doblemente discriminadas»

    «Las mujeres con discapacidad están doblemente discriminadas. Por ejemplo, en el campo de la sexualidad, la mujer con discapacidad es tratada como una persona asexuada. No es visualizada como una persona que puede ser madre o esposa», explica Montse Fernández, responsable del estudio realizado por el ODF. Este documento refleja también que las mujeres con discapacidad padecen discriminaciones en muchos ámbitos de la sociedad y que, a menudo, ven anulados sus derechos.

    «Las mujeres con discapacidad, al encontrarse en una situación mayor de vulnerabilidad, están más expuestas a las violencias machistas», añade Fernández. Esta experta asegura que este estudio es «uno de los más dolorosos» que ha realizado el Observatori, pues pone de manifiesto, además de la violencia machista, otros los maltratos como por ejemplo el laboral.

    Las mujeres con discapacidad están más afectadas por la brecha salarial y tienen menos acceso al mercado laboral

    Porque las mujeres con discapacidad tienen el acceso a la sociedad «más reducido» que las demás. Y, además, están más afectadas por la brecha salarial: mientras un 25,4% de las mujeres sin discapacidad está desocupada, este porcentaje aumenta hasta el 32,7% en el caso de las mujeres con discapacidad, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Así, una de cada tres mujeres con discapacidad en edad de trabajar está en paro. Los mismos datos del INE señalan que, mientras un 71% de las mujeres sin discapacidad y en edad de trabajar forma parte de la población activa, en el caso de las mujeres con discapacidad la cifra se reduce al 36%.

    «Las mujeres tenemos cada vez más estudios y en muchas carreras universitarias somos más que los hombres. Pero, dentro del colectivo de las personas con discapacidad, hay muchas menos mujeres que hombres. Ellas sufren más barreras físicas y sociales», concluye  Fernández.

    Toda la información e imágenes son de EL PERIÓDICO.
    Link original: https://www.elperiodico.com/es/sociedad/20191023/un-23-de-las-mujeres-con-discapacidad-sufre-violencia-machista-7674433

  • México, el cuarto país con más mujeres legisladoras

    México, el cuarto país con más mujeres legisladoras

    Laura Angélica Rojas Hernández destacó que México es el cuarto país a nivel mundial con más número de mujeres en el Congreso y el primero dentro de las 15 economías más grandes del orbe.

    La presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de DiputadosLaura Angélica Rojas Hernández, destacó que México es el cuarto país a nivel mundial con más número de mujeres en el Congreso y el primero dentro de las 15 economías más grandes del orbe.

    En este sentido, hizo un reconocimiento a las mujeres que abrieron camino, lucharon y dieron su vida por el anhelo de una sociedad más justa e igualitaria.

    “En homenaje a ellas, que ya no están, a quienes heredamos la responsabilidad de buscar la igualdad, y por las que vienen, el llamado es a la acción por una patria justa, incluyente, pacífica y con oportunidades para todas y todos”.

    Aseveró que “ahora corresponde a nosotras continuar su lucha para que nuestra presencia en esta cámara se traduzca en una mejor calidad de vida para nuestras representadas, en la erradicación de la violencia de género y del feminicidio”.

    Rojas Hernández sostuvo que, en esa vía, su actuación se debe traducir en políticas públicas que hagan compatible la vida laboral con la vida familiar, en igualdad salarial y una participación igualitaria de hombres y mujeres en otros ámbitos, como la academia y la empresa.

    “Corresponde también a nosotras sembrar nuevamente y allanar el camino para que las mujeres que vienen detrás de nosotras, nuestras hijas, nuestras nietas, para que sean ellas quienes terminen de construir el México que deseamos”.

    La legisladora planteó que a más de seis décadas del voto de la mujer los avances son innegables, al igual que los argumentos del “por qué sí de la representación política de las mujeres”.

    Toda la información e imágenes son de REPORTE ÍNDIGO.
    Link original: https://www.reporteindigo.com/reporte/mexico-el-cuarto-pais-con-mas-mujeres-legisladoras-laura-rojas/

  • Trata de blancas exprés: Revelan cómo operan sujetos que drogan a mujeres en antros de México

    Trata de blancas exprés: Revelan cómo operan sujetos que drogan a mujeres en antros de México

    Si le gustas a un hombre en un antro, éste puede pagar para que te droguen y así poder abusar de la mujer.

    En México, las mujeres están expuestas a toda serie de agresiones psicológicas y físicas, por eso, una usuaria en Twitter quiso compartir la forma en que algunos hombres abusan de mujeres en los antros de la Ciudad de México.

