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  • En NL, 9 de cada 10 mujeres sufren acoso en transporte: ONU mujeres

    En NL, 9 de cada 10 mujeres sufren acoso en transporte: ONU mujeres

    En Nuevo León, nueve de cada 10 mujeres han sufrido acoso sexual en el transporte público, de acuerdo con la encuesta que realizó ONU Mujeres en 2018.

    Por lo que, pese a estas cifras y a las campañas de prevención y concientización, todavía hay renuencia en parte de la población para generar un cambio.

    El personal del Instituto Estatal de la Mujer ha detectado esta situación durante sus campañas de concientización que desde este año realizan a bordo del Metro, Ecovía, camiones urbanos y de capacitación con choferes de taxi.

    De acuerdo a Telediario, en un recorrido con personal del Instituto por las estaciones de la Línea 1 se detectó que muchas personas desconocen el protocolo de acción en caso de ser víctimas de acoso o testigo, que incluye activar la palanca roja que existe en cada vagón para alertar al conductor.

    Entre los protocolos de acción se encuentran:

    -Memorizar número de vagón al fondo

    -Memorizar característica de agresor

    -No confrontación

    -Número de Metro

    -Estación Cuauhtémoc módulo de orientación IEM En la encuesta se obtuvo que el 46% de mujeres se sienten inseguras en transporte público.

    Y entre los transportes que mayor temor les causa se encuentran:

    -52.8% Taxi

    -41.2% Camión

    -32.8% Metrorrey

    Cabe destacar que el acoso sexual está tipificado como un delito en el código penal de Nuevo León y amerita de 1 a 3 años de prisión / 0-50 salarios mínimos.

    Toda la información e imágenes son de Milenio.
    Link original: https://www.milenio.com/

  • 1 de Octubre, Aniversario del Derecho al Voto Femenino en España

    Aunque hasta el 19 de noviembre de 1933, las mujeres no participaron por primera vez en unas elecciones, fue un par de años antes, el 1 de octubre de 1931, cuando se aprobó, a través de un artículo constitucional, el derecho al sufragio femenino en España. Unos meses antes, se les había reconocido el derecho al sufragio pasivo, es decir, que no podían votar pero sí presentarse como candidatas. Así fue, de hecho, como resultaron elegidas Margarita Nelken en el Partido Socialista Obrero Español, Victoria Kent en el Partido Republicano Radical Socialista y Clara Campoamor en el Partido Republicano Radical.

    El sí ganó por 161 votos frente a los 121 que votaron en contra del sufragio femenino (y un 40% que se abstuvieron), principalmente porque se pensaba que las mujeres estaban fuertemente influenciadas por la Iglesia, carecían de espíritu crítico y, por tanto, tenían una mentalidad más regresiva que podría favorecer a la derecha y poner en peligro la continuidad de la República. El derecho al voto de las mujeres quedaría recogido en el Artículo 36 de la Constitución de 1931 (aprobada por las Cortes Constituyentes españolas el 9 de diciembre de ese año) de la siguiente manera: Los ciudadanos de uno y otro sexo, mayores de veintitrés años, tendrán los mismos derechos electorales conforme determinen las leyes.

    El debate que daría paso a la aprobación del sufragio femenino estuvo protagonizado por dos mujeres que defendieron posturas opuestas: por un lado, Margarita Nelken Victoria Kent, que se oponían a él porque no creían que las mujeres estuvieran preparadas social y políticamente para votar. Kent decía:

    (…) creo que el voto femenino debe aplazarse. Que creo que no es el momento de otorgar el voto a la mujer española. Lo dice una mujer que, en el momento crítico de decirlo, renuncia a un ideal. (…) Lo pido porque no es que con ello merme en lo más mínimo la capacidad de la mujer; no, Sres. Diputados, no es cuestión de capacidad; es cuestión de oportunidad para la República. (…) Cuando la mujer española se dé cuenta de que sólo en la República están garantizados los derechos de ciudadanía de sus hijos, de que sólo la República ha traído a su hogar el pan que la monarquía no les había dejado, entonces, la mujer será la más ferviente, la más ardiente defensora de la República; pero, en estos momentos, es peligrosos conceder el voto a la mujer.

    Por otro lado, Clara Campoamor, que aunque tuvo que oponerse a la postura de su propio partido, defendió el voto femenino como una cuestión de derechos fundamentales:

    Precisamente porque la República me importa tanto, entiendo que sería un gravísimo error político apartar a la mujer del derecho del voto. (…) La mujer española espera hoy de la República la redención suya y la redención del hijo. No cometáis un error histórico que no tendréis nunca bastante tiempo para llorar al dejar al margen de la República a la mujer, que representa una fuerza nueva, una fuerza joven… Que está anhelante, aplicándose a sí misma la frase de Humboldt, de que la única manera de madurarse para el ejercicio de la libertad y de hacerla accesible a todos, es caminar dentro de ella.

    Otros, como el diputado Roberto Novoa Santos, se aferraron a infundados argumentos biológicos, como que las mujeres estaban dominadas por la emoción y los sentimientos y no eran capaces de pensar reflexiva y racionalmente, o que directamente eran unas histéricas.

    Esta no fue la primera vez que se planteó el asunto del sufragio femenino en las Cortes españolas, pero sí la primera que el debate prosperó y culminó con un sí. Además de las elecciones de 1933, las mujeres sólo pudieron participar en otros comicios más antes del estallido de la Guerra Civil. Durante la dictadura franquista, el voto libre fue suprimido y no se recuperaría hasta 1977.

    Toda la información e imágenes son de Freedamedia.
    Link original: http://freedamedia.es/

  • Niña activista lucha por salvar al jaguar

    A raíz de una tarea escolar, Sofía quiso involucrarse en la preservación del ecosistema, por lo que creó Cococu, una organización sin fines de lucro que busca concientizar sobre la extinción del jaguar mediante conferencias y talleres.

    Desde los primeros años de su vida, Sofía Molina visita comunidades de la Huasteca Potosina; además, convive con muchos niños que habitan cerca a la naturaleza.

    Así surgió en ella el deseo de participar en la preservación del ecosistema y, a raíz de una tarea escolar, eligió colaborar en la preservación de una de las especies con mayor riesgo de extinción: el jaguar.

    Con esta idea en mente creó Cococu, una organización sin fines de lucro que busca concientizar sobre la urgente situación de este animal, a través de conferencias y talleres tanto para niños como adultos.

    El nombre de la iniciativa se deriva de las acciones conocer, concienciar y cuidar.  Su emblema es la figura de un pequeño jaguar.

    El trabajo de Cococu se remonta a 2016, cuando Sofía, originaria de San Luis Potosí, cumplió siete años: “Viajaba mucho con mis padres. Ellos tienen otra asociación que está muy involucrada con las comunidades. Yo me quedaba con los niños y notaba que todas las decisiones se tomaban entre adultos. Fui creciendo y fui viendo que era lo mismo siempre y, cuando se me dio la ocasión, pensé en todo lo que se necesitaba para que el niño tuviera más oportunidades”,  explica.

    Actualmente, Sofía tiene 10 años y ha viajado por el país presentando su propuesta en congresos, comunidades y escuelas de todos los niveles educativos, pero siempre regresa a la Huasteca Potosina y no tiene problema con recorrer decenas kilómetros y más de cinco horas en auto para llegar a las zonas selváticas de su estado.

    ¿Por qué cuidar al  jaguar?

