El Congreso local resolvió que el Código Civil solo reconocerá el matrimonio entre hombre y mujer. Y si bien redujo la sanción para mujeres que aborten, el castigo seguirá siendo de cárcel.
Tras casi siete horas de discusión, el Congreso de Puebla —en el que Morena es mayoría— cerró la puerta tanto a los matrimonios igualitarios como a la despenalización del aborto.
En cuanto al matrimonio igualitario, el diputado sin partido Marcelo García Almaguer presentó una reserva para no discriminar a las personas de la población LGBT+ y para lograr que se les reconocieran sus derechos, a partir de los criterios que ha establecido la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Sin embargo, 27 legisladores se opusieron, entre ellos, la morenista Vianey García, quien en su toma de protesta llegó al pleno del Congreso poblano con una bandera del movimiento LGBT+. En contraste, seis diputados votaron a favor del reconocimiento de los matrimonios igualitarios y otros seis se abstuvieron.
La discusión llegó al Legislativo poblano a raíz de una iniciativa del gobernador Miguel Barbosa, aunque esta solo planteó eliminar del Código Civil que la finalidad del matrimonio es “perpetuar la especie”. Se mantuvo el reconocimiento únicamente a las uniones heterosexuales, pese a llamados a ir más allá.
Tras esta votación, el petista José Juan Espinosa Torres criticó a sus compañeros del bloque Morena-PT-PES. Incluso, los llamó “traidores” por negarse a “hacer historia” y por “seguir incentivando la homofobia, la discriminación y los crímenes de odio”.
Antes, el diputado morenista Héctor Alonso Granados subió a tribuna con el pin de un feto y pidió a sus compañeros no ser rehenes de “minorías”, lo que provocó que activistas que se encontraban en galerías del recinto le gritaran “¡homofóbico!”.
La priista Rocío García Olmedo también buscó modificar el artículo 294 del Código Civil para que el matrimonio fuera definido como “unión entre dos personas”, pero su planteamiento fue rechazado y la definición quedó en que será entre “un solo hombre y una sola mujer”. Ante el rechazo, adelantó que pedirá a la Comisión Estatal de Derechos Humanos presentar una acción de inconstitucionalidad contra esta norma.
Por desconocimiento de la ley, estereotipos de género o simplemente por una serie de prejuicios, en México la mayoría de las mujeres encarceladas por abortar fueron juzgadas por los delitos de homicidio; homicidio en razón de parentesco o infanticidio, y no por la interrupción de su embarazo, lo cual las ha condenado a penas de prisión más severas.
La organización feminista de Las Libres, con sede en Guanajuato, ha documentado que actualmente hay al menos 100 mujeres en cárceles del país, siendo indebidamente juzgadas por delitos considerados graves, y pagando condenas hasta de 50 años prisión, lo que las dejaría lejos del perdón que plantea la Ley de Amnistía propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Bajo esta lógica va a beneficiar a muy pocas mujeres tratándose de aborto, porque las mujeres están por homicidio en razón de parentesco, cuando se trató de un aborto espontáneo o de mujeres víctimas de violación”.
Hasta 2017, unas 44 mujeres estaban en prisión preventiva por la interrupción de su embarazo y apenas una veintena cumplía su sentencia condenatoria, debido a que el aborto es un delito que en la mayoría de las entidades del país se castiga con penas que no sobrepasan los tres años de prisión. La ley establece que si la condena es menor a seis años se puede cumplir en libertad bajo caución. Únicamente en Sonora hay una pena máxima de seis, por lo que en la actualidad todas podrían estar ya en libertad.
Los 31 códigos penales del país contemplan el delito de homicidio; al menos 10 estados el homicidio por razón de parentesco. Otros más, el infanticidio, parricidio o matricidio. Delitos que “cuadran” para juzgar de manera excesiva a las mujeres que deciden abortar o que lo hacen de manera espontánea por partos prematuros o emergencias obstétricas.
“La mayoría ocultaron su embarazo por miedo a sus padres o sus parejas. Son mujeres indígenas y pobres que no pueden defenderse, así que ¿para qué quieres una ley de amnistía? ¿A quién vas a sacar de la cárcel si no hay mujeres en la cárcel por aborto?”.
Las acusadas de homicidio y no de aborto, tiene otro común denominador, sus embarazos estaban entre el segundo y tercer trimestre, además, tuvieron abortos espontáneos, así lo dice la carpeta de investigación de Alma N, quien pasó 10 años encarcelada en Guanajuato por homicidio en razón de parentesco. Tenía 18 años, cuando se desmayó y perdió al bebé, pero los médicos que la atendieron la denunciaron y haber ocultado su embarazo y que el producto no fuera concebido por su pareja fueron agravantes.
Un estudio del INEGI reporta quiénes son los principales violadores de niñas en México y más cifras sobre la situación de abuso sexual en el país.
Los principales violadores de niñas se encuentran en el hogar
El recuento realizado en 2016 con vigencia a cinco años, advierte que los principales violadores forman parte del círculo familiar más cercano; siendo así que los tíos ocupan el 20.1% y primos el 16%; de ahí se derivan hermanos con el 8.5%, otros familiares el 6.4%, la pareja de alguno de los padres 6.3%, el padre el 5.8%, el abuelo 3.7% y al final la madre con el .5%.
Durante esta investigación que menciona que los principales violadores de niñas en México hay que resaltar que el 6.4% de las niñas que han reconocido contacto sexual, el 3.9% han sufrido de intento de sexo forzado; 3% fueron obligadas a mostrar los genitales; sexo forzado el 2.5%; por dinero o regalos el .8% y otro .8% que fueron obligadas a ver pornografía.
¿Sabías que México ocupa el primer lugar, a nivel mundial, en abuso sexual infantil, violencia física y homicidio en menores de 14 años? Pues estas cifras concuerdan con la cifra que menciona la ENDIREH donde se informa que el 60% ha sufrido algún tipo de violencia, desde emocional, económica, sexual o incluso discriminación en algunos espacios que van desde el hogar, los laborales y hasta escolares.