    De acuerdo con la usuaria @tamaldechipil, si le gustas a un hombre en un antro, éste puede pagar para que te droguen y así poder abusar de la mujer.

    La usuaria expresó que la primera vez que fue un antro, bastó una copa para que la chica terminara muy mal, por lo que tiempo después conoció el testimonio de un joven que le contó cómo suceden las cosas en los antros.

    Algunas chicas son drogadas en estos lugares y se conoce como “trata de blancas express”.

    Para eso hay un encargado que se encarga de drogar a las chicas:

    La forma en la que operan

    “Es conocido como ‘padrote’, ‘tratador’, ‘perro’, ‘lobo’, hay diferentes maneras de llamarle, tú vas con ese encargado y le dices “me gusta esa de allá, cuánto?” y en cuanto pagas el hombre encargado va con los que sirven el chupe y les indican a quién deben drogar”.

    Según el testimonio, la droga es colocada en hielos, y al mezclarla con el trago, es cuando las chicas comienzan a sentirse mal.

    También existen drogas que se absorben por medio de la piel, por lo que el encargado de drogar a la chica se tropieza con ella de manera “accidental” para esparcirle la sustancia.

    “Ya que estás drogada te llevan a un lugar privado y, te violan” 

    Una vez que las chicas son drogadas, el hombre encargado las lleva a la parte de abajo del antro:

    mujeres a punto de ser violadas o siendo violadas, algunas vomitando por la droga, Marco reconoció a varias chicas con las que se llevaba y pidió el favor de sacarlas”.

    De acuerdo con la usuaria de Twitter, esto es algo que pasa en todo México:

    Hay gente poderosa involucrada, artistas, narcos”.

    https://twitter.com/tamaldechipil/status/1173103369725960192?s=20

    La usuaria de Twitter compartió algunos testimonios de mujeres que han experimentado una situación similar.

    Los casos procedieron de estados como Puerto Vallarta, Acapulco, Hermosillo y Monterrey, por mencionar algunos lugares de la República:

    https://twitter.com/tamaldechipil/status/1173855798897893376?s=20

    https://twitter.com/tamaldechipil/status/1173852996352040960?s=20

    Toda la información e imágenes son de Radiofórmula.
    Link original: https://www.radioformula.com.mx/noticias/20191022/trata-de-blancas-expres-revelan-como-operan-sujetos-que-drogan-a-mujeres-en-antros-de-mexico/

     

  • Las mujeres en la Revolución y el Ejército

    Las mujeres en la Revolución y el Ejército

    La inclusión de la mujer en el Ejército Mexicano ha sido un proceso gradual, accidentado, con avances y retrocesos, como la propia historia de México. Sin embargo es innegable que las mujeres militares han hecho grandes contribuciones a nuestro país. A continuación una breve historia de su participación en la Revolución mexicana y el Ejército.

    Desde la Revolución hasta el Ejército institucionalizado

    Antes de la consolidación del Ejército Mexicano que actualmente conocemos, una incontable cantidad de mujeres participaron en los conflictos bélicos que nos dieron patria. Por ejemplo, diversos registros señalan a Luz Espinoza Barrera como una de las primeras mujeres que tuvo una participación de tipo militar. En 1910, durante la Revolución Mexicana, obtuvo el grado de teniente coronel por parte del general Emiliano Zapata. Fue gracias a que sabía montar desde caballos hasta becerros, además de manejar armas de fuego, que se destacó durante esta gesta bélica.

    Otra “coronela” fue Margarita Neri, nacida en las clases altas, dirigió un ejército durante la Revolución cuando apenas había cumplido la mayoría de edad.

    Mantuvo una tropa de setecientos indios en reserva y envió a trescientos a una batalla en la cual, bajo el mando de una muchacha de dieciocho años que fue herida peleando en la línea del frente, derrotaron a los federales”, escribe Frederick Turner en su artículo “Los efectos de la participación femenina en la Revolución de 1910.

    Ella y Petra Herrera fueron consideradas “soldados” dentro del ejército revolucionario. Herrera se vestía como hombre para asumir la identidad de “Pedro Herrera”. Según la escritora Elena Poniatowska, Herrera tenía una excelente puntería con las armas de fuego, así como un indiscutible liderazgo.

    Aún más reconocidas en el imaginario popular son las soldaderas. Ellas son recordadas por encargarse de la elaboración y distribución de los alimentos durante la Revolución Mexicana, sin embargo también desempeñaban funciones de inteligencia (espionaje) y distribución de armamento.

