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  • Más portadas así y menos de cuerpos perfectos una semana después de dar a luz

    Más portadas así y menos de cuerpos perfectos una semana después de dar a luz

    Sofia Lindfors es una modelo e influencer sueca que acaba de hacer un zas en toda la boca a sus colegas de profesión y, en general, a todas aquellas personas y medios de comunicación que contribuyen a la idea de que hay que tener un cuerpo perfecto semanas o incluso días después de dar a luz.

    Protagoniza la portada de la edición de verano de la revista mama con una preciosa imagen en bikini acompañada de sus dos hijas de seis y un año y medio. Con su barriga todavía flácida, hasta con algo de celulitis y enseñando la cicatriz de la cesárea. Así es su cuerpo ahora y tan feliz. ¡Más portadas como ésta!

    Orgullosa de su cuerpo

    La modelo, que cuenta con más de 13.000 seguidores en su cuenta de Instagram @heltenkeltfi, dice que uno de los peores cumplidos que le pueden hacer es: «no parece que hayas estado embarazada». Ella está orgullosa de sus heridas de guerra: «He sufrido 84 semanas de embarazo, tengo dos hijas, mi cuerpo ha sido cortado, usado y cosido y sobreviví. ¡Quiero que parezca que soy una guerrera, un dadora de vida, una verdadera supermujer!».

    Sofia se aleja de la imagen estereotipada que muchas veces ofrecen las famosas: modelo de éxito que se apunta a la maternidad casi como un complemento en su vida perfecta. Ella habla sin tapujos de lo horroroso que fue su primer parto y lo mal que se pasa cuando tu hijo viene con algún problema,como le pasó a ella con su primera hija. Una experiencia que fue el detonante de su cambio de mentalidad.

    ¿Cuándo perderás la tripa?

    Cuando Sofia se quedó embarazada de su primera hija le preocupaba básicamente cómo iba a quedar su cuerpo y cuánto tiempo tardaría en perder peso para volver al trabajo. Sin embargo, las prioridades cambiaron cuando, antes de nacer, a su bebé le detectaron una enfermedad congénita que afectaba a la vejiga y que requeriría importantes operaciones una vez que naciera:

    «En el segundo en que la vi cambió totalmente la vida y todas las prioridades. Nos vimos envueltos en una sucesión de operaciones durante más de dos años de atención constante y mucha ansiedad. Cuando la gente me preguntaba en las entrevistas cuánto tardé en perder barriga les lanzaba unas miradas que eran como puñales. ¿Esto es lo importante? Me preguntaba».

    En ese momento fue cuando decidió que, si alguna vez volvía a quedarse embarazada, aprovecharía su popularidad para mostrar qué es lo «correcto» después de un parto. Y lo correcto para ella es: «recuperarte y simplemente ser. Sentirte tranquila y no verte arrastrada hacia esa espiral enferma de ‘ponte en forma y sexy de nuevo’. No entiendo por qué tiene que ser todo tan apresurado. ¿Dónde está tu tiempo?», explica.

    No solo las famosas

    Definitivamente, hacen falta más portadas valientes como esta y menos cuerpos perfectos (a veces retocados) poco después de dar a luz. Sofia se muestra crítica con sus compañeras de profesión y otras celebrities por su manera de contribuir a la imagen irreal de las mujeres en relación a la maternidad:

    «En los medios se ofrece un solo tipo de imagen: la de mujer que pasó por un embarazo y un parto completamente sin cambios. Nadie parece estar embarazada seis meses después de dar a luz (o menos de un día después) y a nadie se ha estirado la piel, tiene arrugas o estrías. Puede haber alguna imagen de leve imperfección, pero siempre bajo un titular de ‘secuelas del embarazo’ y consejos sobre cómo deshacerse de ellas».

    «Esto», continúa contando la modelo, «crea una imagen distorsionada y agrega estrés y presión a las madres recientes, que solo deberían concentrarse en la unión con sus hijos, la lactancia y el descanso». Y aquí está la clave del asunto. Las mujeres reciben el mensaje de que eso que eso es lo normal y después, se encuentran con su cuerpo de posparto real (con su barriga como si todavía estuvieras embarazada de seis meses, piel flácida, etc.).

    Esto solo tiene consecuencias negativas: o nos apresuramos con la dieta y el ejercicio o nos hundimos en complejos sobre por no tener el cuerpo adecuado, una total pérdida de tiempo porque en ese momento tenemos cosas mucho más importantes que hacer: conectarnos con nuestro bebé y darle lo mejor de nosotras. Eso por no hablar de lo negativo que es añadir presión a una situación tan delicada como el el posparto con el fantasma de la depresión como una amenaza muy real para una mujer en situación vulnerable.

    Más mujeres como Sofia

    Afortunadamente, y gracias en buena parte a las redes sociales, son ya muchas las mujeres que se animan a enseñar, orgullosas, sus kilos de más, sus barrigas «imperfectas» y sus marcas de guerra.

    Están orgullosas de sus cuerpos, no solo por su aspecto físico, sino por lo que han sido capaces de hacer, que es crear y parir una nueva vida. En este enlacepuedes ver una preciosa sesión de fotos de cuerpos de mujer en su «cuarto trimestre de embarazo». Hacen falta más portadas como ésta y menos cuerpos perfectos una semana después de dar a luz.

  • Mujeres y niñas en el deporte.

    Mujeres y niñas en el deporte.

    El deporte tiene el poder de cambiar vidas. Al enseñar a las mujeres y las niñas el trabajo en equipo, la autosuficiencia, la capacidad de recuperación y la confianza, el deporte es uno de los grandes impulsores de la igualdad de género . Las mujeres en el deporte desafían los estereotipos de género y las normas sociales, hacen modelos inspiradores y muestran a hombres y mujeres como iguales.

    Como algunas de las mejores atletas del mundo, incluida la Embajadora de Buena Voluntad de ONU Mujeres, Marta Vieira da Silva, se preparan para la Copa Mundial Femenina de la FIFA en Francia (del 7 de junio al 7 de julio), celebramos los logros extraordinarios y el potencial incomparable de mujeres y niñas. en el deporte, y pedir acciones para abordar problemas como la desigualdad salarial, la violencia de género y la falta de inversiones específicas que permitan a más mujeres y niñas tener una carrera en el deporte.

    Con el apoyo de ONU Mujeres, las mujeres y las niñas de todo el mundo están nivelando el campo de juego, tanto en el deporte como en el futuro. En Brasil y Argentina, las niñas están aprendiendo habilidades esenciales para la vida mientras practican deporte en Jordania, los campamentos de fútbol para niñas están ayudando a construir mejores relaciones entre las comunidades locales y los refugiados ; y en el Pacífico, una asociación con Oceania Rugby está trabajando para poner fin a la violencia contra las mujeres.