    Un estudio realizado por el Instituto de Ecología de la UNAM determinó que hay alrededor de 64 mil jaguares en todo el planeta; de ellos,  90%  se encuentra en la región de la  Amazonia que abarca a Brasil, Perú, Ecuador y Colombia. En el resto del mundo, incluyendo nuestro país, únicamente está  10% de la población total de esta especia. La población de felinos en México es de menos de 4 mil y hay dos elementos que amenazan su supervivencia: la caza y la destrucción de su hábitat.

    El hogar de este felino, el más grande del país, se ha perdido en más del 40%,  esto los ha confinado a zonas más alejadas de los seres humanos: las partes más altas de la zona montañosa  de las sierras Madre Occidental y Oriental y en algunas costas del Océano Pacífico, del Golfo de México  y el sur-sureste.

    En el caso de San Luis Potosí, el jaguar únicamente  está presente en una pequeña región, la cual  comprende ocho  municipios de la Huasteca Potosina, una zona  famosa por sus  impresionantes paisajes naturales, la abundante vegetación y que cada vez atrae más turismo.

    Además, el jaguar se ha denominado como  una especie “sombrilla”,  porque de ella depende el equilibrio de otras especies de plantas, insectos y mamíferos pequeños, por lo que es una pieza importante de su cadena natural.

    Con el proyecto Cococu el Jaguar, la intención es que la gente de San Luis Potosí, especialmente los menores de edad,  sean conscientes de las especies que están cerca de ellos, aun si no las pueden ver,  y así se den cuenta de que acciones pequeñas, como respetar el bosque, tiene efectos grandes como la permanencia de una especie.

    La joven activista quiere que otros niños participen y se sumen al programa como embajadores de Cococu, de esa manera llevarán la enseñanza a personas cercanas, como amigos, familia o  compañeros de escuela.

    Parte del programa incluye a miembros de las comunidades que se comprometen a preservar su entorno en beneficio de las especies. Algunos de estos espacios, que se han denominado los cubiles de Cococu, son áreas  turísticas que reciben a visitantes de todo el país. El programa de conservación del jaguar tiene más de 11 mil hectáreas.

    Una visita responsable a la Huasteca
    Los padres de Sofía presiden la organización Raisac, la cual   protege el medio ambiente que  podría estar afectado por actividades humanas. Ellos saben que en el ecosistema  todo es una cadena y cada elemento importa, idea que Sofía heredó.
    Su iniciativa busca  promover el turismo en zonas cercanas a la Huasteca Potosina, pero con un enfoque diferente al tradicional: que las personas puedan visitar la región y que sean conscientes de que conocerán, cuidarán y preservarán el lugar.
    El padre de Sofía explica un ejemplo: cuando un grupo de turistas van en busca del jaguar ven sus huellas en el lodo y caminan a través de los árboles, conocen su rutina y los lugares que los animales recorren. Eso les da más cercanía con la especie.
    La importancia del programa en parte surge de la idea de que la Huasteca es una zona que atrae a miles de visitantes.
    Un turismo sustentable no sólo es ecológico, además pretende instruir con prácticas más responsables dentro de áreas naturales protegidas y diseñar estrategias de desarrollo  validadas comunitariamente. Así preservan, aprovechan mejor sus recursos y  también favorecen las actividades económicas de la población de al menos 10 comunidades rurales.
    Gracias a la actividad de sus padres, Sofía tuvo contacto con investigadores y especialistas en  sostenibilidad desde que era muy pequeña. Ella notó que aunque poseen un gran conocimiento sobre biodiversidad, éste se queda sólo entre los especialistas y no es llevado a las personas alejadas del  ámbito académico. De ahí, el interés por acercarse a todo tipo de público.
    Los logros de Cococu
    Sofía se ha reunido en varias ocasiones con el coordinador residente de la ONU en México,  Antonio Molpeceres, y acude a eventos para hablar sobre la importancia de proteger el medio ambiente y preservar el jaguar.
    Por los logros que la pequeña ha tenido, Sofía fue nombrada  por La Red de Soluciones de Desarrollo Sostenible (SDSN) de la ONU como una persona destacada para compartir su experiencia en el arranque en México del programa en su Capítulo Juvenil.
    Esto, como parte de  una iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas, la cual   busca acercarse a los 17 objetivos hacia la sostenibilidad.
    Este no es el primer reconocimiento que gana Sofía, en 2018 fue  por los Premios Latinoamérica Verde, que entrega el gobierno de Guayaquil, Ecuador. Aunque no pudo ir hasta ese país latinoamericano con su familia.
    Toda la información e imágenes son de EL UNIVERSAL.
    Link original: https://www.eluniversal.com.mx/
  • ¿Por qué no hay mujeres en los rankings que reconocen el talento creativo?

    Ante la falta de exposición, las representantes de la industria publicitaria en México trabajan para mostrar sus proyectos e impulsar su crecimiento profesional en las agencias.

    Verónica Flores citó la semana pasada de emergencia al Grupo de Inclusión del Círculo Creativo, la asociación que copreside. ¿El orden del día? Ninguna mujer estaba en la lista de los 10 creativos más admirados de la industria de la publicidad, publicada por la consultora de marketing y comunicación Scopen.

    “La visibilidad de las mujeres creativas en la industria es poca, no puede ser que no haya ninguna en el top ten. Decidimos reunirnos para hablar sobre lo que debemos cambiar en el sector (…) A los hombres se les olvida que existimos, y no lo hacen en mala onda, pero nosotras tenemos que hacernos visibles”, comenta la también fundadora y presidenta de la agencia Tanque Group.

    La lista de Scopen es el resultado de una serie de encuestas realizadas a más de 700 profesionales de marketing, creativos y agentes de cuenta en el país. Para Paola Figuera, vicepresidenta creativa de la agencia Isobar México, se trata de un problema grave de reconocimiento a las mujeres, pero no solo por parte de los hombres.

    “Entre 30 y 40% de los integrantes de la industria somos mujeres, ¿por qué no nos reconocemos entre nosotras?”, se cuestiona.

    Las expertas coinciden en que la falta de visibilidad es consecuencia de la lenta evolución de las agencias de publicidad, pues muchas veces los lugares de trabajo no ayudan a impulsar el talento femenino. Y aunque no se trata de una lucha contra los hombres, sí es importante que ellas tengan más juego en la toma de decisiones.

    ¿Cuestión de ego?

    A Verónica Hernández, CEO de Ogilvy México y Miami, no le hace falta salir en una lista para demostrar su capacidad profesional. Aunque tampoco le parece malo que se reconozca el trabajo de los creativos en un ranking. Con lo que no está de acuerdo es que no haya ninguna mujer.

    “No sé si la palabra es injusto, ya que todos los que aparecen en estas listas tienen su mérito, han realizado su trabajo para ser visibles. Y esto es algo que nos falta a nosotras. Este es un mundo de hombres y no lo podemos negar, por eso nuestro trabajo impulsarnos”, explica la directiva.

    Paola Figueroa piensa lo contrario. La vicepresidenta creativa de Isobar México cree que estar presente en diferentes rankings, además del reconocimiento al trabajo que hacen día a día, ayuda a las mujeres a crecer profesionalmente.

    “No es un logro para la egoteca, sino que nos coloca en un foco que los permite aspirar a salarios iguales que al de los hombres, a empoderarnos y a modificar los lugares en los que trabajamos”, expresa.

    Pero Ana Noriega, directora creativa de FCB México, pide escuchar a las mujeres antes de pensar en exponer su trabajo, ya que si no hay tantas en puestos de liderazgo dentro de las agencias es porque muchas de ellas decidieron no tomar ese camino. “Tenemos que dejar de pensar que esto es un deseo para todas y apostar por las prioridades de cada una”, refiere.

