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  • Casi nueve de cada diez hombres y mujeres de todo el mundo mantienen prejuicios contra las mujeres

    Casi nueve de cada diez hombres y mujeres de todo el mundo mantienen prejuicios contra las mujeres

    «La mitad de la población mundial sigue creyendo que los hombres son mejores líderes políticos que las mujeres, y más del 40% cree que los hombres son mejores ejecutivos que las mujeres», afirma el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en su último informe sobre el Índice de Normas Sociales de Género.

    «Las normas sociales que menoscaban los derechos de la mujer perjudican a la sociedad en general y frenan la expansión del desarrollo humano», afirmó el jefe de la Oficina encargada del Informe sobre Desarrollo Humano del PNUD, Pedro Conceição.

    Menos igualdad, menos derechos

    Un asombroso 25% de las personas cree que está justificado que un hombre golpee a su mujer, según el informe, que refleja los últimos datos de la Encuesta Mundial de Valores.

    El informe sostiene que estos prejuicios impulsan los obstáculos a los que se enfrentan las mujeres, que se manifiestan en un desmantelamiento de sus derechos en muchas partes del mundo, con movimientos contra la igualdad de género que ganan terreno y, en algunos países, un aumento de las violaciones de los derechos humanos.

    Los prejuicios también se reflejan en la grave infrarrepresentación de las mujeres en puestos directivos. De media, la proporción de mujeres como jefas de Estado o de Gobierno se ha mantenido en torno al 10% desde 1995, y en el mercado laboral las mujeres ocupan menos de un tercio de los puestos ejecutivos.

    Eslabones rotos en marcha

    El informe también arroja luz sobre un vínculo roto entre el progreso de la mujer en la educación y la capacitación económica. Las mujeres están más cualificadas y formadas que nunca, pero incluso en los 59 países donde las mujeres tienen ahora más estudios que los hombres, la diferencia media de ingresos entre hombres y mujeres sigue siendo del 39% a favor de los hombres.

    «La falta de avances en las normas sociales de género se está produciendo en el marco de una crisis de desarrollo», afirmó Conceição, señalando que el Índice de Desarrollo Humano mundial descendió en 2020 por primera vez en la historia y de nuevo al año siguiente.

    «Todo el mundo saldrá ganando si se garantiza la libertad y la autonomía de la mujer», añadió.

    El papel crucial de los gobiernos

    El informe subraya que los gobiernos tienen un papel crucial en el cambio de las normas sociales de género, desde la adopción de políticas de permiso parental, que han cambiado las percepciones en torno a las responsabilidades del trabajo de cuidados, hasta las reformas del mercado laboral que han llevado a un cambio en las creencias en torno a las mujeres en la fuerza de trabajo.

    «Un punto de partida importante es reconocer el valor económico del trabajo de cuidados no remunerado», afirmó la directora del equipo de género de la agencia.

    Raquel Lagunas declaró que “esta puede ser una forma muy eficaz de cuestionar las normas de género. En los países con los mayores niveles de prejuicios de género contra las mujeres, se estima que ellas dedican seis veces más tiempo que los hombres al trabajo de cuidados no remunerado

    El cambio es posible

    El informe subraya que, a pesar de la persistencia de los prejuicios contra las mujeres, el cambio es posible.

    En 27 de los 38 países estudiados se observó un aumento de la proporción de personas sin prejuicios en ningún indicador. Los autores del informe afirmaron que, para impulsar el cambio hacia una mayor igualdad de género, hay que centrarse en ampliar el desarrollo humano a través de la inversión, los seguros y la innovación.

    Esto incluye invertir en leyes y medidas políticas que promuevan la igualdad de las mujeres en la participación política, ampliar los mecanismos de seguridad, como el fortalecimiento de la protección social y los sistemas de atención, y fomentar intervenciones que sean particularmente eficaces para desafiar las normas sociales nocivas, las actitudes patriarcales y los estereotipos de género.

    Por ejemplo, la lucha contra la incitación al odio en internet y la desinformación sobre cuestiones de género puede ayudar a cambiar las normas dominantes hacia una mayor aceptación e igualdad, según el informe.

    El documento recomienda abordar directamente las normas sociales mediante la educación y la implementación de políticas que fomenten la igualdad de género, y cambios a nivel legislativo que reconozcan los derechos de la mujer en todas las esferas de la vida, y una mayor representación en la toma de decisiones y en los procesos políticos.

  • Una neuropsicóloga explica cómo reconocer a las niñas y las mujeres superdotadas y cómo evitar que sean silenciadas

    Una neuropsicóloga explica cómo reconocer a las niñas y las mujeres superdotadas y cómo evitar que sean silenciadas

    ¿Qué les pasa a las mujeres superdotadas, y por ende, a las mujeres inteligentes en general? Carmen Sanz –Psicóloga Clínica experta en Inteligencia Humana, Superdotación y Altas Capacidades Intelectuales y Neuropsicóloga Clinica– y autora del libro “Destacar o callar: Niñas y mujeres con altas capacidades” (Plataforma Editorial) explica que las mujeres superdotadas se ven en desventaja social cuando se trata de hacerse valer intelectualmente.