    Toda la información e imágenes son de unwomen.
    Link original: http://www.unwomen.org/

  • Parteras Indígenas, Tesoros Vivos de México

    Parteras Indígenas, Tesoros Vivos de México

    Recientemente desde Kinal Antzetik Distrito Federal, A. C. hemos impulsado la campaña, que da título a este artículo. La razón fundamental para impulsarla, es detener su inminente desaparición.

    Así, promover la partería tradicional indígena y visibilizar a las parteras indígenas de México, como poseedoras de un legado cultural que salva vidas nos parece muy importante, se trate de las parteras mayas, tzeltales, tzotziles, mijes, zapotecas, ikoots, mixtecas, amuzgas, tlapanecas, nahuas, otomíes, mazahuas, purépechas, mayos y yaquis, sólo por mencionar algunos de los grupos étnicos, al cual pertenecen parteras con las que nos coordinamos a través de redes.

    Las parteras indígenas se han ganado un lugar de autoridad en las comunidades y son, a la par de las personas curanderas, rezadoras, hueseras y médicas tradicionales, recursos comunitarios muy valiosos en la prestación de servicios de apoyo esenciales para la salud y la vida de las mujeres y recién nacidos, sobre todo en regiones y áreas marginales rurales, que no cuentan con servicios gubernamentales de salud, o son escasos, de difícil acceso geográfico, que significan altos gastos económicos.

    Sabemos que 7 de cada 10 parteras en México son mujeres indígenas. Ellas ostentan saberes y prácticas milenarias, saberes ancestrales acumulados que han sido transmitidos, de generación en generación, por las abuelas, o de madre a hija, o de mujer a mujer, principalmente mediante un proceso oral, reconociendo también la existencia de varones parteros, no en demasía como ocurre.

    Este proceso de enseñanza-aprendizaje bio-cultural ha ocurrido lenta, progresiva  y permanentemente, de forma cuidadosa y personalizada. Muchas veces la elección de la nueva generación de parteras pasa por procesos de designación familiar o comunitaria, o sencillamente, es un sueño el indicador del nuevo oficio.

    Lo cierto es que la transmisión de conocimientos significa estar dispuesta y desarrollar habilidades de observación de los procesos naturales de la corporalidad femenina, de actitudes y valores culturales e implica una gran conexión y un gran despliegue de relaciones con diversos elementos de la naturaleza, como las plantas y productos de la tierra, el cerro, el río y otros recursos naturales, dependiendo de su medio ambiente más próximo.

    Ello representa aportes no sólo en el campo de la medicina tradicional, el cuidado de la salud y la vida, sino a la preservación de saberes sobre el manejo de recursos naturales medicinales, y a la misma conservación de estos recursos, que son indispensables en la atención que brindan.

    Desde la partería tradicional indígena existen muchas prácticas de atención a la embarazada. Una de ellas es la manteada, que consiste en balancear, de un lado a otro a la mujer embarazada, sobre una manta para que la cabeza del feto encaje en la pelvis y así facilitar el parto. También puede ser pasar un rebozo por debajo del cuerpo de la embarazada a la altura de la cintura con el mismo fin.

    Otra práctica muy recurrente son los baños del temazcal, un baño de vapor de origen prehispánico que se emplea durante el embarazo y el post-parto para purificar y proteger a la mujer de enfermedades, mejorar la circulación sanguínea y prepararla para el parto o bien ayudarla a recuperarse después del parto.

    Muchos de los cuidados de la partera traen consigo fuerza, confianza,  seguridad  y bienestar físico y psicológico en los procesos de embarazo,  parto y postparto de las mujeres indígenas.  Merece una mención especial el soporte emocional que brindan durante el trabajo de parto, a través de comunicarse en la misma lengua de la parturienta, apoyar su decisión en la posición para parir, la atención domiciliar, y respetar la presencia de familiares, conforme el deseo de la parturienta, entre otros.

    Apoya también en el sentido antes mencionado, la gran riqueza cultural de las parteras tradicionales indígenas al realizar ritos y ceremonias, alrededor de esos procesos reproductivos, que además están cargados y dotan de energía espiritual a la parturienta, la o el recién nacido y su familia, facilitando la integración familiar y también la cohesión comunitaria, que muchas veces se moviliza ante las emergencias.

    Los aportes de las parteras al sostenimiento de la vida en las comunidades indígenas de México son invaluables, sin embargo, sus saberes y prácticas se ven ahora amenazados de desaparecer y/o enfrentan muchos obstáculos.

    Cada vez es más frecuente conocer que las mujeres embarazadas en las comunidades indígenas de México, que a su vez son beneficiarias del Prospera Programa de Inclusión Social, son amenazadas de ser expulsadas de dicho Programa, si no asisten al chequeo y atención prenatal y parto, en las clínicas y hospitales.

    Ahora las parteras indígenas ven reducido su trabajo a realizar ciertas prácticas, como la sobada, limpia, manteada y otras que no son ofrecidas por los servicios gubernamentales de salud. Ello, implica una drástica reducción en el número de partos atendidos por parteras indígenas, lo que atenta directamente contra el ejercicio de su labor y razón de ser.

    También, a que estas cambien el contenido de su rol comunitario, de atender partos, a promover y orientar sobre el uso de anticonceptivos y prevención de enfermedades femeninas y otras acciones de salud sexual y reproductiva, e incluso a asistir a enfermeras de las clínicas comunitarias.

    Otro fenómeno que se deriva de lo anterior y se está observando hoy, es la tendencia a la medicalización de la práctica de partería tradicional en las zonas indígenas. Quizá como una respuesta ante la imposición del Modelo Médico Hegemónico, o por la presión existente a que las parteras se subordinen al sistema de salud, o bien,  para acabar con las percepciones y prejuicios que tienden a considerar a las parteras como antihigiénicas y  atrasadas.

    Representa un grave obstáculo para el ejercicio de la partería, que los centros del Sistema Nacional de Salud, en algunos estados sean los únicos que puedan dar el certificado de nacimiento para el registro civil, contraviniendo lo establecido en la Norma Oficial Mexicana NOM-035-SSA3-2012, En materia de información en salud.

    Lo que está sucediendo constituye una violación al marco legal existente en México, ya que la partería tradicional está fundamentada en el reconocimiento de la medicina tradicional en la Constitución Mexicana en los artículos 1 y 2 y en la Ley General de Salud en el artículo 6 y 93. También constituye una violación a los derechos colectivos establecidos en la Declaración de las Nacionales Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, que señala en su artículo 24-1 que los pueblos indígenas tienen derecho a sus propias medicinas tradicionales y a mantener sus prácticas de salud, incluida la conservación de sus plantas medicinales, animales y minerales de interés vital.