    Pese a todo, las mujeres de la industria no se van a quedar con los brazos cruzados. En la reunión que lideró Verónica Flores, el Grupo de Inclusión del Círculo Creativo decidió acercarse a la Asociación Mexicana de Agencias de Promoción (Amapro) y a la Asociación Mexicana de Agencias de Publicidad (AMAP) para realizar una investigación sobre el trabajo de las mujeres en la industria.

    “Necesitamos saber qué hacen, qué pasa con ellas, dónde se está perdiendo la visibilidad de su trabajo y por qué no están llegando a puestos directivos. En la industria mexicana hay mujeres exitosas, el problema es que no las estamos viendo”, asevera la directiva.

    Además, este grupo presentó una lista de las 21 creativas que deberían estar en los rankings nacionales e internacionales:

    1. Jessica Apellani, vicepresidenta creativa de Ogilvy México y Miami.

    2. Gabriela Walls, directora de Grupo Vector B.

    3. Ana Pontes, directora creativa de FCB México.

    4. Verónica Flores, fundadora y presidenta de Tanque Group.

    5. Ana Luna, directora creativa de Circus.

    6. Ashley Frangie, fotógrafa de moda.

    7. Paola Escalante, directora creativa de The Zoo Google México.

    8. Camila Trombert, directora general creativa de Element.

    9. Tatiana Rico, directora creativa y de arte de Circus.

    10. Xac León, directora de social en Ogilvy México y Miami.

    11. Natalia Mendoza, líder creativa digital de Publicis Worldwide.

    12. Marcela Angeles, directora creativa de Circus.

    13. Natalia Benincasa, directora creativa de grupo de FCB México.

    14. Gabriela Fenton, CEO de Saathci & Saatchi México.

    15. Ana Paola Noriega, directora creativa de FCB México.

    16. Karla Santa Anna, directora creativa freelance.

    17. Mariela Rueda, directora ejecutiva creativa y jefa de arte de Grey.

    18. Rocio Cuadra, vicepresidenta creativa de Only If.

    19. Adriana Jáuregui, directora creativa de BBDO México.

    20. Paola Figueroa, vicepresidenta creativa de Isobar México.

    21. Angélica Portillo, directora creativa de Isobar México.

    oda la información e imágenes son de EXPANSIÓN.
    Link original: https://expansion.mx/

  • Sierra Leona prohíbe con ‘efecto inmediato’ la mutilación genital femenina

    Sierra Leona prohíbe con ‘efecto inmediato’ la mutilación genital femenina

    La decisión forma parte de una serie de medidas gubernamentales contra las ceremonias de iniciación de las sociedades secretas.

    El Gobierno de Sierra Leona prohibió la mutilación genital femenina como parte de una serie de medidas contra las ceremonias de iniciación por parte de sociedades secretas, según confirmó el ministro de Gobierno Local y Desarrollo Rural, Anthony Brewah.

    Con cerca de un 90% de niñas y mujeres que han sufrido ablación, Sierra Leona tiene una de las mayores tasas de mutilación genital femenina en África, según datos de Naciones Unidas, y es uno de los pocos países del continente en el que aún era legal.

    «El Gobierno ha prohibido con efecto inmediato la iniciación en todo el país», dijo, en una carta enviada a las autoridades regionales. La ablación es parte del proceso de iniciación en sociedades secretas conocidas como Bondo, que tienen un destacado peso político. Brewah ha detallado que la prohibición es una respuesta a la violencia política relacionada con estas sociedades secretas, si bien ha confirmado además que se aplica a las iniciaciones de mujeres en las mismas.

    La activista y exministra Rugiatu Turay, quien se reunirá con Brewah y el titular de la cartera de Bienestar Social durante esta semana, ha destacado que la decisión es «un paso en la buena dirección». «Queremos asegurarnos de que el Gobierno sabe que los cuerpos de la mujer no son campos de batalla. Queremos saber qué harán para proteger a las mujeres y cómo se asegurarán de que la prohibición es aplicada», sostuvo.

    La muerte de una niña de diez años a causa de esta práctica en diciembre incrementó los llamamientos a favor de la ilegalización de la ablación. Turay, fundadora del grupo Amazonian Initiative Movement, resalta que se debe abordar cómo cambiar la ablación por otros ritos de iniciación. «No queremos erradicar las Bondo, es nuestra cultura, pero queremos asegurarnos de que la ablación es eliminada de las prácticas de iniciación», explica.

    Un informe publicado el pasado mes de septiembre denunció que millones de niñas en África están en riesgo de mutilación genital femenina debido a que sus gobiernos no aplican las leyes que prohíben esta práctica, condenada internacionalmente.

    Millones de niñas en África están en riesgo de mutilación genital femenina debido a que sus gobiernos no aplican las leyes que prohíben esta práctica

    Un total de seis países, en los que residen 16 millones de niñas —Chad, Liberia, Malí, Sierra Leona, Somalia y Sudán—, ni siquiera han criminalizado la ablación, tal y como recoge el documento sobre leyes en los 28 países en los que esta práctica es endémica. Los líderes mundiales se han comprometido a poner fin a la práctica, que implica la retirada total o parcial de los genitales externos y que afecta a 200 millones de niñas y mujeres, según los objetivos de desarrollo acordados en 2015.

    Los autores del informe calculan que 55 millones de niñas menores de 15 años en África han sido sometidas a la ablación o están en riesgo de serlo. La mitad viven en tres países —Egipto, Etiopía y Nigeria— que ya han prohibido la práctica. Asimismo, destacan que únicamente dos países, Kenia y Uganda, tienen una legislación robusta, al tiempo que alertan de que la mayoría de las legislaciones nacionales no hacen frente a la tendencia creciente de que profesionales médicos lleven a cabo la ablación.

    UNA ALTERNATIVA A LA MUTILACIÓN

    Sierra Leona prohíbe con ‘efecto inmediato’ la mutilación genital femenina
    FIORELLA DAMIANI/AMREF

    Alrededor de 325 millones de niñas serán víctimas de mutilación genital en 2050 si se mantiene el ritmo actual, alerta Amref Salud África. A pesar de que esta práctica ya se ha prohibido en 26 Estados africanos, muchos países la siguen llevando a cabo. En Kenia, por ejemplo, el 49% de las mujeres ha sido víctima de ablación entre los 10 y 15 años y actualmente el 15% de las mujeres de entre 15 y 19 años ha sido afectada.

    La campaña de Amref El rito de paso alternativo: un desafío a nuestro alcance para el futuro de las niñas africanas promueve modelos de ritos de paso alternativos en países como Kenia y Tanzania, donde más de 16.000 niñas han logrado escapar a la ablación. Estos ritos alternativos mantienen todas las celebraciones culturales que rodean el paso de niña a mujer, pero obvian el momento de la mutilación.

    Toda la información e imágenes son de EL PAÍS.
    Link original: https://elpais.com/

  • Abuelita mexicana crea canal de YouTube para enseñar recetas caseras. Ya tiene 265 mil suscriptores

    Abuelita mexicana crea canal de YouTube para enseñar recetas caseras. Ya tiene 265 mil suscriptores

    «De mi rancho a tu cocina», es el humilde programa de la señora Ángela. Nos muestra que el legado culinario de los adultos mayores, también se puede compartir por las redes sociales.

    Vivimos criticando a los ‘influencers’, esas personas que la mayoría de las veces aparentan tener un tipo de vida cuando realmente no es así, nos disgustan constantemente. También están las ‘youtubers’, esas chicas que muestran un mundo de fantasía y bastante artificial o poco auténtico, ojo bien por quienes les encante todo esto, pero hay quienes optan por algo más real.