    La cultura tiende a encasillar a las mujeres en áreas como la educación, los cuidados, la sanidad y las áreas jurídicas, mientras las aparta de las ciencias y la tecnología, limitando así su pleno potencial. Por esta y otras razones, tal como dice Carmen Sanz –fundadora de la plataforma El Mundo del Superdotado y autora también del libro «La Maldición de la inteligencia»– las mujeres con altas capacidades a menudo luchan contra una baja autoestima, subestimándose y considerándose menos inteligentes de lo que realmente son. Paradójicamente, en el caso de los hombres, ocurre lo contrario.

    En definitiva, lo que ocurre es que a los hombres se les valoran sus capacidades intelectuales, a las mujeres su esfuerzo. Por eso, las mujeres superdotadas han tenido que callar, disimular o incluso mentir para encajar en el molde preestablecido.

    Sanz es una autoridad en la superdotación en las mujeres, pero además cuenta con su propia experiencia personal –ella es superdotada–, y la de su familia para comprender la problemática especial que tienen los niños y adultos superdotados, y para conectar con ellos en su propio lenguaje.

    En el libro “Destacar o callar», un refrescante ensayo sobre el tema de las altas capacidades en las mujeres, a través de datos, informes y curiosidades, Carmen Sanz nos expone de manera sólida cómo las mujeres se ven en desventaja social cuando se trata de hacerse valer intelectualmente. La autora nos muestra cómo se ha subestimado la inteligencia de las mujeres y porqué es necesario poner en valor a las chicas las altas capacidades y reivindicar tanto a las grandes mujeres del ayer y del mañana como a las de hoy: a nosotras mismas.

    ALTAS CAPACIDADES EN NIÑAS Y MUJERES: ¿REALIDAD INVISIBLE?

    Por Carmen Sanz Chacón, neuropsióloga clínica

    En la medida en la que las niñas de altas capacidades y superdotadas sean identificadas de forma temprana y puedan recibir el apoyo educativo y emocional que necesitan, tendremos cada vez más líderes femeninas en todos esos ámbitos, como le correspondería a una sociedad que realmente defienda la igualdad de oportunidades.

    Afortunadamente, poco a poco, las cosas están cambiando. Cada vez hay un mayor número de mujeres en nuestras universidades cursando estudios superiores y más mujeres ocupando puestos de liderazgo en gobiernos o en grandes compañías multinacionales.

    Todavía estamos rodeados de estereotipos y de prejuicios respecto a las capacidades femeninas, pero, lentamente, las mujeres están ocupando el lugar que les corresponde en la sociedad, lo que también ayudará a las niñas de altas capacidades y superdotadas a visualizar modelos de éxito femenino con los que identificarse.

  • Decapitación de normas oficiales amaga a mujeres; podría regresar la mortandad, advierten

    Decapitación de normas oficiales amaga a mujeres; podría regresar la mortandad, advierten

    Las normas oficiales para el tratamiento del cáncer cervicouterino y de mama fueron producto de un gran trabajo de organizaciones y feministas, porque ambas responden a la necesidad de bajar la alta incidencia de muertes de mujeres, la nula prevención y la imposibilidad de acceder a un tratamiento tan costoso.

    Nos regresan a los años 40, sin detección oportuna y sin tratamiento gratuito. Si esto no se corrige, ambos padecimientos regresarán a ser una de las principales causas de muerte”.

    Así lo advierte la constitucionalista y feminista Patricia Olamendi Torres, quien fuera la primera presidenta al frente de un organismo local para las mujeres, durante la gestión de Cuauhtémoc Cárdenas en el gobierno capitalino en el denominado Pro Mujer, creado a finales de 1997.

    Fuimos las pioneras en tener gratuitos los exámenes y en programas de atención. Más adelante se hizo a nivel federal y después se crea incluso el Programa de Salud Sexual y Reproductiva y se incorporan ambos cánceres en el Seguro Popular para su tratamiento, así como la obligatoriedad de los exámenes a partir de 40 años. También eso fue una conquista de la presión y el activismo, porque se quería que esa obligatoriedad fuera de 50 años en adelante”, rememora la también exsubsecretaria de Derechos Humanos de la cancillería.

    Exdiputada federal e impulsora del principio de la paridad en todo, así como de la 3 de 3 contra la violencia y en los años 80 de los primeros ordenamientos que visibilizaron la violencia de género, Patricia Olamendi rechaza tajante el argumento del gobierno federal que justifica la cancelación de las normas porque estaban hechas para facilitar intereses privados.

    Eso de que fueron otros intereses particulares los que alentaron la creación de las normas es una infamia. Las están cancelando para ya no comprometerse con los tratamientos establecidos en las normas y que no tengan las autoridades de salud responsabilidad por negligencia”.