    Sin duda que, estas violaciones a los derechos de las parteras indígenas deben ser señaladas públicamente, mientras se identifican otros mecanismos y  procedimientos formales.

    La campaña inicial de nuestra organización, Parteras Indígenas, Tesoros vivos de México, se complementa con dos materiales próximos a ser dados a conocer: Ser Partera Indígena Es… o Nacer Con Partera Indígena Es Nacer A..,  Estas también se suman a otras campañas que están siendo difundidas: “Vamos por la Partería en Guerrero”, impulsada por las organizaciones  del Comité Promotor por una Maternidad Segura de Guerrero y también la campaña de “Parteras de Hoy”, en diversos estados de la república mexicana.

    Consideramos importante compartir el valioso logro que tuvo la Asociación de Parteras Unidas del Pacífico (Asoparupa) para que la  Partería en el Pacífico Colombiano fuese nombrada, en octubre del año pasado,  Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI).

    Dicha organización, después de tres años de trabajo, diseñó el Plan de Salvaguardia Especial de los Saberes Asociados a la Partería Afro del Pacífico (PES). Esta declaratoria de PCI, es la forma en que se protege un oficio ancestral que practican más de mil  600 mujeres en esa región, ya que esta manifestación cultural representa un conocimiento ancestral que se mantiene activo y vigente, necesario de salvaguardar como manifestación cultural estructural de la identidad de las comunidades del Pacífico colombiano.

    Y en México ¿será posible parar la inminente desaparición de las parteras indígenas y consigo la Partería Tradicional Indígena? ¿Es la declaratoria de PCI una estrategia posible para preservar los modelos de Partería Tradicional Indígena Mexicanos? Sin duda, mucho por reflexionar y actuar.

    *Maestra en Desarrollo Humano en integrante de Kinal Antzetik A.C Ciudad de México
    **Kinal Antzetik es parte de la Coalición por la Salud de las Mujeres, una red de organizaciones civiles con trabajo en salud y derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.

    Toda la información e imágenes son de  CIMAC.
    Link original: https://cimacnoticias.com.mx

  • Cinco herramientas de autodefensa feminista en las calles

    Cinco herramientas de autodefensa feminista en las calles

    La autodefensa feminista es el conjunto de herramientas que pueden ayudarnos a llegar sanas y salvas a nuestro destino de la violencia machista en las calles. Tú, que estás leyendo esto y eres mujer, es muy probable que ya hayas vivido algún episodio de esta violencia en la calle.

    Conocer estas herramientas nos permite saber que tenemos la fuerza para evitar o responder un ataque, o bien, huir para ponernos a salvo cuando la situación pone en riesgo nuestra vida.

    En la autodefensa feminista se trabajan las emociones, sobre todo el miedo para que no nos bloquee, al contrario, que nos haga accionar y reaccionar. La autoestima es otra parte importante, ya que entre las muchas creencias con las que crecemos las mujeres, aquella de que no tenemos defensa contra un hombre o que no somos lo suficiente fuertes, es la que logra que ni siquiera hagamos el intento de huir ante una violencia. Con una mejor autoestima dejamos de estar en el papel de la víctima y tomamos uno más activo, de defensa y de límites hacia el agresor. Aquí una lista de algunas herramientas que pueden ser útiles para la autodefensa en la calle:

    1. Gas pimienta

    Puedes llevarlo en un bolsillo de tu ropa, en tu llavero o en un lugar en el que no te cueste encontrarlo si llegas a necesitarlo. Intenta distraer al agresor gritando, o diciéndole, por ejemplo, que no te haga nada, en lo que preparas el gas pimienta para rociarlo en su cara, al menos a unos 20 cm. Estos productos traen un botón de seguridad, ten en cuenta eso antes de salir de casa o en el camino en el que creas que vas a ocuparlo.

    El agresor en automático llevará las manos a su rostro, puedes rociar de nuevo, o bien, correr para ponerte a salvo. También puedes aprovechar para dar una patada en los testículos para asegurar su inmovilización momentánea.

    2. Paralizador de toques o stun gun

    Este aparato da descargas eléctricas que inmovilizan al agresor, lo que te da tiempo para huir. De igual forma, se recomienda tenerlo a la mano para no perder tiempo buscándolo en caso de estar en peligro. También viene con un seguro o un botón para poderlo utilizar. Tienes que tocar al agresor con el paralizador, se recomienda hacerlo en los hombros, bajo las costillas, o arriba de las caderas. Si la situación hace difícil que sea en esas partes, hazlo donde sea, repetidas veces hasta que puedas ponerte a salvo.

    3. Boxer

    Es un producto discreto de autodefensa que se pone en los dedos y al cerrar el puño queda expuesto. Puede ser de acero u otros materiales. Fue creado bajo la idea de hacer daño al golpear al atacante. Los puntos en los que el golpe puede ser más efectivo son la mandíbula, el mentón y la nariz, o si el bóxer tiene picos puede ir a los ojos. Recuerda que lo importante es ponerte a salvo y no quedarte a pelear con el agresor.

    4. Defensa personal

    Existen diversas prácticas de defensa personal que se están llevando al terreno de la autodefensa feminista: Muay Thai, Krav Maga, Box, etc. Todas ellas, encaminadas no sólo a aprender la disciplina en cuestión, sino a darle un perspectiva feminista que incluya también la parte emocional y psicológica.

    En este sentido, las mayoría de las asistentes a estas actividades ya ha vivido alguna agresión, así que se requiere contención emocional. En el proceso hay catarsis y compartición de experiencias, por esa razón estos grupos son sólo de mujeres.

    5. Seguridad en ti misma y observación

    Puede que suene como algo tonto, pero no lo es. Es súper importante confiar en la fuerza y capacidad de tu cuerpo para golpear y correr, en la potencia de tu voz, tu postura y tu mirada, tu actitud en el momento: mostrar fuerza y valentía aunque tiembles de miedo, hace dudar al atacante, que incluso se retraiga. Si ya estás aprendiendo autodefensa, confía en lo que sabes, si aún no lo haces por falta de tiempo, busca videos en Internet y practica los movimientos en casa, con otras mujeres de la familia, con tus vecinas y amigas. Por otra parte, la observación ayuda para detectar posibles ataques y prepararnos para defendernos.