«Hace dos años acabé en comisaría porque una chica decidió denunciar y lo quiso hacer directamente a través de la Guardia Civil porque las herramientas de la UCM le hicieron sentir desprotegida. Se sentía más en peligro en la universidad que fuera». Mirari fue alumna de la Facultad de Ciencias de la Información de la Complutense y ella recuerda así uno de los momentos que vivió entre sus paredes, cuando tuvo que acompañar a una amiga a poner una denuncia por una violación. Esta es una de las más graves situaciones que se han dado, pero a día de hoy hay muchas personas sufriendo acoso sexual de muchos tipos, la mayoría de ellos normalizados por la sociedad.
«Claro que no me siento a salvo en la universidad, ni en ninguna situación de mi vida. En cuanto eres consciente de cómo nos tratan, de lo que somos para ellos… No puedes sentirte a salvo. Ellos tienen el poder y la libertad de hacer con nosotras lo que quieran sin ningún tipo de represalia, esto no puede seguir siendo así». Con estas palabras tan duras responde Sara, miembro de Olympias, cuando le preguntas por su seguridad en las aulas.
Y, aunque es cierto que se están empezando a poner en marcha medidas para la igualdad en la Complutense, la realidad es que aún no se ha conseguido lo que realmente es importante: proteger a las chicas (también hay casos de chicos) que están siendo acosados sexualmente en las diferentes facultades. Lo más urgente es asegurarles que si ponen una queja por el abuso sexual de un profesor van a estar a salvo. «Tú piensa que la universidad tiene todos nuestros datos. Teléfono, domicilio, familia… si te atreves a denunciar a un profesor, él se puede apañar para conseguir esa información y amenazarte de una manera u otra. Esto ha llegado a pasar. Es una relación de poder y al no haber unas herramientas eficaces la gente no se atreve a abrir la boca», asegura la ex alumna Mirari, quien durante sus años de máster en la facultad de Ciencias de la Información formó parte de la Asociación feminista Scila y tuvo la oportunidad de vivir en primera persona muchos casos de acoso sexual.
Lo más importante es poner medidas rápidas
Sara, que ha sido testigo de muchas alumnas que lo han sufrido desde la Asociación Olympias, tiene muy claro que se podrían hacer cosas con muy poco esfuerzo, medidas que no costaría nada aplicar. «Lo más importante es poner medidas rápidas, por ejemplo, si una alumna se siente acosada, cambiarla de grupo de clase al momento. Otra sería que le den la simple opción de cambiarse de asignatura. Ya ves tú qué complicado….». Otro de los puntos que esta alumna ve imprescindible es que las modificaciones se realicen a nivel facultad y no a nivel Complutense, porque si no la efectividad se pierde. «Los casos, los profesores, son muy concretos. Ir al Decanato o al Rectorado no sirve de nada porque ni conocen quien es el profesor. Las nodos de igualdad (profesoras voluntarias formadas en género), por ejemplo, al estar aquí les han dado clase a las alumnas, les pone cara, eso es cercanía, es contacto directo, podrían luchar más. Los cambios que realmente van a tener efectos son a nivel facultad».
Estar día a día en las clases, los pasillos y en contacto con las alumnas y los alumnos es imprescindible para comprender la magnitud del problema y poder tomar decisiones adecuadas y efectivas que proporcionen herramientas reales. «En la universidad nadie te da información, ni te dicen dónde ir a buscarla, ni mucho menos te dan facilidades. Se supone que te deben informar, pero realmente no nos han dado el “cómo”. Yo sé que hay un comité que se dedica a eso, pero en los momentos que ha habido denuncias, se quedan a un lado. Desde la asociación Scila lo que intentábamos hacer es dar ayuda a aquellas personas que nos la pedían, porque el protocolo no funciona», cuenta Mirari.
«La UCM se compromete a difundir y a dar a conocer este Protocolo, una vez se apruebe en Consejo de Gobierno, a todas las personas incluidas en el ámbito subjetivo de aplicación, y a su difusión mediante su publicación en la página web de la Universidad y en cualesquiera otros medios de comunicación disponibles, de modo que toda la comunidad universitaria, así como las empresas, entidades e instituciones que colaboren con la Universidad lo conozcan y sepan el procedimiento de actuación….». «La UCM se compromete a promover, a través de la Unidad de Igualdad de Género y de la Oficina de Diversidad Sexual e Identidad de Género, cursos y actividades formativas, de prevención, de concienciación y de buenas prácticas en relación con el acoso sexual, por razón de sexo, por orientación sexual e identidad y expresión de género.».
Así de claro queda, en el «Protocolo para la prevención, detección y actuación ante situaciones de acoso sexual, acoso por razón de sexo (sexista) y acoso por orientación sexual e identidad y expresión de género de la Universidad Complutense de Madrid», lo importante que es informar al alumnado de los cauces a seguir para enfrentar una situación de acoso sexual. Debido a la antigüedad del texto y a que la sociedad está avanzando mucho en todo lo que al feminismo se refiere, la universidad está trabajando en ello para mejorar los fallos que pueda tener. «Ahora estamos realizando un diagnóstico de los problemas y virtudes del plan aprobado hace cuatro años, para sacar este curso el nuevo Plan de Igualdad», explica Isabel Tajahuerce, Delegada del Rector para la Igualdad y profesora de Comunicación y género.
La visualización del «cómo» es uno de los primeros pasos para acabar con esta lacra. Pero es un hecho que hasta ahora hay muy poca documentación e información que dé al alumnado las herramientas para saber el modo oficial de actuar y, la poca que se da, es completamente inútil. «Ni durante el primer curso, ni ahora en cuarto de carrera me han informado sobre el protocolo de acoso», resalta Sara con una risa que a la vez demuestra una gran indignación. Esta alumna, muy luchadora y con una gran conciencia del cambio más que necesario para su facultad, está en cuarto de carrera y afirma que no informan ni siquiera de qué límites tienen el profesorado. No hay nada que frene a los profesores a acercarse, ni mucho menos que les de unas directrices del vocabulario que deben utilizar. Es más que necesario implantar una normativa que deje claro cuando pueden quedar con el alumnado, o si pueden verse o no fuera del horario que tienen establecido para tutorías. Todo eso no está limitado por Decanato.