    LAS NOM EN SALUD PROTEGEN DERECHOS, DICEN LEGISLADORES

    La decena de exhortos del Congreso al gobierno federal para frenar la eliminación de las normas oficiales en materia de cáncer de mama y cervicouterino, menopausia, diabetes, lactancia e infecciones de transmisión sexual exponen razones jurídicas que impiden darle carpetazo a reglas sanitarias que garantizan el cumplimiento de derechos constitucionales y humanos.

    Alertan los legisladores que el caso de las mujeres, justamente los tumores mamarios y del cuello del útero figuran ahora entre las principales causas de muerte de las mexicanas.

    Un punto de acuerdo propuesto por diputados del PAN, PRI y PRD exhorta a la Secretaría de Salud federal para que rinda un informe pormenorizado sobre los motivos de la posible cancelación de 32 normas oficiales mexicanas en materia de atención y prevención de la salud en el suplemento del Programa Nacional de Infraestructura de la Calidad 2023.

    Los legisladores Frinné Azuara Yarzábal y Ana Lilia Herrera (PRI); Ector Jaime Ramírez Barba (PAN y Marcelino Castañeda (PRD) también llaman a la Comisión Nacional de Infraestructura de la Calidad a que analice el impacto de dichas cancelaciones para evitar afectaciones y en su caso se realicen las mejoras necesarias, y al Comité Consultivo Nacional de Normalización a realizar la actualización de las normas que hayan perdido su vigencia.

    HA CAÍDO LA ATENCIÓN DE CÁNCER EN MUJERES

    Alertan los diputados que es de llamar la atención que se cancelen las normas que tienen como propósito atender la salud de las mujeres, mediante prevención, detección, diagnóstico, tratamiento, control y vigilancia epidemiológica del cáncer cérvico-uterino y el cáncer de mama, toda vez que los datos recientes del Inegi, en Estadísticas a propósito el Día Mundial contra el cáncer, se señala que entre las mujeres de 30 y 59 años la principal causa de muerte por tumor maligno fue el de mama, así como por el cuello del útero, con tasas de 1.52 y 0.88 defunciones por cada 10 mil mujeres, respectivamente.

    Detallan que, en el caso de las personas adultas mayores, en las mujeres de 60 años y más, la tasa más alta de defunciones se ubicó en el tumor maligno de la mama, con 4.81 defunciones por cada 10 mil mujeres.

    Subrayan los parlamentarios de oposición que los recursos ejercidos en ambos casos han disminuido sensiblemente, como lo revela la caída de 66% en los casos atendidos para el cáncer de mama al haber pasado de siete mil 400 pacientes en 2018 a dosmil 500 en 2021.

    En cuanto a los recursos ejercidos, éstos disminuyeron un 91% al pasar de mil 955 millones de peso en 2018 a sólo 170 millones en 2021.

    Documentan que en el caso del cáncer cervicouterino la situación es igualmente alarmante, pues los casos atendidos disminuyeron un 68% en el periodo 2018-2021 al pasar de 2500 a sólo 800, mientras los recursos ejercidos cayeron en 90%, al pasar de 109 millones a sólo 9.4 millones.

    HAY QUE RENOVAR, NO CANCELAR

    Recuerdan que una Norma Oficial es una regulación técnica de observancia obligatoria en tanto garantiza el fomento de la calidad para el desarrollo económico y la protección de los objetivos legítimos de interés público, mediante el establecimiento de reglas, denominación, especificaciones o características aplicables a un bien, producto, proceso o servicio. Y que las Normas Oficiales Mexicanas deben ser revisadas al menos cada cinco años, a través de un proceso de revisión que debe sustentarse en un informe.

    En otro punto de acuerdo propuesto por senadores del PRI se indica que “una Norma Oficial Mexicana sanitaria es el conjunto de reglas o disposiciones de orden genérico en un tema o materia específica en el ámbito de la salud, que tiene un sustento jurídico de aplicación en áreas temáticas como los riesgos sanitarios en establecimientos, productos y servicios, salud pública, atención médica y asistencia social, investigación para la salud en seres humanos, educación en salud y enfermería”.

    Suscrito por Sylvana Beltrones, Manuel Añorve, Mario Zamora y Beatriz Paredes, entre otros, ese exhorto es para que el presidente del Comité Consultivo Nacional de Normalización de Salud Pública, es decir, el titular de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud de la SSA, Hugo López-Gatell, explique las razones y efectos de la cancelación de diversas Normas Oficiales Mexicanas Sanitarias.

    Se detalla en el exhorto de los senadores priistas que dichas normas tienen la función de limitar los riesgos a la salud, prevenir y tratar problemas de salud pública y regular las prácticas médicas.

  • Reportan en Perú a 3 mil 400 mujeres desaparecidas en cuatro meses

    Reportan en Perú a 3 mil 400 mujeres desaparecidas en cuatro meses

    Más de 3.400 mujeres fueron reportadas como desaparecidas en Perú entre enero y abril de este año, informó el sábado la Defensoría del Pueblo.

    Según el reporte «¿Qué pasó con ellas?», en los primeros cuatro meses de 2023 se registraron 3.406 denuncias de mujeres desaparecidas, de las cuales solo fueron localizadas 1.902, el 56%, y falta por ubicar a 1.504.