    Contar con herramientas de autodefensa no sólo nos ayudará a ponernos a salvo a nosotras mismas en las calles, sino a otras compañeras y familiares que estén siendo agredidas.

    Toda la información e imágenes son de LA SILLA ROTA.
    Link original: https://lasillarota.com

  • Jean Purdy, la científica pionera que ayudó a desarrollar la fecundación in vitro y nunca fue reconocida

    Jean Purdy, la científica pionera que ayudó a desarrollar la fecundación in vitro y nunca fue reconocida

    Los científicos británicos Robert Edwards y Patrick Steptoe son conocidos como los pioneros de la fertilización in vitro, el procedimiento que llevó al nacimiento de la primera bebé de probeta en 1978.

    Edwards fue galardonado en 2010 del Premio Nobel de Fisiología o Medicina. Y Steptoe recibió numerosos reconocimientos.

    Pero había otra integrante esencial en el equipo de Edwards y Steptoe: Jean Purdy, una enfermera y embrióloga británica también pionera en el tratamiento de la fertilidad.

    La fecundación in vitro (IVF, por sus siglas en el inglés) es un procedimiento por el cual la fertilización de los ovocitos por los espermatozoides se realiza fuera del cuerpo de la madre.

    En gran medida, el nacimiento de la primera bebé de probeta, Louise Brown, fue posible gracias al trabajo de Purdy, quien fue la encargada de transferir el embrión en estado de blastómero (ocho células) al útero de la madre.

     

    Pero la contribución de Purdy jamás fue reconocida.

    Cartas recién divulgadas por la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, revelan que Edwards intentó en numerosas ocasiones que el aporte de la joven investigadora fuera hecho público. Pero sus esfuerzos jamás dieron resultado.

    Edwards y Steptoe con la partera presente en el nacimiento de Louise Brown, la primera bebé de probeta.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionEl nacimiento de la primera bebé de probeta, Louise Brown (en la foto, en brazos, en el centro), fue posible gracias al trabajo de Purdy

    Las cartas de Edwards

    En una de las cartas, dirigida a las autoridades municipales de la salud en la localidad inglesa de Oldham, parte del distrito metropolitano de Manchester, Robert Edwards señaló que Purdy había contribuido al desarrollo de la fertilización in vitro «tanto como» él y Steptoe.

    Carta enviada por las autoridades de salud de Oldham a EdwardsDerechos de autor de la imagenPA
    Image captionUna de las cartas muestra la respuesta de las autoridades de salud de Oldham a la petición de Edwards de incluir a Purdy: «Dejaremos a un lado por completo el proyecto de una placa conmemorativa si usted no acepta estas condiciones».

    Las autoridades de Oldham estaban a punto de inaugurar una placa conmemorativa en el hospital donde nació Louise Brown.

    Edwards buscó que el nombre de Purdy fuera incluido en la placa junto al suyo y al de Steptoe, y repitió el intento en ocasiones similares antes de homenajes en otros hospitales. Pero sus peticiones fueron denegadas.

    Otras cartas muestran los intentos repetidos de Edwards para convencer al Servicio Nacional de Salud de Reino Unido para que apoyara las investigaciones sobre la fertilización in vitro.

    Los documentos forman ahora parte de una exhibición abierta al público en el Centro de Archivos Churchill de la Universidad de Cambridge.

    John y Lesley Brown junto a su hija Louise.Derechos de autor de la imagenBRISTOL POST/PA WIRE
    Image captionJohn y Lesley Brown escribieron cientos de cartas y mensajes de apoyo tras el nacimiento de Louise.
    Louise Brown en el Museo de Ciencias de LondresDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
    Image captionLouise Brown participó de una exhibición sobre la fecundación in vitro en el Museo de Ciencias de Londres, con motivo de su cumpleaños número 40.

    Jean Purdy comenzó a trabajar junto a Edwards en 1968, cuando la enfermera e investigadora tenía 23 años. La joven tuvo una colaboración cercana con Edwards y ambos viajaron juntos a California, Estados Unidos, en 1969 para realizar investigaciones.

    Purdy participó activamente en los test del nuevo procedimientoy fue cofundadora en 1980 de Bourne Hall, en el condado de Cambridgeshire, la primera clínica de fertilización in vitro a nivel mundial.

    La joven fue coautora de 26 artículos junto Steptoe y Edwards y durante su carrera fueron concebidos más de 30 niños por fecundación in vitro.

    Se estima que al menos seis millones de bebés han nacido en el mundo gracias a esa técnica.

    Jean PurdyDerechos de autor de la imagenBRITISH FERTILITY SOCIETY
    Image captionPurdy fue coautora de 26 artículos científicos junto Steptoe y Edwards.

    «El trabajo de Purdy como científica ha pasado prácticamente desapercibido en comparación con el reconocimiento a Edwards y Steptoe», afirmó una vocera de la Universidad de Cambridge.

    «Las cartas que se acaban de divulgar no solo son valiosas para los historiadores de la ciencia, sino para los estudiosos de las implicaciones sociales de la ciencia y los investigadores sobre la historia de los medios».

    Ademas del Premio Nobel, Edwards fue reconocido en 2011 en la lista de honores otorgada por la Reina Isabel II.

    Purdy falleció de cáncer en 1985 a los 39 años.

    Toda la información e imágenes son de BBC.
    Link original: https://www.bbc.com

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  • Agnes Chase: cuando la rebeldía y la botánica se encontraron

    Agnes Chase: cuando la rebeldía y la botánica se encontraron

    El pasto es, quizá, la planta más humilde de todas, ahí su radical belleza. Agnes Chase (1869-1963) dedicó su vida a estudiarlo, y también a ser profundamente radical. Ella fue una activa defensora del sufragio femenino y los derechos de distintas comunidades en desventaja. Pero fueron su trabajo científico y la manera en que luchó para poder dedicarse a los que amaba, a pesar de los obstáculos lo que la hizo una de las científicas y activistas más inspiradoras de la historia.

    Creció en un entorno rural con escasos recursos, y recibió poca “educación”. Después de varios empleos y una viudez prematura, cursó algunas clases en la Universidad de Chicago. Fue ahí cuando su atención se posó sobre la botánica y comenzó a hacer viajes de exploración para investigar las plantas que serían su especialidad: las gramíneas —familia que incluye al pasto y otras clases de hierbas, además del trigo, el maíz, la cebada, el bambú y el centeno.

    Chase estaba interesada especialmente en el pasto porque, según ella, éste mantiene a la tierra unida (con todas las implicaciones metafóricas que esto supone). Su talento la llevaría a desarrollarse primero como ilustradora botánica, para posteriormente trabajar en para el Bureau of Plant Industry de Estados Unidos. Ahí, conoció a Albert Spear Hitchcock, también experto en gramíneas, quien la acompañaría buena parte de su carrera y con quien recorrería el continente americano, un agrostólogo como ella.