    En años posteriores a la Revolución y ya con un Ejército Mexicano consolidado, prácticamente fue “a cuentagotas” la incursión de las mujeres a la vida militar. Como ejemplo están los casos de María González de Carter, quién en febrero de 1934 causó alta como afanadora en la Intendencia General del Ejército; y Anastasia Soriano López, que 1935 causó alta como Enfermera Ayudante en el departamento de Sanidad Militar.

    Fue hasta 1938 cuando, gracias al decreto presidencial de Lázaro Cárdenas del Río, se creó la Escuela para Enfermeras del Ejército, adscrita al Hospital General Militar. Fue a partir de entonces que las enfermeras se convirtieron en el símbolo más representativo de las mujeres militares de aquella época. Meses después se crearía el Cuerpo de Oficinistas del Ejército.

    Durante las décadas posteriores, las mujeres se abrieron paso en distintas áreas del Ejército: el Servicio de Cartografía (1947), la Escuela Médico Militar (1973), la Escuela Militar de Odontología (1976), Coro y Orquesta del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos (1985) y la Dirección General de Fábricas (1990). Y al fin, en 1994, se otorgó por primera vez el grado de General Brigadier a una mujer.

    En el año 2000 aconteció un parteaguas en la vida militar mexicana, por primera ocasión se abrió una convocatoria para que las mujeres realizaran el Servicio Militar Nacional de forma voluntaria. Además, el 16 de febrero del mismo año, se creó el Batallón de Tropas de Administración Femenino para impartir el segundo nivel de adiestramiento militar a las mujeres de las dependencias de la Secretaría.

    Posteriormente, en 2007, se ampliaron las opciones de ingreso para las mujeres a los Planteles Militares: Escuela Superior de Guerra, Heroico Colegio Militar, Colegio del Aire, Escuela Militar de Ingenieros, Escuela Militar de Transmisiones y la Escuela Militar de Clases de Transmisiones. Pocos años después, en septiembre del 2011, se graduó la Primera Mujer Piloto Aviador Militar.

    Para el 2018, se incorporaron a las filas del Ejército Mexicano 23,547 mujeres.

    Violencia de género y la respuesta del Ejército

    No es ningún secreto que México padece un severo problema de violencia de género y el Ejército Mexicano no está exento de esta situación. Según información de Univisión, entre 2011 y 2016, 148 mujeres militares denunciaron ser víctimas de acoso y hostigamiento. En ese mismo periodo, la Procuraduría General de Justicia Militar (PGJM) inició 148 averiguaciones previas por acoso y hostigamiento sexual. En el fondo, el problema de esta forma de violencia naturalizada es la “la verticalidad, el ejercicio de la autoridad”, según Guadalupe Ramos Ponce, coordinadora local del Comité de América Latina y El Caribe para la Defensa de los Derechos Humanos de la Mujer (Cladem).

    Si bien el desgarrador problema de la violencia de género está lejos de resolverse tanto dentro del Ejército como en el resto de México, la institución castrense da pasos para enfrentar el problema. En 1995 inició funciones el grupo de seguimiento, coordinación y estadística del Estado Mayor de la Defensa Nacional, que se enlazó con el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) a partir del año 2001.

    En 2008 se creó el Grupo de Promoción y Difusión de la Cultura de Equidad de Género. Mientras que en 2011 se acordó la formación del Observatorio para la Igualdad entre Mujeres y Hombres en el Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, cuyo objetivo es el respaldo para la planeación, detección, evaluación e implementación de acciones encaminadas a prevenir y eliminar las diversas formas de discriminación por motivos de género con el fin de asegurar la igualdad de oportunidades para las mujeres y los hombres en el Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos.

    Es hasta el 2011 que se crea el Comité para Prevenir y Atender el Hostigamiento y Acoso Sexual, Y ese mismo sentido, en el 2013 se creó la Oficina para la Atención de Víctimas de Hostigamiento y Acoso Sexual dependiente de la Dirección General de Derechos Humanos.

    Requisitos

    El Ejército requiere de mujeres  y hombres con deseos de servir a la patria y comprometerse con el pueblo de México, para defender la Soberanía Nacional, garantizar la Seguridad Interior y prestar apoyo a la población civil cuando así se requiera. Actualmente los requisitos para pertenecer al Ejército son los siguientes:

