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  • Las Musas Sonideras conquistan una pista que se creía de hombres

    Musas Sonideras es un colectivo de mujeres pioneras en un terreno dominado por hombres.

    Al comienzo, eran criticadas por su locución. Y no era un asunto con ellas, sino con escuchar una voz femenina que presentara una salsa dedicada a una mujer.

    “Sí es un poquito más difícil, ¿cómo le proyectas una canción a un chico?”, se preguntaba Ely Fania al principio. “Es diferente la situación pero no imposible”. Por eso, ella creó su propio toque.

    “Para ti, corazón, donde estés con quien estés y como te tengan”, es la frase de Fanya para distinguirse de las demás.

    Las Musas Sonideras comenzaron en 2017, por iniciativa de Marisol Mendoza, originaria del barrio de Tacuba, en el norponiente de Ciudad de México. Lo hicieron con toda la intención de que sus compañeros sonideros se dieran cuenta de que el público también estaba dispuesto a pagar una entrada para ver mujeres sonideras.

    El primer reto: romper los roles de género

    El grupo está formado por 14 mujeres, pero muchas van y vienen, lo que también es un problema para la consolidación del colectivo.

    Quitar las limitantes de su vida íntima ha sido un reto. Por ejemplo, que un esposo le niegue a la Musa salir a tocar.

    “En el grupo hay licenciadas, maestras, esposas a las que les dicen ‘hoy no vas’ y cuando no te lo permiten, cancelas la presentación y es muy triste que entre las mismas limitantes esté tu pareja. Y si hacer lo que te gusta le incomoda es muy triste”, explica Marisol.

    Cuando comenzaron, tenían que estar dispuestas a tocar gratis si querían aparecer en el cartel de un baile importante. Los sonideros “les daban chance” de tocar con ellos.

    “Esa era la paga o el haber participado con el sonidero más famoso”, comenta Marisol Mendoza.

    “Estamos tan acostumbrados a esa voz varonil que esté llevando a cabo un evento, que esté encabezando cualquier gremio… pero el objetivo se ha cumplido, la visibilización está hecha y las mujeres ya bailan con sonideras y dj mujeres”, comenta.

    El segundo reto: conquistar al público

    El inicio no fue terso. Ha habido algunos comentarios malos, dice Solsalsita, del municipio de Ecatepec.

    “No falta el que dice ‘mejor vete a lavar los trastes porque no sirves para sonidera’, pero gracias a dios han sido más las felicitaciones que los malos comentarios”, dice sonriente.

    Tras un año y medio de compartir escenarios con los sonideros, Musas Sonideras ve una apertura de sus compañeros y de las otras mujeres.

    “Fue difícil porque las mismas mujeres no aceptaban que otra mujer las hiciera bailar. Últimamente nos hemos estado abrazando entre todas, pero ha sido difícil conquistarnos entre mujeres, conquistar a nuestro público y a este territorio que ha sido, por siempre, de hombres. Fue difícil conquistar la pista sonidera”, cuenta Marisol.

    El tercer reto: salir del barrio

    Las Musas Sonideras, acostumbradas a tocar en bailes en Iztapalapa, Neza y otras zonas populares han ido más allá del barrio.

    Han pisado escenarios como la Casa del Hijo del Ahuizote y el Museo Universitario del Chopo.

    Se presentaron en el Centro Cultural España en 2017, y al año siguiente, estuvieron en el Museo Soumaya.

    Dar el salto fue difícil.

    “Nosotras trabajamos como sabemos hacerlo: dentro de las calles. Las primeras veces te cohibes porque ves otro tipo de gente, dices ‘no creo que bailen mi música’ porque estamos acostumbradas a poner cumbia, huarachas. Al ver el tipo de gente pensamos que no lo van a bailar pero sí nos han respondido”, dijo Marisol.

    Las Musas tocan salsa, cumbia, huaracha, pop y hasta high energy; utilizan diferentes formatos, algunas cargan sus laptops para reproducir sus mp3 y otras tocan con viniles. La mayoría son cabineras, no tienen equipo de audio propio y lo rentan.

    Por lo regular no utilizan reverberador (eco) y la locución que hacen se distingue de la de los hombres. No ocupan delay (?sonido, sonido, sonido) y esa particularidad genera su propio estilo.

    El máximo reto: las Musas no quieren ser vistas como parte del show visual

    Ella se asumen como conductoras del espectáculo. Marisol recuerda que una vez, un señor criticó su forma de vestir.

    “No vamos a que critiquen cómo nos vestimos o si tenemos lonjita, queremos tocar y ser reconocidas”, comentó.

    Ely Fania tiene claro lo que quiere ofrecer al público.

    “Yo vendo talento, no imagen. Así como me ves es como soy”, dice segura.

    “No soy como otras compañeras que andan en minifalda y en tacones porque en algún momento me va a fallar un bafle y tengo que salir corriendo de la cabina a ver qué cable me falló. Yo tengo que estar al pendiente tanto del equipo como de lo que estoy haciendo en la cabina, hacer que la gente baile, si está oyendo cómo estás trabajando, que sea agradable”, dice la musa originaria de Azcapotzalco.

    ¿Cuántas sonideras hay en México? Poquitas, pero ruidosas

    De acuerdo con un conteo de Marisol, hay 57 sonideras en México y otras 43 en Estados Unidos.

    Aunque el gremio crece, las mujeres son alrededor del 1% de toda la comunidad sonidera en ambos países.

    Las redes sociales digitales han sido de mucha ayuda para el colectivo. Sonideras de Estados Unidos se han puesto en contacto con las Musas, y, aunque no estén cerca, el hecho de compartir sus carteles es significativo porque “si ven a una ven a todas”.

    Pero no todo es amor, dentro de las mujeres sonideras falta sororidad, “ver que la de al lado es tu compañera”, por eso en sus publicaciones difunden la etiqueta #LaDeALadoEsCompañeraNoCompetencia.

    Ely coincide en que, si con los hombres es complicado hacer alianzas, con las mujeres lo es más.

    “Porque tenemos muy marcado el ego y decir ¿por qué tú sí creces y yo no crezco? Y piensan que si te empiezan a llamar ya te sientes grande y no eres grande hasta que tienes un trabajo ya hecho, no eres tú quien marca que eres grande o no, eso te lo da la misma gente que te va contratando”, señala.

    Al final, el mensaje de las musas para las sonideras es simple.

    “Tú puedes, estar aquí porque es tu misión hacer bailar a la gente, alzar la voz y demostrarle a las demás mujeres que sí se puede. Inspirar a las nuevas generaciones, porque si esto se termina aquí solo va a ser una leyenda, pero si sigues inspirando a más mujeres va a haber más, cuando no estés va a haber otra”.

    Toda la información e imágenes son de México.com
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  • Aumentan feminicidios en zona huachicolera

    En las zonas centrales de México con fuerte presencia del huachicoleo, las mujeres se han convertido en objetivo de la “guerra de exterminio” que libran las bandas criminales que se disputan el control del robo de combustible, similar a la lucha entre cárteles rivales del narcotráfico o la de un conflicto armado, recalca la feminista María Salguero Bañuelos.

    Autora de un mapa interactivo que documenta desde 2016 el feminicidio en todo el país —al que ahora añade las estadísticas del huachicoleo—, Salguero, geofísica del Instituto Politécnico Nacional (IPN), indicó que existe un vínculo entre la extracción ilegal de hidrocarburos, que registró un crecimiento en los últimos años, y el incremento de asesinatos de mujeres en los municipios que forman el “triángulo del huachicol” en Guanajuato: Celaya, Salamanca, Irapuato, León, Apaseo el Grande y Apaseo el Alto.

    ¿Cómo encontró la relación que existe entre feminicidio y huachicol?

    —Hay patrones de violencia similares en los cuerpos de las mujeres asesinadas, son encontrados en caminos de terracería, con signos de tortura, con el tiro de gracia o con narcomensaje. Al ser la gasolina lo que se pelea, las plazas, las mujeres son vistas como botín de guerra, las usan como trofeo, se trata de una guerra de exterminio hacia el enemigo, pero también hacia las familias.