    Juntos, Hitchcock y Chase desarrollaron un ambicioso proyecto para observar, coleccionar, describir, identificar y clasificar todas las especies de pasto de América, lo que los llevó a viajar por todo el continente. Para completar estas travesías, ellos solicitaban fondos a distintas instituciones, pero invariablemente éstas sólo daban apoyo económico a Hitchcock y no a Chase, porque era mujer. Esto no la detuvo; consiguió los fondos necesarios para sus viajes a través de las asociaciones de mujeres y de misioneros a las que perteneció durante su vida.

    Chase viajó por Sudamérica como pudo: en tren, en autobús, en coche, a caballo o a pie. En Brasil, hizo varias expediciones que incluyeron escalar los dos picos más altos del país, y publicó en vida libros canónicos sobre los pastos de América. Como en el caso de Caroline Herschel —que tuvo que trabajar mucho tiempo junto a su hermano antes de poder acceder a los recursos necesarios para realizar sus propias investigaciones astronómicas—, Chase tuvo que recurrir en ocasiones a un colega hombre para hacer sus viajes de investigación, para desarrollar su carrera y lograr un lugar y un nombre en el entorno científico de su época, algo que era bastante común a principios del siglo XX. No es una sorpresa que la lucha de Chase fuera semejante al pasto: ella recorrió un camino humilde y pleno, de resistencia y fuerza.

    Toda la información e imágenes son de FAENA.
    Link original: http://www.faena.com

  • ¿Qué libro escrito por una mujer se publicó el año que naciste?

    ¿Qué libro escrito por una mujer se publicó el año que naciste?

    Si no sabes qué leer, igual puedes consultar esta lista de 101 libros escritos desde 1917 y escoger uno de los publicados el año que naciste. La particularidad de esta lista es que todos los libros están escritos por mujeres. Leer también es una manera de acercarnos a otra forma de ver el mundo y en ocasiones nos olvidamos de cómo ve el mundo la mitad del planeta. Por supuesto, se podría haber hecho una lista mucho más extensa y seguro que hemos olvidado a autoras estupendas. Esperamos recomendaciones. Y sí, sabemos que los nacidos en 2017 lo van a tener complicado para leer su libro en un futuro cercano. Ah, y si nos lee alguien nacido en 1916 echa en falta su libro, que nos avise.