    «La situación que vive el país respecto a las desapariciones se calificaría como una situación de peligro inminente. La desaparición implica un riesgo especialmente grave de afectación de vida y salud cuando se trata de una mujer», dijo a la AFP Isabel Ortiz, adjunta de la Defensoría del Pueblo.

    Ortiz manifestó que «el Estado no está tomando acción para prevenir este tipo de hechos (desapariciones)», que se repiten cada año en el país.

    Entre enero y abril de 2022, se reportaron 3.800 denuncias de mujeres desaparecidas.

    «Se usa el tema de desaparición como una antesala para comisión de delitos tales como feminicidio, trata de persona y violencia sexual», indicó Ortiz tras señalar que en las estadísticas el grupo más afectado son las adolescentes, que representan más del 60%.

    «El Estado no se está tomando el tema de desaparición como un tema de agenda prioritaria», agregó.

    El informe consignó 60 víctimas de feminicidio registradas entre enero y abril, de la cuales 17 eran intensamente buscadas por sus familiares y la policía.

    El cuerpo de Rosa Ccanto, una madre de familia de 33 años, fue encontrado el 4 de febrero en el río Mantaro, en la región andina de Huancavelica. Seis días antes, Ccanto había sido reportada como una mujer desaparecida, según la Policía.

    En 2022, más de 5.380 mujeres, en su mayoría niñas y adolescentes, fueron reportadas como desaparecidas, una cifra 9,7% inferior a la registrada en 2021.

    Según diversas oenegés feministas, la Policía y la Fiscalía no investigan suficientemente los casos porque creen que las mujeres huyeron de forma voluntaria.

    Entre enero y abril de este año se han producido 60 feminicidios, una cifra que se repite en los últimos años.

    Perú registró 137 feminicidios en 2022, de los cuales 22 involucraban a víctimas dadas por desaparecidas.

  • Llega la versión cinematográfica del libro «Mujeres al alba», cuando mujeres y niñas quedaron sin esposos y padres

    Llega la versión cinematográfica del libro «Mujeres al alba», cuando mujeres y niñas quedaron sin esposos y padres

    La mañana del 23 de septiembre de 1973, un grupo de mujeres y niñas quedaron sin esposos y padres en sólo unos minutos, teniendo que demostrar lo fuertes que eran para salir adelante.

    Ese día, un grupo de hombres asaltaron al cuartel militar de Madera, en Chihuahua, cansados de abusos, explotación, agravios y despojos caciquiles.

    Los hechos prácticamente dieron inicio al movimiento guerrillero en México y que explotaría en todos su esplendor durante los 70.

    La historia de las esposas e hijas de esos hombres, la escribió Carlos Montemayor en el libro «Mujeres al alba», editado en 2011; que ahora 12 años después, la versión cinematográfica de la obra ha llegado al Festival Internacional de Cine en Guadalajara en la sección de competencia.

    La dirige Jimena Montemayor, hija del escritor, quien lleva en el elenco, entre otras, a Catalina López, Myriam Bravo, Valeria Torres, Shaula Ponce y Yoshira Escárrega.

    “Es una película que habla sobre las que se quedan, sobre una manera distinta de luchar, no con armas”, comenta Jimena.

    La adaptación de la novela corrió por la propia cineasta, quien también se entrevistó con varias de las mujeres de los hechos, a fin de encontrar lo que funcionara y la voz de la película.

    Visualmente, comenta, no costó trabajó, pues el texto ya venía con esa característica.

    “Yo también soy fotógrafa, entonces, en todos mis guiones describo mucho las atmósferas, el algo que me gusta, fue algo que robé de la foto a la dirección (risas). Llevo trabajando el realismo mágico desde entonces y aquí quería hacer una metáfora de la naturaleza, de lo femenino”, expresa.

    Estado de México, Puebla y Tlaxcala sirvieron como locaciones para «Mujeres al alba». La cinta contó con la fotografía de Santiago Sánchez (Perdida y Territorio) y el diseño de producción de Nohemí González («Amores modernos»).

    Varios Lobos y Conejo Media son las compañías productoras para esta película que comenzará su recorrido festivalero y la búsqueda de distribución.

  • Zurciendo la historia. Mujeres fotógrafas del siglo XIX

    Zurciendo la historia. Mujeres fotógrafas del siglo XIX

    Las mujeres fueron ignoradas por mucho tiempo, y hasta borradas en el ámbito artístico; sin embargo siempre existieron pioneras que desafiaron a una sociedad para hacer el trabajo que les interesaba. En ese sentido, dice la fotógrafa y compiladora Lourdes Almeida (México, 1952), “es importante reconocer a esas mujeres que vivieron en el anonimato y rescatar la historia fotográfica del siglo XIX”.

    En entrevista con MILENIO, la fotógrafa habla de Zurciendo la historia. Fotógrafas nacidas hasta 1920, investigación dividida en dos volúmenes y que fue presentada en Canon Academy. La primera parte está centrada en la vida cotidiana; la segunda edición, que se imprimirá el siguiente año, será de fotógrafas de calle y fotoperiodistas.