    Realmente desconocemos el papel de las mujeres en el huachicoleo; sin embargo, las agresiones de índole sexual representan una forma de atemorizar a la gente de algún lugar o a comunidades enteras. Se daña al enemigo asesinando a las mujeres cercanas a él, son vistas como pertenencia.

    Usted también es asesora de Naciones Unidas. ¿Cómo interpreta el organismo este fenómeno?

    —El Modelo de protocolo latinoamericano de investigación de las muertes violentas de mujeres por razones de género, de ONU Mujeres, expone que los feminicidios que se producen en el marco de conflictos armados se mueven entre los dos polos principales de la motivación feminicida: la mujer como posesión y como objeto sexual, pero hay una tercera motivación, producto de la fusión de las otras dos, que es la mujer como objeto de posesión contraria, es decir, como una posesión del enemigo que hay que atacar de múltiples formas, con el objetivo de dañarlo o vencerlo.

    Los feminicidios producto de la tercera motivación se caracterizan por su gran violencia, la existencia de violencia sexual y la exposición del cuerpo sin vida en lugares públicos, con mensajes explícitos o con manipulaciones denigrantes y humillantes para las mujeres y sus comunidades.

    Es decir, la mujer es reducida a la condición de un activo estratégico del rival…

    —Así es, predominan los asesinatos con armas de 9 milímetros, fusiles AK-47 y AR-15, así como pistolas de 5.7 milímetros “matapolicías”, capaces de atravesar 10 capas de blindaje. Después las encuentran embolsadas, ensabanadas, descuartizadas o calcinadas, que es otro de los puntos en común.

    ¿Cómo ha evolucionado este delito en sus registros?

    —Encontramos que en el “triángulo del huachicol” de 2018 a 2019 el número de asesinatos se incrementó de 35% a 50%, y eran mujeres acompañadas de su pareja sentimental, o con hombres cercanos a su entorno, sus papás, hermanos, novios; aumentaron, asimismo, los multihomicidios y multihomicidios de familias.

    ¿Cómo evalúa la respuesta de las autoridades?

    —En el caso particular de Guanajuato, creemos que los feminicidios deben ser registrados e investigados con perspectiva de género. El procurador general de Justicia del Estado, Carlos Zamarripa Aguirre, ha tendido a criminalizar a las víctimas, diciendo que estaban vinculadas con la delincuencia organizada; por eso es necesario estudiar el contexto de cada una y entender por qué la familia las involucra o qué situaciones de desigualdad las llevan a eso. Muchas veces son secuestradas por grupos delictivos.

    Toda la información e imágenes son de EL UNIVERSAL.
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  • Gráfico: Las dramáticas cifras de los feminicidios en México

    El feminicidio es un delito que se persigue en México, sin embargo, sus resultados aún son marginales. El país enfrenta una cantidad de feminicidios y la violencia contra las mujeres sigue ocurriendo en el territorio mexicano.

    En 2018, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública hizo un conteo de su clasificación y reporte de delitos y las víctimas. El documento enumera diferentes infracciones del fuero común, para el caso de feminicidios contabilizó 786 víctimas en todo el territorio.

    Los homicidios de esta naturaleza se concentran en un 67.9% en 11 entidades federativas, siendo el estado de México el que lidera con el número de casos; seguido de Veracruz; Nuevo León suma 74 casos superando a Chihuahua con 54; Ciudad de México empatado con Sinaloa con 39.

    Existe una entidad que no tiene registro de un solo feminicidio, Baja California Sur, durante todo el año no se presento ningún caso; Querétaro con 1; Tlaxcala con 3; Nayarit, Aguascalientes y Durango con 4 casos.

    Los estados en color rosa entre 39 y 98 casos de feminicidios. Las entidades en morado tienen registros entre 27 y 30 carpetas por feminicidio. En amarillo son estados con 12 a 25 casos. Los estados en color verde tienen menos de 10 casos. Solo Baja California Sur (azul) no tiene casos documentados en 2018.

    El arma de fuego y las armas blancas son los elementos que cobran las vidas de las mujeres en el país.

    Durante 2018, México tuvo dos feminicidios diarios.

    ONU Mujeres considera que existen razones de género cuando concurra alguna de las siguientes circunstancias:

    I. La víctima presente signos de violencia sexual de cualquier tipo;

    II. A la víctima se le hayan infligido lesiones o mutilaciones infamantes o degradantes, previas o posteriores a la privación de la vida o actos de necrofilia;

    III. Existan antecedentes o datos de cualquier tipo de violencia en el ámbito familiar, laboral o escolar, del sujeto activo en contra de la víctima;

    IV. Haya existido entre el activo y la víctima una relación sentimental, afectiva o de confianza;

    V. Existan datos que establezcan que hubo amenazas relacionadas con el hecho delictuoso, acoso o lesiones del sujeto activo en contra de la víctima;

    VI. La víctima haya sido incomunicada, cualquiera que sea el tiempo previo a la privación de la vida;

    VII. El cuerpo de la víctima sea expuesto o exhibido en un lugar público

    La ONU ha exigido al gobierno de México desde el pasado mes de julio de 2018 a poner en la agenda prioritaria del país la violencia de género, así como tipificar el delito como grave en todas las entidades federativas.

    En la nación todavía 13 estados que no cuentan con una figura penal para el feminicidio: Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Michoacán, Nayarit, Puebla, Quintana Roo, Tabasco, Tlaxcala y Yucatán, sin embargo el Sistema Nacional de Seguridad Pública los contabiliza por su naturaleza.

    Maricela Escobedo era madre de una víctima de feminicidio en Ciudad Juárez, fue asesinada pidiendo justicia frente al Palacio de Gobierno en Chihuahua capital. Su caso no fue resuelto.

    Hasta ahora todos los códigos penales han hecho una o dos reformas sin que esto implique una mejora en la tipificación del feminicidio, alerta el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio

    Chihuahua con un problema histórico de feminicidios en Ciudad Juárez, no incluyó una conducta típica específica hasta 2017, sin reconocer hasta la fecha el término «feminicidio» en su Código Penal.

    Toda la información e imágenes son de huffingtonpost.
    Link original: https://www.huffingtonpost.com.mx

  • Crece maltrato salarial a mujeres en México

    El grupo de mujeres trabajadoras mejor pagadas en el país se redujo durante los últimos dos sexenios, mientras que el que percibe bajos salarios aumentó, de acuerdo con los datos trimestrales de la Encuesta nacional de ocupación y empleo del Inegi.

    El número de la población femenina ocupada que percibe más de cinco salarios mínimos (más de 13 mil 254 pesos al mes) cerró en 725 mil 615 al cierre del sexenio de Enrique Peña Nieto, cifra que apenas representó 3.5% de las 20.9 millones de mujeres empleadas en el país.

    En los últimos dos sexenios, el número de trabajadoras mejor pagadas era mucho mayor. Al concluir el mandato de Felipe Calderón, el grupo de mujeres que percibían cinco o más salarios mínimos eran casi 1.2 millones, equivalentes a 6.4% de la población femenina ocupada, mientras que al finalizar la administración de Vicente Fox, el conjunto de empleadas era de poco más de 1.4 millones, es decir, 8.8% del total.

    El director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, José Luis de la Cruz, dijo que estructuralmente la economía mexicana y el mercado laboral del país registran una tendencia de precarización salarial, en el cual están desapareciendo las oportunidades de empleo bien pagados.

    “A lo anterior se suma el hecho de que las condiciones de desigualdad de género en el país hacen que las oportunidades laborales mejor pagadas se den a los hombres”, destacó.

    Añadió que los procesos de contratación, de formación académica, de capacitación y las propias condicionantes sociales han propiciado que la mujer no cuente con las condiciones de equidad para aspirar y ocupar puestos de dirección, lo que reduce las posibilidades de acceder a mejores remuneraciones laborales.

    Y hay más con bajo ingreso. El grupo de trabajadoras con un salario de hasta dos salarios mínimos, es decir, 6 mil 243 pesos al mes en el mejor de los casos, creció en años recientes hasta llegar a 10.7 millones de mujeres al cierre de 2018, representando poco más de la mitad (51.4%) del total de la población femenina ocupada.