    Youtube: De mi Rancho a tu Cocina

    Sin intención de ‘figurar’ sino más bien culturizar, así es el programa web de Ángela, una abuelita mexicana que ha decidido crear un canal en youtube llamado de «De mi rancho a tu casa», donde enseña recetas caseras de cocina para transmitir el legado culinario de generación en generación.

    Y la recepción ha sido muchísimo mejor de lo esperado, tiene solo un mes en youtube y ya tiene 265 mil suscriptores con miles de visitas. La doña de Michoacán (México) no solo crea platillos típicos, sino también muestra los cultivos que tiene en el humilde rancho que vive, algo que también es un ejemplo a seguir.

    Youtube: De mi Rancho a tu Cocina

    Comal, ollas, cucharas de peltre, molcajetes son parte de los utensilios que emplea, algunos que habitualmente seleccionaban nuestros padres y abuelos para prepararnos comida, llueven los recuerdos. Relata con mucha sencillez pero de forma clara cada paso del procedimiento, su simpatía ya se ha robado unos cuantos corazones de internet y no para de crecer.

    Todos coinciden que su factor diferencial es como recuerda a nuestros abuelitos y lo autóctona que es, una de esas cosas que deberíamos ver en la web. Acá te dejamos a la señora Ángela, quien ya pasó a ser toda una influencer:

    Toda la información e imágenes son de UPSOCL
    Link original: http://www.upsocl.com/sabores

  • Anticapitalista, feminista y defensora de los derechos de la tierra, ¿quién es la reina del hip hop aymara?

    Anticapitalista, feminista y defensora de los derechos de la tierra, ¿quién es la reina del hip hop aymara?

    Casi todos los días las calles de La Paz están abarrotadas, llenas, habitadas. Pero este viernes a la tarde noche el movimiento es especial: hace calorcito y durante todo el día hubo marchas por el clima, cortes de calle de mineros y —como siempre— vendedores ambulantes, bailes cristianos, espectáculos callejeros y minibuses que se abren paso a pura bocina. En el medio del caos, Nina Uma es totalmente ubicable: tiene unas trencitas infinitas, un turbante llamativo, pendientes prominentes, una cartera colorida y cada tanto alguien se anima y le pide una selfie.

    Es la reina del hip hop aymara y está contenta. Su hijo de 7 años aprendió a andar en bicicleta y es lo primero que quiere contar. Después hablamos del fenómeno musical que representa. Y es que cuando el hip-hop nació en el Bronx neoyorquino, quizá nadie podía haber previsto que algunas décadas después llegaría al Alto boliviano. Y menos que en esa ciudad del departamento de La Paz, a 4.000 metros sobre el nivel del mar, florecerían nuevas expresiones del género hasta dar lugar a uno ‘sui generis’: el hip hop aymara.

    Para Nina, el fenómeno tiene que ver con «intentos de imposiciones culturales» que no logran su cometido. Lo que sucedió con el ritmo —sostiene— es una respuesta a una lógica globalizadora que intenta hegemonizar ciertos consumos. «En el campo cultural existe lo que es la negociación, procesos que se dan de forma natural. Cuando el hip-hop llegó a sectores como El Alto, apareció una respuesta desde lo que somos. Aquí se dio la vuelta: el mensaje es ‘me encanta el hip hop pero no me olvido lo que soy‘», define.

    El boom del fenómeno fue a principios de los 2000, años antes de la asunción de Evo Morales. La conflictividad social, la ‘Guerra del Gas’ (2003) y las críticas al expresidente Sánchez de Lozada eran de los temas más presentes en las letras de –por ejemplo– uno de los máximos representantes del ritmo en Latinoamérica, Abraham Bojórquez Sánchez. A casi dos décadas, hoy las letras de Nina cuestionan la desigualdad y el consumismo, reivindican lo indígena, la despatriarcalización y el derecho de la tierra. Hay partes que las canta en español. Otras, en aymara.

    «Si vamos a la feria nuestro mercado
    las ves por todos lados
    las frutas las verduras
    Sus chiwiñas, sus wawitas, pankaritas
    Jisk´a wawitas lindas wawitas
    Vamos a agarrar mercadería
    Las mañaneras temprano es
    En la Eguino ahí no más es
    Baratito es

    Khitisa kawqisa casera
    Kunasa qawqhasa casera
    Yapitay churitay casera
    Que lindas son mis caseras
    Llévate casera
    Cómprame casera
    Jach´a Casera»

    [estrofas de la canción ‘Jach´a Casera’, de Nina Uma]

    Sus comienzos: entre el amor, la casualidad y la valentía

    ‘Nina’ en aymara significa fuego. ‘Uma’, agua. Algo de eso había leído y lo quería confirmar. Cuando se lo pregunto, Nina lo confirma, se ríe y aclara. Porque si bien en aymara la traducción es correcta, en quechua la cosa cambia. «Nina sigue significando fuego pero ‘Uma’ es cabeza. Entonces es como si fueras cabeza de fuego, un fosforito, una chispita, mis amigos se ríen», cuenta.

    Mucho antes de animarse a cantar, Nina estudiaba informática. Su cercanía con la música tenía que ver con que estaba de novia con Abraham Bojórquez Sánchez, líder del conocido grupo ‘Ukamau y ké‘. Su éxito a principios de los 2000 era total: compartía escenario con Manu Chao, reversionó en aymara ‘Señor Cobranza’ de Bersuit Vergarabat y sus canciones cruzaban el continente. Nina lo ayudaba con las letras y siempre se ayudaban. Incluso él la animaba:

    – ¿No te animas tú a cantar?

    – ¡No! ¿Yo? Ni loca, no lo voy a lograr! – respondía ella.

    – ¡Pero si tienes buenas ideas! – insistía él.

    La primera vez que escribió una letra completa fue en 2007. A Abraham lo habían invitado a un festival que se llamaba ‘Octubre Azul’, bajo la temática del uso y abuso que hacen las industrias del agua. «Le entregué las rimas a él pensando que las iba a cantar, pero al final él no pudo ir», recuerda. Y Nina quedó indignada porque había puesto mucho esfuerzo. Entonces decidió animarse a cantar por primera vez. Tenía algo así como una semana para prepararse, le parecía poco y le daba miedo. «Como sea, tengo que lograrlo», decidió. Y lo logró.

    Creyó que cantaría esa vez y listo. Pero no. «Lo lindo es que cuando me he subido al escenario y he empezado a cantar, me he dado cuenta de que es una herramienta superpoderosa para conectarte con la gente«, lo cuenta y se ríe, como quien sabe que descubrió un tesoro. «Ahora sí, tengo el poder», pensó.

    Eso fue hace 12 años. Y todavía sigue cantando. En el medio, la muerte de Abraham en un accidente de tránsito sacudió al ambiente y —por supuesto— la vida personal de Nina. A veces, incluso, todavía canta los temas del ídolo del rap andino.

    Para ella, la música ayuda cambiar miradas y perspectivas. «En este mundo creo que nuestros cotidianos son muy acelerados, monótonos, de rutinas y no terminamos de ver lo que realmente está pasando. No nos da el tiempo para reflexionar. El rap es una estrategia muy buena: son pocos minutos que tienes para lanzar unas chispitas y ver si eso prende en alguna persona«, define.

    Lo indígena

    Nina tiene abuelos aymara (de la zona de Sorata, Bolivia) y también de origen quechua (de Potosí). De ahí proviene gran parte de su identidad. «En general, si tenemos que revisar nuestros árboles genealógicos en la humanidad, creo que todos tenemos raíces indígenas. Y yo incluso de seguro debo tener raíces españolas, es innegable que eso haya pasado en mi país, algunas incluso seguro hayan surgido de relaciones forzadas», opina.