«Tú, cómo estás muy buena y eres muy guapa, vas a tener trabajo»
Se está avanzando sobre el papel, está claro. Ahora hay una Unidad de Igualdad y desde el año pasado un protocolo oficial para actuar en casos acoso sexual. Incluso este curso se está empezando a repartir una guía para detectar este tipo de acoso. Isabel Tajahuerce destaca cómo se están implantando en todas las facultades «Nodos de igualdad» para que el nuevo Plan, que están planificando en estos meses, sea más participativo. Las nodos de igualdad son referentes que hay en cada facultad que les acercan cada una de ellas el plan de igualdad y, movilizan a su vez, a todo el alumnado y personal de la UCM y busca que estos aporten sus propuestas al nuevo Plan. Una de esos nodos es Yanna G. Franco, profesora de economía y Nodo de igualdad en Ciencias de la Información. Ella es la encargada de recabar información para la Unidad de Igualdad, con el fin de mejorar el protocolo de acoso sexual haciéndolo más efectivo y eficaz. «Es un puesto voluntario para una persona con formación en género y que quiera ayudar. Las nodos estamos para descentralizar el Plan de Igualdad porque la Complutense es muy grande y si no se producirían muchas diferencias», nos cuenta Yanna.
Todo eso está muy bien, es un avance. Pero la realidad y el día a día es un cuento diferente. Las medidas que existen no tienen casi efecto en la vida de las personas que sufren estas agresiones. «Nosotras queremos que los profesores sepan que si hacen algo que no es mínimamente correcto va a tener consecuencias porque ahora mismo no es así, se sienten con toda la libertad, ellos son los que se sienten a salvo. A una amiga un profesor en una tutoría le dijo: «Tú, cómo estás muy buena y eres muy guapa, vas a tener trabajo». Yo no quiero que un profesor pueda decir eso», lamenta la integrante de Olympias.
Sara forma parte de esta asociación feminista que fue creada en 2016 para luchar sin descanso por conseguir la verdadera igualdad dentro de la universidad. El origen de Olympias está en un grupo chicas de Colombine. Ellas se dieron cuenta que no había un espacio en la facultad para las mujeres y que solo existían asociaciones de estudiantes centradas en el tema estudiantil. «No encontrábamos ningún refugio para nosotras y sobre todo para luchar contra las múltiples agresiones de profesores a alumnas, de las que éramos conocedoras. Y, sobre todo, quisimos crear un espacio en el que estuviésemos nosotras solas, para hablar de los temas que nos importaban y que no nos sentíamos seguras, ni cómodas, hablándolos delante de los chicos, porque no nos iban a entender de la misma manera que en un espacio solo de mujeres».
Acercándote a estas mujeres, escuchando sus historias y sus experiencias eres consciente de la gran necesidad que hay en estos centros de cambiar las normas establecidas durante décadas y de lo difícil que es conseguirlo. «Nos han escrito con casos muy graves de acoso, hasta incluso de violaciones. Chicas que se crean cuentas falsas en Instagram para contarnos situaciones terribles que viven aquí en la facultad. Es desesperante que no tengamos apoyo de ningún tipo y que las chicas tengan que recurrir a esos métodos para hablar con alguien de lo que les pasa. De todos los casos de acoso sexual que ha habido en la facultad, que han sido cientos te lo aseguro, solo hay sido penalizado un profesor. Ha habido tantas mujeres que han querido presentar quejas… pero la mayoría no lo hace, porque saben que no va a servir para nada».
Toda esta situación de impotencia que relata esta alumna queda en evidencia si miras los números y las estadísticas. La misma Unidad de Igualdad de la Universidad Complutense realizó el año pasado una encuesta al 25,7% de la población universitaria, un total de 21.500 personas que contestaron a sus preguntas. Los resultados son más que alarmantes.
Los micromachismos como chistes, bromas o piropos ofensivos de carácter sexual los han sufrido más de 5.500 personas. El 25,5% de la gente encuestada se ha sentido incómoda o invadida por gestos y miradas lascivas. Casi 4.000 han tenido que escuchar comentarios sexuales que no deseaban. Más del 4% de los que respondieron a las preguntas han sufrido tocamientos que bajo ningún concepto querían. Es difícil creer que 135 personas han sido chantajeadas o sobornadas a cambio de beneficios laborales o académicos, pero es real. Los abusos con relaciones sexuales no consentidas en la UCM llegan a la friolera de casi 150. Y más de 100 personas han tenido que vivir un asalto o agresión sexual con fuerza física. Todos estos datos proporcionados por la propia universidad representan a menos de la mitad de la gente que habita la Complutense, lo que deja en clara evidencia la necesidad de medidas urgentes y radicales para frenar y acabar cuanto antes con estos comportamientos.
Es cierto que vivimos en una sociedad en la que por desgracia el acoso sexual aún está a la orden del día y que para que haya un cambio en las instituciones debe producirse antes en los individuos, pero un centro educativo tendría que ser el primero en dar ejemplo y representar valores como la igualdad para todo el alumnado. Deberían buscar soluciones sencillas para proteger a todas aquellas personas que están indefensas. Puede parecer complicado, de hecho, cambiar las cosas lo es, pero implantar medidas que influyan en el día a día de una alumna acosada por un profesor es posible.