    Un sexenio antes sólo eran 8.3 millones (44.6%) y con Vicente Fox 6.9 millones (41.8%).

    “Actualmente, las oportunidades laborales en general se dan con mayor frecuencia en empleos de bajo salario. En muchas ocasiones son puestos de medio tiempo que ocupan las mujeres debido a sus compromisos con el cuidado de la casa y la familia, además de que la mayor parte se ubican en el sector servicios, en restaurantes u oficinas, donde los requerimientos de valor agregado son mínimos”, comentó José Luis de la Cruz.

    El caso de los hombres. Esta tendencia a la precarización salarial también afecta a la población masculina. Del cuarto trimestre de 2006 al de 2012, el número de trabajadores que percibían más de cinco mínimos pasó de 3.8 a 2.7 millones de personas, con lo que su participación se redujo de 13.8% a 9% del total.

    Al cierre del sexenio pasado, este grupo de trabajadores mejor pagados sumó apenas 1.7 millones de personas, para representar apenas 5.2% del total de la población masculina ocupada durante el cuarto trimestre del año pasado.

    De igual forma que con las mujeres, en el caso de los hombres ha venido aumentando en los últimos 12 años el grupo de trabajadores que perciben bajos ingresos de hasta dos salarios mínimos, para llegar a 12.9 millones de trabajadores al cierre del año pasado, 38.9% del total de la población masculina empleada.

    La cifra es superior a los 9.3 millones reportados al término de 2012, con una participación de 30.8%, y mayor a los 7.9 millones existentes en el cuarto trimestre de 2006, con una tasa de 28.6%. “Lo que se necesita para mejorar la situación laboral de mujeres y hombres en el país es un crecimiento económico con mayor valor agregado para generar oportunidades de empleo con salarios más atractivos”, advirtió el especialista.

    En el caso específico de las trabajadoras, es necesario que socialmente se cambien los paradigmas que limitan su participación en actividades productivas mejor remuneradas, por ejemplo, fomentando la contribución del hombre en el cuidado de la familia y el hogar, así como una mayor apertura, de tal forma que las oportunidades estén en función de las capacidades y no del género, concluyó José Luis de la Cruz.

    Toda la información e imágenes son de EL UNIVERSAL.
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  • Noviazgos violentos: Los peligros ocultos detrás de un falso amor romántico

    La humillación, con un simple pero categórico «tarada»; el control, a través de revisar celulares y redes; las restricciones, pidiendo que no usen determinada ropa; el aislamiento, hablando mal de sus amigas o de su familia; la manipulación psicológica, pidiendo perdón, prometiendo que van a cambiar o culpando a la víctima. Son solo alguna de las formas en que se manifiesta y, a la vez, se naturaliza un noviazgo violento. Agresiones cotidianas que experimentan miles de adolescentes en sus primeras relaciones. Muchas son tan imperceptibles que pasan inadvertidas hasta que la violencia se incrementa. Otras veces, es demasiado tarde.

    Paula, Mai y Sabrina -como tantas otras chicas- pensaban que todo eso que les hacían sus novios era «porque me quiere tanto que me cuida mucho». A pesar de las señales, no podían ver que eso no era amor, sino lo contrario.

    «Un noviazgo violento tiene todos los ingredientes para volverse invisible», afirma Alejandra Vázquez, psicóloga, especialista en violencia familiar e integrante de Surcos Asociación Civil. A la falta de experiencia y a la corta edad de las víctimas, se le suma la idea del amor romántico, que todo lo puede y lo perdona; la dificultad para reconocer la situación y contarla, y la pérdida de la red de contención.

    Tres de cada 10 adolescentes denuncian que sufren violencia en el noviazgo, según la OMS. En nuestro país, la línea 144, sobre un total de 48.820 llamados en 2018, recibió cerca de 3000 de menores de 18 años (5,6%) y unos 18.000 (36,9%) de chicas de hasta 30. Según datos del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad, 935 adolescentes de entre 13 y 21 años asistieron al Programa Noviazgos Sin Violencia en 2018, un 60% más que en 2017.

    Está muy arraigada la idea de que esta violencia implica gritos, insultos o golpes, pero Vázquez explica que «se trata de todas las modalidades de vinculación dentro de parejas de adolescentes en las que se manifieste abuso de poder, ya sea psicológico, físico, simbólico o económico». Es decir, cuando «se van instalando, progresivamente, situaciones de dominación y de control hacia la joven».

    Aisladas y confundidas
    «Es muy difícil que una chica conozca a un chico y de inmediato la violente físicamente, porque saldría corriendo. Es un camino de control y más control hasta que, si la pareja llega a consolidarse o si la chica queda embarazada, ahí empieza bruscamente el maltrato físico, porque él ya tiene asegurado que ella no se va a ir», señala Ada Rico, presidenta de la Casa del Encuentro. Por eso, el desafío es que las adolescentes puedan ver esa diferencia, que control no es sinónimo de cuidado.

    Entre las manifestaciones del maltrato hacia las chicas aparecen situaciones como la ridiculización frente a los amigos, decir cosas para hacerlas sentir inútiles, prohibirles salidas o prendas, criticar su cuerpo, hacerles creer que ningún otro varón se va a fijar en ellas, culparlas de todo. Otro denominador común de los relatos es el aislamiento. Las van alejando del círculo íntimo, de toda persona a la que puedan contar lo que les pasa.

    Para los especialistas, uno de los principales problemas es la idea del amor romántico. «Es la filosofía de que el amor todo lo puede o la creencia de que la otra persona va a cambiar por uno. Por ejemplo, decir que ‘el amor es ciego’. Hay que problematizarlo: si es ciego, ¿qué es lo que no te deja ver?», detalla Nayla Procopio, coordinadora de la Red Nacional de Jóvenes y Adolescentes para la Salud Sexual y Reproductiva (RedNac). Desde 2014, junto a la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), llevan adelante el programa » No comamos perdices», que busca deconstruir estos estereotipos entre los jóvenes.

    Muchas veces, estos varones se comportan de una forma en público y de otra muy distinta en privado. ¿Quién no escuchó la frase «pero si es un buen chico»? Además, suelen pedir muchas veces perdón. «Después de una situación violenta -explica Vázquez-, piden disculpas, prometen no volver a hacerlo. Esto confunde, porque la violencia coexiste con situaciones amorosas, y eso genera esperanza en la joven: el pensar que ella va a poder cambiarlo».

    Esto implica mucho desgaste para la joven, por pensar que algo está haciendo mal o que ella lo provoca. El deterioro de la salud emocional y la autoestima es grave, con riesgo de depresión y trastornos alimenticios. «Incluso, lleva pensamientos suicidas», destaca Vázquez.

    Rico señala que es clave que los padres hablen mucho con sus hijos, en un diálogo no censurador, «porque si la adolescente siente la censura no va a hablar más», aunque sea difícil entender por qué su hija está en una relación que la daña. Y agrega: «Lo que hay que evitar es que la adolescente quede sola. El femicida no empieza de un día para el otro a ejercer violencia. Todo arranca en el noviazgo».

    También hay que trabajar con la familia. «Hay muchos mandatos patriarcales internalizados, como pensar que una mujer solo se realiza cuando está al lado de un hombre. Y los primeros noviazgos son una etapa propicia para poder cuestionar estos estereotipos», explica Vázquez.

    Procopio señala que en los talleres que da RedNac, muchas chicas cuentan que la familia a veces justifica la violencia del novio «para que no lo pierdan» o diciendo que «lo hace porque te quiere».

    Por eso, Vázquez destaca que «el cómo se construye la figura masculina en nuestra sociedad patriarcal es un factor de riesgo». El varón aprende primero lo que no debe ser: los hombres no lloran, no muestran sus emociones y aprenden a los golpes.

    «Es muy importante que existan servicios donde se ofrezca asistencia legal, médica y psicológica, y se brinden tratamientos. Pero ahí vemos el problema cuando ya se presentó, no vamos a la raíz», detalla Vázquez. Por eso, el desafío es aprender a reconocer los malos tratos desde corta edad.