    Justamente este año se cumplen 10 de aquella Asamblea Constituyente en Bolivia que dio nacimiento a una nueva Constitución. A partir de entonces, formalmente este territorio se define como Estado Plurinacional de Bolivia. Pero, ¿qué significa?

    Nina Uma en La Paz. Septiembre de 2019. / Julia Muriel Dominzain / RT

    «Los estados nacionales de lo que ahora se conoce como el continente americano, se han constituido como tales a partir de la colonización. El problema en lugares como Bolivia es que han sido cimentados por invasores sobre pueblos que existían de antes«, relata Nina. Y agrega: «Siempre las constituciones en mi país han sido debatidos por sectores que no consultaban a los indígenas. Y entonces sucedían cosas como que alguien podía pensar ‘Yo hablo Aymara y no la lengua oficial, ¿quiere decir que no soy boliviana?’», recuerda.

    Además, hasta entonces solamente les contaban la historia oficial desde la creación de Bolivia. «Pero muchas de nuestras abuelas y abuelos venían de las comunidades y decían: ‘Esto no ha sido así’». Desde la Asamblea Constituyente de 2009, se reconocen todas esas culturas, pueblos, naciones, todas esas formas de entender la política, la economía, la relación entre las personas, la Justicia. «Ahí surge lo plurinacional: somos más que una nación», define Nina.

    La tierra

    El pasado viernes en Bolivia pero también en muchos países a lo largo y ancho de la Tierra hubo una nueva marcha de «Viernes por el futuro», el movimiento ecologista que logra popularizarse en el mundo entero. En La Paz el movimiento adquirió un tamiz particular: desde julio arde el bosque de la Chiquitania. Se calcula que ya se perdieron más de 5 millones de hectáreas y el tema es uno de los grandes tópicos que se debaten en Bolivia. ¿Cómo se cuida la tierra? ¿Quiénes la destruyen? ¿Cómo se produce?

    Sobre este renacer de la ecología, Nina opina que hace falta mucho más que un ‘like’ en Facebook: «El sistema, el imperio, el capitalismo privilegia la acumulación el capital para algunas personas. Hay ciertos modelos culturales, económicos, sociales que hacen que esto gire y que no se distribuya de manera equitativa. Hay gente que tiene poca plata, muy poquitos tienen mucho».

    Ese —y sólo ese— es el contexto desde el que pensar el cuidado de la tierra. «Dentro de eso están los recursos naturales, un espacio de explotación y que también está en manos de ciertas familias, ligados a los sectores económicos que privilegian los sectores de consumo», opina.

    Nina Uma con un admirador que le pide una foto. La Paz, septiembre de 2019. / Julia Muriel Dominzain / RT

    El riesgo, indica, es que esos mismos sectores privilegiados «reinventan el cuidado del medioambiente pero no desde una perspectiva correcta». Para ella, más allá de los conceptos generales como ‘¡debemos cuidar la Amazonía!’, hay que repensar la vida diaria: ¿cuánta carne consumimos? ¿qué productos súper elaborados compramos? ¿cuánto apoyo a las economías de menor escala?, entre otras preguntas. «Si no podemos conectar ese monstruo del cambio climático con nuestra cotidianeidad, no habrá un cambio verdadero«, remata.

    Lo mismo, cree, sucede con el feminismo. El avance del movimiento de mujeres en Latinoamérica «tiene que ver con procesos que tenían que detonar en algún momento». Para Nina, durante años se han ocultado los sectores indígenas y el aporte de las mujeres. Y si bien se ha avanzado mucho en términos de marcos jurídicos, en los hechos reales sigue siendo una tragedia. Según el Sistema Integrado de Gestión de Causas Penales del Ministerio Público, hasta principios de agosto en Bolivia ya eran 79 las mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas.

    «Este movimiento tiende a crecer porque en una sociedad sin esos equilibrios de derechos en razón de género, no estamos todos felices», dice Nina. Y recuerda los aportes de la paradigmática luchadora por los derechos de la mujer en Bolivia, la minera Domitila Barrios de Chungara.

    «Ella contaba que incluso en el sector de las mujeres no todas tenemos las mismas condiciones para ir a una marcha. Hay una agenda que está universalizada pero esa agenda creo que nos falta conectarla con un contexto», agrega. Y concluye: «Si no somos capaces de conectar estas ideas con el capital no terminamos de entender lo que está pasando«.

    Y canta:

    «El patriarcado es el gran tirano
    del capital su gran aliado
    queriendo controlar mi vida,
    mi cuerpo, mi sexualidad
    con normas desde la moral
    si las mujeres con la vida
    tenemos una conexión fuerte y natural

    Voces levantadas
    aquí están las voces
    de mujeres golpeadas
    muertas y enterradas
    ¡somos voces indignadas!»

    Toda la información e imágenes son de ACTUALIDAD.RT/Julia Muriel Dominzain
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  • 8 filósofas españolas nos recomiendan sus filósofas favoritas

    8 filósofas españolas nos recomiendan sus filósofas favoritas

    La imagen típica del filósofo es la de un señor blanco, con barba y muerto. Pero cada vez se ajusta menos a la realidad (y no solo porque haya unos cuantos filósofos aún vivos). A este campo cada vez acceden más pensadores de fuera de Occidente y, por supuesto, mujeres, que ofrecen nuevas perspectivas y puntos de vista diferentes. Queríamos proponer algunos nombres de filósofas y, para hacer la lista, hemos preguntado a ocho de ellas: Eurídice Cabañes, Victoria Camps, Ana Carrasco Conde, Luisa Posada Kubissa, Alicia Puleo, Eulalia Pérez Sedeño, Rosa María Rodríguez Magda y Angélica Velasco. Estos son los 13 nombres que nos han propuesto:

    1. Marie de Gournay (1565-1645). Esta filósofa francesa es autora de varios textos precursores del feminismo, muchos de ellos reunidos en Escritos sobre la igualdad y en defensa de las mujeres. En estos textos, la filósofa francesa explicaba “que si no había más mujeres en la ciencia, en la política y demás era porque no las habían educado para eso, pero que no había nada en la naturaleza que se lo impidiera”, tal y como nos cuenta Eulalia Pérez Sedeño, profesora en el Instituto de Filosofía del CSIC y autora de Las ‘mentiras’ científicas sobre las mujeres. 

    2. Madame de Staël (1766-1817). Anne-Louise Germaine Necker, conocida como Madame de Staël fue también precursora del feminismo y una autora prolífica de ensayos políticos, de novelas y de crítica literaria.

    Ana Carrasco Conde, filósofa que está a punto de publicar En torno a la crueldad, explica que el pensamiento de esta autora francesa fue un fiel reflejo del paso del siglo XVIII al XIX. “Cuentan que Napoleón la detestaba porque no se amedrentaba y era, para ser mujer, indomable y hasta tal punto peligrosa que era preciso alejarla de París», comprensible si tenemos en cuenta que «se atrevió a criticar sus políticas y a describir sus incapacidades (como puede comprobarse en Diez años de destierro)».

    Carrasco Conde añade que «sus obras De la influencia de las pasiones y sus Reflexiones sobre el suicidio han sido determinantes al hacer ver por un lado la importancia de las pasiones en la política y de cómo a veces el ansia de poder y la dependencia servil prefiguran el escenario de la más terrible y gratuita crueldad; y por otro que si hay algo por lo que luchar es la dignidad humana”.