Establecer buzones de denuncia públicos
«Lo primero podría ser establecer buzones de denuncia públicos. También sería importante que informaran de los protocolos existentes nada más entrar a la universidad. Y una de las cosas que me parecen más imprescindibles es que la Complutense se posicione claramente en contra del acoso sexual, que dé la cara y acepte los casos que se han dado». Estas son algunas de las sencillas ideas que nos cuenta Mirari y que podrían hacerse en unos pocos días. Ella misma comenta, una vez más, lo crucial que es proteger a las víctimas por encima de todo y que no se vuelvan a respaldar al profesorado que acosa sexualmente a alumnas y alumnos con total impunidad, llegando a colocarlos en otros estamentos o simplemente haciendo la vista gorda cuando estos eran denunciados. «Con uno de esos profesores pusimos un buzón de denuncia y nos llegó información de gente que hacía más de diez años que estaban fuera de la universidad. Osea que es algo que ha hecho sistemáticamente y nadie le ha parado los pies».
Gracias a personas como Sara o Mirari, que luchan para cambiar las cosas, a veces se consigue poco a poco ver luz al final del túnel. El año pasado unas chicas acudieron a Olympias para quejarse del comportamiento inapropiado de un profesor. Relataron los comentarios machistas, homófobos y racistas que se daban en su clase. Al ser muchas las alumnas y alumnos que protestaban, reunieron firmas y las llevaron al Decanato. Yanna, la nodo de igualdad, les informó de cómo ponerse en contacto con la Unidad de Igualdad de la Complutense. «A partir de ahí presentamos la queja y se hizo una investigación de servicio al profesor en cuestión, lo que implica que puede tener revisiones aleatorias en sus clases para dar parte de lo que hace. La queja sigue en trámite pero, gracias a todo lo que hicimos, este año ya no da clase en esta facultad. Incluso conseguimos que las chicas que se sentían acosadas fueran examinadas por otra profesora».
Acudir a Olympias o a Scila son algunas de las acciones que pueden llevar a cabo todas aquellas mujeres que hayan sufrido algún tipo de acoso sexual en la Facultad de Ciencias de la Información, ellas seguro que harán todo lo que esté en su mano para ayudar. Desde que la asociación de Sara comenzó su andadura están consiguiendo pequeños cambios que seguro marcarán la diferencia para mucha gente. Transformaciones como el simple hecho de quejarse cuando un profesor en clase muestre una actitud machista. «Un día uno de ellos afirmaba: «Sí, porque el hombre en la historia de la humanidad…», y yo no quiero que un profesor hable con ese lenguaje. Estoy en cuarto de carrera y nosotros vamos a crear el contenido de los medios de comunicación, que es un agente socializador, si yo tengo perspectiva de género, la gente va a leer desde esa perspectiva. Yo en el último curso de periodismo espero que un profesor sepa hablar desde un lenguaje neutro y no discriminatorio». Esta es una de las mil formas que Sara tiene para conseguir un cambio a largo plazo.
Elaborar un listado de palabras que son machistas
Desde su asociación están realizando un listado de palabras que son machistas y no se deberían utilizar en un aula, en el mismo añadirán las palabras neutras que pueden sustituir a las incorrectas. Su intención es que así el todo el alumnado se sienta incluido en el lenguaje. En el momento que la terminen la repartirán por todas las clases para que aquellos profesores y profesoras que quieran aplicarlo en sus clases tengan esa herramienta tan necesaria. «Con que un profesor lo aplique ya habremos ganado algo», afirma Sara con una gran sonrisa.
Los primeros pasos ya están aquí, pero solo es un grano de arena en la playa para muchas personas que, durante años, han tenido que sufrir situaciones como mínimo injustas entre las paredes de su universidad. Proteger, y con la mayor rapidez, es el paso más importante para que aquellas alumnas y alumnos que quieran denunciar el acoso sexual que están sufriendo. De no tomar las medidas necesarias el silencio seguirá siendo la ley máxima en las aulas.
Una Comisión de la FIFA estará presente esta semana en Teherán para prestar apoyo en las operaciones que permitirán por primera vez desde hace 40 años el acceso de las mujeres a un partido de fútbol, el que enfrentará a Irán y Camboya el próximo día 10.
La comisión estará formada por responsables en materia de derechos humanos, seguridad y competiciones, según informó la FIFA, al igual que la propia delegación ya envió a este país a finales de septiembre para abordar con las autoridades iraníes el libre acceso de la mujer a los partidos de fútbol.
Aquellos contactos se produjeron después de la muerte de la joven Sahar Jodayari, de 29 años, que se inmoló al saber que podría ser condenada a seis meses de cárcel por intentar entrar a un estadio de fútbol disfrazada de hombre, en marzo pasado, para ver el partido entre el Esteghlal y club emiratí Al Ain
Jodayarí, conocida como la «chica azul» por los colores de su equipo, el Esteghlal, pasó dos días en la cárcel de Gharchak por ello y fue liberada a la espera de juicio, pero, cuando supo que podía enfrentarse a una condena de seis meses de cárcel se prendió fuego.
Tras sufrir quemaduras en el 90 por ciento de su cuerpo la joven falleció en un hospital de Teherán el 9 de septiembre y su muerte, además de convertirla en un símbolo de la lucha por la igualdad provocó numerosas reacciones, entre ellas la de la FIFA.
Su presidente, Gianni Infantino, anunció el último 22 de septiembre que Irán permitirá este jueves que las mujeres entren al estadio Azadi para presenciar el partido de clasificación para el Mundial de Catar 2022 entre la selección iraní y la de Camboya.
Pero a tres días del partido el modo en que Irán va a abrir las puertas ya es objeto de críticas. Organizaciones como Human Rights Watch (HRW) y Open Stadiums han cuestionado que haya limitación en el número de entradas para el público femenino con 4.600 de las 78.000 localidades del estadio.
También que éstas estén ubicadas en un espacio solo para mujeres. La agencia iraní IRNA ha anunciado la venta de 3.500 tickets.
Irán es el único país que mantiene este tipo de prohibición para las mujeres en el fútbol, ya que en Arabia Saudí no existe prohibición absoluta, que desapareció a principios de 2018 pero sí condiciones como ir acompañadas de hombres y ubicarse solo en zonas reservadas para familias.
El hecho de que la Supercopa italiana entre Juventus y Milan se jugara el pasado enero en Yeda generó un importante rechazo en Italia, donde desde el Gobierno se llegó a decir que «los intereses económicos no pueden prevalecer sobre los derechos».