    “Son 350 nombres que están en el volúmen I; hay mujeres fabulosas, conocidas algunas, pero la mayoría son desconocidas. El libro está hecho para no leerse de corrido, es un libro de consulta y perfectamente diagramado, tiene un diseño muy amable con muchas imágenes y una pequeña biografía de cada autora”.

    Sobre las compilaciones, la investigadora se cuestionó: “¿A quién le interesaba que no se hablara de esas mujeres? Es parte de la historia, de la cultura, porque el siglo XIX fue muy injusto con ellas, no podían brillar con luz propia; tenían que vivir a la sombra de los hombres”.

    Foto de guerra / Toni Frissell-Estados UnidosFoto de guerra / Toni Frissell-Estados Unidos

    A pesar de esto, “me encuentro con algo fantástico: una cantidad increíble e inimaginable de mujeres pioneras que trabajaron en el siglo XIX nacidas hasta 1920, digamos que la gran mayoría borradas de la historia, pero no del todo porque últimamente, a finales de 2012, empezaron a surgir sus nombres”.

    La razón de esto, agrega: “Es que hoy hay mucho interés por la historia de la fotografía, hay carreras que están fomentando esto, y hay muchas historiadoras y gracias a ese trabajo es que tuve la oportunidad de poder llevar a cabo más profundamente el mío”.

    Imagen de un ama de casa. / Sarah Jane Eddy- Estados UnidosImagen de un ama de casa. / Sarah Jane Eddy- Estados Unidos

    Más allá de la lente
    “Me encontré con una cantidad de mujeres fantásticas y de las que no se hablaba, porque Zurciendo la historia no se trata, de ninguna manera, de borrar los nombres de los hombres, sino de recordar que hay fotógrafos y fotógrafas. Ese es el encanto del libro”.

    Retrato de una monja. / Nahui Olin- MéxicoRetrato de una monja. / Nahui Olin- México

    A ellas les interesaban los mismos temas que a ellos. “Hay un capítulo de guerra en el que aparecen 42 mujeres; si ahora es desafiante que una mujer vaya a cubrir la guerra, hay que pensar en ese tiempo. En el primer volumen hay fotos de científicas, fotografías de estudio, porque fue lo que proliferó en el siglo XIX; hay autorepresentación, que es un capítulo muy encantador y sorprendente; fotógrafas ilustradoras de libros, aunque son pocas”.

    ¿Fueron pioneras del selfie?

    “Por supuesto: son las de la autorepresentación. Es que hay historias impresionantes, por ejemplo, Virginia Oldoini (condesa de Castiglione), una mujer italiana que era una espía, se va a vivir a Francia, se acercó a Napoléon, aunque estaba casada; y en la autorepresentación, más que ellas accionar la cámara, ponían toda la puesta en escena y buscaban a alguien que hiciera el clic. Antes del selfie, antes del siglo XX, surgen fotógrafas fantásticas y también hay mucho autorretrato”.

    Para Lourdes Almeida esta investigación nos ayuda a reflexionar e imaginar no solo su labor en la fotografía, porque “hay que pensar cómo se vestían las mujeres del siglo XIX: era una ropa que pesaba una barbaridad, el equipo pesaba tremendo y no era nada sencillo porque trabajaban con placas de vidrio”.

    Autoretraro / Virginia Oldoini (condesa de Castiglione) - Italia
    Autoretraro / Virginia Oldoini (condesa de Castiglione) – Italia

    Y también nos lleva a cuestionarnos sobre nuestro propio origen: “Hay que pensar en la mamá de nuestra tatarabuela y qué es lo que hacía, porque hay que adentrarnos y saber que la vida se mueve a través de la historia y de los que nos precedieron; si no existieran esas mujeres que pelearon por la equidad de género estaríamos en el oscurantismo”.

  • ‘No todo el mundo’, 14 amores de hoy

    ‘No todo el mundo’, 14 amores de hoy

    Se está haciendo una parroquia que tira a catedral, porque cada vez son más los lectores y lectoras fieles que gana Marta Jiménez Serrano (Madrid, 1990). Las razones se entienden: se la puede considerar algo así como «la escritora del espejo», porque tiene la virtud de allanar la mente y colocarnos frente a lo que somos, sin trampas. Es buena en eso, en escarbar en lo que no decimos, incluso en lo que no nos decimos a nosotros mismos (ya lo hizo en Los nombres propios, su debut literario, y revalida el título ahora). Y además le asiste la técnica. Maneja con innegable soltura las estructuras y dice que le nacen al compás del contenido, del concepto de cada una de sus narraciones. En los catorce relatos de No todo el mundo (Editorial Sexto Piso) hace gala de esa dupla bien compenetrada: idea y técnica, técnica e idea dándose el relevo constantemente. Hablamos con ella, empezando por la elección del género.