    Para eso, la prevención primaria tiene que estar dirigida a problematizar y desnaturalizar las concepciones estereotipadas de las relaciones y las cuestiones de género. «Y la escuela, a través de la Educación Sexual Integral (ESI), es uno de los ámbitos más propicios», señala Procopio, para quien es fundamental que los chicos puedan sacarse dudas y pedir ayuda.

    Rico agrega que «hay que trabajar con ellas y con ellos, porque a los jóvenes hay que explicarles que esa mujer no les pertenece y a las chicas a qué cosas deben estar muy atentas».

    El movimiento feminista, donde las adolescentes tienen gran presencia, y la mirada con perspectiva de género sobre las relaciones también invitan a replantearse los roles en la pareja. «Antes, quizás no eran cuestionados estos estereotipos, en que las mujeres tenían un papel mucho más sumiso y de sostener; mientras que las decisiones y el control eran del hombre. Hoy, estos lugares están cuestionados», dice Procopio.

    No subestimar

    Muchas veces, ponerle fin a la relación no es sinónimo de que todo terminó. «No hay que subestimar las amenazas. Si la joven no cuenta con una red de protección, puede quedar en peligro», asegura Hugo Capacio, a quien todavía le cuesta creer que su hija Dayana haya sido víctima de femicidio en 2012. Tenía 17 años cuando su exnovio, Maximiliano Tesone, la asesinó en Rosario, después de hostigarla por más de un mes, luego de que la joven terminara el noviazgo. Era «una chica alegre, pura picardía», recuerda Hugo.

    «A la distancia, vemos que señales hubo muchas, pero en ese momento no teníamos información, se naturalizaban muchas cosas. Notábamos los celos enfermizos que él tenía, cómo la controlaba, pero nunca lo vi gritarle ni levantarle la mano», recuerda el padre de Dayana. Sin embargo, después de la investigación, se enteraron que su hija sí había sufrido maltrato físico. Ella había decidió dejarlo por ese motivo, pero nunca lo contó.

    Hugo es parte de la agrupación Atravesados por el Femicidio, que nuclea a 47 familias de todo el país, brindando contención y también ayudando a víctimas. A los padres, siempre les dice que estén alerta a la autoestima de sus hijas. «El trabajo que hacemos busca aportar un grano de arena para que a otros no les pase lo que a nosotros», concluye.

    Para los especialistas la denuncia es necesaria cuando las chicas deciden terminar la relación y el novio se niega o comienza a hostigarla. «Ya sabemos cómo terminan las obsesiones: muchas, en femicidio», asegura Rico.

    Cuando se detectan algunas de las señales, el primer paso es solicitar ayuda psicológica con especialistas. «La violencia es una problemática social que requiere de un abordaje interdisciplinario y en red entre los diferentes organismos», señala Vázquez. Y Procopio, agrega: «También es importante ponerse a disposición de quien está atravesando la situación de violencia, pero respetando los tiempos y, sobre todo, no juzgar».

    Toda la información e imágenes son de LA NACIÓN.
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  • Amor romántico, el disfraz de un modelo de dominación de la mujer

    Amor romántico, el disfraz de un modelo de dominación de la mujer

    Las mujeres hemos sido configuradas socialmente para el amor, hemos sido construidas por una cultura que coloca el amor en el centro de nuestra identidad (…) Las mujeres vivimos el amor como un mandato.

    Marcela Lagarde

    La Sirenita da su hermosa voz a cambio de caminar y el reloj comienza a correr en su contra para hacer que el príncipe se enamore de ella. A punto de que el príncipe prefiera a la bruja, como en todas las películas clásicas de Disney, el amor triunfa y al final el príncipe se casa con la Sirenita, quien nunca volverá al mar con su familia.

    En el cuento original la Sirenita no sólo pierde la voz, sino que con cada paso que daba sufría el dolor de mil cuchillos en sus piernas. Y el príncipe eligió a la bruja, por lo que la Sirenita terminó convirtiéndose en espuma de mar.

    Igual que en este cuento (y en muchos otros de amor romántico), la historia de las mujeres termina siendo muy distinta al escenario de “felices por siempre” que imaginaron. La mujer nunca es el objeto del afecto amoroso como lo es el hombre (el príncipe). Es la mujer la que se desborda en sostener la relación, a cambio de la mínima (y a veces nula) correspondencia masculina.

    La mirada desde el feminismo sobre el amor y las relaciones amorosas -un tema sobre el que ha habido una amplia reflexión- concluye que existe una construcción del amor desigual, desgastante y hasta violento para las mujeres, a la que se le ha llamado amor romántico.

    La socióloga feminista Jessica Techalotzi Zontlimatzi, explicó en entrevista para LADO B, que hay autoras feministas como Brigitte Vasallo que prefieren llamarlo amor Disney, pues el término se relaciona con la idea del romance y el afecto en un sentido más general.

    —Hablar del amor Disney es también hablar de todo este imaginario que nos han enseñado a través de las telenovelas y cuentos de hadas, que siguen la línea argumental de una mujer que espera que ese sujeto, ese príncipe azul que generalmente es de un status económico más alto, la salve de su contexto, pues ella está rodeada de mujeres malvadas que la tratan muy mal.

    Para ser claros, el amor romántico o amor Disney es un modelo sentimental hegemónico que determina la forma de relacionarnos con los otros en la que existe una jerarquía.

    Techalotzi explica que si viéramos esta jerarquía en una pirámide, en la cima estaría el amor de pareja (heterosexual), y en el siguiente nivel estaría el amor de familia, que implica relaciones sanguíneas. Más abajo las relaciones de amistad, y aún más abajo cualquier otro tipo de amor, hacia las mascotas, el trabajo, etc.

    De acuerdo con Jessica Techalotzi, quien hizo una investigación sobre este tema, la conclusión de las teóricas feministas fue que el amor romántico es una forma de dominación hacia las mujeres, al perpetuar un modelo que jerarquiza al hombre por encima de la mujer.

    —El amor no es algo natural. Ellas (las teóricas) cuestionan lo que se dice sobre el amor como una mera cuestión química, pero dicen que no es algo que brote, sino que es una construcción social que depende de la cultura, del momento histórico, etc.

    El amor se aprende de manera desigual

    ¿Cómo se posiciona el sujeto del amor? El sujeto del amor suele ser el hombre, lo que habla de una educación desigual en el amor. Las mujeres son las que entregan todo, ya sea como parejas o madres. Además, para las mujeres existe una presión social mayor para conseguir pareja, que para los hombres. Y posteriormente, la presión está en mantener esas relaciones pese a lo que sea.

    Marcela Lagarde, antropóloga feminista, propone en su libro Claves feministas para la negociación en el amor, pensar en una biografía amorosa y cuestionar qué tanto se ha dado en esas relaciones, si se ha recibido lo mismo, por qué se ha decidido amar en esos precisos momentos, si fue porque se sentían obligadas, o no, entre otras cosas.

    Esta autora, igual que otras, plantea que la imposición del amor va variando a lo largo de la vida de una mujer y es diferente en cada etapa, aunque en general se busca que el máximo objetivo, la culminación de ese tipo de amor, sea el matrimonio.

    —¿Y después de casarte que? –cuestiona Techalotzi— el final del cuento es ahí, pero en la realidad, el amor es para siempre, una implicación simbólica que dicta que aunque vivas en la infelicidad, tienes que quedarte.

    El amor romántico entonces, también invisibiliza y naturaliza muchos tipos de violencia.

    —Muchas mujeres nos podemos quedar atrapadas en relaciones violentas, aguantando todo por amor. Olvidándonos de nosotras mismas, de nuestros sueños, de nuestra autonomía… todo por este ideal del amor.

    La propuesta, dice Techalotzi, es que no haya un modelo que nos diga cómo amar, ser, desear, sino “construir claves con las que relacionarnos de manera más libre y equitativa con otras personas, no solo en pareja sino con otros”. Sobre todo porque las prácticas del amor romántico pueden llevarse a otras esferas. El más evidente es el de la relación de la madre con el resto de la familia, que se traduce en entrega total y sacrificio, lo que esconde violencia y desigualdad.