Pero el partido se jugó con cerca de 62.000 personas en el estadio King Abdulla y un gol de Cristiano Ronaldo dio la victoria al equipo de Turín. La Federación Española de Fútbol (RFEF) admitió en abril que «se había hablado de Arabia Saudí como una opción» para acoger la Supercopa el próximo enero.
Hace días, el 24 de septiembre, la UEFA pidió a los clubes europeos que no jueguen en países con estas prohibiciones. «No podemos castigar a nadie, está fuera de nuestra jurisdicción, pero eso no significa que debamos callarnos y decir que no podemos hacer nada», dijo su presidente, Aleksander Ceferin.
En este escenario el Irán-Camboya ya es más que un partido de fútbol. En su trasfondo está el debate sobre si la apertura de puertas de un campo de fútbol a la mujer será solo simbólica o verdadera, caso que rompería alguna barrera histórica de Irán y su deporte. El país vio cómo su equipo femenino de fútbol no pudo participar en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
La vestimenta que solo dejaba al descubierto la cara y las manos de sus jugadoras fue considerada inadecuada tanto por la FIFA como por el COI, que ya en la primera Conferencia Mundial Mujer y Deporte que celebró en 1996 se topó con el contundente mensaje de la vicepresidenta entonces del Comité Olímpico Iraní, Fazeh Hafhemi.
«Tratar irrespetuosamente las costumbres culturales lleva al aislamiento. Las mujeres musulmanas corren el riesgo de ser ignoradas por el hecho de mantener su moral, tal y como está establecida en la sagrada religión del Islam», opinó Hafhemi.
El 15 de octubre se cumplirán 23 años de este mensaje, junto cuando Irán afronta una fecha que puede ser histórica, tanto como ya lo es el pasado 30 de septiembre en Sudán, con el inicio de su primera liga femenina de fútbol con 21 equipos, y también el pasado día 4 en Arabia Saudí por el mismo motivo, aunque de momento sin televisión y solo para un público femenino.
El combate a la violencia política contra las mujeres avanza en la capital del país. En septiembre, el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) aprobó en sesión extraordinaria el “Protocolo de Acciones para evitar, erradicar y atender la violencia política de género”, lo que representa un gran paso en esta materia.
Sin embargo, este logro podría fracasar si los partidos políticos no tienen la intención de intervenir en el tema al interior de sus filas.
Durante las últimas elecciones de 2018, la capital fue una de las entidades donde las mujeres sufrieron más violencia política de género.
La Fiscalía Especializada Para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE) informó que durante el proceso electoral de 2018 se presentaron 300 denuncias por violencia política de género en la Ciudad de México.
Mientras que la Evaluación sobre la Violencia Política contra las Mujeres en razón de género en el Proceso Electoral 2017-2018 en la capital, realizada por el IECM, indica que la capital fue la segunda entidad con más incidencia de actos contra los derechos políticos de las mujeres.
La violencia política de género es cuando una persona viola e impide a otra el pleno ejercicio de sus derechos políticos electorales como el votar y ser votado
El mecanismo, recién publicado el 24 de septiembre de 2019, tiene como precedente directo la sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que ordenó al IECM diseñar un protocolo ante la violencia política de género de la que fue víctima la excandidata del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), María Rojo, durante las elecciones para alcalde en 2018 en Coyoacán.
En un primer momento, en septiembre de 2018, la Sala Regional del TEPJF ordenó al IECM realizar una elección extraordinaria en la alcaldía de Coyoacán debido a la violencia política de género que sufrió Rojo, con ello se anulaba el triunfo del perredista Manuel Negrete. Sin embargo, la Sala Superior del tribunal revocó la sentencia pero instruyó la creación del protocolo.
Durante el periodo de campaña de abril a junio del año citado, Rojo sufrió de amenazas, intimidaciones y propaganda negra en su contra.
Georgina Cárdenas, excolaboradora del Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la Universidad Nacional Autónoma de México (CIEG-UNAM), reconoce que el IECM acaba de dar un gran paso para solucionar el problema.
Sin embargo, las viejas prácticas políticas como sus conceptos de lealtad y de jerarquías, pueden frustrar el intento.
“Aunque exista un protocolo, principios como la lealtad política podrían hacer que las mujeres no denuncien cuando son víctima de violencia política de género”, indica.
Señala que los partidos suelen interpretar esa lealtad como no denunciar las actitudes incorrectas o que ofenden a las mujeres dentro de la institución.
Añade que tampoco han creado mecanismos al interior de su estructura para evitar la violencia política de género o si lo han hecho no son funcionales.
Cárdenas argumenta que si un partido tiene un órgano especializado en erradicar la violencia de género pero no tiene una evaluación autónoma o externa, entonces no sirve.
Ellos son los primeros que deben hacer al interior sus propios diagnósticos y qué medidas van a tomar. Además, el problema es que los partidos son juez y parte, imagina que acusas al presidente y es el mismo quien tiene que definir si se cometió o no violencia política de género
– Georgina Cárdenas
Excolaboradora del Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la Universidad Nacional Autónoma de México (CIEG-UNAM)
Por otra parte, señala que los partidos deben de acompañar efectivamente a las mujeres que son víctimas de la violación del derecho a ejercer su vida política.
Ejemplifica con el caso mencionado de María Rojo y de Patricia Ruiz Anchondo en la elección para la alcaldía Venustiano Carranza, quienes, a pesar de que presentaron su denuncia a su partido, Morena, no les dio su total apoyo y acompañamiento.
También destaca el de Verónica Sánchez Valencia, excandidata del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la alcaldía de Xochimilco en el proceso electoral de 2018, a quien golpearon y por ello renunció a la contienda. El tricolor tampoco tomó ninguna acción al respecto.
ENDURECEN SANCIONES POR VIOLENCIA POLÍTICA DE GÉNERO
El consejero electoral del IECM, Mauricio Huesca, indica que los partidos políticos deberán de acatar el protocolo o hacerse acreedores a una sanción económica o incluso de instancias penales.