    «No pienso a priori en el género, creo que esta vez venía de la mano del tipo de proyecto. Me parecía que para hablar del amor, de las relaciones de pareja desde la intimidad y la cotidianidad, el libro ganaba riqueza si podía haber muchas perspectivas y distintos personajes, y desde ese lugar empezaron a salir historias breves con cierta unidad». Efectivamente, todos esos personajes viven encuentros y desencuentros en tiempos del amor moderno, como lo llaman algunos. Y es fácil haber atravesado una o varias de las tormentas que Marta propone: la difícil supervivencia de la relación al hastío, la tentación de otras bocas y otras vidas o la distancia entre mundos naturalmente opuestos, una vez superada la pasión todopoderosa de los comienzos. ¿Es acaso más difícil conectar ahora que en generaciones anteriores?

    Portada del libro

    «Creo que eso siempre ha sido difícil, pero ahora está más legitimada la posibilidad de no conectar, es decir, la posibilidad de quedarte soltero. Antes la gente se emparejaba, se casaba y había que aguantar con la misma pareja toda la vida, entonces no es que fuera más fácil, es que daba igual si no conectabas. Y creo que ahora eso se ha revalorizado y para estar en pareja queremos que haya una verdadera conexión», reflexiona al respecto la autora, que salpica su obra de frases que resumen con tino este misterio del amor y el desamor.

    Una de ellas, «no hay nada peor que pasar de la intimidad al protocolo», la escribe Marta en el primer relato, en el que dos exnovios tienen que aprender a vivir la frialdad heladora tras la intimidad, y recuerda al soneto aquel que escribiera un Sabina en forma: «Lo peor del amor cuando termina/ son las habitaciones ventiladas/ el solo de pijamas con sordina/ la adrenalina en camas separadas». ¿Por qué razones lo acatamos, ese protocolo? ¿Es por pudor, por convención social, para darle en los morros al otro? «La verdad es que creo que es maravilloso ese protocolo», comienza respondiendo Marta con una risa honesta, y continúa: «Es verdad que es muy frío y es la constatación de que esa intimidad ha terminado, pero me parece muy bien poder agarrarse a un protocolo para seguir siendo educados, adultos que no necesitan odiarse. Creo que es la mejor de las opciones posibles».

    Lo que ocultamos, lo que nos ocultamos

    Decíamos al principio que la literatura de Marta es un poco un espejo, por aquello de que nos hace mirarnos aunque no queramos. Porque, aunque la autora trabaja con la precisión que requiere el género breve, no evita entrar en la mente de los protagonistas para saber qué se esconde ahí, qué no le dicen a sus parejas y qué no se dicen siquiera a sí mismos. Le pasa a Luis, por ejemplo, el ‘prota’ de Pupila, que no reconoce las razones por las que se ha visto envuelto en un enamoramiento intempestivo con una alumna. Así que hay un abismo entre lo que piensa y lo que hace, y entre lo que ni siquiera sabe que piensa y lo que le dice.

    Marta Jiménez Serrano | Noelia Olbés

    «La intimidad es un tema que me interesa mucho, y en ese sentido la doble perspectiva funciona muy bien. Por un lado te metes en la cabeza de un personaje y juegas a ver qué piensa en su fuero interno, pero luego es muy divertido ver cómo muchas veces eso no se corresponde con lo que expresamos o con lo que hacemos. Se habla mucho de la mentira y del engaño en las relaciones de pareja, cuando yo creo que muchas veces deberíamos hablar primero del autoengaño y de lo que nos estamos contando a nosotros», desarrolla la narradora, que pone en boca de otros personajes esa misma distancia «entre lo que somos, lo que creemos que debemos ser y lo que nos gustaría ser». Verónica, por ejemplo, es otro de sus desnortados personajes, que relata en primera persona la ilusión de un nuevo amor, y a la que una voz le va contestando, matizando, reescalando sus palabras: «En realidad la pobre nos está contando una peli que no se cree ni ella, pero es la peli que ella desearía poder contar. Y es lo que pasa muchas veces con las relaciones, que a veces performamos aquello que deseamos aunque no esté realmente sucediendo», añade Jiménez.

    Ese tipo de piruetas narrativas las hace Marta desenvuelta: aúna una buena idea y una buena técnica, y por eso da la sensación de que sus relatos son sencillos, como todas las cosas verdaderamente complicadas en el arte. Un ejemplo: en uno de sus relatos, «La virgen de la Macarena»le otorga al protagonista masculino tres posibles identidades laborales, y eso se repite a lo largo del mismo sin que sea necesario en momento alguno desvelar cuál de las tres es. «Para mí es importante el estilo, el lenguaje, el narrador, la estructura del relato… y en ese sentido casi casi se me ocurre a la vez. Es decir, no pienso una idea y luego pienso en cómo llevarla a cabo, sino cómo llevarla a cabo es la idea en sí misma. Casi se me ocurre al mismo tiempo la estructura o el enfoque que la idea. Me preocupa mucho que forma y contenido vayan de la mano, y en ese relato está la idea de que la profesión no importa, como dice Maca al principio, así que respondiendo a esa idea precisamente hago que la profesión pueda ser cualquiera».