    El amor romántico incluso se ha servido de la recolección de mitos de culturas como la griega para alimentar el modelo. Por ejemplo, a los griegos también se les debe la creencia de que los sujetos amados son las personas bellas, atractivas (“atraen el amor”).

    En ese sentido, el feminismo también cuestiona a los sujetos de amor. Techalotzi explica que quien cumple con los estándares de belleza son los sujetos de amor y quienes no, no son sujetas de deseo ni de amor.

    Además de pensar en nuestras biografías amorosas y cuestionarlas, Techalotzi también propone darle la importancia necesaria a las redes afectivas en general. Estar en pareja no debería implicar el aislamiento de amigos y familia. Fortalecer esas redes afectivas es importante porque son las que nos sostienen.

    Foto: Marlene Martínez
    El amor desde la psicoterapia

    Rubí Cervantes, psicóloga lesbofeminista, se dedica al acompañamiento de mujeres desde la psicoterapia individual y grupal en El Taller A.C., y la mayoría llega buscando solucionar algún tema relacionado a sus relaciones de pareja.

    —Hemos sido educadas para tener y mantener una relación de pareja todo el tiempo o lo que tenga que durar y tener que estar siempre felices, y cuando no se logra viene la dificultad para las mujeres —dice Rubí Cervantes en entrevista para LADO B—. Esto repercute en su estado de ánimo, en sus actividades e incluso en su salud física y sexual.

    De acuerdo con Cervantes, hay varios obstáculos frente a los que estas mujeres se enfrentan. El primero es que a veces llegan buscando ayuda no sólo para ellas, sino también esperando que sus parejas puedan cambiar, sin embargo el proceso es individual y si la pareja no tiene intenciones de llevar su propio proceso o construir desde acuerdos en común, es muy complicado transformar.

    Rubí Cervantes explica que hay que entender que para construir se requiere de la otra persona, de su participación. Y cuando no pasa, las mujeres sienten que tienen que hacer un doble esfuerzo, desempeñar las funciones que el otro no está cumpliendo.

    Otro de los problemas es que esas ganas de construir se sustentan a partir de esa idea tradicional del amor.

    —Hay cosas que no se negocian y se da por hecho que tienen que cumplirse porque es lo que tenemos que hacer las mujeres en una relación. En parejas homosexuales es muy similar.

    La negociación

    —En esta idea del amor, son “servicios” los que brindamos a nuestras parejas, y no está mal si a cambio recibimos lo mismo, o sea, que no implique que me duela el brindar mi cariño, comprensión, tiempo… porque estamos recibiendo lo mismo de la otra persona.

    En la experiencia de Rubí Cervantes, llevar el tema de las relaciones de pareja al ámbito público, incluso así, en terapia, es un gran logro, pues estos asuntos suelen mantenerse en lo privado. Lo único aceptable es mostrar la felicidad, las relaciones funcionales, amorosas, pero la violencia, la tristeza y las discusiones se mantienen en lo privado la mayor parte del tiempo, lo que hace que las mujeres terminen por aislarse.

    Por ejemplo, Cervantes ha visto cómo hay chicas que abandonan los procesos grupales si no terminan las relaciones con sus parejas, sobre todo después de reconocer dinámicas violentas. Sin embargo, la invitación de Rubí como psicoterapeuta es que siempre habrá acompañamiento, sin importar lo que decidan.

    —Que quieras casarte y tener una familia, no significa que seas una alienada del patriarcado. No. Lo que propone el feminismo es entender que nosotras siempre les vamos a acompañar en todo lo que decidan, pero que sean decisiones libres y que ese ejercicio, cualquiera que sea que estén realizando, es porque lo quieren hacer y no porque existe una estructura y un mandato de que eso es lo que tienen que hacer. Y también entender que eso que se desea puede cambiar con el paso del tiempo, no tienen que quedarse con una sola idea de manera permanente.

    Una de las estrategias durante la psicoterapia es no dejar de contar, compartir con otras mujeres lo que pasa en nuestras relaciones para tender redes de apoyo y para darnos cuenta que no sólo nos pasa a nosotras, sino que también le pasa lo mismo (o muy similar) a otras mujeres. En conclusión, para llegar al punto de negociar con la pareja, Rubí explica que se necesita estar fortalecidas, pues estas son dinámicas que no estamos acostumbradas a hacer

    —Es importante decir que regularmente ellas ya contaban con esas fortalezas, no es que las adquieran en la terapia, pero la idea del amor romántico, las situaciones de violencia y el sistema patriarcal, hace que olvidemos que tenemos esas fortalezas.

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  • Cinco falsos mitos del amor romántico

    Cinco falsos mitos del amor romántico

    Ni los celos, ni sufrir, ni depender de alguien es amor, por mucho que nos digan los cuentos y películas de princesas con un final feliz. La cultura y la historia han difundido, durante años, una idea falsa del amor entre las parejas, acompañadas por campañas de San Valentín que potencian la visión del romanticismo. La consecuencia más directa es la idealización y aceptar unas creencias que impiden unas relaciones sanas. Asumir siempre la culpa, interpretar en positivo los celos o tolerar comportamientos abusivos pueden llevar a situaciones insostenibles, como la violencia. Frente al amor romántico construido en una sociedad patriarcal y machista, en las redes sociales se reclama un San Valentín más feminista, lejos de tópicos. Diversas especialistas alertan sobre algunas de estas ideas falsas del amor romántico y sus consecuencias.

    “El amor NO puede con todo”, por Nuria Varela

    “Un mito no es más que una creencia, pero está formulada de tal manera que parece una verdad absoluta. Y, además, muy poco cuestionable”, sostiene la periodista Nuria Varela. Explica que los mitos del amor romántico vienen de hace décadas, con una carga emotiva muy potente que se resisten a la razón, porque “en un momento de la historia tan lógico y tan tecnológico persiste esa parte mágica de nuestra vida que no aguanta el pensamiento crítico”.

    Para Varela lo más peligroso es la creencia de que el amor puede con todo: “Ese mito dice que si hay amor verdadero no influyen los obstáculos sobre la pareja. Da igual que no tengan el mismo proyecto de vida, ni compartan los mismos principios, valores o ideales. Da igual si tienen problemas económicos o si una de las personas tiene problemas graves de adicción, por ejemplo, o de comportamiento. Incluso si es violento o no tiene un buen trato hacia su pareja. Todo da igual porque, según el mito, todos esos problemas, aunque sean complicadísimos o incluso requieran atención profesional, se solucionarán si de ‘verdad’ la pareja se quiere”.

    Nuria Varela, periodista.
    Nuria Varela, periodista.

    La periodista insiste en los errores que puede desencadenar la aceptación de este pensamiento: “Puede ser usado como una excusa para no modificar determinados comportamientos o actitudes, o puede llevar a que ni siquiera se vean graves conflictos de pareja. Ya sabemos que, además, el amor es ‘ciego’”, explica. De esta forma, se dificulta la capacidad de la pareja para afrontar y solucionar sus problemas.

    “El amor es histórico y, además, siempre es simbólico. Existe como imaginario, como literatura, como ideología, como norma, como política y, sin embargo, seguimos entrando en él sin poner la razón”, asume Varela. Y recuerda que las nuevas generaciones crecen con estos mitos, que los hacen suyos e “íntimos, sin pensar que están influidos por factores socio-biológico-culturales. Es decir, continúan en ese pensamiento mágico que les hace tener y aguantar parejas inadecuadas o incluso dañinas”.

    “En el amor NO todo vale”, por Coral Herrera

    “Lo más peligroso del amor romántico es la idea de que es una guerra en la que todo vale. Si en la amistad existen unas reglas, en el amor hay una falta de ética total. Por ello, las parejas se ocultan información o se mienten. Especialmente los hombres, que necesitan defender su libertad y aprenden, rápidamente, que se puede tener todo a la vez (esposa y amantes) siempre y cuando lo oculten”, manifiesta Coral Herrera, escritora y doctora en Humanidades.