    3. Harriet Taylor Mill (1807-1858). A Mill se la recuerda a menudo como la mujer del filósofo John Stuart Mill y como autora de un puñado de textos, la mayor parte publicados tras su muerte. Pero, como explica Victoria Camps, catedrática emérita de la Universidad Autónoma de Barcelona y autora de Elogio de la duda, “Harriet Taylor Mill colaboró mucho con John Stuart en sus textos”, aunque firmó poco de lo que hacían en común. “Mill fue un gran defensor de la libertad de la mujer, pero aun así pensaba que poner la firma de su esposa devaluaría sus libros”.

    Los críticos e historiadores aún se debaten acerca de cuánto escribió Harriet Taylor Mill de los libros de su marido. Se considera que El sometimiento de las mujeres, publicado en 1869, debe mucho a su influencia. John Stuart Mill también le dedicó a ella Sobre la libertad, con las palabras “como todo lo que he escrito desde hace muchos años, le pertenece a ella tanto como a mí”. En su Autobiografía, Mill explica que este libro fue “más directa y literalmente nuestra producción conjunta que ninguna otra cosa que lleve mi nombre”.

    El autor escocés también firmó La emancipación de las mujeres, publicado en 1851, pero de este texto se suele considerar que la autora principal (o única) es Harriet Taylor Mill. El ensayo recoge muchos de los argumentos de La liberación de las mujeres, profundizando en la conveniencia de que las mujeres puedan trabajar fuera del hogar.

    El libro Ensayos sobre la igualdad de los sexos, con prólogo de Camps, “reúne todos los escritos de una, del otro y de los dos sobre este tema”.

    4. Hannah Arendt (1906-1975) fue una filósofa nacida en Alemania que huyó del nazismo a Estados Unidos en 1941. Más que su gran ensayo La condición humana, Victoria Camps recomienda de Arendt sus textos sobre temas políticos y culturales, “como Entre el pasado y el futuro, que incluye un texto sobre la educación que deberían leer todos los pedagogos de hoy en día, a pesar de que se escribió en los años 60”. Camps apunta que las ideas de Arendt siempre son provocadoras: “Por ejemplo, de la educación dice que tiene que se conservadora, que no se puede reformar todo continuamente. Hay que conservar lo que debe ser conservado”. También “hace una llamada a los valores, como el esfuerzo y la disciplina”.

    En opinión de Camps, Arendt aún no tiene el reconocimiento que debería entre el feminismo, en gran parte porque a la filósofa alemana “esa lucha no le interesaba”. Y añade: “Su filosofía es muy propia. Aunque tiene influencias de Heidegger y del fenomenalismo, lo que dice es inclasificable. Y es polémica siempre, hable de la cultura, de la política, de los judíos… Como en el caso de la banalidad del mal”.

    Arendt acuñó este concepto en Eichmann en Jerusalén, donde recoge sus reflexiones durante el juicio en 1961 al teniente coronel responsable de los transportes de deportados a los campos de concentración. Arendt, de origen judío, no ve a Eichmann como un monstruo, sino como un burócrata poco inteligente que nunca se detuvo a reflexionar en lo que estaba haciendo, más allá del desempeño de su trabajo. “Fue una idea muy mal recibida por colegas suyos y por amigos judíos -añade Camps-. Arendt fue muy valiente. Y su valor ha ido creciendo con el tiempo”.

    5. Simone de Beauvoir (1908-1986). Alicia Puleo, autora de Ecofeminismo para otro mundo posible, explica que le interesaba la filosofía “ya desde la infancia». Pero «de adolescente me regalaron El segundo sexo y se me abrió un mundo nuevo. Vi que la filosofía podía analizar un aspecto de la vida que a mí me interesaba, el de la la libertad de las mujeres”. Y añade: “Me decidió de manera definitiva a estudiar filosofía”. Este texto de Beauvoir, publicado en 1949, está considerado una de las obras fundamentales del feminismo.

    Rosa María Rodríguez Magda, autora de De playas y espectros. Ensayo sobre pensamiento contemporáneo, también descubrió el texto de De Beauvoir a los 18 años. Recuerda que, cuando comenzó a escribir el texto, la autora francesa no era consciente de hasta qué punto el género había condicionado la historia del pensamiento: “Ella pensaba que lo liquidaría en 10 o 15 páginas”. De Beauvoir pone de manifiesto que “la historia de la filosofía tiene una visión principal en la que se considera a la mujer como a parte de los otros” y acaba dando la vuelta “al punto de vista tradicional de la filosofía. Nada queda incólume”. La filósofa francesa “amplía y cambia la visión del pensamiento. También cuando dice que la mujer no nace, sino que se construye. La teoría del género parte desde ahí por diversos desarrollos y el sexo se empieza a definir no solo por la biología sino también por la cultura”.

    6. Luce Irigaray (1930) es una filósofa francesa nacida en Bélgica, representante del feminismo de la diferencia. Rosa María Rodríguez Magda dice de ella que “me hizo ver las cosas de otra manera, aunque ya difiera de algunas de sus ideas”. Y habla de su primer libro, Speculum. Espéculo de la otra mujer, publicado en 1974 y en el que critica el machismo presente en la filosofía y en el psicoanálisis, incidiendo en que a las mujeres se las excluye de la producción del discurso oficial. Irigaray propone escapar de este silencio creando un imaginario femenino y un lenguaje propio. También es autora de Ese sexo que no es uno y En el principio era ella, entre otros libros.

    7. Julia Kristeva (1941) es una filósofa búlgara que ha escrito sobre literatura, feminismo y psicoanálisis, entre otros temas. Para Ana Carrasco Conde, su libro Poderes de la perversión “es sin lugar a dudas una obra clave para entender la relación entre la extraña alianza entre la corporalidad y la abyección, entre la mujer y la exclusión. Desde una perspectiva psicoanalítica en la que convergen filosofía y literatura, Kristeva presenta una propuesta inquietante e interesante: pensar lo impensable e inasible en el modo de una alteridad inexpresable de un singular que no se deja homogeneizar. De ahí su interés –y mi interés en ella– por la apropiación simbólica de lo que, de suyo y paradójicamente, no es analizable”. Además del libro citado, Carrasco Conde recomienda Las nuevas enfermedades del alma.

    8. Celia Amorós (1944). Alicia Puleo recuerda estar trabajando en Francia, cuando una compañera le prestó Hacia una crítica de la razón patriarcal, libro de Amorós publicado en 1985. “Después de leerlo decidí que ella tenía que ser la persona que dirigiera mi tesis”, cosa que hizo. Puleo también formó parte del seminario Feminismo e Ilustración que fundó Amorós en la Universidad Complutense de Madrid. “Todas las semanas nos reuníamos 4 o 5 horas y era un festín intelectual”. Puleo apunta que Amorós, “junto con Amelia Valcárcel, es una de las pensadoras más importantes de España en el siglo XX”.

    También participaron en sus seminarios (y la recomiendan) Eulalia Pérez Sedeño y Luisa Posada Kubissa, profesora en la Universidad Complutense de Madrid y autora de libros como Filosofía, crítica y (re)flexiones feministas. Posada Kubissa añade que Amorós “aplica una lectura de la filosofía al pensamiento feminista desde el siglo XVIII hasta la actualidad. Tiene una filosofía bastante amplia”, con libros como La gran diferencia y sus pequeñas consecuencias, Tiempo de feminismo, Salomón no era sabio… “Y no solo de feminismo, también es autora de Diáspora y Apocalipsis, sobre la filosofía de Jean-Paul Sartre. Su pensamiento es decisivo en el panorama feminista y en el feminismo filosófico”.