    • Ser mexicano (a) por nacimiento y no haber adquirido otra nacionalidad.
    • Ser soltero (a) y no vivir en concubinato.
    • Tener 18 años cumplidos y no ser mayor de 30.
    • Contar con Cartilla de Identidad del Servicio Militar Nacional, tratándose de personal masculino mayor de 18 años.
    • Acreditar buena conducta mediante constancia de no antecedentes penales o con constancia expedida por la autoridad municipal o delegacional.
    • Tener los conocimientos inherentes a su especialidad, tratándose de personal auxiliar especialista, y acreditarlos mediante Diploma, Certificado, Título y Cédula Profesional o Acta de Examen elaborada por el Organismo donde desea causar alta.
    • Estar sano y apto clínica y psicológicamente para el servicio de las armas, lo que se acreditará mediante el certificado médico expedido por el Escalón Sanitario correspondiente.
    • Tener una braza que sea proporcional a la estatura mínima siguiente:
      • Personal masculino en Unidades, Dependencias e Instalaciones, 1.63 metros.
      • Personal en la Escuela Militar de Aviación 1.65 metros.
      • Personal femenino en Unidades, Dependencias e Instalaciones, 1.60 metros.
      • Suscribir el Contrato de Enganche.
    • Documentos
      • Copia certificada del Acta de Nacimiento o copia certificada de dicho documento, tomada del libro donde se asentó su nacimiento, cuya expedición no sea mayor de tres meses.
      • Clave Única de Registro de Población (CURP).
      • Credencial para votar expedida por el Instituto Nacional Electoral (INE).
      • Certificado de Educación Secundaria.
    • Los aspirantes a causar alta en los Cuerpos Especiales a que se refiere el artículo 102 de la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea mexicanos, además de los requisitos anteriores, deberán acreditar las pruebas físicas de la especialidad, que determine la Sedena.

    Cabe señalar que el personal técnico o especialista no podrá ser mayor de 32 años, salvo que las necesidades del servicio lo justifiquen y previa autorización de la Sedena, se podrá dar de alta a mayores de esta edad.

    Con información de Gobierno de México, Noticieros Televisa y Univision.

    Toda la información e imágenes son de NOTICIEROS TELEVISA.
    Link original: https://noticieros.televisa.com/especiales/mujeres-ejercito-mexicano-historia-breve/

  • Exhiben un rostro femenino inédito en «Otras Mujeres. La decisión de no tener hijos»

    Exhiben un rostro femenino inédito en «Otras Mujeres. La decisión de no tener hijos»

    Como un tema no explorado dentro del arte, la fotógrafa veracruzana Judith Romero presenta la exposición Otras Mujeres. La decisión de no tener hijos, en la que da a conocer alrededor de 40 imágenes de quienes optaron por decisión propia no asumir la maternidad, así como la repercusión social y personal que esto implica.

    Dicha muestra se presenta desde ayer en la Canon Academy, ubicada en Alejandro Dumas, en Polanco, en el marco de FOTOMÉXICO 2019, evento que se inaugura hoy con más de 140 exposiciones con la participación de más de 200 creadoras, en 19 estados del país y durará hasta diciembre.

    El evento cuenta con un amplio programa de actividades, como la exhibición de Romero, quien actualmente reside en Oaxaca y quien menciona que este concepto presentado ante el ojo público, fue difícil abordar pero su intención era abrir un espacio para poder reflexionar a través de las fotografías, videos y testimonios de las mujeres que optaron por decisión propia no tener hijos y no continuar el mandato de una sociedad patriarcal.

    «Se cree que nuestro fin como mujeres es ese (la maternidad) y debe ser una posibilidad y no una imposición. Esta idea documental inició en el 2014 y desde entonces fotografié a mujeres de distintas procedencia a nivel Latinoamérica y también se encuentran voces de Argentina, Brasil, Francia, Polonia y Estados Unidos. Es un proyecto de largo aliento que lleva mucho tiempo y esfuerzo», detalló la artista de la lente.

    Agregó al respecto sobre la dificultad de penetrar en la intimidad de varias personas y de lograr su confianza. «Al final se logró el cometido y está el testimonio de varias mujeres que deciden no tener hijos y no por eso son incompletas o rotas. Yo creo que es todo lo contrario. En las imágenes se ven elementos que nos conectan con espacios íntimos, en lugares que las remiten a su propia identidad», dijo la fotógrafa.

    Agregó que el proceso de elección de las mujeres fue que tuvieran más de 35 años y escogió el tema de acuerdo a su propia experiencia. Por otro lado, Judith Romero mencionó que para este trabajo utilizó una cámara digital y que las fotografías fueran a color.

    Por último, respecto a la realización de un festival dedicado a las mujeres como en esta ocasión en FOTOMÉXICO 2019, la fotógrafa refirió «para mi es muy importante, porque da pie a visibilizar nuestro trabajo y poder conocer el de nuestras compañeras de profesión, un suceso como este se tenía que haber hecho ya, qué bueno que buen, porque no es fácil para una mujer destacar en este medio».