    Recuerda que nuestro concepto de amor pertenece al “capitalismo patriarcal”, con luchas de poder donde “los hombres llevan las de ganar, porque ellos han sido los principales proveedores de recursos, y esto ha situado a las mujeres en una posición de dependencia”, mantiene. Herrera no se refiere sólo a una dependencia económica, sino también emocional, donde las mujeres han sido educadas para “amar incondicionalmente, entregarnos al amor y aguantar lo que haga falta, perdonar y volver a empezar”.

    Coral Herrera, escritora y doctora en Humanidades.

    Coral Herrera, escritora y doctora en Humanidades.

    La especialista advierte que la cultura romántica justifica la violencia con tres ideas: “del amor al odio hay un paso; quien bien te quiere, te hará llorar; o los que se pelean, más se desean”. Por esta razón, Herrera interpreta que terminamos por creer que el amor verdadero implica sufrimiento o que, “como en todas las guerras, la venganza está justificada. Si sufres por amor tienes derecho a ser todo lo cruel que quieras: puedes impedir al «enemigo» el contacto con los hijos e hijas, hundir al «enemigo» en la miseria, ejercer toda la violencia que quieras porque te han destrozado el corazón… Y la prensa lo justificará, explicando que estabas ciego de celos, o roto de dolor”.

    Herrera considera que en “la guerra del amor gana siempre el machismo”, donde la mujer queda reducida a un objeto de propiedad con el que hacer lo que deseen. “Nosotras tenemos dos opciones: o ser las sufridoras del amor (las buenas, las entregadas, las sacrificadas), o ser las malvadas que no obedecen los mandatos del amor. Hay poco margen en una cultura amorosa tan violenta y machista. Supongo que si aprendiéramos a querernos bien, desde el respeto mutuo, podríamos evitar tanto dolor y tanto odio; pero hoy por hoy, hay poco amor del bueno en el romanticismo patriarcal”.

    “El amor verdadero NO duele”, por Montse Barderi

    La filósofa Montse Barderi advierte, desde el comienzo, que “amar significa colocarte en un lugar donde pueden hacerte daño. Esto no es malo, es lo propio del amor”. Pero cuando no existe un buen trato entre los miembros de la pareja, empiezan las heridas. “Tendríamos que aprender a ser heridas una sola vez. Un par de veces, si es necesario, como máximo. Pero la locura es mantenerse en ese dolor indefinidamente, porque siempre iremos a peor”, subraya.

    Esta situación, según Barderi, lleva a ideas falsas donde el daño se apropia del concepto ‘amor’: “Mantener una relación de no correspondencia, de maltrato de bajo voltaje, o directamente de maltrato, en nombre del amor, es identificar como amor lo que no es amor. Y luego, para soportar el falso amor, nos creemos unas patrañas que nos esclavizan: el amor todo lo puede, el más alto sacrificio significa lograr el amor, es el amor de mi vida, sin su amor no hay nada, no podré vivir sin él o ella, etc…”

    Montse Barderi, filósofa.

    Montse Barderi, filósofa.

    Barderi explica que, de esta forma, sin apenas darnos cuenta, se entra en “una verdad que no se cuestiona y, en nombre de ella, se soporta todo, se somete una misma a una enorme infelicidad. Es evidente que el amor puede y debe soportar la enfermedad del ser amado, un accidente, un proceso de paro, el envejecimiento, y todo lo que acontece al desarrollo de la vida y sus contingencias; pero no duele. Soportar el maltrato, la vejación, la indiferencia, el desamor, la falta de cariño… eso sí que no”.

    La filósofa recalca que las consecuencias más dañinas se centran en la incondicionalidad, y la aceptación de que el amor sacrificado es correspondido: “Un amor correspondido es fantástico, pero buscar excusas de amor romántico para soportar lo insoportable es un suicidio personal. El problema empieza en un primer sacrificio que, en vez de aumentar el amor del otro, siempre acaba por verse con permiso para actuar peor. El cheque en blanco solo conduce a ser maltratada cada vez más”, confirma.

    Barderi sostiene que, a pesar de la atracción inicial de la relación, tarde o temprano, siempre se descubre la verdad del otro: “Si amas a alguien inmaduro, egoísta, utilitarista… su amor será exactamente así, inmaduro, egoísta y utilitarista. Siempre amamos desde quienes somos”.

    “Quien bien te quiere, NO te hará llorar”, por Miguel Lorente

    “Quien bien te quiere no te hará llorar… ni te maltratará, ni te matará”, sentencia Miguel Lorente. Por muy obvia que parezca esta reflexión, este médico forense, que fue delegado del Gobierno para la Violencia de Género de 2008 a 2011, conoce muy bien cómo el machismo se justifica con los mitos del amor romántico. “La violencia juega en un doble sentido: como corrección de algo que está mal (te corrijo por medio de la violencia) y como castigo (si haces algo objetivamente mal, que tú misma reconoces o que yo te hago que lo reconozcas, te castigo). Entonces, se normaliza. Por eso hay mujeres maltratadas que dicen que sus maridos les pegan, pero que se preocupan por ellas”, matiza.

    Lorente reconoce que la agresión física es el último elemento para dominar una situación que, hasta entonces, se conseguía con la violencia psicológica, a través de la humillación, la culpa o la amenaza. “No es una relación sádica que obtenga placer del dolor, sino que el objetivo de la violencia es controlar, someter y dominar a través del daño. Por eso cabe el romanticismo, y la sociedad dice ‘quien bien te quiere, te hará llorar’. Como si no fuese incompatible la violencia con el amor, sino como un episodio dentro de la relación. El 44% de las mujeres no denuncia porque no considera que la violencia sea lo suficientemente grave”, detalla este especialista.

    Miguel Lorente, delegado del Gobierno para la Violencia de Género.
    Miguel Lorente, delegado del Gobierno para la Violencia de Género.

    Lorente explica que el machismo se ha valido de estos mitos del amor romántico para frente a los cambios que incorporaba el feminismo: “Tira de las emociones para consolidar la estructura que estaba siendo cuestionada. En un momento donde se cuestionaba lo más cognitivo, el machismo tira de lo más emocional, los mitos del amor romántico, para proteger esa dependencia, acompañado por una aceptación social de la tradición”.

    La violencia genera depresión, baja autoestima, sensación de impotencia, indefensión… y es aquí donde el amor romántico juega un papel fundamental, según Lorente, porque “todo lo que vive la mujer, aunque sea consciente de que la maltrata, en lugar de hacer crítica, lo integra como parte de la normalidad”. Añade, además, que a esto se suma el culpabilizar a la mujer como responsable de la situación, y considerar que ella tiene la solución, como apoyar a su pareja para que cambie.

    Para Lorente la clave está no sólo en la educación, sino en la construcción de identidad como hombre y mujer. Porque, según este especialista, “al machismo le preocupa que se puedan construir identidades sobre otras referencias. Y eso pasa por reconstruir la idea de la relación sobre el amor romántico”.

    “El amor NO es dependencia”, por Yolanda Domínguez

    Yolanda Domínguez, artista visual experta en género, conoce muy bien el impacto de la cultura en la construcción del amor romántico: “Nos han contado desde que éramos niñas que nuestra felicidad sólo se consigue si encontramos una pareja. Los cuentos siempre terminan en boda. La princesa sólo es feliz cuando el príncipe la rescata. La mayoría de los relatos de ficción nos dicen que la felicidad de una mujer pasa por encontrar a un hombre con el que compartir su vida, no por encontrar una profesión que la haga feliz o tener muchas amigas con las que también puede compartir su vida”.

    Para Domínguez, esta base cultural manda otro mensaje sobre el rol del hombre como parte “proveedora”, que aporta la solidez económica en la pareja. A partir de aquí, esta artista explica que se platean “dos relaciones de dependencia: la emocional y la económica”.