En tiempos electorales, el protocolo permite que se identifique si un candidato incurrió en violencia política de género y con ello perder el requisito de honorabilidad que pide el Código de Instituciones y Procedimientos Electorales de la Ciudad de México para participar en la contienda por un cargo de elección popular.
Huesca menciona que el protocolo también tiene la intención de atender la violencia política de género desde sus principales fuentes: al interior de los partidos políticos, en la función pública y campañas electorales.
Además, en caso de que se vuelva a repetir una situación como la de Coyoacán y si se acredita que el candidato no cumple con la honorabilidad, se podrá anular la elección y también que se repita sin que el infractor vuelva a participar.
El consejero afirma que el protocolo tiene su origen con la guía que creó el IECM para combatir y erradicar la violencia política de género durante las elecciones de 2018.
Huesca menciona que la gran diferencia entre la guía y el protocolo, es que éste último estipula que se debe investigar la violencia política de género con un indicio mínimo, mientras que la guía pedía pruebas contundentes.
El protocolo también instruye a la instancia electoral a tomar medidas tutelares para la reparación del daño así como la garantía de no repetición.
La CDMX fue la segunda entidad con más incidencia de actos contra los derechos políticos de las mujeres en el periodo electoral 2017-2018, según el IECM
Con la presencia de integrantes del cuerpo diplomático acreditado en México, agencias y organismos internacionales, el día de hoy, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), ONU Mujeres México y la Embajada de Francia en México, llevaron a cabo la presentación de la implementación de la Estrategia Nacional del “Foro Generación Igualdad” en México.
El Foro Generación Igualdad es un proceso que comenzará en México del 7 al 8 de mayo de 2020 y culminará en París del 7 al 10 de julio del mismo año con un Foro Global convocado por México y Francia, en colaboración con ONU Mujeres y con el liderazgo y estrecha participación de la sociedad civil.
Durante la reunión, la Subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos Martha Delgado, mencionó que el “Foro Generación Igualdad” es una gran oportunidad para para renovar el compromiso de la comunidad internacional para alcanzar la igualdad de género, el empoderamiento de las mujeres y las niñas. La funcionaria recalcó que México se distingue, en el ámbito multilateral, por la defensa y promoción de los derechos de las mujeres y el Foro es una oportunidad idónea para fortalecer las bases de construcción de la política exterior feminista en México.
Por su parte, Nadine Gasman, Presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres destacó la fuerza de los movimientos feministas y su aporte a la agenda de igualdad de género. Reconoció que, si bien hay logros, también se han atestiguado desequilibrios de poder y desigualdad para las mujeres, por lo que el Foro Beijing +25 necesita seguir el ejemplo del activismo de la IV Conferencia Mundial de la Mujer realizada en Beijing, China en 1995, para atajar la desigualdad desde la raíz. “Como instancias de gobierno es nuestra oportunidad de posicionar a los movimientos sociales como actores principales de la comunidad global y proporcionar una verdadera plataforma para la igualdad”, puntualizó.
La Embajadora de Francia en México, Señora Anne Grillo reiteró que el Foro Generación Igualdad demuestra el compromiso de México y de Francia por impulsar acciones concretas en favor de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en ambos países y en el resto del mundo. “Ya es hora de que las nuevas generaciones de hombres y mujeres sean tratados como iguales, sin importar en dónde vivan” declaró la Embajadora francesa.
Además, la Representante de ONU Mujeres en México, Belén Sanz Luque, mencionó que este Foro tiene como finalidad establecer la agenda feminista y de acción que se llevará a la Asamblea General en septiembre del 2020. La Representante mencionó que “El 2020 es un año crucial para el avance de los derechos de las mujeres y la igualdad de género, ya que se conmemoran los 25 años de la Plataforma de Beijing; 20 años de la resolución 1325 de las Naciones Unidas sobre Mujeres Paz y Seguridad; 10 años de la creación de ONU Mujeres, y 5 años de la Agenda 2030.”
El Foro Generación Igualdad involucrará diversos momentos clave para la definición de las áreas de acción. Primero, el 23 de septiembre durante la Asamblea General se llevará a cabo un evento para el lanzamiento oficial por parte de los gobiernos de Francia y México y con la Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, la señora Phuzille Mlambo-Ngucka. Durante la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW64) en marzo de 2020 se identificarán áreas clave de desafíos en los derechos de las mujeres. Después, se continuará en la Ciudad de México donde se confirmarán las brechas y rezagos más importantes y se establecerán las Coaliciones de Acción para abordarlas. Finalmente, culminará en Paris con el establecimiento de la agenda y la hoja de ruta que se llevará a la Asamblea General en septiembre de 2020.
Tendrá la particularidad de estar conectado en tiempo real en todo el mundo, por medio de sesiones satelitales y habilitado a través de la tecnología para maximizar la participación global. El resultado se centrará en las alianzas para un trabajo acelerado hacia la igualdad de género, a través de una conversación pública global que delinee acciones urgentes y que a su vez plasme la rendición de cuentas sobre los derechos de las mujeres y la igualdad de género. Además, se celebrará el poder del activismo, la solidaridad feminista y el liderazgo juvenil para lograr un cambio transformador.
Con el anuncio del inicio del proceso del Foro Generación Igualdad en México se invita a todas y todos a sumarse a este proceso y a colaborar de manera conjunta para reafirmar el valor del multilateralismo en la movilización de gobiernos, sociedad civil y sector privado, a fin de cumplir las promesas de la Plataforma de Acción de Beijing y hacer de la igualdad de género una realidad para todas las mujeres y niñas.
Lagarde, Georgieva, Bárcena y Ramos ocupan los cargos más importantes en política monetaria y en organismos internacionales.
Lagarde, Georgieva, Bárcena, Espinosa y Ramos son algunos de los apellidos que son identificados en México y en todo el mundo como las mujeres que han logrado romper el techo de cristal.