    Los roles de género, los papeles enredados del hombre y la mujer en los quereres modernos tienen un papel esencial en esta obra escrita «desde ahí», como dice la autora durante nuestra charla, «desde las colisiones que surgen cuando queremos reconfigurar socialmente el papel del hombre y de la mujer, pero luego los queremos meter de nuevo en esa estructura de la pareja heterosexual que lleva siglos y siglos perfilándose». Ahí es verdad que estamos todos escribiéndonos y reescribiéndonos, y tenemos la suerte de que Marta nos acompañe.

  • El síndrome de la impostora en la maternidad: cómo combatirlo

    El síndrome de la impostora en la maternidad: cómo combatirlo

    La maternidad tiene muchas aristas que se van rellenando conforme pasan los años y las madres van experimentando. Ninguna maternidad es igual, e incluso en la misma mujer se dan diversas formas de maternar con cada hijo porque cada uno de ellos es único. Euforia, tristeza, amor infinito, creer que se puede con todo, labilidad emocional, sentimientos de culpa, indecisión sobre las actitudes y la educación de los hijos y, por supuesto, síndrome de la impostora. ¿Cómo afecta este último a las madres que lo sufren?

    Para empezar, habría que definir qué es el síndrome del impostor. Su origen se remonta, tal y como explica Rebeca Gómez, psicóloga y docente en el Instituto Europeo de Psicología Positiva, al año 1978, y fue acuñado por Pauline Clance y Suzanne Imes, ambas psicólogas estadounidenses que publicaron un artículo al respecto, llamado The imposter phenomenon in high achieving women: dynamics and therapeutic intervention (El fenómeno del síndrome del impostor en mujeres de grandes logros: dinámicas e intervención terapéutica).

    Aunque no es nuevo, últimamente se ha escuchado a muchos famosos y personajes populares hablar de ello. La cantante Nena Daconte lo repitió varias veces en una entrevista en el programa Viajando con Chester con Risto Mejide; y Dani Martín, compositor y cantante, detalló en el podcast de salud mental de Ángel Martín, llamado Las Voces Vuelven, que también lo sufre. “Centrarse en el término que da nombre a este síndrome impostor ayuda a entender y a saber qué es y de qué se trata exactamente”, sostiene la también psicóloga del Equipo Técnico en Juzgado de Menores del Ministerio de Justicia. “Quien lo sufre, siente y cree firmemente que todo lo bueno conseguido y los éxitos alcanzados (a nivel laboral, familiar y/o académico) se debe a variables externas como la casualidad, el destino, la suerte o el azar. Y nunca serán consecuencia de sus propias valías, cualidades, fortalezas, esfuerzo, trabajo, actitud o profesionalidad”.

    Uno de los síntomas clave es que la persona no es consciente de manera objetiva de sus logros y cualidades. Además, “tienen mucho miedo al fracaso, un excesivo nivel de autocrítica y de búsqueda de la perfección y aparece la culpa; cuando algo bueno y positivo les llega piensan que no se lo merecen y, por tanto, tampoco lo disfrutan”.

    Saber exactamente por qué se padece es difícil de responder, puesto que aquí entran en juego diversas variables, como la educación o las experiencias vitales: “Lo que sí podemos señalar son varios factores que se relacionan de manera directa con su presencia y que podrían causar este síndrome. Como son tener bajos la autoestima, el autoconcepto y la autoconfianza. Aparecen inseguridades y miedos incapacitantes y se suele poner el foco en las debilidades y nunca centrarse y tratar de potenciar las fortalezas”, sostiene Gómez.

    Rebeca Gómez, psicóloga y formadora en el Instituto Europeo de Psicología Positiva.
    Rebeca Gómez, psicóloga y formadora en el Instituto Europeo de Psicología Positiva.

    Crianza y síndrome de la impostora

    La psicóloga considera que en la población adulta es muy habitual padecerlo. Y se pregunta: “¿Quién no se ha sentido así alguna vez?”. Gómez afirma que, según los datos, siete de cada 10 personas lo sufren en algún momento de su vida, y que no es casualidad verlo en estudiantes con notas excelentes o personas con grandes carreras profesionales. “Otro dato a tener en cuenta y que refleja un informe británico es que el 86 % de los jóvenes de 18 a 34 años admitió haber sentido en el último año que no merecía su puesto de trabajo”.

    La experta explica que la maternidad es un momento muy importante en la vida de la mujer: “Me refiero a crucial, ya que, por tema hormonal, por la intensidad de ciertos momentos experimentados, por los cambios que supone o por el cansancio que implica, la madre puede sentirse más vulnerable de lo habitual y la sensación de que no es capaz de hacerlo bien por ella misma puede llegar a instaurarse haciendo florecer dicho síndrome”. Si esto pasa, prosigue, habrá que prestarle especial atención, sobre todo si afecta e incapacita de manera directa y negativa a su calidad de vida: “Es fundamental que los papás y mamás estén bien para que los niños crezcan bien”.

    ¿Cómo solucionarlo?