    9. Donna Haraway (1944). La autora de El manifiesto cyborg es una de las favoritas de Eurídice Cabañes, fundadora y presidenta en México de Arsgames, una asociación cultural que gestiona proyectos relacionados con los videojuegos (y la filosofía). Cabañes explica que “Haraway hace una filosofía muy transdisciplinar. Ella también es bióloga y a mí también me gusta esa ruptura de las disciplinas académicas. Me encanta cómo mezcla el lenguaje poético, el biológico, el filosófico… Y cómo rompe categorías y estructuras”.

    10. Helen Longino (1944). Eulalia Pérez Sedeño recomienda a esta pensadora estadounidense, “filósofa de la ciencia y también feminista. Me marcó mucho un libro suyo de 1990, Science as Social Knowledge. En él mantiene que los valores sociales (valores no cognitivos, como ella los llama) son una parte importante en la ciencia y no podemos pensar que esté al margen”. Los científicos no solo pertenecen a su propia comunidad, “sino también a otras, ya que viven en un tiempo y en un lugar, por lo que importan y esos valores los importan a su quehacer diario”.

    11. Alicia Puleo (1952). Esta filósofa nacida en Buenos Aires no solo es una a las que hemos preguntado, sino que también es una de las recomendadas por Angélica Velasco, que la considera “el referente fundamental del ecofeminismo en español”. Velasco, autora de La ética animal, ¿una cuestión feminista?, explica que Puleo “propone un ecofeminismo crítico que incorpora el legado de la Ilustración”, incluyendo “los principios de igualdad, fraternidad y libertad”.

    También apuesta por el “diálogo intercultural, viendo los aspectos positivos y negativos de las diferentes culturas y teniendo en cuenta no solo si son ecológicamente sostenibles, sino también si son discriminatorias desde el punto de vista del género”. Otra idea fundamental de Puleo “es la cuestión de ampliar los valores del cuidado a los animales”. Velasco recomienda la lectura del ya citado Ecofeminismo para otro mundo posible, además de Filosofía, género y pensamiento crítico.

    12. Judith Butler (1956). Gran parte de la obra de esta pensadora estadounidense se centra en la perspectiva de género como construcción social “que dio pie al feminismo queer -explica Luisa Posada Kubissa-. Pero me interesa especialmente su segunda parte, dedicada a la vulnerabilidad, como Marcos de guerra. Tiene una obra amplísima, en la que reflexiona sobre muchos aspectos del mundo en el que vivimos. Es muy interesante, muy profunda y da muchas claves éticas”. Butler es también autora de El género en disputa y Deshacer el género.

    13. Marina Garcés (1973). De esta filósofa barcelonesa, Eurídice Cabañes recomienda, sobre todo, la lectura de Un mundo común. “Creo que tiene una forma muy clara, muy sencilla, de abordar temas que muestra muy claros y sencillos, pero que en realidad son complejos. O es más bien pasar de la complejidad a lo simple”. Garcés propone en este libro pensar en lo común para analizar la sociedad. “Su pensamiento a ese respecto me gusta mucho. La descubrí cuando estaba haciendo la tesis y en ese momento pensé que todo lo que yo quería decir y ya estaba dicho ahí”. Garcés también es autora de Nueva ilustración radical y Fuera de clase. Textos de filosofía de guerrilla.

    La filosofía de la mitad del mundo

    La filosofía ha cambiado: al igual que el resto de campos profesionales y académicos, ya no es un área ocupada solo por hombres. Pero aún no podemos hablar de igualdad: «Creo que una de las cosas más importantes que ha ocurrido en España en los últimos años es la incorporación de las mujeres a la filosofía, pero sigue siendo un campo que se comporta como la peor de las ingenierías”, explica Eulalia Pérez Sedeño, que remarca que hay muy pocas catedráticas en las universidades españolas. “Se sigue teniendo la idea de que la filosofía es una actividad masculina por los estereotipos de la racionalidad, el pensamiento… Todavía parece que se nos niega la capacidad de pensar”.

    Victoria Camps apunta que a pesar de que más mujeres se han incorporado a la filosofía, “entre los grandes nombres de hoy en día cuesta encontrar mujeres, quizás Martha C. Nussbaum”. Aunque también apunta que “cada vez más difícil encontrar filósofos que destaquen sobre el resto”, cosa que achaca en gran medida a la compartimentación y dispersión del pensamiento filosófico.

    Coincide Rosa María Rodríguez Magda, que apunta que “a las mujeres se nos hace caer en una trampa. Se nos pregunta sobre nosotros mismas, pero después la reflexión sobre asuntos de mujeres y el feminismo no se considera ni siquiera parte de la filosofía”. También recuerda que “hay zonas consideradas más apropiadas para las mujeres, como la ética, que se acerca a los cuidados y la atención, y se considera que está cerca de los estereotipos femeninos. En este terreno es más fácil que se acepte la presencia de la mujer y que se la escuche que en otros como la epistemología o en la política”.

    Luisa Posada Kubissa recuerda que no solo las mujeres se están incorporando a la filosofía, sino también pensadores no occidentales, por lo general olvidados en el canon y “que proporcionan perspectivas diferentes”.

    Y hay también una evolución en los temas, como explica Eurídice Cabañes: ya no se habla de la filosofía desde un punto de vista meramente académico. “Si me hubieras preguntado hace cinco o diez años te hubiera dicho que no, que la filosofía se sigue viendo como el terreno de hombres muertos con bustos de mármol, pero creo que sí está cambiando”. En su opinión, la filosofía ya “se equipara más al pensamiento crítico” y se recurre a ella como una herramienta necesaria “a la hora de hablar de la tecnología y de reflexionar sobre los medios. Toda esa reflexión ha puesto la filosofía en la palestra como lo que es, una forma de pensar en la actualidad de forma crítica”. Y añade: “La filosofía se está abriendo y se está visibilizando como algo que puede ser actual. Espero que más gente se anime a estudiar y a pensar porque estamos en un momento en el que si no pensamos, mal nos va”.

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  • La lucha de una mujer mexicana para hacerse un lugar en las pesquerías

    La lucha de una mujer mexicana para hacerse un lugar en las pesquerías

    Las mujeres participan activamente en la fase previa a la pesca y en el procesamiento y comercialización del producto, pero sufren la exclusión en una industria que sigue controlada mayoritariamente por los hombres.

    La lucha de una mujer mexicana para hacerse un lugar en las pesquerías

    Aracely Méndez durante actividad de buceo en el mar.
    Cortesía: Cobi
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    Desde que tiene recuerdos, Aracely Méndez creció viendo el mar azulado y escuchando el viento que mece las olas, aunque siempre se ha quedado con ganas de más. «Si por mí fuera, viviría en la orilla, pero no se puede», dice ‘Chely’ desde la ensenada de La Paz, al sur de la península de Baja California.

    Esta mujer de 44 años se quita poco a poco los nervios de su primera entrevista telefónica y recuerda, llena de orgullo, cuando sus abuelos la llevaban a pescar siendo una niña. La emoción de formar parte de la quinta generación de pescadores contrasta con el complicado camino que ha tenido que recorrer para llegar a hacerse un lugar en esta actividad.

    En el imaginario, la imagen de la pesca es un hombre que pasa horas en una barca, con redes de apoyo y una paciencia sobrehumana. Pero la extracción es tan solo una parte del proceso que llevan a cabo las pesquerías ribereñas de México, un conjunto de actividades en que las mujeres participan activamente tanto en la fase previa —con la reparación de artes y la preparación de logística—, como en el periodo posterior a la captura —con el procesamiento y comercialización del producto—, pero casi siempre ellas son invisibilizadas de la toma decisiones y, por ende, no trabajan en condiciones de igualdad.