    La dependencia emocional, según Domínguez, tiene una base antropológica porque “los seres humanos somos seres dependientes, necesitamos a los demás para sobrevivir. Pero no nos enseñan que esos lazos también se pueden crear con otras personas”. Por lo tanto, la dependencia emocional es una construcción sociocultural que el propio amor romántico se encarga de prolongar. Domínguez asegura que hace falta otro modelo de amor: “No se puede subsistir sin amor. Por ejemplo, está comprobado que nos afecta hasta físicamente. Pero ese amor no tiene que venir exclusivamente de la pareja. Puede venir de la familia, de los amigos o incluso de compañeros de trabajo”.

    Yolanda Domínguez, artista visual experta en género.

    Yolanda Domínguez, artista visual experta en género.

    La falta de autosuficiencia y de autoestima son las dos peores consecuencias que genera la dependencia emocional. “Es el no creer en que una va a ser capaz de salir adelante en cualquier situación. Una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida es haber vivido un tiempo sola. Eso te enseña a conocerte, a confiar en ti. Te da más fuerza. Yo creo que todas las personas deberían experimentar vivir solas un tiempo”, recuerda Domínguez.

    Para esta experta, la dependencia que potencia el amor romántico puede ser eliminada si se “cambian los relatos y el imaginario, para mostrar otros modelos de relaciones más diversas y más ricas. Es decir, no dejar que todo el amor provenga de la misma persona porque, cuando esa relación se rompe, se te cae el mundo encima. Vivir un tiempo a solas. Y, sobre todo, ser independiente económicamente. Hay muchas parejas que no son felices y siguen juntas porque económicamente no se pueden permitir vivir solas”.

    Toda la información e imágenes son de Público.es
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  • Así son las nuevas Barbies inspiradas en «mujeres reales»

    Así son las nuevas Barbies inspiradas en «mujeres reales»

    Según varios informes publicados recientemente, las niñas acceden en menor medida que los chicos cuando tienen que elegir carreras dedicadas a ciencias, matemáticas o tecnológicas. Se trata, según explican los expertos, a que ellas tienen menos referentes en estos ámbitos: en los manuales, por ejemplo, solo el 6% de los autores citados son mujeres. Un estudio actual advertía de que solo un 4,2% de las adolescentes españolas se ven trabajando en Ciencias Pero no solo de libros va la cosa: la educación recibida en casa, los juguetes, las actividades extraescolares…. todo es muy importante a la hora de que las jóvenes encarrilen su futuro.

    Quizá conscientes de ello, Barbie, la muñeca más famosa, se adapta también a los tiempos para mostrar otras facetas desconocidas hasta ahora. Es el caso de sus nuevos lanzamientos, en colaboración con National Geographic, inspirados en la exploración, ciencia, conservación e investigación… modelos más cercanos a la mujer de hoy: presente en muchos más ámbitos y actividades que años atrás. «Nos gustaría que a partir de ahora (las niñas) se imaginen a sí mismas como astrofísicas, biólogas polares marinas, conservacionistas y muchas otras profesiones», destacó Lisa McKnight, Directora General y Vicepresidente Senior de Barbie.

    Casi 60 años después de su creación, la muñeca Barbie sigue conservando su popularidad, tratando de adaptarse a los nuevos tiempos. Las continuas críticas y controversias de la muñeca, especialmente por promover una idea poco realista de la imagen corporal de una mujer, ha provocado una renovación en la estrategia de la empresa, apostando cada vez más por mostrar el empoderamiento de las mujeres y la diversidad existente en el mundo.

    «El juego es fundamental en la interiorización de valores que definirán su identidad de género y construirán las expectativas, pues jugando se adquieren hábitos, modelos e imágenes del mundo», contaba a ABC Sergi Fàbregues, profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación y miembro de la Unidad de Igualdad de Género de la UOC. El experto ya alertaba de la importancia de escoger bien los juguetes y de ser conscientes de los valores sexistas que llevan implícitos: «Influyen en la socialización de los niños y de las niñas y en la reproducción de roles de género; los juguetes y su uso transmiten valores, construcciones sociales y culturales».

    Toda la información e imágenes son de ABC.
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  • Casi 6 mil mujeres mueren al año en América por causas vinculadas al embarazo

    Casi 6 mil mujeres mueren al año en América por causas vinculadas al embarazo

    Cerca de 6 mil mujeres mueren cada año en América por causas relacionadas con el embarazo, de acuerdo con un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) publicado este miércoles.

    Brasil, con 1,841 fallecimientos de madres por motivos vinculados al embarazo, se situó en 2016 como el primer país con más muertes maternas reportadas por año, mientras que México, con 812, se encuentra en segundo lugar.

    Pese a estas cifras, la OPS, que estudia una región que abarca más de mil millones de personas, argumentó que hay países, como EE.UU., que han alcanzado niveles “muy bajos” de mortalidad materna.

    El estudio también desvela que las madres en el continente americano tienen en promedio dos hijos, lejos de las altas tasas de algunas naciones africanas.

    Otro de los focos que estudia la OPS son las principales causas de muerte en América.

    Según los últimos datos, las enfermedades cardíacas, el cáncer y los accidentes cerebrovasculares superan a las enfermedades transmisibles como principales motivos de fallecimientos en la región.

    En toda América, la tasa de mortalidad por enfermedades no transmisibles es de 427.6 personas por cada 100 mil habitantes, siete veces más alta que la tasa de mortalidad por enfermedades transmisibles, que es de 59.9 personas por 100 mil habitantes.

    En 2017, la zona de América Latina y el Caribe notificó aproximadamente 580 mil casos de dengue (44 % de este total se reportaron en Brasil), más de 31 mil casos de lepra (casi el 90 % de Brasil) y más de 13 mil 800 de cólera (99 % de los casos en Haití).

    Por otro lado, la tasa de diagnóstico del VIH fue de 14.6 personas por cada 100 mil habitantes en toda la región, y por cada nuevo diagnóstico de VIH entre las mujeres, hubo 3.6 entre los hombres.

    El análisis sobre la salud en la región también halló que el 13 % de los adolescentes consumen tabaco, un porcentaje que varía entre los países, desde un mínimo de 3.8 % en Canadá a un 25 % en Chile y Dominica.

    Además, la OPS subrayó que en el continente americano hay 18 médicos, 59.7 enfermeras y 6,7 dentistas por cada 10 mil habitantes y que el gasto público en salud como porcentaje del producto interno bruto (PIB) es del 5 % en promedio en toda la región.

    La OPS, que forma parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), evalúa las condiciones sanitarias y diferentes parámetros de salud de América desde 1902.

    Toda la información e imágenes son de Pulso SLP.
    Link original: https://pulsoslp.com.mx

  • Mujeres con dos opciones: desempleo o explotación

    Mujeres con dos opciones: desempleo o explotación

    “He pasado mi vida cosiendo ropa que vendía en el mercado. Emigré para a trabajar como limpiadora y costear la educación de mis hijas. Pero nunca me pagaron lo acordado”, lamenta Sangita Gwimire Shrestha, de 38 años. Regresó a Nepal a mitad de 2018 sin poder saldar la deuda con la que emigró a Dubai. Antes, un agente nepalí le engatusó con el mito de la ruta del oro a los países del Golfo y un sueldo de 360 euros mensuales, casi el cuádruple del salario mínimo en Nepal. La realidad fue otra. “Ganaba poco más de 700 dirhams [160 euros]. Me quejé y me aislaron en una habitación durante días”, detalla Sangita; que usó su informática básica para reservar un vuelo y escapar. “Otras no tienen esa suerte y siguen allí”. De vuelta a casa, el panorama no es halagüeño. Su marido está en paro y ella baraja enviar a sus hijas al extranjero en busca de empleo. Otra generación que huye de la inestabilidad enraizada en Nepal desde hace décadas.

    Tras un comienzo de siglo de vaivenes políticos —guerra civil, asesinato de la familia real y cambio de régimen— la República de Nepal celebró las primeras elecciones de su corta democracia en 2017. Espoleada por los donantes internacionales, aprobó su Constitución en 2015 para tener un marco legal sobre el que reconstruir el país tras el terremoto que sacudió su territorio ese año dejando 9.000 muertos y 22.000 heridos. Pero su reparación física y económica se frena por la falta de materias primas y mano de obra cualificada.