    2017. Sabina Urraca, Las niñas prodigio

    2016. Han Kang, La vegetariana

    2015. Lucia Berlin, Manual para mujeres de la limpieza

    2014. Siri Huvstedt, El mundo deslumbrante

    2013. Chimamanda Ngozi Adichie, Americanah

    2012. Zadie Smith, NW London

    2011. Elena Ferrante, La amiga estupenda

    2010. Herta Müller, Hoy hubiera preferido no encontrarme a mí misma

    De 2002 a 2009

    2009. Hilary Mantel, En la corte del lobo

    2008. Rosa Montero, Instrucciones para salvar el mundo

    2007. Miranda July, Nadie es más de aquí que tú

    2006. Alison Bedchel, Fun Home: una familia tragicómica

    2005. Anna Starobinets, Una edad difícil

    2004. Belén Gopegui, El lado frío de la almohada

    2003. Jhumpa Lahiri, El buen nombre

    2002. Dulce Chacón, La voz dormida

    1994-2001

    2001. Rebecca Solnit, Wanderlust

    2000. Marjane Satrapi, Persépolis

    1999. Amélie Nothomb, Estupor y temblores

    1998. Lorrie Moore, Pájaros de América

    1997. Svetlana Aleksiévich, Voces de Chernóbil

    1996. Helen Fielding, El diario de Bridget Jones

    1995. Lydia Davis, El final de la historia

    1994. Alice Munro, Secretos a voces

    1986-1993

    1993. Annie Proulx, Atando cabos

    1992. Connie Willis, El libro del día del Juicio Final

    1991. Isabel Allende, El plan infinito

    1990. A. S. Byatt, Posesión

    1989. Amy Tan, El club de la buena estrella

    1988. Doris Lessing, El quinto hijo

    1987. Toni Morrison, Beloved

    1986. Ágota Kristof, El gran cuaderno

    1978-1985

    1985. Margaret Atwood, El cuento de la criada

    1984. Angela Carter, Noches en el circo

    1983. Elfriede Jelinek, La pianista

    1982. Anne Tyler, Reunión en el restaurante

    1981. Carme Riera, Una primavera para Domenico Guarini

    1980. Audre Lorde, Los diarios del cáncer

    1979. Nadine Gordimer, La hija de Burger

    1978. Fran Lebowitz, Vida metropolitana

    1970-1977

    1977. Ama Ata Aidoo, Nuestra hermana aguafiestas

    1976. Christa Wolf, Muestra de infancia

    1975. Gloria Fuertes, Obras incompletas

    1974. Elsa Morante, La historia

    1973. Iris Murdoch, El príncipe negro

    1972. Eudora Welty, La hija del optimista

    1971. Elena Poniatowska, La noche de Tlatelolco

    1970. Joan Didion, Según venga el juego

    1962-1969

    1969. Maya Angelou, Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado

    1968. Ursula K. Le Guin, Un mago de Terramar

    1967. Joyce Carol Oates, Un jardín de placeres terrenales

    1966. Jean Rhys, Ancho mar de los Sargazos

    1965. Flannery O’Connor, Todo lo que asciende tiene que converger

    1964. Edna O’Brien, Chicas felizmente casadas

    1963. Elena Garro, Los recuerdos del porvenir

    1962. Mercé Rodoreda, La plaza del diamante

    1954-1961

    1961. Natalia Ginzburg, Las palabras de la noche

    1960. Harper Lee, Matar un ruiseñor

    1959. Ana María Matute, Primera memoria

    1958. Muriel Spark, Memento Mori

    1957. Carmen Martín Gaite, Entre visillos

    1956. Alejandra Pizarnik, La última inocencia

    1955. María Zambrano, El hombre y lo divino

    1954. Simone de Beauvoir, Los mandarines

    1946-1953

    1953. Barbara Pym, Jane y Prudence

    1952. Wisława Szymborska, Por eso vivimos

    1951. Marguerite Yourcenar, Memorias de Adriano

    1950. Patricia Highsmith, Extraños en un tren

    1949. Shirley Jackson, La lotería y otras historias

    1948. Silvina Ocampo, Autobiografía de Irene

    1947. Nelly Sachs, En las moradas de la muerte

    1946. Kate O’Brien, Esa dama

    1938-1945

    1945. Rosa Chacel, Memorias de Leticia Valle

    1944. Carmen Laforet, Nada

    1943. Clarice Lispector, Cerca del corazón salvaje

    1942. María Teresa León, Morirás lejos

    1941. Ivy Compton-Burnett, Padres e hijos

    1940. Carson McCullers, El corazón es un cazador solitario

    1939. Agatha Christie, Diez negritos

    1938. Gabriela Mistral, Tala

    1930-1937

    1937. Grazia Deledda, Cósima

    1936. Ernestina de Champourcín, Cántico inútil

    1935. Nancy Mitford, La trifulca

    1934. Luisa Carnés, Tea Rooms. Mujeres obreras

    1933. Irène Némirovsky, El caso Kurílov

    1932. Concha Méndez, Vida a vida

    1931. Virginia Woolf, Las olas

    1922-1929

    1930. Vita Sackville-West, Los eduardianos

    1929. Pearl S. Buck, Viento del Este, viento del Oeste

    1928. Radclyffe Hall, El pozo de la soledad

    1927. Josefina de la Torre, Versos y estampas

    1926. Dorothy Parker, Colgando de un hilo

    1925. Selma Lagerlöf, El anillo de los Löwensköld

    1924. Katherine Mansfield, Algo infantil y otros cuentos

    1923. Colette, El trigo verde

    1917-1922

    1922. Sigrid Undset, Trilogía de Kristin Lavransdatter

    1921. Concha Espina, Dulce nombre

    1920. Edith Wharton, La edad de la inocencia

    1919. Emilia Pardo Bazán, Dioses

    1918. Willa Cather, Mi Ántonia

    1917. Elizabeth von Arnim, Christine

    Toda la información e imágenes son de
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  • Las mujeres mapuches buscan liberarse del machismo con el deporte tradicional

    Las mujeres mapuches buscan liberarse del machismo con el deporte tradicional

    Jugar al palín, un deporte similar al hockey tradicional de la cultura mapuche, se convierte en Chile en una práctica habitual de esta comunidad cada fin de semana, pero que sean las mujeres las jugadoras acaba por convertirse en una liberación del machismo existente también en este pueblo originario.

    La tradición cuenta que mujeres y hombres siempre jugaron por igual a este deporte ancestral, similar a la chueca española, pero con la llegada de los conquistadores el machismo caló en la cultura de este pueblo del sur del país y la práctica de palín quedó relegada únicamente a los varones.

    Toda la información e imágenes son de EFE.
    Link original:  https://www.efe.com/

  • En la prisión de las mujeres que abortan

    En la prisión de las mujeres que abortan

    Estas mujeres sufren dos cárceles. La primera es este penal de hormigón en el que hace un calor pegajoso. Aquí cumplen 30 años de prisión en un país, El Salvador, que considera que quienes abortan o pierden a sus hijos por complicaciones obstétricas son homicidas. En un país con una de las legislaciones más restrictivas del mundo contra el aborto, su segunda cárcel es el estigma que las lleva a no contar el motivo por el que están aquí encerradas. Por eso algunas de ellas ni siquiera se conocen entre sí. Las demás las llaman mataniños.

    Ese mismo estigma pesa también para las familias. A Evelyn, de 32 años, encarcelada hace 10 y con 20 de condena por delante, la denunció su propia hermana. “Ya la perdoné”, dice la presa. Nadie le manda el dinero que necesita para comprar productos de higiene personal. Trabaja en la obra del penal, que abrió en marzo sin estar acabado del todo. Por cada día de trabajo, dos de redención de pena. Su hijo Cristopher tenía tres años la última vez que lo vio. Ahora es un adolescente con el que habla por teléfono cuando consigue reunir el dólar que vale un minuto de conversación: “Dice que quiere ser abogado, luchar por sacarme de aquí”. Cabecea y mira al infinito mientras justifica su desgracia en la voluntad divina: “Todo pasa porque Dios lo permite, ni la hoja de un árbol cae sin que Él quiera”.

    Evelyn observa con la mirada recia de quien ha pasado demasiadas penalidades. La delató su propia hermana: “Ya la he perdonado”

    El penal de mujeres de Izalco está a dos horas en coche al oeste de San Salvador, la capital. Un portón grande y un muro coronado de concertinas separan el interior de la calle. No hay más puertas. “Si se escapan es peor. Aquí el peligro está fuera”, explica una funcionaria. La zona en la que se asienta el penal está controlada por las maras, las violentas pandillas de El Salvador.

    “Si Dios permitió que este incidente ocurriera es porque me quería traer aquí para disciplinarme», continúa Evelyn. Observa con la mirada recia de quien ha soportado demasiada penalidad para una vida tan corta. Se quedó huérfana de padre a los 14 años después de que fuera asesinado. Ella fue la que acudió a reconocer el cadáver. Abandonó los estudios y empezó a encadenar trabajos mal pagados de jornalera o cocinera. Ganaba 54 dólares al mes cuando fue apresada.

    CASOS RESUELTOS FRENTE A UNA ALTA IMPUNIDAD

    Desde 1998, El Salvador no permite el aborto en ningún supuesto, como también ocurre en otros países de América como Honduras, Nicaragua, Surinam, Haití o República Dominicana. Las naciones más restrictivas con la interrupción voluntaria del embarazo están en el hemisferio sur. (Ver aquí mapa).

    Además de considerar homicidas a las mujeres que abortan, el Código Penal de El Salvador prevé penalizaciones para los supuestos cómplices, con hasta 12 años para los médicos o farmacéuticos que colaboren en un aborto. Por eso a veces las mujeres son denunciadas desde el propio hospital cuando acuden desangrándose. Sobre ellas recaen penas de 30 a 50 años. Las organizaciones feministas denuncian que es de los pocos delitos que registra un nivel alto de condenas en un país con una impunidad muy alta. Apenas uno de cada 10 homicidios llega a juicio en El Salvador. Este dato lo publicó el diario digital El Faro, de El Salvador, que en 2016 reclamó a través de la ley de transparencia del país los casos llevados a tribunales en 2015. Más de 6.000 asesinatos quedaron impunes.

    El relato de lo que ocurrió difiere de forma patente entre lo que cuentan ella y sus defensoras y lo recogido en la sentencia. Su pareja, 17 años mayor, la maltrataba y renegó de la niña que iban a tener: “Decía que ese bicho no era de él”, recoge la sentencia. A las 38 semanas de gestación, según el relato de su defensa, estando sola, tuvo un parto precipitado extrahospitalario en una letrina y “producto de la situación que estaba viviendo” —las palizas, el rechazo, el trauma por la muerte del padre— sufrió esa madrugada un trastorno mental transitorio y su hija, recién nacida, se le cayó por la letrina y murió.