Se trata de mujeres que ocupan los cargos más importantes para dirigir las finanzas, la política monetaria y los organismos internacionales y multilaterales.
No sólo destacan por llevar las riendas en instituciones financieras, sino que cada vez más forman parte de la lista de las personas más influyentes en la política global.
Sencillas y sin perder la elegancia, son las primeras en llegar a la oficina y las últimas en irse. No necesitan alzar la voz para ser escuchadas y hablan varios idiomas.
Se adaptan muy rápido a climas, organizaciones y tienen una gran capacidad de respuesta para enfrentar cualquier reto o como dicen actualmente, son resilientes.
Les ha tocado vivir crisis, cambios geopolíticos y sobrevivir en ambientes masculinizados y círculos de poder apretando los dientes y sonriendo.
A la par de su trabajo, han formado una familia; muchas de ellas son vegetarianas, disfrutan de la alegría de sus nietos y en sus ratos libres hacen yoga, cocinan o lo dedican a la lectura y la natación.
Europeas
La mayoría identifica a Christine Lagarde, quien hace ocho años fue la primera mujer en ocupar el cargo de directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), donde logró que el género femenino alcanzara 44.7% del total de los puestos de responsabilidad.
Años antes se distinguió por ser la primera ministra de Economía y Finanzas de Francia.
El 1 de noviembre otra vez hará historia al presidir el Banco Central Europeo (BCE), que desde su fundación, en junio de 1998, había sido dirigido por hombres.
Hace unos días, el nombre de Kristalina Georgieva se reprodujo en todas partes al conocerse que la junta ejecutiva del FMI la había elegido para ser la nueva directora gerente para relevar a Lagarde.
De origen búlgaro, la doctora en Ciencias Económicas es muy conocida en Washington, pues fungió como directora del Banco Mundial, cuyo edificio está enfrente del fondo monetario.
Ursula Von der Leyen no sólo es admirada por haber sido la primera ministra de Defensa en Alemania y porque en noviembre será la primera mujer en presidir la Comisión Europea, sino porque es madre de siete hijos.
Estudió Economía para después graduarse en Medicina para especializarse en salud de la mujer.
Un promedio de 10 mujeres son asesinadas al día en México, a menudo después de una agresión sexual, asegura el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio. Eso convierte al país en uno de los más peligrosos para las mujeres. Y Ecatepec, una comunidad humilde de clase trabajadora con 1.7 millones de habitantes, ha registrado un mayor número de casos en los últimos años que cualquier otro municipio del territorio mexicano.
Una caravana simbólica se abrió paso el domingo por las calles de Ecatepec, Estado de México, mientras sus integrantes sostenían ramos de rosas blancas en recuerdo a una niña de dos años que fue asesinada a golpes y abandonada en una acera de este suburbio al norte de Ciudad de México, una de varias víctimas en un país con un elevado índice de feminicidios.
Un promedio de 10 mujeres son asesinadas al día en México, a menudo después de una agresión sexual, asegura el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio. Eso convierte al país en uno de los más peligrosos para las mujeres. Y Ecatepec, una comunidad humilde de clase trabajadora con 1,7 millones de habitantes, ha registrado un mayor número de casos en los últimos años que cualquier otro municipio del territorio mexicano.
“Las mujeres de la periferia somos las olvidadas. Solo entramos en las cifras”, dijo Magda Soberones, de 28 años, madre de tres hijos y una de las fundadoras del colectivo que encabezó la procesión en Ecatepec, que es parte de “la periferia”, los suburbios de la capital mexicana que conforman una de las zonas metropolitanas más grandes del mundo, con 22 millones de habitantes.
El grupo de Soberones lleva el nombre de “Mujeres de la periferia para la periferia”, y organiza eventos artísticos para atraer la atención a la violencia contra las mujeres.
Varias personas se congregaron en la primera escala de la caravana, en el lugar en que fue hallado el cuerpo de la pequeña Samantha envuelto en una sábana, después de que la golpearan hasta matarla en junio pasado.
Los vecinos recordaron los gritos que escucharon en las primeras horas del feriado por el Día del Padre en México. Una mujer dijo que se asomó por la ventana y vio que una joven dejaba un bulto sobre la acera, que resultó ser el cadáver de Samantha. La vecina, que luchaba por contener el llanto mientras sostenía a su propio hijo en brazos, se negó a dar su nombre a The Associated Press.
“Jamás volvió a abrazarla”, dijo la vecina sobre la joven. “Yo no la hubiera soltado”.
Los residentes llamaron a la policía y aguardaron una larga hora para que llegara una patrulla. Los agentes tomaron declaraciones, pero no han regresado. La madre de Samantha acusó a su novio de golpear a la niña. Los vecinos señalan que no han visto a la pareja desde entonces.
“¡Justicia para Samantha!” gritaban las activistas el domingo antes de colocar una pequeña imagen de una niña y el nombre de Samantha cerca de un mosaico con la imagen de Jesús en la cruz.
La procesión se dirigió luego a un campo de flores blancas y amarillas, en donde se encontraron los cuerpos de una madre y su hija adolescente después de que pasaron la tarde en un baile. Ambas fueron violadas.
A su paso por una angosta calle, las activistas pidieron a los residentes que se mantuvieran más alerta.
“Señor, Señora. No sea indiferente. Se mata las mujeres en la cara de la gente”, corearon.
Los miembros del colectivo vestían largas faldas color morado y coronas de rosas en el cabello. El sonido del viento reverberaba por una bocina mientras las mujeres se levantaban las faldas para caminar por los elevados pastizales en el lugar en que se encontraron los cuerpos semidesnudos de la madre y su hija.
Se turnaron para decir el nombre de la madre –“Yo soy Angélica”– y luego el nombre de la hija –“Yo soy Karla”– mientras doblaban sus faldas por el aire como gigantes alas de mariposa.
Los familiares de las víctimas rompieron en llanto y las integrantes del colectivo las abrazaron, llorando juntos.