    Toda la información e imágenes son de EL SOL DE MÉXICO.
    Link original: https://www.elsoldemexico.com.mx/cultura/exhiben-un-rostro-femenino-inedito-en-otras-mujeres.-la-decision-de-no-tener-hijos-4353805.html

  • Una medalla no cierra el ciclo de injusticia, dice la hija de Rosario Ibarra, gloria de la lucha social

    Una medalla no cierra el ciclo de injusticia, dice la hija de Rosario Ibarra, gloria de la lucha social

    La Medalla a Belisario Domínguez será entregada a Rosario Ibarra de Piedra ante su incasable lucha por los desaparecidos políticos de la Guerra Sucia.
    “Una medalla no vale la vida de un ser humano, y no es la justicia para ese ser humano. De parte nuestra no se cerrará un ciclo hasta encontrar la justicia. Lo que dice mi madre y nosotros avalamos, es que no hay nada a cambio. ¿Con que se puede resarcir el daño?, nada más que con la justicia y,  esa demanda la mantenemos firme”, señaló Rosario Piedra Ibarra.

    Rosario Ibarra de Piedra no se le podría describir con una sola escena, momento, acción o anécdota, ni se le podría reducir a una frase icónica. De Doña Rosario se tendría que decir que “toda su vida es emblemática”.

    Así lo recalcan, y coinciden, quienes la conocen, quienes saben de su lucha, trayectoria, activismo social y político que realizó junto con Las Doñas, madres de los desaparecidos de la Guerra Sucia.

    El Senado de la República entregará este miércoles la Medalla Belisario Domínguez a Rosario Ibarra de Piedra, activista reconocida por la indomable búsqueda de su hijo Jesús de Piedra, desaparecido después de ser detenido por policías estatales en Monterrey, Nuevo León, en 1975.

    La defensora de derechos humanos fue elegida entre 450 candidatos y candidatas nominadas a este máximo galardón que entrega el Poder Legislativo Federal, entre las que figuraron destacadas personalidades de la vida pública mexicana como la Senadora, catedrática y diplomática Ifigenia Martínez y la periodista y escritora Elena Poniatowska.

    “Doña Rosario se lanzó por los caminos de la patria, por las brechas más pedregosas, por las antesalas de funcionarios más que indiferentes, por las cárceles clandestinas sin más apoyo que su fuerza de voluntad y la generosidad que la caracteriza, y con su Comité Eureka, conformado por otras doñas con hijos desaparecidos, logró encontrar a 150 víctimas de las 500 denunciadas, pero no a su hijo Jesús. Delgada, ágil, de movimientos rápidos y llenos de destreza, en su rostro se delineó muy pronto su determinación, ya que se enfrentó durante años a torturadores, a policías, a políticos, a simuladores”, escribió Poniatowska sobre Rosario Ibarra, en una columna publicada el pasado 13 de octubre en La Jornada .

    En su búsqueda por la verdad y la presentación con vida de su hijo, Doña Rosario hizo historia en el país: fue la primera mujer candidata a la Presidencia de la República; madre de un desaparecido político, como ella, había muchas más en la nación.

    “Ella tenía claro que no iba a ganar, pero la candidatura le permitía presentar la denuncia ante el mundo. Sabía que todo lo que ella hablara, al momento de ser candidata, se iba a publicar. Y la denuncia de ella es que su hijo había sido desaparecido”, recuerda Shula Erenberg, creadora del documental Rosario, un trabajo que se adentró a la vida de la activista.

    Rosario Ibarra de Piedra por recomendación de su doctor y salud no podrá asistir a la ceremonia donde será reconocida con la Medalla Belisario Domínguez. Foto: Cuartoscuro.

    Rosario Piedra Ibarra, hija mayor, destaca en entrevista con SinEmbargo que frente a la adversidad que ha enfrentado su madre –del sistema represivo del Estado mexicano–, siempre ha mantenido la entereza y ha tratado de preservar la unidad familiar .

    “A pesar de ese dolor tan grande que ella sintió al momento en que secuestraron a mi hermano; eso en lugar de arrinconarla o mandarla a algún lugar donde ella se pusiera a llorar, todo eso lo transformó en fortalezas para seguir luchando no sólo por la libertad y presentación con vida de su hijo Jesús, sino por la presentación de los desaparecidos de la Guerra Sucia”, comentó.

    La vieja casona de Xicoténcatl será la sede del evento, al que se espera la asistencia del Presidente, Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, Doña Rosario, por motivos de salud y recomendaciones médicas, no asistirá. Serán sus hijas Claudia y Rosario, quienes acudirán en su representación para recibir el reconocimiento.