    Si el síndrome del impostor llega y se instaura a la par que lo hace la maternidad, Gómez sostiene que habrá que trabajarlo de la misma manera que se hace cuando aparece en otro contexto o entorno. Y, según explica la psicóloga, habría que tener en cuenta varias recomendaciones que se pueden aplicar para el momento clave de la crianza:

    1. Es importante que la mujer sea más consciente de las respuestas positivas que le ofrecen las personas de su entorno.
    2. Trabajar la autoestima de forma que entienda su valía. Interiorizar los elogios e intentar no minimizarlos. Darle su espacio y tratar de entender de manera objetiva por qué los demás le dicen justo eso que cuesta creer.
    3. Trabajar el diálogo interno. Ayuda mucho pensar cómo le hablarías o qué le dirías a tu mejor amigo o amiga. ¿Le hablarías de la misma forma en la que te hablas a ti?
    4. Tratar de no controlarlo todo. Priorizar y delegar, asumir que hay ciertas cosas que no dependen de una misma. Es imposible llegar a todo.
    5. Construir una identidad de confianza evaluando las fortalezas personales, los puntos fuertes, y detectando las situaciones reales donde aparecen y se ponen en marcha.
    6. Asumir que la perfección no existe y que el error es parte de la vida, es algo natural que forma parte del proceso y de la experiencia humana y también de la maternidad. Equivocarse es un punto a favor del aprendizaje, basta ya de tanta autoexigencia.
    7. Como último punto, algo que también ayuda es hacer un trabajo de viaje en el tiempo y recordar cuando la madre era pequeña… ¿Qué era lo que más le gustaba y demandaba de sus padres? Seguramente no una supermamá perfecta, sino que necesitaba amor, cariño, comprensión y su presencia. Así podrá recordar que todo lo demás es secundario.
  • Activista Pega Stickers para Visibilizar Violencia Contra Mujeres

    Activista Pega Stickers para Visibilizar Violencia Contra Mujeres

    «Una Mujer fue Violentada aquí», se lee en los stickers que han sido colocados en al menos 20 puntos de Xalapa


    La activista feminista Wendy López, inició una campaña que para colocar stickers en lugares de Xalapa en donde mujeres se han sentido violentadas.

    activista wendy
    Activista Pega Stickers para Visibilizar Violencia Contra Mujeres. Foto: Jair Molina | N+

    Wendy señala que a partir del primer sticker colocado, en cuestión de horas muchas mujeres xalapeñas solicitaron que se pusieran más en al menos 20 puntos en donde sufrieron algún tipo de violencia.

    sticker violencia xalapa
    Activista Pega Stickers para Visibilizar Violencia Contra Mujeres. Foto: Wendy López

    Sin embargo, Wendy espera que esta iniciativa no se quede solo en una calcomanía.

    Se buscará que las empresas privadas puedan fomentar entre sus empleados capacitaciones que garanticen evitar el uso de violencia

    Agregó que también tiene pensado, realizar la misma dinámica en el marco del Día del Padre, pero ahora con la leyenda «Aquí trabaja un deudor alimentario».

  • Disminuye participación de mujeres en el campo poblano: Inegi

    Disminuye participación de mujeres en el campo poblano: Inegi

    Puebla es el segundo estado del país con mayor número de mujeres en labores agropecuarias y del campo con 623 mil 892; sin embargo, la participación de la mano de obra femenina disminuyó en casi cinco puntos porcentuales, en un periodo de quince años, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

    Conforme a los resultados del Censo Agropecuario 2022, la mano de obra total en el campo poblano representa tres millones 048 mil 199 personas de las que 79.5 por ciento son hombres.

    Las mujeres representaron el 20.5 por ciento, indicador que bajó con relación a 2007, cuando era de 25.1 por ciento.

    Del total de mujeres en labores agropecuarias, 73 mil 212 son productoras, que representan el 12 por ciento; mientras que 286 mil 840 son contratadas como jornaleras.

    Al observar las características por edad, los datos censales precisan que 24.9 por ciento se encuentra en el rango de los 18 a los 45 años; 43.4 por ciento de las productoras es mayor de 45 a 64 años, en tanto que, 31.6 por ciento de 65 años y más.

    En cuanto a la escolaridad de quienes se dedican a las labores del campo, es decir, hombres y mujeres, el nivel de primaria predomina, aunque se redujo de 56.7 a 54.8 por ciento, entre 2007 y 2022. La secundaria registró un incremento de 9.6 a 19.9 por ciento y el bachillerato o preparatoria, de 1.6 a 5.9 por ciento.

    Entre los problemas más recurrentes para quienes se dedican a las actividades primarias, destaca el alto costo de insumos, el cambio climático, la inseguridad la transportación de insumos, así como el intermediarismo, la falta de documentación para acreditar la posesión de tierras, enfermedades, hasta invasiones de tierra.

    Cabe comentar que el estado de México lidera en participación de mujeres en labores agropecuarias y del campo con 869 mil 571 de un total de cuatro millones 428 mil 880 en todo el país.