    La sentencia, sin embargo, considera que se deshizo de la bebé de forma premeditada tirándola por la fosa séptica que funciona como baño en su casa y en la mayoría de viviendas paupérrimas de las mujeres que han acabado condenadas por abortar o perder a sus hijos en el parto tras sufrir complicaciones obstétricas. Todas viven en condiciones miserables. Todas tuvieron que abandonar pronto la escuela enfrentadas a un sistema falto de garantías.

    La Organización de Naciones Unidas (ONU) alertó ya en 2017: “Es importante resaltar que el Código Penal de El Salvador afecta desproporcionadamente a las mujeres pobres”. Y pidió una revisión de todos los casos que acabaron con penas de prisión. El Parlamento Europeo solicitó su “liberación inmediata e incondicional” ese mismo año. El embarazo forzado, dice la Eurocámara en su pronunciamiento, es “un crimen de lesa humanidad y una forma de violencia de género contra la mujer”.

    “Es importante resaltar que el Código Penal de El Salvador afecta desproporcionadamente a las mujeres pobres”, alertó la ONU en 2017

    El Salvador, con 6,4 millones de habitantes, dio un paso atrás en la legislación del aborto en 1998 cuando endureció el Código Penal. Hasta ese momento, estaba permitido en tres supuestos: por violación, en caso de peligro para la madre o si la vida del feto no era viable. Desde entonces, esos tres casos quedaron anulados. El aborto está completamente prohibido. Además, incluyó en la Constitución el reconocimiento de la vida “desde el momento de la concepción”. No diferencia si una mujer sufre un incidente al inicio de un embarazo, si quiere interrumpirlo voluntariamente, si pierde al bebé en el parto o si hay riesgo de que ella muera: siempre es culpable. Y se les castiga por homicidio agravado. De ahí las penas, que están entre las más elevadas del mundo y oscilan entre 30 y 50 años.

    Quedan 17 presas por este delito y dos procesadas y pendientes de su ingreso en prisión, según estimaciones de la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto Terapéutico, Ético y Eugenésico, la ONG que lucha por devolver la libertad de las conocidas como las 17+. Casi todas están en el penal de Izalco, diluidas entre una población de 1.011 reclusas que pasean vestidas de blanco y amarillo y guardan filas. Colas para recoger la comida que llega en bidones, para lavar la ropa, para asearse desnudas de cintura para arriba en un módulo abierto a la vista de cualquiera. Duermen hacinadas en barracones de literas con 300 camas. A las nueve de la noche hay toque de queda: en silencio y a dormir.

    Interior del penal para mujeres de Izalco. Las presas ayudan en la finalización de las obras de la cárcel. Imagen tomada el pasado mayo. ©Interior del penal para mujeres de Izalco. Las presas ayudan en la finalización de las obras de la cárcel. Imagen tomada el pasado mayo. © KASIA STREK

    “Yo tengo muchos sueños todas las noches. A veces pesadillas feas, a veces sueños buenos”. Sentada en el módulo, con calcetines de leopardo y chanclas, Kenia sueña despierta. Tenía 19 años cuando perdió el hijo que estaba esperando. Fue a pedir ayuda a un policía con la placenta aún colgando. Acabó presa: “El policía me dijo que se iba a encargar de que yo me pudriera en esta cárcel”. Aquella pesadilla fue real.

    Kenia tenía19 años cuando perdió el hijo que estaba esperando. Fue a pedir ayuda a un policía con la placenta aún colgando. Acabó presa

    A su lado, Salvadora, otra de las mujeres de Izalco, sueña con que prospere su petición de conmutación de pena y pregunta a la visita si sabe cómo va el asunto. Cuando sea libre pondrá un puesto de comida. En su casa vivían siete y solo trabajaba ella, lavando y haciendo recados hasta que acabó en este penal. A ella le ocurrió de madrugada: “Me levanté como a las cinco de la mañana. Salí con mi hermanita para comprar maíz. Iba subiendo una cuesta arriba y sentí que me bajó algo”. La sentenciaron a 30 años, el fiscal pedía 50. “El abogado que me llevaba era un suplente, no había estudiado bien mi caso”, explica en un susurro. La sentencia, que hace un relato macabro, recoge que dejó al feto en una bolsa negra que ella no recuerda: “Cuando veo sangre me desmayo”. Contó en el juicio que se había quedado embarazada por una violación. Nunca se investigó.

    Las familias no las visitan cuando están en la cárcel. En parte porque no se pueden costear el viaje. Salvadora, presa desde hace 11 años, lo justifica así: “Somos pobres, ellos se ganan nada más que para la comida”. En parte por el estigma. Las culpan de lo que les ocurrió y se avergüenzan de ellas.

    “El abogado que me llevaba era un suplente, no había estudiado bien mi caso”, explica Salvadora, que lleva 11 años sin ver a sus hijos

    Hay un grupo de letradas y activistas que luchan desde el exterior para devolverles sus vidas y quitarles ese estigma. Son quienes piden que las presas figuren sin apellidos ni zona de procedencia en el reportaje para que no las señalen más.

    El trabajo de las abogadas arrancó en 2006, cuando conocieron el primer caso de una mujer condenada a 30 años por haber abortado. En 2009 presentaron una demanda de revisión de sentencia y llamaron a la movilización social e internacional. Lograron que se anulara el fallo y que la mujer fuera puesta en libertad tras siete años de cárcel. Y entonces lo descubrieron: “Aquella mujer nos dijo que no era la única”, explica Morena Herrera, la activista feminista que encabeza la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto. “Sufren condiciones muy duras y el sistema de justicia no hace ninguna consideración, no tiene en cuenta sus circunstancias”, explica.

    Morena Herrera, que encabeza que encabeza la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto en abril en Suchitoto (El Salvador).Morena Herrera, que encabeza que encabeza la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto en abril en Suchitoto (El Salvador). KASIA STREK EL PAÍS

    Tras aquel primer caso, contabilizaron otras 147 mujeres procesadas por el mismo delito. Desde su asociación han conseguido sacar a 36 de la cárcel y Herrera estima que el resto, hasta las 17 que siguen en prisión, o no llegaron a entrar o han ido saliendo con ayuda de otras personas: “Las liberan con distintos argumentos. En la mayoría de los casos, los tribunales reconocen un error judicial o una sentencia desproporcionada”.