    ***

    Doña Rosario Ibarra de Piedra se encuentra tranquila en su casa; ese inmueble con paredes llenas de fotografías y recuerdos, ubicado en Monterrey, Nuevo León.

    La música clásica acompaña gran parte de sus jornadas. Piezas de Beethoven, Mozart, Verdi y Rossini integran su repertorio lírico.

    Los días de Doña Rosario, ahora, a sus 92 años de edad, son serenos. Su familia trata que sean así: “Es justo y necesario que ella esté descansando […] que ella pueda hacer las cosas que le gustan y que tanto se limitó de ellas, precisamente por esta larga lucha de más de 44 años”, narra Rosario Piedra, su hija mayor, en entrevista con esta redacción.

    Doña Rosario es una mujer con esperanza y optimismo. Su carácter alegre, fuerte y amable, su voz firme y franca sonrisa, son aspectos característicos de ella.

    Hoy en día, la vida cotidiana consiste es descansar bien, comer sanamente, para mantener su salud estable, y en momentos de esparcimiento; pero, en tantos ratos, ilustra a quienes están cerca de ella. “En la medida de sus posibilidades, que nos oriente en esta lucha que continuamos todas las familias que integramos el Comité Eureka”, añade su hija.

    Rosario Ibarra de Piedra, tiene 92 años de edad. La mitad de su vida la ha dedicado a buscar a su hijo desaparecido. Foto: Casa Museo de la Memoria Indómita.

    Su vista cansada no le permite devorar los libros con la misma intensidad que hacía tiempo atrás, pero no ha dejado de leer, aunque lo haga con menor frecuencia. Su familia “también le lee y le comenta detalles”, comenta su hija. Rosario Ibarra gusta de ver películas “ya sea actuales y que sabemos que el género le será de interés o películas  que ya hace mucho conoce y le gusta recordar”.

    Hay un factor que en los últimos años no ha cambiado para Doña Rosario: el fantasma de la incertidumbre. Clavada en sus pensamientos, persiste la tormentosa pregunta que no ha podido ser respondida: ¿Dónde está su hijo Jesús?, ¿qué pasó con él?, ¿dónde están los desaparecidos políticos?

    “Lo que más extraña es a Jesús. Una parte muy importante de la familia, en el caso de mi madre, es su hijo. Es mi hermano, lo que ella más añora”, comparte Rosario Piedra.

    La familia Piedra Ibarra se prepara para el galardón. Durante el fin de semana, Doña Rosario redactó el discurso que será leído por alguna de sus dos hijas. Integrantes del Comité Eureka acudirán también a la ceremonia.

    Al ser el máximo galardón que entrega el Senado de la República, significa el reconocimiento del estado Estado a la lucha de una mujer indómita, que empezó a hacer activismo en una época sin redes sociales, con medios masivos bajo control de Gobierno y con una fuerte represión. Ahí es donde –para muchos– radica mucho de su mérito.

    “La historia reivindica a Rosario Ibarra después de su lucha y la búsqueda que hizo durante años y años de su hijo”, expresó en días pasados la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, entrevistada sobre el galardón.

    Shula Erenberg reitera: “es una mujer muy valiente para su época, donde era muy difícil para cualquiera poder tener acceso a oficinas del Estado, a personajes como fue Gutiérrez Barrio, Secretario de Gobernación. Fue una mujer muy valiente como se enfrentó y todos los artilugios que utilizó para hacerse escuchar”.

    Rosario Ibarra de Piedra cuando recibió la Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad en Monterrey en 2011. Foto: Cuartoscuro

    NO VALEN LOS RECONOCIMIENTOS SIN JUSTICIA

    Doña Rosario entiende esta medalla como el reconocimiento del Estado mexicano, un reconocimiento que no hicieron los gobiernos anteriores, platica su hija, sin embargo, “ella no quiere el reconocimiento, sin justicia”.

    Su clamor es el mismo que hace más de cuatro décadas: verdad y presentación de los desaparecidos.

    “No es nada más con reconocimientos como se va a lograr establecer la justicia. La justicia se tiene que llevar a través de la investigación, de saber qué pasó con nuestros familiares; saber dónde están; ¿continúan con vida?, ¿quiénes son los que pudieran estar con vida? todas esas interrogantes que nos hemos planteado durante más de 40 años y sobre todo ella, junto con las familiares del Comité Eureka”, dice Piedra Ibarra.

    Rosario comparte la pesada e inevitable preocupación que abraza a cientos madres de personas desaparecidas: no quiere cerrar por última vez sus ojos, sin antes saber que pasó con su hijo. Es por ello, que la demanda y exigencia  búsqueda de los desaparecidos, siempre es imperativa.