La hermana mayor de Karla, Angélica Estévez, dijo que la joven de 16 años pasaba mucho tiempo en casa, le gustaba estudiar y no tenía novio. La noche en que fue asesinada era la primera vez que salía a bailar, relató. Su madre vendía pan en el mercado y también era aficionada a bailar salsa.
“No merecían morir de esa forma, ninguna de las dos”, sostuvo Estévez.
Dos hombres han sido acusados de los asesinatos y su audiencia se realizará a mediados de octubre.
Familiares de otras mujeres que han sido asesinadas en la periferia de la capital ingresaron al campo para compartir sus historias, que coinciden en muchos aspectos: Muertes violentas, impunidad para los culpables e investigaciones prácticamente nulas por parte de las autoridades.
La hija de Lilia Florencio, Diana, fue encontrada violada y estrangulada a una cuadra de su casa en 2017. Su madre describió que las artes escénicas son una manera para “que se visualice lo que está pasando en ese México tan dolido”.
Señaló que lo único que ha recibido de la policía fue un cartel hace un año en que se prometía una recompensa a cambio de información que llevara a resolver el crimen.
“Nosotras, las madres, las familias, vamos a seguir exigiendo justicia”, prometió Florencio.
La siguiente parada de la caravana fue en un altar en conmemoración de uno de los más impactantes delitos recientes en el país: El sitio en que una pareja mató y descuartizó a más de una docena de mujeres. Juan Carlos Hernández y Patricia Martínez, que fueron arrestados el año pasado, admitieron haber asesinado a por lo menos 20 jóvenes en Ecatepec. Las descuartizaron, se comieron parte de sus cuerpos y vendieron algunos de los huesos de las víctimas a cultos religiosos.
Las integrantes del colectivo sostuvieron mascadas rojas sobre velas encendidas. Entregaron claveles rojos a la multitud y luego colocaron signos de interrogación sobre las faldas de varias muñecas de papel, colocadas en el altar en memoria de las víctimas, muchas de las cuales aún no han sido identificadas.
“Si no nos organizamos, podría ser alguna de nosotras”, advirtió la activista Lizeth Flores a la multitud.
Entre enero y agosto de este año se registraron 1,843 mujeres víctimas de homicidio doloso. El mes de agosto fue el más violento a nivel nacional (254 casos). Los estados de Colima, Baja California, Chihuahua, Guerrero y Guanajuato tuvieron el mayor número de víctimas por cada 100,000 mujeres.
De acuerdo con cifras oficiales de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, la tasa nacional de víctimas de este delito por cada 100,000 mujeres fue de 2.9; sin embargo, 13 entidades federativas se encuentran por encima de este rango.
Colima es el estado con la tasa más alta, con 14.3 mujeres asesinadas por cada 100,000 personas de este género, ya que durante los primeros dos cuatrimestres del 2019 se contabilizaron 56 mujeres víctimas de homicidio doloso.
Baja California es el segundo estado con la tasa más elevada, es decir, 8.4 mujeres víctimas, y entre enero y agosto contabilizó 155 homicidios dolosos; mientras que Chihuahua, con un tasa de 7.5 delitos por 100,000 mujeres, registró 147 víctimas.
Guerrero ocupa el cuarto lugar, con una tasa de 6.5 ilícitos y 123 mujeres asesinadas bajo la clasificación de homicidio doloso; y Guanajuato contó con una tasa de 5.7 y 178 víctimas.
Si se analiza el número de víctimas durante los primeros dos cuatrimestres desde el 2015 hasta el 2019, el año en curso cuenta con el registro más elevado (1,843), debido a que entre enero y agosto del 2015 se contabilizaron 1,076 víctimas; 1,393 en el 2016; en el 2017 se contaron 1,641 y en el 2018 fueron 1,823.
Si se suman las presuntas víctimas de feminicidio, de homicidio doloso y culposo durante los primeros dos cuatrimestres del presente año 4,610 mujeres han sido privadas de la vida.
Entrevistada por El Economista, la coordinadora del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, María de la Luz Estrada, afirmó que toda muerte violenta de mujeres debe ser investigada con perspectiva de género. Explicó que durante el 2018 se contabilizaron más de 3,500 mujeres asesinadas y más de 50% tenía características feminicidas.
“Nosotras encontramos muchos casos en los que los delitos fueron calificados como suicidios u homicidios culposos, pero son feminicidios y lo sabemos porque revisamos los datos de los casos y solicitamos a las autoridades más información, pero no entendemos por qué no son investigados de inicio con perspectiva de género”.
Recordó la sentencia de Mariana Lima, quien fue asesinada en el 2010 por su pareja y el caso fue clasificado como suicidio, por lo que su madre, Irinea Buendía, a través de un amparo ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación solicitó reabrir el caso e investigarlo como feminicidio, por lo que el máximo tribunal ordenó que toda muerte violenta se investigara con perspectiva de género.
Estrada detalló que toda muerte de una mujer que no se da por causas naturales debe ser investigada con perspectiva de género y afirmó que “durante la pasada administración se acordó que todos los homicidios dolosos se investigarán como feminicidios, y en términos reales eso no está sucediendo”.
Asimismo, argumentó que la clasificación inadecuada de los delitos no sucede únicamente con los feminicidios, sino que también se da con la desaparición de mujeres y los registros de víctimas de trata con fines de explotación.
Cabe recordar que la sentencia emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en el 2009 sobre Campo Algodonero también marca un antecedente en cuanto a la violencia de género hacia las mujeres en México.
A partir de esta sentencia de la CIDH, en el 2010 la Secretaría de Seguridad Pública emitió el Protocolo de Actuación Policial en Materia de Violencia de Género con el fin de dotar a las instancias policiales de procedimientos técnicos y metodológicos en la detección, identificación, intervención, protección y prevención de los casos de violencia hacia las mujeres.
“En primer lugar se deben de aplicar los protocolos que se basan en los criterios de la sentencia de Mariana Lima y Campo Algodonero porque a la autoridad no le sirve tener protocolos de actuación si no los implementan”, dijo María de la Luz Estrada.