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    La presa Evelyn reclama al dios al que se aferra que le ayude a salir ya de aquí: “Le digo que ya es suficiente, 10 años de mi vida, 10 años de la niñez de mi hijo”. El primer día de libertad le contará a Cristopher todo lo que ha aprendido en la cárcel: bordar, pintar, amasar pan, construir muros. Si alguien no se los hace llegar antes, ese día se comerá unos espaguetis, el plato que más echa de menos.

    La visita se termina. Todas salen rápido. Les espera una nueva cola para recoger la cena. Ha empezado a llover a cántaros. Salvadora se despide sin saber el giro que está a punto de dar su vida. Esta semana le han comunicado que le conmutan la pena. El jueves quedó en libertad. Durante su juicio, rogó al tribunal que no la metieran en la cárcel, que le dieran una oportunidad para educar a sus dos hijos. La mayor tiene 15. El menor ha cumplido 13. Hace 11 años que no los ve.

    UNA CAUSA CON ALIADAS INESPERADAS

    Para la abogada y exfiscal Berta María De León todo empezó con una consulta. Las activistas que luchan contra las consecuencias del veto al aborto en El Salvador le pidieron en 2013 una opinión técnica sobre un caso. Debía revisar la situación de una mujer a la que el Estado obligó a llevar a término su embarazo y a parir a un feto que no tenía cerebro e iba a morir. Tras ese episodio, la letrada entendió que aquella era también su lucha. “Quiero pensar que hago algo en medio de tanta podredumbre”, explica en el hall de un hotel del centro de San Salvador.

    De León defiende sin cobrar honorarios a algunas de las mujeres presas por abortar: “Les violentan todos los derechos, todas las garantías procesales. Este país necesita mucha gente que denuncie ese atropello a las mujeres”. De León es también abogada de Nayib Bukele, el nuevo presidente de El Salvador que tomó posesión del cargo el 1 de junio. Antes de ganar las elecciones, Bukele declaró que está de acuerdo en legalizar el aborto “cuando esté en riesgo la vida de la madre”. Y añadió: “No asumamos la presunción de culpabilidad de una mujer pobre que tuvo un aborto espontáneo”. El equipo del presidente no ha respondido a este periódico sobre los planes concretos que tienen sobre este asunto ni ha dado cifras oficiales de las mujeres procesadas por abortar o perder a sus hijos en el parto (147, según una ONG).

    Alexandra Araujo es una empresaria salvadoreña que se define como de centroderecha y feminista. “Me di cuenta de que, a pesar de llevar una década trabajando el empoderamiento económico de la mujer, ignoraba totalmente las violaciones de los derechos humanos que sufren en El Salvador, y la posición tan extrema de nuestra legislación respecto a la interrupción del embarazo, incluso cuando la vida de la gestante corre peligro”, cuenta por teléfono. Un grupo de mujeres activistas la contactaron y le pidieron que hiciera de puente con líderes en distintos ámbitos para tener debates técnicos sobre la interrupción del embarazo: “Entendí la situación tan inhumana y excepcional que vivimos en este país y decidí ayudar”.

    Ella reclama que se regule la interrupción voluntaria del embarazo para proteger los derechos de las mujeres y las niñas de El Salvador y “permitirles así proteger sus vidas”. Estuvieron “a punto de promover un diálogo serio en la anterior legislatura, pero no se pudo dar”, explica. Espera repetir el intento. Asegura que el día que visitó a las mujeres presas por abortar vivió una de las experiencias más duras de su vida. Se sentó y escuchó historias de violaciones, de falta de acceso a la sanidad, de desprotección: “Hay una gran desconexión entre las realidades que viven las mujeres en este país, muchos tabús y estigmas por eliminar”, reflexiona.

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  • Y… ¿En dónde quedarán las mujeres en la nueva familia de billetes?

    Y… ¿En dónde quedarán las mujeres en la nueva familia de billetes?

    Las imágenes de Sor Juana Inés de la Cruz y Frida Kahlo ya se despidieron de los billetes de 200 pesos y 500 pesos mexicanos; sin embargo, la escritora podría marcar su regreso en 2021.

    Mientras que la revolucionaria Carmen Serdán y la política Hermila Galindo también protagonizarían otro en 2020 y la escritora Rosario Castellanos estaría en uno más, cuya fecha de emisión no se ha dado a conocer.

    Este domingo, el Banco de México confirmó que será puesto en circulación un nuevo billete de 200 pesos para el segundo semestre del año, que tendrá las efigies de Miguel Hidalgo y José María Morelos en la parte principal, sustituyendo a la escritora novohispana considerada como la décima musa.

    Mientras que en el reverso del mismo estará el ecosistema de matorrales y desiertos con el águila real y el sahuaro ubicado en la Reserva de la Biósfera El Pinacate y Gran Desierto de Altar, indicó el director general de Emisión del Banxico, Alejandro Alegre Rabiel.

    Sin embargo, la autora de Hombres necios Respuesta a Sor Filotea regresará en 2021 en un nuevo billete de 100 pesos que conmemora La Colonia.

    Respecto a Kahlo, en 2018, su imagen y la de su esposo, Diego Rivera, fueron sustituidas por la de Benito Juárez.

    En agosto de ese año, el Banco de México puso en circulación el nuevo billete de esa denominación, cuyo emblema ahora muestra al abogado y político mexicano.

    Respecto a la desaparición de los rostros de Frida y Sor Juana de los billetes, el Banco de México, dirigido por Alejandro Díaz de León, ha explicado que la decisión de cambiarlos fue porque están entre los billetes más utilizados, y por tanto los que más intentos de falsificación tienen.

    Mientras que la revolucionaria Carmen Serdán y la defensora de los derechos de las mujeres y política, Hermila Galindo, junto con Francisco I. Madero, protagonizarán el nuevo billete de mil pesos que se saldrá en 2020, informó el Banco de México en agosto de 2018.

    Este tendrá en su reverso el ecosistema de selvas húmedas y la reserva de Calakmul.

    Todos estos forman parte de la nueva familia de billetes mexicanos con medidas de seguridad reforzadas.

    En esta familia se encontrará también uno que llevará a la escritora Rosario Castellanos y al intelectual Octavio Paz y cuyo valor de circulación será de 2 mil pesos.

    Sin embargo, no se ha dado a conocer la fecha en que los mexicanos ya podrán usarlo, informó Banxico en ese mismo año.

    También se incluirá uno de 50 pesos con el dibujo de la fundación de la Ciudad de México-Tenochtitlán, para 2022.

    Toda la información e imágenes son de EL FINANCIERO.
    Link original: https://www.elfinanciero.com.mx