    Rosario Ibarra de Piedra ha mantenido su sonrisa franca pese a la adversidad. Foto: Cuartoscuro

    ¿QUIÉN ES ROSARIO IBARRA?

    María del Rosario Ibarra de la Garza nació en Saltillo. Fue la única mujer de tres hermanos, hija de ingeniero agrónomo de origen vasco, egresado de la Escuela Hermanos Escobar de Ciudad Juárez, Chihuahua.

    El activismo de Doña Rosario inició tras la desaparición forzada de su hijo Jesús Piedra Ibarra el 18 de abril de 1975 en Monterrey, Nuevo León. Sin embargo, Rosario no creció alejada de la política, ni de la lucha social. Era hija de un militar en la Revolución mexicana.

    “Su padre había tenido participación política con Lázaro Cárdenas. Y la formación que ella tuvo de pequeña, por parte de su madre, aunque fue para casarse; pero, entre las cosas que su madre le enseñó, fue oratoria y, la verdad, es que ella es una excelente oradora”, relata Shula Erenberg.

    Para la realización del documental, Shula convivió y siguió de cerca los pasos de la activista por dos años. “Me sorprendía a cada rato. Todo de ella es una enseñanza”, recuerda la documentalista.

    Rosario Ibarra de la Garza se casó con el doctor Jesús Piedra Rosales, integrante del Partido Comunista Mexicano. Desde entonces, uso como nombre Rosario Ibarra de Piedra. La pareja tuvo cuatro  hijos: Rosario, Jesús,  Claudia y Carlos.

    La familia siempre estuvo comprometida con la causa social, incluso antes de 1968: “Éramos estudiantes que estamos muy comprometidos y muy inmersos en la problemática de este país […] Luego, el “68” nos sacude a todos, y después viene la represión de 1972”, recordó Rosario Piedra en un conversario realizado en la Casa de la Memoria Indómita, uno de los logros de su madre.

    Jesús, estudiante de medicina, de entonces 21 años de edad, fue detenido y desaparecido por policías estatales el 18 de abril de 1975. Lo acusaban de pertenecer a un grupo armado comunista y de presuntamente participar en el asalto y asesinato del reconocido empresario regiomontano, hijo del fundador de la Cervecería Cuauhtémoc, Don Eugenio Garza Sada, en septiembre de 1973.

    La labor social de María del Rosario Ibarra fue encaminada hasta la política. Foto: Casa Museo de la Memoria Indómita.

    La hermana de Jesús Piedra comentó –en aquella rueda de prensa previa– que al enterarse de su arresto, la familia jamás se imaginó lo que vendría después.

    “La noticia de su detención trascendió hasta el 30 de abril y nosotros ilusos, ilusos, porque creíamos que lo acababan de detener, inmediatamente nos movilizamos y tocamos todas las puertas de todo aquello que nos pudiera decir donde estaba mi hermano, pero no nos daban noticia”, dijo.

    Y añadió: “un abogado dijo ‘no se preocupen, al rato lo van a presenta’, él tenía la plena confianza que así iba hacer. Pasó un día, pasa otro, los días se convirtieron en semanas en semanas, y las semanas en años”.

    En su búsqueda, ella estableció contacto con las abuelas de Plaza de Mayo, y fue así como empezó a visibilizar la represión, los presos políticos del país.

    Erenberg  lo detalla: “Ella tuvo la capacidad de darse cuenta que había una denuncia que estaba sucediendo en todo el continente, entonces va teniendo contacto con familiares de desaparecidos de muchas partes de México, y a partir del contacto con ellas, ella empieza a liderar, hacer labor gestión, se empieza a dar cuenta de la importancia que tenía poder juntarse con otras madres y empezar hacer denuncia y tomar protesta juntas, porque sola no la iban a lograr. Va tomando contacto con madres de Plaza de mayo en Argentina, va juntándose con familiares de desaparecidos de todo el continente”,

    En cuatro ocasiones ha sido candidata al Premio Nobel de la Paz: 1986, 1987, 1989 y 2006. Foto: Casa Museo de la Memoria Indómita.

    En abril de 1977, Rosario Ibarra fundó el Comité Pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos, mejor conocido como Comité Eureka.

    Junto con Las Doñas, encabezó diversas huelgas de hambre para pedir amnistía los presos políticos, víctimas de la represión que encabezaron los presidentes Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez. La primera huelga de hambre en el país, la realizó en la acera de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, en 1978. Su movimiento logró la liberación de 2 mil presos políticos.