    Enrocado entre los dos titanes asiáticos, la diminuta nación del Himalaya importa casi todos sus bienes de India y China. Sin industria propia, el turismo mantiene la economía nacional mientras su mercado de trabajo se hunde. Con una tasa de desempleo del 40%, alrededor de 1.600 nepalíes emigran diariamente. En la pasada década, el Departamento de Empleo Exterior expidió más de 3,5 millones de permisos de trabajo en un país de 40 millones de habitantes. Trabajadoras del sector doméstico y de la construcción dominan una oleada de migración laboral con destino a los países del Golfo y Malasia, principalmente.

    Nepal es el cuarto del mundo con la mayor contribución de las remesas a su economía

    “La vida de las trabajadoras en el extranjero ha mejorado algo. Particularmente en Catar, tras la concesión del Mundial de Fútbol de 2022”, explica Nisha Baniya, abogada y secretaria de migraciones en la Federación General de Sindicatos Nepalíes. Durante años, grupos de derechos humanos han denunciado el trato a los dos millones de migrantes en Catar (el 95% de su mano de obra); de los que 100.000 son nepalíes. La presión internacional ha hecho que el Gobierno catarí tome medidas. A finales de 2017, prometió abolir el sistema kafala; acuerdo común en países de Oriente Medio por el que se requisa el pasaporte de los empleados, a los que se les priva de libertad. En 2018, se abrió la primera oficina de la Organización Mundial del Trabajo en Doha para mejorar las condiciones laborales. “Las autoridades intentan solucionar estos aspectos, pero los agentes de Nepal y Catar no colaboran. Las estafas proliferan”, advierte Baniya en referencia al número de agencias de contratación surgidas en Nepal, al calor del efecto llamada.

    La sangría de trabajadores emigrados es tal que el dinero que envían a sus familias en Nepal se ha convertido en piedra angular de la economía nacional. Según el último informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), las remesas de esos trabajadores alcanzaron los 5.400 millones de euros en el año fiscal 2016-2017. Esto supone el 31,3% del PIB nacional y convierte al pequeño país asiático en el cuarto del mundo con la mayor contribución de estos envíos. Su nueva riqueza es visible en muchas aldeas; transformadas en municipios con escuelas privadas, clínicas y tiendas.

    Al olor del negocio, las agencias multiplican su presencia en el destino de este flujo monetario: áreas rurales empobrecidas y semillero de desempleados desesperados. “Tenemos una deuda de 70.000 rupias [550 euros] y un préstamo que pagar por nuestra casa. La antigua desapareció con el terremoto”, cuenta Bimbval Pariyar, de 31 y natural de Gorkha, donde se registró el epicentro del temblor de 2015. “Llegué a un acuerdo con un agente local, que me llevó a Dubai cuando el Gobierno lo había prohibido. No me pagaron lo acordado y regresé gracias a los contactos de mi marido”. El estudio de la OIM también indica que los trabajadores migrantes registraron 7.500 casos de fraudes durante los procesos de contratación en los últimos tres años.

    La legislación actual ignora a las trabajadoras migrantes, aunque ellas aportan el 11% del total de las remesas que sostienen el PIB de Nepal

    “El dinero que pagué a la agencia no sirvió de nada y el tratamiento que pude costearme en el hospital de Dubai fue muy precario. Volví a Nepal para no perder mi brazo”, explica S. L. D, mostrando los vendajes que cubren parte de su cuerpo. Una explosión a causa de un escape de gas estuvo a punto de acabar con la vida de esta trabajadora de la limpieza —que prefiere permanecer en el anonimato— durante su estancia en Emiratos Árabes Unidos. Aunque los 400 euros que pagó a la agencia de contratación incluían el permiso de trabajo y un seguro, la compañía que la empleaba se negó a renovar su contrato tan pronto como estalló su problema. “Me pagaban menos de la mitad de lo acordado. Así que extendí mi visado y trabajé sin contrato durante los dos últimos años para poder liquidar la deuda con la agencia”, explica. Atrapada en un callejón sin salida, S. L. D. teme volver a su aldea al sureste de Nepal; donde le esperan sus acreedores y los rumores sobre la falta de castidad que persiguen a toda mujer asiática que ha trabajado en un país del Golfo.

    Sin control ni regularización, la prohibición genera redes de tráfico

    En 2017, más de 2.000 denuncias por irregularidades llevaron a Nepal a cancelar los permisos de trabajo a Malasia; donde hay 400.000 nepalíes documentados. Ya en 2015, se redujo de 445 a 74 euros la cuantía máxima para la tramitación de empleos. Pero el Gobierno de Malasia exigía la participación de agencias privadas; que pedían sumas desorbitadas a sus clientes aunque declaraban solo la parte legalmente impuesta. Según el Centro de Periodismo de Investigación de Nepal, los trabajadores migrantes pagaron hasta 34 millones de euros extra por sus contrataciones en Malasia en los últimos cinco años.

    “La prohibición no es remedio”, insiste Bijaya Shrestha desde Amkas; refugio de trabajadoras que regresan a Nepal: “El Gobierno tiene buenas intenciones, pero genera más ilegalidades”. Shrestha hace referencia al reciente veto impuesto por Nepal a empleadas del sector doméstico en los países del Golfo. Antes ya se restringió la edad mínima para obtener permisos de trabajo, sin evitar el éxodo de 20.000 mujeres en 2017. “Desde que hay límites a los permisos [de empleo], viajo por periodos de tres meses con visados de turista con agencias no registradas”, explica Sabina Sahi, de 27 años y quien ha trabajado como bailarina en Dubai, Sudáfrica y Catar. “Nos dan 100.000 rupias [787 euros] por adelantado. Pero tenemos que devolver el dinero como sea, incluso durmiendo con los clientes. Por suerte, yo nunca he tenido que hacerlo”, confiesa Sabina, que espera a que su bebé de año y medio crezca para volver a emigrar en busca de trabajo como bailarina.

    S. L. D. muestra sus vendajes. Una explosión por un escape de gas estuvo a punto de acabar con su vida durante su estancia en Dubai.S. L. D. muestra sus vendajes. Una explosión por un escape de gas estuvo a punto de acabar con su vida durante su estancia en Dubai. ÁNGEL L.MARTÍNEZ CANTERA

    La ONU ha denunciado la medida del Gobierno de Nepal por ser origen del “tráfico de personas” a India; país con el que comparte frontera abierta y usado por agentes como puente a empleos fraudulentos. “Pagué 30.000 rupias a un funcionario para que me llevase a Kuwait, aunque estaba prohibido”, relata M. G, que regresó a Nepal hace poco menos de un año; embarazada del agente que fue su violador. “Solo trabajé tres meses como limpiadora en una casa en Kuwait. Cuando mis empleadores notaron mi estado, me enviaron de vuelta”, resume, obviando los seis meses de secuestro en India. Cuando aterrizó en el aeropuerto de Katmandú, uno de los trabajadores sociales de Amkas la rescató del círculo vicioso que espera a las mujeres de zonas rurales en la capital nepalí, como empleadas en alguno de los prostíbulos de la zona centro de la ciudad.

    “Casi todas las mujeres que rescatamos proceden de las zonas montañosas de Nepal. Regresan mentalmente destrozadas y no conocen la realidad de Katmandú, por lo que acaban siendo presas de las redes de tráfico también aquí”, explica Bijaya Shrestha, cuyo refugio acogió a unas 225 mujeres en solo 10 meses. Algunas embarazadas como M. G.; cuyo bebé fue dado en adopción y quien teme volver a su pueblo en la frontera con China, donde solo le esperan los usureros y el rechazo de su comunidad. En vez de prohibiciones, Shrestha exige a Nepal que ratifique la Convención sobre Trabajo Doméstico y que revise la Ley de Empleo en el Extranjero. La legislación actual ignora a las trabajadoras migrantes, aunque ellas aportan el 11% del total de las remesas que sostienen el PIB de Nepal; dependiente del empleo irregular y explotador en el extranjero.

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