    «Si nosotros pensamos únicamente en la pesca como sinónimo de sector pesquero estamos invisibilizando múltiples tareas, actividades y a múltiples actores que contribuyen en el mismo», dice Neyra Solano, jefa de Fortalecimiento de Líderes y Organizaciones Pesqueras de Comunidad y Biodiversidad (Cobi), una asociación que promueve la conservación marina y la pesca sustentable, y que ha sido clave para ayudar a Aracely en su propia revolución.

    Neyra Solano, jefa de fortalecimiento de líderes y organizaciones pesqueras de Cobi
    Si nosotros pensamos únicamente en la pesca como sinónimo de sector pesquero estamos invisibilizando múltiples tareas, actividades y a múltiples actores que contribuyen en el mismoNeyra Solano, jefa de fortalecimiento de líderes y organizaciones pesqueras de Cobi

    Neyra conoció a ‘Chely’ en 2017, como parte del programa de igualdad de género que dictó Cobi a 13 líderes comunitarios de pesquerías de tres regiones de México: Golfo de California, Pacífico Norte y el Caribe. El objetivo de la organización con estos talleres es promover la participación igualitaria en los procesos de toma de decisión de las comunidades pesqueras, un punto nodal para mejorar las condiciones de vida de las mujeres.

    Mujeres excluidas

    Como Aracely, miles de mujeres luchan para ser reconocidas en una industria que las marginaliza. A nivel mundial, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) estima que las mujeres representan el 19 % de las personas empleadas directamente por la pesca, pese a que representan hasta el 50 % de la mano de obra postcaptura en la pesca artesanal, y en algunas pesquerías, alcanzan el 90 %, según información recabada por Datamares.

    En México, la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) calcula que hay cerca de 22.000 mujeres empleadas directamente por el sector. Sin embargo, como advierten en un informe las investigadoras Inés López Ercilla y Raquel López-Sagástegui, «existen pocos datos que dejan ver cuántas mujeres trabajan en la pesca, en qué condiciones y el valor económico que aporta su trabajo».

    «Antes no nos involucrábamos con los hombres, ellos a la pesca y nosotros a la vigilancia y cada quien hacía su trabajo», recuerda ‘Chely’. Tras tomar el programa de igualdad de género, a donde llegó «muy tímida» y «muy callada», según cuenta Neyra, Aracely comenzó a involucrarse cada vez más en las actividades de la Organización de Pescadores Rescatando la Ensenada (OPRE), de la que es parte.

    Logros de Aracely

    En un par de años, ‘Chely’ comenzó un camino casi sin freno: se certificó en buceo para ayudar en las actividades que realiza OPRE para promover la pesca y acuacultura sustentable; realizó actividades de vigilancia para resguardar el callo de hacha (una especie de molusco), reproducirlo y evitar que se lo roben en periodos de siembra; aprendió a reparar trajes de neopreno e incluso enseñó a otras comunidades cómo hacerlos, una salvación para decenas de pesquerías que carecen de los recursos necesarios para repararlos.

    Ese mar de logros implicó que Aracely se quitara una barrera muy presente en las pesquerías de México, ya que muchas veces, «las mujeres no se reconocen o identifican a sí mismas como parte del sector pesquero porque se consideran ayudantes del hombre pescador«, según explica Neyra Solano, una de las personas que han ayudado a que líderes de comunidades pesqueras comiencen a aceptarse, a reconocerse y a organizarse.

    Neyra Solano, jefa de fortalecimiento de líderes y organizaciones pesqueras de Cobi
    Las mujeres no se reconocen o identifican a sí mismas como parte del sector pesquero porque se consideran ayudantes del hombre pescador, porque participan en actividades previas o posteriores a la captura de los productosNeyra Solano, jefa de fortalecimiento de líderes y organizaciones pesqueras de Cobi

    Futuro en la ensenada

    Con el impulso de Noroeste Sustentable (NOS), ‘Chely’ y sus vecinos del barrio del Manglito constituyeron OPRE y firmaron un pacto para no explotar los recursos que se estaban agotando. «Hubo un momento en que la bahía se quedó sin recursos, tardamos como 7 años para que se volviera a poblar. No hubo pesca en todo ese tiempo», recuerda Aracely sobre aquellos días de incertidumbre para las familias de La Paz.

    Tras recibir la concesión de 2.048 hectáreas de la ensenada, han logrado cosechar alrededor de 9 toneladas de callo de hacha desde 2017. Si la pesca sustentable sembró futuro en la comunidad, la lucha de ‘Chely’ y sus compañeras les dio un mejor presente y un motivo para estar muy orgullosas.

    Durante el cambio de mesa directiva de OPRE, las y los miembros acordaron que el 50 % de las decisoras fueran mujeres, pese a que la organización está compuesta por una minoría de compañeras: 14 mujeres de un total de 104 socios.

    Igualdad de género en el mar@Igualdadenelmar

    Las Mujeres del Manglito pertenecen a @opre_pescadores; quienes vigilan por tierra y mar para evitar que los pescadores furtivos tomen el callo de hacha que restauran. SPR OPRE contribuye activamente en la conservación del medioambiente, y ademas es un ejemplo de

    Con la lucha tenaz de ‘Chelly’ y sus compañeras, lograron también igualar el sueldo de las mujeres de la organización. «Es un gran logro con los hombres que tenemos aquí en la pesca porque son muy rejegos [tercos]», dice Aracely con un tono de felicidad en su voz.

    Cuando se le pregunta por la reacción de sus hijas al enterarse de esta noticia, Aracely dice: «Me va a hacer llorar, eh». Tras la advertencia, aguanta el llanto y cuenta cómo sus cuatro muchachas se alegraron y le dijeron que querían ser como su madre.

    «Se dan cuenta del logro que hemos tenido», dice.

    Toda la información e imágenes son de ACTUALIDAD.RT
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  • Recomendación, por no proteger derechos de mujeres reclusas

    Recomendación, por no proteger derechos de mujeres reclusas

    La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió recomendaciones a los gobernadores de los estados de Puebla, Guerrero, Campeche, San Luis Potosí y Michoacán debido a la falta de protección de los derechos humanos de las mujeres privadas de su libertad en centros penitenciarios mixtos de esas entidades.

    La CNDH constató que las prisiones mixtas de dichos estados visitadas no reúnen las adecuadas condiciones de habitabilidad, ya que su infraestructura, organización y funcionamiento gira alrededor de las necesidades de los varones, lo que contraviene el artículo 18 constitucional, referente a que las mujeres purgarán sus penas en lugares separados de los hombres.

    De acuerdo con el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria de 2018, los centros de reclusión mixtos obtuvieron una calificación de 5.98 en promedio a nivel nacional, en tanto que los femeniles alcanzaron 7.57 en una escala del 0 al 10.

    El organismo nacional denunció que de acuerdo con diversas entrevistas a personal penitenciario y mujeres privadas de su libertad, se constató que su situación actual propicia la transgresión de los derechos a la alimentación, seguridad, actividades laborales y educativas.

    Asimismo se observaron condiciones precarias en los espacios destinados para ellas y sus hijas e hijos que ahí viven.

    Finalmente, la CNDH también señaló que los estados deben emprender acciones para que se garantice el derecho a la reinserción social de las mujeres reclusas, en especial en labores productivas, privilegiando el trabajo remunerado y su capacitación en actividades útiles para cuando obtengan su libertad.