    La  labor social de María del Rosario Ibarra fue encaminada hasta la política: fue dos veces candidata a la Presidencia de República, en 1982 y 1988, por el extinto Partido Revolucionario de los Trabajadores, lo que la convirtió en la primera mujer aspirante a ocupar ese cargo.

    Aunque su hija ha aclarado y asegurado que Rosario jamás militó para un partido político.

    “Ante el triunfo del ex Presidente Carlos Salinas de Gortari, en 1988, participó activamente en la protesta por el fraude electoral de ese año, calificado así por la oposición”, dice su biografía.

    La activista de izquierda ocupó una curul en el Senado de la República en el año 2006, desde donde se unió a la lucha para exigir el esclarecimiento de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez y de las matanzas de indígenas en Chiapas y Guerrero, durante el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León.

    Además, en cuatro ocasiones ha sido candidata al Premio Nobel de la Paz: 1986, 1987, 1989 y 2006.

    Junto con Las Doñas, Rosario Ibarra encabezó diversas huelgas de hambre para pedir amnistía los presos políticos. Foto: Casa Museo de la Memoria Indómita.

    El Comité Eureka ha sido pionero en la lucha por los derechos humanos, destaca en entrevista Rosario Piedra. Este colectivo  fue el que acuñó la reconocida frase “Vivos se los llevaron, vivos  lo queremos”, la cual, desafortunadamente ahora también se ha dado a conocer en todo el mundo a raíz de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.

    Se trata de un grito esperanzador, explica la hija, porque en palabras de Doña Rosario Ibarra a los desaparecidos “no los podemos matar ni con el pensamiento, porque eso sería volverlos a traicionar”.

    “Fue hace más de 40 años que se acuñó ese grito y, lamentablemente, creímos que iba a parar ahí, pero con toda la represión brutal que se ejerció en los sexenios anteriores, vino a traer a este país a miles y miles de desaparecidos, y esto es algo muy terrible, porque se ha retomado este grito. Nosotros hubiésemos querido que se hubiera quedado en la memoria y no que estuviera vigente”, añade Rosario Piedra.

    La desaparición forzada no era solo llevarse a la víctima, sino era desaparecer todo rastro indicio de esa persona o el activista.

    Junto a Andrés Manuel López Obrador, entonces ex candidato presidencial, encabezó un acto en “defensa del petróleo” en el Zócalo de la Ciudad de México en el año 2008. Foto: Cuartoscuro.

    Cuando Doña Rosario buscaba a su hijo, justo con varias madres, el Gobierno les decía ya estaban muertos, que los habían aventado de una avioneta al mar o estaban enterrados.

    “Eso lo aprendimos conforme a la lucha, esa era la intensión, borrar la memoria de estas personas, y entonces, el Comité Eureka hizo lo contrario, o sea, traerlos a la luz”, remora.

    Por ese motivo, insiste la defensora, no aceptan que sus desaparecidos estén muertos porque eso significaría facilitarle al estado poder deslindarse de su responsabilidad de buscarlos. “La desaparición forzada no prescribe es un delito de lesa humanidad, hasta que la víctima aparece viva o muerta”, comentó.

    Toda la información e imágenes son de SinEmbargo.
    Link original: https://www.sinembargo.mx/22-10-2019/3665999
  • Mexicanas trabajan 3 veces más que los hombres sin pago: OCDE

    Las mujeres de 15 a 64 años dedican más tiempo que los hombres a labores como el cuidado de los hijos, de acuerdo con un informe de la OCDE.

    México sigue siendo el país de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) donde las mujeres destinan más tiempo a realizar labores sin recibir pago, según el texto “Política Social para la Prosperidad Compartida”.

    Las mexicanas de 15 a 64 años dedicaron seis horas con 23 minutos a labores no remuneradas —tareas domésticas, cuidado de niños y adultos, etcétera— en promedio en 2016, contra las dos horas con 26 minutos que laboraron las féminas en Suiza.

    En tanto, los hombres de México invirtieron dos horas y 16 minutos a estas labores sin pago.

    En todas las naciones de la OCDE, las mujeres trabajan más horas que los hombres sin recibir remuneración, pero Suiza y Canadá es donde menos horas laboran. En Canadá ellas trabajaron tres horas con 43 minutos.

    De la OCDE, México fue el tercer país con el menor gasto público social, con 7.5 por ciento del PIB; la media fue 21 por ciento.

     

    Toda la información e imágenes son de EL FINANCIERO.
    Link original: https://www.elfinanciero.com.mx/economia/mexicanas-trabajan-3-veces-mas-que-los-hombres-sin-pago-ocde